1 DE ENERO
María, escogida para ser la “Theotokos”, vocablo griego que significa “La que ha engendrado a Dios”.
San Juan Pablo II señaló que la maternidad de María “no atañe a toda la Trinidad, sino únicamente a la segunda Persona, al Hijo, que, al encarnarse, tomó de ella la naturaleza humana”. Además, “una madre no es madre sólo del cuerpo o de la criatura física que sale de su seno, sino de la persona que engendra”, enfatizó San Juan Pablo II.
María, madre de Dios, es también y por consecuencia Madre de La Iglesia. Jesús mismo nos ha dado a María, su madre, para nuestro consuelo y socorro, para que la amemos y acojamos como madre nuestra. ¿Cómo no podríamos aceptar este gran regalo, viniendo del corazón de Jesús?
Que este año y siempre, sepamos ver en María la auténtica madre de Dios y madre nuestra, y con confianza nos dejemos sostener como niños en sus manos para aprender a caminar en el camino de la fe.
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