domingo, 8 de abril de 2018

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 8 MARZO 2018 - DIVINA MISERICORDIA


Lecturas de hoy Domingo 2º de Pascua - Ciclo B
Hoy, domingo, 8 de abril de 2018



Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (4,32-35):

En el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo: lo poseían todo en común y nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía. Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor. Y Dios los miraba a todos con mucho agrado. Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseían tierras o casas las vendían, traían el dinero y lo ponían a disposición de los apóstoles; luego se distribuía según lo que necesitaba cada uno.

Palabra de Dios

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Salmo
Sal 117,2-4.16ab-18.22-24

R/. Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia

Diga la casa de Israel: eterna es su misericordia. 
Diga la casa de Aarón: eterna es su misericordia. 
Digan los fieles del Señor: eterna es su misericordia. R/.

La piedra que desecharon los arquitectos 
es ahora la piedra angular. 
Es el Señor quien lo ha hecho, 
ha sido un milagro patente. 
Éste es el día en que actuó el Señor: 
sea nuestra alegría y nuestro gozo. R/.

Señor, danos la salvación; 
Señor, danos prosperidad. 
Bendito el que viene en nombre del Señor, 
os bendecimos desde la casa del Señor; 
el Señor es Dios, él nos ilumina. R/.

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Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan (5,1-6):

Todo el que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y todo el que ama a Dios que da el ser ama también al que ha nacido de él. En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: si amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos. Pues en esto consiste el amor a Dios: en que guardemos sus mandamientos. Y sus mandamientos no son pesados, pues todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo. Y lo que ha conseguido la victoria sobre el mundo es nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? Éste es el que vino con agua y con sangre: Jesucristo. No sólo con agua, sino con agua y con sangre; y el Espíritu es quien da testimonio, porque el Espíritu es la verdad.

Palabra de Dios

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Lectura del santo evangelio según san Juan (20,19-31):


Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. 
Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros.» 
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegria al ver al Señor.
Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.» 
Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.» 
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. 
Y los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor.» 
Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.» 
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. 
Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: «Paz a vosotros.» 
Luego dijo a Tomás: «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.» 
Contestó Tomás: «¡Señor mío y Dios mío!» 
Jesús le dijo: «¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto.» 
Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Éstos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.

Palabra del Señor

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Comentario al Evangelio de hoy domingo, 8 de abril de 2018
 Fernando Torres cmf


Una comunidad creyente

      La fe se da siempre en el seno de una comunidad. No se reconoce a Jesús en la soledad sino en la relación con los hermanos y hermanas que forman la comunidad eclesial. Es la comunidad creyente la que va haciendo el camino de la fe, apoyándose unos a otros, poniendo en común las dudas y las dificultades, los hallazgos y las seguridades. Los creyentes se arriesgan a creer en común, lo que es siempre más complicado pero más gozoso que creer en soledad. En la relación fraterna, la confesión de la fe se convierte en compromiso público que he de verificar en mi conducta diaria delante de los demás. 

      Esta realidad tan fundamental para la Iglesia se refleja ve en las lecturas de este domingo. Los Hechos de los Apóstoles acentúan el aspecto de la puesta en común de todo por parte de la comunidad de creyentes. Los que formaban la Iglesia de aquellos primeros días lo tenían todo en común. En medio de la comunidad los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor. El testimonio era acogido y compartido. La fe era compartida y celebrada. La vida era también compartida en todas sus dimensiones. De forma que nadie pasaba necesidad. Todos se confortaban mutuamente en la fe y en todo lo necesario para vivir. 

      Pero eso no significa que aquella primera comunidad no tuviese problemas, que creer fuese fácil para ellos. Ni siquiera era sencillo para los mismos apóstoles. Le fe en la resurrección de Jesús no fue algo conseguido en un abrir y cerrar de ojos. Fue un proceso en el que los apóstoles y los demás discípulos fueron creciendo juntos. El Evangelio de hoy es testigo directo de esta realidad. Jesús se hace presente en medio de los discípulos, les habla al corazón, les confirma en la fe. Todos se sienten más seguros. Todos menos uno, que no estaba presente en el momento en que Jesús se apareció. Es Tomás. No es que dude. Simplemente quiere estar seguro de que de verdad es Jesús el que se aparece, de que no es un fantasma o una ilusión. No está dispuesto a entregar su vida por nada. Por eso quiere ver la señal de los clavos y meter su dedo en el agujero. Quiere estar seguro de seguir a Jesús y no a un fruto de su imaginación. Y lo vio y creyó. 

      Hoy se nos propone a nosotros, comunidad cristiana, encontrarnos con Jesús. No con el Jesús que nos imaginamos sino con el Jesús real de los Evangelios. Se nos impone leerlos con detalle. Para comprometernos a seguirle, porque está vivo, porque ha resucitado. Creer en su resurrección compromete nuestra vida de tal modo que nada puede seguir igual. Delante de los hermanos y hermanas nos comprometemos a vivir como cristianos, como sus discípulos, las 24 horas del día.



Para la reflexión

      Decir que Jesús ha resucitado, significa creer en la vida eterna, pero ¿tiene también alguna consecuencia para ésta? ¿Cómo puedo ser un signo de resurrección para los que viven conmigo, para mi familia o mi comunidad? ¿Me atrevo a comprometerme a ser cristiano delante de mi comunidad? 

HOY DOMINGO 8 DE ABRIL CELEBRAMOS LA FIESTA DE LA DIVINA MISERICORDIA



Fiesta de la Divina Misericordia


En este segundo Domingo de Pascua, celebramos también el día de la Divina Misericordia que fuera instituido por el papa San Juan Pablo II en el año 2000. Es una devoción muy difundida hoy en la Iglesia Católica después de las revelaciones que recibió la monja polaca Sor María Faustina Kowalska, canonizada por el mencionado papa santo.

Dios es Padre Misericordioso, y le gusta que acudamos y nos fiemos de su infinita misericordia. Dice la Biblia: «Como el viento norte borra las nubes del cielo, así mi misericordia borra los pecados de tu alma». O también: «Yo arrojaré tus pecados al fondo del mar para que nunca más vuelvan a salir a flote».

Lo que Dios me perdona me lo perdona para siempre, nunca más me lo echa en cara. Dios perdona todo y del todo. Pero esta infinita misericordia de Dios hay que armonizarla con su justicia. Para que Dios me perdone, tengo que arrepentirme. Dios no puede perdonar al que no se arrepiente.




Padre Jorge Loring S.J.

ALABANZAS A LA DIVINA MISERICORDIA


Alabanzas a la Divina Misericordia






El Amor de Dios es la flor; La Misericordia el fruto. Que el alma titubeante lea estas consideraciones sobre la Misericordia Divina y recobre la confianza.

Misericordia Divina, que brotas del seno del Padre, en Ti confío.
Misericordia Divina, supremo atributo de Dios, en Ti confío.
Misericordia Divina, misterio incomprensible, en Ti confío.
Misericordia Divina, fuente que brota del misterio de la Santísima Trinidad, en Ti confío.
Misericordia Divina, humano o angélico, en Ti confío.
Misericordia Divina, de donde brotan vida y felicidad, en Ti confío.
Misericordia Divina, más sublime que los cielos, en Ti confío.
Misericordia Divina, manantial de milagros y maravillas, en Ti confío.
Misericordia Divina, abrazando todo el universo, en Ti confío.
Misericordia Divina, que bajas a la tierra en la Persona del Verbo Encamado, en Ti confío.
Misericordia Divina, que manaste de la herida abierta en el Corazón de Jesús, en Ti confío.
Misericordia Divina, enclaustrada en el Corazón por nosotros, y especialmente por los pecadores, en Ti confío.
Misericordia Divina, insondable en la institución de la Sagrada Hostia, en Ti confío.
Misericordia Divina, que fundaste la Santa Iglesia, en Ti confío.
Misericordia Divina, presente en el Sacramento del Santo Bautismo, en Ti confío.
Misericordia Divina, en la justificación de nosotros por Jesucristo, en Ti confío.
Misericordia Divina, que nos acompañas a lo largo de la vida, en Ti confío.
Misericordia Divina, que nos abrazas, especialmente a la hora de la muerte, en Ti confío.
Misericordia Divina, por quien recibimos el don de la inmortalidad, en Ti confío.
Misericordia Divina, siempre a nuestro lado en cada instante de nuestra vida, en Ti confío.
Misericordia Divina, escudo protector de las llamas infernales, en Ti confío.
Misericordia Divina, por quien se convierte el pecador empedernido, en Ti confío.
Misericordia Divina, que dejas atónitos a los ángeles; inasequible también a los santos, en Ti confío.
Misericordia Divina, insondable en todos los misterios de Dios, en Ti confío.
Misericordia Divina, que nos rescatas de toda miseria, en Ti confío.
Misericordia Divina, manantial de felicidad y gozo, en Ti confío.
Misericordia Divina, que de la nada nos trajiste a la existencia, en Ti confío.
Misericordia Divina, que rodeas con Tus brazos toda obra de Sus manos, en Ti confío.
Misericordia Divina, que presides toda la obra de Dios, en Ti confío.
Misericordia Divina, en la que estamos todos sumergidos, en Ti confío.
Misericordia Divina, dulce consuelo de los corazones angustiados, en Ti confío.
Misericordia Divina, única esperanza de los desesperados, en Ti confío.
Misericordia Divina, remanso de corazones, paz en la turbulencia, en Ti confío.
Misericordia Divina, gozo y éxtasis de las almas santas, en Ti confío.
Misericordia Divina, esperanza renovada, perdida ya toda esperanza, en Ti confío.

Dios Eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros Tu bondadosa mirada y aumenta Tu misericordia en nosotros para que en los momentos difíciles, no nos desalentemos ni nos desesperemos, sino que, con la máxima confianza, nos sometamos a Tu santa voluntad, que es Amor y Misericordia.

Oh incomprensible e infinita Misericordia Divina, ¿quién podrá adorarte como Te mereces. Eres la dulce esperanza del pecador. Uníos estrellas, mar y tierra en un sólo himno y cantad a coro, con vuestra mejor voz, la misericordia Divina, cuya comprensión no se nos alcanza. (11, 296-297).

Fuente: corazones.org

LA CORONILLA QUE CRISTO DIO A SANTA FAUSTINA PARA ALCANZAR LA DIVINA MISERICORDIA


La Coronilla que Cristo dio a Santa Faustina para alcanzar la Divina Misericordia
Redacción ACI Prensa






La Coronilla es un conjunto de oraciones utilizadas como parte de la devoción a la Divina Misericordia y que fue dictada por el mismo Jesús en 1935 a Sor Faustina Kowalska.

En aquel año la religiosa recibió de Cristo las siguientes indicaciones: “Esta oración es para aplacar mi ira, la rezarás durante nueve días con un rosario común, de modo siguiente: primero rezarás una vez el Padre nuestro y el Ave María y el Credo”.

“Después, en las cuentas correspondientes al Padrenuestro, dirás las siguientes palabras: Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero”.


“En las cuentas del Avemaría, dirás las siguientes palabras: Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero. Para terminar, dirás tres veces estas palabras: Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero”.

Esta Coronilla generalmente se concluye con la siguiente oración escrita en el diario de Santa Faustina: “Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como una fuente de misericordia para nosotros, en ti confío”.

Con la expansión de la devoción al Señor de la Divina Misericordia, son muchos los fieles que rezan esta coronilla todos los días a las tres de la tarde, la “hora de la misericordia”, y siguiendo la promesa de Cristo: “A las almas que recen esta Coronilla, mi misericordia las envolverá en la vida y especialmente a la hora de la muerte”.


Cierto día el Señor de la Divina Misericordia dijo a Santa Faustina: “Oh, qué gracias más grandes concederé a las almas que recen esta Coronilla”.

En otra ocasión Jesús le pidió a la Santa: “Escribe: cuando recen esta Coronilla junto a los moribundos, me pondré entre el Padre y el alma agonizante no como el Juez justo sino como el Salvador misericordioso”.

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 8 ABRIL



LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
8 abril




Cuando uno ha experimentado el trato con Jesucristo, necesita encontrarse frecuentemente con Él; cuando Jesús se queda, las cosas se ven y se viven de otra manera.

Jesús se nos acerca muchas veces a la vida bajo distintas formas; una enfermedad, un fracaso, un éxito, una alegría, un percance y muchas otras circunstancias de nuestra vida diaria son apariencias bajo las cuales se encubre el Señor; pero nosotros no lo conocemos.

Les falta luz a nuestros ojos, para descubrir a Jesús bajo esas apariencias; si tuviéramos un poco más de fe, si supiéramos juzgar todas las cosas con un criterio más sobrenatural, se abrirían esas cosas, veríamos la mano de Dios en todo, nos sentiríamos seguros de su protección.




P. Alfonso Milagro

BUENOS DÍAS





sábado, 7 de abril de 2018

PAPA FRANCISCO EXPLICA CÓMO HACER CONCRETA LA OPCIÓN PREFERENCIA POR LOS POBRES


El Papa explica cómo hacer concreta la opción preferencial por los pobres
POR WALTER SÁNCHEZ SILVA | ACI Prensa
 Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa





En un encuentro sostenido esta mañana con los Sacerdotes del Prado, el Papa Francisco explicó que la opción preferencial por los pobres debe hacerse concreta principalmente con la atención religiosa.

Así lo indicó el Santo Padre en su discurso en la Sala del Consistorio en el Palacio Apostólico del Vaticano, a la delegación de la familia espiritual fundada en Francia por el Beato Antonio Chevrier, y que ahora también con religiosas y consagradas asiste a los más pobres en más de 50 países del mundo.

El Pontífice resaltó en sus palabras que “la inmensa mayoría de los pobres tiene una particular apertura a la fe, necesitan de Dios, y la falta de atención espiritual al tratarlos constituye la peor discriminación”. Recordando luego lo que escribió en la exhortación apostólica Evangelii gaudium, el Santo Padre dijo que “la opción preferencial por los pobres debe traducirse principalmente en una atención religiosa privilegiada y prioritaria”.

“Nuestra época conoce también sus pobrezas antiguas y nuevas, materiales y espirituales, y son muchos a nuestro alrededor, los que experimentan el sufrimiento, las heridas, las miserias y las angustias de todo tipo. Con frecuencia están muy lejos de la Iglesia e ignoran completamente la alegría y el consuelo que vienen del Evangelio”.

Tras expresar su aliento y aprobación a la misión de los Sacerdotes del Prado, el Papa indicó que su carisma “me toca personalmente y está en el corazón de la renovación misionera a la que toda la Iglesia está llamada, porque existe una ‘íntima conexión entre evangelización y promoción humana, que debe necesariamente expresarse y desarrollarse en toda la acción evangelizadora’”.

Francisco recordó luego algunas palabras de San Juan Pablo II cuando beatificó al Padre Chevrier en 1986 en Lyon, Francia, y alentó a la familia espiritual de los Sacerdotes del Prado a “hablar de Jesucristo con la misma intensidad del Padre Chevrier (…) Los pobres tienen el derecho a que les hable de Jesucristo. Tienen el derecho al Evangelio y a la totalidad del Evangelio”.

El Papa alentó luego a meditar en la experiencia espiritual del Beato Chevrier, quien tuvo una “inmensa compasión por los pobres, comprendiendo y compartiendo sus sufrimientos; y al mismo tiempo una contemplación del abajamiento de Cristo que se ha hecho uno de ellos, de donde ha surgido su ardor apostólico”.

Para concluir, el Santo Padre alentó a que “el Espíritu Santo los ilumine en los caminos que los llama a recorrer, y los consuele antes los desafíos y las dificultades”.

ESTA ES LA VERDADERA HISTORIA DE LA IMAGEN DE LA DIVINA MISERICORDIA


Esta es la verdadera historia de la imagen de la Divina Misericordia
Redacción ACI Prensa






Esta imagen le fue revelada a Santa Faustina en 1931 y Jesús mismo le pidió que se pintara, explicándole luego su significado y lo que los fieles alcanzarán con ella.

No obstante, Santa Faustina lloró al ver que la imagen acabada “no reflejaba” toda la belleza de Jesús, pero Él la animó.

Tres imágenes significativas se pintaron cuando se empezó a propagar la devoción a la Divina Misericordia. La primera es la que se hizo según indicaciones de Santa Faustina y por la mano de Eugenio Kazimirowski en 1934.

El segundo cuadro fue hecho por encargo de la Congregación de la Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia en 1942 y por el artista Estanislao Batowski. Sin embargo, durante la insurrección de Varsovia, la capilla y la imagen fueron consumidas por el fuego, y se le encomendó al artista pintar otra para la Capilla de la Divina Misericordia en Cracovia.

Por ese entonces el pintor Adolfo Hyla llegó a la casa cracoviana de la Congregación con la propuesta de pintar un cuadro como voto por haberse salvado en la guerra. Le dieron una estampa de la Divina Misericordia y las descripciones de Santa Faustina.

El pintor terminó el cuadro en 1943 y fue bendecida en la capilla por el P. Andrasz, confesor de Faustina.

Más adelante llegó la imagen de Batowski, pero solo el cuadro de Hyla se quedó en la capilla por recomendación del Cardenal Adan Sapieha, quien lo eligió porque había sido pintado como voto.

Como el cuadro de Hyla no entraba en el altar a la Misericordia, en la capilla, el pintor hizo una imagen más pequeña, que fue bendecida el Segundo Domingo de Pascua de 1944 también por el P. Andrasz.

En 1954 el artista repintó el lienzo, eliminando la pradera y el matorral que había puesto, y colocó el fondo oscuro con el suelo bajo los pies de Jesús.

Esta imagen de Hyla se hizo famosa por las gracias que recibían los fieles y es la más difundida en el mundo.

De esta manera se cumplió el pedido de Jesús a Santa Faustina: “Deseo que esta imagen sea venerada primero en su capilla y en el mundo entero”.

La revelación

Cuenta Santa Faustina en su diario: “Al anochecer, estando en mi celda, vi al Señor Jesús vestido con una túnica blanca. Tenía una mano levantada para bendecir y con la otra tocaba la túnica sobre el pecho. De la abertura de la túnica en el pecho, salían dos grandes rayos: uno rojo y otro pálido”.

“Después de un momento, Jesús me dijo: Pinta una imagen según el modelo que ves, y firma: ‘Jesús, en ti confío’. Deseo que esta imagen sea venerada primero en su capilla y [luego] en el mundo entero”.

Jesús le señaló: “Prometo que el alma que venera esta imagen no perecerá. También prometo, ya aquí en la tierra, la victoria sobre los enemigos y, sobre todo, a la hora de la muerte. Yo mismo la defenderé como mi gloria”.

Otro día, estando Santa Faustina en oración, Cristo le dijo: “Los dos rayos significan la Sangre y el Agua. El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas”.

“Ambos rayos brotaron de las entrañas más profundas de mi misericordia cuando mi Corazón agonizante fue abierto en la cruz por la lanza. Estos rayos protegen a las almas de la indignación de mi Padre. Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos, porque no le alcanzará la justa mano de Dios”.

Santa Faustina contaba todo esto a su confesor, el actual Beato P. Miguel Sopocko, quien designó al pintor Eugenio Kazimirowski para que realizara la imagen según las indicaciones de la santa.

“Una vez, cuando estaba en [el taller] de aquel pintor que pintaba esa imagen, vi que no era tan bella como es Jesús. Me afligí mucho por eso, sin embargo lo oculté profundamente en mi corazón”, escribió Santa Faustina en su diario.

“Fui a la capilla y lloré muchísimo. ¿Quién te pintará tan bello como Tú eres? Como respuesta oí estas palabras: ‘No en la belleza del color, ni en la del pincel, está la grandeza de esta imagen, sino en Mi gracia’”.

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 7 ABRIL 2018


Lecturas de hoy Sábado de la Octava de Pascua
Hoy, sábado, 7 de abril de 2018



Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (4,13-21):

EN aquellos días, los jefes del pueblo, los ancianos y los escribas, viendo la seguridad de Pedro y Juan, y notando que eran hombres sin letras ni instrucción, estaban sorprendidos. Reconocían que habían sido compañeros de Jesús, pero, viendo de pie junto a ellos al hombre que había sido curado, no encontraban respuesta. Les mandaron salir fuera del Sanedrín y se pusieron a deliberar entre ellos, diciendo:
«¿Qué haremos con estos hombres? Es evidente que todo Jerusalén conoce el milagro realizado por ellos, no podemos negarlo; pero, para evitar que se siga divulgando, les prohibiremos con amenazas que vuelvan a hablar a nadie de ese nombre».
Y habiéndolos llamado, les prohibieron severamente predicar y enseñar en el nombre de Jesús. Pero Pedro y Juan les replicaron diciendo:
«¿Es justo ante Dios que os obedezcamos a vosotros más que a él? Juzgadlo vosotros. Por nuestra parte no podemos menos de contar lo que hemos visto y oído».
Pero ellos, repitiendo la prohibición, los soltaron, sin encontrar la manera de castigarlos a causa del pueblo, porque todos daban gloria a Dios por lo sucedido.

Palabra de Dios

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Salmo
Salmo responsorial Sal 117,1.14-15.16-18.19-21

R/. Te doy gracias, Señor, porque me escuchaste

Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
El Señor es mi fuerza y mi energía,
él es mi salvación.
Escuchad: hay cantos de victoria
en las tiendas de los justos R/.

«La diestra del Señor es poderosa.
La diestra del Señor es excelsa».
No he de morir, viviré
para contar las hazañas del Señor.
Me castigó, me castigó el Señor,
pero no me entregó a la muerte. R/.

Abridme las puertas de la salvación,
y entraré para dar gracias al Señor.
Esta es la puerta del Señor:
los vencedores entrarán por ella.
Te doy gracias porque me escuchaste
y fuiste mi salvación. R/.

Secuencia
(Opcional)

Ofrezcan los cristianos
ofrendas de alabanza
a gloria de la Víctima
propicia de la Pascua.

Cordero sin pecado
que a las ovejas salva,
a Dios y a los culpables
unió con nueva alianza.

Lucharon vida y muerte
en singular batalla,
y, muerto el que es la Vida,
triunfante se levanta.

«¿Qué has visto de camino,
María, en la mañana?»
«A mi Señor glorioso,
la tumba abandonada,

los ángeles testigos,
sudarios y mortaja.
¡Resucitó de veras
mi amor y mi esperanza!

Venid a Galilea,
allí el Señor aguarda;
allí veréis los suyos
la gloria de la Pascua.»

Primicia de los muertos,
sabemos por tu gracia 
que estás resucitado;
la muerte en ti no manda.

Rey vencedor, apiádate
de la miseria humana
y da a tus fieles parte
en tu victoria santa.

**********
Lectura del santo evangelio según san Marcos (16,9-15):

JESÚS, resucitado al amanecer del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios. Ella fue a anunciárselo a sus compañeros, que estaban de duelo y llorando.
Ellos, al oírle decir que estaba vivo y que lo había visto, no la creyeron.
Después se apareció en figura de otro a dos de ellos que iban caminando al campo.
También ellos fueron a anunciarlo a los demás, pero no los creyeron.
Por último, se apareció Jesús a los Once, cuando estaban a la mesa, y les echó en cara su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que lo habían visto resucitado.
Y les dijo:
«Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación».

Palabra del Señor

********

Comentario al Evangelio de hoy sábado, 7 de abril de 2018
 José Luis Latorre, misionero claretiano


Queridos amigos. ¡ALELUYA. CRISTO HA RESUCITADO. ALELUYA!

Nos cuenta el libro de los Hechos que las jerarquías del pueblo judío (jefes, ancianos y escribas) les prohibieron severamente a Pedro y Juan predicar y enseñar en nombre de Jesús, y éstos les respondieron: “¿Es justo ante Dios que os obedezcamos a vosotros más que a él? Este es el criterio fundamental a la hora de estar y actuar en el mundo, que por todos los medios intenta minar los fundamentos de la fe cristiana y hacernos creer que todo da igual, todo es bueno, todo es normal…

Con cuanta frecuencia obedecemos en realidad más a los hombres que a Dios, cuán contaminados estamos por la mentalidad de este mundo, qué fácilmente nos dejamos seducir y cómo las sirenas de este mundo nos fascinan. A veces nos ocurre que sin darnos cuenta, de hecho, estamos pensando y juzgando según los criterios del mundo, y no según los de Dios. Descubrimos que nos inclinamos a los ídolos fáciles, ligeros, envolventes y omnipresentes del mundo: poder, tener, placer. Insensiblemente nos vamos acomodando a lo que el mundo nos ofrece y dice, y nos resulta difícil saber dónde está la verdad y el bien, y desenmascarar la falsedad de lo que todo el mundo piensa y hace. No es fácil vivir aquello de que el cristiano está en el mundo pero no es del mundo.

Podemos preguntarnos: ¿pensamos y actuamos en conciencia como cristianos? ¿Nuestro ánimo se inspira en la verdad de Cristo? ¿No estamos más bien inclinados a tomar como guía de nuestros juicios, de nuestras acciones nuestro estado de ánimo personal con una autonomía que muchas veces no admite consejos ni comparaciones? ¿Podemos afirmar que somos verdaderamente libres a la hora de pensar y actuar? ¿No es cierto que hay muchas cosas que se sobreponen a nuestro juicio consciente para forjar nuestros criterios? Nos tendremos que preguntar muchas veces: ¿es cristiano mi forma de pensar y proceder? El cristiano es una persona nueva, original, libre y feliz

Como dice el Beato Pablo VI: “Nosotros hombres de hoy, aunque nos consideremos en comunión con la religión cristiana –una comunión que muy a menudo se calla, se minimiza o se seculariza- poseemos rara vez o de forma incompleta el sentido de la novedad de nuestro estilo de vida. A menudo nos mostramos conformistas. El miedo al “qué dirán” nos impide presentarnos por lo que somos, esto es, como cristianos, como personas que libremente han optado por un estilo de vida…Cristiano, sé consciente, coherente, fiel y fuerte”.

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 7 ABRIL


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
7 abril




Aquellos discípulos de Emaús conocieron a Jesús en la fracción del pan. Ellos eran unos prófugos; la conversación que habían tenido con Jesús encendió sus corazones y les despertó la confianza.

Jesús se dio a conocer en la Eucaristía; es que allí es donde Jesús se encuentra y allí Jesús habla al corazón  y lo colma con su gracia.

Junto a Jesús en la Eucaristía se siente uno feliz, porque él llena todos nuestros deseos; estar con Cristo es la mejor manera de encontrarlo, pero no se puede tener prisa, pues el trato con Jesús reclama toda nuestra atención.

¿Estás acostumbrado al trato íntimo con Jesús?


P. Alfonso Milagro

BUENOS DÍAS




viernes, 6 de abril de 2018

CÓMO SE REZA LA CORONILLA DE LA DIVINA MISERICORDIA?

¿Cómo se reza la Coronilla de la Divina Misericordia?
Guía paso por paso


Por: Silvana Ramos | Fuente: Catholic.net 



Cuenta la historia que Sor Faustina Kowalska, a partir de una visión que tuvo el 13 de Septiembre de 1935 empezó a difundir esta oración que el mismo Jesús le enseñó. En el relato de dicha visión recogido en su diario, afirma que el mismo Jesús le dijo:
«Cuando recen este Tercio junto a los agonizantes, Yo me pondré entre el Padre y el alma agonizante, no como justo Juez, sino como Salvador Misericordioso».
Con estas palabras vemos, una vez más, cómo Jesús nos sale al encuentro una y otra vez. En su amor infinito vemos a lo largo de la historia cómo es que cumple esta promesa de quedarse con nosotros hasta el fin.
Santa Faustina relata en su visión:
«Yo vi un ángel, un ejecutor de cólera de Dios (…) a punto de alcanzar la tierra (…). Comencé a rezar intensamente a Dios por el mundo, con palabras que oía internamente. En la medida en que rezaba así, vi que el ángel quedaba desamparado, y no podía ejecutar el justo castigo».
Al día siguiente una voz en su interior le enseñó la oración que te dejamos aquí:

1. Con el rosario en la mano

Con un rosario común de 5 decenas en la mano, empezamos esta coronilla haciendo la señal de la Cruz: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. 
Iniciamos el rezo de la coronilla con un Padrenuestro, un Ave María y el Credo (puedes utilizar las tres primeras cuentas del rosario).

2. En la cuenta grande

En la cuenta grande, donde usualmente rezamos el Padrenuestro, rezaremos la siguiente oración:
«Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y de los del mundo entero».

3. En las siguientes cuentas

En las siguientes cuentas, donde usualmente rezamos el Ave María, diremos la siguiente oración:
«Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero». Esto lo repetiremos durante las 5 decenas del rosario.

4. Y para terminar

Al finalizar las 5 decenas del rosario, con las oraciones mencionadas, recitaremos la siguiente oración final:
«Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero» (tres veces).
Como todas las oraciones del cristiano, terminamos con la señal de la Cruz: En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo, Amén
«Alienta a las personas a decir la Coronilla que te he dado. (…)Quien la recite recibirá gran misericordia a la hora de la muerte. Los sacerdotes la recomendarán a los pecadores como su último refugio de salvación. Aún si el pecador más empedernido hubiese recitado esta Coronilla al menos una vez, recibirá la gracia de Mi infinita Misericordia. Deseo conceder gracias inimaginables a aquellos que confían en Mi Misericordia» (Diario de Santa Faustina).

IMÁGENES DE LA DIVINA MISERICORDIA
















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