jueves, 21 de enero de 2021

HOY 21 DE ENERO SE INICIA EL TRIDUO A SAN FRANCISCO DE SALES, PATRONO DE LA PRENSA CATÓLICA

 


Hoy se inicia el Triduo a San Francisco de Sales, patrono de la prensa católica

Redacción ACI Prensa




“La verdadera y sólida devoción consiste en una voluntad constante, resuelta, pronta y activa de ejecutar lo que se conoce ser del agrado de Dios”, decía San Francisco de Sales, Patrono de la prensa católica, Doctor de la Iglesia y conocido como el Santo de la amabilidad.

Próximos a la fiesta litúrgica de este Santo francés que se celebra cada 24 de enero, aquí un Triduo de oraciones en su honor para pedir su intercesión ante Dios misericordioso.


Oración inicial

Glorioso San Francisco de Sales, 

vuestro nombre porta la dulzura del corazón mas afligido;

vuestras obras destilan la selecta miel de la piedad;

vuestra vida fue un continuo holocausto de amor perfecto

lleno del verdadero gusto por las cosas espirituales,

y del generoso abandono en la amorosa divina voluntad.

Enséñame la humildad interior,

la dulzura de nuestro exterior,

y la imitación de todas las virtudes que has sabido copiar

de los Corazones de Jesús y de Marí­a. Amén


Oración para pedir la gracia que se necesita

Señor, Dios nuestro, tú has querido que el santo obispo Francisco de Sales se entregara a todos generosamente para la salvación de los hombres; concédenos, a ejemplo suyo, manifestar la dulzura de tu amor en el servicio a nuestros hermanos. Te rogamos por su intercesión nos alcances la gracia de............., que tan ardientemente deseamos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Se dice un un Padre Nuestro, Ave María y Gloria. Luego se repite tres veces: “San Francisco de Sales, ruega por nosotros”.


Letanías a San Francisco de Sales

Señor ten piedad, Señor ten piedad

Cristo ten piedad, Cristo ten piedad

Señor ten piedad, Cristo ten piedad

Cristo óyenos, Cristo óyenos

Cristo escúchanos, Cristo escúchanos

Dios Padre Celestial, ten piedad de nosotros

Dios Hijo Redentor del mundo, ten piedad de nosotros

Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros

Trinidad Santa un solo Dios, ten piedad de nosotros

-S Francisco admirable obispo, ruega por nosotros

-S Francisco amado de Dios, ruega por nosotros

-S Francisco imitador de Jesucristo, ruega por nosotros

-S Francisco lleno de los dones del Señor, ruega por nosotros

-S Francisco favorito de la madre de Dios, ruega por nosotros

-S Francisco devoto de los santos, ruega por nosotros

-S Francisco encendido de amor por la Cruz de Cristo, ruega por nosotros

-S Francisco unido íntimamente a la Divina Voluntad, ruega por nosotros

-S Francisco vaso de elección, ruega por nosotros

-S Francisco luz de la Iglesia, ruega por nosotros

-S Francisco modelo perfecto de religioso, ruega por nosotros

-S Francisco fuente de sabiduría, ruega por nosotros

-S Francisco defensor de la fe Católica, ruega por nosotros

-S Francisco buen pastor de su rebaño, ruega por nosotros

-S Francisco predicador incomparable, ruega por nosotros

-S Francisco azote de las herejías, ruega por nosotros

-S Francisco modelo de justicia, ruega por nosotros

-S Francisco espejo de humildad, ruega por nosotros

-S Francisco despegado del mundo, ruega por nosotros

-S Francisco amante de la pobreza, ruega por nosotros

-S Francisco maestro de dulzura, ruega por nosotros

-S Francisco conquistador de las pasiones carnales, ruega por nosotros

-S Francisco terror de los demonios, ruega por nosotros

-S Francisco pronta ayuda de los penitentes, ruega por nosotros

-S Francisco refugio de los pecadores, ruega por nosotros

-S Francisco providencia de los pobres, ruega por nosotros

-S Francisco consolador de los afligidos, ruega por nosotros

-S Francisco ejemplo de perfección, ruega por nosotros

-S Francisco arca de santidad, ruega por nosotros

-S Francisco imitador de la pureza de los ángeles, ruega por nosotros

-S Francisco querubín de sabiduría, ruega por nosotros

-S Francisco serafín de amor, ruega por nosotros

-S Francisco nuestro santo patrono, ruega por nosotros

-S Francisco nuestra dulce luz, ruega por nosotros

-S Francisco nuestro poderoso protector, ruega por nosotros

-S Francisco nuestro guía en los caminos de Dios, ruega por nosotros

-S Francisco nuestro refugio, ruega por nosotros

-S Francisco competencia de los ángeles, ruega por nosotros

-S Francisco imitador de los Apóstoles, ruega por nosotros

-S Francisco participante de la gloria de los mártires, ruega por nosotros

-S Francisco gloria de los santos confesores, ruega por nosotros

-S Francisco maestro y doctor de vírgenes, ruega por nosotros

-S Francisco glorioso ciudadano de todos los santos, ruega por nosotros


Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,

Ten piedad de nosotros.

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,

Escúchanos Señor.

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,

Ten misericordia de nosotros.

V. Ruega por nosotros oh bendito San Francisco de Sales

R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.


Oración final

Oh Dios, que por tu santa voluntad el bendito Francisco, tu confesor y obispo, se dio a todos los hombres por la salvación de sus almas, concédenos que llenos de tu dulce amor, podamos, por la guía de sus consejos y la ayuda de sus méritos, obtener los goces de la vida eterna. Amén. 

TRES PEQUEÑAS ORACIONES

 


Tres pequeñas oraciones


Cuando sufrimos, ¿qué es lo que todavía tenemos que dar al Señor? Cualquiera que sea la naturaleza del sufrimiento, la enfermedad, la prueba psicológica, uno puede ofrecerse primero a sí mismo. Y luego, ofrecer a Dios el esfuerzo que haces para sanar, la pastilla que tragas para tu dolor de cabeza, la quimio que acabas de recibir… ¿Pero cómo puedes recurrir a Dios cuando la revuelta y el desánimo se apoderan de ti?

 

Aquí te presentamos tres oraciones breves pero poderosas:


1. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

Dios ama esta lucha contra el mal con la ayuda de los médicos y la familia, porque Dios, como dice la Biblia, está enojado con el mal en todas sus formas. Por eso tenemos derecho a decirle, como lo hizo el propio Jesús en el Calvario: “¿Por qué, Dios mío, por qué?” ... “¿Por qué tanto sufrimiento en esta Tierra?”. Este sentimiento de indignación, que puede durar mucho, no es un pecado, ya que participa de alguna manera en la indignación de Dios mismo contra el mal.

 

2. ¡Hágase tu voluntad!

También podemos recordar lo que los santos experimentaron cuando sufrieron: su abandono a la santa voluntad de Dios. Si Dios permite esta prueba, es para un bien mayor que, la mayoría de las veces sólo conoceremos en el Cielo.

Cuando la pequeña Bernardita de Lourdes, que se convirtió en Sor Marie-Bernard, sufría terriblemente de asma en su convento de Nevers, lo vivió repitiendo el «sí» que la Santísima Virgen le enseñó a decir a la voluntad de Dios.

Esta aceptación está más allá de nuestra fuerza. No es natural, sino sobrenatural. Esto es lo que el sacerdote recuerda cuando presenta el Padrenuestro. Es «unidos en el mismo Espíritu» como podemos decir: «Padre… hágase tu voluntad!».

Cuando sufrimos no debemos olvidarnos de suplicarle a Jesús que deje pasar su Espíritu a través nuestro para que nosotros también podamos decir, como él: «¡Padre, no sea lo que yo quiero, sino lo que tú quieras!” (Mc 14,36).

 

3. Me alegro de sufrir. Así voy completando lo que aún falta al total de los sufrimientos cristianos.

Sobre todo, esta aceptación contribuye a la salvación del mundo. En su inmensa misericordia, Dios quiere asociar al hombre con el sacrificio que Jesús le ofreció en la cruz. «Por Cristo, con Él y en Él», podemos ofrecer a Dios todos los actos de amor que somos llamados a hacer en nuestras horas de sufrimiento.

Porque es obvio que no es nuestro sufrimiento en sí lo que agrada a Dios, sino esta clase de sonrisa interior que seguimos ofreciéndole en medio de nuestro sufrimiento, cuando preferiríamos quejarnos, huir, encerrarnos. Esta sonrisa repara todas las murmuraciones de los hombres contra Dios.

El apóstol Pablo expresó este misterio de sufrimiento redentor en una fórmula poderosa en su Carta a los Colosenses: «Me alegro de sufrir por vosotros. Así voy completando en mi existencia corporal, y en favor del cuerpo de Cristo que es la Iglesia, lo que aún falta al total de las tribulaciones cristianas» (1, 24).


El sentido del sufrimiento y la paz 

Esta convicción ha permitido durante siglos a miles de cristianos enfermos vivir sus pruebas de salud, si no en la alegría, al menos en la paz.

La paz que viene de la certeza de no experimentar algo inútil cuando el propio cuerpo o el corazón está abrumado por el sufrimiento.

 

(Aleteia)

NUESTRA SEÑORA DE ALTAGRACIA DE REPÚBLICA DOMINICANA, 21 DE ENERO



República Dominicana celebra a Nuestra Señora de la Altagracia

Redacción ACI Prensa





Cada 21 de enero República Dominicana celebra la fiesta de Nuestra Señora de Altagracia, patrona de la nación dominicana. Los orígenes de esta advocación mariana datan de inicios del siglo XVI.

La Virgen de la Altagracia, también conocida como “Tatica, la de Higüey”, es una pintura que muestra a la Virgen María contemplando con dulzura al Niño Jesús que descansa sobre el pesebre. La Madre de Dios aparece cubierta por un manto azul incrustado de estrellas, mientras que un escapulario de color blanco se muestra en la parte frontal. La Virgen luce una corona -añadida posteriormente a la pintura original- y doce estrellas rodean su cabeza. Como se trata de una imagen que evoca a la Sagrada Familia y al nacimiento de Jesús, aparece también la estrella de Belén en la parte superior, mientras que la figura de San José se deja ver por detrás, a cierta distancia, contemplando a su familia. La imagen tiene 33 centímetros de ancho por 45 centímetros de alto, y desde el siglo XVIII se encuentra enmarcado en oro, piedras preciosas y esmaltes.

El lienzo pintado al óleo fue traído desde España por los hermanos Alfonso y Antonio Trejo, quienes integraron uno de los primeros grupos de españoles que llegaron a la isla. Ellos se establecieron en la recién fundada ciudad de Higüey y entregaron la imagen como un regalo para la Iglesia de la ciudad.

En 1572 se terminó de construir el primer santuario altagraciano y en 1971 se consagró la actual basílica que alberga la imagen.

La Virgen de la Altagracia ha sido coronada en dos oportunidades por dos pontífices. La primera vez, en 1922, fue coronada por encargo del Papa Pío XI y la segunda fue coronada personalmente por el Papa San Juan Pablo II durante su visita a la basílica de la Altagracia en Higüey en 1979. 

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 21 DE ENERO DEL 2021

 



 Lecturas de hoy Jueves de la 2ª semana del Tiempo Ordinario

Hoy, jueves, 21 de enero de 2021




Primera lectura

Lectura de la carta a los Hebreos (7,25–8,6):

HERMANOS:

Jesús puede salvar definitivamente a los que se acercan a Dios por medio de él, pues vive siempre para interceder a favor de ellos.

Y tal convenía que fuese nuestro sumo sacerdote: santo, inocente, sin mancha, separado de los pecadores y encumbrado sobre el cielo.

Él no necesita ofrecer sacrificios cada día como los sumos sacerdotes, que ofrecían primero por los propios pecados, después por los del pueblo, porque lo hizo de una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.

En efecto, la ley hace sumos sacerdotes a hombres llenos de debilidades. En cambio, la palabra del juramento, posterior a la ley, consagra al Hijo, perfecto para siempre.

Esto es lo principal de todo el discurso: Tenemos un sumo sacerdote que está sentado a la derecha del trono de la Majestad en los cielos, y es ministro del Santuario y de la Tienda verdadera, construida por el Señor y no por un hombre.

En efecto, todo sumo sacerdote está puesto para ofrecer dones y sacrificios; de ahí la necesidad de que también Jesús tenga algo que ofrecer.

Ahora bien, si estuviera en la tierra, ni siquiera sería sacerdote, habiendo otros que ofrecen los dones según la ley.

Estos sacerdotes están al servicio de una figura y sombra de lo celeste, según el oráculo que recibió Moisés cuando iba a construir la Tienda:

«Mira», le dijo Dios, «te ajustarás al modelo que te fue mostrado en la montaña».

Mas ahora a Cristo le ha correspondido un ministerio tanto más excelente cuanto mejor es la alianza de la que es mediador: una alianza basada en promesas mejores.


Palabra de Dios



Salmo

Sal 39,7-8a.8b-9.10.17


R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad


V/. Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,

y, en cambio, me abriste el oído;

no pides sacrificio expiatorio,

entonces yo digo: «Aquí estoy». R/.


V/. «—Como está escrito en mi libro—

para hacer tu voluntad.»

Dios mío, lo quiero,

y llevo tu ley en las entrañas. R/.


V/. He proclamado tu salvación

ante la gran asamblea;

no he cerrado los labios:

Señor, tú lo sabes. R/.


V/. Alégrense y gocen contigo

todos los que te buscan;

digan siempre: «Grande es el Señor»

los que desean tu salvación. R/.



Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Marcos (3,7-12):

EN aquel tiempo, Jesús se retira con sus discípulos a la orilla del mar y lo siguió una gran muchedumbre de Galilea.

Al enterarse de las cosas que hacía, acudía mucha gente de Judea, Jerusalén, Idumea, Transjordania y cercanías de Tiro y Sidón.

Encargó a sus discípulos que le tuviesen preparada una barca, no lo fuera a estrujar el gentío.

Como había curado a muchos, todos los que sufrían de algo se le echaban encima para tocarlo.

Los espíritus inmundos, cuando lo veían, se postraban ante él y gritaban:

«Tú eres el Hijo de Dios».

Pero él les prohibía severamente que lo diesen a conocer.


Palabra del Señor





«Le siguió una gran muchedumbre de Galilea. También de Judea, de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán, de los alrededores de Tiro y Sidón»

Rev. D. Melcior QUEROL i Solà

(Ribes de Freser, Girona, España)



Hoy, todavía reciente el bautismo de Juan en las aguas del río Jordán, deberíamos recordar el talante de conversión de nuestro propio bautismo. Todos fuimos bautizados en un solo Señor, una sola fe, «en un solo Espíritu para formar un solo cuerpo» (1Cor 12,13). He aquí el ideal de unidad: formar un solo cuerpo, ser en Cristo una sola cosa, para que el mundo crea.


En el Evangelio de hoy vemos cómo «una gran muchedumbre de Galilea» y también otra mucha gente procedente de otros lugares (cf. Mc 3,7-8) se acercan al Señor. Y Él acoge y procura el bien para todos, sin excepción. Esto lo hemos de tener muy presente durante el octavario de oración para la unidad de los cristianos.

Démonos cuenta de cómo, a lo largo de los siglos, los cristianos nos hemos dividido en católicos, ortodoxos, anglicanos, luteranos, y un largo etcétera de confesiones cristianas. Pecado histórico contra una de las notas esenciales de la Iglesia: la unidad.

Pero aterricemos en nuestra realidad eclesial de hoy. La de nuestro obispado, la de nuestra parroquia. La de nuestro grupo cristiano. ¿Somos realmente una sola cosa? ¿Realmente nuestra relación de unidad es motivo de conversión para los alejados de la Iglesia? «Que todos sean uno, para que el mundo crea» (Jn 17,21), ruega Jesús al Padre. Éste es el reto. Que los paganos vean cómo se relaciona un grupo de creyentes, que congregados por el Espíritu Santo en la Iglesia de Cristo tienen un solo corazón y una sola alma (cf. Hch 4,32-34).

Recordemos que, como fruto de la Eucaristía —a la vez que la unión de cada uno con Jesús— se ha de manifestar la unidad de la Asamblea, ya que nos alimentamos del mismo Pan para ser un solo cuerpo. Por tanto, lo que los sacramentos significan, y la gracia que contienen, exigen de nosotros gestos de comunión hacia los otros. Nuestra conversión es a la unidad trinitaria (lo cual es un don que viene de lo alto) y nuestra tarea santificadora no puede obviar los gestos de comunión, de comprensión, de acogida y de perdón hacia los demás.

BUENOS DÍAS!!!

 




domingo, 17 de enero de 2021

NUEVE OBISPOS CATÓLICOS CON COVID 19 MUEREN EN UNA SOLA SEMANA

  


Nueve obispos católicos con COVID-19 mueren en una sola semana

Redacción ACI Prensa

 Crédito: Daniel Ibañez - ACI Prensa



En la última semana, nueve obispos católicos murieron en todo el mundo después de dar positivo por COVID-19.

Entre el 8 y el 15 de enero, obispos de tres continentes murieron como resultado del coronavirus. Los obispos fallecidos tenían entre 53 y 91 años. Cinco de los obispos murieron en Europa, donde una nueva cepa de COVID-19 ha llevado a muchos países a implementar más restricciones.

Cuatro obispos murieron el mismo día, 13 de enero: El Obispo de Glasgow (Escocia), Mons. Philip Tartaglia, que tenía 70 años; el Obispo de Monze (Zambia), Mons. Moses Hamungole, quien murió a la edad de 53 años; el Obispo de Fano (Italia), Mons. Mario Cecchini, de 87 años; y el Arzobispo emérito de Río de Janeiro (Brasil) Cardenal Eusébio Oscar Scheid, de 88 años.

Mons. Tartaglia dio positivo por COVID-19 después de Navidad y se aisló a sí mismo, pero la arquidiócesis de Glasgow enfatizó que la causa de su muerte no estaba clara actualmente.

Las campanas sonaron en toda la diócesis colombiana de Santa Marta el 12 de enero para honrar al Mons. Luis Adriano Piedrahita Sandoval, de 74 años, quien murió el 11 de enero por complicaciones del COVID-19. El obispo de Trujillo (Venezuela) Mons. Cástor Oswaldo Azuaje, de 69 años, se convirtió en el primer obispo de Venezuela en morir después de contraer el virus el 8 de enero.

El Obispo de la Eparquía greco-católica de Cluj-Gherla (Rumania), Mons. Florentin Crihalmeanu, murió el 12 de enero a los 61 años. Su eparquía lo recordó como “un alma diligente, mansa y humilde”.

El Obispo emérito de Zielona Góra-Gorzów (Polonia), Mons. Adam Dyczkowski, murió el 10 de enero a la edad de 88 años y el arzobispo italiano, Mons. Oscar Rizzato, murió a la edad de 91 años el 11 de enero.

El Papa Francisco expresó sus condolencias por la muerte del Cardenal Scheid en un telegrama el 14 de enero.

“Ofrezco fervientes oraciones para darle la bienvenida a la felicidad eterna y consolarlo con la esperanza en la resurrección ya todos aquellos que lloran la pérdida de su amado pastor”, escribió el Papa.

ESTAS SON LAS 3 LLAMADAS QUE DIOS TE HACE A LO LARGO DE LA VIDA, SEGÚN EL PAPA FRANCISCO

  


Estas son las 3 llamadas que Dios te hace a lo largo de la vida, según el Papa Francisco

Redacción ACI Prensa

 Foto: Vatican Media



El Papa Francisco presidió este domingo 17 de enero el rezo del Ángelus dominical y explicó cuáles son las 3 llamadas que Jesús hace a cada uno a lo largo de la Vida: la llamada a la vida, la llamada a la fe y la llamada a un estado de vida particular.

Desde el Palacio Apostólico del Vaticano, el Pontífice explicó que cada una de esas llamadas “es una iniciativa de su amor”.

La primera llamada de Dios es a la vida. “Con ella nos constituye como personas; es una llamada individual, porque Dios no hace las cosas en serie”.

Después “Dios nos llama a la fe y a formar parte de su familia, como hijos de Dios”.

Y, finalmente, “Dios nos llama a un estado de vida particular: a darnos a nosotros mismos en el camino del matrimonio, en el del sacerdocio o en el de la vida consagrada”.

El Papa explicó que esas llamadas “son maneras diferentes de realizar el proyecto que Dios tiene para cada uno de nosotros, que es siempre un plan de amor. Y la alegría más grande para cada creyente es responder a esta llamada, a entregarse completamente al servicio de Dios y de sus hermanos”.

“Frente a la llamada del Señor, que puede llegar a nosotros de mil maneras, también a través de personas, de acontecimientos, tanto alegres como tristes, nuestra actitud a veces puede ser de rechazo, porque nos parece que contrasta con nuestras aspiraciones; o de miedo, porque la consideramos demasiado exigente e incómoda. Pero la llamada de Dios es amor, y a ella se responde solo con amor”.

El Santo Padre expuso esta enseñanza a partir del Evangelio de este segundo domingo del Tiempo Ordinario, donde se presenta “el encuentro de Jesús con sus primeros discípulos”.

“La escena se desarrolla en el río Jordán, el día después del bautismo de Jesús. Es precisamente Juan Bautista el que señala el Mesías a dos de ellos con estas palabras: ‘¡He ahí el Cordero de Dios!’”.

Aquellos dos discípulos, “fiándose del testimonio del Bautista, siguen a Jesús que se da cuenta y pregunta: ‘¿Qué buscáis?’, y ellos le preguntan: ‘Maestro, ¿dónde vives?’. Jesús no contesta: ‘Vivo en Cafarnaún o en Nazaret’, sino que dice: ‘Venid y lo veréis’. No es una tarjeta de visita, sino la invitación a un encuentro”.

“Los dos lo siguen y se quedan con él esa tarde. No es difícil imaginarlos sentados, haciéndole preguntas y sobre todo escuchándolo, sintiendo que sus corazones se encienden cada vez más mientras el Maestro habla”.

“Advierten la belleza de palabras que responden a su esperanza cada vez más grande. Y de improviso descubren que, mientras empieza a caer la noche, estalla en ellos la luz que sólo Dios puede dar”.

Una vez finalizado el encuentro con el Maestro, “salen y vuelven con sus hermanos, esta alegría, esta luz se desborda de sus corazones como una riada. Uno de ellos, Andrés, dice a su hermano Simón –a quien Jesús llamará Pedro–: ‘Hemos encontrado al Mesías’”.

Ese encuentro con Jesús, explicó el Papa Francisco, es un encuentro “que nos habla del Padre, nos da a conocer su amor. Y entonces, espontáneamente, brota también en nosotros el deseo de comunicarlo a las personas que amamos: ‘He encontrado el Amor’, ‘he encontrado el sentido de mi vida’. En una palabra: ‘He encontrado a Dios’”.

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 17 DE ENERO DEL 2021

 


 

Lecturas de hoy Domingo 2º del Tiempo Ordinario - Ciclo B

Hoy, domingo, 17 de enero de 2021




Primera lectura

Lectura del primer libro de Samuel (3,3b-10. 19):

En aquellos días, Samuel estaba acostado en el templo del Señor, donde estaba el arca de Dios. El Señor llamó a Samuel, y él respondió: «Aquí estoy.»

Fue corriendo a donde estaba Elí y le dijo: «Aquí estoy; vengo porque me has llamado.»

Respondió Elí: «No te he llamado; vuelve a acostarte.»

Samuel volvió a acostarse. Volvió a llamar el Señor a Samuel.

Él se levantó y fue a donde estaba Elí y le dijo: «Aquí estoy; vengo porque me has llamado.»

Respondió Elí: «No te he llamado, hijo mío; vuelve a acostarte.»

Aún no conocía Samuel al Señor, pues no le había sido revelada la palabra del Señor.

Por tercera vez llamó el Señor a Samuel, y él se fue a donde estaba Elí y le dijo: «Aquí estoy; vengo porque me has llamado.»

Elí comprendió que era el Señor quien llamaba al muchacho, y dijo a Samuel: «Anda, acuéstate; y si te llama alguien, responde: "Habla, Señor, que tu siervo te escucha."»

Samuel fue y se acostó en su sitio.

El Señor se presentó y le llamó como antes: «¡Samuel, Samuel!»

Él respondió: «Habla, que tu siervo te escucha.»

Samuel crecía, y el Señor estaba con él; ninguna de sus palabras dejó de cumplirse.


Palabra de Dios



Salmo

Sal 39,2.4ab.7.8-9.10


R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad


Yo esperaba con ansia al Señor;

él se inclinó y escuchó mi grito;

me puso en la boca un cántico nuevo,

un himno a nuestro Dios. R/.


Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,

y, en cambio, me abriste el oído;

no pides sacrificio expiatorio. R/.


Entonces yo digo: «Aquí estoy

–como está escrito en mi libro–

para hacer tu voluntad.»

Dios mío, lo quiero, y llevo tu ley en las entrañas. R/.


He proclamado tu salvación

ante la gran asamblea;

no he cerrado los labios;

Señor, tú lo sabes. R/.


Segunda lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (6,13c-15a.17-20):

El cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor; y el Señor, para el cuerpo. Dios, con su poder, resucitó al Señor y nos resucitará también a nosotros. ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? El que se une al Señor es un espíritu con él. Huid de la fornicación. Cualquier pecado que cometa el hombre queda fuera de su cuerpo. Pero el que fornica peca en su propio cuerpo. ¿O es que no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo? Él habita en vosotros porque lo habéis recibido de Dios. No os poseéis en propiedad, porque os han comprado pagando un precio por vosotros. Por tanto, ¡glorificad a Dios con vuestro cuerpo!


Palabra de Dios


Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Juan (1,35-42):

En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice: «Éste es el Cordero de Dios.»

Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús.

Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta: «¿Qué buscáis?»

Ellos le contestaron: «Rabí (que significa Maestro), ¿Dónde vives?»

Él les dijo: «Venid y lo veréis.»

Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; serían las cuatro de la tarde. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice: «Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo).»

Y lo llevó a Jesús.

Jesús se le quedó mirando y le dijo: «Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce Pedro).»


Palabra del Señor



«Rabbí —que quiere decir “Maestro”— ¿dónde vives?»

Rev. D. Lluís RAVENTÓS i Artés

(Tarragona, España)



Hoy vemos a Jesús que venía por la ribera del Jordán: ¡es Cristo que pasa! Debían ser las cuatro de la tarde cuando, viendo que dos chicos le seguían, se ha girado para preguntarles: «Qué buscáis?» (Jn 1,38). Y ellos, sorprendidos por la pregunta, han respondido: «Rabbí —que quiere decir “Maestro”— ¿dónde vives? (...) ‘Venid y lo veréis’» (Jn 1,39).

También yo sigo a Jesús, pero... ¿qué quiero?, ¿qué busco? Es Él quien me lo pregunta: «De verdad, ¿qué quieres?». ¡Oh!, si fuera suficientemente audaz para decirle: «Te busco a ti, Jesús», seguro que le habría encontrado, «porque todo el que busca encuentra» (Mt 7,8). Pero soy demasiado cobarde y le respondo con palabras que no me comprometen demasiado: «¿Dónde vives?». Jesús no se conforma con mi respuesta, sabe demasiado bien que no es un montón de palabras lo que necesito, sino un amigo, el Amigo: Él. Por esto me dice: «Ven y lo verás», «venid y lo veréis».

Juan y Andrés, los dos mozos pescadores, fueron con Él, «vieron dónde vivía y se quedaron con Él aquel día» (Jn 1,39). Entusiasmado por el encuentro, Juan podrá escribir: «La gracia y la verdad se han hecho realidad por Jesucristo» (Jn 1,17b). ¿Y Andrés? Correrá a buscar a su hermano para hacerle saber: «Hemos encontrado al Mesías» (Jn 1,41). «Y le llevó donde Jesús. Jesús, fijando su mirada en él, le dijo: ‘Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas’, que quiere decir “Piedra”» (Jn 1,42).

¡Piedra!, ¿Simón, una piedra? Ninguno de ellos está preparado para comprender estas palabras. No saben que Jesús ha venido a levantar su Iglesia con piedras vivas. Él tiene ya escogidos los dos primeros sillares, Juan y Andrés, y ha dispuesto que Simón sea la roca en la que se apoye todo el edificio.

Y, antes de subir al Padre, nos dará respuesta a la pregunta: «Rabbí, ¿dónde vives?». Bendiciendo a su Iglesia dirá: «Yo estaré con vosotros cada día hasta el fin del mundo» (Mt 28,20).

FELIZ DOMINGO!!!

  





sábado, 16 de enero de 2021

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 16 DE ENERO DEL 2021

 



 Lecturas de hoy Sábado de la 1ª semana del Tiempo Ordinario

Hoy, sábado, 16 de enero de 2021



Primera lectura

Lectura de la carta a los Hebreos (4,12-16):

HERMANOS:

La palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo; penetra hasta el punto donde se dividen alma y espíritu, coyunturas y tuétanos; juzga los deseos e intenciones del corazón.

Nada se le oculta; todo está patente y descubierto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas.

Así pues, ya que tenemos un sumo sacerdote grande que ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo de Dios, mantengamos firme la confesión de fe.

No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo, como nosotros, menos en el pecado.

Por eso, comparezcamos confiados ante el trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia para un auxilio oportuno.


Palabra de Dios



Salmo

Sal 18.8.9.10.15


R/. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida


V/. La ley del Señor es perfecta

y es descanso del alma;

el precepto del Señor es fiel

e instruye a los ignorantes. R/.


V/. Los mandatos del Señor son rectos

y alegran el corazón;

la norma del Señor es límpida

y da luz a los ojos. R/.


V/. El temor del Señor es puro

y eternamente estable;

los mandamientos del Señor son verdaderos

y enteramente justos. R/.


V/. Que te agraden las palabras de mi boca,

y llegue a tu presencia el meditar de mi corazón,

Señor, Roca mía, Redentor mío. R/.



Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Marcos (2,13-17):

EN aquel tiempo, Jesús salió de nuevo a la orilla del mar; toda la gente acudía a él y les enseñaba.

Al pasar vio a Leví, el de Alfeo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dice:

«Sígueme».

Se levantó y lo siguió.

Sucedió que, mientras estaba él sentado a la mesa en casa de Leví, muchos publicanos y pecadores se sentaban con Jesús y sus discípulos, pues eran muchos los que lo seguían.

Los escribas de los fariseos, al ver que comía con pecadores y publicanos, decían a sus discípulos:

«¿Por qué come con publicanos y pecadores?»

Jesús lo oyó y les dijo:

«No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he ven do a llamar a justos, sino a pecadores».


Palabra de Dios




«No he venido a llamar a justos, sino a pecadores»

+ Rev. D. Joaquim MONRÓS i Guitart

(Tarragona, España)



Hoy, en la escena que relata san Marcos, vemos cómo Jesús enseñaba y cómo todos venían a escucharle. Es manifiesto el hambre de doctrina, entonces y también ahora, porque el peor enemigo es la ignorancia. Tanto es así, que se ha hecho clásica la expresión: «Dejarán de odiar cuando dejen de ignorar».

Pasando por allí, Jesús vio a Leví, hijo de Alfeo, sentado donde cobraban impuestos y, al decirle «sígueme», dejándolo todo, se fue con Él. Con esta prontitud y generosidad hizo el gran “negocio”. No solamente el “negocio del siglo”, sino también el de la eternidad.

Hay que pensar cuánto tiempo hace que el negocio de recoger impuestos para los romanos se ha acabado y, en cambio, Mateo —hoy más conocido por su nuevo nombre que por el de Leví— no deja de acumular beneficios con sus escritos, al ser una de las doce columnas de la Iglesia. Así pasa cuando se sigue con prontitud al Señor. Él lo dijo: «Y todo el que haya dejado casa, hermanos o hermanas, padre o madre, hijos o campo por mi nombre, recibirá el ciento por uno y gozará de la vida eterna» (Mt 19,29).

Jesús aceptó el banquete que Mateo le ofreció en su casa, juntamente con los otros cobradores de impuestos y pecadores, y con sus apóstoles. Los fariseos —como espectadores de los trabajos de los otros— hacen presente a los discípulos que su Maestro come con gente que ellos tienen catalogados como pecadores. El Señor les oye, y sale en defensa de su habitual manera de actuar con las almas: «No he venido a llamar a justos, sino a pecadores» (Mc 2,17). Toda la Humanidad necesita al Médico divino. Todos somos pecadores y, como dirá san Pablo, «todos han pecado y se han privado de la gloria de Dios» (Rm 3,23).

Respondamos con la misma prontitud con que María respondió siempre a su vocación de corredentora.

¡FELIZ FIN DE SEMANA!

 




viernes, 15 de enero de 2021

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 15 DE ENERO DEL 2021



 Lecturas de hoy Viernes de la 1ª semana del Tiempo Ordinario

Hoy, viernes, 15 de enero de 2021



Primera lectura

Lectura de la carta a los Hebreos (4,1-5.11):

HERMANOS:

Temamos, no sea que, estando aún en vigor la promesa de entrar en su descanso, alguno de vosotros crea haber perdido la oportunidad.

También nosotros hemos recibido la buena noticia, igual que ellos; pero el mensaje que oyeron no les sirvió de nada a quienes no se adhirieron por La fe a los que lo habían escuchado.

Así pues, los creyentes entremos en el descanso, de acuerdo con lo dicho:

«He jurado en mi cólera

que no entrarán en mi descanso»,

y eso que sus obras estaban terminadas desde la creación del mundo.

Acerca del día séptimo se dijo:

«Y descansó Dios el día séptimo de todo el trabajo que había hecho».

En nuestro pasaje añade:

«No entrarán en mi descanso».

Empeñémonos, por tanto, en entrar en aquel descanso, para que nadie caiga, imitando aquella desobediencia.


Palabra de Dios



Salmo

Sal 77,3.4bc.6c-7.8


R/. No olvidéis las acciones de Dios


V/. Lo que oímos y aprendimos,

lo que nuestros padres nos contaron,

lo contaremos a la futura generación:

las alabanzas del Señor, su poder. R/.


V/. Que surjan y lo cuenten a sus hijos,

para que pongan en Dios su confianza

y no olviden las acciones de Dios,

sino que guarden sus mandamiento. R/.


V/. Para que no imiten a sus padres,

generación rebelde y pertinaz;

generación de corazón inconstante,

de espíritu infiel a Dios. R/.


Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Marcos (2,1-12):

CUANDO a los pocos días entró Jesús en Cafarnaún, se supo que estaba en casa.

Acudieron tantos que no quedaba sitio ni a la puerta. Y les proponía la palabra.

Y vinieron trayéndole un paralítico llevado entre cuatro y, como no podían presentárselo por el gentío, levantaron la techumbre encima de donde él estaba, abrieron un boquete y descolgaron la camilla donde yacía el paralítico. Viendo Jesús la fe que tenían, le dice al paralítico:

«Hijo, tus pecados te son perdonados».

Unos escribas, que estaban allí sentados, pensaban para sus adentros:

«¿Por qué habla éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo uno, Dios?».

Jesús se dio cuenta enseguida de lo que pensaban y les dijo:

«¿Por qué pensáis eso? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: “Tus pecados te son perdonados” o decir: “Levántate, coge la camilla y echa a andar”?

Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados -dice al paralítico-:

“Te digo: levántate, coge tu camilla y vete a tu casa”».

Se levantó, cogió inmediatamente la camilla y salió a la vista de todos. Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios, diciendo:

«Nunca hemos visto una cosa igual».


Palabra del Señor




«Hijo, tus pecados te son perdonados (...). A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa»


Rev. D. Joan Carles MONTSERRAT i Pulido

(Cerdanyola del Vallès, Barcelona, España)

Hoy vemos nuevamente al Señor rodeado de un gentío: «Se agolparon tantos que ni siquiera ante la puerta había ya sitio» (Mc 2,2). Su corazón se deshace ante la necesidad de los otros y les procura todo el bien que se puede hacer: perdona, enseña y cura a la vez. Ciertamente, les dispensa ayuda a nivel material (en el caso de hoy, lo hace curando una enfermedad de parálisis), pero —en el fondo— busca lo mejor y primero para cada uno de nosotros: el bien del alma.

Jesús-Salvador quiere dejarnos una esperanza cierta de salvación: Él es capaz, incluso, de perdonar los pecados y de compadecerse de nuestra debilidad moral. Antes que nada, dice taxativamente: «Hijo, tus pecados te son perdonados» (Mc 2,5). Después, lo contemplamos asociando el perdón de los pecados —que dispensa generosa e incansablemente— a un milagro extraordinario, “palpable” con nuestros ojos físicos. Como una especie de garantía externa, como para abrirnos los ojos de la fe, después de declarar el perdón de los pecados del paralítico, le cura la parálisis: «‘A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa’. Se levantó y, al instante, tomando la camilla, salió a la vista de todos» (Mc 2,11-12).

Este milagro lo podemos revivir frecuentemente nosotros con la Confesión. En las palabras de la absolución que pronuncia el ministro de Dios («Yo te absuelvo en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo») Jesús nos ofrece nuevamente —de manera discreta— la garantía externa del perdón de nuestros pecados, garantía equivalente a la curación espectacular que hizo con el paralítico de Cafarnaum.

Ahora comenzamos un nuevo tiempo ordinario. Y se nos recuerda a los creyentes la urgente necesidad que tenemos del encuentro sincero y personal con Jesucristo misericordioso. Él nos invita en este tiempo a no hacer rebajas ni descuidar el necesario perdón que Él nos ofrece en su alcoba, en la Iglesia.


FELIZ VIERNES!!

  




Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...