La llave de María
Rafael Ángel Marañón
Mi alma que está angustiada
De ansia de amor y verdad,
Acude a ti fiel María
Para a Jesús con piedad
Ver en la noche estrellada
Que la luz de tal aurora
Es por demás tan brillante
Como al sol a mediodía,
Para mirarla radiante
Si no vienes tú, Señora.
De albahacas en derroche
Se adorna tu trono azul,
Que igual que el de Cristo guía
Y reverbera de luz
Para orientarme en la noche.
A tal dechado de gloria
Quiero acercarme esforzado,
Y en tal mérito confía
Mi alma en humilde estado
Hasta alcanzar la victoria
Gracias Santa Virgen Madre
Por llevarme hacia Jesús
Que eres la segura vía
De tu mano y de su cruz
Hacia Dios y eterno Padre.
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