miércoles, 26 de febrero de 2020

UNA ORACIÓN PARA REZAR EL MIÉRCOLES DE CENIZA EN FAMILIA


Una oración para rezar el Miércoles de Ceniza en familia, ante un Crucifijo y después de haber participado de la Misa de Cenizas



El Miércoles de Ceniza marca el primer día de los 40 días de Cuaresma. Esta es una oración para ser rezada el Miércoles de Ceniza como anticipo a este tiempo de Cuaresma, un período más o menos de seis semanas (sin incluir domingos) dedicado a la reflexión, la oración y el ayuno como preparación para la Pascua.

La Cuaresma se termina el Jueves Santo, el quinto día de la Semana Santa, marcada por la celebración de la última cena.

Además de ciertas reglas sobre los alimentos y el ayuno, muchos cristianos (e incluso algunos no cristianos) se abstienen de alimentos adicionales, artículos de lujo o materiales o ciertas actividades y hábitos, y muchos más dedican este día especial a la oración.

¿Por qué una oración para el Miércoles de Ceniza?
Se realiza una oración para el miércoles de Ceniza como un signo del inicio de un camino a la conversión que comienza en esta nueva etapa de Cuaresma.

Se viene un tiempo de ayuno el cual debemos acompañar con oración para que podamos alcanzar esos frutos espirituales que deseamos para nuestra vida.

Oración: que las cenizas sea un signo de verdadero arrepentimiento y profunda conversión de mi corazón

A continuación, te presentamos una oración que está especialmente diseñada para ser rezada el Miércoles de Ceniza en familia y ante un crucifijo, después de haber asistido a la celebración de la Misa de las Cenizas.






Oración para el Miércoles de Ceniza.
Líder de familia: De las palabras de San Juan Evangelista (14,1-6).

"No se inquieten. Crean en Dios y crean también en mí. En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones; si no fuera así, se lo habría dicho a ustedes. Yo voy a prepararles un lugar.

Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra vez para llevarlos conmigo, a fin de que donde yo esté, estén también ustedes.

Ya conocen el camino del lugar adonde voy". Tomás le dijo: "Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo vamos a conocer el camino?" Jesús le respondió: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí".

Líder de familia: Demos gloria en la cruz a nuestro Señor Jesucristo.

Todos en Familia: ¡En quien está nuestra salvación, vida y resurrección!.

Líder de familia: Oremos. Concede a tus fieles, oh Señor, un espíritu generoso y suficiente para comenzar estos ayunos solemnes con suficiente fervor y así alcanzarlos con firme devoción. Te lo pedimos en nombre de nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

Todos en Familia: ¡Amén!

Todos en Familia: Favorece esta morada, Señor, con tu presencia. Aleja y rechaza todas las artimañas y asechanzas del Maligno. Permite a tus Santos Ángeles que hagan presencia en este lugar y se queden habitando aquí para mantenernos en paz. Y que tu bendición permanezca siempre sobre nosotros. Te lo pedimos en nombre de nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. ¡Amén!

Líder de familia: Bendigamos al Señor.

Todos en Familia: Demos gracias a Dios

Líder de familia: (haciendo la señal de la cruz): Que el Señor omnipotente y misericordioso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, nos bendiga y nos guarde para siempre

Todos en Familia: Amén.

HOY ES MIÉRCOLES DE CENIZA, 26 DE FEBRERO







Hoy Miércoles de Ceniza: La Iglesia Católica comienza la Cuaresma
Redacción ACI Prensa





La Iglesia Católica inicia hoy, con el Miércoles de Ceniza, el tiempo litúrgico de la Cuaresma en el que, durante 40 días y a través de la vivencia del ayuno, la oración y la limosna, los fieles se preparan para la Semana Santa en la que se actualizan los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor Jesús.

En este tiempo los fieles están llamados a trabajar de manera especial en la conversión personal, exhortación que durante la imposición de las cenizas expresa el celebrante con las palabras: "Convertíos y creed en el Evangelio".

Asimismo, con la expresión "Acuérdate que eres polvo y al polvo volverás" se recuerda la caducidad y fragilidad de la vida humana en la que la muerte es un destino inevitable.

En la Roma antigua, los fieles comenzaban con una penitencia pública el primer día de Cuaresma en el que eran salpicados de cenizas, se vestían con un sayal y estaban obligados a mantenerse alejados hasta que se reconciliaran con la Iglesia el Jueves Santo.

Cuando estas prácticas cayeron en desuso entre los siglos VIII y X se comenzó a colocar las cenizas en las cabezas de todos los miembros de la congregación.

Actualmente los fieles son marcados con una cruz en la frente con las cenizas obtenidas al quemar las palmas usadas en el Domingo de Ramos anterior.

lunes, 24 de febrero de 2020

EL AMOR ES DANDO Y AMANDO: ESA ES LA MEDIDA


El Amor es dando y amando: esa es la medida
Jesús nos enseña que seremos medidos en el amor y que, al final de nuestra vida, no nos van a preguntar por nuestras posesiones o títulos


Por: Qriswell Quero de Pérez | Fuente: PildorasdeFe.net




Me crié en un mundo en donde me forjaron una mala idea de que los mandamientos de Dios eran una imposición religiosa o alguna forma de dominación. Mucho después en mi proceso de conversión descubrí que los mandamientos en realidad son la senda para encontrar el sentido y el gozo en la vida, dicho por Aquel que sabe más que nosotros y nos ama mucho, y también nos quiere enseñar a amar.

He descubierto que todos los caminos contrarios, o que se oponen a estos divinos mandatos, solo conducen a muchas desdichas, a sendas de dolor o sufrimiento que tarde o temprano abarrotan al alma sin dejarle una salida visible.

Todo lo que Dios nos ha enseñado es para que encontremos vida en abundancia, para que encontremos el amor y la mejor forma de amar.

El camino del mal siempre tiene su atractivo, y se disfraza de lujos, placeres y bondades superficiales para presentarse como si, solo a través de él, lograremos alcanzar la felicidad Pero dista mucho de ser así.

El que vive como Jesús, practicando las virtudes cristianas y haciéndolas parte de su vida, tiene mucha más felicidad en su corazón que el que va por otras vías "rápidas".


Jesús es el Camino, la Verdad que nos lleva a la vida, a disfrutarla. Él nos enseña el verdadero amor y que seremos medidos en este amor.

Al final de nuestra vida, no nos van a preguntar por nuestras posesiones o títulos, sino cuánto amor entregamos a los demás, cuánto amor dimos. La única pregunta será sobre el amor concreto a nuestros hermanos, porque en cada uno de ellos está Jesús mismo queriendo ser amado.



Oración
Señor, hoy vengo ante Ti y me rindo a tus pies para que guíes mis pasos e ilumines todos mis senderos con tu luz poderosa.

Enséñame a recorrer tus caminos, no quiero vivir lejos de Ti, de tu amor, de tu abrazo consolador, pues solo Tú traes consuelo al alma.

Ven y transforma mi corazón. Aleja de él todo vestigio de oscuridad, límpialo y sánalo para que aprenda amar sin límites.

Reconozco que en mucho te he fallado, pero tu amor puede levantarme, puede sanarme y puede transformarme.

Ven y enséñame a amar, a entender que sólo en Ti encontraré la verdadera felicidad, que sólo Tú puedes cambiar mi vida y mostrarme lo que mejor me conviene.

Deseo abrir la puerta de mi corazón a tu presencia renovadora, al manantial de gracias que derramas a través de tus Sacramentos.

Concédeme el don de la alegría. Sana las heridas de mi corazón que han sembrado miedo y dolor, para poder así actuar con todas las capacidades que me has regalado.

Confío en tu amor, en que eres Tú eres el dueño de mi vida y que me das las fuerzas que necesito para alcanzar mi propia felicidad.

Amén.

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY LUNES 24 DE FEBRERO DE 2020


Lecturas de hoy Lunes de la 7ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, lunes, 24 de febrero de 2020


Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol Santiago (3,13-18):

¿Hay alguno entre vosotros sabio y entendido? Que lo demuestre con una buena conducta y con la amabilidad propia de la sabiduría. Pero, si tenéis el corazón amargado por la envidia y las rivalidades, no andéis gloriándoos, porque sería pura falsedad. Esa sabiduria no viene del cielo, sino que es terrena, animal, diabólica. Donde hay envidias y rivalidades, hay desorden y toda clase de males. La sabiduría que viene de arriba ante todo es pura y, además, es amante de la paz, comprensiva, dócil, llena de misericordia y buenas obras, constante, sincera. Los que procuran la paz están sembrando la paz, y su fruto es la justicia.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 18,8.9.10.15

R/. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón

La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante. R/.

Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. R/.

La voluntad del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos. R/.

Que te agraden las palabras de mi boca,
y llegue a tu presencia el meditar de mi corazón,
Señor, roca mía, redentor mío. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (9,14-29):

En aquel tiempo, cuando Jesús y los tres discípulos bajaron de la montaña, al llegar adonde estaban los demás discípulos, vieron mucha gente alrededor, y a unos escribas discutiendo con ellos. Al ver a Jesús, la gente se sorprendió, y corrió a saludarlo.
Él les preguntó: «¿De qué discutís?»
Uno le contestó: «Maestro, te he traído a mi hijo; tiene un espíritu que no le deja hablar y, cuando lo agarra, lo tira al suelo, echa espumarajos, rechina los dientes y se queda tieso. He pedido a tus discípulos que lo echen, y no han sido capaces.»
Él les contestó: «¡Gente sin fe! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar? Traédmelo.»
Se lo llevaron. El espíritu, en cuanto vio a Jesús, retorció al niño; cayó por tierra y se revolcaba, echando espumarajos.
Jesús preguntó al padre: «¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto?»
Contestó él: «Desde pequeño. Y muchas veces hasta lo ha echado al fuego y al agua, para acabar con él. Si algo puedes, ten lástima de nosotros y ayúdanos.»
Jesús replicó: «¿Si puedo? Todo es posible al que tiene fe.»
Entonces el padre del muchacho gritó: «Tengo fe, pero dudo; ayúdame.»
Jesús, al ver que acudía gente, increpó al espíritu inmundo, diciendo: «Espíritu mudo y sordo, yo te lo mando: Vete y no vuelvas a entrar en él.»
Gritando y sacudiéndolo violentamente, salió. El niño se quedó como un cadáver, de modo que la multitud decía que estaba muerto. Pero Jesús lo levantó, cogiéndolo de la mano, y el niño se puso en pie.
Al entrar en casa, sus discípulos le preguntaron a solas: «¿Por qué no pudimos echarlo nosotros?»
Él les respondió: «Esta especie sólo puede salir con oración y ayuno.»

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy lunes, 24 de febrero de 2020
Pepe Lillo, cmf



Un cordial saludo a todo el que se asoma a estos renglones con el fin de acoger la Palabra en el corazón:

Comenzamos esta semana en el tiempo ordinario y la terminaremos metidos en la cuaresma tras pasar esa puerta peculiar y fronteriza del Miércoles de Ceniza. Entretanto apuramos estos días con otro colorido de la Palabra y la liturgia, aunque dicho sea de paso nos invitan a pensar en las actitudes a cambiar y hasta en los demonios que nos dominan y tenemos que abandonar con la ayuda de Dios.

Qué panorama el que describe hoy el evangelio y qué dolor el de aquel padre que vive en la desesperación de no saber ya cómo atender y procurar el mejor cuidado a su hijo. “Si algo puedes, ten lástima de nosotros y ayúdanos”.

Seguro que en tu entorno como en el mío, hay más de un padre o madre con el dolor de un hijo clavado en la propia carne; por una causa u otra: enfermedad, accidente, abandono escolar, dependencia adquirida, fracaso familiar y afectivo… ¡Hay tantos padres y madres para quienes amanecer supone madrugar al dolor del corazón imposible de curar y cada anochecer es un resguardarse en el llanto de la desesperanza…!

La queja, el lamento, el grito…. dirigidos a Dios parecen más que justificados desde el amor. Un amor que reclama la mirada paterna-materna de Dios. Desde la fe aceptamos que Dios se hace solidario en nuestros dolores hasta la cruz, pero hay ocasiones en que la duda pugna con el dolor interior hasta el borde mismo de la desesperanza.

Como discípulos nos surgen muchas preguntas, con frecuencia nos desbordamos en explicaciones y hasta nos atrevemos a ejercer de chamanes de cuidados paliativos, pero el mal y el dolor del corazón de aquellos padres-madres o el del hijo/a que atiende a alguno de sus mayores en situación terminal irreversible, ahí sigue. Seguramente deberíamos arrimar nuestro corazón al suyo y aunar el lamento: “Si algo puedes, ten lástima de nosotros y ayúdanos” y puestos a remediar desde la fe sería necesario salir de la farmacopea de nuestra palabrería y darnos al “ayuno y la oración” que nos permitan iluminar el dolor de la cruz en la esperanza del amor del Dios y Padre de la Vida.

Buen día, amigos:

Pepe Lillo cmf.
lillo.jm@hotmail.com

EL PAPA FRANCISCO JUNTO A LOS OBISPOS DEL MEDITERRÁNEO LANZAN LLAMADO A FAVOR DE SIRIA


El Papa junto a los obispos del Mediterráneo lanzan llamado a favor de Siria
Redacción ACI Prensa
 Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa



El Papa Francisco lanzó un nuevo llamado a la comunidad internacional por la tragedia en Siria este domingo 23 de febrero durante su visita a Bari, en el sur de Italia.

En esta ocasión, el Santo Padre realizó tal llamado a la comunidad internacional junto a los 58 obispos de territorios que limitan con el Mar Mediterráneo quienes estuvieron reunidos desde el 19 de febrero por el encuentro “Mediterráneo frontera de paz” organizado por la Conferencia Episcopal Italiana (CEI).

Al finalizar la Misa, y antes del rezo del Ángelus, el Pontífice advirtió que “mientras estamos reunidos aquí para rezar y reflexionar sobre la paz y el destino de los pueblos del Mediterráneo, al otro lado de este mar, especialmente en el noroeste de Siria, está ocurriendo una gran tragedia”.


“Desde nuestros corazones de pastores se eleva un fuerte llamado a los actores involucrados y a la comunidad internacional, para silenciar el estruendo de las armas y escuchar el llanto de los pequeños y los indefensos; para que dejen de lado los cálculos y los intereses y se protejan la vida de los civiles y de los muchos niños inocentes que pagan las consecuencias”, dijo el Papa.

Por ello, el Pontífice animó a pedir al Señor “que mueva los corazones y que todos puedan superar la lógica del enfrentamiento, del odio y de la venganza para redescubrirse como hermanos y hermanas, hijos de un solo Padre, que hace salir el sol sobre los buenos y los malos”.

“Invoquemos al Espíritu Santo para que cada uno de nosotros, a partir de nuestros gestos de amor cotidianos, contribuya a construir nuevas relaciones, inspiradas en la comprensión, en la acogida y en la paciencia, colocando así las condiciones para experimentar la alegría del Evangelio y difundirla en todos los ámbitos de la vida”, invitó el Santo Padre.

Por este motivo, antes de rezar el Ángelus, el Papa imploró a la Virgen María, “la ‘Estrella del Mar’ -Santa Madre de Dios- a quien vemos como el más alto ejemplo de fidelidad a Jesús y a su palabra” para que “nos ayude a caminar por este camino” y después, permaneció un instante en silencio orante.

Por último, el Pontífice agradeció a todos los obispos que participaron al encuentro “Mediterráneo frontera de paz” y a quienes trabajaron en la organización de esta iniciativa porque “contribuyeron a hacer crecer la cultura del encuentro y del diálogo en esta región tan importante para la paz en el mundo”.

¿QUÉ ES UN RETIRO ESPIRITUAL?


¿Qué es un retiro espiritual?
Soledad, sosiego, silencio, serenidad. Vida interior...Un verdadero encuentro con Dios.


Por: Javier Martínez. | Fuente: la Capellanía de la Universidad de Navarra



¿De qué se trata?

Hacer unos Ejercicios Espirituales, un Curso de retiro, es una manera eficacísima de acercarse a Dios, una oportunidad estupenda para tratarle con paz, con mayor intensidad. Conocerle y conocernos con la luz que El nos da, de modo que ese conocimiento influya en nuestra vida, mejorándola, amando más a Dios y al prójimo. Muchas veces será el inicio de una sincera conversión.

Hay momentos en la vida en que es necesario pararse; épocas en las que hay un nuevo despertar, en las que surgen -con la fuerza de la primera vez-, pasiones e iniciativas, afanes nobles que necesitan un cauce; periodos en que las necesidades espirituales se agudizan, y se mira la vida cara a Dios, y uno se plantea las grandes cuestiones de todos los tiempos: ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? ¿Cuál es nuestro origen? ¿Cuál es nuestro fin? ¿De dónde viene y a dónde va todo lo que existe?

Muchas veces vamos por la vida como a galope. Más que ir nosotros, nos traen y nos llevan las cosas, las situaciones, las circunstancias. ¡Siempre con prisas! ¿Qué estoy haciendo con mi vida? ¿Para quién trabajo de esta manera?… ¡Que se detenga el mundo un par de días! ¡Necesito pensar! Pues bien, en cierto sentido un Curso de retiro hace realidad ese “milagro”.

En muchas ocasiones nos limitamos a actuar como dice San Josemaría Escrivá en el nº 837 de Camino: “¡Galopar, galopar!…¡Hacer, hacer!… Fiebre, locura de moverse… Maravillosos edificios materiales…

Espiritualmente: tablas de cajón, percalinas, cartones repintados… ¡galopar!, ¡hacer! —Y mucha gente corriendo: ir y venir.

Es que trabajan con vistas al momento de ahora: “están” siempre “en presente”. —Tú… has de ver las cosas con ojos de eternidad, “teniendo en presente” el final y el pasado… Quietud. —Paz. —Vida intensa dentro de ti. Sin galopar, sin la locura de cambiar de sitio, desde el lugar que en la vida te corresponde, como una poderosa máquina de electricidad espiritual, ¡a cuántos darás luz y energía!…, sin perder tu vigor y tu luz.”
La paz de unos días de retiro sirve para pensar con calma en lo importante, y poner un poco de orden en las ideas. Familia, trabajo, vida cristiana, amistades… ¿Está cada cosa en su sitio? ¿Tengo que redimensionar algún aspecto de mi vida?

Soledad, sosiego, silencio, serenidad. Vida interior

Buscar la soledad es una constante en la historia de la espiritualidad, porque en la soledad acontece con más facilidad el encuentro del alma con Dios.

“Siempre empiezo a rezar en silencio, porque es en el silencio del corazón donde habla Dios. Dios es amigo del silencio: necesitamos escuchar a Dios, porque lo que importa no es lo que nosotros le decimos, sino lo que El nos dice y nos transmite” (Beata Madre Teresa de Calcuta. Camino de sencillez).

Para oír la voz de Dios se necesita un ambiente apropiado. Un clima de silencio, de recogimiento interior, que facilite el diálogo personal con El. Hablarle y escucharle. Eso es la oración. Y en ese ambiente, podemos preguntarnos sobre el sentido de nuestra vida, y preguntárselo a Dios, que es quien nos la ha dado.

Retirarnos algunos días a un lugar solitario, para descubrir los valores del espíritu y ejercitarlos más en nuestra vida. Para ahondar hasta llegar a las raíces de lo que somos, de la grandeza y dignidad de ser y sabernos hijos de Dios. Para meditar sobre nuestro destino eterno.
“Distraerte. —¡Necesitas distraerte!…, abriendo mucho tus ojos para que entren bien las imágenes de las cosas, o cerrándolos casi, por exigencias de tu miopía…

¡Ciérralos del todo!: ten vida interior, y verás, con color y relieve insospechados, las maravillas de un mundo mejor, de un mundo nuevo: y tratarás a Dios…, y conocerás tu miseria…, y te endiosarás… con un endiosamiento que, al acercarte a tu Padre, te hará más hermano de tus hermanos los hombres.” (San Josemaría Escrivá, Camino, nº 283).

Pegas y excusas

Sin cesar aparecerán razonadas pegas y excusas para dilatar, o no hacer un Curso de retiro: “sería estupendo, lo reconozco, pero…” “no es que no quiera hacerlo, es que…” Siempre habrá algo urgente que nos impida encontrar tiempo para lo importante. Y unos días de retiro –procura que sean cada año- son muy importantes para tu vida. Las mayores dificultades son la pereza, no querer rectificar y evitar enfrentarse consigo mismo.
Piensa..¿No sientes que a tu vida -tan llena de ciertas cosas- le falta sentido? Querrías cambiar y, ¿no sabes cómo? Haz un Curso de retiro.

Meditaciones y charlas

El Curso de retiro consta de distintos actos de piedad, -charlas, meditaciones, etc.- y de muchos momentos de silencio dedicados al examen personal y a la oración.

En las meditaciones y charlas se suelen recordar las verdades fundamentales de la fe y de la moral cristiana, -de acuerdo con lo que el Magisterio de la Iglesia ha declarado doctrina segura-, para que nos lo apliquemos y mejoremos personalmente. Se procura que descubramos a Dios que se nos da a conocer en medio del trabajo, en la vida familiar o social, por la calle… que nos invita a participar de su felicidad, y que pide nuestra correspondencia.

En el Curso de retiro no se plantean temas discutibles. Por eso no vamos para opinar o a hacer debates; vamos a aprovechar el tiempo, a aprender y a adquirir la doctrina cierta, en la que se fundamenta la vida espiritual y de la que se desprenden los criterios prácticos de conducta.

Es posible que, en alguna ocasión necesitemos tratar con mayor detenimiento algún aspecto de las meditaciones o charlas, o que tengamos alguna duda que nos interese aclarar. Entonces, para no distraer la atención de los demás, con sencillez, podemos acudir en privado al sacerdote o a alguna de las personas encargadas de atender el Curso de retiro.

Santa Misa y Sacramento de la Reconciliación

En el Curso de retiro se celebra diariamente la Santa Misa, y tenemos la oportunidad de recibir al Señor. La Santa Misa es lo más importante en la vida de un cristiano; es “el centro y la raíz de la vida interior”. Porque es el mismo Sacrificio de la Cruz. Cuando se celebra una Misa, se hace presente lo que sucedió en el Calvario, aunque de una manera incruenta –sin derramamiento de sangre- y misteriosa.

Para vivir esta aventura estupenda de tanta intimidad con el Señor –lo tocamos, lo comemos, nos “endiosamos” al recibirle-, hay que estar en gracia, haber conseguido antes el perdón de nuestros pecados. Este es otro de los grandes dones que el Señor nos hace en el Curso de retiro.

Con la Confesión bien hecha, Cristo perdona los pecados. Cuanto mejor se confiesa uno, más gracia recibe y más se aproxima a El. Y acercarnos a Dios es encontrar la alegría y la paz. Por eso es muy importante aprovechar el sosiego y el recogimiento interior de esos días, para preparar y hacer una buena Confesión.

Visita al Santísimo y exposición con el Santísimo

En el retiro, se hace la Visita al Santísimo. Consiste en devolverle con todo cariño, esa visita que El antes hizo a nuestra alma, cuando le recibimos en la Comunión. Es un detalle de delicadeza humana y sobrenatural.

La ceremonia de la exposición con el Santísimo es sencilla y solemne, y mueve mucho a la piedad. Además de la estación a Jesús Sacramentado, se cantan diversos himnos, p.ej. Pange lingua (¡Canta, oh lengua!), Tantum ergo (Veneremos, pues) y Laudate (Alabad al Señor), cánticos antiquísimos y llenos de significado. Se termina con unos actos de desagravio a Dios y a sus santos.

Lectura espiritual, Vía Crucis y trato con María

Aprovecha el Curso de retiro para conocer mejor a Jesucristo, y así poder tratarle y quererle más. ¿Cómo? Ayudándote, en los ratos libres, de algún libro sobre su vida; o haciendo lectura meditada de los Evangelios, o del Catecismo de la Iglesia Católica.

Durante el Curso de retiro hará mucho bien a tu alma, dedicar todos los días algún rato a hacer el Via Crucis. Recorrer la vía dolorosa hacia el Calvario junto a Jesús, nos da la oportunidad de contemplar los dolores físicos y morales del Señor y, verlos como lo que realmente son, fruto de nuestros pecados, de los tuyos y de los míos. San Pablo lo explica con claridad cuando dice que cada vez que el cristiano peca, renueva la Pasión de Cristo. Por esta razón, la devoción del Vía Crucis nos ayuda a arrepentirnos de nuestros pecados, a pedirle perdón y a desear no volver a actualizar sus sufrimientos.

Busca modos personales para tratar a la Virgen. Es propio de buenos hijos querer mucho a su Madre, y demostrárselo con detalles de cariño. Algunos son tradición antiquísima de la Iglesia: como el rezo del Angelus y la Salve. Entre las oraciones y devociones que son más gratas a la Virgen, el rezo del Santo Rosario es, quizá, la más popular.

Hacer examen. Sinceridad. Propósitos de cambio

En el retiro te ayudará asistir a las meditaciones, charlas, lectura, etc., pero no basta con participar en estos actos, sino que lo fundamental y prioritario estará en examinar la conducta y la conciencia: repasar nuestra vida reciente y pasada, con relación a Dios y al prójimo.

El encuentro con Dios en esos días, consiste esencialmente en una sincera y profunda apertura del alma, que muestra la situación de la propia vida, la fe y la confianza en Jesucristo, el arrepentimiento de las culpas, la rectificación de la vida y las necesidades que agobian o pesan.
Porque no es suficiente no desear ofender a Dios, sino que tenemos que llegar a quererle como se quieren los amigos de verdad. Si faltase la sinceridad, desaparecería la posibilidad misma de la intimidad con Jesús, que no puede hacer nada con la doblez, con quien se oculta, con aquella persona que no quiere abrirle de par en par su interioridad.

“Los hombres están siempre dispuestos a curiosear y averiguar vidas ajenas, pero les da pereza conocerse a sí mismos y corregir su propia vida.” (S. Agustín, Las Confesiones).

Véncete, y trata de aprovechar bien los días de retiro, y vendrán los frutos: propósitos de cambio -grandes o pequeños- en algún aspecto de tu vida. Y con la gracia de Dios -y también, si queremos, con la ayuda del sacerdote- cambiar lo que haya que cambiar; mejorar lo que haya que mejorar. Después vendrá la vida ordinaria, en la que tendremos que poner por obra, luchando, lo que con la gracia de Dios hemos visto durante esos días.

BUENOS DÍAS!!




domingo, 23 de febrero de 2020

¿CUÁNDO SUPERAREMOS EL OJO POR OJO Y DIENTE POR DIENTE?


¿Cuándo superaremos el «ojo por ojo y diente por diente»?
En menudo lío nos ha metido Jesús con sus


Por: P. Alberto Ramírez Mozqueda | Fuente: Catholic.net




La venganza anidada en el corazón del hombre, cuando no se le pone límite, es capaz de acabar con los individuos en conflicto e incluso con naciones enteras, provocando guerras, hambre, sangre inocente derramada y enemistades que pueden durar siglos enteros. Por eso, aunque nos parezca una ley de gente bárbara, en uno de los códigos más antiguos, grabado en piedra, en el Código de Hammurabi, se intenta legislar para que los hombres no tengan que pagar más allá de sus propias faltas y nunca de una manera desproporcionada.

Aunque tiene sus diferencias, con ese códice, el Antiguo Testamento habla ya de la ley del Talión, que se expresa de esta manera: “Cada quién pagara vida por vida,  ojo por ojo, diente por diente,  mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe” (Ex 21, 23-25) y que venía ya a ser una norma moral, un avance en la convivencia no ciertamente fácil entre los hombres, intimando a dejar los deseos de venganza desmedida, para contentarse con un daño proporcionado al daño recibido.

Cristo conoció esta ley, reconociendo su legitimidad y su efectividad para su tiempo, pero entre aquellas frases que nos ha dejado: “han oído que se dijo… pero yo os digo”, hoy después de habernos hablado de sus bienaventuranzas, luego de que nos ha pedido convertirnos en sal y en luz para las gentes que nos rodean, y después de habernos indicado que él no venía a abolir los dichos de sus antiguos sino que venía a darles plenitud, hasta hacernos llegar hasta las grandes alturas de la santidad y del heroísmo, Cristo deja caer sobre nuestros ánimos algo que si no lo vemos como un consejo de abuelita, tendría que cambiar radicalmente nuestras vidas:

Cristo fue muy preciso y muy claro y muy tajante sobre lo que él quiere de los que se han convertido en sus seguidores: "Han oído que se dijo: ama a tu prójimo y odia a tu enemigo. Yo en cambio, les digo: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian y rueguen por los que los persiguen y calumnian, para que sean hijos  de su Padre celestial, que hace salir su sol sobre los buenos y los manos y manda su lluvia sobre los justos y los injustos".

¡Menudo lío en el que nos mete Jesús! Si no tuviéramos fe, ¿cómo podríamos amar al que te ha dejado sin casa y sin familia porque su voracidad ha sido grande y sin medida? Quién que no tenga fe ¿podría siquiera pensar en hacer el bien a los que saben que te odian, que te ven como objeto inservible, para quienes  sólo eres útil mientras pueden servirse de ti, pero al que han tirado cuando ya te han sacado todo el jugo?  Y  ¿Quién se atrevería a rogar por los que te persiguen y te ha calumniado hasta dejarte en la lona?

Sin embargo, no nos movamos a engaño. El hecho de Cristo te pida que dejes de usar la violencia, la venganza y el odio como el móvil de tu vida, eso no quiere decir que debamos de quedarnos callados y con los brazos cruzados ante la injusticia y la maldad. Cristo mismo no procedió así.  Él nunca se doblegó ante la injusticia del  Imperio romano;  a Herodes lo llamó “don nadie”, zorro; a los ricos a les señaló su gran dificultad para llegar al Reino de los cielos; a los fariseos  los denunció por manipular las conciencias de los pobres y a los sumos sacerdotes por haber convertido las cosas de Dios en un negocio.

Y si no nos acabamos de reponer de la sorpresa que nos han causado las palabras de Cristo, todavía podemos sorprendernos  un poco más, cuando el profeta Isaías nos llama a la santidad, porque nos hemos acercado Dios que es tres veces santo, y todavía más, el mismo Cristo, en el colmo del heroísmo y la santidad, nos pide escuetamente: “Sean perfectos como su Padre celestial es perfecto”.  Ya tenemos trabajo para rato, ¿Tú ya comenzaste?

El Padre Alberto Ramírez Mozqueda espera tus comentarios en alberami@prodigy.net.mx

5 DATOS PARA ENTENDER QUÉ ES Y CÓMO SE VIVE LA CUARESMA


5 datos para entender qué es y cómo se vive la Cuaresma
Redacción ACI Prensa




La Cuaresma es un tiempo litúrgico de penitencia y conversión en la que los fieles se preparan para vivir los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo que se recuerdan en Semana Santa.

La Cuaresma tiene una duración de 40 días y a lo largo de este tiempo los católicos hacen un esfuerzo por mantener un ritmo y estilo de vida de verdaderos creyentes hijos de Dios.

A continuación presentamos cinco puntos importantes a tener en cuenta:

1. Las tres prácticas cuaresmales
La primera práctica cuaresmal es la oración, condición indispensable para el encuentro con Dios. Con ella, el cristiano dialoga con el Señor, deja que la gracia entre en su corazón y, como la Virgen María, se abre a la acción del Espíritu Santo dando una respuesta libre y generosa (Lc 1,38).

La segunda práctica es la mortificación que se realiza cotidianamente y sin necesidad de hacer grandes sacrificios. Con ella se ofrece a Cristo aquellos momentos que generan molestias y se acepta con humildad y alegría las adversidades.

La tercera práctica es la caridad y San Juan Pablo II explica que está enraizada "en lo más hondo del corazón humano: toda persona siente el deseo de ponerse en contacto con los otros, y se realiza plenamente cuando se da libremente a los demás".

2. El ayuno y la abstinencia
El ayuno consiste en ingerir una sola comida "fuerte" al día, mientras que la abstinencia consiste en no comer carne. Con ambos sacrificios se reconoce la necesidad de hacer obras por el bien de la Iglesia y en reparación de nuestros pecados.

En esta práctica también se dejan de lado las necesidades terrenales para redescubrir la sed de Dios. "No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios" (Mt 4,4).

El ayuno es obligatorio desde los 18 hasta los 59 años y no prohíbe tomar un poco de alimento por la mañana y por la noche.

En el caso de la abstinencia, si bien se refiere a no comer carnes, no impide el consumo de huevos, lácteos y cualquier condimento con grasa animal. La abstinencia se observa todos los viernes del año y es obligatoria desde los 14 años.

3. Inicio y término de la Cuaresma
Con el Miércoles de Ceniza comienzan los 40 días de preparación para la Pascua. Ese día el sacerdote bendice e impone las cenizas hechas de las palmas bendecidas en el Domingo de Ramos del año anterior.

La ceniza representa un signo de humildad y le recuerda al cristiano su origen y su fin. Son impuestas haciendo la señal de la cruz en la frente y pronunciando las palabras bíblicas: «acuérdate que eres polvo y en polvo te convertirás» o «Conviértete y cree en el Evangelio». 

La Cuaresma termina en el Jueves Santo. Ese día la Iglesia conmemora la Última Cena en la que el Señor comió con sus apóstoles antes de ser crucificado el Viernes Santo.


4. Duración de la Cuaresma 
La Cuaresma dura 40 días. Un número especial en la Biblia ya que el número cuatro simboliza el universo material el que, seguido de ceros significa el tiempo de la vida en la tierra, con sus pruebas y dificultades.

En este tiempo, los 40 días recuerdan los días que Jesús pasó en el desierto antes de comenzar su vida pública. 

5. El color litúrgico de la Cuaresma 
El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión, de conversión espiritual, de preparación al misterio pascual.

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY DOMINGO 23 DE FEBRERO DE 2020


Lecturas de hoy Domingo 7º del Tiempo Ordinario - Ciclo A
Hoy, domingo, 23 de febrero de 2020



Primera lectura
Lectura del libro del Levítico (19,1-2.17-18):

EL Señor habló así a Moisés:
«Di a la comunidad de los hijos de Israel:
“Sed santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo. No odiarás de corazón a tu hermano, pero reprenderás a tu prójimo, para que no cargues tú con su pecado. No te vengarás de los hijos de tu pueblo ni les guardarás rencor, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor”».

Palabra de Dios


Salmo
Sal 102,1-2.3-4.8.10.12-13

R/. El Señor es compasivo y misericordioso

V/. Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios. R/.

V/. Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura. R/.

V/. El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia.
No nos trata como merecen nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas. R/.

V/. Como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos.
Como un padre siente ternura por sus hijos,
siente el Señor ternura por los que lo temen. R/.


Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (3,16-23):

HERMANOS:
¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?
Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él; porque el templo de Dios es santo: y ese templo sois vosotros.
Que nadie se engañe. Si alguno de vosotros se cree sabio en este mundo, que se haga necio para llegar a ser sabio.
Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios, como está escrito: «Él caza a los sabios en su astucia». Y también:
«El Señor penetra los pensamientos de los sabios y conoce
que son vanos».
Así, pues, que nadie se gloríe en los hombres, pues todo es vuestro: Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, lo presente, lo futuro. Todo es vuestro, vosotros de Cristo Y Cristo de Dios.

Palabra de Dios


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,38-48):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Habéis oído que se dijo: “Ojo por ojo, diente por diente”. Pero yo os digo: no hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también el manto; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas.
Habéis oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo”.
Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.
Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis solo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto».

Palabra de Dios



Comentario al Evangelio de hoy domingo, 23 de febrero de 2020
Fernando Torres cmf


Amar es perdonar

      En el evangelio de hoy, el Sermón de la Montaña llega a su plenitud, a su culmen. Después de hablar de la ley, de como debemos ir más allá de la letra para cumplirla radicalmente, nos muestra lo que es el centro de la ley: el amor. Lo que Jesús dice de palabra es también la norma de su vida. Y, al vivirlo, nos revela a Dios, su Padre, que no es otra cosa más que amor. 

      El amor que Jesús nos invita a vivir como la ley fundamental de nuestra vida es universal. Llega a todos sin excepción. A los amigos (¿quién no ama a los amigos?) y a los enemigos (eso ya es un poco más difícil). Es un amor concreto. Jesús pone ejemplos que llegan a nuestra vida diaria. Para empezar, declara inválida aquella norma tantas veces repetida de “ojo por ojo y diente por diente”. Desgraciadamente son muchos los que la siguen aplicando sin temblar. De esa manera, la violencia nunca se detiene. Y todos tienen alguna razón para seguir vengándose de los que les han hecho mal. Es como una espiral que siempre crece. Es lo que venimos haciendo en la humanidad desde hace siglos y lo que único que hemos conseguido ha sido empantanar nuestra historia con sangre y guerras.

      Jesús propone una salida para ese laberinto en el que estamos perdidos. Nos dice que amar es perdonar. Ya no caben rencores ni venganzas. Al perdonar se rompe la espiral del odio. El otro, el que nos ha ofendido porque se había sentido ofendido por nosotros, ya no tiene ninguna razón para seguir guardando rencor ni para vengarse porque no ha recibido ninguna respuesta a su rencor ni a su venganza. Es como si Jesús quitará la espoleta a la bomba o como si cortase la mecha que une los petardos que están unidos unos a otros. La mecha se apaga y ya no hay más explosiones. Sin espoleta la bomba ya no explota ni destroza ni mata. 

      Hay que ser muy fuertes para escuchar el mensaje de Jesús con el corazón abierto y más fuertes todavía para llevarlo a la práctica. Hay que ser muy fuertes para dejar la provocación sin respuesta. Hay que ser mucho más fuertes para hacer eso que para responder con más violencia. 

      La segunda lectura nos dice que el Espíritu habita en nosotros. Quizá sea esa la fuerza que nos ayude a perdonar como Dios nos perdona, a amar como Dios ama, a no dejar que los rencores nos llenen el corazón de amargura (en el fondo rencores y odios nos hacen tanto o más mal a nosotros que a los que odiamos). El Espíritu de Dios está en nosotros y, si nos dejamos llevar por él, encontraremos la fuerza para amar y perdonar en el día a día de nuestras vidas. 



Para la reflexión

      ¿Tengo algún rencor en el corazón que no haya perdonado todavía? ¿Me doy cuenta de que ese rencor me hace daño a mí y me amarga la vida? ¿Por qué no le pido a Dios la fuerza para perdonar y para amar como él nos perdona y ama?

FELIZ DOMINGO

sábado, 22 de febrero de 2020

OJOS DE MADRE


Ojos de Madre
(Anécdota Misionera)

Padre Juan Manuel del Río C.Ss.R. 



A la vista está, el Icono de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro es una síntesis preciosa del Misterio de la Redención. Unos, la llaman Odigitría; por aquello de ser la que nos lleva a Cristo, la que nos indica el camino. Otros, la llaman Eleusa, por esa infinita ternura que tiene e irradia. Y todos, Perpetuo Socorro. Yo, prefiero llamarla Madre. Simplemente. Es que, la Santísima Virgen María es, ante todo, Madre. 

En el Icono del Perpetuo Socorro sobresale, sobre todo, este aspecto fundamental en María: ser Madre. Y el pueblo cristiano ha buscado siempre en ella, primordialmente, su cualidad de Madre. 

Asociada a Cristo en la Redención, el pueblo cristiano la venera y la eleva a la categoría que el mismo Dios le ha dado: ser una Reina. La Reina de cielos y tierra. Y, efectivamente, así aparece en el Icono: majestuosa y maternal. Su mirada es dulce; y al mismo tiempo, trasluce un deje de tristeza. Es la Theotókos, la Madre de Dios como la definió el Concilio de Éfeso el año 431. Espléndida de majestad. Rica de simbología, por ejemplo en sus vestimentas. Es ropa de Reina, Madre y Soberana. Los colores azul, verde y rojo, nos remiten a las tres virtudes teologales: la fe, la esperanza y el amor. 

María del Perpetuo Socorro es la Virgen gloriosa y glorificada. Lleva aureola de honor. Y una estrella en la frente, dándonos a entender que nos va guiando, como antaño la estrella polar a los navegantes, a buen puerto. Y en todo su porte, al seguridad firme de la Madre.

Cuántas anécdotas se podrían contar en referencia a María del Perpetuo Socorro. Me referiré a una en concreto.

Una tarde de tantas, entré a rezar al Santuario que lleva su nombre, y que los misioneros Redentoristas regentan en Torreón, Coahuila, al norte de México. Hermoso santuario. A todas horas del día se ve gente rezando. Según entraba, se me acerca una señora, bastante joven. Vi que quería hablarme. Me detuve. Sin más, me dice:

—Yo no soy católica. Mire, soy protestante.
—Bien, ¿y en qué puedo servirle?
—Pues..., resulta que tengo dos niños estudiando en ese colegio que está ahí cerquita, ahí no más. El otro día, al regresar de dejarlos en el colegio, se me ocurrió entrar en el santuario, donde nunca había entrado. Me llamó la atención ese hermoso cuadro.

Efectivamente, en el altar hay un cuadro grande y hermoso pintado al óleo que ocupa gran parte del retablo.

—¡Qué hermoso cuadro! Pero lo que me fascinó de verdad fueron los ojos de la Virgen. ¡Yo no sé qué tienen esos ojos! Me quedé mirándolos. Me llené de paz. Mucha paz. Ahora, todos los días, cuando regreso de dejar a mis niños en el colegio, entro, me quedo mirándolos un ratito y me voy llena de paz. ¡Yo no sé qué tienen esos ojos!

En mi vida de misionero he tenido varias y muy emotivas experiencias con protestantes. Pero esta sencilla conversación con aquella mujer, joven madre, me llegó muy dentro del alma. La había escuchado atentamente. Le respondí:

—¿De modo que usted no sabe qué tienen esos ojos...? Yo sí sé qué es lo que tienen. ¡Tienen que son los ojos de la Madre! ¡Por eso tienen y dan tanta paz!

Aquella joven mujer, a fin de cuentas madre también, comprendió perfectamente mi respuesta. Su rostro se iluminó con una amplia y dulce sonrisa. Expresó un muy mexicano ¡gracias! Y se fue.

Sin duda necesitaba comunicar a alguien sus sentimientos, su gozo y su alegría.

Yo me volví hacia el Icono de la Virgen y le dije: ¡Madre del Perpetuo Socorro!: ¡gracias! ¡Sigue bendiciéndonos a todos! ¡Ruega por nosotros!

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