domingo, 8 de mayo de 2016

DÍA DE LA MADRE: UNA ORACIÓN PARA LAS MAMÁS QUE PARTIERON AL CIELO


Día de la madre: una oración para las mamás
 que partieron al cielo



 (ACI).- Muchos países del mundo celebran hoy, segundo domingo de mayo, el día de la madre; sin embargo, son muchos quienes ya no la tienen a su lado, pues ya partieron a la Casa del Padre. Para ellas, las mamás que se encuentran en el cielo gozando de la Gloria de Dios, les compartimos la siguiente oración:


Continuamente te rezamos, Señor, por nuestra madre.
La recordamos con paz y con amor ante Ti,
seguros de que ella vive,
como estamos seguros de que vives Tú
y de que tu amor dura para siempre.
La recordamos cuando estaba entre nosotros...
A veces, nos parece sentir el calor y el sosiego
de su presencia protectora
como cuando vivía aquí,
mucho más para nosotros que para sí misma.
Dale, Señor, tu amor, dale tu vida. Dale tu paz.
Tenla muy cerca de Ti.
Sea feliz y ruegue ante Ti por nosotros.
Ayúdanos a vivir lo que ella nos enseño,
más con amor que con palabras.
A rezarte como ella, a quererte como ella,
a hacer de Ti y de los demás, igual que ella,
el sentido de nuestra vida.
Y si por descuido o por debilidad en algo te faltó,
perdónala, Tú que sabes lo que es ser Padre y Madre
y conoces como nadie el amor y el perdón
sin medida ni límites...
Perdónale sus faltas por lo mucho que amó a todos.
Gracias, Señor, por esta oración que nos llena de paz
en el recuerdo de nuestra madre.
Amén.

FELIZ DÍA DE LA MADRE!!


sábado, 7 de mayo de 2016

ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA PARA COMENZAR EL DÍA


MAYO, MES DE MARÍA - DÍA 7 - SANTA MARÍA


MAYO, MES DE MARÍA
Séptimo día: Explicación de las letanías


Sancta Trinitas, unus Deus

Trinidad santa, un solo Dios. El misterio de la adorable Trinidad es el sumario de nuestra fe, el fundamento de nuestra religión, y la fuente de todas las misericordias divinas; esto es tan cierto que San Agustín asegura que en la religión cristianas no hay gracias, virtudes, méritos, justificación ni salvación que esperar que en nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo: la Iglesia, después de dirigirse a las tres personas de la Santísima Trinidad separadamente, las invoca juntas, exclamando: ¡Trinidad Santa, que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros!

Sancta Maria

Santa María. Este augusto nombre es tan amable y consolador para los verdaderos servidores de María, cuanto terrible para sus adversarios; y se regocija al cielo hace temblar al infierno; porque si queremos poner en fugar al demonio, pronunciemos afectuosamente el nombre de María, y ese santo nombre, como un latigazo, tirará por tierra al implacable enemigo del género humano. Y como David combatió a Goliat con los cinco guijarros que había elegido, combatamos de la misma manera al Goliat infernal pronunciando las cinco letras del nombre de María, con la confianza y la intrépida seguridad que nos debe inspirar.

Ejemplo

En 1834, en Angulema, un viejo curtidor, careciendo de valor para soportar ciertas penas, se envenenó, pero presa de remordimientos, se fue a confesar. Con su autorización, el confesor llevó a curtidor al hospicio, pide un antídoto, pero mientras se lo preparan, se toma el pulso al enfermo y no se le encuentra, se muestra lívido, con los ojos velados. Todo anunciaba una muerte cercana. Ante este cuadro, con el corazón traspasado por el dolor, pero lleno de confianza en la divina misericordia, el ferviente ministro del Señor se pone de rodillas y recita las Letanías de la Santísima Virgen. A la primera invocación, siente volver el pulso del moribundo y, poco después, le escucha decir algunas palabras: “Padre, dijo con una  voz muy débil: rece, rece más”.  Suspiró y dijo también: “Santa María ruega por mí”, y súbitamente le volvió completamente la conciencia. No sólo el peligro de muerte había pasado, sino  que la salud se había enteramente restablecido sin que se hubiese empleado medicina. Se le preguntó al anciano si conservaba alguna práctica piadosa. “No Padre, desde hace mucho tiempo no digo ninguna oración”. Pero después de haber reflexionado un instante, descubre su pecho y muestra su escapulario diciendo: “¡Este es el único signo de piedad que he conservado!” Llegó el médico y aseguró que solo un poder superior había podido prolongar su vida más de dos horas después de la ingestión del veneno, uno de los mas activos que se conoce, y cinco horas habían transcurrido desde ese fatal momento.

Llevemos con devoción el escapulario de la Santísima virgen


Traducido del francés por José Gálvez Krüger para ACI Prensa

TARDES ANTE LA VIRGEN... EN MAYO MES DE MARÍA


Tardes ante la Virgen ...en mayo mes de María
La devoción a la Virgen María en el alma del cristiano va unida a nuestra fe ya que María es la Madre de Dios y Madre nuestra.


Por: Ma Esther de Ariño | Fuente: Catholic.net 




Estamos en el mes de mayo, es el mes que la tradición católica consagra a la Virgen María.

La devoción a la Virgen María en el alma del cristiano va unida a nuestra fe ya que María no solamente es la Madre de Dios sino también Madre nuestra.

La Virgen María ocupa un lugar intermedio entre Dios y los Santos, que da origen a un culto del todo propio y especial, muy inferior al de Dios pero superior al de los Santos.

Como nos explica Royo Marín O. P..- A Dios se le venera con culto de adoración o de Latría, en virtud de su excelencia infinita. Este culto de Latría es de tal manera propio y exclusivo de Dios que, tributado a cualquier criatura, constituye, cuando se comete conscientemente uno de los más graves pecados que se pueden cometer: la idolatría.

A los Santos les corresponde el culto de dulía o de simple veneración (sin adoración) por lo que tienen de Dios. En este sentido no solo es lícito invocarlos y reverenciarlos, sino que es muy útil y conveniente.

A la Virgen María por su singular dignidad de Madre Dios, se le da el culto de hiperdulía o de veneración muy superior a la de los Santos, pero muy inferior al culto de latría, que se le debe exclusivamente Dios.

Hay un abismo infinito entre ambas especies de cultos.

María tiene el motivo de su singular dignidad de madre de Dios y esta dignidad la coloca en un orden aparte- el orden hipostático relativo - que está mil veces por encima y es específicamente distinto del orden de la gracia y de la gloria en el que se encuentran todos los Santos. De manera que al hablar de la devoción a la Virgen María, hay que entenderla siempre en el orden del culto de hiperdulía, que es el que corresponde a Ella sola específicamente.

En ese sentido caen por su base toda las objeciones de los protestantes y muchas "sectas" contra el culto a María que profesamos los católicos.

La fórmula ideal que resume y condensa el pensamiento católico sobre la devoción mariana es esta : A JESÚS POR MARÍA.

Y que reconfortante es, en este mundo en que poco a poco las tradiciones se van perdiendo, se van quedando atrás como perdidas en la niebla del pasado, como algo que ya " no toca", que "no va"... ver como las mamás jóvenes, especialmente en la Provincia, llevan a sus pequeños vestidos de blanco y con una flor en la mano a la Iglesia

Para cantarle a la Virgen, a rezarle y poner a sus pies esa sencilla flor que tiene todo el inmenso valor del candor de un alma infantil.

Esas tardes ante la Virgen, esas canciones van a echar raíces que permanecerán ya por siempre en el alma de esos niños y cuando llegue la adolescencia, la juventud arreciando contra ellos vientos de tormenta, sabrán volver sus ojos y su corazón a esa Madre que aprendieron a amar siendo niños y encontrarán en Ella el faro bendito que los llevará a puerto seguro y no les permitirá perder el camino que va hacia Dios.

FELIZ SÁBADO!!!


viernes, 6 de mayo de 2016

ORACIÓN POR LA SANTIFICACIÓN DE LOS SACERDOTES


ORACIÓN POR LA SANTIFICACIÓN
DE LOS SACERDOTES
(S.S. PAPA PÍO XII)



Oh Jesús, Pontífice Eterno, Buen Pastor, Fuente de vida, que por singular generosidad de tu dulcísimo Corazón nos has dado nuestros sacerdotes para que podamos cumplir plenamente los designios de santificación que tu gracia inspira en nuestras almas; te suplicamos: ven y ayúdalos con tu asistencia misericordiosa.

Sé en ellos, oh Jesús, fe viva en sus obras, esperanza inquebrantable en las pruebas, caridad ardiente en sus propósitos. Que tu palabra, rayo de la eterna Sabiduría, sea, por la constante meditación, el alimento diario de su vida interior. Que el ejemplo de tu vida y Pasión se renueve en su conducta y en sus sufrimientos para enseñanza nuestra, y alivio y sostén en nuestras penas.

Concédeles, oh Señor, desprendimiento de todo interés terreno y que sólo busquen tu mayor gloria. Concédeles ser fieles a sus obligaciones con pura conciencia hasta el postrer aliento. Y cuando con la muerte del cuerpo entreguen en tus manos la tarea bien cumplida, dales, Jesús, Tú que fuiste su Maestro en la tierra, la recompensa eterna: la corona de justicia en el esplendor de los santos. Amén.

DIOS ESTÁ CERCA DEL DOLOR


Dios está cerca del dolor



El Evangelio nos dice: “Después de que llegaron al lugar llamado Calvario, ahí lo crucificaron”... El laconismo no puede ser mayor. Pero ¡Cuánto dolor hay detrás de estas palabras! Dolor de la humillación de ser el espectáculo del pueblo, el hazmerreír de la chusma. Dolor del pudor que siente que le arrancan los vestidos y la piel. Dolor de la sien que parece estallarle. Dolor de los clavos que penetran bajo sordos golpes del martillo y taladran hasta abrir hilos de sangre en las manos y en los pies. Dolor al ver a la Madre destrozada por la angustia. Dolor de ver la ingratitud a su amor. Dolor de conocer la esterilidad de su sacrificio en tantas almas...

Quien sufre -y a todo hombre le llega su momento porque el dolor es la herencia del pecado- puede afrontar su sufrimiento de diversas formas: desesperación, rabia, escepticismo, odio... Otros sencillamente se resignan sin comprender jamás ni el por qué ni el para qué de su sufrimiento. Y Cristo nos deja clara la razón: el dolor por obediencia redentora.

Si miramos sin fe la cruz de Cristo, como si miramos el dolor humano desde un punto de vista meramente natural, sólo hallaremos como respuesta el absurdo.

Pero muy por encima del existencialismo desesperado de la vida, brilla la luz del misterio. “Nadie me arrebata mi vida, sino que la entrego yo mismo... Éste es el mandato que recibí de mi Padre” (Jn 10, 18). Ahí está la clave para comprender a Cristo crucificado y toda su doctrina y obra. Va al dolor y a la misma muerte con plena conciencia y con la más absoluta libertad. No ofrece una obediencia pasiva y resignada, "porque no hay otra alternativa", sino voluntaria y cumplida con perfección en el detalle: hasta sus últimas consecuencias. Y esto, a pesar de todo el dolor que le desgarra... “Se hizo obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” (Fil 2, 8).

Sólo a la luz de esa obediencia amorosa se comprende la muerte de Cristo. Y porque ha obedecido, dirige la mirada a su Padre con confianza. Ha terminado su obra, ha llegado al final a pesar de todas las dificultades, a pesar de la cruz y de la muerte. Y en sus últimas palabras alcanzamos a percibir que es tal su amor, tanta la paz que invade su ser después de haber consumado la Redención, que el sufrimiento, el dolor y la muerte no tienen ya ningún poder sobre Él: “En tus manos, Padre, encomiendo mi espíritu”.

Dios está cerca del dolor, sea moral o físico, pues Él en Jesucristo también se quiso identificar con el sufrimiento humano, escogiendo la cruz para salvarnos. Por eso, el sufrimiento nos purifica, nos hace más agradables a Dios, nos educa en la recta apreciación de la vida humana y del sentido de la misma.



* P. José Luis Richard | Fuente: Catholic.net

MAYO, MES DE MARÍA - DÍA 6 - EXPLICACIÓN DE LAS LETANÍAS


MAYO, MES DE MARÍA
Sexto día: Explicación de las letanías



Pater de coelis Deus

Dios Padre, que estas en el cielo. Aunque Dios, por su inmensidad esta en todo lugar y lo colma todo, sin embargo, nos hace mirar particularmente al cielo como el trono de sus gracias y de su gloria. Por eso, la Iglesia, invocando la misericordia divina comienza por pedir a Dios Padre que la haga descender de los alto de los cielos donde habita, donde oye nuestras plegarias y donde las otorga, según la promesa que hizo al rey Salomón, en el capítulo VII del Libro de los Paralipómenos.

Filii, Redemptor mundi, Deus

Dios Hijo Redentor del mundo, Dios. La Iglesia, considerando la caridad admirable con la cual el Hijo de Dios se ofrece por nosotros al Padre, como una oblación y víctima de olor agradable, se ha convertido en la propiciación del mundo; sobre el madero sagrado de la cruz implora su misericordia; porque sabe que ese Dios infinitamente bueno, después de haber dado su vida por nosotros, y después de haber muerto por nuestros pecados, no puede rehusarnos nada cuando le rezamos con amor y confianza; y que su justicia cede siempre a su clemencia, a favor de aquellos que buscan, en sus sagradas llagas, los derechos que les dan en sus misericordias.

Spiritus Sancte Deus

Espíritu Santo que eres Dios. Aunque las tres adorables personas de la Santísima Trinidad concurren unánimemente a la santificación de nuestras almas, se atribuye, sin embargo, especialmente al Espíritu Santo, nuestra regeneración espiritual y todas las gracias que recibimos del cielo, porque esos favores, siendo un efecto del amor de Dios hacia nosotros, se reconocen que tienen por autor a Aquél que es el Amor del Padre y del Hijo. Por eso, la Iglesia invoca también al Espíritu Santo con el Padre y el Hijo y le ruega que tenga piedad de nosotros

Ejemplo

San Ignacio, fundador de la Compañía de Jesús, dando a su Orden por divisa: Ad Majorem Dei Gloriam, no  encontró mejor modo de asegurar la práctica de esta importante máxima, que ponerla bajo la protección de María. También, eligió para echar los primeros fundamentos de su obra, la Iglesia de Montmartre, que está dedicada a la Santísima Virgen María, y el día de su Asunción gloriosa; y quiso que su culto fuese una de las devociones más queridas a la Compañía. Él mismo, desde los comienzos de su conversión, experimentó los efectos sensibles de la gracia; y no se puede dudar que el éxito prodigioso que significaron el nacimiento de su admirable instituto, que el tiempo no hizo sino afirmarlo y multiplicarlo, no se deban en gran parte, a la profesión que se hizo siempre de una devoción muy especial a la Santísima Virgen.

Pidamos a María el deseo de trabajar siempre para la mayor gloria de Dios y no por el egoísmo.


Traducido del francés por José Gálvez Krüger para ACI Prensa

QUÉ RELACIÓN HAY ENTRE EUCARISTÍA Y MARÍA SANTÍSIMA?


¿Qué relación hay entre Eucaristía y María Santísima?
María fue el primer Sagrario en el que Cristo puso su morada, recibiendo de su madre la primera adoración como Hijo de Dios


Por: P. Antonio Rivero LC | Fuente: Catholic.net 




El padre capuchino llamado Miguel de Cosenza, en el Siglo XVII, llamó a María con el título “Nuestra Señora del Santísimo Sacramento”. Y dos siglos más tarde, San Julián Eymard, fundador de los Sacramentinos y apóstol de la eucaristía y de María, dejaba a sus hijos el título y la devoción a Nuestra Señora del Santísimo Sacramento.

¿Qué relación hay, pues, entre eucaristía y María Santísima? ¿Podemos en justicia llamar a María “Nuestra Señora del Santísimo Sacramento”?

María fue el primer Sagrario en el que Cristo puso su morada, recibiendo de su madre la primera adoración como Hijo de Dios que asume la naturaleza humana para redimir al hombre. Imaginémonos cómo trató a Jesús en su seno, qué diálogos de amor con ese Dios al que alimentaba y al mismo tiempo del que Ella misma se alimentaba día y noche. Imaginémonos la delicadeza para con ese Hijo, cuando iba y venía, trabajaba o cocinaba, o iba a la fuente. Pondría su mano sobre el vientre y sentiría moverse a ese hijo suyo que era también, y sobre todo, Hijo de Dios.

María durante esos nueve meses fue viviendo las virtudes teologales.

Vivía la fe. Creía profundamente que ese Hijo que crecía en sus entrañas era Dios Encarnado. Y ella le dio ese trozo de carne y su latido humano. Vivía la esperanza; esa esperanza en el Mesías prometido ya estaba por cumplirse y Ella era la portadora de esa esperanza hecha ya realidad. Vivía el amor; un amor hecho entrega a su Hijo. María entregaba su cuerpo a su Hijo y derramaba e infundía su sangre a su Hijo. Si no hay sangre derramada, el amor es incompleto. Sólo con sangre y sacrificio el amor se autentifica, se aquilata.

Cristo en la eucaristía es su Cuerpo que se entrega y es su Sangre que se derrama para alimento y salvación de todos los hombres. Pero, ¿quién dio a Jesús ese cuerpo humano y esa sangre humana? ¡María!

Por tanto, el mismo cuerpo que recibimos en la Comunión es la misma carne que le dio María para que Jesús se encarnara y se hiciese hombre. Gustemos, valoremos, disfrutemos en la Comunión no sólo el Cuerpo de Cristo sino ese cuerpo que María le dio. Por tanto, tiene todo el encanto, el sabor, la pureza del cuerpo de María. Pero bajo las apariencias del pan y vino. ¡Es la fe, nuestra fe, que ve más allá de ese pan!

María llevó toda su vida una vida eucaristizada, es decir, vivía en continua acción de gracias a Dios por haber sido elegida para ser la Madre de Dios, vivía intercediendo por nosotros, los hijos de Eva, que vivíamos en el exilio, esperando la venida del Mesías y la liberación verdadera. Y como dijo el papa en su encíclica sobre la eucaristía, María es mujer eucaristizada porque vivió la actitudes de toda eucaristía: es mujer de fe, es mujer sacrificada y su presencia reconforta. ¿No es la eucaristía misterio de fe, sacrificio y presencia?

Vivía en continuo sufrimiento, Getsemaní y Calvario. También Ella, como Jesús, fue triturada, como el grano de trigo y como la uva pisoteada, de donde brotará ese pan que se hará Cuerpo de Jesús que nos alimentará y ese mosto que será bebida de salvación.

La eucaristía que vivía María era misteriosa, espiritual, pero real. Su vida fue marcada por la entrega a su Hijo y a los hombres.

¿Por qué en algunos de las apariciones, María pide la comunión? Porque eucaristía y María están estrechamente unidas.

Por lo tanto, Cristo en la eucaristía es sacrificio, alimento, presencia, y María en la eucaristía experimenta:

El sacrificio de su Hijo una vez más, pues cada misa es vivir el Calvario, y María estuvo al pie del Calvario.

En la eucaristía María nos vuelve a dar a su Hijo para alimentarnos.

En la eucaristía, junto al Corazón de su Hijo, palpita el corazón de la Madre. Por tanto en cada misa experimentamos la presencia de Cristo y de María.

No es ciertamente la presencia de María en la eucaristía una presencia como la de Cristo, real, sustancial. Es más bien una presencia espiritual que sentimos en el alma. Es María quien nos ofrece el Cuerpo de su Hijo, pues en cada misa nace, muere y resucita su Hijo por la salvación de los hombres y la glorificación de su Padre.

DIOS TE BENDIGA!!


jueves, 5 de mayo de 2016

CULTIVEMOS LA DEVOCIÓN A MARÍA REZANDO EL ROSARIO, INVITA EL PAPA FRANCISCO


Cultivemos la devoción a María rezando el Rosario, invita el Papa Francisco


(ACI/EWTN Noticias).- Al término de la Audiencia General de este miércoles, el Papa Francisco recordó que el mes de mayo está dedicado a la Virgen María y exhortó a los jóvenes, enfermos y matrimonios a cultivar la devoción a la Madre de Dios rezando diariamente el Rosario.

“Queridos jóvenes, cultiven la devoción a la Madre de Dios con el rezo cotidiano del Rosario; queridos enfermos, sientan la cercanía de María de Nazaret, en especial en la hora de cruz; y ustedes, queridos recién casados, récenle para que nunca falte en su hogar el amor y el respeto recíproco”, expresó el Pontífice, cuya catequesis estuvo centrada en la parábola del Buen Pastor.


Francisco también se dirigió a un grupo de peregrinos venidos desde Polonia, tierra natal de San Juan Pablo II.

“Saludo cordialmente a los peregrinos polacos. Ayer, en su país han celebrado a la Bienaventurada Virgen María, Reina de Polonia. La colecta de la Santa Misa de esta Solemnidad nos recuerda que Dios ha dado a su nación, en María Virgen, una admirable ayuda y protección, con el fin de que, gracias a su intercesión, la fe gozara de libertad continua y que su patria se desarrollara en la paz. Uniéndome a esta oración, bendigo de corazón a Polonia y a cada uno de ustedes”.

El Santo Padre aseguró que en María estamos “en buenas manos” y en que “Jesús es el único verdadero Pastor, que nos da vida en abundancia”.

“Él nos acompaña, camina con nosotros. Escuchemos su Palabra con mente y corazón abiertos, para alimentar nuestra fe, iluminar nuestra conciencia y seguir las enseñanzas del Evangelio. Jesús nunca nos deja solos. Ésa es la expresión fundamental de su misericordia. Que la presencia del Señor en sus vidas los haga cada vez más alegres misioneros del amor de Cristo”, señaló.

OCHO CONSEJOS PARA VIVIR EL MES DE MAYO, MES DE MARÍA


8 consejos para vivir el mes de María
Por Abel Camasca

 (ACI).- “Gran cosa es lo que agrada a Nuestro Señor cualquier servicio que se haga a su Madre”, decía Santa Teresa de Jesús. Por ello en mayo, mes de María, aquí algunos consejos que podrán ayudarte a vivir más intensamente estos días marianos.

1. Ambientar un lugar

Lo primero es ambientar la casa, la oficina o el lugar donde uno se encuentre. Hay hogares o centros de trabajo católicos que suelen armar un altar, en un lugar especial, con una estatua o cuadro de la Virgen, adornado de flores y telas.

En la oficina se puede poner una estampa al lado del teclado o una imagen de nuestra Señora como fondo de pantalla de la computadora y también del celular.

2. Lectura sobre la Virgen

Para profundizar más en las maravillas que Dios ha obrado y sigue obrando en la Virgen, es recomendable leer algunos pasajes bíblicos como la Anunciación, el Nacimiento de Jesús, la presentación del niño en el templo, y María al pie de la cruz.

Por otra parte, un hecho que también contiene muchos mensajes para el mundo y de labios de la propia Madre de Dios es la aparición de la Virgen de Fátima a los tres pastorcitos, cuya fiesta es el próximo 13 de mayo.

3. Rezo del Rosario

Como se sabe, el rezo del Santo Rosario es una de las oraciones predilectas de la Iglesia que la misma Santísima Virgen le enseñó a rezar a Santo Domingo de Guzmán.

Dentro de las promesas de la Reina del Rosario tomadas de los escritos del Beato Alano de la Rupe están: prometo mi especialísima protección y grandes beneficios a los que devotamente recen mi Rosario; el alma que se me encomiende por el Rosario no perecerá.

4. Participar de procesiones

Una costumbre que aún se vive en algunos pueblos es el rezo de la aurora, en el que un grupo de fieles sale en procesión por las calles a tempranas horas con una imagen de la Virgen e invocando el auxilio de María con el Rosario, oraciones marianas y cantos.

5. Recibir los sacramentos

Asimismo, no puede haber verdadera devoción a la Virgen si no se participa de los sacramentos, especialmente de la Reconciliación y la Eucaristía donde Jesús espera a sus hermanos con los brazos abiertos.

6. Hacer obras de Misericordia

Convencidos del amor de María por la humanidad y fortalecidos con las gracias sacramentales de nuestro Señor Jesucristo, es tiempo de salir a la acción ayudando por ejemplo a alguna madre embarazada en necesidad o visitando el asilo de ancianos, en el que siempre hay alguna mujer mayor que se siente sola e incomprendida.

7. Realizar apostolado

Es importante transmitir esta fe a las futuras generaciones y hace bastante bien a los niños, adolescentes y jóvenes el hablarles de lo mucho que la Virgen los ama como mamá y enseñarles a rezar a la Madre de Dios.

8. Regalar objetos bendecidos

También se recomienda regalar alguna medalla de la Medalla Milagrosa o el Escapulario de la Virgen del Carmen, bendecidos por algún sacerdote, para que siempre que vean la imagen se acuerden de la cercanía de la Madre de Dios y de lo mucho que los estimaba quien la regaló.

LA MADRE QUE PEDÍA LA CONVERSIÓN DE SU HIJO - MEDITACIÓN


La madre que pedía la conversión de su hijo




En uno de los primeros meses del año 1973, en un sanatorio de una ciudad castellana, estaba enferma una señora a la que visitaba todos los días un hijo espiritualmente desgraciado, pues llevaba una vida de completa disipación y total apartamiento de los preceptos religiosos, constituyendo esto la preocupación constante y angustiosa de la madre.

Una religiosa, que también estaba en el Sanatorio y se enteró del caso, entregó a la aludida señora unas estampas sobre la devoción de las tres Avemarías con objeto de que encomendase la solución del asunto a la Santísima Virgen, rezándolas diariamente y dando a su hijo una de esas estampas con la recomendación de que hiciera lo mismo.

Así lo hizo la acongojada madre, suplicando encarecidamente a la Virgen María la conversión de su hijo y obsequiándola con el rezo de las tres Avemarías.

Pasados unos días tuvo conocimiento de que habían sido anunciados unos “Cursillos de Cristiandad” para jóvenes, y con gran ilusión le pidió a su hijo que se inscribiese para asistir a ellos, pero el joven se negó rotundamente, exclamando: “Déjame, madre, de tonterías; deja que viva la vida, que para mí tiene tantos atractivos… ¡Qué tengo que hacer yo en semejantes cursillos!”

La madre del “descaminado”, sollozando por este fracaso, contó a la religiosa que le había dado las estampas de las tres Avemarías lo sucedido, y juntas continuaron rezándolas pidiendo fervorosamente a la Madre de Dios su mediación en favor de esa alma desdichada... Y, cuál no sería su grata sorpresa, cuando, precisamente, el día en que terminaba el plazo para las inscripciones, el hijo dice a la madre: “Bueno, sólo por darte gusto, iré a perder el tiempo en esos inútiles cursillos que tanto empeño tienes en que tome parte...”

Va, al fin, el joven con desgana a inscribirse, y le manifiestan que ya no hay plaza disponible, pues se han cubierto todas. Ante esto, iba a retirarse el interesado (contento en el fondo por liberarse de su compromiso y poder justificarse a ojos de la madre), cuando le mira el Padre Director y le dice que “no sabe por qué, pero que siente que le tiene que admitir”, y en efecto, fue admitido y practicó aquellas jornadas de espiritualidad, con tan feliz resultado que, una vez terminadas, se presentó a su madre como “un hombre nuevo”, completamente regenerado y decidido a no apartarse de la Ley de Dios.

El santo gozo de la madre fue inmenso; y el hijo “revivido” es hoy un entusiasta propagador de la devoción de las tres Avemarías, cuya eficacia proclama reconociendo que por la intervención de la Virgen Santísima obtuvo la gracia de Dios.

MAYO, MES DE MARÍA - DÍA 5 - EXPLICACIÓN DE LAS LETANÍAS


MAYO, MES DE MARÍA
Quinto día: Explicación de las letanías



Christe audi nos

¡Jesucristo óyenos! Como la oración es el canal mediante el cual Dios comunica a nuestra alma sus luces y sus gracias, y es el incienso más dulce que podemos presentar para merecer sus bendiciones, la Iglesia pide a Jesús que escuche su oración, y debemos pedir junto a ella, no sólo que escuche las nuestras, sino que las ofrezca al padre; porque habiendo sido constituido nuestro abogado delante de Él, intercede sin cesar por nosotros, según san Juan, en el capítulo II de su primera Epístola, y según San Pablo en el capítulo VII de la Epístola que dirige a los hebreos.

Christe exaudi nos

¡Cristo escúchanos! Hay que continuar la oración con mayor confianza, ya que sabemos que Jesucristo sólo concede los pedidos de los perseverantes. La importunidad molesta a los hombres y los fatiga; pero el señor no dejará de escucharnos si no dejamos de pedirle. Eso es lo que nos da a entender, en el capítulo XI de San Lucas, por medio de la palabra del padre de familia, cansado de la insistencia de un amigo que le pedía en medio de la noche que le prestara tres panes, y que no se levantó tanto por prestarle sino por poner fin a su visita. Si esto es suficiente para volvernos perseverantes en nuestras oraciones, cuánto más lo serán las palabras que Jesucristo nos dio por prensa en el capítulo antes citado, donde dice: “Pidan y se les dará, busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá”.

Ejemplo

Un niño pequeño, elevado sobre las rodillas de una madre cristiana, aprendía de ella ha hacer sobre su cuerpo, por primera vez, la señal de la Cruz. Como terminaba invocando a las tres personas divinas: “En el nombre del Padre, etc…” se volvió hacia la madre, y levantando los ojos sobre ella dijo: ¡“Mamá, no hay Madre! La naturaleza humana había hablado por boca de ese niño. El autor de esta naturaleza debió haberle alcanzado una respuesta: esta respuesta ¡Es María!

María es nuestra Madre, conjurémosla para que presente nuestras oraciones a Jesús.


Traducido del francés por José Gálvez Krüger para ACI Prensa

PAPA FRANCISCO RECIBE RELICARIO CON LAS LÁGRIMAS DE LA VIRGEN POR EL JUBILEO


El Papa recibe relicario con las “lágrimas de la Virgen” por el Jubileo



 (ACI/EWTN Noticias).- Un relicario con las “lágrimas de la Virgen” –que fueron derramadas por una imagen mariana en Siracusa (Italia)–, será llevado mañana 5 de mayo a la Basílica de San Pedro para acompañar al Papa Francisco durante la vigilia de oración para “enjugar las lágrimas” de todas las personas que sufren y necesitan consuelo.

El evento se realizará a las 6:00 p.m. en el marco del Año Santo 2016. El relicario se trasladará directamente del Santuario de la “Virgen de las Lágrimas” de Siracusa y permanecerá en Roma hasta el 8 de mayo.

De esta manera “todos aquellos que están experimentando en su interior el sufrimiento podrán así recibir el consuelo espiritual”, expresaron los organizadores en el sitio web del Jubileo de la Misericordia.

Indicaron que el evento jubilar “quiere ser signo visible de la misericordiosa mano del Padre”. “Son tantos y tan variados los pequeños y grandes sufrimientos que cada uno lleva en su interior, pero todos llevan en común el desencanto de vivir y, a menudo, la falta de esperanza y de confianza”, señalaron.

Terminada la vigilia de oración, el relicario será trasladado a la iglesia de San Salvatore in lauro, donde permanecerá hasta el domingo 8 de mayo.


Las lágrimas de la Virgen

Los días 29, 30 y 31 de agosto, y el 1 de septiembre de 1953 una imagen de yeso del Inmaculado Corazón de María derramó lágrimas humanas. El cuadro estaba sobre la cabecera de la cama de una pareja de recién casados en Siracusa.

Muchas fueron las personas que vieron con sus propios ojos y tocaron con sus manos las lágrimas que salían de la imagen que estaba en la casa de una pareja de esposos recién casados.

El 1 de septiembre una comisión de médicos y expertos, por encargo del Arzobispo de Siracusa, recogieron este líquido y lo sometieron a análisis microscópicos. La respuesta de la ciencia fue que se trataba de “lágrimas humanas”. Terminada la investigación la imagen dejó de llorar. El Papa Pío XII reconoció el prodigio.

Para los organizadores del evento jubilar, las lágrimas de la Virgen expresan dolor, compasión, cercanía y amor. Recordaron que el Papa Francisco continuamente exhorta a “llorar sobre las heridas y debilidades de nuestra humanidad”.

En ese sentido, las lágrimas de la María testimonian la presencia de la Madre en la Iglesia y en el mundo.

IMÁGENES DE TARJETAS DEL DÍA DE LA MADRE















BUENOS DÍAS!!


miércoles, 4 de mayo de 2016

EL TRECE DE MAYO - CÁNTICO


EL TRECE DE MAYO


El 13 de mayo la Virgen María,
bajó de los cielos a Cova de Iría.
Ave, Ave, Ave María.
Ave, Ave, Ave María.

A tres pastorcitos la Madre de Dios,
descubre el misterio de su Corazón.
Ave, Ave, Ave María.
Ave, Ave, Ave María.

El Santo Rosario constantes rezad,
y la paz del mundo el Señor dará.
Ave, Ave, Ave María.
Ave, Ave, Ave María.Haced penitencia, haced oración,
por los pecadores implorad perdón.
Ave, Ave, Ave María.
Ave, Ave, Ave María.

Mi amparo a los pueblos
habré de prestar,
si el Santo Rosario
me quieren rezar.
Ave, Ave, Ave María.
Ave, Ave, Ave María.

MAYO, MES DE MARÍA - DÍA 4 - EXPLICACIÓN DE LAS LETANÍAS


MAYO, MES DE MARÍA
Cuarto día: Explicación de las letanías



Kyrye eleison

¡Señor ten piedad de nosotros! La Iglesia, poniendo esas palabras al comienzo de las letanías quiere hacernos recordar que es necesario, antes de la oración, buscar en el seno de la misericordia de Dios la gracia y los auxilios que puedan hacerla agradable y saludable para nosotros. Se dirige en primer lugar a Dios Padre, que siendo el Padre de las misericordias y el Dios de toda consolación, está siempre listo a concedernos una renovación de sus grandes misericordias, cuando se la pedimos con las disposiciones que exige de nosotros.

Christe eleison

¡Cristo, ten misericordia de nosotros!  Para convencernos de la benéfica misericordia de Jesucristo, abramos el Evangelio que refiere los prodigios de su misericordia y sigamos la secuencia. Cuántos efectos misericordiosos no han experimentado los hombres en el tiempo que ha vivido entre ellos, No veremos a nadie que haya implorado sobre el cuál no se haya detenido. Tendió la mano auxiliadora a todos los desventurados, devolviendo la vista a los ciegos, el oído a los sordos, la palabra a los mudos y la vida a los muertos; cuantos se dirigieron a él lo hicieron exclamando: ¡Jesucristo, ten misericordia de nosotros!

Kyrye eleison

¡Señor ten piedad de nosotros! Al Espíritu Santo, a ese Dios de amor y de caridad, que gusta comunicarse con las almas fervientes hay que dirigir, sin cesar, votos ardientes y sinceros en nuestras necesidades y, sobre todo en el estado de pecado. Es él quien va delante del pecador por su misericordia. Es Aquél que habiéndole prevenido, lo llama; que habiéndolo llamado lo justifica y que, habiéndolo justificado, lo conduce por los senderos de la justicia, y así, elevado a la perfección por el don de la perseverancia, para darle la corona de la gloria. Tales son los grados de la gracia del Espíritu Santo para aquellos que, en la efusión de un corazón destinado a recibir sus divinas influencias, le piden, por el fervor de sus oraciones, la pureza de sus deseos y la solicitud de su divino amor

Ejemplo

Santa Matilde, leyendo un día esas divinas palabras del Salvador mostrando a la Santísima Virgen: Mujer he ahí a tu Hijo, se sintió inspirada de pedir al Hijo de Dios que la hiciera partícipe de la gracias concedida a san Juan, para que esas palabras que fueron pronunciadas en el Calvario, pudieran ser dichas nuevamente, en su favor, a la Santísima Virgen: Mujer he ahí a tu hijo. No terminó de decir su oración y ya sentía su efecto; escuchó la adorable voz del Salvador recomendara especialmente a los cuidados de su Santísima Madre, en consideración a la Sangre que había derramado por el alma de esta hija, que era su esposa por los santos compromisos que había asumido con Él. Mechtilde. Colmada de dicha y de confianza delante de tal recomendación, fue movida a hacer el mismo pedido a favor de aquellos de aquellos que lo solicitaran: y el divino Salvador se dignó hacerle entender que no rechazaría nunca a quien se lo pidiera con fervor. Pidámosle, pues, que quiera entregarnos a María como sus hijos, eligiéndola nosotros mismos como nuestra Madre.

No olvidemos nunca que la Santísima Virgen es nuestra mediadora delante de Dios. Recurramos a menudo a su poderosa intercesión.


Traducido del francés por José Gálvez Krüger para ACI Prensa
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