Los Cinco Minutos de María
20 de Noviembre
La devoción que tengas a la Virgen María y la seguridad que por ello tengas de su protección no puede eximirte de poner tu esfuerzo personal, que te obligue a apartarte del pecado y a ejercitar tu alma en todas las virtudes.
La devoción a la Virgen potenciará y elevará tu acción personal, pero no se puede potenciar la nada, no se pueden elevar las obras si no las pones; haz tu esfuerzo personal y ofrecerlo a la Virgen; deja que lo demás corra por su cuenta.
Nuestra Señora en la Natividad dió a luz al Verbo de Dios y lo ofreció a la adoración de todos los que lo buscan.
* P. Alfonso Milagro
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