jueves, 5 de julio de 2018

ORACIONES PARA LA VISITA A JESÚS SACRAMENTADO


MI VISITA A
JESÚS SACRAMENTADO

Actos de adoración:

Vengo, Jesús mío, a visitarte.
Te adoro en el sacramento de tu amor.
Te adoro en todos los Sagrarios del mundo.
Te adoro, sobre todo, en donde estás más abandonado y eres más ofendido.
Te ofrezco todos los actos de adoración que has recibido desde la institución de este Sacramento y recibirás hasta el fin de los siglos.
Te ofrezco principalmente las adoraciones de tu Santa Madre, de San Juan, tu discípulo amado, y de las almas más enamoradas de la Eucaristía.
Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo.
Ángel de mi Guarda, ve y visita en mi nombre todos los Sagrarios del mundo.
Di a Jesús cosas que yo no sé decirle, y pídele su bendición para mí.

 


Actos de fe:

Creo, Jesús mío, que eres el Hijo de Dios vivo que has venido a salvarnos.
Creo que estás presente en el augusto Sacramento del Altar.
Creo que estás, por mi amor, en el Sagrario noche y día.
Creo que has de permanecer con nosotros hasta que se acabe el mundo.
Creo que bendices a los que te visitan, y que atiendes los ruegos de tus adoradores.
Creo que eres el viático de los moribundos que te aman para llevarlos al cielo.
Creo en Ti, y creo por los que no creen. (Comunión espiritual).



Actos de esperanza:

Espero en Ti, Jesús mío, porque eres mi Dios y me has creado para el cielo.
Espero en Ti, porque eres mi Padre. Todo lo he recibido de tu bondad. Sólo lo malo es mío.
Espero en Ti, porque eres mi Redentor.
Espero en Ti, porque eres mi Hermano y me has comunicado tu filiación divina.
Espero en Ti, porque eres mi Abogado que me defiendes ante el Padre.
Espero en Ti, porque eres mi Intercesor constante en la Eucaristía.
Espero en Ti, porque has conquistado el cielo con tu Pasión y muerte.
Espero en Ti, porque reparas mis deudas.
Espero en Ti, porque eres el verdadero Tesoro de las almas.
Espero en Ti, porque eres tan bueno que me mandas que confíe en Ti bajo pena de condenación eterna.
Espero en Ti, porque siempre me atiendes, y me consuelas, y nunca has defraudado mi esperanza.
¡Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío!

 



Actos de caridad:

Te amo, Jesús mío, y te amo con todas las veras y como a nadie.
Porque Tú me has amado infinitamente,
Porque Tú me has amado desde la eternidad.
Porque Tú has muerto para salvarme
Porque Tú no has podido amar más.
Porque Tú me has hecho participante de tu divinidad y quieres que lo sea de tu gloria.
Porque Tú te entregas del todo a mi en la Comunión.
Porque Tú me das en manjar tu Cuerpo y en bebida tu Sangre.
Porque Tú estás siempre por mi amor en la Santa Eucaristía.
Porque Tú me recibes siempre en audiencia sin hacerme esperar.
Porque Tú eres mi mayor Amigo.
Porque Tú me llenas de tus dones.
Porque Tú me tratas siempre muy bien, a pesar de mis pecados e ingratitudes.
Porque Tú me has enseñado que Dios es Padre que me ama mucho.
Porque Tú me has dado por Madre a tu misma Madre.
¡Dulce Corazón de Jesús, haz que te ame cada día más y más!
Dulce Corazón de Jesús, sé mi amor.
Te amo por los que no te aman.
Te amo por los que nunca piensan en Ti.
Te amo por los que no te visitan.
Te amo por los que te ofenden e injurian.
¡Que pena por esto!
Te amo y te digo con aquel tu siervo:
¡Oh Jesús, yo me entrego a Ti para unirme al amor eterno, inmenso e infinito que tienes a tu Padre celestial! ¡Oh Padre adorable! Te ofrezco el amor eterno, inmenso e infinito de tu amado Hijo Jesús, como mío que es. Te amo cuando tu Hijo te ama. (S. Juan Eudes).

 


Actos de contrición:

¡Jesús mío, misericordia!
Jesús mío; te pido perdón por los muchos pecados que he cometido durante mi vida.
Por los de mi niñez y adolescencia.
Por los de mi juventud.
Por los de mi edad adulta.
Por los que conozco y no conozco.
Por lo mucho que te he disgustado con ellos.
Por lo mal que me he portado contigo.
Siento mucho haberte ofendido.
¡Perdóname, perdóname, perdóname!
Perdóname según tu gran misericordia.
Perdóname por lo ingrato que he sido para Ti.
Perdóname y no quieras ya acordarte de mis pecados.
Perdóname y limpia mi alma de toda basura e infidelidad.
Perdóname y ten misericordia de este pobre pecador.
Perdóname, porque estoy muy arrepentido.
Perdóname, que quiero ser bueno en adelante con tu divina gracia.
Perdóname y aparta tu rostro de mis ingratitudes.
Perdóname, que me causan mucho miedo mis pecados.
Perdóname, porque me reconozco pecador y reo.
Perdóname, porque no obstante Tú sabes que te quiero mucho.
Jesús, sé para mí Jesús.
Madre mía, intercede por mí ante tu divino Hijo Jesús.
¡Dulce Corazón de María, sé mi salvación!

 



Actos de gratitud:

Oh Jesús, te doy rendidas gracias por los beneficios que me has dado.
Yo no sabré nunca contarlos sino en el cielo, y allí te los agradeceré eternamente.
Padre Celestial, te los agradezco por tu Santísimo Hijo Jesús.
Espíritu Santo que me inspiráis estos sentimientos, a Ti sea dado todo honor y toda gloria.
Jesús mío, te doy gracias sobre todo por haberme redimido.
Por haberme hecho cristiano mediante el Bautismo, cuyas promesas renuevo.
Por haberme dado por Madre a tu misma Madre.
Por haberme dado un grande amor a tan tierna Madre.
Por haberme dado por Protector a San José, tu Padre adoptivo.
Por haberme dado al Ángel de mi Guarda.
Por haberme conservado hasta ahora la vida para hacer penitencia.
Por tener estos deseos de amarte y de vivir y morir en tu gracia.




Actos de súplica:

Te ruego, Jesús mío, que no me dejes, porque me perderé.
Que persevere siempre en tu amor.
Que estés siempre conmigo, sobre todo cuando esté en peligro de pecar, y en la hora de mi muerte.
Que no permitas que jamás me aparte de Ti.
Que sepa padecer con resignación por Ti.
Que no me preocupe sino de amarte.
Que ame también a mis prójimos.
Que ame mucho a los pecadores.
Que ame mucho a los pobres y a los enfermos.
Que ame mucho a las almas del Purgatorio. Que saque muchas almas del Purgatorio con mis obras, que te las ofrezco a este fin.
Que ampares a tu Iglesia.
Al romano Pontífice, tu Vicario visible en la tierra.
A los Prelados y a los Sacerdotes.
A los Religiosos y Religiosas.
A los que mandan en tu nombre.
A los que gobiernan nuestra nación
A nuestra querida patria.
A mis amados parientes y allegados.
Que pagues a mis bienhechores
Que favorezcas a los que ruegan por mí.
Que bendigas a los que me miren con indiferencia y no me quieran.
Que trabaje mucho por Ti hasta la muerte.
Que me concedas una muerte santa.
Que diga al morir: ¡Jesús, Jesús, Jesús!
Que me lleves al cielo cuando muera.
Amén.

 



ORACIÓN FINAL


Jesús mío, échame tu bendición antes de salir, y que el recuerdo de esta visita, que acabo de hacerte, persevere en mi memoria y me anime amarte más y más. Haz que cuando vuelva a visitarte, vuelva más santo. Aquí te dejo mi corazón para que te adore constantemente y lo hagas más agradable a tus divinos ojos.

Adiós, adiós, Jesús mío.

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 5 JULIO 2018


Lecturas de hoy Jueves de la 13ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, jueves, 5 de julio de 2018



Primera lectura
Lectura de la profecía de Amós (7,10-17):

En aquellos días, Amasías, sacerdote de Casa-de-Dios, envió un mensaje a Jeroboam, rey de Israel: «Amós conjura contra ti en medio de Israel; la tierra ya no puede soportar sus palabras. Porque así predica Amós: "Morirá a espada Jeroboam. Israel saldrá de su país al destierro."» 
Dijo Amasías a Amós: «Vidente, vete y refúgiate en tierra de Judá; come allí tu pan y profetiza allí. No vuelvas a profetizar en Casa-de-Dios, porque es el santuario real, el templo del país.»
Respondió Amós: «No soy profeta ni hijo de profeta, sino pastor y cultivador de higos. El Señor me sacó de junto al rebaño y me dijo: "Ve y profetiza a mi pueblo de Israel." Y, ahora, escucha la palabra del Señor: Tú dices: "No profetices contra la casa de Israel, no prediques contra la casa de Isaac." Pues bien, así dice el Señor: "Tu mujer será deshonrada en la ciudad, tus hijos e hijas caerán a espada; tu tierra será repartida a cordel, tú morirás en tierra pagana, Israel saldrá de su país al destierro."»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 18

R/. Los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos

La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante. R/.

Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. R/.

La voluntad del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos. R/.

Más preciosos que el oro,
más que el oro fino;
más dulces que la miel
de un panal que destila. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (9,1-8):

En aquel tiempo, subió Jesús a una barca, cruzó a la otra orilla y fue a su ciudad. Le presentaron un paralítico, acostado en una camilla. Viendo la fe que tenían, dijo al paralítico: «¡Ánimo, hijo!, tus pecados están perdonados.» 
Algunos de los escribas se dijeron: «Éste blasfema.» 
Jesús, sabiendo lo que pensaban, les dijo: «¿Por qué pensáis mal? ¿Qué es más fácil decir: "Tus pecados están perdonados", o decir: "Levántate y anda"? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados.» 
Dijo, dirigiéndose al paralítico: «Ponte en pie, coge tu camilla y vete a tu casa."» Se puso en pie, y se fue a su casa. Al ver esto, la gente quedó sobrecogida y alababa a Dios, que da a los hombres tal potestad.

Palabra del Señor





Comentario al Evangelio de hoy jueves, 5 de julio de 2018
CR



Queridos amigos y amigas:

No hay nada como estar enfermo para valorar la salud. Ni el tener sed para valorar el agua… Cuando todo va bien, damos por supuesto lo que tenemos. Sólo cuando hemos pasado por la necesidad, podemos valorar lo que se nos regala.

El Evangelio de hoy comienza con una carencia: hay un hombre postrado. Quizá nació así. Quizá llevaba muchos años. Quizá estaba tan postrado, que ni pensaba en la posibilidad de ponerse en pie. Pero hay alguien que desea algo diferente para él. Los primeros en desearlo son los que tiene cerca, que le llevan a Jesús. Y Jesús sabe reconocerlo (“viendo la fe que tenían…”). Y también Él desea algo mejor para el que está postrado: que camine erguido.

Esa es la salvación que Jesús viene a traer: liberarnos del pecado que nos hace estar postrados, vivir de lo viejo, centrarnos en lo nuestro, hacer daño a otros… El que fue semejante a nosotros, excepto en el pecado, nos ofrece el perdón y nos abre a una vida nueva, recibida en el bautismo, que necesita ser actualizada cada día.

En un mundo donde en ocasiones se confunden el bien y el mal, y donde los intereses del Reino no siempre son los que prevalecen, la palabra de Jesús sigue siendo hoy provocadora: “Levántate y anda”. Reconocer lo que hay e impulsar una nueva situación. Palabra provocadora y necesaria. Ayer, hoy y siempre.

“Levántate y anda”. Para caminar erguidos –que no engreídos-. Para eso nos ha hecho Dios. Con capacidad de mirar a los ojos de los prójimos. Con la posibilidad de elevar la vista al horizonte que nos convoca y al cielo que nos protege, para descubrir al Dios que quiere lo mejor de nosotros y a los prójimos que necesitan ser llevados ante el Maestro.

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 5 JULIO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
5 julio


En las enseñanzas de Jesús encontramos respuestas para todos los problemas espirituales, bálsamo para todas las heridas y medicina para todos los pecados.

El Evangelio es la boca de Jesucristo, de la que salen las palabras que necesitamos en cada momento de nuestra vida.


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 4 JULIO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
4 Julio



Se aguarda con ansías la llegada del cartero, para leer la cara impacientemente esperada. Y esa carta vigente que Jesucristo mismo nos ha dejado escrita y que nos envía cada día desde el cielo, esa carta se llama "Evangelio", apenas si la esperamos y apenas si la hemos sacado del sobre.


P. Alfonso Milagro

BUENOS DÍAS




LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 3 JULIO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
3 julio




En el Sagrario está Jesucristo en dos vasos sagrados: uno es el copón, otro es la custodia. Es una dicha poder servir de copón, pero es mayor la de ser ostensorio.

No tengas a Dios encerrado; muéstralo a los demás.


P. Alfonso Milagro

lunes, 2 de julio de 2018

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 2 JULIO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
2 julio



El cristiano ha de ser un testigo, según les dice el Señor Jesús a los apóstoles: Serán mis testigos.

Ser testigos es vivir de tal manera, que la vida no tendría ninguna explicación si Dios no existiera.

¿Se diferencia tu vida de la vida del que no cree en Dios?



P. Alfonso Milagro

ASESINAN DE UN BALAZO A SACERDOTE EN ARZOBISPADO DE BAMBARI

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Asesinan de un balazo a sacerdote en arzobispado
Redacción ACI Prensa




Desconocidos asesinaron al P. Firmin Gbagoua, Vicario General de la Arquidiócesis de Bambari, cuando estaba a punto de cenar con otros sacerdotes en el arzobispado local en la región central de la República Centroafricana.


En declaraciones a la edición en francés de Vatican News, el P. Mathieu Bondobo, señaló que el P. Gbagoua recibió un disparo en el abdomen el viernes 29 de junio por la noche cuando “estaba a la mesa para cenar en el Arzobispado de Bambari, en compañía de otros sacerdotes”.

Tras expresar su dolor y su cólera por el asesinato del también secretario ejecutivo de Cáritas de Bambari, el P. Bondobo lamentó que “nadie está protegido en este país pero la Iglesia no se callará”. “Estos criminales que siguen matando, no sabemos dónde se encuentran”, continuó; y pidió que las autoridades “hagan su trabajo”.

El pasado 24 de junio los obispos centroafricanos emitieron una declaración en la que constataron con “sorpresa la llegada de nuevos mercenarios que hacen más difícil la resolución de la crisis”.

“Recordamos al gobierno, a la comunidad internacional y a los grupos armados que la autoridades del Estado no es negociable y que no puede ser objeto de ningún tipo de negociación”.

El pasado 1 de mayo terroristas atacaron la iglesia Nuestra Señora de Fátima y asesinaron al menos a 16 personas, entre ellas un sacerdote, dejando casi un centenar de heridos.

Desde 2013 la República Centroafricana ha sido objeto de numerosos ataques por el complicado proceso de transición que afronta el país y que ha desatado una ola de violencia por el choque entre los grupos armados Séléka y los “antibalaka”, que ha hecho que casi un millón de personas se encuentren desplazadas.

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 2 JULIO 2018


Lecturas de hoy Lunes de la 13ª semana del Tiempo Ordinario
 Hoy, lunes, 2 de julio de 2018



Primera lectura
Lectura de la profecía de Amós (2,6-10.13-16):

Así dice el Señor: «A Israel, por tres delitos y por el cuarto, no le perdonaré: porque venden al inocente por dinero y al pobre por un par de sandalias; revuelcan en el polvo al desvalido y tuercen el proceso del indigente. Padre e hijo van juntos a una mujer, profanando mi santo nombre; se acuestan sobre ropas dejadas en fianza, junto a cualquier altar, beben vino de multas en el templo de su Dios. Yo destruí a los amorreos al llegar ellos; eran altos como cedros, fuertes como encinas; destruí arriba el fruto, abajo la raíz. Yo os saqué de Egipto, os conduje por el desierto cuarenta años, para que conquistarais el país amorreo. Pues mirad, yo os aplastaré en el suelo, como un carro cargado de gavillas; el más veloz no logrará huir, el más fuerte no sacará fuerzas, el soldado no salvará la vida; el arquero no resistirá, el más ágil no se salvará, el jinete no salvará la vida; el más valiente entre los soldados huirá desnudo aquel día.» Oráculo del Señor.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 49

R/. Atención, los que olvidáis a Dios

«¿Por qué recitas mis preceptos
y tienes siempre en la boca mi alianza,
tú que detestas mi enseñanza
y te echas a la espalda mis mandatos?» R/.

«Cuando ves un ladrón, corres con él;
te mezclas con los adúlteros;
sueltas tu lengua para el mal,
tu boca urde el engaño.» R/.

«Te sientas a hablar contra tu hermano,
deshonras al hijo de tu madre;
esto haces, ¿y me voy a callar?
¿Crees que soy como tú?
Te acusaré, te lo echaré en cara.» R/.

«Atención, los que olvidáis a Dios,
no sea que os destroce sin remedio.
El que me ofrece acción de gracias,
ése me honra;al que sigue buen camino
le haré ver la salvación de Dios.» R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (8,18-22):

En aquel tiempo, viendo Jesús que lo rodeaba mucha gente, dio orden de atravesar a la otra orilla. Se le acercó un escriba y le dijo: «Maestro, te seguiré adonde vayas.» 
Jesús le respondió: «Las zorras tienen madrigueras y los pájaros nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza.» 
Otro, que era discípulo, le dijo: «Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre.»
Jesús le replicó: «Tú, sígueme. Deja que los muertos entierren a sus muertos.»

Palabra del Señor





Comentario al Evangelio de hoy lunes, 2 de julio de 2018
 CR


Querido amigo/a:

A veces la Palabra de Dios resulta sencilla, clara, transparente. Pero otras tiene frases que resultan difíciles de comprender. Una de ellas es la que nos cuenta el evangelio de hoy: “Deja que los muertos entierren a sus muertos”.

¿Es que Jesús no era sensible a la familia? ¿Cómo Él, que se compadecía de todos y con todos fue paciente, no es capaz de esperar a que aquél discípulo fuera a hacer algo tan “sagrado” como enterrar a su padre?

Como siempre, la Palabra de Dios necesita ser interpretada, para no hacerle decir aquello que no quiere. ¿Qué significan estas palabras provocativas?

Jesús, como buen hijo de su pueblo, conocía la historia de cuando Elías llamó a Eliseo. Éste le pidió que le dejara ir a despedirse de sus padres antes de seguirle. Y Elías le dejó. En cambio, ahora Jesús dice que lo suyo, el anuncio del Reino, es tan urgente que ya no hay que entretenerse en lo que queda atrás, aunque parezca muy importante. “Tú, sígueme”.

“Deja que los muertos entierren a sus muertos”. Bien interpretado, es un buen lema de vida. Invita al seguimiento, a la decisión, a ponerse ya en camino, sin entretenerse ni dar disculpas. Invita también a dejar atrás lo que ya está muerto, lo pasado, aunque haya sido muy importante, y a mirar a lo que está por delante. Invita a no vivir de lo antiguo, a no quedarnos fijados mirando para atrás –como la mujer de Lot-, sino a lanzarnos a lo que está por delante... detrás de Jesús. Porque Él vivió todo esto. Sin tener dónde reclinar la cabeza. A la intemperie.

¿Te animas?

FELIZ SEMANA




domingo, 1 de julio de 2018

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 1 JULIO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
1 julio



Cristo padeció lo indecible pero lo hizo con un amor infinito; si no hubiera tenido paciencia, se hubiera frustrado toda su obra de redención. De manera que, el sello irrefutable de su amor en el sacrificio fue, precisamente, su paciencia.

Cristo tuvo paciencia para nacer en un miserable establo; paciencia al tener que huir de Herodes; paciencia al ser calumniado; paciencia en el instante de la traición; paciencia al ser vendido miserablemente; paciencia ante su juez y acusadores; paciencia en la flagelación y vía crucis; paciencia al ser crucificado y despreciado; por que la paciencia es la señal exterior de que sufre por verdadero amor.


P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 1 JULIO 2018


Lecturas del Domingo 13º del Tiempo Ordinario - Ciclo B
 domingo, 1 de julio de 2018



Primera lectura
Lectura del libro de la Sabiduría (1,13-15;2,23-24):

Dios no hizo la muerte ni goza destruyendo los vivientes. Todo lo creó para que subsistiera; las criaturas del mundo son saludables: no hay en ellas veneno de muerte, ni el abismo impera en la tierra. Porque la justicia es inmortal. Dios creó al hombre para la inmortalidad y lo hizo a imagen de su propio ser; pero la muerte entró en el mundo por la envidia del diablo; y los de su partido pasarán por ella.

Palabra de Dios


Salmo
Salmo responsorial 29

R/. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado

Te ensalzaré, Señor, porque me has librado
y no has dejado que mis enemigos se rían de mí.
Señor, sacaste mi vida del abismo,
me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa. R/.

Tañed para el Señor, fieles suyos,
dad gracias a su nombre santo;
su cólera dura un instante;
su bondad, de por vida;
al atardecer nos visita el llanto;
por la mañana, el júbilo. R/.

Escucha, Señor, y ten piedad de mí;
Señor, socórreme.
Cambiaste mi luto en danzas.
Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre. R/.


Segunda lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios (8,7.9.13-15):

Ya que sobresalís en todo: en la fe, en la palabra, en el conocimiento, en el empeño y en el cariño que nos tenéis, distinguíos también ahora por vuestra generosidad. Porque ya sabéis lo generoso que fue nuestro Señor Jesucristo: siendo rico, se hizo pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza. Pues no se trata de aliviar a otros, pasando vosotros estrecheces; se trata de igualar. En el momento actual, vuestra abundancia remedia la falta que ellos tienen; y un día, la abundancia de ellos remediará vuestra falta; así habrá igualdad. Es lo que dice la Escritura: «Al que recogía mucho no le sobraba; y al que recogía poco no le faltaba.» 

Palabra de Dios


Evangelio de hoy
Lectura del santo Evangelio según san Marcos (5,21-43):


En aquel tiempo Jesús atravesó de nuevo a la otra orilla, se le reunió mucha gente a su alrededor, y se quedó junto al lago. 
Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y al verlo se echó a sus pies, rogándole con insistencia: «Mi niña está en las últimas; ven, pon las manos sobre ella, para que se cure y viva.» 
Jesús se fue con él, acompañado de mucha gente que lo apretujaba. Había una mujer que padecía flujos de sangre desde hacía doce años. Muchos médicos la habían sometido a toda clase de tratamientos y se había gastado en eso toda, su fortuna; pero en vez de mejorar, se había puesto peor. Oyó hablar de Jesús y, acercándose por detrás, entre la gente, le tocó el manto, pensando que con sólo tocarle el vestido, curaría. Inmediatamente se secó la fuente de sus hemorragias y notó que su cuerpo estaba curado.
Jesús, notando que, había salido fuerza de él, se volvió en seguida, en medio le la gente, preguntando: «¿Quién me ha tocado el manto?»
Los discípulos le contestaron: «Ves como te apretuja la gente y preguntas: "¿quién me ha tocado?"»
Él seguía mirando alrededor, para ver quién había sido. La mujer se acercó asustada y temblorosa, al comprender lo que había pasado, se le echó a los pies y le confesó todo. 
Él le dijo: «Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y con salud.»
Todavía estaba hablando, cuando llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle: «Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?» 
Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga: «No temas; basta que tengas fe.»
No permitió que lo acompañara nadie, más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegaron a casa del jefe de la sinagoga y encontró el alboroto de los que lloraban y se lamentaban a gritos.
Entró y les dijo: «¿Qué estrépito y qué lloros son éstos? La niña no está muerta, está dormida.»
Se reían de él. Pero él los echó fuera a todos, y con el padre y la madre de la niña y sus acompañantes entró donde estaba la niña, la cogió de la mano y le dijo: «Talitha qumi (que significa: contigo hablo, niña, levántate).»
La niña se puso en pie inmediatamente y echó a andar –tenía doce años–. Y se quedaron viendo visiones. Les insistió en que nadie se enterase; y les dijo que dieran de comer a la niña.

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio del domingo, 1 de julio de 2018
 Fernando Torres cmf


Dios está a favor de la vida

      Es curioso. La frase que da título a esta homilía puede ser causa de conflictos. Desgraciadamente seguimos haciendo de Dios bandera de nuestra propia forma de pensar. En definitiva, le usamos para justificar lo que pensamos, queremos o deseamos. Hay grupos que están a favor de la paz. Estos agitan la bandera de Dios para decir que hay que estar contra cualquier forma de guerra o violencia. Y hay otros grupos que parecen estar exclusivamente preocupados por el aborto. El tema de la guerra no les interesa o les interesa muy poco. Unos y otros están en favor de la vida pero sólo en un aspecto. Por en medio andan los partidarios de la eutanasia, que parece que están a favor de la vida, pero no de toda vida o de la vida a cualquier precio sino de una vida dignamente vivida. Todos de una forma de otra, a favor o en contra, tratan de atraer a Dios hacia su bando para justificar sus posiciones. 

      La realidad es que Dios está a favor de la vida, de la vida de la persona. Ya dijo San Ireneo, un santo Padre de los primeros siglos de la Iglesia, que “la gloria de Dios era la vida del hombre”. Dios quiere nuestro bien. ¡No puede ser de otra manera! Nos ha creado. Es el autor de la creación. No se puede concebir que haya creado este mundo para destinarlo a la muerte. Más bien, hay que pensar lo contrario: que lo ha creado para destinarlo a la vida y a la vida eterna. Eso es lo que nos dice la primera lectura tomada del libro de la Sabiduría. 

      En el Evangelio, Jesús está definitivamente a favor de la vida. No es necesario entrar en profundas exégesis ni explicaciones del texto. Es tan sencillo como ver que Jesús cura a la hija del jefe de la sinagoga. Y también cura a la mujer que padece flujos de sangre. En el primer caso, es Jesús el que se mueve hacia el enfermo o muerto y le toca. En el segundo es la mujer la que se acerca a Jesús y le toca. En los dos casos la curación es de una enfermedad física, que es sin duda la primera amenaza a la vida. 

      Hoy somos nosotros los que hemos de ocuparnos de esa defensa de la vida. Pero lo hemos de hacer con la honestidad suficiente como para no guardar silencio ante ninguna amenaza a la vida. No sólo el aborto es pecado contra la vida. No sólo la guerra. La injusticia, la pobreza, el egoísmo, la falta de amor, son también amenazas para la vida. No podemos pronunciarnos con rotundidad en un caso y callarnos en el otro. Eso no significa que no haya dudas. Hay situaciones en las que es difícil ver claro qué es lo mejor o qué significa en concreto defender la vida. La eutanasia puede ser una de ellas. Ahí tendremos que aprender a dialogar y escuchar. Y hasta aprender a convivir con situaciones concreta para las que no tenemos una respuesta clara. Pero siempre defendiendo la vida y la vida para todos. Con Dios, nuestro creador y nuestro salvador. 



Para la reflexión

      ¿Estoy convencido de que Dios defiende toda la vida y la vida de todos? ¿De qué modo esta la vida amenazada en su integridad cerca de mí? ¿Qué puedo hacer por defenderla, promoverla, apoyarla, salvarla, curarla? 

FELIZ DOMINGO




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