Los cinco minutos de María
Agosto 14
María Santísima, desde el momento de la Anunciación, tuvo la resolución profunda, permanente y eficaz de consagrar su vida a la persona y a la obra de su Hijo y cooperar con amor a la salvación de los hombres.
Su voluntad estuvo siempre unida a la de Dios y la llama de su fervor ardía en presencia de Jesucristo, como la llama de un candelabro delante de un sagrario.
Así fue el Corazón de María y así debe ser tu corazón.
Virgen feliz porque creíste que en ti se cumpliría la Palabra de Dios, haz que no desee yo otra cosa que hacer Su voluntad.
* P. Alfonso Milagro
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