A solas con María
Rafael Ángel Marañón
A solas he medido, en sombras, sin aliento,
Mi corazón herido que sufre su tormento
De estar aun separado en vida y sentimiento,
De ti, que eres la estrella que guías mi pensamiento.
Yo quiero estar contigo mas solo soy despojos
Y solo el bien yo puedo poner ante tus ojos,
De mi arrepentimiento las penas y congojos,
Y de mi rebeldía los áridos abrojos.
No soporto tu ausencia, ni escondo mi pecado
Sabiendo que me acoges y estás siempre a mi lado,
Siendo yo un tarambana, rebelde y porfiado
Y tú, la lumbre viva de resplandor sagrado.
Y al levantar los ojos y captar tu mirada
De clemencia repleta y dulzura anegada,
Mi alma con sentimiento palpita acelerada,
Sintiéndome a tu lado como ave liberada.
Mi corazón contrito repleto de amargura
Reniega de mi senda extraviada y dura,
Y me acerco a tu lado buscando la ventura,
Que ofreces generosa a tu loca criatura.
Te bendigo María, por tu santa pureza;
Por tu amor indecible, por tu inmensa grandeza
Que conmigo compartes sin riña o sutileza,
Y a mis indignos ojos tu santa boca besa.
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