domingo, 2 de agosto de 2020

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 2 DE AGOSTO DE 2020


Lecturas de hoy Domingo 18º del Tiempo Ordinario - Ciclo A
Hoy, domingo, 2 de agosto de 2020



Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (55,1-3):

Así dice el Señor: «Oíd, sedientos todos, acudid por agua, también los que no tenéis dinero: venid, comprad trigo, comed sin pagar vino y leche de balde. ¿Por qué gastáis dinero en lo que no alimenta, y el salario en lo que no da hartura? Escuchadme atentos y comeréis bien, saborearéis platos sustanciosos. Inclinad el oído, venid a mí: escuchadme, y viviréis. Sellaré con vosotros alianza perpetua, la promesa que aseguré a David.»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 144

R/. Abres tú la mano, Señor, y nos sacias de favores

El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas. R/.

Los ojos de todos te están aguardando,
tú les das la comida a su tiempo;
abres tú la mano,
y sacias de favores a todo viviente. R/.

El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones;
cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente. R/.


Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 
(8,35.37-39):

¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo?: ¿la aflicción?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿el peligro?, ¿la espada? Pero en todo esto vencemos fácilmente por aquel que nos ha amado. Pues estoy convencido de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni criatura alguna podrá apartarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro.

Palabra de Dios

Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (14,13-21):

En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan, el Bautista, se marchó de allí en barca, a un sitio tranquilo y apartado. Al saberlo la gente, lo siguió por tierra desde los pueblos. Al desembarcar, vio Jesús el gentío, le dio lástima y curó a los enfermos. Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle: «Estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas y se compren de comer.»
Jesús les replicó: «No hace falta que vayan, dadles vosotros de comer.»
Ellos le replicaron: «Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces.»
Les dijo: «Traédmelos.»
Mandó a la gente que se recostara en la hierba y, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron todos hasta quedar satisfechos y recogieron doce cestos llenos de sobras. Comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy domingo, 2 de agosto de 2020
Enrique Martínez de la Lama-Noriega, cmf


DADLES VOSOTROS DE COMER


La “gente” que hoy rodea, e incluso «acosa» un poco a Jesús -cuando él necesita un lugar solitario, tranquilo y apartado-, está tan interesada en escucharle, en pasar tiempo con él, que no les ha importado darse una buena caminata hasta dar con él. No les preocupa el reloj, ni el estómago, ni alejarse de sus casas... Se han olvidado de sus propias necesidades y urgencias... O si se quiere, lo han relativizado todo poniendo en primer lugar al Señor. Y se verán gratamente sorprendidos porque Jesús, en cambio, sí que cae en la cuenta de todas esas cosas, y se ocupa ellas. No es un «predicador» al uso. No se limita a llenar la cabeza de discursos y palabras... ¡y ya está! Primero las personas y sus necesidades. Y empieza por atender a los enfermos.

    O dicho de otra manera: El mensaje de Jesús, que habla de un Dios que se preocupa del hombre, le lleva al terreno práctico: esta gente tiene unas necesidades muy concretas ahora mismo. El Reino de Dios que anuncia Jesús tiene que ver con todo esto, con lo que les pasa en ese momento, con lo que necesita la gente. Las cosas de Jesús y del Reino no son simples teorías, o doctrina, ni están alejadas de su realidad concreta. Tienen que ver con su ahora. Y ahora algunos están enfermos, y muchos tienen hambre.

     • Jesús está cansado. Y podemos dar por supuesto que también está triste e impactado porque acaban de matar a Juan Bautista. Y pretendía estar a solas con sus amigos más íntimos para comprender, interpretar y dejarse cuestionar por lo que ha pasado. Jesús profundiza en las cosas, en los acontecimientos. No se limita al chismorreo de la noticia, a quejarse contra Herodes, a hacer un acto público de condena: se pregunta qué significa aquello, cómo le afecta, cuál ha de ser su reacción... No le costará darse cuenta de que a partir de ahora el centro de atención y de acoso será él... 

    Sin embargo, su cansancio, su tristeza y su necesidad de reflexionar y estar un poco a solas... no le impide darse cuenta de la necesidad de la gente, sentir compasión y hacer algo por ella. No dice, hace. La palabra que ha elegido Mateo no es ni «lástima» ni «pena»: es “compasión”, que significa sufrir con ellos y buscar una solución (actuar): es la misma palabra que había usado antes en unas de las bienaventuranzas.



     • Los discípulos, que andaban también escuchando a Jesús, se dan cuenta de que se ha hecho tarde, y del hambre de la gente (seguramente también ellos están deseando que les dejen tranquilos) y le piden a Jesús que termine ya con actividad. Ya se ve que no se enteran demasiado de lo que Jesús quiere transmitir con sus acciones y palabras. Aunque sí podemos apreciar en ellos lo siguiente:

- Primero está el «darse cuenta». Jesús vio a la gente y se dio cuenta de que sufría. Por su parte, los discípulos se han dado cuenta de que se ha hecho tarde y hay que comer. Darse cuenta de lo que les pasa a los otros, por delante de lo que me pase a mí es algo propio de Jesús y de los seguidores de Jesús. 

- Segundo: plantear esas necesidades descubiertas al propio Jesús, y se les ocurre hacer una propuesta. No muy acertada, aunque parece de sentido común: Son muchos, nosotros/yo apenas tengo nada, o tengo el mismo problema que ellos, así que: «que se vayan a sus casas, a sus países, a sus gobiernos, al ayuntamiento, a los suyos, a donde sea...» para que puedan solucionarlo.

- Tercero: Jesús les invita a hacerse cargo para encontrar una solución: Mira a ver lo que tienes/tenéis, lo que está en vuestra mano hacer. Esto es asunto tuyo y nuestro y de todos. No es sólo un problema de la gente. Y resulta que los discípulos consiguieron mucho más de lo que creían. Aquella pobre gente necesitada también aportaría lo suyo, sus "pocos"... Entre unos y otros... Jesús ha sido la mediación necesaria para ver las cosas desde otra perspectiva.

     • Los criterios de los discípulos no son los criterios de Jesús. Como los criterios de la sociedad, en general, y su modo de resolver los problemas, no son exactamente los de los cristianos. Unos conjugan los verbos «despedir» (echar, quitar de la vista, reducir personal, optimizar, devolver a sus países...) y «comprar» (que se apañe cada uno con lo que tiene, que cada cual se busque la vida), «no hay para todos» (es decir: no se puede hacer nada, no queremos repartir/compartir, primero los de casa/país)... 

    Pero Jesús nos habla continuamente de comunión, de compartir, de fraternidad, de construir comunidad, de ponerse al lado de los débiles, enfermos y necesitados... Si les “echamos”, si les decimos que vayan a “comprarse” (el dinero lo primero que hace es establecer diferencias, entre quien tiene/no tiene, tiene más/tiene menos), si pensamos que no es problema nuestro... es que no nos hemos enterado de nada de lo que Jesús ofrece y pretende de nosotros. 

Por eso Jesús procura enseñar a los discípulos y también, claro a todos nosotros:

- Nada de que se vayan, de que no nos molesten, de que “no es asunto nuestro”

- Que les «demos». El verbo «dar» es un de los favoritos de Jesús

- Que pongamos a su disposición nuestros «pocos» para compartir. Cuando Jesús “levanta los ojos al cielo y pronuncia la bendición” (como en la Eucaristía) no está haciendo un gesto mágico: está reconociendo que los alimentos son de Dios, y por lo tanto son de todos, y están para ser compartidos y repartidos, de modo que todos queden satisfechos, y no se desperdicie nada («recogieron lo que sobró»). Por eso cada Eucaristía nos debiera aligerar el bolsillo y el corazón, y aumentar la solidaridad... O será cualquier cosa menos la Cena de Jesús. Aún más: esta «Pre-Eucaristía»-Multiplicación solo fue posible cuando los discípulos empezaron a hacerse cargo de la gente. Jesús ya lo había hecho antes. Pero faltaban ellos.

- Y por último: del mismo modo que en nuestras celebraciones bendecimos a Dios por los alimentos que luego compartiremos en la mesa del altar, no debiéramos perder la costumbre de bendecir a Dios antes de comer en nuestras casas; o de darle las gracias por los dones que recibimos cada día. No es que agradezcamos a Dios el tener comida, como si fuéramos mejores que quienes no la tienen,... sino de hacernos más responsables de trabajar para que a todos llegue lo mismo de lo que nosotros disfrutamos.Porque los dones de Dios son siempre para todos, para que a nadie le falte lo necesario.

          No es muy difícil partir de esta reflexión para volver nuestra mirada a lo que está pasando en nuestro mundo y en nuestras comunidades, por culpa de esta pandemia: soledad, hambre, paro, abusos, injusticia, explotación... Para preguntarnos serenamente y seriamente lo que nos pide el Señor como cristianos, como comunidades, como Iglesia. No hacerlo así supondría desvirtuar el Evangelio y hacerlo «increíble» para las gentes de hoy. Y sería falsear la Eucaristía.

Enrique Martínez de la Lama-Noriega, cmf 

Imagen de José María Morillo

FELIZ DOMINGO!!!!




sábado, 1 de agosto de 2020

LAS GLORIAS DE MARÍA, SAN ALFONSO MARÍA DE LIGORIO - PARA DESCARGAR


Las Glorias de María


Piadoso lector, si como lo espero, es de tu agrado esta mi obrita, te ruego me encomiendes a la Virgen santa para que me dé una gran confianza en su protección. Pide para mí esta gracia, que yo pediré para ti también, quien quiera que seas que me hagas esta caridad, las mismas gracias.

Dichoso el que se aferra con amor y confianza a estas dos áncoras de salvación, quiero decir a Jesús y a María; ciertamente que no se perderá.

Digamos, pues, de corazón juntos, lector mío, con el devoto Alonso
Rodríguez: “Jesús y María, mis dulcísimos amores, por vosotros padezca, por vosotros muera; que sea todo vuestro y nada mío”. Amemos a Jesús y a María y hagámonos santos, que no hay mayor dicha que podamos esperar y obtener de Dios.

HOY CELEBRAMOS A SAN ALFONSO MARÍA DE LIGORIO, 1 DE DICIEMBRE


San Alfonso María de Ligorio
1 de Agosto



San Alfonso nació cerca de Nápoles el 27 de septiembre de 1696. Siendo aún niño fue visitado por San Francisco Jerónimo el cual lo bendijo y predijo para él grandes bendiciones y sabiduría. A los 16 años, caso excepcional obtiene el grado de doctor en ambos derechos, civil y canónico, con notas sobresalientes en todos sus estudios.

Para conservar la pureza de su alma escogió un director espiritual, visitaba frecuentemente a Jesús Sacramentado, rezaba con gran devoción a la Virgen y huía de todos los que tuvieran malas conversaciones.

Su padre, que deseaba hacer de él un brillante político, lo hizo estudiar varios idiomas modernos, aprender música, artes y detalles de la vida caballeresca. Como abogado, el santo obtenía importantes triunfos; sin embargo, no lo dejaba satisfecho ante el gran peligro que en el mundo existe de ofender a Dios.

Por revelación divina, San Alfonso abandona todo y decide convertirse en apóstol incansable del Señor Jesús. La tarea no fue fácil; tuvo que enfrentar, con gran lucha espiritual, a su padre y familia, a sus amigos y así mismo. Al fin, a los 30 años de edad logra ser ordenado sacerdote, y desde entonces se dedicó a trabajar con las gentes de los barrios más pobres de Nápoles y de otras ciudades, a quienes les enseñaba el catecismo.

El 9 de noviembre de 1752 fundó, junto con otros sacerdotes, la Congregación del Santísimo Redentor (o Padres Redentoristas), y siguiendo el ejemplo de Jesús se dedicaron a recorrer ciudades, pueblos y campos predicando el evangelio. Por 30 años, con su equipo de misioneros, el santo recorrió campos, pueblos, ciudades, provincias, permaneciendo en cada sitio 10 o 15 días predicando, para que no quedara ningún grupo sin ser instruido y atendido espiritualmente.

San Alfonso fue un escritor muy prolífico; al morir dejó 111 libros y opúsculos impresos y 2 mil manuscritos. Durante su vida vio 402 ediciones de sus obras.

En 1762 el Papa lo nombró obispo de Santa Agueda. San Alfonso, quien no deseaba asumir el cargo, aceptó con humildad y obediencia, permaneciendo al frente de la diócesis por 13 años donde predicó el Evangelio, formó grupos de misioneros y dio catequecis a los más pequeños y necesitados.

Sus ultimos años fueron llenos de sufrimientos y enfermedades dolorosas; el santo soportó pacientemente todos estos males, rezando siempre por la conversión de los pecadores y por su propia santidad. San Alfonso muere el 1 de agosto de 1787, a la edad de 90 años. El Papa Gregorio XVI lo declara Santo en 1839. El Papa Pío IX lo declara Doctor de la Iglesia en 1875.


EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 1 DE AGOSTO DE 2020 - SAN ALFONSO MARÍA LIGORIO


Decimoséptima semana del Tiempo Ordinario - Año Par
Hoy es: San Alfonso Mª de Ligorio (1 de Agosto de 2020)


“ La gente lo tenía por profeta ”


Primera lectura
Lectura de la profecía de Jeremías 26, 11-16. 24
En aquellos días, los sacerdotes y los profetas dijeron a los magistrados y a la gente:
«Este hombre es reo de muerte, pues ha profetizado contra esta ciudad, como lo habéis podido oír vosotros mismos».
Jeremías respondió a los magistrados y a todos los presentes:
«El Señor me ha enviado a profetizar contra este templo y esta ciudad todo lo que acabáis de oír.
Ahora bien, si enmendáis vuestra conducta y vuestras acciones y escucháis la voz del Señor vuestro Dios, el Señor se arrepentirá de la amenaza que ha pronunciado contra vosotros.
Yo, por mi parte, estoy en vuestras manos: haced de mí lo que mejor os parezca.
Pero sabedlo bien: si me matáis, os haréis responsables de sangre inocente, que caerá sobre vosotros, sobre esta ciudad y sobre sus habitantes. Porque es cierto que el Señor me ha enviado para que os comunique personalmente estas palabras».
Los magistrados del pueblo dijeron a los sacerdotes y a los profetas:
«Este hombre no es reo de muerte, pues nos ha hablado en nombre del Señor nuestro Dios».
Entonces Ajicán, hijo de Safán, se hizo cargo de Jeremías para que no lo entregaran al pueblo y le dieran muerte.




Salmo
Sal 68, 15-16. 30-31. 33-34 R/. 
En el día de la gracia, escúchame, Señor.


Arráncame del cieno, que no me hunda;
líbrame de los que me aborrecen,
y de las aguas sin fondo.
Que no me arrastre la corriente,
que no me trague el torbellino,
que no se cierre la poza sobre mi. R/.

Yo soy un pobre malherido;
Dios mío, tu salvación me levante.
Alabaré el nombre de Dios con cantos,
proclamaré su grandeza con acción de gracias. R/.

Miradlo, los humildes, y alegraos;
buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón.
Que el Señor escucha a sus pobres,
no desprecia a sus cautivos. R/.


Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 14, 1-12

En aquel tiempo, oyó el tetrarca Herodes lo que se contaba de Jesús y dijo a sus cortesanos:
«Ese es Juan el Bautista, que ha resucitado de entre los muertos, y por eso las fuerzas milagrosas actúan en él». Es que Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel encadenado, por motivo de Herodías, mujer de su hermano Filipo; porque Juan le decía que no le era lícito vivir con ella. Quería mandarlo matar, pero tuvo miedo de la gente, que lo tenía por profeta.
El día del cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó delante de todos y le gustó tanto a Herodes, que juró darle lo que pidiera.
Ella, instigada por su madre, le dijo:
«Dame ahora mismo en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista».
El rey lo sintió, pero, por el juramento y los invitados, ordenó que se la dieran, y mandó decapitar a Juan en la cárcel.
Trajeron la cabeza en una bandeja, se la entregaron a la joven y ella se la llevó a su madre.
Sus discípulos recogieron el cadáver, lo enterraron, y fueron a contárselo a Jesús.


Reflexión del Evangelio de hoy
Me ha enviado el Señor a predicar la palabra


Vemos en este relato el trato que da el pueblo de Israel a sus profetas, prólogo de lo que harán con el mayor de los enviados, el Hijo de Dios.

Pero aun sabiendo Jeremías que la empresa que le manda el Señor no será grata para los habitantes de Judá, él no puede dejar de cumplir su mandato.

En esta lectura vemos dos actitudes a destacar: los que no reconocen la autoridad de Jeremías, y los que sí. ¿De cuáles somos nosotros? ¿Vemos en los demás la mano de Dios? ¿Reconocemos y aceptamos cuando alguien nos habla en nombre del Señor?

Por otra parte, vemos la fuerza con la que Jeremías habla al pueblo, no puede por menos que cumplir con lo que le ha sido encomendado, y acepta las consecuencias. Esto también nos lleva a preguntarnos si somos capaces de cumplir con lo que el Señor nos pide, si, aun sabiendo las consecuencias que para nuestra vida puede tener, aceptamos ser instrumento de Dios.

Ahora que estamos en un período de relax y de familia, busquemos unos minutos para reflexionar y preguntarle a Dios… ¿qué quieres de mí en el ahora de mi vida?


Juan el Bautista precede a Jesús y anticipa su final
En esta lectura que la Iglesia nos proclama en medio del tiempo ordinario, al igual que hemos podido ver en la lectura anterior, la Iglesia proclama la suerte que corren los que aceptan ser “voceros del Señor”.

Juan el Bautista, el que precede a Jesús y allana su camino, el que lo reconoce y lo muestra a la humanidad, muere por el egoísmo y la cobardía de los hombres. También en su muerte precede a Jesús, y anticipa lo que será su final.

Los seres humanos contamos con muchos valores, muchas actitudes positivas que pueden hacernos ser personas integras, coherentes, responsables… Pero también con actitudes que pueden destrozarnos como personas y hacer mucho daño a los demás.

Vemos cómo Herodes, a pesar de sus convicciones, tiene que ir en contra de ellas por su egoísmo y falta de justicia.

Un reto el que hoy se nos presenta… ¿Cuántas veces nuestros egoísmos nos hacen actuar como a Herodes, cambiando de opinión para quedar bien, para caer bien a los demás?

Criticar, despreciar, murmurar en contra de alguien es condenar, matar metafóricamente a esa persona; desvelar algún secreto confiado, es destruirla, destrozarla. ¡Qué fácil es la murmuración! ¡Qué destructiva es la crítica!

Reconocer y aceptar a los profetas de hoy, los profetas del siglo XXI, es difícil, nos lleva muchas veces a desear ser como ellos, y caemos en el descredito para ser nosotros ensalzados. Lamentablemente esto es muy fácil encontrarlo en las familias, en las comunidades, en los grupos de fe.

Ojalá podamos ver en los demás la mano de Dios, aceptarla y dar gracias por los dones que cada uno tenemos, así nuestras vidas serán mucho más ricas y nos fortaleceremos todos con los dones. Seremos la Iglesia que Jesucristo quiso.




Dña. Rosa María García O.P. y D. José Llópez O.P.
Fraternidad Laical de Santo Domingo de Torrent, Valencia.

¡BIENVENIDO AGOSTO!






jueves, 30 de julio de 2020

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 30 DE JULIO DE 2020


Lecturas de hoy Jueves de la 17ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, jueves, 30 de julio de 2020


Primera lectura
Lectura del libro de Jeremías (18,1-6):

Palabra del Señor que recibió Jeremías: «Levántate y baja al taller del alfarero, y allí te comunicaré mi palabra.»
Bajé al taller del alfarero, que estaba trabajando en el torno. A veces, le salía mal una vasija de barro que estaba haciendo, y volvía a hacer otra vasija, según le parecía al alfarero.
Entonces me vino la palabra del Señor: «¿Y no podré yo trataros a vosotros, casa de Israel, como este alfarero? –oráculo del Señor–. Mirad: como está el barro en manos del alfarero, así estáis vosotros en mi mano, casa de Israel.»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 145

R/. Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob

Alaba, alma mía, al Señor:
alabaré al Señor mientras viva,
tañeré para mi Dios mientras exista. R/.

No confiéis en los príncipes,
seres de polvo que no pueden salvar;
exhalan el espíritu y vuelven al polvo,
ese día perecen sus planes. R/.

Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob,
el que espera en el Señor, su Dios,
que hizo el cielo y la tierra,
el mar y cuanto hay en él. R/.

Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (13,47-53):

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan, y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran. Lo mismo sucederá al final del tiempo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno encendido. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. ¿Entendéis bien todo esto?»
Ellos les contestaron: «Sí.»
Él les dijo: «Ya veis, un escriba que entiende del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando del arca lo nuevo y lo antiguo.»
Cuando Jesús acabó estas parábolas, partió de allí.

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy jueves, 30 de julio de 2020
Pablo Largo, cmf


Queridos amigos:

Distinguir y separar son actividades que hacemos todos los días, a semejanza de los pescadores; y luego ponemos orden. Es, por ejemplo, lo que hace el ama de casa cada día en la despensa.

En separar: en eso consistió, según el capítulo inicial del Génesis, la primera parte de la obra creadora de Dios. En el caos originario había que separar la luz y las tinieblas, las aguas superiores y las inferiores, los mares y la tierra. Los días siguientes puso Dios orden y ornamento en las regiones que había separado: en el cielo, en el mar, en la tierra. Finalmente creó al hombre y le confió el dominio y cuidado de todo.

Esta historia en que vivimos se nos antoja caótica: verdad y falsedad, bien y mal, valores y contravalores, andan confundidos, mezclados, enredados. Dejemos a Dios que haga la separación de peces buenos y malos, de historias ungidas de santidad e historias marcadas con el estigma de la injusticia, y que lo haga a su debido tiempo, cuando cree los nuevos cielos y la nueva tierra. Es su competencia exclusiva. Fue Él quien separó al comienzo de la historia; dejemos que sea él quien separe al final.

Nosotros, entretanto, procuremos no hacinar ni confundir; a la luz del evangelio, separemos las buenas opciones y las malas, y pidamos amor y energía para llevar a cabo las buenas, en la esperanza de que Dios nos acoja en su misericordia infinita y que su amor recreador nos haga hombres nuevos en el Hombre Nuevo, Cristo Jesús.

Vuestro amigo
Pablo Largo

BUENOS DÍAS!!!!




miércoles, 29 de julio de 2020

HOY CELEBRAMOS A SANTA MARTA DE BETANIA, 29 DE JULIO


Marta de Betania, Santa
Memoria Litúrgica, 29 de julio


Por: Redacción | Fuente: Corazones.org




Hemana de Lázaro y María
Martirologio Romano: Memoria de santa Marta, que recibió en su casa de Betania, cerca de Jerusalén, a Jesús, el Señor, y muerto su hermano Lázaro, proclamó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo, que has venido al mundo» (s. I).

Etimológicamente:: Marta = ama de casa, señorial, atractiva. Viene de la lengua hebrea.

Breve Biografía

Marta es hermana de María y de Lázaro y vivía en Betania, pequeña población distante unos cuatro kilómetros de Jerusalén, en las cercanías del Monte de los Olivos.

Jesús Nuestro Señor vivía en Galilea pero cuando visitaba Jerusalén acostumbraba hospedarse en la casa de estos tres discípulos en Betania, que, tal vez, habían cambiado también su morada de Galilea por la de Judea. Marta se esforzó en servirle lo mejor que pudo y, más tarde, con sus oraciones impetró la resurrección de su hermano.

San Juan nos dice que "Jesús amaba a Marta y a su hermana María y Lázaro" (Jn 11:5).

Lucas añade: "Yendo ellos de camino, entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra, mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude.» -Lucas 10:38-40

No podemos estar seguros de la motivación de Marta al hacer su petición al Señor pero todo parece indicar que se quejaba contra su hermana. Nuestro Señor aprecia el servicio de Marta, pero al mismo tiempo sabía que era imperfecto. Muchas veces nuestro servicio, aunque sea con buena intención, esta mezclado con el afán de sobresalir, la compulsión por ser protagonistas, la competencia para sentirnos que somos los mejores. Es entonces que salen las comparaciones. ¿Por que la otra no hace nada y soy la que trabajo?

El Señor corrige a Marta, penetra en su corazón afanado y dividido y establece prioridades:

«Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada.» -Lucas 10: 41-42

Esa única cosa de la que hay necesidad es de poner todo el corazón en amar a Dios, atender a Jesús que nos habla, que quiere levantarnos de nuestra miseria.

Toda vida activa debe surgir de la contemplación. La vida activa sin contemplación lleva al alma a dispersarse perder de vista el fin. La vida contemplativa se concentra en Dios y se une a El por la adoración y el amor. La vida contemplativa es una especie de noviciado del cielo, pues la contemplación es la ocupación de los bienaventurados del paraíso. Por ello, Cristo alabó la elección de María y afirmó: "sólo una cosa es necesaria". Eso significa que la salvación eterna debe ser nuestra única preocupación.

Si contemplamos como van las cosas en cualquier Iglesias podremos ver muchas actividades, programas, ideas... Es relativamente fácil hacer cosas por Jesús, pero cuanto nos cuesta estar en silencio ante su Presencia. En seguida pensamos en cosas que hacer. No comprendemos que lo primero y mas importante es atenderlo a El directamente por medio de la oración.

Jesús encontró más digna de alabanza la actitud contemplativa de María. Cuanto quisiera El Señor que todos, como María, nos sentáramos ante el para escucharle. Ella se consagraba a la única cosa realmente importante, que es la atención del alma en Dios. También el Padre nos pide que, ante todo, escuchemos a Su Hijo (Mt 17-5).

Entonces, ¿no es necesario trabajar? Claro que sí lo es. Pero para que el trabajo de fruto debe hacerse después de haber orado. El servicio de Marta es necesario, pero debe estar subordinado al tiempo del Señor. Hay que saber el momento de dejar las cosas, por importantes que parezcan, y sentarse a escuchar al Señor. Esto requiere aceptar que somos criaturas limitadas. No podemos hacerlo todo. No podemos siquiera hacer nada bien sin el Señor

San Agustín escribe: "Marta, tú no has escogido el mal; pero María ha escogido mejor que tú". San Basilio y San Gregorio Magno consideran a la hermana María modelo evangélico de las almas contemplativas y su santidad no está en duda, sin embargo, es curioso que, de los tres hermanos, solo Marta aparece en el santoral universal.


La resurrección de Lázaro

El capítulo 11 de San Juan narra el gran milagro de la resurrección de Lázaro. En aquella ocasión vuelve a hablarse de Marta. Lázaro se agravó de muerte mientras Jesús estaba lejos. Las dos hermanas le enviaron un empleado con este sencillo mensaje: "Señor aquel que tú amas, está enfermo". En un mensaje de confianza en que Jesús va actuar a su favor.

Pero Jesús, que estaba al otro lado del Jordán, continuó su trabajo sin moverse de donde estaba. A los apóstoles les dice: "Esta enfermedad será para gloria de Dios". Y luego les añade: "Lázaro nuestro amigo ha muerto. Y me alegro de que esto haya sucedido sin que yo hubiera estado allí, porque ahora vais a creer".

A los cuatro días de muerto Lázaro, dispuso Jesús dirigirse hacia Betania, la casa estaba llena de amigos y conocidos que habían llegado a dar el pésame a las dos hermanas. Tan pronto Marta supo que Jesús venía, salió a su encuentro y le dijo: "Oh Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano; pero aún ahora yo sé que cuánto pidas a Dios te lo concederá"

Jesús le dice: "Tu hermano resucitará".

Marta le contesta: "Ya sé que resucitará el último día en la resurrección de los muertos".

Jesús añadió: "Yo soy la resurrección y la vida. Todo el que cree en mí, aunque haya muerto vivirá. ¿Crees esto?"

Marta respondió: "Sí Señor, yo creo que Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo."

Jesús dijo: "¿Dónde lo han colocado?". Y viendo llorar a Marta y a sus acompañantes, Jesús también empezó a llorar. Y las gentes comentaban: "Mirad cómo lo amaba".

Y fue al sepulcro que era una cueva con una piedra en la entrada. Dijo Jesús: "Quiten la piedra". Le responde Marta: "Señor ya huele mal porque hace cuatro días que está enterrado". Le dice Jesús: "¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?". Quitaron la piedra y Jesús dijo en voz alta: "Lázaro ven afuera". Y el muerto salió, llevando el sudario y las vendas de sus manos.


El Banquete

Marta aparece también en un banquete en el que participa también Lázaro, poco después de su resurrección: también esta vez aparece Marta como la mujer ocupada en el servicio, pero puede ser que para entonces ya lo sabía someter al Señor con mas amor, sin quejarse ni compararse.

De los años siguientes de la santa no tenemos ningún dato históricamente seguro, aunque según la leyenda de la Provenza, Marta fue con su hermana a Francia y evangelizó Tarascón donde según cuenta la leyenda Santa Marta derroto a la Tarasca, un dragón que amenazaba a la ciudad. Ahí se dice que encontraron, en 1187, sus pretendidas reliquias, que todavía se veneran en su santuario.

Los primeros en dedicar una celebración litúrgica a santa Marta fueron los franciscanos en 1262, el 29 de julio, es decir, ocho días después de la fiesta de santa María Magdalena, identificada por algunos como su hermana María.

S. Marta es la patrona de los hoteleros, porque sabía atender muy bien.



ORACIÓN DE LAS MADRES DE FAMILIA
A SANTA MARTA

Oh Santa Marta dichosa,
que tantas veces tuviste el honor
y la alegría de hospedar a Jesús
en el seno de tu familia,
de prestarle personalmente tus servicios domésticos,
y que juntamente con tus santos hermanos Lázaro y María Magdalena,
gozaste de su divina conversación y doctrina,
ruega por mí y por mi familia,
para que en ella se conserve la paz
y el mutuo amor,
para que todos sus miembros
vivan en la observancia de la Ley de Dios,
y para que sólo Dios,
y no el mundo ni el pecado,
reine en nuestro hogar.
Libra a mi familia de toda desgracia espiritual y temporal,
ayúdame en el cuidado de mis hijos y subordinados,
y concédeme la dicha de verlos unidos bajo
la mirada paternal de Dios en la tierra,
para volver a verles reunidos en las moradas del cielo.
Amén.

ALIENTAN ORACIÓN A VIRGEN DE GUADALUPE ANTE RIESTO DE DESPENALIZACIÓN DEL ABORTO EN MÉXICO


Alientan oración a Virgen de Guadalupe ante riesgo de despenalización del aborto en México
Redacción ACI Prensa
 Foto: David Ramos / ACI Prensa.




El semanario Desde la Fe, de la Arquidiócesis Primada de México, alentó una oración a Nuestra Señora de Guadalupe ante el riesgo de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) abra las puertas a la despenalización del aborto en todo el país.

A través de su cuenta en Twitter, Desde la Fe señaló que “este miércoles 29 de julio, la Suprema Corte de Justicia de la Nación se pronunciará sobre un proyecto que obligaría al Congreso de Veracruz a legislar para despenalizar el aborto en la entidad. Oremos para que gane la vida, don sagrado al que estamos llamados a custodiar”.

El ministro Luis González Alcántara Carrancá, propuesto para la SCJN en 2018 por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, presentó el proyecto, que será debatido el 29 de julio, y que ordenaría al Congreso estatal de Veracruz que legisle a favor del aborto hasta las 12 semanas de gestación.

En su proyecto, González Alcántara Carrancá dijo que “la prohibición total de la interrupción del embarazo -vía tipificación penal- es una barrera que genera discriminación en contra de las mujeres en relación con el acceso al derecho a la salud”.

La propuesta del ministro González Alcántara Carrancá ha sido criticada por la Conferencia del Episcopado Mexicano, por más de 200 legisladores, más de 200 juristas y por diversas organizaciones defensoras de la vida y de la mujer.

A través de Twitter, el Arzobispo Primado de México, Cardenal Carlos Aguiar Retes, señaló que “el todo es mayor que la parte. Bajo este lógico y evidente principio se concluye que lo que afecta a todos debe priorizarse sobre lo que afecta a una parte”.


#SíALaVida pic.twitter.com/go44z2oxzx

— Carlos Aguiar Retes (@ArzobispoAguiar) July 28, 2020
“Por tanto, los derechos de la mujer, del hombre, de los niños, y de los adultos mayores, deben subordinarse al derecho a la VIDA, que es un derecho universal”, señaló.

La oración propuesta por el semanario Desde la Fe es la siguiente:

Santa María de Guadalupe,
tú que llevaste en tu vientre a Jesús,
tú que lo cuidaste con amor y ternura,
protege con tu manto de misericordia
a los pequeños que aún no nacen,
pero que ya gozan del amor de Dios
y del derecho universal a la vida.
Ilumina la mente de nuestros ministros
para que sus decisiones no provoquen
más muertes en esta bendita tierra.
Intercede también por las mujeres
que están considerando abortar,
para que se dejen mover por el Espíritu
y valoren la vida que llevan en sus entrañas.
Amén.

BOLIVIANOS PIDEN LA PROTECCIÓN DE LA VIRGEN DE GUADALUPE ANTE PANDEMIA DEL CORONAVIRUS


Bolivianos piden la protección de la Virgen de Guadalupe ante pandemia del coronavirus
Redacción ACI Prensa
 Crédito: Arquidiócesis de Sucre.


Los fieles en Sucre (Bolivia) se acercaron con profunda devoción el lunes 27 al Palacio Consistorial de la plaza 25 de Mayo para orar junto a la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe por la difícil situación del coronavirus COVID-19 en el país.

Ese día, la imagen mariana acompañó la Misa presidida por el Arzobispo Emérito de Sucre, Mons. Jesús Juárez, bajo estrictos resguardos sanitarios. 

En la Misa participaron autoridades locales, guardias municipales y personal de salud y también algunos fieles, que derramaron lágrimas al rezar frente a la imagen que también es patrona de la ciudad. 

Mons. Juárez expresó la importancia, en estos días difíciles, de acudir a la Santísima Virgen quien es buena Madre y Protectora de sus hijos.

En la Eucaristía se presentaron las oraciones y pesares por los enfermos de coronavirus y se pidió por la protección y el fin de la pandemia para el país que hasta el momento tiene un total de 71.181 casos y 2.647 personas fallecidas.

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 29 DE JULIO DE 2020


Decimoséptima semana del Tiempo Ordinario
 Hoy es: Santa Marta (29 de Julio)

“ Yo soy la resurrección y la vida. ¿Crees esto? ”


Primera lectura
Lectura de la profecía de Jeremías 15, 10. 16-21
¡Ay de mí, madre mía, me has engendrado
para discutir y pleitear por todo el país!
Ni presté ni me han prestado,
en cambio, todos me maldicen.
Si encontraba tus palabras, las devoraba:
tus palabras me servían de gozo,
eran la alegría de mi corazón,
y tu nombre era invocado sobre mí,
Señor Dios del universo.
No me junté con la gente
amiga de la juerga y el disfrute;
me forzaste a vivir en soledad,
pues me habías llenado de tu ira.
¿Por qué se ha hecho crónica mi llaga,
enconada e incurable mi herida?
Te has vuelto para mí arroyo engañoso
de aguas inconstantes.
Entonces respondió el Señor:
«Si vuelves, te dejaré volver,
y así estarás a mi servicio;
si separas la escoria del metal,
yo hablaré por tu boca.
Ellos volverán a ti,
pero tú no vuelvas a ellos.
Haré de ti frente al pueblo
muralla de bronce inexpugnable:
lucharán contra ti,
pero no te podrán,
porque yo estoy contigo
para librarte y salvarte
—oráculo del Señor—.
Te libraré de manos de los malvados,
te rescataré del puño de los violentos».


Salmo
Sal 58, 2-3. 4. 10-11. 17. 18 R/. Dios es mi refugio en el peligro.

Líbrame de mi enemigo, Dios mío;
protégeme de mis agresores,
líbrame de los malhechores,
sálvame de los hombres sanguinarios. R/.

Mira que me están acechando,
y me acosan los poderosos:
sin que yo haya pecado ni faltado, Señor. R/.

Por ti velo, fortaleza mía,
que mi alcázar es Dios.
Que tu favor se me adelante, Dios mío,
y me haga ver la derrota de mi enemigo. R/.

Pero yo cantaré tu fuerza,
por la mañana proclamaré tu misericordia,
porque has sido mi alcázar
y mi refugio en el peligro. R/.

Y tocaré en tu honor, fuerza mía,
porque tú, oh, Dios, eres mi alcázar,
Dios mío, misericordia mía. R/.


Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Juan 11, 19-27

En aquel tiempo, muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María para darles el pésame por su hermano.
Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedó en casa. Y dijo Marta a Jesús:
«Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá».
Jesús le dijo:
«Tu hermano resucitará».
Marta respondió:
«Sé que resucitará en la resurrección en el último día».
Jesús le dijo:
«Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?».
Ella le contestó:
«Sí, Señor: yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo».



Reflexión del Evangelio de hoy
Mira que por ti soporto insultos


El profeta suele manifestarse como un quejica. Es comprensible. El panorama que le ha pintado Dios previamente es para quejarse y más. No es nada halagüeño decirle al pueblo lo que le esperaba. Jeremías es famoso por sus lamentos. Le recuerda a Dios que él se ha portado bien en todo momento, pero todos le maldicen y rechazan. Tuvo que enfrentarse a muchos conflictos con reyes, funcionarios, sacerdotes, falsos profetas. Y todo por fidelidad a Dios.

Por eso clama pidiendo ayuda a Dios, para que se acuerde de él. “Mira que por ti soporto insultos”. Él, que se ha dejado embeber por las palabras del Señor, que su corazón le pertenecía a Dios, que ha hecho todo lo posible por ser íntegro y leal… ahora se siente abandonado.

En algún momento de nuestras vidas, ¿quién no se ha quejado, lamentado, vuelto hacia Dios? Es una reacción muy humana. ¿Hacia quién se revolverán los que no creen en Dios? Nosotros, al menos, tenemos palabras y gestos de los profetas, de Jesús mismo, que nos consuelan y ayudan en momentos de dificultad. Hay un soporte, una agarradera interior, una confianza; hay una comunión de fraternidad con otros que nos sostiene y eleva nuestra actitud.

He utilizado muchas veces en cursos con educadores esta cita porque me parecía una buena síntesis: “El pesimista se queja del viento; el optimista espera que cambie; el realista ajusta las velas”. (William A.Ward).¿Y el creyente? El creyente pone su esperanza en Dios. La esperanza es nuestra clave para seguir actuando, sin perder un ápice de realismo. Estamos en tiempo de prueba. Van a ser años muy duros.  Y sin ser ilusos, no dejaremos de proclamar que la esperanza nos mantendrá a flote y nos ayudará a ajustar las velas personales insufladas por el Espíritu de Dios.

Sí, lo sabemos bien: “Dios creó el mundo en seis días. El séptimo, descansó. Al octavo día, comenzó a recibir quejas. Y no se han detenido desde entonces”. (James Scott Bell). Pongamos freno a nuestras quejas, excusas, lamentos, lloriqueos vanos. Eso no quiere decir que seamos ciegos al dolor y las dificultades; pero construyamos nuestra vida personal, familiar, comunitaria sobre la esperanza. Ser testigos de esperanza es nuestro reto.

Salmo 58.

El salmista pareciera que ha escuchado a Jeremías. Se sabe perseguido, criticado, vilipendiado y por eso acude a Dios pidiéndole ayuda y suplicándole que le libre de los enemigos. Es un salmo con el que es fácil compenetrarse, pero que no debe ser la actitud predominante en nuestra oración, más bien al contrario: Dios es nuestro refugio, pero no nuestra alienación.

Yo soy la resurrección y la vida. ¿Crees esto?
Un evangelio diáfano, lineal. Se comprende enseguida.  Lo que pareciera contradicción, antinomia, no lo es: Marta y María son complementarias. Separadas nos llevan a una visión sesgada del encuentro con Jesús y de la recepción del Reino. No es difícil imaginarse cómo era Lázaro entre dos hermanas: la mandona y la callada; la intrépida Marta y la tranquila María. Y él, Lázaro, que significa “el ayudado por Dios”, en el medio, pacificando muchas veces, quitando la razón a una y dándose a la otra según las circunstancias. A veces se hartaría de las dos hermanas y se iría al huerto a cavar, desbrozar o sentarse a pensar a la sombra de alguna higuera. Lázaro se ha adelantado en esa experiencia personal de la muerte. No sabemos cómo fue. Lo que sí sabemos es que Jesús le consideraba “su mejor amigo”. Todo un lujo. Fácil es acudir al recurso de la “acción/contemplación”. Marta la activa y María la contemplativa. Mejor será acudir a la solución intermedia, ya que la una sin la otra no se sostienen, del Lázaro equilibrado, sensato, prudente, mediador.

Y Marta, saliendo al encuentro de Jesús que viene a acompañarlas, se queja dolorida por ese aparente abandono: si hubieras estado aquí… sí, ya sé que resucitará en el último día, pero… Y Jesús se reafirma con contundencia: Yo soy la resurrección y la vida. ¿Crees esto?... No es momento de disquisiciones intelectuales, de dudas interiores, sino de anuncio claro: Yo soy y de respuesta firme: Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo… Parece un juego de “yoes”, a ver quién de los dos tiene más fuerza; pero bien analizado vemos que no hay yoísmo alguno, sino centralidad de la fe, y con ella, de la esperanza, que se fundamentan en la amistad, en el afecto mutuo entre los cuatro: Jesús, Marta, María y Lázaro.

Todos tenemos experiencia familiar y sabemos que muchas veces, la mayoría, un hermano no es amigo, es relación afectiva impuesta por los alzos de sangre; en cambio, tenemos la experiencia de que un amigo fiel tiene todas las características de la hermandad, sin pedir nada a cambio.

Por eso, con esta festividad y este evangelio de Juan, tan proclive a la amistad, tenemos los hilos suficientes para tejer un buen vestido estival que nos proteja en estos meses que van a ser duros y nos van a exigir verdadero sentido de la fraternidad y del servicio.


Fr. José Antonio Solórzano Pérez O.P.
Casa San Alberto Magno (Madrid)

FELIZ MIÉRCOLES!!!




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