LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
11 Octubre
Siempre que reces el Padre nuestro deberás poner tu atención en aquella petición: Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos; ella podrá servirte de guía en el modo como tú debes perdonar a los que te ofenden, a fin de que perdón amplio y sincero sea la guía del perdón que tú recibas de Dios.
Perdona de corazón a tus ofensores, si quieres que también el Señor te perdone a ti.
No permitas que por pequeñas cosas, como puede ser una desatención, un olvido, se quebrante la caridad que debe animar siempre las relaciones fraternas entre los hijos de Dios.
No guardes nunca rencor en tu corazón por nada y contra nadie; purifica tu corazón de todo sentimiento que no sea el amor de Dios y a tus hermanos.
P. Alfonso Milagro
No hay comentarios:
Publicar un comentario