jueves, 5 de octubre de 2017

EL RETO DE OCTUBRE, EL SANTO ROSARIO


“El reto de octubre”



Cada mes del año tiene su particularidad, su fecha emblemática, su determinación litúrgica, su día axial, según el variado y hermoso calendario católico. Y octubre, además de ser el Mes de las Misiones, lo es, también, el Mes del Rosario.

Mucho se ha insistido en los efectos benéficos para el espíritu, para el alma, para la vida eterna del rezo del Santo Rosario. No es necesario volverlo a repetir en este artículo. Lo que si vale la pena es presentar el rezo de esta oración mariana por excelencia como un reto: “El reto de octubre”.

Se trata de un reto singular, presentado por Gretchen R. Crowe, en OSV Newsweekly, en su número del pasado 20 de septiembre. Que este octubre el reto sea rezar 31 Rosarios, uno por día.

Un reto para todos, sin distinción de edad o de estado. Para religiosos y laicos, para matrimonios y solteros, hombres, mujeres, jóvenes, niños…

Crowe dice que ha empleado mucho tiempo pensando sobre el Rosario y rezándolo en este año. Y está segura que no hay mejor época para enfocarse en el rezo del Rosario que este mes de octubre de 2017, cuando la Iglesia celebra el centésimo aniversario de las apariciones de la Virgen en Fátima.

El 13 de octubre marca la fecha final de las apariciones de María a los pastorcitos; aparición que es conocida como “el día en que bailó el sol”.

Además, el 7 de octubre está marcado por el calendario de la Iglesia como el Día de Nuestra Señora del Rosario, razón por la cual se ha instituido el mes completo dedicado a meditarlo.

“Todos estos acontecimientos nos llevan -dice Crowe- a una conclusión inevitable: la creación del reto de los 31 días del rezo de Rosario”.

Y a continuación, da cinco pasos para iniciar el reto, y para acabarlo, por supuesto:

1- Selecciona tu Rosario favorito.
Es bueno que elijas un Rosario –de los varios que has de poseer– que sea tu favorito, el que más sentido o significado tenga personalmente para ti. Crowe da el ejemplo del suyo: un bello rosario de cuentas rojas que le regaló su esposo y el cual llevaba en sus manos el día en que se casaron. “¿Cuál es tu favorito?”, pregunta la autora del artículo en OSV Newsweekly.

2- Identifica el lugar y el tiempo en el que vas a rezar.
Puede ser en tu comunidad, en tu casa, de camino al trabajo, mientras haces ejercicio en el parque, en la sala de tu casa antes de la cena, antes de ir a la cama… “no importa dónde, si es algo consistente”.

3- Busca una intención en la que te puedas enfocar durante tu oración.
Puede ser la misma todos los días o cambiar durante cada una de las semanas que componen el mes, cualquier intención que funcione para tu situación particular es buena.

4- Hazlo con una persona que se identifique contigo.
Esta persona puede ser un amigo, un familiar, alguien que trabaja contigo o que va al templo al que tú asistes… No tienen que rezar personalmente juntos; deben ser socios y animarse uno al otro: “¿Ya rezaste tu Rosario el día de hoy?”, se podrían preguntar sistemáticamente durante el mes. Por ello, trata con alguien que te rete y no que sea condescendiente contigo.

5- Reza, reza, reza el Rosario. Cada día. Por 31 días.



© Jaime Septién       - Aleteia

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 5 OCTUBRE


Los cinco minutos de María
Octubre 5




Jesús está ahora intercediendo por nosotros y María está unida a Él, buscando ayudarnos. Si María en la tierra vivió sólo para Cristo, con mayor razón quiere ahora conducirnos a todos a Él.

María está en el cielo con plena conciencia y conocimiento de nuestras necesidades y su amor hacia nosotros la impulsa a socorrernos; de ahí debe surgir en nosotros la voluntad de acudir a la celestial Señora y la plena confianza con la que debemos invocarla, pidiendo su protección.

Madre de los pobres, te invocamos con confianza porque tú conoces nuestras necesidades y porque tu amor de madre no se agota jamás.



* P. Alfonso Milagro

ORACIÓN PARA IMPLORAR LA GRACIA DE DIOS POR INTERCESIÓN DE SANTA FAUSTINA KOWALSKA


Oración para implorar la gracia de Dios por intercesión de Santa Faustina Kowalska

Oh Jesús, que hiciste de santa Faustina
una gran devota de tu infinita misericordia,
concédeme por su intercesión,
si fuese esto conforme a tu santísima voluntad.

Yo, pecador, no soy digno de tu misericordia,
pero dígnate mirar el espíritu de entrega
y sacrificio de Sor Faustina
y recompensa sus virtudes atendiendo las súplicas
que a través de ella te presento confiando en Ti

Padre nuestro..., Ave María..., Gloria al Padre...

SANTA FAUSTINA KOWALSKA, 5 OCTUBRE

Santa María Faustina Kowalska
5 de octubre



Elena Kowalska, nació en Glogowiec en 1905, cerca de Cracovia, en Polonia. Unas pocas semanas antes de su vigésimo cumpleaños, entró a la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de Misericordia, adoptando el nombre María Faustina. En 1928 tomó los votos definitivos como monja.

El comienzo de la devoción a la Divina Misericordia
El 22 de Febrero de 1931, tuvo una visión de Jesús en el pueblo de Plock, Polonia. Sor Faustina relata en su diario lo que Nuestro Señor le dijo de esta manera:

"Pinte una imagen de acuerdo a esta visión, con las palabras 'Jesús, en Vos confío' Yo deseo que esta imagen sea venerada, primero en tu capilla y luego en el mundo entero."

"Yo prometo que, el alma que venere esta imagen, no perecerá. También prometo victoria sobre sus enemigos aquí en la tierra, especialmente a la hora de la muerte. Yo mismo la defenderé con mi propia Gloria."

"Los dos rayos indican Agua y Sangre. El rayo pálido significa el Agua que hace las almas justas. El rayo rojo significa la Sangre que es la vida de las almas."

"Estos dos rayos salieron de las profundidades de Mi tierna Misericordia, cuando Mi corazón agonizado fue abierto por la lanza en la Cruz."

A partir de 1931, Faustina, tuvo una serie de revelaciones de Jesús. Todas ellas las escribió en su diario de más de 600 páginas. Durante casi 20 años, estuvo prohibida la devoción a la Divina Misericordia. Desde el 15 de abril de 1978, la Santa Sede permitió la práctica de esta devoción.

Sor Faustina murió de tuberculosis, el 5 de octubre de 1938, en Cracovia. Sus restos mortales yacen en la capilla del convento bajo la milagrosa imagen de la Divina Misericordia, fue beatificada el 18 de abril de 1993 y canonizada el 30 de abril del 2000 por S. S. Juan Pablo II.

Extractos de los Mensajes de Nuestro Señor, según algunos extractos del diario de Santa Faustina

Sobre la Imagen.
"Ofrezco a los hombres la vasija con la que han de seguir viniendo a la fuente de la misericordia para recoger las gracias. Esa vasija es esta imagen con la firma: Jesús, en Vos confío"

Sobre la Coronilla.
"Alienta a las personas a recitar la Coronilla que te he dado... Quien la recite, recibirá gran misericordia a su hora de la muerte. Los sacerdotes la recomendaran a los pecadores como su último refugio de salvación. Aún si el pecador mas empedernido recite esta Coronilla al menos una vez, recibirá la gracia de Mi infinita Misericordia. Deseo conceder gracias inimaginables a aquellos que confían en Mi Misericordia."

"Escribe que cuando reciten esta Coronilla en presencia del moribundo, Yo me pondré entre mi Padre y el, no como Justo Juez sino como Salvador Misericordioso."

Sobre la Festividad.
"Yo quiero que esta imagen sea solemnemente bendecida el primer domingo después de Pascua; ese domingo ha de ser la Fiesta de Mi Misericordia."

"En aquel día están abiertas las entrañas de Mi Misericordia. Derramaré un mar entero de gracias sobre las almas que se acercan al manantial de Mi misericordia; el alma que se confiese [dentro de ocho días antes o después] y comulgue [el mismo día] obtendrá la remisión total de culpas y castigos"

La Hora de la Misericordia (Las Tres de la Tarde)
"Te recuerdo, hija mía, que tan pronto como suene el reloj a las tres de la tarde, te sumerjas completamente en mi Misericordia, adorándola y glorificándola; invoca su omnipotencia para todo el mundo, y particularmente para los pobres pecadores; porque en ese momento la Misericordia se abrió ampliamente para cada alma."

"A la hora de las tres imploren Mi misericordia, especialmente por los pecadores; y aunque sea por un brevísimo momento, sumérgete en Mi Pasión, especialmente en Mi desamparo en momento de agonía. Esta es la hora de gran misericordia para el mundo entero. Te permitiré entrar dentro de Mi tristeza mortal. En esta hora, no le rehusare nada al alma que me lo pida por los méritos de Mi Pasión."

Sobre la Novena.
"Deseo que durante esos nueve días traigas almas a la fuente de Mi misericordia, que de allí podrán tomar fuerza y consuelo y cualquier gracia que necesiten en las adversidades de la vida, especialmente en la hora de la muerte."

BUENAS TARDES




miércoles, 4 de octubre de 2017

ASÍ RECUERDA EL PAPA A SAN FRANCISCO DE ASÍS EN SU DÍA


Así recuerda el Papa a San Francisco de Asís en su día
Papa Francisco y San Francisco de Asís. Foto: ACI Prensa





VATICANO, 04 Oct. 17 / 08:26 am (ACI).- Durante la Audiencia General celebrada este miércoles 4 de octubre en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco recordó en diversos momentos a San Francisco de Asís en el día en que la Iglesia celebra su fiesta.

En su catequesis, el Santo Padre señaló su satisfacción por poder pronunciar su enseñanza, titulada “Misioneros de la esperanza hoy”, en el día que “la Iglesia ha dedicado de forma particular a la misión, y también a la fiesta de San Francisco de Asís, que fue un gran santo de la esperanza”.

En sus saludos a los peregrinos polacos y franceses, el Pontífice también hizo referencia al santo de quien tomó su nombre: “En esta fiesta de San Francisco de Asís dejad que el Señor os convierta en verdaderos misioneros de esperanza en medio de vuestros hermanos y hermanas”.

Por último, en el mensaje pronunciado en lengua italiana, dedicó “un pensamiento afectuoso a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. Hoy celebramos la fiesta de San Francisco de Asís”.

“Que su ejemplo de vida refuerce en cada uno de vosotros, queridos jóvenes, la atención hacia la creación; a vosotros, queridos enfermos, os sostenga aliviando vuestra fatiga cotidiana; y sea de ayuda a vosotros, queridos recién casados, en la construcción de vuestra familia sobre el amor caritativo”.

IMÁGENES DE SAN FRANCISCO DE ASÍS



















SAN FRANCISCO DE ASÍS, 4 OCTUBRE


Francisco de Asís, Santo
Memoria Litúrgica, 4 de octubre


Por: Tere Vallés | Fuente: Catholic.net 




Fundador de la Orden de los Franciscanos

Martirologio Romano: Memoria de san Francisco, el cual, después de una juventud despreocupada, se convirtió a la vida evangélica en Asís, localidad de Umbría, en Italia, y encontró a Cristo sobre todo en los pobres y necesitados, haciéndose pobre él mismo. Instituyó los Hermanos Menores y, viajando, predicó el amor de Dios a todos y llegó incluso a Tierra Santa. Con sus palabras y actitudes mostró siempre su deseo de seguir a Cristo, y escogió morir recostado sobre la nuda tierra († 1226).

Breve Biografía

San Francisco fue un santo que vivió tiempos difíciles de la Iglesia y la ayudó mucho. Renunció a su herencia dándole más importancia en su vida a los bienes espirituales que a los materiales.

Francisco nació en Asís, Italia en 1181 ó 1182. Su padre era comerciante y su madre pertenecía a una familia noble. Tenían una situación económica muy desahogada. Su padre comerciaba mucho con Francia y cuando nació su hijo estaba fuera del país. Las gentes apodaron al niño “francesco” (el francés) aunque éste había recibido en su bautismo el nombre de “Juan”.

En su juventud no se interesó ni por los negocios de su padre ni por los estudios. Se dedicó a gozar de la vida sanamente, sin malas costumbres ni vicios. Gastaba mucho dinero pero siempre daba limosnas a los pobres. Le gustaban las románticas tradiciones caballerescas que propagaban los trovadores.

Cuando Francisco tenía como unos veinte años, hubo pleitos y discordia entre las ciudades de Perugia y Asís. Francisco fue prisionero un año y lo soportó con alegría. Cuando recobró la libertad cayó gravemente enfermo. La enfermedad fortaleció y maduró su espíritu. Cuando se recuperó, decidió ir a combatir en el ejército. Se compró una costosa armadura y un manto que regaló a un caballero mal vestido y pobre. Dejó de combatir y volvió a su antigua vida pero sin tomarla tan a la ligera. Se dedicó a la oración y después de un tiempo tuvo la inspiración de vender todos sus bienes y comprar la perla preciosa de la que habla el Evangelio. Se dio cuenta que la batalla espiritual empieza por la mortificación y la victoria sobre los instintos. Un día se encontró con un leproso que le pedía una limosna y le dio un beso.

Visitaba y servía a los enfermos en los hospitales. Siempre, regalaba a los pobres sus vestidos, o el dinero que llevaba. Un día, una imagen de Jesucristo crucificado le habló y le pidió que reparara su Iglesia que estaba en ruinas. Decidió ir y vender su caballo y unas ropas de la tienda de su padre para tener dinero para arreglar la Iglesia de San Damián. Llegó ahí y le ofreció al padre su dinero y le pidió permiso para quedarse a vivir con él. El sacerdote le dijo que sí se podía quedar ahí, pero que no podía aceptar su dinero. El papá de San Francisco, al enterarse de lo sucedido, fue a la Iglesia de San Damián pero su hijo se escondió. Pasó algunos días en oración y ayuno. Regresó a su pueblo y estaba tan desfigurado y mal vestido que las gentes se burlaban de él como si fuese un loco. Su padre lo llevó a su casa y lo golpeó furiosamente, le puso grilletes en los pies y lo encerró en una habitación (Francisco tenía entonces 25 años). Su madre se encargó de ponerle en libertad y él se fue a San Damián. Su padre fue a buscarlo ahí y lo golpeó y le dijo que volviera a su casa o que renunciara a su herencia y le pagara el precio de los vestidos que había vendido de su tienda. San Francisco no tuvo problema en renunciar a la herencia y del dinero de los vestidos pero dijo que pertenecía a Dios y a los pobres. Su padre le obligó a ir con el obispo de Asís quien le sugirió devolver el dinero y tener confianza en Dios. San Francisco devolvió en ese momento la ropa que traía puesta para dársela a su padre ya que a él le pertenecía. El padre se fue muy lastimado y el obispo regaló a San Francisco un viejo vestido de labrador que tenía al que San Francisco le puso una cruz con un trozo de tiza y se lo puso.

San Francisco partió buscando un lugar para establecerse. En un monasterio obtuvo limosna y trabajo como si fuera un mendigo. Unas personas le regalaron una túnica, un cinturón y unas sandalias que usó durante dos años.

Luego regresó a San Damián y fue a Asís para pedir limosna para reparar la Iglesia. Ahí soportó las burlas y el desprecio. Una vez hechas las reparaciones de San Damián hizo lo mismo con la antigua Iglesia de San Pedro. Después se trasladó a una capillita llamada Porciúncula, de los benedictinos, que estaba en una llanura cerca de Asís. Era un sitio muy tranquilo que gustó mucho a San Francisco. Al oir las palabras del Evangelio “...No lleven oro....ni dos túnicas, ni sandalias, ni báculo..”, regaló sus sandalias, su báculo y su cinturón y se quedó solamente con su túnica sujetada con un cordón. Comenzó a hablar a sus oyentes acerca de la penitencia. Sus palabras llegaban a los corazones de sus oyentes. Al saludar a alguien, le decía “La paz del Señor sea contigo”. Dios le había concedido ya el don de profecía y el don de milagros.

San Francisco tuvo muchos seguidores y algunos querían hacerse discípulos suyos. Su primer discípulo fue Bernardo de Quintavalle que era un rico comerciante de Asís que vendió todo lo que tenía para darlo a los pobres. Su segundo discípulo fue Pedro de Cattaneo. San Francisco les concedió hábitos a los dos en abril de 1209.

Cuando ya eran doce discípulos, San Francisco redactó una regla breve e informal que eran principalmente consejos evangélicos para alcanzar la perfección. Después de varios años se autorizó por el Papa Inocencio III la regla y les dio por misión predicar la penitencia.

San Francisco y sus compañeros se trasladaron a una cabaña que luego tuvieron que desalojar. En 1212, el abad regaló a San Francisco la capilla de Porciúncula con la condición de que la conservase siempre como la iglesia principal de la nueva orden. Él la aceptó pero sólo prestada sabiendo que pertenecía a los benedictinos. Alrededor de la Porciúncula construyeron cabañas muy sencillas. La pobreza era el fundamento de su orden. San Francisco sólo llegó a recibir el diaconado porque se consideraba indigno del sacerdocio. Los primeros años de la orden fueron un período de entrenamiento en la pobreza y en la caridad fraterna. Los frailes trabajaban en sus oficios y en los campos vecinos para ganarse el pan de cada día. Cuando no había trabajo suficiente, solían pedir limosna de puerta en puerta. El fundador les había prohibido aceptar dinero. Se distinguían por su gran capacidad de servicio a los demás, especialmente a los leprosos a quienes llamaban “hermanos cristianos”. Debían siempre obedecer al obispo del lugar donde se encontraran. El número de compañeros del santo iba en aumento.

Santa Clara oyó predicar a San Francisco y decidió seguirlo en 1212. San Francisco consiguió que Santa Clara y sus compañeras se establecieran en San Damián. La oración de éstas hacía fecundo el trabajo de los franciscanos.

San Francisco dio a su orden el nombre de “Frailes Menores” ya que quería que fueran humildes. La orden creció tanto que necesitaba de una organización sistemática y de disciplina común. La orden se dividió en provincias y al frente de cada una se puso a un ministro encargado “del bien espiritual de los hermanos”. El orden de fraile creció más alla de los Alpes y tenían misiones en España, Hungría y Alemania. En la orden habían quienes querían hacer unas reformas a las reglas, pero su fundador no estuvo de acuerdo con éstas. Surgieron algunos problemas por esto porque algunos frailes decían que no era posible el no poseer ningún bien. San Francisco decía que éste era precisamente el espíritu y modo de vida de su orden.

San Francisco conoció en Roma a Santo Domingo que había predicado la fe y la penitencia en el sur de Francia.

En la Navidad de 1223 San Francisco construyó una especie de cueva en la que se representó el nacimiento de Cristo y se celebró Misa.

En 1224 se retiró al Monte Alvernia y se construyó ahí una pequeña celda. La única persona que lo acompañó fue el hermano León y no quiso tener visitas. Es aquí donde sucedió el milagro de las estigmas en el cual quedaron impresas las señales de la pasión de Cristo en el cuerpo de Francisco. A partir de entonces llevaba las manos dentro de las mangas del hábito y llevaba medias y zapatos. Dijo que le habían sido reveladas cosas que jamás diría a hombre alguno. Un tiempo después bajo del Monte y curó a muchos enfermos.

San Francisco no quería que el estudio quitara el espíritu de su orden. Decía que sí podían estudiar si el estudio no les quitaba tiempo de su oración y si no lo hacían por vanidad. Temía que la ciencia se convirtiera en enemiga de la pobreza.

La salud de San Francisco se fue deteriorando, los estigmas le hacían sufrir y le debilitaron y ya casi había perdido la vista. En el verano de 1225 lo llevaron con varios doctores porque ya estaba muy enfermo. Poco antes de morir dictó un testamento en el que les recomendaba a los hermanos observar la regla y trabajar manualmente para evitar la ociosidad y dar buen ejemplo. Al enterarse que le quedaban pocas semanas de vida, dijo “¡Bienvenida, hermana muerte!”y pidió que lo llevaran a Porciúncula. Murió el 3 de octubre de 1226 después de escuchar la pasión de Cristo según San Juan. Tenía 44 años de edad. Lo sepultaron en la Iglesia de San Jorge en Asís.

Son famosas las anécdotas de los pajarillos que venían a escucharle cuando cantaba las grandezas del Señor, del conejillo que no quería separarse de él y del lobo amansado por el santo. Algunos dicen que estas son leyenda, otros no.

San Francisco contribuyó mucho a la renovación de la Iglesia de la decadencia y el desorden en que había caído durante la Edad Media. El ayudó a la Iglesia que vivía momentos difíciles.

¿Qué nos enseña la vida de San Francisco?

Nos enseña a vivir la virtud de la humildad. San Francisco tuvo un corazón alegre y humilde. Supo dejar no sólo el dinero de su padre sino que también supo aceptar la voluntad de Dios en su vida. Fue capaz de ver la grandeza de Dios y la pequeñez del hombre. Veía la grandeza de Dios en la naturaleza.

Nos enseña a saber contagiar ese entusiasmo por Cristo a los demás. Predicar a Dios con el ejemplo y con la palabra. San Francisco lo hizo con Santa Clara y con sus seguidores dando buen ejemplo de la libertad que da la pobreza.

Nos enseña el valor del sacrificio. San Francisco vivió su vida ofreciendo sacrificios a Dios.

Nos enseña a vivir con sencillez y con mucho amor a Dios. Lo más importante para él era estar cerca de Dios. Su vida de oración fue muy profunda y era lo primordial en su vida.

Fue fiel a la Iglesia y al Papa. Fundó la orden de los franciscanos de acuerdo con los requisitos de la Iglesia y les pedía a los frailes obedecer a los obispos.

Nos enseña a vivir cerca de Dios y no de las cosas materiales. Saber encontrar en la pobreza la alegría, ya que para amar a Dios no se necesita nada material.

Nos enseña lo importante que es sentirnos parte de la Iglesia y ayudarla siempre pero especialmente en momentos de dificultad.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 4 OCTUBRE


Los cinco minutos de María
Octubre 4



La gloria de María y la gloria de los santos es la gloria del Cuerpo de Cristo; la Iglesia celestial ya no está en peregrinación sino en gloria, y María es la más santa de todos los miembros del Cuerpo de Cristo glorificado.

Crecemos en la esperanza de alcanzar también nosotros el estado de gloria de que ellos gozan; esperamos ansiosamente que se realice en nosotros lo que creemos que el Espíritu de Dios ha realizado ya en María.

Nuestra Señora de la esperanza, alienta nuestro deseo de construir en la tierra el Reino anunciado por tu Hijo, y acrecienta nuestra esperanza de contemplarte en el cielo glorificada junto a Dios.


* P. Alfonso Milagro

FELIZ MIÉRCOLES!!!




martes, 3 de octubre de 2017

QUE ES EL ROSARIO?


Qué es el Rosario



La palabra Rosario significa “Corona de Rosas”. Nuestra Señora ha revelado a varias personas que cada vez que dicen el Ave María le están dando a Ella una hermosa rosa y que cada Rosario completo le hace una corona de rosas. La rosa es la reina de las flores, y así el Rosario es la rosa de todas las devociones, y por ello la más importante de todas.

El Papa San Pío V en su ‘Bula’ de 1569 nos enseñó que “El Rosario o salterio de la Santísima Virgen, es un modo piadosísimo de oración, al alcance de todos, que consiste en ir repitiendo el saludo que el ángel le dio a María; interponiendo un Padrenuestro entre cada diez Avemarías y tratando de ir meditando mientras tanto en la Vida de Nuestro Señor”. El rosario es la oración del cristiano que avanza en la peregrinación de la fe, siguiendo a Jesús, precedido por María.

La plegaria del Rosario es oración del hombre en favor del hombre: es la oración de la solidaridad humana, oración colegial de los redimidos, que refleja el espíritu y las intenciones de la primera redimida, María, Madre e imagen de la Iglesia: oración en favor de todos los hombres del mundo y de la historia, vivos o difuntos, llamados a formar con nosotros Cuerpo de Cristo y a ser, con El, coherederos de la gloria del Padre.

El santo Rosario es un «compendio de todo el Evangelio”, en cuanto saca de él el enunciado de los misterios y las fórmulas principales; se inspira en el Evangelio para sugerir, partiendo del gozoso saludo del Ángel y del religioso consentimiento de la Virgen, la actitud con que debe recitarlo el fiel; y continúa proponiendo, en la sucesión armoniosa de las Ave Marías, un misterio fundamental del Evangelio -la Encarnación del Verbo- en el momento decisivo de la Anunciación hecha a María. Oración evangélica por tanto el Rosario, como hoy día, quizá más que en el pasado, gustan definirlo los pastores y los estudiosos (La Marialis cultus en el 44).

Y, este mismo tenor, la MC 45, enseña que “el Rosario considera en armónica sucesión los principales acontecimientos salvíficos que se han cumplido en Cristo: desde la concepción virginal y los misterios de la infancia hasta los momentos culminantes de la Pascua -la pasión y la gloriosa resurrección- y a los efectos de ella sobre la Iglesia naciente en el día de Pentecostés y sobre la Virgen en el día en que, terminando el exilio terreno, fue asunta en cuerpo y alma a la patria celestial. Y se ha observado también cómo la cuadruple división de los misterios del Rosario no sólo se adapta estrictamente al orden cronológico de los hechos, sino que sobre todo refleja el esquema del primitivo anuncio de la fe y propone nuevamente el misterio de Cristo…”.



Elementos del Santo Rosario
San Pío V enseña que el Rosario consta varios elementos orgánicamente dispuestos:

1) la contemplación, en comunión con María, de una serie de misterios de la salvación, sabiamente distribuidos en ciclos que expresan el gozo de los tiempos mesiánicos, el dolor salvífico de Cristo, la gloria del Resucitado que inunda la Iglesia; contemplación que, por su naturaleza, lleva a la reflexión práctica y a estimulante norma de vida;

2) la oración dominical o Padrenuestro, que por su inmenso valor es fundamental en la plegaria cristiana y la ennoblece en sus diversas expresiones;

3) la sucesión litánica del Avemaría, que está compuesta por el saludo del Ángel a la Virgen (Cf. Lc 1,28) y la alabanza obsequiosa del santa Isabel (Cf. Lc 1,42), a la cual sigue la súplica eclesial Santa María. La serie continuada de las Avemarías es una característica peculiar del Rosario y su número, en la forma típica y plenaria de ciento cincuenta, presenta cierta analogía con el Salterio y es un dato que se remonta a los orígenes mismos de este piadoso ejercicio. Pero tal número, según una comprobada costumbre, se distribuye —dividido en decenas para cada misterio— en los ciclos de los que hablamos antes, dando lugar a la conocida forma del Rosario compuesto por cincuenta Avemarías, que se ha convertido en la medida habitual de la práctica del mismo y que ha sido así adoptado por la piedad popular y aprobado por la Autoridad pontificia, que lo enriqueció también con numerosas indulgencias;

4) la doxología Gloria al Padre que, en conformidad con una orientación común de la piedad cristiana, termina la oración con la glorificación de Dios, uno y trino, “de quien, por quien y en quien subsiste todo” (Cf. Rom 11,36).


© Servicio Católico Hispano

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 3 DE OCTUBRE


Los cinco minutos de María
Octubre 3




María es santa, tanto porque Dios la ha llenado de su Espíritu de amor, como porque ella cooperó libremente con su gracia.
Nosotros también recibimos el mismo Espíritu, que nos hace capaces de reconocer su santidad y nos mueve a imitarla. Si María era tan santa por la gracia de Dios y por su personal y continuada cooperación, ¿por qué nosotros no podremos llegar a serlo? Tampoco a nosotros nos ha de faltar la gracia de Dios.

Virgen Santa, con toda la Iglesia te decimos: Madre de la gracia, ruega por nosotros.


* P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 2 DE OCTUBRE


Los cinco minutos de María
Octubre 2




María estaba contenta y llena de gozo en todo momento, porque en su humildad, en su actitud ante la grandeza de Dios, experimentó que “a quien se humille, lo ensalzarán”. Dios se aleja de los soberbios, pero da gracia a los humildes.

Dios se delita en María porque ella es de un modo eminente lo que Él quiere que sean todos los hombres.

Ya ves cómo, asemejándote a María, estás cerca de ser lo que Dios quiere que seas.

Nuestra Señora Madre de los humildes, danos un corazón sencillo siempre dispuesto al servicio de los más necesitados.



* P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 1 DE OCTUBRE


Los cinco minutos de María
Octubre 1



La Iglesia quiere que contemplemos a María como muy cercana a nosotros por ser una criatura y la primera redimida por Cristo.

Ella es espejo en el que tenemos que mirarnos, imitando sus virtudes; modelo de realización plena del proyecto cristiano, porque vivió entregada enteramente a la Persona y a la obra de Cristo.

Ella es Madre y Abogada que intercede por nosotros y nos señala con su vida el camino de fidelidad al Padre y de amor a Jesucristo.
Nuestra Señora de la confianza, siempre tan cercana a Dios y a los hombres, intercede por nosotros para que experimentemos la cercanía y la bondad de nuestro Dios y Padre.


* P. Alfonso Milagro

LOS NIÑOS QUE MUEREN, SE CONVIERTEN EN ANGELITOS?


¿Los niños que mueren “se convierten en angelitos”?
Normalmente cuando un niño muere, muchos afirman que se convierte en “un angelito más” en el cielo ¿Es verdad esto?


Por: P. Samuel Bonilla | Fuente: PadreSam.com 




Normalmente cuando un niño muere, muchos afirman que se convierte en “un angelito más” en el cielo, incluyendo muchos predicadores, seguramente sin mala voluntad. Ahora bien, ¿es esto cierto? ¿Sucede así? Veamos…

Por muy buena intención que tengamos, eso no sucede. Los niños que mueren no se convierten en “angelitos”. Esto porque dos motivos:

Los ángeles ya fueron creados desde el inicio. Como lo relata Col 1,16 “porque en él fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, las visibles y las invisibles…”. Los ángeles son seres espirituales, no corporales, creados desde el inicio del mundo.
No se puede cambiar de naturaleza. Cada uno de nosotros tiene una naturaleza, la humana. Por su parte, la naturaleza de los ángeles es espiritual.
Por lo dicho anteriormente, cuando un niño muere no se convierte en angelito, pues su naturaleza es distinta a la de un ángel. Esto no excluye que sea alguien inocente, sin culpa alguna. Los que afirman eso, seguramente (espero) no lo hacen con mala intención, sino más bien en el sentido de que es alguien que no se ha contaminado del pecado, pero si somos claros en la doctrina, “el convertirse en ángel” no sucede.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 30 DE SEPTIEMBRE


Los cinco minutos de María
Setiembre 30




Madre de los pobres, los humildes y sencillos, de los tristes y los niños que confían siempre en Dios; tú la más pobre, porque nada ambicionaste, tú, perseguida, vas huyendo de Belén, tú, que en un pesebre ofreciste al Rey del cielo, toda tu riqueza fue tenerlo sólo a Él.

Tú que en sus manos sin temor te abandonaste, tú que aceptaste ser la esclava del Señor, vas entonando un poema de alegría: “Canta, alma mía, porque Dios me engrandeció”.

Nuestra Señora de la justicia, no permitas que en nombre de la justicia se oprima a los desamparados.


* P. Alfonso Milagro 

viernes, 29 de septiembre de 2017

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 29 SEPTIEMBRE


Los cinco minutos de María
Setiembre 29



Jesús es la imagen del Padre, y según esta imagen del Padre todos hemos sido creados. María es signo o imagen sacramental de lo que Dios quiere que nosotros lleguemos a ser en Cristo.

María es “el anticipo de Dios”, como si dijéramos la señal de lo que los cristianos podemos llegar a ser por la gracia de Dios. Dios redime a María preservándola del pecado para ser Madre de Jesús, y para que coopere a la edificación del Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, es decir: nosotros.

Nuestra Señora del pueblo de Dios, cuida a tus hijos para que edifiquen la Iglesia en la caridad y el servicio a todos los hijos de Dios.


* P. Alfonso Milagro

IMÁGENES DE LOS ARCÁNGELES









LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 28 SEPTIEMBRE


Los cinco minutos de María
Setiembre 28



La relación de María con el Espíritu Santo era de una siempre creciente docilidad y entrega al poder deificador del Espíritu.
La obra del Espíritu conduce a María a la contemplación de Dios en todas las cosas, y a nuevos niveles de conocimiento de su unidad en la Trinidad con todo el universo creado.

El Espíritu de Dios obra igualmente en nosotros aunque no siempre nos damos cuenta de lo que es capaz de hacer en el corazón del cristiano.

María, Madre de la Iglesia, abre nuestro corazón a la acción transformadora del Espíritu.


* P. Alfonso Milagro
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