NUESTRA SEÑORA DEL DIVINO AMOR
A las afueras de Roma se levantaba la fortaleza de “Castel di Leva” que desde inicios de su construcción, alrededor del siglo III d.C., en una de sus murallas fue pintada una imagen de la Virgen María con el Niño Jesús y el Espíritu Santo, esta fortaleza era la que defendía la Ciudad de Roma.
Ya entrado el siglo XV y hasta el XVII "Castel di Leva" fue abandonado, pero la hermosa pintura se conservó. Aquel lugar era el sitio favorito en que los pastores llevaban a comer a sus rebaños, por ello los pastores y los peregrinos que iban a Roma empezaron a tomar la costumbre de rezar allí el santo Rosario.
En 1740, un peregrino de camino a Roma resultó atacado por una jauría de perros salvajes en las cercanías de "Castel di Leva". El peregrino en su desesperación divisó la imagen y clamó por ayuda a la Madre de Dios. Fue entonces que la jauría se apaciguó y se retiró. La noticia del milagro se divulgó y la devoción a la imagen comenzó a crecer.
El 5 de septiembre del mismo año la imagen fue trasladada a la Hacienda llamada «La Falconiana» y se la ubicó en una pequeña capilla dedicada a Santa María de los Magos. En abril de 1745, el icono fue llevado nuevamente al castillo y ubicado en una iglesia consagrada en 1950.
La imagen recibió la coronación canónica el 13 de mayo de 1883.
Años después tarde el santo Padre Pío XIII viendo el peligro inminente de la invasión Nazi a Roma y la destrucción de la ciudad de Roma, pidió la intercesión de Nuestra Señora del Divino Amor. Como la invasión no sucedió, Nuestra Señora del Divino Amor fue proclamada Salvadora de la Ciudad de Roma.
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