domingo, 19 de agosto de 2018

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 19 AGOSTO 2018


Lecturas de hoy Domingo 20º del Tiempo Ordinario - Ciclo B
Hoy, domingo, 19 de agosto de 2018


Primera lectura
Lectura del libro de los Proverbios (9,1-6):

La Sabiduría se ha construido su casa plantando siete columnas, ha preparado el banquete, mezclado el vino y puesto la mesa; ha despachado a sus criados para que lo anuncien en los puntos que dominan la ciudad: «Los inexpertos que vengan aquí, quiero hablar a los faltos de juicio: "Venid a comer de mi pan y a beber el vino que he mezclado; dejad la inexperiencia y viviréis, seguid el camino de la prudencia."»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 33,2-3.10-11.12-13.14-15

R/. Gustad y ved qué bueno es el Señor

Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.

Todos sus santos, temed al Señor,
porque nada les falta a los que le temen;
los ricos empobrecen y pasan hambre,
los que buscan al Señor no carecen de nada. R/.

Venid, hijos, escuchadme:
os instruiré en el temor del Señor. 
¿Hay alguien que ame la vida 
y desee días de prosperidad? R/.

Guarda tu lengua del mal,
tus labios de la falsedad;
apártate del mal, obra el bien,
busca la paz y corre tras ella. R/.


Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (5,15-20):

Fijaos bien cómo andáis; no seáis insensatos, sino sensatos, aprovechando la ocasión, porque vienen días malos. Por eso, no estéis aturdidos, daos cuenta de lo que el Señor quiere. No os emborrachéis con vino, que lleva al libertinaje, sino dejaos llenar del Espíritu. Recitad, alternando, salmos, himnos y cánticos inspirados; cantad y tocad con toda el alma para el Señor. Dad siempre gracias a Dios Padre por todo, en nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Palabra de Dios


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (6,51-58):

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.»
Disputaban los judíos entre sí: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?»
Entonces Jesús les dijo: «Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Éste es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron;,el que come este pan vivirá para siempre.»

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy domingo, 19 de agosto de 2018
Fernando Torres cmf


Compartir la vida con Cristo

      Durante la época de las persecuciones contra los cristianos en los primeros siglos de nuestra era, se acusó a los cristianos de comer carne humana. Se les acusó de ser antropófagos. Era, como es obvio, un malentendido en torno a la Eucaristía. También los judíos que aparecen en el Evangelio de hoy no entienden a Jesús cuando les dice que “si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tendréis vida en vosotros”. 

      ¿Qué significa “comer la carne” y “beber la sangre”? Carne y sangre no son sólo para los judíos realidades físicas. Son también el lugar de la presencia de la vida. Comer la carne y beber la sangre significa participar en la misma vida. Habla de una unión profunda entre las personas. Por eso, cuando en el Génesis Adán ve a Eva recién creada por Dios, dice que es “carne de mi carne” (Gn 2,23). Y de alguien que es muy cercano a nosotros, de nuestra familia, decimos que es “de nuestra sangre”.

      El Evangelio de hoy nos habla de la relación que hay entre la vida sacramental, especialmente la Eucaristía y la vida del cristiano. Participar en la Eucaristía es realmente recibir el pan que da la verdadera vida, pero también es comulgar con el cuerpo y la sangre de Cristo. Por la participación en el sacramento quedamos íntimamente unidos a Cristo. Habitamos en él y él en nosotros. Somos “sangre de su sangre” y “carne de su carne”. Pero comulgar con él nos lleva a un especial compromiso, a vivir de acuerdo a un determinado estilo: como Jesús. El Evangelio se convierte en nuestra norma de vida. Al salir de la Eucaristía nos hemos transformado para vivir la misma vida de Jesús.

      Participar en la Misa es, pues, un modo de comprometernos públicamente a vivir al estilo de Jesús. En cada Eucaristía, Jesús nos repite la misma pregunta que les hizo a los Zebedeos: “¿Sois capaces de tomar la copa que yo he de beber?” (Mt 20,22). Recibir la vida en la comunión de la carne y de la sangre, del pan y del vino, en la Misa significa vivir de una forma diferente, de acuerdo con el Evangelio, nuestra vida de familia, nuestra relación con los amigos, en nuestro trabajo, como ciudadanos. La Eucaristía se convierte en lugar de vida y la vida, nuestra vida, se convierte en lugar donde vivir lo que hemos recibido en la Eucaristía. Nuestro estilo de vida certifica si realmente hemos participado en la Misa, si nos hemos hecho “sangre de su sangre”.



Para la reflexión

      Participar en la misa dominical no es sólo llegar a tiempo, participar en los cantos y saludar a los amigos. Es escuchar la Palabra y comprometernos con Jesús, comulgando con él. ¿Cómo me preparo para participar mejor cada domingo? ¿Leo y medito antes o después de Misa las lecturas? ¿Lo hago con mi familia? ¿Me esfuerzo porque mi vida cambie en algo después de cada Misa?

FELIZ DOMINGO




viernes, 17 de agosto de 2018

MARÍA, ES UN MISTERIO

Tratado de la Verdadera
Devoción a la Santísima Virgen
Por San Luis María Grignion de Montfort



INTRODUCCIÓN

María en el designio de Dios

1. Por medio de la Santísima Virgen vino Jesucristo al mundo y por medio de Ella debe también reinar en el mundo.


MARÍA ES UN MISTERIO:

a. a causa de su humildad.

2. La vida de María fue oculta. Por ello, el Espíritu Santo y la Iglesia la llaman alma mater. Madre oculta y escondida. Su humildad fue tan grande que no hubo para Ella anhelo más firme y constante que el de ocultarse a sí misma y a todas las creaturas, para ser conocida solamente de Dios.

3. Ella pidió pobreza y humildad. Y Dios, escuchándola, tuvo a bien ocultarla en su concepción, nacimiento, vida, misterios, resurrección y asunción, a casi todos los hombres. Sus propios padres no la conocían. Y los ángeles se preguntaban con
frecuencia uno a otros ¿Quién es ésta?. Porque el Altísimo se la ocultaba. O, si algo les manifestaba de Ella, era infinitamente más lo que les encubría.

b. por disposición divina.

4. Dios Padre a pesar de haberle comunicado su poder, consintió en que no hiciera ningún milagro al menos portentoso durante su vida.
Dios Hijo a pesar de haberle comunicado su sabiduría consintió en que Ella casi no hablara.

Dios Espíritu Santo a pesar de ser Ella su fiel Esposa consintió en que los Apóstoles y Evangelistas hablaran de Ella muy poco y sólo cuanto era necesario para dar a conocer a Jesucristo.

c. por su grandeza excepcional.

5. María es la excelente obra maestra del Altísimo.

Quien se ha reservado a sí mismo el conocimiento y posesión de Ella. María es la Madre admirable del Hijo. Quien tuvo a bien humillarla y ocultarla durante su vida, para fomentar su humildad, llamándola mujer, como si se tratara de una extraña, aunque en su corazón la apreciaba y amaba más que a todos los ángeles y hombres.

María es la fuente sellada, en la que sólo puede entrar el Espíritu Santo, cuya Esposa fiel es Ella.

María es el santuario y tabernáculo de la Santísima Trinidad, donde Dios mora más magnífica y maravillosamente que en ningún otro lugar del universo sin exceptuar los querubines y serafines: a ninguna creatura, por pura que sea, se le permite entrar allí sin
privilegio especial.

6. Digo con los santos, que la excelsa María es el paraíso terrestre del nuevo Adán, quien se encarnó en él por obra del Espíritu Santo para realizar allí maravillas incomprensibles. Ella es el sublime y divino mundo de Dios, lleno de bellezas y tesoros inefables. Es la magnificencia del Altísimo, quien ocultó allí, como en su seno, a su
Unigénito y con El todo lo más excelente y precioso.
¡Oh qué portentos y misterios ha ocultado Dios en esta admirable creatura, como Ella misma se ve obligada a confesarlo no obstante su profunda humildad ¡El Poderoso ha hecho obras grandes por mí! El mundo los desconoce porque es incapaz e indigno de conocerlo.

7. Los santos han dicho cosas admirables de esta ciudad Santa de Dios. Y, según ellos mismo testifican, nunca han estado tan elocuentes ni se han sentido tan felices como al hablar de Ella. Todos a una proclaman que:

· la altura de sus méritos, elevados por Ella hasta el trono de la Divinidad, es inaccesible;

· la grandeza de su poder, que se extiende hasta sobre el mismo dios, es incomprensible.

· Y, en fin, la profundidad de su humildad y de todas sus virtudes y gracias es un abismo insondable.

· ¡Oh altura incomprensible! ¡Oh anchura inefable! ¡Oh grandeza sin medida! ¡Oh abismo impenetrable!

8. Todos los días, del uno al otro confín de la tierra, en lo más alto del cielo y en lo más profundo de los abismos, todo pregona y exalta a la admirable María. Los nueve coros angélicos, los hombres de todo sexo, edad y condición, religión, buenos y malos, y hasta los mismo demonios, de grado o por fuerza, se ven obligados por la evidencia de la verdad a proclamarla bienaventurada.


Todos los ángeles en el cielo dice San Buenaventura le repiten continuamente: "¡Santa, santa, santa María! ¡Virgen y Madre de Dios!" y le ofrecen todos los días millones y millones de veces la salutación angélica: "Dios te salve, María...", prosternándose ante
Ella y suplicándole que, por favor, los honre con alguno de sus mandatos. "San Miguel llega a decir San Agustín aún siendo el príncipe de toda la milicia celestial, es el más celoso en rendirle y hacer que otros le rindan toda clase de honores, esperando siempre
sus órdenes para volar en socorro de alguno de sus servidores".

9. Toda la tierra está llena de su gloria, particularmente entre los cristianos que la han escogido por tutela y patrona de varias naciones, provincias, diócesis y ciudades.
¡Cuántas catedrales no se hallan consagradas a Dios bajo su advocación! ¡No hay iglesia sin un altar en su honor, ni comarca ni religión donde no se dé culto a alguna de sus imágenes milagrosas, donde se cura toda suerte de enfermedades y se obtiene toda clase
de bienes! ¡Cuántas cofradías y congregaciones en su honor! ¡Cuántos institutos religiosos colocados bajo su nombre y protección! ¡Cuántos congregantes en las asociaciones piadosas, cuántos religiosos en todas las Ordenes! ¡Todos publican sus
alabanzas y proclaman sus misericordias!

No hay siquiera un pequeñuelo que, al balbucir el Avemaría, no la alabe. Ni apenas un pecador que, aunque obstinado, no conserve alguna chispa de confianza en Ella. Ni siquiera un solo demonio en el infierno que, temiéndola, no la respete.

VATICANO SE PRONUNCIA ANTE INFORME SOBRE ESCÁNDALO DE ABUSOS SEXUALES EN PENSILVANIA


Vaticano se pronuncia ante informe sobre escándalo de abusos sexuales en Pensilvania
Redacción ACI Prensa
Vaticano / Foto: ACI Prensa




La Santa Sede expresó su “vergüenza y dolor” por los abusos sexuales cometidos durante décadas por sacerdotes en Pensilvania (Estados Unidos), y reiteró el llamado del Papa Francisco a hacer todos los esfuerzos para erradicar “este trágico horror que destruye la vida de los inocentes”.

El martes 14 de agosto la Corte Suprema del estado de Pensilvania publicó un informe que revela más de mil presuntos casos de abuso sexual cometidos por miembros del clero durante los últimos 70 años en las diócesis de Allentown, Erie, Greensburg, Harrisburg, Pittsburgh y Scranton.

El informe de 884 páginas fue escrito por 23 miembros de un gran jurado, que durante 18 meses examinó medio millón de páginas de documentos. El FBI ayudó con la investigación de estos casos sucedidos entre 1947 y 2017.

El Director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, Greg Burke, indicó que “ante el informe que se ha hecho público en Pensilvania esta semana, hay dos palabras que pueden expresar los sentimientos frente a estos horribles crímenes: vergüenza y dolor”.

“La Santa Sede toma muy en serio el trabajo del Investigating Grand Jury de Pensilvania y el largo Interim Report que ha elaborado. La Santa Sede condena inequívocamente el abuso  sexual de menores”, señaló en una declaración difundida este 16 de agosto.

“Los abusos descritos en el informe son criminales y moralmente reprobables. Estos hechos han traicionado la confianza y han robado a las víctimas su dignidad y su fe. La Iglesia debe  aprender duras lecciones de su pasado, y debería haber asunción de responsabilidad, tanto por parte de los abusadores como por parte de aquellos que permitieron que se produjera”.

La declaración también señala que “la mayor parte del informe se refiere a abusos cometidos antes de los primeros años 2000”.

“No habiendo encontrado apenas casos después de 2002, las conclusiones del Grand Jury son coherentes con estudios precedentes que muestran cómo las reformas hechas por la Iglesia  Católica en Estados Unidos han reducido drásticamente la incidencia de los abusos cometidos por el clero”.

“La Santa Sede empuja a estar en constante reforma y vigilancia en todos los niveles de la Iglesia Católica, para garantizar la protección de los menores y de los adultos vulnerables. Subraya también la necesidad de obedecer a la legislación civil, incluida la obligación de denunciar los casos de abusos a menores”, indicó.

Greg Burke aseguró que “el Santo Padre comprende bien cuánto pueden sacudir la fe y el ánimo de los creyentes estos crímenes, y reitera el llamamiento a hacer todos los esfuerzos posibles para crear un ambiente seguro para los menores y los adultos vulnerables en la Iglesia y en toda la sociedad”.

“Las víctimas deben saber que el Papa está de su parte. Aquellos que han sufrido son su prioridad, y la Iglesia quiere escucharlos para erradicar este trágico horror que destruye la vida de los inocentes”, expresó el vocero de la Santa Sede.



Obispos de Estados Unidos piden al Vaticano investigar el caso McCarrick
Redacción ACI Prensa
Vaticano - Foto: Daniel Ibáñez (ACI Prensa)



La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) pidió al Vaticano liderar una investigación sobre las denuncias de abusos sexuales y encubrimientos que involucran al Arzobispo Theodore McCarrick.

El pedido fue anunciado por el Presidente de la USCCB, Cardenal Daniel DiNardo en un comunicado publicado este 16 de agosto en el que recordó la tristeza e indignación que sintió ante las revelaciones que involucran al Arzobispo McCarrick con abusos sexuales. “Esos sentimientos continúan y son más profundos a la luz del informe del Gran Jurado de Pensilvania”, indicó.

Dijo que por ello el Comité Ejecutivo de la USCCB se reunió a inicios de semana para establecer cambios necesarios y objetivos principales, entre los cuales está “una investigación sobre las cuestiones que rodean al Arzobispo McCarrick”.

Las respuestas sobre este caso ayudarán a proteger a los menores, seminaristas y otras personas vulnerables, indicó el Purpurado. Por ello “invitaremos al Vaticano a realizar una Visita Apostólica para responder a estas preguntas”, en conjunto con miembros laicos de la Junta Nacional de Revisión.


"Nos enfrentamos con una crisis espiritual que requiere no solo la conversión espiritual, sino también cambios prácticos para evitar repetir los pecados y fallas del pasado que son tan evidentes en el informe" de Pensilvania, dijo el Cardenal Daniel DiNardo.

"Protecciones más fuertes contra los depredadores en la Iglesia y cualquiera que los oculte" son necesarias, dijo el Cardenal DiNardo, "protecciones que mantendrán a los obispos bajo los más altos estándares de transparencia y responsabilidad".

Así, los otros objetivos de la USCCB es hacer que los procedimientos canónicos para las denuncias contra obispos sean "más rápidos, justos y transparentes", y "especificar qué restricciones se pueden imponer a los obispos en cada etapa de ese proceso".

Asimismo, el Cardenal DiNardo delineó tres criterios sobre cómo abordarán los obispos los abusos: independencia de prejuicios o influencia indebida de un obispo, participación sustancial de laicos y respeto por la autoridad en la Iglesia.

"Debido a que solo el Papa tiene autoridad para disciplinar o remover obispos, aseguraremos que nuestras medidas respetarán esa autoridad y protegerán a las personas vulnerables del abuso del poder eclesial", agregó la declaración.

La participación de laicos incluirá a personas con experiencia en el cumplimiento de la ley, psicología, investigación y otras disciplinas relevantes.

En su declaración, el Cardenal DiNardo dijo que presentarán sus objetivos a todos los obispos de Estados Unidos durante la reunión de noviembre. Asimismo, el Purpurado viajará a Roma para presentar los objetivos y el criterio a la Santa Sede.


Finalmente, el Presidente de la USCCB pidió “humildemente” perdón “por lo que mis hermanos obispos y yo hemos hecho y no hemos podido hacer”, e indicó que “una de las causas principales es el fracaso del liderazgo episcopal”.

“El resultado fue que decenas de queridos hijos de Dios fueron abandonados para enfrentar solos un abuso de poder. Esta es una catástrofe moral”, señaló.

El Cardenal aseguró que los obispos se comprometen a que con la ayuda de Dios esto no se vuelva a repetir, sin embargo, reconoció que la confianza en los prelados está dañada y que “tomará trabajo reconstruir esa confianza”. “Lo que he esbozado aquí es solo el comienzo; otros pasos seguirán", señaló.

El Presidente de la USCCB pidió a los fieles rezar por los obispos, “que nos tomaremos este tiempo para reflexionar, arrepentirnos y comprometernos nuevamente con la santidad de la vida y conformar nuestras vidas aún más a Cristo, el Buen Pastor”.

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 17 AGOSTO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
17 agosto




Cuando lo externo no responde a un verdadero espíritu interno, lo externo no tiene sentido, pero cuando lo externo es una manifestación exigida por la vitalidad de lo interno, entonces lo externo con sus manifestaciones visibles es algo hermoso y digno, porque es algo vital.

Es el corazón el que tiene que estar siempre en comunión con Jesús, el corazón con su adhesión y su afecto, el corazón con su entrega y su generosidad, el corazón´con la sinceridad y la hondura del amor.




P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 17 AGOSTO 2018


Lecturas de hoy Viernes de la 19ª semana del Tiempo Ordinario
 Hoy, viernes, 17 de agosto de 2018



Primera lectura
Lectura de la profecía de Ezequiel (16,1-15.60.63):

Me vino esta palabra del Señor: «Hijo de Adán, denuncia a Jerusalén sus abominaciones, diciendo: "Así dice el Señor: ¡Jerusalén! Eres cananea de casta y de cuna: tu padre era amorreo y tu madre era hitita. Fue así tu alumbramiento: El día en que naciste, no te cortaron el ombligo, no te bañaron ni frotaron con sal, ni te envolvieron en pañales. Nadie se apiadó de ti haciéndote uno de estos menesteres, por compasión, sino que te arrojaron a campo abierto, asqueados de ti, el día en que naciste. Pasando yo a tu lado, te vi chapoteando en tu propia sangre, y te dije mientras yacías en tu sangre: 'Sigue viviendo y crece como brote campestre.' Creciste y te hiciste moza, llegaste a la sazón; tus senos se afirmaron, y el vello te brotó, pero estabas desnuda y en cueros. Pasando de nuevo a tu lado, te vi en la edad del amor; extendí sobre ti mi manto para cubrir tu desnudez; te comprometí con juramento, hice alianza contigo –oráculo del Señor– y fuiste mía. Te bañé, te limpié la sangre, y te ungí con aceite. Te vestí de bordado, te calcé de marsopa; te ceñí de lino, te revestí de seda. Te engalané con joyas: te puse pulseras en los brazos y un collar al cuello. Te puse un anillo en la nariz, pendientes en las orejas y diadema de lujo en la cabeza. Lucías joyas de oro y plata, y vestidos de lino, seda y bordado; comías flor de harina, miel y aceite; estabas guapísima y prosperaste más que una reina. Cundió entre los pueblos la fama de tu belleza, completa con las galas con que te atavié –oráculo del Señor–. Te sentiste segura de tu belleza y, amparada en tu fama, fornicaste y te prostituiste con el primero que pasaba. Pero yo me acordaré de la alianza que hice contigo cuando eras moza y haré contigo una alianza eterna, para que te acuerdes y te sonrojes y no vuelvas a abrir la boca de vergüenza, cuando yo te perdone todo lo que hiciste."» Oráculo del Señor.

Palabra de Dios


Salmo
Is 12,2-3.4bcd.5-6

R/. Ha cesado tu ira y me has consolado

Él es mi Dios y Salvador: confiaré y no temeré,
porque mi fuerza y mi poder es el Señor,
él fue mi salvación.
Y sacaréis aguas con gozo
de las fuentes de la salvación. R/.

Dad gracias al Señor,
invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazañas,
proclamad que su nombre es excelso. R/.

Tañed para el Señor, que hizo proezas,
anunciadlas a toda la tierra;
gritad jubilosos, habitantes de Sión:
«Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel. » R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (19,3-12):

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: «¿Es lícito a uno despedir a su mujer por cualquier motivo?»
Él les respondió: «¿No habéis leído que el Creador, en el principio, los creó hombre y mujer, y dijo: "Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne"? De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.»
Ellos insistieron: «¿Y por qué mandó Moisés darle acta de repudio y divorciarse?»
Él les contestó: «Por lo tercos que sois os permitió Moisés divorciaros de vuestras mujeres; pero, al principio, no era así. Ahora os digo yo que, si uno se divorcia de su mujer –no hablo de impureza– y se casa con otra, comete adulterio.»
Los discípulos le replicaron: «Si ésa es la situación del hombre con la mujer, no trae cuenta casarse.»
Pero él les dijo: «No todos pueden con eso, sólo los que han recibido ese don. Hay eunucos que salieron así del vientre de su madre, a otros los hicieron los hombres, y hay quienes se hacen eunucos por el reino de los cielos. El que pueda con esto, que lo haga.»

Palabra del Señor


«Pues bien, lo que Dios unió no lo separe el hombre»

Fr. Roger J. LANDRY 
(Hyannis, Massachusetts, Estados Unidos)



Hoy, Jesús contesta a las preguntas de sus contemporáneos acerca del verdadero significado del matrimonio, subrayando la indisolubilidad del mismo.

Su respuesta, sin embargo, también proporciona la base adecuada para que los cristianos podamos responder a aquellos que intentan buscar la ampliación de la definición de matrimonio para las parejas homosexuales.

Al hacer retroceder el matrimonio al plan original de Dios, Jesús subraya cuatro aspectos relevantes por los cuales sólo pueden ser unidos en matrimonio un hombre y una mujer:

1) «El Creador, desde el comienzo, los hizo varón y hembra» (Mt 19,4). Jesús nos enseña que, en el plan divino, la masculinidad y la feminidad tienen un gran significado. Ignorarlo, pues, es ignorar lo que somos.

2) «Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer» (Mt 19,5). El plan de Dios no es que el hombre abandone a sus padres y se vaya con quien desee, sino con una esposa.

3) «De manera que ya no son dos, sino una sola carne» (Mt 19,6). Esta unión corporal va más allá de la poco duradera unión física que ocurre en el acto conyugal. Se refiere a la unión duradera que se presenta cuando un hombre y una mujer, a través de su amor, conciben una nueva vida que es el matrimonio perdurable o unión de sus cuerpos. Es obvio que un hombre con otro hombre, o una mujer con otra mujer, no pueden considerarse un único cuerpo de esa forma.

4) «Pues lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre» (Mt 19,6). Dios mismo ha unido en matrimonio al hombre y a la mujer, y siempre que intentemos separar lo que Él ha unido, lo estaremos haciendo por nuestra cuenta y a expensas de la sociedad.

En su catequesis sobre el Génesis, el Papa San Juan Pablo II dijo: «En su respuesta a los fariseos, Jesucristo plantea a sus interlocutores la visión total del hombre, sin la cual no es posible ofrecer una respuesta adecuada a las preguntas relacionadas con el matrimonio».

Cada uno de nosotros está llamado a ser el “eco” de esta Palabra de Dios en nuestro momento.

BUENOS DÍAS




jueves, 16 de agosto de 2018

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 16 AGOSTO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
16 agosto



Aquel poder de Jesús de hacer milagros, hoy no lo ha perdido, lo conserva para nosotros; nosotros lo tocamos cuando lo recibimos en la sagrada comunión; ¿a qué se debe que no se produzcan en nosotros las maravillas de gracia y santidad que se hallan encerradas en Jesús? ¿No será que nuestras comuniones son recibidas más mecánicamente que espiritualmente, con más costumbre que vida?


P. Alfonso Milagro

QUÉ ES EL DOGMA DE LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA A LOS CIELOS


Cuarto Dogma: La Asunción de la Santísima Virgen a los Cielos
El cuerpo sin vida de la Virgen María no estuvo sujeto a la corrupción, también triunfó sobre la muerte y su glorificación, a imitación de su Hijo.


Por: Madre Adela Galindo SCTJM | Fuente: Catholic.net 




De la constitución apostólica Munificentíssimus Deus del Papa Pío XII
Con esta constitución apostólica, el Papa Pío XII proclamó el dogma de la Asunción el 1ro de Noviembre de 1950.

Tomado de la Liturgia de las Horas del 15 de Agosto. (AAS 42 [19501, 760-762. 767-769)

Tu cuerpo es santo y sobremanera glorioso
Los santos Padres y grandes doctores, en las homilías y disertaciones dirigidas al pueblo en la fiesta de la Asunción de la Madre de Dios, hablan de este hecho como de algo ya conocido y aceptado por los fieles y -lo explican con toda precisión, procurando, sobre todo, hacerles comprender que lo que se conmemora en esta festividad es, no sólo el hecho de que el cuerpo sin vida de la Virgen María no estuvo sujeto a la corrupción, sino también su triunfo sobre la muerte y su glorificación, a imitación de su Hijo único, Jesucristo.

Y, así, san Juan Damasceno, el más ilustre transmisor de esta tradición, comparando la asunción de la santa Madre de Dios con sus demás dotes y privilegios, afirma, con elocuencia vehemente:

"Convenía que aquella que en el parto había conservado intacta su virginidad conservara su cuerpo también después de la muerte libre de la corruptibilidad. Convenía que aquella que había llevado al Creador como un niño en su seno tuviera después su mansión en el cielo. Convenía que la esposa que el Padre había desposado habitara en el tálamo celestial. Convenía que aquella que había visto a su hijo en la cruz y cuya alma había sido atravesada por la espada del dolor, del que se había visto libre en el momento del parto, lo contemplara sentado a la derecha del Padre. Convenía que la Madre de Dios poseyera lo mismo que su Hijo y que fuera venerada por toda criatura como Madre y esclava de Dios."

Según el punto de vista de san Germán de Constantinopla, el cuerpo de la Virgen María, la Madre de Dios, se mantuvo incorrupto y fue llevado al cielo, porque así lo pedía no sólo el hecho de su maternidad divina, sino también la peculiar santidad de su cuerpo virginal:

"Tú, según está escrito, te muestras con belleza; y tu cuerpo virginal es todo él santo, todo él casto, todo él morada de Dios, todo lo cual hace que esté exento de disolverse y convertirse en polvo, y que, sin perder su condición humana, sea transformado en cuerpo celestial e incorruptible, lleno de vida y sobremanera glorioso, incólume y participe de la vida perfecta."

Otro antiquísimo escritor afirma:

"La gloriosísima Madre de Cristo, nuestro Dios y salvador, dador de la vida y de la inmortalidad, por él es vivificada, con un cuerpo semejante al suyo en la incorruptibilidad, ya que él la hizo salir del sepulcro y la elevó hacia si mismo, del modo que él solo conoce."

Todos estos argumentos y consideraciones de los santos Padres se apoyan, como en su último fundamento, en la sagrada Escritura; ella, en efecto, nos hace ver a la santa Madre de Dios unida estrechamente a su Hijo divino y solidaria siempre de su destino.

Y, sobre todo, hay que tener en cuenta que, ya desde el siglo segundo, los santos Padres presentan a la Virgen María como la nueva Eva asociada al nuevo Adán, íntimamente unida a él, aunque de modo subordinado, en la lucha contra el enemigo infernal, lucha que, como se anuncia en el protoevangelio, había de desembocar en una victoria absoluta sobre el pecado y la muerte, dos realidades inseparables en los escritos del Apóstol de los gentiles. Por lo cual, así como la gloriosa resurrección de Cristo fue la parte esencial y el ú1timo trofeo de esta victoria, así también la participación que tuvo la santísima Virgen en esta lucha de su Hijo había de concluir con la glorificación de su cuerpo virginal, ya que, como dice el mismo Apóstol: Cuando esto mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra escrita: "La muerte ha sido absorbida en la victoria."

Por todo ello, la augusta Madre de Dios, unida a Jesucristo de modo arcano, desde toda la eternidad, por un mismo y único decreto de predestinación, inmaculada en su concepción, asociada generosamente a la obra del divino Redentor, que obtuvo un pleno triunfo sobre el pecado y sus consecuencias, alcanzó finalmente, como suprema coronación de todos sus privilegios, el ser preservada inmune de la corrupción del sepulcro y, a imitación de su Hijo, vencida la muerte, ser llevada en cuerpo y alma a la gloria celestial, para resplandecer allí como reina a la derecha de su Hijo, el rey inmortal de los siglos.

La Asunción de María. 
Audiencia General del Santo Padre Juan Pablo II: del 9 de julio de 1997.

La tradición de la Iglesia muestra que este misterio "forma parte del plan divino, y está enraizado en la singular participación de María en la misión de su Hijo".

"La misma tradición eclesial ve en la maternidad divina la razón fundamental de la Asunción. (...) Se puede afirmar, por tanto, que la maternidad divina, que hizo del cuerpo de María la residencia inmaculada del Señor, funda su destino glorioso".

Juan Pablo II destacó que "según algunos Padres de la Iglesia, otro argumento que fundamenta el privilegio de la Asunción se deduce de la participación de María en la obra de la Redención".

"El Concilio Vaticano II, recordando el misterio de la Asunción en la Constitución Dogmática sobre la Iglesia (Lumen Gentium), hace hincapié en el privilegio de la Inmaculada Concepción: precisamente porque ha sido ´preservada libre de toda mancha de pecado original´, María no podía permanecer, como los otros hombres, en el estado de muerte hasta el fin del mundo. La ausencia de pecado original y la santidad, perfecta desde el primer momento de su existencia, exigían para la Madre de Dios la plena glorificación de su alma y de su cuerpo".

El Papa señaló que "en la Asunción de la Virgen podemos ver también la voluntad divina de promover a la mujer. De manera análoga con lo que había sucedido en el origen del género humano y de la historia de la salvación, en el proyecto de Dios el ideal escatológico debía revelarse no en un individuo, sino en una pareja. Por eso, en la gloria celeste, junto a Cristo resucitado hay una mujer resucitada, María: el nuevo Adán y la nueva Eva".

Para concluir, el Papa aseguró que "ante las profanaciones y el envilecimiento al que la sociedad moderna somete a menudo al cuerpo, especialmente al femenino, el misterio de la Asunción proclama el destino sobrenatural y la dignidad de todo cuerpo humano".

Adaptado de: Vatican Information Services VIS 970709 (350)

Dogma
Los dogmas marianos, hasta ahora, son cuatro:

María, Madre de Dios
La Virginidad Perpetua de María
La Inmaculada Concepción
La Asunción de María.
El Papa Pío XII bajo la inspiración del Espíritu Santo, y después de consultar con todos los obispos de la Iglesia Católica, y de escuchar el sentir de los fieles, el primero de Nov. de 1950, definió solemnemente con su suprema autoridad apostólica, el dogma de la Asunción de María. Este fue promulgado en la Constitución "Munificentissimus Deus":

"Después de elevar a Dios muchas y reiteradas preces y de invocar la luz del Espíritu de la Verdad, para gloria de Dios omnipotente, que otorgó a la Virgen María su peculiar benevolencia; para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte; para aumentar la gloria de la misma augusta Madre y para gozo y alegría de toda la Iglesia, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado que La Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo".

¿Cual es el fundamento para este dogma?

El Papa Pío XII presentó varias razones fundamentales para la definición del dogma:

La inmunidad de María de todo pecado: La descomposición del cuerpo es consecuencia del pecado, y como María, careció de todo pecado, entonces Ella estaba libre de la ley universal de la corrupción, pudiendo entonces, entrar prontamente, en cuerpo y alma, en la gloria del cielo.
Su Maternidad Divina: Como el cuerpo de Cristo se había formado del cuerpo de María, era conveniente que el cuerpo de María participara de la suerte del cuerpo de Cristo. Ella concibió a Jesús, le dio a luz, le nutrió, le cuido, le estrecho contra su pecho. No podemos imaginar que Jesús permitiría que el cuerpo, que le dio vida, llegase a la corrupción.
Su Virginidad Perpetua: como su cuerpo fue preservado en integridad virginal, (toda para Jesús y siendo un tabernáculo viviente) era conveniente que después de la muerte no sufriera la corrupción.
Su participación en la obra redentora de Cristo: María, la Madre del Redentor, por su íntima participación en la obra redentora de su Hijo, después de consumado el curso de su vida sobre la tierra, recibió el fruto pleno de la redención, que es la glorificación del cuerpo y del alma.
La Asunción es la victoria de Dios confirmada en María y asegurada para nosotros. La Asunción es una señal y promesa de la gloria que nos espera cuando en el fin del mundo nuestros cuerpos resuciten y sean reunidos con nuestras almas.

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 16 AGOSTO 2018


Lecturas de hoy Jueves de la 19ª semana del Tiempo Ordinario
 Hoy, jueves, 16 de agosto de 2018



Primera lectura
Lectura de la profecía de Ezequiel (12,1-12):

Me vino esta palabra del Señor: «Hijo de Adán, vives en la casa rebelde: tienen ojos para ver, y no ven; tienen oídos para oír, y no oyen; pues son casa rebelde. Tú, hijo de Adán, prepara el ajuar del destierro y emigra a la luz del día, a la vista de todos; a la vista de todos, emigra a otro lugar a ver si lo ven; pues son casa rebelde. Saca tu ajuar, como quien va al destierro, a la luz del día, a la vista de todos, y tú sal al atardecer, a la vista de todos, como quien va al destierro. A la vista de todos, abre un boquete en el muro y saca por allí tu ajuar. Cárgate al hombro el hatillo, a la vista de todos, sácalo en la oscuridad; tápate la cara, para no ver la tierra, porque hago de ti una señal para la casa de Israel.»
Yo hice lo que me mandó: saqué mi ajuar como quien va al destierro, a la luz del día; al atardecer, abrí un boquete en el muro, lo saqué en la oscuridad, me cargué al hombro el hatillo, a la vista de todos.
A la mañana siguiente, me vino esta palabra del Señor: «Hijo de Adán, ¿no te ha preguntado la casa de Israel, la casa rebelde, qué es lo que hacías? Pues respóndeles: "Esto dice el Señor: Este oráculo contra Jerusalén va por el príncipe y por toda la casa de Israel que vive allí." Di: "Soy señal para vosotros; lo que yo he hecho lo tendrán que hacer ellos: irán cautivos al destierro. El príncipe que vive entre ellos se cargará al hombro el hatillo, abrirá un boquete en el muro para sacarlo, lo sacará en la oscuridad y se tapará la cara para que no lo reconozcan."»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 77,56-57.58-59.61-62

R/. No olvidéis las acciones de Dios

Tentaron al Dios Altísimo
y se rebelaron, negándose a guardar sus preceptos;
desertaron y traicionaron como sus padres,
fallaron como un arco engañoso. R/.

Con sus altozanos lo irritaban,
con sus ídolos provocaban sus celos.
Dios lo oyó y se indignó,
y rechazó totalmente a Israel. R/.

Abandonó sus valientes al cautiverio,
su orgullo a las manos enemigas;
entregó su pueblo a la espada,
encolerizado contra su heredad. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (18,21–19,1):

En aquel tiempo, se adelantó Pedro y preguntó a Jesús: «Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?»
Jesús le contesta: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Y a propósito de esto, el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo." El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero, al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debla cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo: "Págame lo que me debes." El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré." Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: "¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?" Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano.»
Cuando acabó Jesús estas palabras, partió de Galilea y vino a la región de Judea, al otro lado del Jordán.

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy jueves, 16 de agosto de 2018
 CR


Queridos hermanos:

Todos estamos dispuestos a perdonar, seguro. Basta que la ofensa no haya sido de esas que duelen, de esas “imperdonables”. Por cierto ¿con qué frecuencia y en qué sentido utilizamos los cristianos el calificativo de “imperdonable”? Muchas veces en un sentido figurado, pero otras…

Decíamos que todos sabemos perdonar, y perdonamos, las faltas leves, o aquellas cometidas por alguien a quien de verdad queremos, y al que justificamos casi todo. Pero lo difícil es perdonar las otras faltas, las de otros que también nos ofenden y a los que no tenemos tanto aprecio.

Jesús enseña a sus discípulos que hay que perdonar. Y habla de perdonar al hermano, no de perdonar una falta u otra. El perdón se dirige al ofensor. Por eso no depende del tipo de falta, ni existe una graduación según la gravedad. No se puede perdonar más o menos. O sí, o no.

Y, puesto que hablamos de personas, el fundamento, la razón para perdonar está en ellos y ellas, en que son hijos e hijas de Dios. Y esa es la clave. Dios nos quiere a todos por igual y es capaz de perdonar por amor. Por eso nuestra tarea, el mandamiento principal, no es perdonar porque Dios perdona. Nuestra tarea es querer como Dios quiere. Y el perdón vendrá con ello.

No es cuestión de perdonar porque esté mandado. Ni para conseguir que luego me perdonen… Es cuestión de perdonar por amor. Y, como siempre, llegar a ello es tarea de toda la vida. Pero “de toda la vida” no significa que haya que conformarse con lo que somos ahora porque “ya iremos mejorando”; no es cuestión de vivir tranquilos pensando que “ya llegará el momento”. De toda la vida significa también desde el comienzo de la vida; es decir, que el mandato es que perdonemos ya desde ahora, desde hoy mismo, a todos y para siempre. Por supuesto, sólo lo conseguiremos contando con la ayuda de Dios.

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