lunes, 19 de noviembre de 2018

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 19 NOVIEMBRE 2019


Lecturas de hoy Lunes de la 33ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, lunes, 19 de noviembre de 2018


Primera lectura
Comienzo del libro del Apocalipsis (1,1-4;2,1-5a):

Revelación de Jesucristo, que Dios le encargó mostrar a sus siervos acerca de lo que tiene que suceder pronto. La dio a conocer enviando su ángel a su siervo Juan, el cual fue testigo de la palabra de Dios y del testimonio de Jesucristo de todo cuanto vio. Bienaventurado el que lee, y los que escuchan las palabras de esta profecía, y guardan lo que en ella está escrito, porque el tiempo está cerca.
Juan a las siete iglesias de Asia:
«Gracia y paz a vosotros
de parte del que es, el que era y ha de venir;
de parte de los siete Espíritus que están ante su Trono».
Escuché al Señor que me decía:
Escribe al ángel de la Iglesia en Éfeso:
«Esto dice el que tiene las siete estrellas en su derecha, el que camina en medio de los siete candelabros de oro. Conozco tus obras, tu fatiga, tu perseverancia, que no puedes soportar a los malvados, y que has puesto a prueba a los que se llaman apóstoles, pero no lo son, y has descubierto que son mentirosos. Tienes perseverancia y has sufrido por mi nombre y no has desfallecido. Pero tengo contra ti que has abandonado tu amor primero. Acuérdate, pues, de dónde has caído, conviértete y haz las obras primeras».

Palabra de Dios


Salmo
Sal 1,1-2.3.4.6

R/. Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida.

V/. Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. R/.

V/. Será como un árbol,
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin. R/.

V/. No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (18,35-43):

Cuando se acercaba Jesús a Jericó, había un ciego sentado al borde del camino pidiendo limosna. Al oír que pasaba gente, preguntaba qué era aquello; y le informaron:
«Pasa Jesús el Nazareno».
Entonces empezó a gritar:
«¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!».
Los que iban delante lo regañaban para que se callara, pero él gritaba más fuerte:
«Hijo de David, ten compasión de mí!».
Jesús se paró y mandó que se lo trajeran.
Cuando estuvo cerca, le preguntó:
«¿Qué quieres que haga por ti?».
Él dijo:
«Señor, que recobre la vista».
Jesús le dijo:
«Recobra la vista, tu fe te ha salvado».
Y enseguida recobró la vista y lo seguía, glorificando a Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alabó a Dios.

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy lunes, 19 de noviembre de 2018
 CR


Dame, Señor, tu mirada

Qué molestos nos resultan los mendigos. Les solemos negar la mirada y en muchas ocasiones hasta cambiamos de cera, si nos es posible. Suscitan en nosotros desconfianza y cierto rechazo.

Nuestra mirada se ha especializado en detenerse en determinadas cosas y desechar otras. Hemos domesticado hasta nuestra forma de percibir. Hemos rutinizado nuestra forma de ver las personas y el mundo que nos rodea.

Cuando algo rompe el cliché que nos hemos fabricado, nos desorienta y tendemos a negarle nuestra atención.

Se necesita cierta dosis de osadía e ingenuidad, de búsqueda de lo nuevo para tener una actitud de permanente apertura a lo que la vida y las personas nos ofrecen diariamente.

Pareciera que hemos puesto a nuestro corazón anestesia, no sea que nos duela o inquiete la realidad o las personas que hemos situado al margen de nuestra vida.

Creo que Jesús y su Evangelio quieren, entre otras cosas, provocar esta actitud de estar atentos a los pequeños signos, huellas, mensajes que la realidad y las personas nos transmiten diariamente.

Sin embargo, ¿no es cierto que hasta la lectura del Evangelio, en ocasiones adquiere tonos de algo sabido, acostumbrado?

Leer el Evangelio desde una perspectiva abierta a la realidad, dejando que se cuele en los entresijos de nuestra vida nos cuesta.

A Jesús sin embargo, lo solemos ver constantemente dejándose interpelar por las personas y los acontecimientos de cada día. Acogiendo con los cinco sentidos cuánto se cruza en su vida y releyéndolo desde su experiencia de Dios.

Se interesa por las historias, los nombres, las vidas de la gente, aunque como en este caso sea un mendigo. Rompe los clichés de su época y se acerca sin ningún rubor a los demás para hacerse su prójimo. Para tratarlo como sabe que a Dios le gustaría que lo tratara: como un ser humano, ni más ni menos. Una persona débil y necesitada pero un hijo de Dios al fin y al cabo.

Jesús, en verdad era un hombre-Dios apasionado por la vida, nadie le era indiferente, nada humano le era indiferente.

Es posible que en nuestro corazón alguna vez también brilló esa pasión honda por Jesús, por el Evangelio, por los demás y tal vez aún ahora siga existiendo ¿o no?

.Dejemos que Jesús se interese por nuestras necesidades y pidámosle que siga vivificando nuestro amor primero. Que transforme nuestra forma de mirar. Que hoy nuestro corazón rece como un susurro: “Dame, Señor; tu mirada”.

BUENOS DÍAS




domingo, 18 de noviembre de 2018

IMÁGENES DEL CALENDARIO DE ADVIENTO 2018







EL PAPA FRANCISCO ALMUERZA CON 1,500 POBRES EN EL VATICANO


El Papa Francisco almuerza con 1.500 pobres en el Vaticano
Redacción ACI Prensa
 Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa




Luego del rezo del Ángelus este 18 de noviembre, el Papa Francisco se dirigió al Aula Pablo VI en el Vaticano donde almorzó con 1.500 pobres en el marco de la Jornada Mundial de los Pobres que se celebra hoy.

El Santo Padre llegó al Aula Pablo VI a las 12:20 p.m. (hora local) y tomó su lugar en la mesa principal desde donde dirigió algunas palabras a los presentes.

“Agradecemos a los que han traído el almuerzo, a quienes lo servirán. Agradecemos a todos los que estamos aquí. Que Dios bendiga a cada uno de nosotros, nuestros corazones, nuestras intenciones y nos ayude a seguir adelante. ¡Buen almuerzo!”.


El almuerzo fue servido por un chef del hotel Hilton de Roma y por unos 70 voluntarios que laboran en las parroquias de la Ciudad Eterna.

En el menú se sirvió lasaña, un plato de pollo con puré de papas y como postre el tradicional tiramisú. Animaron el almuerzo los jóvenes de la banda del Santuario de Pompeya.

Al final del almuerzo el Pastificio Rummo entregó a los presentes y a las asociaciones más de 1.500 bolsas conteniendo cada una un kilo de pasta.

En sus palabras posteriores al rezo del Ángelus, el Santo Padre dijo que, como este almuerzo, “muchas iniciativas de oración y de compartir se promueven hoy en las diócesis de todo el mundo, para expresar la cercanía de la comunidad cristiana a cuantos viven en condiciones de pobreza”.

La Jornada Mundial de los Pobres, resaltó, “quiere ser un signo de esperanza y un estímulo para convertirnos en instrumentos de misericordia en el tejido social”.

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 18 NOVIEMBRE 2018


Lecturas de hoy Domingo 33º del Tiempo Ordinario - Ciclo B
 Hoy, domingo, 18 de noviembre de 2018



Primera lectura
Lectura de la profecía de Daniel (12,1-3):

Por aquel tiempo se levantará Miguel, el arcángel que se ocupa de tu pueblo: serán tiempos difíciles, como no los ha habido desde que hubo naciones hasta ahora. Entonces se salvará tu pueblo: todos los inscritos en el libro. Muchos de los que duermen en el polvo despertarán: unos para vida eterna, otros para ignominia perpetua. Los sabios brillarán como el fulgor del firmamento, y los que enseñaron a muchos la justicia, como las estrellas, por toda la eternidad.

Palabra de Dios

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Salmo
Sal 15,5.8.9-10.11

R/. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti

El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré. R/.

Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa serena.
Porque no me entregarás a la muerte,
ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. R/.

Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha. R/.

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Segunda lectura
Lectura de la carta a los Hebreos (10,11-14.18):

Cualquier otro sacerdote ejerce su ministerio, diariamente ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, porque de ningún modo pueden borrar los pecados. Pero Cristo ofreció por los pecados, para siempre jamás, un solo sacrificio; está sentado a la derecha de Dios y espera el tiempo que falta hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus pies. Con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a lo que van siendo consagrados. Donde hay perdón, no hay ofrenda por los pecados.

Palabra de Dios

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Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (13,24-32):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «En aquellos días, después de esa gran angustia, el sol se hará tinieblas, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los astros se tambalearán. Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran poder y majestad; enviará a los ángeles para reunir a sus elegidos de los cuatro vientos, de horizonte a horizonte. Aprended de esta parábola de la higuera: Cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las yemas, deducís que el verano está cerca; pues cuando veáis vosotros suceder esto, sabed que él está cerca, a la puerta. Os aseguro que no pasará esta generación antes que todo se cumpla. El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán, aunque el día y la hora nadie lo sabe, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, sólo el Padre.»

Palabra del Señor

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Comentario al Evangelio de hoy domingo, 
18 de noviembre de 2018
 Fernando Torres cmf


Entre el temor y la esperanza

      Estamos casi al final del año litúrgico y el Evangelio de hoy nos trae unas palabras un tanto extrañas de Jesús a sus discípulos. Jesús anuncia, parece ser, unos acontecimientos terribles. Si lo que dice Jesús se cumpliera, tendríamos que decir que es el fin de este mundo que conocemos y en el que vivimos. Y con el fin del mundo vendría el final también de esta vida nuestra. No se puede interpretar de otra forma la afirmación de que el sol no dará más luz y de que las estrellas caerán del cielo sobre la tierra. Es el anuncio del desastre final. Más de una película se ha hecho en los últimos años describiendo ese final horrible del mundo y de la vida que contiene. 

      Pero no conviene leer sólo el Evangelio. El Evangelio hay que leerlo siempre en conexión con las otras lecturas que la Iglesia ofrece a nuestra reflexión cada domingo. Así en la primera lectura, tomada del libro del profeta Daniel, se anuncian también “tiempos difíciles”. Pero a renglón seguido se dice que van a ser tiempos de salvación para el pueblo. Ese desastre final no va a ser desastre para todos. Unos, los inscritos en el libro, se salvarán para la vida eterna. Otros para el castigo eterno. Aquí ya parece que ese final terrible no es igual de terrible para todos. Es más, para el pueblo en cuanto tal va a suponer la salvación definitiva.

      La segunda lectura ofrece la clave para interpretar lo leído. La carta a los hebreos hace una comparación entre los sacrificios de los sacerdotes de otras religiones y el ofrecido por Cristo, es decir, su propia vida. Dice que los sacerdotes de esas religiones tienen que ofrecer muchos sacrificios porque, como no pueden alcanzar el perdón de los pecados, continuamente se ven obligados a tratar de aplacar a Dios por las ofensas causadas por los pecados de los hombres. Pero Cristo, el sumo sacerdote de la nueva alianza, ofreció un único sacrificio, su vida, por nuestra salvación. Con él nos consiguió el perdón de los pecados. Termina la lectura afirmando que “donde hay perdón, no hay ofrenda por los pecados”. Atención a esa frase. Deja claro que en la nueva alianza que Jesús ha sellado con su sangre, se nos ha otorgado el perdón. Hemos vuelto a ser acogidos como hijos por Dios Padre. Lo que nunca habíamos dejado de ser. Aquel Dios vengador y justiciero de que hablaba el Antiguo Testamento no es real. Cuando nos ha mostrado su rostro en Jesús, hemos visto que es el de un padre que perdona y acoge. 

      Este mundo pasa. Nuestra vida tiene un final. Eso es así y no lo vamos a cambiar. El fin del mundo y el fin de mi vida llegarán algún día. Probablemente antes lo segundo que lo primero. Lo importante es saber que acogidos al perdón de Dios que se nos ofrece en Cristo, podemos acceder a la nueva vida, estamos salvados. Esa es nuestra fe. No hay, pues razón para temer. 



Para la reflexión

      ¿Me atemoriza pensar en mi propia muerte? ¿Estoy comportándome de una manera digna de quien ha sido perdonado, salvado y acogido por Dios como hijo suyo? ¿Qué tendría que cambiar en mi vida diaria para vivir como hijo de Dios? ¿Comunico a los demás esperanza con mi vida? 

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 18 DE NOVIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
18 de Noviembre



El primer sembrador es Jesús; vino a nosotros para sembrar en nuestros corazones la semilla de la Palabra del Padre.

Pero también nosotros tenemos que ser sembradores, encargados de ir llevando esa semilla evangélica por todo lo ancho del mundo.  Sembradores de la palabra de Dios, roturadores del campo de los espíritus a fin de capacitarlos para que reciban la Palabra.  Distribuidores generosos de la semilla, no guardándola en nuestras personales alforjas, sino lanzándola al viento del espíritu, que podrá llevarla a regiones insospechadas.


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS 16 Y 17 DE NOVIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
16 de Noviembre




Jesús nos ha dado a conocer al Padre, nos ha dicho cómo es de bueno nuestro Padre celestial, cómo ama a sus hijos y se preocupa por ellos, cómo los santifica por su Espíritu y los eleva por su gracia. Y nosotros hemos sido los felices afortunados que hemos recibido ese conocimiento, esa revelación. Gracias, Señor, por tu bondad, pero no me hace temblar la responsabilidad que esa predilección comparta.


P. Alfonso Milagro

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LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
17 de Noviembre



Los judíos pedían a Jesús "una señal"... como si les hubiera dado pocas... como si las que les había dado no hubieran sido suficientemente convincentes.

También el hombre de hoy se siente insatisfecho con lo que se le da y pide más y pide otra cosa. Y eso puede ser porque está totalmente desenfocado en lo que pretende, pero también puede ser porque lo que hasta el presente se le ha dado, hoy no le resulta ya convincente, porque no responde a la problemática del mundo y del hombre de hoy.

No se pedirán milagros raros y llamativos, pero si que se pedirá el milagro de la vida testimonial, de una fe comprometida con el hombre y con el mundo.

En efecto, a los antiguos judíos Jesús nos les quiso dar otra prueba que su propia resurrección.

Tampoco al mundo de hoy Jesús le quiere dar otra prueba, sino la prueba de que él resucitó y que, en consecuencia, ahora está viviente y vivificante en cada uno de sus cristianos. De ahí que sea el mismo Jesús el que inste de continuo a sus cristianos a que den al mundo no creyente la prueba de que él ha resucitado y de que vive en ellos y por ellos.



P. Alfonso Milagro

FELIZ DOMINGO




jueves, 15 de noviembre de 2018

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 15 NOVIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
15 de Noviembre



Los más sublimes misterios del reino mesiánico son revelados a los sencillos y humildes, a los "pequeños", es decir: a los que se tienen por pequeños, pero que en realidad son los únicos grandes en la presencia de Dios.

En cambio, lo más recóndito del amor de Dios queda oculto para los soberbios, para los que a sí mismos se tiene por grandes y poderosos.

Es que la sabiduría mundana no basta para conocer los misterios y secretos de Dios. Si yo quiero penetrar en el Corazón divino de Jesús deberé dejarme llevar por el amor, por la acción del Espíritu Santo, no pretender tanto "hacer yo", cuanto "dejarme hacer" por el Espíritu.


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 14 NOVIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
14 de Noviembre



El que pisa fuerte en la vida deja huellas y las huellas se ven. Si detrás de ti vas dejando presencia de Dios, amor a Cristo, calor del Espíritu Santo; si dejas tibieza de simpatía y no frío de indiferencia; si vas sembrando semillas de bondad y comprensión; si todos los que te miran ven en ti a Cristo y todos los que se te acercan huelen la presencia de Cristo a ti; si de tus labios se desprenden de continuo palabras de amor a Cristo y a los hermanos; si es Cristo el tema preferido de tus conversaciones... quédate tranquilo; tus huellas son visibles y profundas; difícilmente se borrarán, porque vas pisando muy fuerte en tu vida.


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 13 NOVIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
13 noviembre



El cristiano, para poder vivir pisando fuerte en la vida, debe vivir con su comunidad, ya que es el lugar en el que Dios lo ha puesto y es la manifestación que el Espíritu de Dios le ha inspirado.

No nos separemos, pues, de la comunidad, porque eso sería separarse de Cristo, quien ha prometido que donde algunos se reúnan en su nombre, allí estará él con ellos.

Es decir que el Señor promete la eficacia de la oración, especialmente cuando ésta es comunitaria; porque en esa oración es seguro que está el Señor.


P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 15 NOVIEMBRE 2018


Lecturas de hoy Jueves de la 32ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, jueves, 15 de noviembre de 2018



Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a Filemón (7-20):

Me alegró y animó mucho tu caridad, hermano, porque tú has aliviado los sufrimientos de los santos. Por eso, aunque tengo plena libertad en Cristo para mandarte lo que conviene hacer, prefiero rogártelo apelando a tu caridad, yo, Pablo, anciano y prisionero por Cristo Jesús. Te recomiendo a Onésimo, mi hijo, a quien he engendrado en la prisión, que antes era tan inútil para ti, y ahora, en cambio, es tan útil para ti y para mí; te lo envío como algo de mis entrañas. Me hubiera gustado retenerlo junto a mí, para que me sirviera en tu lugar, en esta prisión que sufro por el Evangelio; pero no he querido retenerlo sin contar contigo; así me harás este favor, no a la fuerza, sino con libertad. Quizá se apartó de ti para que lo recobres ahora para siempre; y no como esclavo, sino mucho mejor: como hermano querido. Si yo lo quiero tanto, cuánto más lo has de querer tú, como hombre y como cristiano. Si me consideras compañero tuyo, recíbelo a él como a mí mismo. Si en algo te ha perjudicado y te debe algo, ponlo en mi cuenta; yo, Pablo, te firmo el pagaré de mi puño y letra, para no hablar de que tú me debes tu propia persona. Por Dios, hermano, a ver si me das esta satisfacción en el Señor; alivia mi ansiedad, por amor a Cristo.

Palabra de Dios

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Salmo
Sal 145,7.8-9a.9bc-10

R/. Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob

Que mantiene su fidelidad perpetuamente,
que hace justicia a los oprimidos,
que da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos. R/.

El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos.
El Señor guarda a los peregrinos. R/.

Sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad. R/.

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Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (17,20-25):

En aquel tiempo, a unos fariseos que le preguntaban cuándo iba a llegar el reino de Dios Jesús les contestó: «El reino de Dios no vendrá espectacularmente, ni anunciarán que está aquí o está allí; porque mirad, el reino de Dios está dentro de vosotros.»
Dijo a sus discípulos: «Llegará un tiempo en que desearéis vivir un día con el Hijo del hombre, y no podréis. Si os dicen que está aquí o está allí no os vayáis detrás. Como el fulgor del relámpago brilla de un horizonte a otro, así será el Hijo del hombre en su día. Pero antes tiene que padecer mucho y ser reprobado por esta generación.»

Palabra del Señor

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Comentario al Evangelio de hoy jueves, 15 de noviembre de 2018
Severiano Blanco, cmf

Queridos hermanos:

Hay relatos que valen más que grandes razonamientos. Hoy vamos a centrar nuestra atención en la primera lectura, la carta de Pablo a Filemón, que no es menos Palabra de Dios que el evangelio, y se merece la misma atención. Comencemos por analizar la historia- trasfondo de este escrito, uno de los más breves de la Biblia. 

Filemón es un cristiano, probablemente vecino de Colosas (Asia Menor), que fue evangelizado por Pablo; debe de ser de nivel acomodado: posee una espaciosa mansión en la que puede reunirse la comunidad cristiana local; su mujer se llama Apia, y su hijo Arquipo. Uno de sus esclavo, de nombre Onésimo, se ha fugado; y probablemente antes de marchar robó a su amo y le estropeó la herramienta, como solía ser la venganza que se tomaba todo esclavo al huir. Naturalmente, no tiene medios de subsistencia y se ve obligado a vivir de la delincuencia, seguramente en Éfeso, pues la gran ciudad ofrece más posibilidades. Por delincuente va a parar a la cárcel, donde cabalmente se encuentra con el evangelizador de su amo, el misionero Pablo, también recluso. Pablo no desperdicia oportunidad: entra en conversación con Onésimo, le evangeliza y le convierte, “le engendra” (v. 10) a nueva vida.

El pobre esclavo prófugo no debe de tener grandes delitos, y pronto queda en libertad. Al despedirse de Pablo, éste le ruega que vuelva a casa de Filemón. No debió de ser fácil convencerle, pues es normal que temiese represalias por parte de su amo perjudicado; pero la capacidad persuasoria de Pablo pudo más: “no temas, no te hará nada, yo te doy una carta de recomendación…”. Y así surgió esta encantadora joya literaria, psicológica y espiritual que hoy nos da materia de reflexión. 

Desde nuestra mentalidad del siglo XXI, lo primero que nos rechina es que un cristiano, Filemón, tenga esclavos, y que Pablo no arremeta en su carta contra tal institución social. Es preciso situarse en el imperio romano a mediados del siglo I y en la Iglesia de aquella época. Dada la insignificancia social del grupo cristiano dentro del imperio, y dada la convicción de que la historia está tocando a su fin, es imposible que Pablo idee promover una “reforma constitucional” de gran alcance. Él mismo dice en otro lugar: “Quien fue llamado por el Señor siendo esclavo, es un liberto del Señor; y quien fue llamado siendo libre, es un siervo de Cristo” (1Cor 7,22). La fe cristiana es portadora de una energía que hace estallar todo convencionalismo sociopolítico.

Y esta cartita de recomendación nos ofrece la aplicación concreta. Entre Pablo, Filemón y Onésimo existe una relación que no contempla legislación estatal alguna. Pablo, como apóstol, tendría autoridad para “mandar” a Filemón que acoja con cariño al esclavo huido; pero entre hermanos sobra el mandato, basta con manifestar el deseo; incluso Pablo añade: “sé que harás mucho más que lo que yo te pido” (v. 21). Tendría también autoridad sobre el neófito Onésimo, pero no le llama “súbdito”, sino “mis entrañas” (v.12). Y Filemón acoge a Onésimo “no ya como esclavo –a lo que le da derecho la legislación romana- sino como hermano muy querido” (v. 16). Los antiguos amo y esclavo celebran ahora juntos la cena del Señor y se dan el abrazo de paz. Esa relación fraterna “alivia las entrañas” de Pablo, y de los demás creyentes (vv. 7 y 20).

El cristianismo ciertamente no ofrece un plan de reforma sociopolítica, pero sí un proyecto de convivencia mucho más profundo y radical que el que pueda prever la legislación más humanitaria que conozcamos.

Vuestro hermano
Severiano Blanco cmf

BUENOS DÍAS





lunes, 12 de noviembre de 2018

ESTAS SON LAS VIRTUDES QUE DEBE TENER UN OBISPO, SEGÚN EL PAPA FRANCISCO


Estas son las virtudes que debe tener un obispo, según el Papa Francisco
Redacción ACI Prensa
 Foto: Vatican Media



Los obispos deben ser “humildes, mansos, servidores y no príncipes”, así lo aseguró el Papa Francisco durante la Misa celebrada este lunes 12 de noviembre en la Casa Santa Marta, su residencia en el Vaticano.

Por el contrario, siguiendo las indicaciones de San Pablo en su Carta a Tito, el Santo Padre afirmó que un obispo no puede ser arrogante, ni soberbio, ni colérico, no debe estar atado al dinero ni dedicarse a los negocios.

“Aunque tuviera uno solo de esos defectos, ese obispo sería una calamidad para la Iglesia”. Un Obispo “debe ser capaz de dar hospitalidad, de amar el bien, debe ser sensato, justo, santo, dueño de sí mismo, fiel a la Palabra digna de fe que le ha sido enseñada”.

Francisco explicó en su homilía que el obispo “es un administrador de Dios, no de bienes, de poder…, no: de Dios”.

El obispo “siempre debe corregirse a sí mismo y preguntarse: ¿Soy un administrador de Dios, o soy un hombre de negocios? El obispo es un administrador de Dios. Debe ser irreprochable. Esta palabra, ‘irreprochable’, es la misma que Dios le pidió a Abraham: ‘Camina en mi presencia y se irreprochable’. Es una palabra fundacional”.


El Papa concluyó su homilía afirmando que “en la Iglesia no se puede poner orden sin esa actitud de los obispos”.

Lectura comentada por el Papa Francisco:

Tito 1:1-9

1 Pablo, siervo de Dios, apóstol de Jesucristo para llevar a los escogidos de Dios a la fe y al pleno conocimiento de la verdad que es conforme a la piedad,

2 con la esperanza de vida eterna, prometida desde toda la eternidad por Dios que no miente,

3 y que en el tiempo oportuno ha manifestado su Palabra por la predicación a mí encomendada según el mandato de Dios nuestro Salvador,

4 a Tito, verdadero hijo según la fe común. Gracia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, nuestro Salvador.


5 El motivo de haberte dejado en Creta, fue para que acabaras de organizar lo que faltaba y establecieras presbíteros en cada ciudad, como yo te ordené.

6 El candidato debe ser irreprochable, casado una sola vez, cuyos hijos sean creyentes, no tachados de libertinaje ni de rebeldía.

7 Porque el epíscopo, como administrador de Dios, debe ser irreprochable; no arrogante, no colérico, no bebedor, no violento, no dado a negocios sucios;

8 sino hospitalario, amigo del bien, sensato, justo, piadoso, dueño de sí.

9 Que esté adherido a la palabra fiel, conforme a la enseñanza, para que sea capaz de exhortar con la sana doctrina y refutar a los que contradicen.

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 12 NOVIEMBRE 2018



Lecturas de hoy Lunes de la 32ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, lunes, 12 de noviembre de 2018



Primera lectura
Comienzo de la carta del apóstol san Pablo a Tito (1,1-9):

Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, para promover la fe de los elegidos de Dios, y el conocimiento de la verdad, según la piedad apoyada en la esperanza de la vida eterna. Dios, que no miente, había prometido esa vida desde tiempos inmemoriales; al llegar el momento, la ha manifestado abiertamente con la predicación que se me ha confiado, según lo dispuso Dios, nuestro salvador. Querido Tito, verdadero hijo mío en la fe que compartimos; te deseo la gracia y la paz de Dios Padre y de Cristo Jesús, salvador nuestro. Mi intención al dejarte en Creta era que pusieras en regla lo que faltaba y establecieses presbíteros en cada ciudad, siguiendo las instrucciones que te di. El candidato, que sea un hombre sin tacha, fiel a su única mujer, con hijos creyentes, que no sean indóciles ni acusados de mala conducta. Porque el obispo, siendo administrador de Dios, tiene que ser intachable, no arrogante ni colérico, no dado al vino ni pendenciero, ni tampoco ávido de ganancias. Al contrario, ha de ser hospitalario, amigo de lo bueno, prudente, justo, fiel, dueño de sí. Debe mostrar adhesión a la doctrina cierta, para ser capaz de predicar una enseñanza sana y de rebatir a los adversarios.

Palabra de Dios

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Salmo
Sal 23,1-2.3-4ab.5-6

R/. Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor

Del Señor es la tierra y cuanto la llena, 
el orbe y todos sus habitantes: 
él la fundó sobre los mares, 
él la afianzó sobre los ríos. R/.

¿Quién puede subir al monte del Señor? 
¿Quién puede estar en el recinto sacro? 
El hombre de manos inocentes y puro corazón, 
que no confía en los ídolos. R/.

Ése recibirá la bendición del Señor, 
le hará justicia el Dios de salvación. 
Éste es el grupo que busca al Señor, 
que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R/.

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Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (17,1-6):

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Es inevitable que sucedan escándalos; pero ¡ay del que los provoca! Al que escandaliza a uno de estos pequeños, más le valdría que le encajaran en el cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar. Tened cuidado. Si tu hermano te ofende, repréndelo; si se arrepiente, perdónalo; si te ofende siete veces en un día, y siete veces vuelve a decirte: "Lo siento", lo perdonarás.»
Los apóstoles le pidieron al Señor: «Auméntanos la fe.»
El Señor contestó: «Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: "Arráncate de raíz y plántate en el mar." Y os obedecería.»

Palabra del Señor

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Comentario al Evangelio de hoy lunes, 12 de noviembre de 2018
 Severiano Blanco, cmf


Queridos hermanos:

No sería bueno que nos sacudiésemos nuestras responsabilidades con el fácil pretexto de que se trata de “exageraciones de un oriental”. ¿Se puede trasladar un árbol (Mt dice una montaña) con un poquito de fe? ¿es razonable hundir a alguien en el mar con una rueda de molino al cuello por evitar un pequeño escándalo? Cierto que son hipérboles, tanto en boca de Jesús como en la pluma del evangelista;  pero hipérboles llenas de sentido. La materia a que se aplican no es de broma.

Las comunidades a que se dirige el tercer evangelio tienen varias décadas de rodaje. A diferencia de escritores anteriores, por ejemplo San Pablo en sus cartas, este evangelista no cuenta ya con una inminente vuelta del Señor y el consiguiente fin del mundo, sino con una historia duradera. Y, en esa perspectiva, interesa mucho saber qué es lo que construye a la comunidad y qué es lo que la aparta del proyecto de Jesús.

Con esa preocupación pastoral, Lucas rebusca en el tesoro heredado de Jesús y se encuentra con cuatro dichos suyos (logia)que pueden ser muy oportunos para su propia época (y también para nosotros, creyentes del siglo XXI), cuatro dichos que ponen en guardia frente al escándalo, el rencor, la indiferencia y una fe mezquina.

El escándalo consiste en un modo de hablar o de actuar que puede desorientar a otros en sus convicciones de fe, desviándolos de una vida según el evangelio. Al evangelista le preocupan especialmente los “pequeños”, los “creyente débiles”, necesitados de ejemplos edificantes en vez de acciones cuestionables u opiniones arriesgadas. Para San Pablo, ¡el adalid de la libertad cristiana!, era tan importante evitar el escándalo, que exhortaba así a sus fieles: “que vuestra libertad no sirva de tropiezo a los débiles” (1Cor 8,9). La libertad es buena, pero la caridad es más importante.

El dicho de Jesús sobre la corrección fraterna y el perdón nos llega en este evangelio demasiado condensado, hasta dejarnos la impresión de que sólo debemos perdonar al ofensor que se arrepiente. En el lugar paralelo de Mateo (cap. 18) percibimos claramente que se trata de dos deberes diferentes para con los hermanos de comunidad: a) Corrige a quien peca, hasta reorientarle; b) Perdona a quien te ofende.

Corregir al hermano no es tarea fácil; además todos somos pecadores. Sólo cuando corregimos con una gran dosis de humildad y cariño hay alguna probabilidad de éxito; no hay que confundir corrección con reproche agresivo. Y el pedón indefinido (¡hasta siete veces en un día a la misma persona!) implica generosidad, enorme amplitud de corazón, la profunda y gozosa experiencia de haber sido uno mismo perdonado por el Padre. Sin ejercicio de perdón y de corrección fraterna una comunidad no crece.

El dicho de Jesús referente al poder de la fe debe de haber sido muy repetido en la iglesia primitiva; en el evangelio de Mateo lo encontramos hasta dos veces (17,20 y 21,21). En nuestro contexto, parece que el evangelista habla de la necesidad de fe para que sean posibles las prácticas de fraternidad a que acaba de exhortar: corrección y perdón (en vez de indiferencia y rencor). La fe debe de equivaler aquí a una honda identificación con los ideales de Jesús y una firmeza tan fuerte en las propias convicciones, que a uno le den confianza en que puede realizar obras grandes, cooperar así a la construcción de la comunidad. ¡Pues, vamos allá! 

Vuestro hermano
Severiano Blanco cmf

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 12 NOVIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
12 de Noviembre



Al despejar el propio yo, ya estamos en condiciones de que Cristo vaya construyendo en nosotros. Así, hermano mío, construir en nosotros a Cristo es construir comunidad; y construir comunidad es construir a Cristo.

Y tanto la comunidad como Cristo nos están exigiendo salir de nosotros mismos, para entregarnos a los demás y vivir para la comunidad. Y vivir para la comunidad se convierte automáticamente en vivir para Cristo.


P. Alfonso Milagro

FELIZ SEMANA




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