sábado, 8 de diciembre de 2018

LA INMACULADA CONCEPCIÓN, 8 DE DICIEMBRE


Inmaculada Concepción

Hoy nos alegramos con toda la Iglesia por ser una fiesta muy especial de nuestra Madre, la Santísima Virgen María. Entre tantas fiestas en honor de la Madre de Dios, hay dos más especiales para toda la Iglesia: el comienzo de la vida de María, como Inmaculada o llena de gracia, y el final, que fue su Asunción en cuerpo y alma al cielo.

Nos alegramos cuando tenemos algo bueno; pero nada mejor podemos tener que la vida de gracia en nuestra alma, que es lo que nos dará la plena felicidad para siempre. Por eso hoy celebramos el hecho de que la Virgen María estuvo llena de gracia, limpia de todo pecado desde el primer instante de su concepción. La concepción es el momento en que Dios crea el alma uniéndola a la materia, que proviene de los padres: es el momento en que comienza la vida humana.

La Biblia no menciona explícitamente este dogma o creencia de fe. Lo creemos y sabemos por la Tradición, es decir, por la autoridad que les dio Jesús a los apóstoles y a sus sucesores para interpretar dignamente mensajes que nos da la Sagrada Escritura. Con el tiempo algunos mensajes se clarifican, como este dogma de la Inmaculada. Así, después de ponerse de acuerdo todos los obispos, siguiendo la devoción del pueblo cristiano, el papa lo proclamó como una verdad que debemos creer y tomar en consideración para nuestra vida cristiana. Era el 8 de Diciembre del año 1854 cuando el papa Pío IX proclamó solemnemente esta verdad.

Se basaba en algunas palabras de la Biblia. El primer pasaje importante es el que nos narra la primera lectura de la misa de este día. Es el capítulo 3 del Génesis. Allí aparece una lucha entre la serpiente, que simboliza el demonio o fuerzas del mal con el Redentor de la humanidad. Y unida con el Redentor aparece una mujer que “aplastará la cabeza de la serpiente”. Esto quiere decir que habrá una mujer, unida al Redentor, que no tendrá que ver nada con el pecado. Para que el triunfo sea total debe estar sin mancha de pecado “desde el primer momento de su concepción”.

En el evangelio de este día aparece el ángel Gabriel saludando a María con esa expresión de “llena de Gracia”. Es como el nombre propio de la Virgen. Significa una singular abundancia de gracia, un estado sobrenatural del alma en unión con Dios. Y no se trata de algo conseguido entonces, sino como si fuese algo propio e innato en el alma de María. Por eso aquello de “el Señor está contigo”. Esta es una expresión que aparece en otros lugares de la Biblia; pero aquí se realiza con pleno sentido, porque Dios está más presente cuanto mayor sea el grado de gracia que hay en el alma.

Estos no son argumentos definitivos; pero la Iglesia reflexiona con la ayuda de Dios. Y ya desde los primeros siglos de la Iglesia había teólogos que reflexionaban sobre la conveniencia de que Dios diera esta inmensa gracia a la que iba a ser su madre. En el día de nuestra Madre en algunos sitios se celebra a las otras madres. Pero podemos ponernos a pensar: si nosotros hubiéramos podido hacer a nuestra madre, es decir, darle las cualidades que nos hubieran parecido mejores ¿Qué no hubiéramos hecho para nuestra madre? Pues como Dios lo que más estima son los valores espirituales, la grandeza de alma, no escatimó nada para embellecer espiritualmente a su Madre, sin que el pecado pudiera dañarla ni en el primer momento de su concepción.

Por eso hoy nos alegramos al considerar la belleza de la Madre celestial. Pero también es un mensaje para que busquemos la mayor purificación para nuestra alma. María es nuestra madre, pero es también el modelo a seguir. Ella también fue redimida por Jesucristo, aunque de modo adelantado. Nosotros, aunque somos pecadores, fuimos hechos limpios por el bautismo. Sin embargo ¡Cuántos pecados hemos ido acumulando! En este día pidamos fortaleza a Nuestro Señor para limpiar nuestra alma y, fijándonos en el modelo de limpieza, que es la Inmaculada, caminemos por el camino de la gracia y santidad para que un día nos podamos ver y gozar con María en el cielo.



© P. Silverio Velasco

A MARÍA INMACULADA


A  María Inmaculada



San Francisco de Asís decía: “Cuando digo el Avemaría, los cielos sonríen, los ángeles cantan y los demonios tiemblan y huyen”. Don Bosco recordaba a los chicos: “María nos asegura que, si somos devotos suyos, nos tendrá como hijos suyos, nos cubrirá con su manto, nos colmará de bendiciones en este mundo, para obtenernos después el Paraíso”. Te presento hoy una sencilla y hermosa oración para celebrar a nuestra Madre Inmaculada.

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti celestial princesa, Virgen Sagrada María, yo te ofrezco en este día, alma, vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.

Concluye esta breve plegaria con un acto de gran confianza: la entrega y abandono en su poderosa protección e intercesión maternal. ¿Por qué no memorizarla y decirla al menos una vez cada día? “Que el nombre de María sea alegría para tu corazón, miel para tus labios y melodía para tus oídos”, como decía san Antonio de Padua.



* Enviado por el P. Natalio

NO TE AVERGÜENCES DE REZAR EL ROSARIO


No te avergüences de Rezar el Rosario
Es la mejor arma contra el demonio


Por: n/a | Fuente: PildorasdeFe.net 




Cerca de un millón de polacos se reunieron el 7 de Octubre de 2017, en la frontera polaca para rezar el Rosario por la salvación de Polonia y del mundo. El evento atrajo la atención del New York Times, así como el sitio web de la BBC, que vio el evento como "polémico".

Esta manifestación del rosario, organizada por laicos pero respaldada por la jerarquía, tuvo lugar en la fiesta de Nuestra Señora del Rosario y el primer sábado de este mes, en el centenario de las apariciones de Fátima.

Con todas estas cosas viniendo juntas, era una oportunidad demasiado buena como para dejarla pasar. Además, el simbolismo de la oración en la frontera, mostrando a Polonia rodeada de oración y mirando al mundo, era también algo poderoso.

Siempre se nos dice que debemos mantenernos al margen, ¿no? Bueno, allí se encontraba un grupo de personas que hicieron precisamente eso.

¿Un evento polémico?
¿Hasta qué punto debe considerarse este evento como "polémico" para que la BBC utilizara esta hermosa palabra? ¿Era esto una especie de manifestación nacionalista? ¿Fue islamofóbico? Para muchos de los participantes, las preocupaciones nacionales no eran algo de lo que no estuvieran al tanto, ni mucho menos la cuestión de migración musulmana.





Por lo tanto, realmente debemos examinar estas dos cuestiones, y ver si estas preocupaciones son legítimas o no, y ver también si estas preocupaciones son coherentes con la caridad cristiana o no.

Supervivencia de Polonia.
Polonia es un país bastante diferente de, digamos, Gran Bretaña. En la memoria reciente, se ha borrado del mapa en varias ocasiones. En 1939, fue dividida entre los alemanes y los soviéticos, los cuales hicieron todo lo posible para asegurarse de que el país nunca volvería a levantarse.

Una generación antes, después de la Primera Guerra Mundial, Polonia luchó una guerra de supervivencia contra la Unión Soviética. Y nadie, al menos en Polonia, ha olvidado las Particiones, en las que los austriacos, los prusianos y los rusos tallaron efectivamente el país en el siglo XVIII.

Si los polacos parecen más apegados a la soberanía nacional que a la mayoría, ¿quién puede culparlos? Su soberanía ha sido muy disputada. Además, la cuestión de la nacionalidad polaca está profundamente conectada con la fe católica.

Tanto en cuestiones de origen étnico y religión, los polacos han sido firmes en la resistencia a la rusificación. ¿Puedes culparlos?



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En la actualidad, Polonia no ha seguido el mismo camino que la República Federal de Alemania en lo que se refiere a la admisión de migrantes. Muchas personas se burlan de esto, mucho menos en Bruselas, pero los polacos tienen derecho a tomar su propia decisión sobre este asunto.

En las sociedades liberales el consentimiento es primordial. Los polacos no han consentido en este asunto. (Muchos alemanes tampoco lo han hecho, pero eso es un asunto diferente). Todo el mundo tiene que respetar su derecho a denegar el consentimiento en este y otros asuntos.

Orar por la salvación es admirable.
Dado lo anterior, todavía no está bien vincular la oración del rosario exclusivamente a estas preocupaciones explícitamente seculares. Uno ora el Rosario por una intención, más que por algo en general. Orar por la salvación de Polonia y del mundo (los dos necesariamente van de la mano) es admirable.

El ejemplo polaco debe estimular a otros a hacer lo mismo. En cuanto al aniversario de Lepanto, esto debe ser visto como algo positivo, en lugar de algo negativo. El estado otomano ya no existe, por lo que marcar el aniversario no está dirigido a otro país.

La victoria de Lepanto contribuyó a la liberación de los pueblos sujetos del Imperio Otomano (aunque esto se tomó bastante tiempo), liberándolos de un régimen cruel, despótico y atrasado. La batalla misma llevó a la liberación inmediata de numerosos esclavos de la galera cristiana. ¿Qué hay que celebrar al respecto?

El Rosario es un arma contra el mal.
El Rosario está íntimamente ligado a la victoria de Lepanto, porque San Pío V animó a los fieles a orar por la victoria de esta manera. Orar por la victoria en la guerra ha sido desde hace mucho tiempo el camino cristiano, ciertamente se hizo bastante entre los años 1939 y 1945, también he visto tarjetas de oración con las palabras: "Den paz y victoria a Gran Bretaña y su Imperio, y a su sirviente George V, nuestro Rey".

Por otra parte, incluso hoy los obispos en Nigeria están instando a la gente a rezar el Rosario en la cara de Boko Haram, que está completamente de acuerdo con la tradición católica. Mucha gente ha estado diciendo lo mismo sobre ISIS.

¿Polémico? No lo creo. Los católicos han estado haciendo estas cosas durante siglos. Esperemos que sigamos haciéndolas durante muchos siglos más. Como nos recuerda el sitio web de los organizadores del evento polaco:

"El rosario es una poderosa arma contra el mal".

BENDITA SEAS, MADRE INMACULADA... RUEGA POR NOSOTROS


Bendita seas , Madre Inmaculada .... ruega por nosotros
Madre de Dios y Madre nuestra, tenemos la certeza que nos escuchas y atiendes... ¡Cómo una madre no va a oír a sus hijos!


Por: Ma Esther De Ariño | Fuente: Catholic.net 




Ya estamos en el mes de diciembre.

Este mes, Señor, vamos a conmemorar en la Noche del 24 tu llegada al mundo como el Hijo de Dios.
Tanto nos amó Dios que nos entrega a su único Hijo para que nazca y muera como hombre sin dejar de ser Dios por la remisión de todos los pecados de la Humanidad, los pasados, los presentes y los futuros.....

Y para que sucediera esto no lo hace presentándonos un Hijo lleno de esplendor y poderío sino de una manera natural y ligada a una "concepción" en una joven virgen por medio del amor del Espíritu Santo.

Va en busca de ti, María. Y Tu, le dices... : QUE SI.

Era necesario buscarte limpia, pura, sin mancha, fresca y serena como la misma mañana en que naciste porque habías tenido una inmaculada concepción en el seno de tu madre Ana y por eso te conocemos y veneramos como la Inmaculada Concepción.

La Iglesia y los católicos del mundo entero, hoy día 8 de diciembre, haremos fiesta para implorar tu protección y decirte con las palabras del P. Ignacio Larrañaga: ....hoy queremos decirte "muchas gracias", Señora, por tu "Fiat", por tu completa disponibilidad de esclava, por tu pobreza y por tu silencio, por el gozo de tus siete espadas, por el dolor por todas tus partidas que fueron dando la paz a tantas almas. Muchas gracias por haberte quedado con nosotros a pesar del tiempo y la distancia.....

Inmaculada Virgen María, Madre purísima, Madre sin mancha, Madre Virgen, Reina concebida sin pecado original, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos.... así decimos cuando nos dirigimos a Ti, Madre de Dios y Madre nuestra, y tenemos la certeza que nos escuchas y atiendes... ¡Cómo una madre no va a oír a sus hijos!.
Tu, que supiste ser la madre más amorosa pero también supiste de renuncias y dolores. Por eso tu corazón está abierto a todas nuestra llamadas y súplicas.

Tu quisiste que te conociéramos con este bendito y glorioso nombre al decirle a la pequeña Bernardita . - " YO SOY LA INMACULADA CONCEPCIÓN", ella nada sabía de estas palabras pero dichas por Ti fueron toda una revelación.

¡Bendita seas, Madre Inmaculada! Ruega por nosotros, ahora y en la hora de nuestra muerte y por todos tus hijos sin distinción de razas, credos y colores, tan necesitados de tener una Madre, en este mundo tan desorientado y convulso, como Tu, Puerta del Cielo, Salud de los enfermos y Refugio de los pecadores.

No nos dejes, Madre y se nuestra compañía a lo largo de nuestro camino por esta vida. Que siempre tengamos tu apoyo y tus brazos amorosos si llega a nosotros el desaliento. Junto a la alegría de sabernos tan amados por Ti.

HOY ES LA SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA, 8 DE DICIEMBRE


La Inmaculada Concepción





Cada 8 de diciembre, la Iglesia celebra el dogma de fe que nos revela que, por la gracia de Dios, la Virgen María fue preservada del pecado desde el momento de su concepción, es decir desde el instante en que María comenzó la vida humana.

El 8 de diciembre de 1854, en su bula Ineffabilis Deus, el Papa Pío IX proclamó este dogma:

"...declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles..."

(Pío IX, Bula Ineffabilis Deus, 8 de diciembre de 1854)

María es la "llena de gracia", del griego "kecharitomene" que significa una particular abundancia de gracia, es un estado sobrenatural en el que el alma está unida con el mismo Dios. María como la Mujer esperada en el Protoevangelio (Gn. 3, 15) se mantiene en enemistad con la serpiente porque es llena de gracia.

Las devociones a la Inmaculada Virgen María son numerosas, y entre sus devotos destacan santos como San Francisco de Asís y San Agustín. Además la devoción a la Concepción Inmaculada de María fue llevada a toda la Iglesia de Occidente por el Papa Sixto IV, en 1483.

El camino para la definición dogmática de la Concepción Inmaculada de María fue trazado por el franciscano Duns Scotto. Se dice que al encontrarse frente a una estatua de la Virgen María hizo esta petición: "Dignare me laudare te: Virgo Sacrata" (Oh Virgen sacrosanta dadme las palabras propias para hablar bien de Ti).

Y luego el franciscano hizo estos cuestionamientos:

1. ¿A Dios le convenía que su Madre naciera sin mancha del pecado original? 
Sí, a Dios le convenía que su Madre naciera sin ninguna mancha. Esto es lo más honroso, para Él.

2. ¿Dios podía hacer que su Madre naciera sin mancha de pecado original?
Sí, Dios lo puede todo, y por tanto podía hacer que su Madre naciera sin mancha: Inmaculada.

3. ¿Lo que a Dios le conviene hacer lo hace? ¿O no lo hace? 
Todos respondieron: Lo que a Dios le conviene hacer, lo que Dios ve que es mejor hacerlo, lo hace.

Entonces Scotto exclamó:

Luego

1. Para Dios era mejor que su Madre fuera Inmaculada: o sea sin mancha del pecado original.

2. Dios podía hacer que su Madre naciera Inmaculada: sin mancha

3. Por lo tanto: Dios hizo que María naciera sin mancha del pecado original. Porque Dios cuando sabe que algo es mejor hacerlo, lo hace.

La Virgen María es Inmaculada gracias a Cristo su hijo, puesto que Él iba a nacer de su seno es que Dios la hizo Inmaculada para que tenga un vientre puro donde encarnarse. Ahí se demuestra cómo Jesús es Salvador en la guarda de Dios con María y la omnipotencia del Padre se revela como la causa de este don. Así, María nunca se inclinó ante las concupiscencias y su grandeza demuestra que como ser humano era libre pero nunca ofendió a Dios y así no perdió la enorme gracia que Él le otorgó.

La Inmaculada Virgen María nos muestra la necesidad de tener un corazón puro para que el Señor Jesús pueda vivir en nuestro interior y de ahí naciese la Salvación. Y consagrarnos a ella nos lleva a que nuestra plegaria sea el medio por el cual se nos revele Jesucristo plenamente y nos lleve al camino por el cual seremos colmados por el Espíritu Santo.

ORACIÓN A LA VIRGEN INMACULADA


Oración a la Virgen Inmaculada




Una vez más estamos aquí para rendirte homenaje
a los pies de esta columna,
desde la cual tú velas con amor
sobre Roma y sobre el mundo entero,
desde que, hace ya ciento cincuenta años,
el beato Pío IX proclamó,
como verdad de la fe católica,
tu preservación de toda mancha de pecado,
en previsión de la muerte y resurrección
de tu Hijo Jesucristo.
¡Virgen Inmaculada!
tu intacta belleza espiritual
es para nosotros una fuente viva de confianza y de esperanza.
Tenerte como Madre, Virgen Santa,
Nos reafirma en el camino de la vida
como prenda de eterna salvación.
Por eso a ti, oh María,
Confiadamente recurrimos.
Ayúdanos a construir un mundo
donde la vida del hombre sea siempre amada y defendida,
toda forma de violencia rechazada,
la paz buscada tenazmente por todos.
¡Virgen Inmaculada!
En este Año de la Eucaristía
concédenos celebrar y adorar
con de renovada y ardiente amor
el santo misterio del Cuerpo y Sangre de Cristo.
En tu escuela, o Mujer Eucarística,
enséñanos a hacer memoria de las maravillosas obras
que Dios no cesa de realizar en el corazón de los hombres.
Con premura materna, Virgen María,
guía siempre nuestros pasos por los senderos del bien.

¡Amén!

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 8 DE DICIEMBRE 2018 - LA INMACULADA CONCEPCIÓN


Lecturas de hoy Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María.
 Hoy, sábado, 8 de diciembre de 2018



Primera lectura
Lectura del libro del Génesis (3,9-15.20):

Después que Adán comió del árbol, el Señor llamó al hombre: «¿Dónde estás?»
Él contestó: «Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me escondí.»
El Señor le replicó: «¿Quién te informó de que estabas desnudo? ¿Es que has comido del árbol del que te prohibí comer?»
Adán respondió: «La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto, y comí.»
El Señor dijo a la mujer: «¿Qué es lo que has hecho?»
Ella respondió: «La serpiente me engañó, y comí.»
El Señor Dios dijo a la serpiente: «Por haber hecho eso, serás maldita entre todo el ganado y todas las fieras del campo; te arrastrarás sobre el vientre y comerás polvo toda tu vida; establezco hostilidades entre ti y la mujer, entre tu estirpe y la suya; ella te herirá en la cabeza cuando tú la hieras en el talón.»
El hombre llamó a su mujer Eva, por ser la madre de todos los que viven.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 97,1.2-3ab.3c-4

R/. Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas

Cantad al Señor un cántico nuevo, 
porque ha hecho maravillas: 
su diestra le ha dado la victoria, 
su santo brazo. R/.

El Señor da a conocer su victoria, 
revela a las naciones su justicia: 
se acordó de su misericordia y su fidelidad 
en favor de la casa de Israel. R/.

Los confines de la tierra han contemplado 
la victoria de nuestro Dios. 
Aclama al Señor, tierra entera; 
gritad, vitoread, tocad. R/.


Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 
(1,3-6.11-12):

Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya, a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en alabanza suya. Por su medio hemos heredado también nosotros. A esto estábamos destinados por decisión del que hace todo según su voluntad. Y así, nosotros, los que ya esperábamos en Cristo, seremos alabanza de su gloria.

Palabra de Dios


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (1.26-38):

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.
El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.»
Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?»
El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.»
María contestó: «Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.»
Y la dejó el ángel.

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy sábado, 
8 de diciembre de 2018
 José María Vegas, cmf


Inmaculada Concepción: el diálogo de Dios con la humanidad

La persona de María, su Inmaculada Concepción y su maternidad virginal, no son una especie de “meteorito” caído del cielo, sin relación con el conjunto de la realidad del universo y de la historia humana, tal como los entendemos en el seno del cristianismo. Al contrario, descubrimos una íntima conexión entre la realidad de María como persona singular y la lógica salvífica de Dios, que se manifiesta en el mismo acto de la creación.

Dios creó el mundo “de la nada” de modo que en este mundo no había ni la más mínima sombra de mal: el mundo salió de las manos de Dios, no sólo “bueno”, sino “muy bueno” (cf. Gn 1,31), es decir, puede decirse que salió de sus manos “lleno de gracia”. 
Por otro lado, el pecado, incluso si se considera algo muy radical, no destruye totalmente eso “muy bueno” y, por eso, no excluye la dignidad del hombre como imagen de Dios, si bien la deforma y oscurece. Y, por ello mismo, el pecado no elimina la esperanza de la salvación, que consiste en vivir de acuerdo con esa dignidad.

¿Cómo reacciona Dios ante el pecado del hombre? O, dicho de otra forma, ¿cómo nos mira Dios? Dios no actúa en la historia sin la colaboración humana. La historia de la salvación es la historia de un diálogo. Dios continúa volviendo a la tierra a “la hora de la brisa” (Gn 3, 8) y busca al hombre que, a causa del pecado, se esconde del rostro de Dios y con gran dificultad consigue mirar al rostro de sus semejantes.

Una consecuencia del pecado consiste precisamente en que el hombre tiene los ojos muy abiertos para el mal, sobre todo, desde luego, para el mal de los otros: “Cómo es que miras la brizna en el ojo de tu hermano y no reparas en la viga que hay en tu ojo” (Mt 7,3). Por eso, con frecuencia, prestamos gran atención al pecado ajeno, a lo negativo en los otros, a lo que nos molesta, a lo que oculta el bien que portan en sí, más que al bien que, sin duda, también hay en ellos.

Dios, que ve con total claridad el pecado y el mal, nos mira, sin embargo, de otro modo: Dios es capaz de ver eso “muy bueno” que Él creó: el corazón no manchado por el pecado, su propia imagen presente en la creación por medio del hombre. Dios mira así y busca con su mirada aquella realidad capaz de conversar con Él “a la hora de la brisa”, de respetar el árbol del conocimiento del bien y del mal. Es decir, Dios busca en el hombre lo que de amable hay en él: “En ese pondré mis ojos, en el humilde y en el abatido que se estremece ante mi palabra” (Is 66, 2).

Así nos mira Dios, buscando lo bueno, lo sano que hay en el mundo, su propia obra. Dios busca, mira, y encuentra... a María: “Ha mirado la humildad de su sierva” (Lc 1, 48).

María es lo mejor de la humanidad, la obra “muy buena” de Dios, como en el momento mismo de la creación: es la llena de gracia. Y si en la historia de la humanidad ha habido un ser humano, una mujer como María, significa que nuestro mundo no es sólo, ni sobre todo, algo despreciable y definitivamente corrompido, en él no todo está perdido y sin esperanza.

En esta luz podemos entender el dogma de la Inmaculada Concepción, que tiene un enorme significado no sólo como una especial gracia exclusivamente para María, sino que ilumina nuestra comprensión de Dios y del hombre. En María Dios encontró un apoyo para acercarse y encontrarse con nosotros: “el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros” (Jn 1, 14). Y si María fue inmaculada desde la concepción, nosotros hemos sido elegidos por Dios en Cristo antes de la creación del mundo para ser santos e inmaculados ante él por el amor (Ef. 1, 4).

Pero para poner su tienda entre nosotros, como ya hemos dicho, Dios requiere la cooperación humana. Dios entra en el mundo del hombre pidiendo permiso. En María, la humanidad responde Sí a esta petición. El sí de María es el sí de la humanidad, imagen de Dios, capaz de responder a su llamada y acogerlo en su casa. 

En la Anunciación María representa a la humanidad entera, a lo mejor de ella. En ella Dios encontró por fin con quien conversar “a la hora de la brisa”. María, sierva del Señor, escucha y acoge la Palabra y la cumple, y se alza frente a Eva que pretendió ser igual a Dios. Y así María “concibió del Espíritu Santo” (cf. Lc 1,26-38). 

Saludos cordiales, 
José M. Vegas CMF

FELIZ SÁBADO





viernes, 7 de diciembre de 2018

LA MARAVILLOSA VERDAD QUE ESCONDE EL SALUDO DEL ÁNGEL GABRIEL


La maravillosa verdad que esconde el saludo del Ángel Gabriel
Al conocer el real significado del saludo del Ángel es más sencillo entender el dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María


Por: Redacción | Fuente: EnlaCecatolico.info 




Es probable que todos hemos leído el pasaje de la Biblia (Lucas 1, 28) donde el Ángel Gabriel se presenta ante la Virgen María para anunciar que ella concebiría a Jesús.

Pero la primera parte del saludo del Ángel ha sido traducida al español de muchas maneras, aunque las más conocidas son las siguientes:

Alégrate, llena de gracia.
Salve, muy favorecida.
Alégrate, muy favorecida.
Salve, llena de Gracia.

Estas traducciones tienen pequeñas diferencias, todas tienen algo en común, ninguna llega a expresar totalmente la intención de Lucas al escribir ese pasaje del evangelio en griego.

No existe una sola palabra en nuestro idioma que sirva para traducir con exactitud el saludo del Ángel:  (Jaire, Kejaritomene).

 les ha causado muchos dolores de cabeza a los traductores serios.


El complejo significado de  (Kejaritomene)
Kejaritomene significa “Llena de gracia desde siempre y para siempre porque alguien te creó en esa condición”.

Es verdaderamente complejo poder traducir en español algo que signifique lo mismo o algo parecido, por ejemplo San Jerónimo de Estridón vivió esta dificultad, pues fue el primero en traducir la Biblia completa del griego al latín y optó por usar la expresión Gratia Plena (llena de Gracia), la cual no transmite el carácter eterno de Kejaritomene, pero al menos deja clara la plenitud de Gracia en María.

Al conocer el real significado del saludo del Ángel es más sencillo entender el dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, los católicos creemos que María fue concebida sin pecado original y eso es compatible con la riqueza de la palabra  (Kejaritomene).

LA INMACULADA, MODELO DEL ADVIENTO


La Inmaculada, modelo del Adviento
La Iglesia mira a María para contemplar en Ella lo que la Iglesia es en su Misterio


Por: Guillermo Juan Morado | Fuente: es.catholic.net 




1. Un tiempo particularmente apto para el culto a la Madre del Señor?

El Calendario Litúrgico Pastoral, citando la Marialis cultus (Exhortación Apostólica Mariológica del Papa Pablo VI), explica brevemente el sentido de la Solemnidad de la Inmaculada, que se conmemora el 8 de Diciembre: "Se celebran conjuntamente la Inmaculada Concepción de María, la preparación esperanzada a la venida del Salvador y el feliz comienzo de la Iglesia, hermosa, sin mancha ni arruga (Marialis cultus, 3)".

La Inmaculada Virgen aparece, de este modo, vinculada a la venida del Salvador y al comienzo de la Iglesia. Al inicio del año litúrgico, en este tiempo de Adviento, María, concebida sin pecado, se nos presenta como modelo de esperanza y como tipo de la Iglesia.

Juan Pablo II, en la encíclica Redemptoris Mater, destacaba el carácter mariano del Adviento, al señalar que, en la liturgia de este tiempo, se refleja cada año el "preceder" de Santa María a la venida de Cristo:

“[Ella] en la ´noche´ de la espera de adviento, comenzó a resplandecer como una verdadera ´estrella de la mañana´ (Stella matutina). En efecto, igual que esta estrella junto con la ´aurora´ precede la salida del sol, así María desde su concepción inmaculada ha precedido la venida del salvador, la salida del ´sol de justicia´ en la historia del género humano" (Redemptoris Mater, 3).

Ella ha precedido la salida del Sol de Justicia. De Ella debemos aprender, por consiguiente, a prepararnos para la Navidad y para la segunda venida del Señor, al fin de los tiempos.

Ya el Papa Pablo VI, en la citada encíclica Marialis cultus, enseñaba que los fieles, al vivir con la liturgia el espíritu de Adviento, y al considerar el "inefable amor" con que la Virgen esperó al Hijo (cf. Prefacio II de Adviento), "se sentirán animados a tomarla como modelo y a prepararse, ´vigilantes en la oración y... jubilosos en la alabanza´ (Prefacio II de Adviento) para salir al encuentro del Salvador que viene" (MC, 4).

El Adviento - sigue diciendo Pablo VI - "uniendo la espera mesiánica y la espera del glorioso retorno de Cristo al admirable recuerdo de la Madre" presenta un feliz equilibrio, al no separar el culto a la Virgen de su necesario punto de referencia, que es Cristo. De este modo, el Adviento "debe ser considerado como un tiempo particularmente apto para el culto a la Madre del Señor..." (MC, 4).

2. La Inmaculada Concepción de María

El misterio de la Inmaculada está asociado a la "plenitud de los tiempos". En el plan providencial de la Santísima Trinidad, María ocupa una posición de singular relieve. Ella aparece en la aurora de la salvación, "mientras se acercaba definitivamente la «plenitud de los tiempos»" (RM, 3), como una creación de la Trinidad.


La Virgen María, "en su ser y en su función histórica, es toda ella un producto de la iniciativa salvífica del Padre" . Para ofrecer a su Hijo "una digna morada" , el Padre la ha "bendecido con toda clase de bendiciones espirituales, en los cielos, en Cristo" (Ef 1,3) y la ha elegido "antes de la creación del mundo para ser santa e inmaculada en su presencia, en el amor" (Ef 1,4; cf CEC, 292).

El Espíritu Santo, Señor y Dador de Vida, la plasmó como una criatura nueva (cf LG 56), preparándola con su gracia para ser Madre de Aquel en quien "reside corporalmente toda la Plenitud de la divinidad" (Col 2,9).

En atención a los méritos de Cristo, "fue preservada inmune de toda mancha de pecado original en el primer instante de su concepción" (DS 2803), para que en Ella, como verdadera madre del Hijo de Dios, se realizase la unión de la divinidad con la humanidad en la única persona del Salvador y para que, asociada a Jesucristo, cooperase "en forma enteramente impar" (LG 61) a su obra salvadora (CEC, 964).

La Inmaculada es el vértice de la obra redentora y santificadora de las misiones del Hijo y del Espíritu Santo: "María, la Santísima Madre de Dios, la siempre Virgen, es la obra maestra [il capolavoro] de la misión del Hijo y del Espíritu Santo en la plenitud de los tiempos" (CEC, 721).

Según esta relevante aserción del Catecismo, María es el icono más perfecto y más acabado de la obra salvífica y santificadora de Cristo y del Espíritu.

En la Inmaculada se realiza de la manera más perfecta el fin último de toda la economía divina: la entrada de las criaturas en la unidad de la Bienaventurada Trinidad (CEC, 260). Y, por consiguiente, en ella se cumple plenamente la finalidad de la creación: la manifestación y la comunicación de la bondad de Dios (cf CEC, 294) .

El resultado del "admirable intercambio" que celebra con gozo la Liturgia de Navidad se anticipa, en la aurora de la plenitud de los tiempos, en la Virgen Inmaculada. Ella, desde el primer instante de su concepción, "compartió la vida divina de aquel que [hoy, en su Nacimiento] se dignó compartir con el hombre la condición humana" (Colecta del día de Navidad).

Esta profunda verdad de fe se expresa plásticamente en el arte; por ejemplo, en los frescos de la Capilla Sixtina. La Capilla está dedicada a la Virgen - a la Asunción - aunque toda la temática de las pinturas de la Sixtina está relacionada con la disputa teológica sostenida entre los franciscanos - Sixto IV, que manda decorar la capilla, era franciscano - y los dominicos - los "Magistri Sacri Palatii" - sobre la Inmaculada.

El concepto de "Inmaculada" viene del Cantar de los Cantares, que habla de la Esposa Inmaculada: "Toda hermosa eres, amada mía, no hay tacha en ti" (Ct 4, 7). Sólo una figura femenina puede ser imagen para una colectividad: la comunidad es la Esposa y Yahvé el Esposo. María reasume como figura singular todo el Pueblo de Dios: Ella es la Inmaculada Concepción. Es concebida en la mente de Dios que prevé una Esposa pura. Desde el momento de la concepción, María está limpia de pecado para poder ser Madre de Dios. Duns Escoto aplicó, en este sentido, Proverbios 8, 22 a la Inmaculada: "Yahvé me creó, primicia de su camino, antes que sus obras más antiguas".

Francesco della Rovere quiso introducir la fiesta de la Inmaculada Concepción, pero no pudo hacerlo por la oposición de los dominicos. Introdujo, no obstante, la fiesta de la Concepción el 8 de Diciembre. Francesco della Rovere – Papa Sixto IV -, que escribió en 1458 un sermón sobre la Inmaculada, pensaba que María debía ser inmaculada, porque si no Eva tendría una ventaja sobre ella, pues fue creada sin pecado. Y, de hecho, la escena de la creación de Eva está en el centro de la bóveda de la Sixtina.

La Inmaculada Concepción se refiere a la concepción de María en el seno de Ana. Originariamente ha significado la concepción de María como modelo de la Iglesia, la Esposa pura en la mente de Dios del Cantar de los Cantares.

La Inmaculada Concepción significa que lo que es la creatura no es cambiado por la misma creatura; que no se opone a lo que es de Dios, a lo que viene de Dios (esta oposición a lo que viene de Dios es el aspecto negativo de la contracepción).

En la Inmaculada el proyecto de Dios no es obstaculizado. Esta concepción tiene un nivel biológico y espiritual. Para los dominicos nadie estaba exento del pecado original que, según una escuela, se transmitía por generación. Duns Escoto piensa más en el individuo que en la esencia genérica. Hay un individuo que es, desde la concepción, lo que Dios quiere, sin poner ningún obstáculo a su proyecto: éste ser individual es la Inmaculada Concepción.

3. La preparación esperanzada a la venida del Salvador

En María, la Virgen Inmaculada, se realiza el Misterio de la Navidad, de la Encarnación del Verbo. Por eso, mientras nos disponemos celebrar su venida, debemos aprender de ella a prepararla con esperanza.

La liturgia del Adviento subraya una serie de rasgos de esta "preparación esperanzada". Fijándonos en las oraciones propias de cada día, podríamos destacar - entre otros - los siguientes: el deseo, la alerta o la vigilancia, el ánimo, la alegría, la fe, la humildad de corazón y la actitud de súplica.

a) La primera actitud que caracteriza la preparación esperanzada para la venida del Salvador es el deseo: "Dios todopoderoso, aviva en tus fieles, al comenzar el Adviento, el deseo de salir al encuentro de Cristo, que viene", reza la oración del primer domingo de Adviento.

El deseo es un "movimiento enérgico de la voluntad hacia el conocimiento, posesión o disfrute de una cosa" (según el Diccionario de la Real Academia Española). Avivar el deseo de salir al encuentro de Cristo supone anhelar vivamente (viernes III) la venida del Señor; aspirar con vehemencia a conocerlo, y a encontrarnos con Él: "colma en tus siervos los deseos de llegar a conocer en plenitud el misterio admirable de la encarnación de tu Hijo".

San Agustín, en un texto que recoge el Oficio de Lecturas del viernes de la III semana de Adviento, relaciona el deseo y la oración. El deseo, nos dice, es una oración interior y continua:

"Tu deseo es tu oración: si el deseo es continuo, continua es también tu oración." Es una oración interior y continua... "Si no quieres dejar de orar, no interrumpas el deseo". "La frialdad en el amor es el silencio del corazón; el fervor del amor es el clamor del corazón".

b) Junto al deseo, la Liturgia de este tiempo nos exhorta a mantener una actitud de alerta, de vela, de vigilante espera: concédenos, Señor, "permanecer alerta a la venida de tu Hijo, para que cuando llegue y llame a la puerta nos encuentre velando en oración y cantando su alabanza" (Lunes I). El Adviento es tiempo de preparación para la venida del Señor "en la humildad de nuestra carne", pero, igualmente, es tiempo de vigilancia para aguardar su segunda venida "en la majestad de su gloria" (cf Prefacio I de Adviento).

c) El ánimo debe caracterizar la salida al encuentro de Cristo: "cuando salimos animosos al encuentro de tu Hijo" (domingo II). El ánimo es el valor, el esfuerzo y la energía, que se contrapone al acobardamiento. El que tiene ánimo no desfallece en la espera: "no permitas que desfallezcamos en nuestra debilidad los que esperamos..." (miércoles II).

d) La alegría es, igualmente, característica del Adviento. Hemos de "esperar con alegría" (martes II), siguiendo el consejo-mandato de San Pablo a los Filipenses: "Alegraos siempre en el Señor; os lo repito, alegraos. Que vuestra comprensión sea patente a todos los hombres. El Señor está cerca" (Flp, 4, 4-5).

El motivo de la alegría es la venida del Salvador ("Haznos encontrar la alegría en la venida" - cf Jueves III - ). Así como nos alegramos con el nacimiento de Jesús, pedimos a Dios que podamos alegrarnos con su segunda venida (21 Diciembre).

e) Esta alegría brota de la fe, porque se apoya en la fidelidad de Dios a su palabra. El Pueblo de Dios "espera con fe" el Nacimiento del Mesías (domingo III) y se prepara a "proclamar con fe íntegra" y a celebrar "con piedad sincera" el misterio de la Navidad ("proclamemos con fe íntegra y celebremos con piedad sincera", 19 Diciembre).

f) La actitud de fe exige como condición la humildad de corazón, a ejemplo de María (20 dic).

g) La súplica. El tiempo de Adviento es tiempo de súplica, de petición. Al sabernos pobres y necesitados, imploramos a Dios que "acoja favorablemente nuestras súplicas..." (martes I). Suplicamos para que Dios Padre "prepare nuestros corazones con la fuerza de su Espíritu" (miércoles I); para que los despierte y los mueva "a preparar los caminos de su Hijo" (jueves II); para que nos "socorra con su fuerza" (jueves I) de modo "que su brazo liberador nos salve de los peligros" (viernes I).

Es preciso rogar a Dios que nos conceda la libertad verdadera (sábado I); la renovación de nuestra alma, para que la venida de Cristo "ahuyente las tinieblas del pecado y nos manifieste como hijos de la luz" (sábado II). Sólo Dios puede "iluminar las tinieblas de nuestro espíritu" (lunes III) y "limpiarnos de las huellas de nuestra antigua vida de pecado" (martes III), y así "reconfortarnos en esta vida y obtenernos la recompensa eterna" (miércoles III).

Pedimos a Dios que el "admirable intercambio" de la Navidad sea una realidad en nosotros: "que lleguemos a la gloria de la resurrección" (domingo IV); "que se digne hacernos partícipe de su condición divina" (17 D); que nos conceda "ser liberados" (18 D) y "participar de los bienes de la redención" (22 D); que "nos haga partícipes de la abundancia de su misericordia"( 23 D); que "consuele y fortalezca a los que esperan todo de su amor" (24 D).

4. El feliz comienzo de la Iglesia

La Virgen Inmaculada, modelo de la espera del Salvador, es el "feliz exordio de la Iglesia". Ella es, verdaderamente, la Esposa Santa e Inmaculada, la imagen y primicia de la Iglesia - Esposa del Cordero - que responde con el don del amor al don del esposo (Mulieris Dignitatem, 27).

María es el comienzo de la Iglesia, porque en Ella se realiza el "misterio" de la Iglesia: la unión de los hombres con Dios. La Virgen Inmaculada "nos precede a todos en la santidad que es el Misterio de la Iglesia como la «Esposa sin tacha ni arruga» (Ef 5, 27)".

Por eso, "la dimensión mariana de la Iglesia - afirma el Catecismo de la Iglesia Católica en la estela Juan Pablo II y, últimamente, de von Balthasar - precede a su dimensión petrina" (Cf CEC, 773). Es decir, el ministerio apostólico - de Pedro y de los otros apóstoles - , la estructura de la Iglesia, se orienta y se finaliza en la formación de la Iglesia "en aquel ideal de santidad, que ya está presente y prefigurado en María" (cf MD, 27). En Ella, en María, la Iglesia es ya la toda santa (cf CEC, 829).

La Iglesia mira a María para contemplar en Ella lo que la Iglesia es en su Misterio, en su peregrinación de la fe, y lo que será en la patria definitiva al término de su camino, donde la aguarda, en la gloria de la Santísima e indivisible Trinidad, en la comunión de todos los santos, aquella a quien la Iglesia venera como Madre de su Señor y como su propia Madre (cf CEC, 972).

A Ella, a la Santa Madre del Redentor, a la Virgen Inmaculada, dirigimos, con toda la Iglesia, nuestros ojos en esta espera gozosa del Adviento:

"Alma, Redemptóris Mater, quae pérvia caeli
porta manes, et stella maris, succúrre cadénti,
súrgere qui curat, pópulo: tu quae genuísti,
natúra miránte, tuum sanctum Genitórem,
Virgo prius ac postérius, Gabriélis ab ore
sumens illud Ave, peccatórum miserére."

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 7 DE DICIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
7 de Diciembre




Has oído las palabras de Jesús, que te llamaba en tus oídos; en los oídos de tu alma has escuchado aquel "sígueme", que escucharon los apóstoles, el mismo "sígueme" que movió a Pedro y a Santiago y a Juan a dejar las redes y a su padre y seguir a Jesús; el mismo "sígueme" que de los hombres seguidores de Jesucristo sacó apóstoles de su Reino.


Deja todo y deja a todos por Dios, por seguir el llamado de Dios, por seguir tu vocación; mira que el amor no reconoce dilaciones ni tardanzas, y el seguimiento de Jesucristo es cuestión de amor y el amor salta todas las barreras y echa por tierra todos los impedimentos.


P. Alfonso Milagro

ORACIONES PARA EL PRIMER VIERNES DE DICIEMBRE, SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


PRIMER VIERNES DEL MES DE DICIEMBRE
DEDICADO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS




Breve Consideración.- Jesús a su Apóstol Santa Margarita María de Alacoque: 

"Es preciso que me sirva de dócil instrumento para atraer las almas al amor de mi Divino Corazón.

Este ama en tanto grado a los hombres, que no pudiendo contener por más tiempo  los incendios de su caridad, ha querido comunicarlo por tu medio.... Te he elegido como un abismo de indignidad y de flaqueza, pero, si eres fiel, serás el poder de mi Corazón y de todos sus tesoros en el tiempo y en la eternidad, otorgándote su libre uso, según tus deseos, y asegurándote que sólo entonces te faltará mi asistencia cuando falte poder a mi Sagrado Corazón".



ORACIÓN A NUESTRO SEÑOR, 
EN CALIDAD DE REY, EN EL SANTÍSIMO SACRAMENTO

Yo te adoro, ¡Oh Jesús, Rey poderoso!, en este trono de amor y de misericordia. Recíbeme por vasallo tuyo y perdona mis rebeldías en contra del soberano dominio que tienes sobre mi alma. ¡Ah Rey benigno!..., acuérdate de que no podrías ser misericordioso si carecieses de súbditos indigentes. Alarga, te lo ruego, tu mano liberal y remedia mi extrema necesidad con el precioso tesoro de tu amor, que al fino no es otra cosa sino Tú mismo; despójame  de mi amor propio y de todos estos vanos respetos humanos que me tienen como asido y condenado. Ven. ¡Rey Mío!, a romper mis ataduras y a librarme de esta mala servidumbre y a establecer tu imperio en mi corazón. Quiero reinar en el tuyo por una ardiente caridad con mi prójimo, por una humildad sincera, por un celo y un fervor a toda prueba. Así no habrá cosa que me turbe, para que mi Rey halle en mi un imperio de paz, en una perfecta conversión. Abomino el pecado con tanto horror, que escogería mil muertes antes que volver a pecar. ¡Ah!, y si quiere condenarme a las llamas, sean las de tu amor las que me consuman eternamente. Arrójame en esa ardiente hoguera, en castigo de mis culpas de malicia o de flaqueza. ¡Viva yo para siempre en tu Sagrado Corazón!

(De Santa Margarita María de Alacoque)


PROMESA QUE SE CUMPLE  
EN EL MES DE DICIEMBRE:

Duodécima Promesa:
Te prometo, en el exceso de misericordia de mi Corazón, que su amor omnipotente concederá la gracia de la penitencia final a los que comulgaren nueve primeros viernes seguidos; que no morirán en mi desgracia, ni sin recibir los Sacramentos, y en su última hora encontrarán asilo seguro en mi Divino Corazón.


Agradezcamos al Sagrado Corazón esta Gran Promesa y roguémosle la cumpla en nosotros todos, recitando las Letanías del Sagrado Corazón de Jesús.


LETANÍAS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS:

V: Señor, ten piedad de nosotros.
R: Señor, ten piedad de nosotros.
V: Cristo, ten piedad de nosotros.
R: Cristo, ten piedad de nosotros.
V: Señor, ten piedad de nosotros.
R: Señor, ten piedad de nosotros.
V: Cristo, óyenos.
R: Cristo, óyenos.
V: Cristo, escúchanos.
R: Cristo, escúchanos.
V: Dios, Padre celestial,
R: ten piedad de nosotros.
V: Dios Hijo, Redentor del mundo,
R: ten piedad de nosotros.
V: Dios Espíritu Santo,
R: ten piedad de nosotros.
V: Trinidad Santa, un solo Dios,
R: ten piedad de nosotros.

V: Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre.
R: Ten piedad de nosotros.
V: Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el
seno de la Virgen María, R/.
Corazón de Jesús, unido substancialmente al
Verbo de Dios, R/.
Corazón de Jesús, de majestad infinita, R/.
Corazón de Jesús, templo santo de Dios, R/.
Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo, R/.
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo, R/.
Corazón de Jesús, lleno de bondad y amor, R/.
Corazón de Jesús, hoguera ardiente de caridad, R/.
Corazón de Jesús, asilo de justicia y de amor, R/.
Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor, R/.
Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes, R/.
Corazón de Jesús, digno de toda alabanza, R/.
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones, R/.
Corazón de Jesús, en quien están todos los tesoros
de la sabiduría y la ciencia, R/.
Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud
de la divinidad, R/.
Corazón de Jesús, en quién el Padre halló sus
complacencias, R/.
Corazón de Jesús, en cuya plenitud todos hemos recibido, R/.
Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados, R/.
Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia, R/.
Corazón de Jesús, rico para todos los que te invocan, R/.
Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad, R/.
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados, R/.
Corazón de Jesús, despedazado por nuestros delitos, R/.
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte, R/.
Corazón de Jesús, traspasado por una lanza, R/.
Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra, R/.
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra, R/.
Corazón de Jesús, víctima de los pecadores, R/.
Corazón de Jesús, salvación de los que en Ti esperan, R/.
Corazón de Jesús, esperanza de los que en Ti mueren
y esperan, R/.
Corazón de Jesús, delicia de todos los santos, R/.

V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R: perdónanos, Señor.
V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R: óyenos, Señor.
V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R: ten piedad y misericordia de nosotros.
V: Jesús, manso y humilde de corazón,
R: haz nuestro corazón semejante al Tuyo.
V: Sagrado Corazón de Jesús,
R: en Vos confío.
V: Sagrado Corazón de María,
R: salvad el alma mía.
V: Jesús y María os quiero con toda mi alma,
R: salvad almas y salvad el alma mía.


UNA PALABRA SE SANTA MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE A SUS HERMANOS ASOCIADOS:


"¿Con que pagaremos al Señor los beneficios incalculables de su inagotable largueza? Nos ha hecho comer en el lugar de honor de su mesa y nos ha servido las viandas que reserva a sus Santos... ¡Ah!, secundemos, pues, en espíritu de reparación y en  reconocimiento de tantas mercedes recibidas, los designios de Jesús en la devoción a su Sagrado Corazón, y conforme a nuestra vocación santifiquémonos en ese amor y démosle por él infinita gloria.


Un Padrenuestro y Avemaría por los agonizantes y pecadores.


ACTO DE CONSAGRACIÓN 
DE SOR MARÍA DEL DIVINO CORAZÓN


Amabilísimo Jesús, yo me consagro de nuevo y sin reserva a tu Divino Corazón. Te consagro mi cuerpo con todos sus sentidos, mi alma con todas sus potencias y mi ser todo entero. Te consagro mis pensamientos, palabras, obras, todos mis sufrimientos y trabajos, todas mis esperanzas, consuelos y alegrías. Especialmente te consagro mi pobre corazón para que no ame sino a Ti y se consuma como víctima en las llamas de tu amor. Acepta, !oh Corazón divino!, el deseo que tengo de consolarte y de pertenecerte para simpre. Toma de tal manera posesión de mí, que yo no tenga otra libertad que la de amarte, ni otra vida que sufrir y morir por Ti. Pongo en Ti toda mi confianza, una confianza sin límites, y espero de tu misericordia infinita perdón de todos mis pecados. Deposito en tus manos todos mis intereses, principalmente el de mi salvación eterna.

Prometo amarte y honrarte hasta el último momento de mi vida, y ayudado de tu divina gracia, prometo propagar con celo ardiente el culto de tu Sacratísimo Corazón. !Oh divino Corazón de Jesús!, dispón de mí como te agrade, no quiero más recompensa que tu mayor gloria y tu santo amor. Concédeme la gracia de hacer mi morada en tu Sacratísimo Corazón; allí es donde quiero pasar los días de mi vida y exhalar mi último suspiro.

Haz también de mi  corazón tu morada y el lugar de tu reposo, para quedarnos así íntimamente unidos, hasta que un día pueda yo alabarte, amarte y poseerte por toda la eternidad y cantar para siempre las misericordias de tu dulcísimo Corazón. Amén


Corazón Divino de Jesús, ten misericordia de nosotros 

(Tres veces)

Corazón Inmaculado de María, ruega por nosotros.
San José, Ruega por nosotros.
Santa Margarita María de Alacoque, ruega por nosotros.
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