Los cinco minutos de María
Mayo 26
Para ser devotos de María, a muchos les falta precisamente amarla no con frases y palabras sino con las obras y la vida.
Porque si se ama de veras y sin fingimientos, ese amor influye en toda la vida, ese amor es la consecuencia de lo que se piensa y lo que se dice es lógicamente consecuencia del amor.
Entonces se ama a María, se dice que se ama a María y se siente en verdad su devoción y su amor, porque ese amor es auténtico, veraz, sincero, profundo, vital.
Santa María de todos los momentos, que sepa santificarlos, haciendo la voluntad del Padre Dios.
* P. Alfonso Milagro
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