domingo, 30 de enero de 2022

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 30 DE ENERO DE 2022

 



Domingo 4 (C) del tiempo ordinario

Domingo 30 de enero de 2022



1ª Lectura (Jer 1,4-5.17-19): En los días de Josías, el Señor me dirigió la palabra: «Antes de formarte en el vientre, te elegí; antes de que salieras del seno materno, te consagré: te constituí profeta de las naciones. Tú cíñete los lomos: prepárate para decirles todo lo que yo te mande. No les tengas miedo, o seré yo quien te intimide. Desde ahora te convierto en plaza fuerte, en columna de hierro y muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes y príncipes de Judá, frente a los sacerdotes y al pueblo de la tierra. Lucharán contra ti, pero no te podrán, porque yo estoy contigo para librarte —oráculo del Señor».




Salmo responsorial: 70

R/. Mi boca contará tu salvación, Señor.

A ti, Señor, me acojo: no quede yo derrotado para siempre. Tú que eres justo, líbrame y ponme a salvo, inclina a mí tu oído y sálvame.


Sé tú mi roca de refugio, el alcázar donde me salve, porque mi peña y mi alcázar eres tú. Dios mío, líbrame de la mano perversa.


Porque tú, Señor, fuiste mi esperanza y mi confianza, Señor, desde mi juventud. En el vientre materno ya me apoyaba en ti, en el seno tú me sostenías.


Mi boca contará tu justicia, y todo el día tu salvación, Dios mío, me instruiste desde mi juventud, y hasta hoy relato tus maravillas.



2ª Lectura (1Cor 12,31—13,13): Hermanos: Ambicionad los carismas mayores. Y aún os voy a mostrar un camino más excelente. Si hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, pero no tengo amor, no sería más que un metal que resuena o un címbalo que aturde. Si tuviera el don de profecía y conociera todos los secretos y todo el saber; si tuviera fe como para mover montañas, pero no tengo amor, no sería nada. Si repartiera todos mis bienes entre los necesitados; si entregara mi cuerpo a las llamas, pero no tengo amor, de nada me serviría.

El amor es paciente, es benigno; el amor no tiene envidia, no presume, no se engríe; no es indecoroso ni egoísta; no se irrita; no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. Todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor no pasa nunca. Las profecías, por el contrario, se acabarán; las lenguas cesarán; el conocimiento se acabará. Porque conocemos imperfectamente e imperfectamente profetizamos; mas, cuando venga lo perfecto, lo imperfecto se acabará.

Cuando yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño. Cuando me hice un hombre, acabé con las cosas de niño. Ahora vemos como en un espejo, confusamente; entonces veremos cara a cara. Mi conocer es ahora limitado; entonces conoceré como he sido conocido por Dios. En una palabra, quedan estas tres: la fe, la esperanza y el amor. La más grande es el amor.


Versículo antes del Evangelio (Lc 4,18): Aleluya. El Señor me ha enviado para anunciar a los pobres la buena nueva y proclamar la liberación a los cautivos. Aleluya.



Texto del Evangelio (Lc 4,21-30): En aquel tiempo, Jesús comenzó a decir en la sinagoga: «Esta Escritura, que acabáis de oír, se ha cumplido hoy». Y todos daban testimonio de Él y estaban admirados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca. Y decían: «¿No es éste el hijo de José?». Él les dijo: «Seguramente me vais a decir el refrán: ‘Médico, cúrate a ti mismo’. Todo lo que hemos oído que ha sucedido en Cafarnaúm, hazlo también aquí en tu patria». Y añadió: «En verdad os digo que ningún profeta es bien recibido en su patria. Os digo de verdad: Muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando se cerró el cielo por tres años y seis meses, y hubo gran hambre en todo el país; y a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda de Sarepta de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue purificado sino Naamán, el sirio».

Oyendo estas cosas, todos los de la sinagoga se llenaron de ira; y, levantándose, le arrojaron fuera de la ciudad, y le llevaron a una altura escarpada del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad, para despeñarle. Pero Él, pasando por medio de ellos, se marchó.





«Ningún profeta es bien recibido en su patria»

+ P. Pere SUÑER i Puig SJ

(Barcelona, España)



Hoy, en este domingo cuarto del tiempo ordinario, la liturgia continúa presentándonos a Jesús hablando en la sinagoga de Nazaret. Empalma con el Evangelio del domingo pasado, en el que Jesús leía en la sinagoga la profecía de Isaías: «El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos (...)» (Lc 4,18-19). Jesús, al acabar la lectura, afirma sin tapujos que esta profecía se cumple en Él.

El Evangelio comenta que los de Nazaret se extrañaban que de sus labios salieran aquellas palabras de gracia. El hecho de que Jesús fuese bien conocido por los nazarenos, ya que había sido su vecino durante la infancia y juventud, no facilitaba su predisposición para aceptar que era un profeta. Recordemos la frase de Natanael: «¿De Nazaret puede salir algo bueno?» (Jn 1,46). Jesús les reprocha su incredulidad, recordando aquello: «Ningún profeta es bien recibido en su patria» (Lc 4,24). Y les pone el ejemplo de Elías y de Eliseo, que hicieron milagros para los forasteros, pero no para los conciudadanos.

Por lo demás, la reacción de los nazarenos fue violenta. Querían despeñarlo. ¡Cuántas veces pensamos que Dios tiene que realizar sus acciones salvadoras acoplándose a nuestros grandilocuentes criterios! Nos ofende que se valga de lo que nosotros consideramos poca cosa. Quisiéramos un Dios espectacular. Pero esto es propio del tentador, desde el pináculo: «Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo» (Lc 4,9). Jesucristo se ha revelado como un Dios humilde: el Hijo del hombre «no ha venido a ser servido, sino a servir» (Mc 10,45). Imitémosle. No es necesario, para salvar a las almas, ser grande como san Javier. La humilde Teresa del Niño Jesús es su compañera, como patrona de las misiones. 

¿BUSCAS A JESÚS? EL PAPA FRANCISCO PIDE NO BUSCARLOS EN SIGNOS EXTERNOS Y DA LA CLAVE PARA LOGRARLO


¿Buscas a Jesús? El Papa pide no buscarlo en signos externos y da la clave para lograrlo
POR DIEGO LÓPEZ MARINA | ACI Prensa
 Crédito: Vatican Media




Al dirigir el rezo del Ángelus este 30 de enero, el Papa Francisco explicó a los católicos cuál es la clave para encontrar a Jesús en sus vidas, no buscando sus milagros o signos externos, sino a través de la “acogida” en sus diferentes formas.

Jesús se “presenta como no nos lo esperamos. No lo encuentra quien busca milagros, sensaciones nuevas, una fe hecha de poder y signos externos”, recordó al Papa a los fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro para la habitual cita dominical.

“Lo encuentra, en cambio quien acepta sus caminos y sus desafíos, sin quejas, sin sospechas, sin críticas y sin caras largas. En otras palabras, Jesús te pide que lo acojas en la realidad cotidiana que vives; en la Iglesia de hoy, tal como es; en los que están cerca de ti cada día; en la concreción de los necesitados. Ahí está Él, invitándonos a purificarnos en el río de la disposición, y en tantos y saludables baños de humildad”, explicó el Santo Padre.

Al inicio del Ángelus, el Papa puso el ejemplo del Evangelio, cuando se narra la primera predicación de Jesús en su propio pueblo, Nazaret, y el rechazo absoluto de “los suyos”.

“El resultado es amargo: en lugar de recibir aprobación, Jesús encuentra incomprensión y hostilidad (cf. Lc 4,21-30). Sus paisanos, más que una palabra de verdad, querían milagros, signos prodigiosos. El Señor no los realiza y ellos lo rechazan, porque dicen que ya lo conocen: es hijo de José”, recordó el Papa.

En ese contexto, el Pontífice preguntó a los presentes: “¿somos acogedores, o nos parecemos a sus compatriotas, que creían saberlo todo sobre Él?”.

“Quizás, después de tantos años como creyentes, pensamos que conocemos bien al Señor, con nuestras propias ideas y juicios. El riesgo es que nos acostumbremos a Jesús, que nos cerremos a sus novedades, fijos en nuestras posiciones. En cambio, el Señor pide una mente abierta y un corazón sencillo.”, dijo.

Finalmente, el Santo Padre pidió a “la Virgen, modelo de humildad y disponibilidad”,que “ nos muestre el camino para acoger a Jesús”. 

FELIZ DOMINGO!!!

 






sábado, 29 de enero de 2022

VIENTO FAVORABLE



Viento favorable

Nosotros sabemos cuál es nuestro destino, cuál es la meta que nos espera. Cristo lo dijo: ha ido al Padre para prepararnos un lugar.

Por: P. Fernando Pascual | Fuente: Catholic.net



“Ningún viento es favorable a quien desconoce a qué puerto se dirige”, decía Séneca.

Existe el peligro de ir por la vida sin tener clara la meta, sin saber a qué puerto vamos.

Es verdad que muchas veces apuntamos hacia metas provisionales, hacia pequeñas escalas en el camino de la vida. Este año orientamos nuestro esfuerzo en terminar bien los estudios universitarios. Luego iremos en busca de un trabajo, de una casa, de un esposo o esposa, de una familia. Más adelante, trabajaremos por aquello que pueda ser mejor para los hijos.

En algunos “momentos intermedios” nos dedicaremos a buscar una medicina, a pedir consejo a un amigo, a comprar un televisor o un libro, a realizar un viaje de descanso... Metas intermedias, provisionales. Etapas de un camino mucho más serio que nos lleva hacia el puerto definitivo.

Podemos preguntarnos: ¿existe ese puerto último, una meta que explica todas las demás, después de la cual ya no quedan más etapas por recorrer? Alguno dirá que no hay puertos definitivos, y optará por vivir al día. Sin orden, sin brújula, sin esfuerzo por llevar a cabo conquistas para su vida profesional o familiar. Otros preferirán ir de etapa en etapa. Lo que llegue a ocurrir al final, cuando ya no queden páginas por escribir, no lo sabemos, o tal vez será un simple desaparecer, como niebla ante el viento tibio de la mañana.

Los cristianos sabemos cuál es nuestro destino, cuál es la meta que nos espera. Cristo mismo lo dijo: ha ido al Padre para prepararnos un lugar, para organizar la bienvenida más hermosa, más completa en la Patria verdadera (Jn 14,1-3).

Con la mirada en el cielo, seguimos en este variado viaje de la vida. Con sus vientos, con sus tormentas, con sus olas, con sus días, con sus noches, con sus alegrías, con sus tristezas. Para los que aman a Dios, todo lleva a la meta (cf. Rm 8,28), todo viento es favorable, toda prueba es un escalón más hacia el cielo.

El puerto sigue abierto, la travesía continúa. No siempre es fácil vivir de esperanza, ni mantener la nave intacta. Pero entre nosotros sigue Jesús, el Galileo. Tal vez dormido y silencioso, pero fiel y sereno, como el verdadero Señor de nuestra historia. La Iglesia, nave, madre y maestra, nos lleva dentro, nos invita a amar, nos impulsa con el soplo impetuoso del Espíritu. Vamos a casa, vamos al cielo, vamos al abrazo eterno del Padre bueno.  

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 29 DE ENERO




LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
29 de enero




Si cuando el discípulo llegue a ser perfecto, será como su Maestro (Lc. 6,40), nosotros también debemos ponerse nuestro afán de imitar a Jesús; él nos enseña que no nos basta una mera o teórica aceptación de la Palabra del Padre, sino que se requiere el cumplimiento práctico y real de esa divina voluntad.

No basta que aceptes a Jesús como tu Maestro, si luego no llevas a la práctica sus enseñanzas, si no vives sus Palabras y su Verdad; con esto Jesús te pone en alerta contra un cristianismo de meras fórmulas o de simples aceptaciones de verdades y dogmas, pero que no llega a que esas verdades se hagan vida.



* P. Alfonso Milagro 

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 29 DE ENERO DE 2022

 



 Sábado 3 del tiempo ordinario

Sábado 29 de enero de 2022



1ª Lectura (2Sam 12,1-7a.10-17): En aquellos días, el Señor envió a Natán a David. Entró Natán ante el rey y le dijo: «Había dos hombres en un pueblo, uno rico y otro pobre. El rico tenía muchos rebaños de ovejas y bueyes; el pobre sólo tenía una corderilla que había comprado; la iba criando, y ella crecía con él y con sus hijos, comiendo de su pan, bebiendo de su vaso, durmiendo en su regazo: era como una hija. Llegó una visita a casa del rico, y no queriendo perder una oveja o un buey, para invitar a su huésped, cogió la cordera del pobre y convidó a su huésped».

David se puso furioso contra aquel hombre y dijo a Natán: «Vive Dios, que el que ha hecho eso es reo de muerte. No quiso respetar lo del otro; pues pagará cuatro veces el valor de la cordera». Natán dijo a David: «¡Eres tú! Pues bien, la espada no se apartará nunca de tu casa; por haberme despreciado, quedándote con la mujer de Urías, el hitita, y matándolo a él con la espada amonita. Así dice el Señor: ‘Yo haré que de tu propia casa nazca tu desgracia; te arrebataré tus mujeres y ante tus ojos se las daré a otro, que se acostará con ellas a la luz del sol que nos alumbra. Tú lo hiciste a escondidas, yo lo haré ante todo Israel, en pleno día’».

David respondió a Natán: «¡He pecado contra el Señor!». Natán le dijo: «El Señor ha perdonado ya tu pecado, no morirás. Pero, por haber despreciado al Señor con lo que has hecho, el hijo que te ha nacido morirá». Natán marchó a su casa. El Señor hirió al niño que la mujer de Urías había dado a David, y cayó gravemente enfermo. David pidió a Dios por el niño, prolongó su ayuno y de noche se acostaba en el suelo. Los ancianos de su casa intentaron levantarlo, pero él se negó y no quiso comer nada con ellos.



Salmo responsorial: 50

R/. Oh Dios, crea en mí un corazón puro.

Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme; no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu.

Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso: enseñaré a los malvados tus caminos, los pecadores volverán a ti.

¡Líbrame de la sangre, oh Dios, Dios, Salvador mío, y cantará mi lengua tu justicia. Señor, me abrirás los labios, y mi boca proclamará tu alabanza.

Versículo antes del Evangelio (Jn 3,16): Aleluya. Tanto amó Dios al mundo que le dio a su Hijo Unigénito; todo aquel que cree en Él tiene la vida eterna. Aleluya.


Texto del Evangelio (Mc 4,35-41): Un día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos: «Pasemos a la otra orilla». Despiden a la gente y le llevan en la barca, como estaba; e iban otras barcas con Él. En esto, se levantó una fuerte borrasca y las olas irrumpían en la barca, de suerte que ya se anegaba la barca. Él estaba en popa, durmiendo sobre un cabezal. Le despiertan y le dicen: «Maestro, ¿no te importa que perezcamos?».

Él, habiéndose despertado, increpó al viento y dijo al mar: «¡Calla, enmudece!» El viento se calmó y sobrevino una gran bonanza. Y les dijo: «¿Por qué estáis con tanto miedo? ¿Cómo no tenéis fe?». Ellos se llenaron de gran temor y se decían unos a otros: «Pues ¿quién es éste que hasta el viento y el mar le obedecen?».




«¿Por qué estáis con tanto miedo? ¿Cómo no tenéis fe?»

Rev. D. Joaquim FLURIACH i Domínguez

(St. Esteve de P., Barcelona, España)



Hoy, el Señor riñe a los discípulos por su falta de fe: «¿Cómo no tenéis fe?» (Mc 4,40). Jesucristo ya había dado suficientes muestras de ser el Enviado y todavía no creen. No se dan cuenta de que, teniendo con ellos al mismo Señor, nada han de temer. Jesús hace un paralelismo claro entre “fe” y “valentía”.

En otro lugar del Evangelio, ante una situación en la que los Apóstoles dudan, se dice que todavía no podían creer porque no habían recibido el Espíritu Santo. Mucha paciencia le será necesaria al Señor para continuar enseñando a los primeros aquello que ellos mismos nos mostrarán después, y de lo que serán firmes y valientes testigos.

Estaría muy bien que nosotros también nos sintiéramos “reñidos”. ¡Con más motivo aun!: hemos recibido el Espíritu Santo que nos hace capaces de entender cómo realmente el Señor está con nosotros en el camino de la vida, si de verdad buscamos hacer siempre la voluntad del Padre. Objetivamente, no tenemos ningún motivo para la cobardía. Él es el único Señor del Universo, porque «hasta el viento y el mar le obedecen» (Mc 4,41), como afirman admirados los discípulos.

Entonces, ¿qué es lo que me da miedo? ¿Son motivos tan graves como para poner en entredicho el poder infinitamente grande como es el del Amor que el Señor nos tiene? Ésta es la pregunta que nuestros hermanos mártires supieron responder, no ya con palabras, sino con su propia vida. Como tantos hermanos nuestros que, con la gracia de Dios, cada día hacen de cada contradicción un paso más en el crecimiento de la fe y de la esperanza. Nosotros, ¿por qué no? ¿Es que no sentimos dentro de nosotros el deseo de amar al Señor con todo el pensamiento, con todas las fuerzas, con toda el alma?

Uno de los grandes ejemplos de valentía y de fe, lo tenemos en María, Auxilio de los cristianos, Reina de los confesores. Al pie de la Cruz supo mantener en pie la luz de la fe... ¡que se hizo resplandeciente en el día de la Resurrección!

VATICANO INFORMA QUE DONACIONES DEL ÓBOLO DE PEDRO DISMINUYERON EN 2021



Vaticano informa que donaciones del Óbolo de Pedro disminuyeron en 2021

Redacción ACI Prensa

 Foto: Vatican Media




El prefecto de la Secretaría para la Economía de la Santa Sede, P. Juan Antonio Guerrero Alves SJ, indicó este 28 de enero que si bien siguen llegando de algunos países donaciones para la colecta del Óbolo de San Pedro existe un marcado descenso en comparación con 2020.

“Para responder más exactamente a su pregunta debemos esperar a cuando presente las cuentas del Óbolo, que aún no están cerradas, cerraremos a final de febrero, aún nos están llegando los donativos de la colecta de 2021 de algunos países a través de las nunciaturas”, indicó el sacerdote jesuita en una entrevista concedida a Vatican News.

En esta línea, P. Guerrero Alves describió que “en 2021 se ha vuelto a experimentar un descenso respecto al año anterior que me atrevo a cuantificar en no menor del 15%".

"Si en 2020 la colecta total del Óbolo fue de 44M€ [49 millones de dólares aproximadamente], en 2021 no creo que supere los 37M€ [41 millones de dólares aproximadamente]. La disminución de 2021 se suma a la que hubo entre 2015 y 2019, del 23%, y del 18% de 2020, primer año de pandemia”, dijo.

El Óbolo de San Pedro, explica el sitio web del Vaticano, es “una ayuda económica” que los fieles ofrecen al Santo Padre “como una expresión de apoyo” para las necesidades de la Iglesia en el mundo y las obras de caridad que esta realiza.

La Santa Sede señala que el origen de esta práctica data de fines del siglo VIII luego de la conversión de los anglosajones, quienes “se sintieron tan unidos al Obispo de Roma que decidieron de manera estable una contribución anual al Santo Padre”.

La colecta se llamó “Denarius Sancti Petri” (Limosna a San Pedro) y se difundió en el resto de países europeos. El 5 de agosto de 1871 el Papa Pío IX la regularizó a través de la encíclica “Saepe Venerabilis”.

Con el dinero recaudado se han llevado a cabo proyectos en distintos lugares del mundo como Albania, Ecuador, México, Mozambique, República Centroafricana, Nepal, India, Indonesia, Bangladesh, entre otros.

Par conocer más los proyectos de ayuda que se realizan a través del Óbolo de San Pedro haga click AQUÍ.

Asimismo, el prefecto de la Secretaría para la Economía reconoció que necesitan “buscar modos de atraer más donaciones” y añadió que “el primer requisito es la transparencia y el dar cuenta con limpieza, en lo que creo que hemos dado muchos pasos”.

En esta línea, P. Guerrero describió que “aparte de dar cuenta cada año por este medio del presupuesto y del balance, este año esperamos dar cuenta de las entradas y salidas del Óbolo y enviar a las Conferencias Episcopales para su conocimiento las cuentas de la Santa Sede”.

“Tenemos que hacer más conscientes a las iglesias locales de las necesidades de la Santa Sede, la curia está al servicio de ellas y debe estar en gran medida mantenida por ellas. Hay una gran diferencia en el compromiso de las diversas Iglesias en el sostenimiento de la curia Romana. Y también atraer la ayuda de los fieles, que quieran apoyar al Papa en su misión de unidad en la caridad, que es al fin y al cabo lo que hace la curia Romana”, señaló.

Luego, el religioso español se refirió a la controversial compra del edificio en Sloane Avenue de Londres, que es el núcleo del reciente escándalo financiero por el que se está llevando a cabo un juicio vaticano.

“Ha sido una operación realizada con toda trasparencia y según las nuevas reglas de contratos vaticanos. Se contrató un bróker en Londres y una firma de abogados, ambos en un concurso restringido, además de una persona de confianza en Londres para acompañar el proceso y representar nuestros intereses, y el proceso ha sido acompañado por un equipo de la Santa Sede con alguna ayuda profesional externa desde Roma”, afirmó.

Después, el P. Guerrero dijo que “se recibieron 16 ofertas, se seleccionaron cuatro, después de una segunda ronda de ofertas se seleccionó la mejor. Ya está firmado el contrato de venta, hemos recibido el 10% de las arras y se concluirá en junio de 2022”.

De este modo, el sacerdote afirmó que “la pérdida por la presunta estafa, de la que tanto se ha hablado y sobre la que ahora juzgan los tribunales vaticanos, ya estaba considerada en balance. El edificio ha sido vendido por encima de la valoración que teníamos en balance y de la valoración que hicieron las instituciones especializadas… Hemos aprendido mucho unos de otros y hemos encontrado un método de trabajo de equipo que no era muy practicado en la Santa Sede y que ayuda”.


Traducido y adaptado por Mercedes De La Torre. Publicado originalmente por CNA  

BUENOS DÍAS!!!!





  

martes, 25 de enero de 2022

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 25 DE ENERO DE 2022 - LA CONVERSIÓN DE SAN PABLO APÓSTOL



25 de Enero: La Conversión de san Pablo, apóstol

Martes 25 de enero de 2022



 Ver 1ª Lectura y Salmo

1ª Lectura (Hch 22,3-16): En aquellos días, dijo Pablo al pueblo: «Yo soy judío, nací en Tarso de Cilicia, pero me crie en esta ciudad; fui alumno de Gamaliel y aprendí hasta el último detalle de la ley de nuestros padres; he servido a Dios con tanto fervor como vosotros mostráis ahora. Yo perseguí a muerte este nuevo camino, metiendo en la cárcel, encadenados, a hombres y mujeres; y son testigos de esto el mismo sumo sacerdote y todos los ancianos. Ellos me dieron cartas para los hermanos de Damasco, y fui allí para traerme presos a Jerusalén a los que encontrase, para que los castigaran.

»Pero en el viaje, cerca ya de Damasco, hacia mediodía, de repente una gran luz del cielo me envolvió con su resplandor, caí por tierra y oí una voz que me decía: ‘Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?’. Yo pregunté: ‘¿Quién eres, Señor?’. Me respondió: ‘Yo soy Jesús Nazareno, a quien tú persigues’. Mis compañeros vieron el resplandor, pero no comprendieron lo que decía la voz. Yo pregunté: ‘¿Qué debo hacer, Señor?’. El Señor me respondió: ‘Levántate, sigue hasta Damasco, y allí te dirán lo que tienes que hacer’.

Como yo no veía, cegado por el resplandor de aquella luz, mis compañeros me llevaron de la mano a Damasco. Un cierto Ananías, devoto de la Ley, recomendado por todos los judíos de la ciudad, vino a verme, se puso a mi lado y me dijo: ‘Saulo, hermano, recobra la vista’. Inmediatamente recobré la vista y lo vi. Él me dijo: ‘El Dios de nuestros padres te ha elegido para que conozcas su voluntad, para que vieras al Justo y oyeras su voz, porque vas a ser su testigo ante todos los hombres, de lo que has visto y oído. Ahora, no pierdas tiempo; levántate, recibe el bautismo que, por la invocación de su nombre, lavará tus pecados’».

O bien (Hch 9,1-22): En aquellos días, Saulo, amenazando todavía de muerte a los discípulos del Señor, fue a ver al sumo sacerdote y le pidió, para las sinagogas de Damasco, cartas que lo autorizaran para traer presos a Jerusalén a todos aquellos hombres y mujeres que seguían el nuevo camino. Pero sucedió que, cuando se aproximaba a Damasco, una luz del cielo lo envolvió de repente con su resplandor. Cayó por tierra y oyó una voz que le decía: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?». Preguntó él: «¿Quién eres, Señor?». La respuesta fue: «Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Levántate. Entra en la ciudad y allí se te dirá lo que tienes que hacer». Los hombres que lo acompañaban en el viaje se habían detenido, mudos de asombro, pues oyeron la voz, pero no vieron a nadie. Saulo se levantó del suelo, y aunque tenía abiertos los ojos, no podía ver. Lo llevaron de la mano hasta Damasco y allí estuvo tres días ciego, sin comer ni beber.

Había en Damasco un discípulo que se llamaba Ananías, a quien se le apareció el Señor y le dijo: «Ananías». Él respondió: «Aquí estoy, Señor». El Señor le dijo: «Ve a la calle principal y busca en casa de Judas a un hombre de Tarso, llamado Saulo, que está orando». Saulo tuvo también la visión de un hombre llamado Ananías, que entraba y le imponía las manos para que recobrara la vista. Ananías contestó: «Señor, he oído a muchos hablar de ese individuo y del daño que ha hecho a tus fieles en Jerusalén. Además, trae autorización de los sumos sacerdotes para poner presos a todos los que invocan tu nombre». Pero el Señor le dijo: «No importa. Tú ve allá, porque yo lo he escogido como instrumento, para que me dé a conocer a las naciones, a los reyes y a los hijos de Israel. Yo le mostraré cuánto tendrá que padecer por mi causa». Ananías fue allá, entró en la casa, le impuso las manos a Saulo y le dijo: «Saulo, hermano, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino, me envía para que recobres la vista y quedes lleno del Espíritu Santo». Al instante, algo como escamas se le desprendió de los ojos y recobró la vista. Se levantó y lo bautizaron. Luego comió y recuperó las fuerzas.

Se quedó unos días con los discípulos en Damasco y se puso a predicar en las sinagogas, afirmando que Jesús era el Hijo de Dios. Todos los que lo oían quedaban sorprendidos y decían: “¿No es este hombre el que andaba persiguiendo en Jerusalén a los que invocan el nombre de Jesús y que ha venido aquí para llevarlos presos y entregarlos a los sumos sacerdotes?” Pero Saulo, cada vez con más vigor, refutaba a los judíos que vivían en Damasco, demostrándoles que Jesús era el Mesías.



Salmo responsorial: 116

R/. Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.

Alabad al Señor, todas las naciones, aclamadlo, todos los pueblos.

Firme es su misericordia con nosotros, su fidelidad dura por siempre.

Versículo antes del Evangelio (Jn 15,16): Aleluya. Yo os he elegido del mundo, dice el Señor, para que vayáis y deis fruto, y su fruto permanezca. Aleluya.

Texto del Evangelio (Mc 16,15-18): En aquel tiempo, Jesús se apareció a los once y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará. Éstas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas, agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien».





«Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva»

Rev. D. Josep GASSÓ i Lécera

(Ripollet, Barcelona, España)



Hoy, la Iglesia celebra la fiesta de la Conversión de san Pablo, apóstol. El breve fragmento del Evangelio según san Marcos recoge una parte del discurso acerca de la misión que confiere el Señor resucitado. Con la exhortación a predicar por todo el mundo va unida la tesis de que la fe y el bautismo son requisitos necesarios para la salvación: «El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará» (Mc 16,16). Además, Cristo garantiza que a los predicadores se les dará la facultad de hacer prodigios o milagros que habrán de apoyar y confirmar su predicación misionera (cf. Mc 16,17-18). La misión es grande —«Id por todo el mundo»—, pero no faltará el acompañamiento del Señor: «Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (Mt 28,20).

La oración colecta de hoy, propia de la fiesta, nos dice: «Oh Dios, que con la predicación del Apóstol san Pablo llevaste a todos lo pueblos al conocimiento de la verdad, concédenos, al celebrar hoy su conversión, que, siguiendo su ejemplo, caminemos hacia Ti como testigos de tu verdad». Una verdad que Dios nos ha concedido conocer y que tantas y tantas almas desearían poseer: tenemos la responsabilidad de transmitir hasta donde podamos este maravilloso patrimonio.

La Conversión de san Pablo es un gran acontecimiento: él pasa de perseguidor a convertido, es decir, a servidor y defensor de la causa de Cristo. Muchas veces, quizá, también nosotros mismos hacemos de “perseguidores”: como san Pablo, tenemos que convertirnos de “perseguidores” a servidores y defensores de Jesucristo.

Con Santa María, reconozcamos que el Altísimo también se ha fijado en nosotros y nos ha escogido para participar de la misión sacerdotal y redentora de su Hijo divino: Regina apostolorum, Reina de los apóstoles, ¡ruega por nosotros!; haznos valientes para dar testimonio de nuestra fe cristiana en el mundo que nos toca vivir.  

HOY 25 DE ENERO LA IGLESIA CELEBRA LA CONVERSIÓN DE SAN PABLO



 25 de enero: La Iglesia celebra la conversión de san Pablo

Pablo, en un inicio llamado Saulo, era un fariseo que perseguía cristianos, hasta que vivió la presencia de Jesús.

La conversión de san Pablo. Obra de Esteban Bartolomé Murillo. Imagen: Museo del Prado.




Saulo, quien posteriormente sería san Pablo, fue uno de los primeros en perseguir a los cristianos, como fue el caso de la lapidación de san Esteban, de la cual dice el Libro de los Hechos: Y Saulo estaba allí, dando su aprobación a la muerte de Esteban (8, 1).


La persecución de Saulo está referida en el Libro de los Hechos 

(9; 1-19):

Saulo no dejaba de amenazar de muerte a los creyentes e el Señor. Por eso, se le presentó al Sumo Sacerdote y le pidió cartas de autorización para ir a las sinagogas de Damasco, a buscar a los que seguían el nuevo camino. Pero cuando ya se encontraba cerca de la ciudad de Damasco, una luz que venía del cielo brillo de repente a su alrededor. Saulo cayó al suelo y oyó una voz que le decía: ‘Saulo, Saulo, ¿Por qué me persigues?’

Saulo preguntó ‘¿Quién eres, Señor?’ La voz le contestó: ‘Yo soy Jesús, el mismo a quien estas persiguiendo, levántate y entra en la ciudad, allí te dirán qué debes hacer’.

Posteriormente se narra como Saulo se levantó del suelo, pero cuando abrió los ojos, no podía ver. Así que lo tomaron de la mano y lo llevaron a Damasco. Allí estuvo tres días sin ver.

En Damasco vivía un creyente que se llamaba Ananías a quien el Señor se le presentó en una visión, y le dijo que fuera a una casa en donde estaba hospedado Saulo y la pusiera las manos sobre su cabeza, entonces volvió a ver.

Luego el Señor le dijo: he escogido a ese hombre para que hable de mí a la gente de otras naciones, y a sus reyes, y también a los israelitas. Yo le mostraré lo mucho que tiene que sufrir por mi causa.

Ananías le dijo a Saulo: Jesús, el que se te apareció en el camino me ha mandado para que recobres la vista y quedes lleno del Espíritu Santo.  Al momento cayeron de los ojos de Saulo una especie de escamas, y recobró la vista. Entonces se levantó y fue bautizado.En el estante cayeros de los ojos de Saulo una especie de escamas y recobró la vista. Entonces se levantó y fue bautizado.

La Basílica San Pablo Extramuros se levantó en el lugar en que murió

Saulo regresó a Jerusalén de donde tuvo que huir, y realizó cuatro largos y pesados viajes. En el primero, estuvo en Antioquía, Salamina, Pafos, Perge, Iconio, y Derbe.

En el Segundo, estuvo en Jerusalén, Éfeso, Atenas, Corinto, Macedonia, Fílipos, Samotracia, Listra, Antioquía.

En el Tercero, volvió a visitar algunas de estas ciudades, pero además estuvo en Tiro, Rodas, y en el Cuarto y también fue a la Isla de Malta, en Sicilia y finalmente, encadenado, a Roma, donde pidió audiencia con al Emperador que él lo juzgara porque era ciudadano romano, y finalmente fue decapitado.

En el lugar donde murió San Pablo se levantó la Basílica de San Pablo Extramuros, llamada así porque estaba fuera de las murallas de Roma, y por su conversión, ha sido un lugar idóneo para eventos interreligiosos.


La Iglesia celebra su conversión el 25 de enero.



 

¿ES ESTE EL VERDADERO ROSTRO DEL APÓSTOL SAN PABLO?



¿Es este el verdadero rostro del apóstol San Pablo?

El Departamento de Arqueología Sagrada de la Academia Brasileña de Hagiología se propuso un ambicioso objetivo: recrear el rostro de San Pablo Apóstol.

 Foto: Vatican News.




San Pablo es considerado como uno de los grandes santos de la historia. Algunas pinturas lo retratan como un hombre joven y otras más como un anciano. Pero, ¿cómo lucía en realidad Saulo de Tarso?

El Departamento de Arqueología Sagrada de la Academia Brasileña de Hagiología quiso responder a esta pregunta y, gracias a una profunda investigación, encargó a una artista la reconstrucción del rostro de San Pablo que, asegura, “está en perfecta armonía con la única descripción disponible” que se encuentra en los Hechos de Pablo y Tecla, un texto apócrifo que data del siglo II.

En declaraciones a Vatican News, el cardenal Odilo Scherer, arzobispo de de São Paulo, Brasil, aseguró que “la investigación y los recursos de la técnica pueden ayudar a brindar una imagen aproximada de ese hombre de rostro muy llamativo, mirada incisiva y presencia envolvente”.



Reconstrucción del rostro de San Pablo. Foto: Vatican News. 


Calvo y de nariz aguileña

“Nacido en la ciudad de Tarso, actual Turquía, Saulo parecía un joven bajo y delgado, de rasgos oscuros y ojos oscuros. Con su conversión, recorrió el mundo evangelizando y siendo perseguido, tanto que fue martirizado en Roma”, recuerda Vatican News.

Sus reliquias se encuentran en la Basílica de San Pablo Extramuros.

Fábio Tucci Farah, quien también es uno de los fundadores del Departamento de Arqueología Sagrada de la Academia Brasileña de Hagiología y especialista en reliquias de la Arquidiócesis de São Paulo, explicó que el ícono más antiguo del apóstol fue encontrado hace poco más de 10 años en Roma.

“En junio de 2009, L’Osservatore Romano publicó un descubrimiento extraordinario en las catacumbas de Santa Tecla: el ícono más antiguo de São Paulo, datado entre fines del siglo IV y principios del quinto. Debajo de una gruesa capa removida por láser, especialistas de la Pontificia Academia Romana de Arqueología descubrieron el fresco de un hombre calvo de rostro delgado y alargado, barba oscura y nariz grande”.

“Si bien San Pablo tiene una vasta – y variada – iconografía, el ícono descubierto en las catacumbas de Santa Tecla está en perfecta armonía con la única descripción disponible de su apariencia, encontrada en los Hechos de Paulo y Tecla, un texto apócrifo que posiblemente se remonta a el segundo siglo”.

En él, San Pablo aparece como un hombre de baja estatura, de cejas dibujadas, calvo, de piernas arqueadas, ojos hundidos y una gran nariz aguileña.

La descripción el evangelio apócrifo junto a la antigua iconografía hallada en Roma sirvieron de punto de partida para la recreación del rostro de Saulo, que estuvo a cargo de la artista brasileña Girleyne Costa, con la colaboración del propio Farah.


La recreación estuvo a cargo de la artista brasileña Girleyne Costa. Foto: Vatican News.


“Para este trabajo, también tomamos en cuenta algunas características étnico-raciales, el estilo de vida paulista y, por supuesto, la personalidad que salta de sus innumerables epístolas”.

“No queríamos presentar simplemente el retrato de un fariseo de Tarso, que viajó miles de kilómetros como misionero, en el siglo I. Nuestro objetivo era presentar a un hombre con rostro de ángel que hablaba a la gente del siglo XXI. siglo. Un misionero que, después de casi dos milenios, sigue encantando al público”, dijo Farah a Vatican News.

Este retrato, explicó, forma parte de un proyecto más ambicioso, que busca recrear el rostro de todos los apóstoles de Jesús, en colaboración con el Museo de Arte Sacro de São Paulo denominado, y que lleva por nombre “El Verdadero Rostro de los Apóstoles de Cristo”.  

FELIZ MARTES!!!




 

lunes, 24 de enero de 2022

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 24 DE ENERO DE 2022

 



Lunes 3 del tiempo ordinario

Lunes 24 de enero de 2022




1ª Lectura (2Sam 5,1-7.10): En aquellos días, todas las tribus de Israel fueron a Hebrón a ver a David y le dijeron: «Hueso tuyo y carne tuya somos: ya hace tiempo, cuando todavía Saúl era nuestro rey, eras tú quien dirigías las entradas y salidas de Israel. Además el Señor te ha prometido: ‘Tú serás el pastor de mi pueblo Israel, tu serás el jefe de Israel’». Todos los ancianos de Israel fueron a Hebrón a ver al rey, y el rey David hizo con ellos un pacto en Hebrón, en presencia del Señor, y ellos ungieron a David como rey de Israel. Tenía treinta años cuando empezó a reinar, y reinó cuarenta años; en Hebrón reinó sobre Judá siete años y medio, y en Jerusalén reinó treinta y tres años sobre Israel y Judá.

El rey y sus hombres marcharon sobre Jerusalén, contra los jebuseos que habitaban el país. Los jebuseos dijeron a David: «No entrarás aquí. Te rechazarán los ciegos y los cojos». Era una manera de decir que David no entraría. Pero David conquistó el alcázar de Sión, o sea, la llamada Ciudad de David. David iba creciendo en poderío, y el Señor de los ejércitos estaba con él.



Salmo responsorial: 88

R/. Mi fidelidad y misericordia lo acompañarán.

Un dia hablaste en visión a tus amigos: «He ceñido la corona a un héroe, he levantado a un soldado sobre el pueblo».


«Encontré a David, mi siervo, y lo he ungido con óleo sagrado; para que mi mano esté siempre con él y mi brazo lo haga valeroso».


«Mi fidelidad y misericordia lo acompañarán, por mi nombre crecerá su poder: extenderé su izquierda hasta el mar, y su derecha hasta el Gran Río».

Versículo antes del Evangelio (2Tim 1,10): Aleluya. Nuestro Salvador Jesucristo destruyó la muerte y sacó a la luz la vida por el Evangelio. Aleluya.

Texto del Evangelio (Mc 3,22-30): En aquel tiempo, los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: «Está poseído por Beelzebul» y «por el príncipe de los demonios expulsa los demonios». Entonces Jesús, llamándoles junto a sí, les decía en parábolas: «¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás? Si un reino está dividido contra sí mismo, ese reino no puede subsistir. Si una casa está dividida contra sí misma, esa casa no podrá subsistir. Y si Satanás se ha alzado contra sí mismo y está dividido, no puede subsistir, pues ha llegado su fin. Pero nadie puede entrar en la casa del fuerte y saquear su ajuar, si no ata primero al fuerte; entonces podrá saquear su casa. Yo os aseguro que se perdonará todo a los hijos de los hombres, los pecados y las blasfemias, por muchas que éstas sean. Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tendrá perdón nunca, antes bien, será reo de pecado eterno». Es que decían: «Está poseído por un espíritu inmundo».



«El que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tendrá perdón nunca»

Rev. D. Vicenç GUINOT i Gómez

(Sant Feliu de Llobregat, España)



Hoy, al leer el Evangelio del día, uno no sale de su asombro —“alucina”, como se dice en el lenguaje de la calle—. «Los escribas que habían bajado de Jerusalén» ven la compasión de Jesús por las gentes y su poder que obra en favor de los oprimidos, y —a pesar de todo— le dicen que «está poseído por Beelzebul» y «por el príncipe de los demonios expulsa los demonios» (Mc 3,22). Realmente uno queda sorprendido de hasta dónde pueden llegar la ceguera y la malicia humanas, en este caso de unos letrados. Tienen delante la Bondad en persona, Jesús, el humilde de corazón, el único Inocente y no se enteran. Se supone que ellos son los entendidos, los que conocen las cosas de Dios para ayudar al pueblo, y resulta que no sólo no lo reconocen sino que lo acusan de diabólico.

Con este panorama es como para darse media vuelta y decir: «¡Ahí os quedáis!». Pero el Señor sufre con paciencia ese juicio temerario sobre su persona. Como ha afirmado San Juan Pablo II, Él «es un testimonio insuperable de amor paciente y de humilde mansedumbre». Su condescendencia sin límites le lleva, incluso, a tratar de remover sus corazones argumentándoles con parábolas y consideraciones razonables. Aunque, al final, advierte con su autoridad divina que esa cerrazón de corazón, que es rebeldía ante el Espíritu Santo, quedará sin perdón (cf. Mc 3,29). Y no porque Dios no quiera perdonar, sino porque para ser perdonado, primero, uno ha de reconocer su pecado.

Como anunció el Maestro, es larga la lista de discípulos que también han sufrido la incomprensión cuando obraban con toda la buena intención. Pensemos, por ejemplo, en santa Teresa de Jesús cuando intentaba llevar a más perfección a sus hermanas.

No nos extrañe, por tanto, si en nuestro caminar aparecen esas contradicciones. Serán indicio de que vamos por buen camino. Recemos por esas personas y pidamos al Señor que nos dé aguante.

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