domingo, 14 de agosto de 2022

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 14 DE AGOSTO DE 2022

 



 Domingo XX (C) del tiempo ordinario

Domingo 14 de agosto de 2022



1ª Lectura (Jer 38,4-6.8-10): En aquellos días, los dignatarios dijeron al rey: «Hay que condenar a muerte a ese Jeremías, pues, con semejantes discursos, está desmoralizando a los soldados que quedan en la ciudad y al resto de la gente. Ese hombre no busca el bien del pueblo, sino su desgracia». Respondió el rey Sedecías: «Ahí lo tenéis, en vuestras manos. Nada puedo hacer yo contra vosotros». Ellos se apoderaron de Jeremías y lo metieron en el aljibe de Malquías, príncipe real, en el patio de la guardia, descolgándolo con sogas. Jeremías se hundió en el lodo del fondo, pues el aljibe no tenía agua.

Ebedmélec abandonó el palacio, fue al rey y le dijo: «Mi rey y señor, esos hombres han tratado injustamente al profeta Jeremías al arrojarlo al aljibe, donde sin duda morirá de hambre, pues no queda pan en la ciudad». Entonces el rey ordenó a Ebedmélec el cusita: «Toma tres hombres a tu mando y sacad al profeta Jeremías del aljibe antes de que muera».



Salmo responsorial: 39

R/. Señor, date prisa en socorrerme.

Yo esperaba con ansia al Señor; él se inclinó y escuchó mi grito.

Me levantó de la fosa fatal, de la charca fangosa; afianzó mis pies sobre roca, y aseguró mis pasos.

Me puso en la boca un cántico nuevo, un himno a nuestro Dios. Muchos, al verlo, quedaron sobrecogidos y confiaron en el Señor.

Yo soy pobre y desgraciado, pero el Señor se cuida de mí; tú eres mi auxilio y mi liberación: Dios mío, no tardes.

2ª Lectura (Heb ): Hermanos: Teniendo una nube tan ingente de testigos, corramos, con constancia, en la carrera que nos toca, renunciando a todo lo que nos estorba y al pecado que nos asedia, fijos los ojos en el que inició y completa nuestra fe, Jesús, quien, en lugar del gozo inmediato, soportó la cruz, despreciando la ignominia, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. Recordad al que soportó tal oposición de los pecadores, y no os canséis ni perdáis el ánimo. Todavía no habéis llegado a la sangre en vuestra pelea contra el pecado.

Versículo antes del Evangelio (Jn 10,27): Aleluya. Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me siguen. Aleluya.

Texto del Evangelio (Lc 12,49-53): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «He venido a encender fuego en el mundo, ¡y cómo querría que ya estuviera ardiendo! Tengo que pasar por una terrible prueba ¡y cómo he de sufrir hasta que haya terminado! ¿Creéis que he venido a traer paz a la tierra? Pues os digo que no, sino división. Porque, de ahora en adelante, cinco en una familia estarán divididos, tres contra dos y dos contra tres. El padre estará contra su hijo y el hijo contra su padre; la madre contra su hija y la hija contra su madre; la suegra contra su nuera y la nuera contra su suegra».




«¿Creéis que he venido a traer paz a la tierra?»

Rev. D. Isidre SALUDES i Rebull

(Alforja, Tarragona, España)



Hoy -de labios de Jesús- escuchamos afirmaciones estremecedoras: «He venido a encender fuego en el mundo» (Lc 12,49); «¿creéis que he venido a traer paz a la tierra? Pues os digo que no, sino división» (Lc 12,51). Y es que la verdad divide frente a la mentira; la caridad ante el egoísmo, la justicia frente a la injusticia…

En el mundo -y en nuestro interior- hay mezcla de bien y de mal; y hemos de tomar partido, optar, siendo conscientes de que la fidelidad es "incómoda". Parece más fácil contemporizar, pero a la vez es menos evangélico.

Nos tienta hacer un "evangelio" y un "Jesús" a nuestra medida, según nuestros gustos y pasiones. Hemos de convencernos de que la vida cristiana no puede ser una pura rutina, un "ir tirando", sin un constante afán de mejorar y de perfección. Benedicto XVI ha afirmado que «Jesucristo no es una simple convicción privada o una doctrina abstracta, es una persona real cuya entrada en la historia es capaz de renovar la vida de todos».

El modelo supremo es Jesús (hemos de "tener la mirada puesta en Él", especialmente en las dificultades y persecuciones). Él aceptó voluntariamente el suplicio de la Cruz para reparar nuestra libertad y recuperar nuestra felicidad: «La libertad de Dios y la libertad del hombre se han encontrado definitivamente en su carne crucificada» (Benedicto XVI). Si tenemos presente a Jesús, no nos dejaremos abatir. Su sacrificio representa lo contrario de la tibieza espiritual en la que frecuentemente nos instalamos nosotros.

La fidelidad exige valentía y lucha ascética. El pecado y el mal constantemente nos tientan: por eso se impone la lucha, el esfuerzo valiente, la participación en la Pasión de Cristo. El odio al pecado no es cosa pacífica. El reino del cielo exige esfuerzo, lucha y violencia con nosotros mismos, y quienes hacen este esfuerzo son quienes lo conquistan (cf. Mt 11,12).

PAPA FRANCISCO: EL EVANGELIO ES EL FUEGO DEL AMOR DE DIOS QUE ILUMINA LO OSCURO DE LA VIDA



Papa Francisco: El Evangelio es el fuego del amor de Dios que ilumina lo oscuro de la vida

POR WALTER SÁNCHEZ SILVA | ACI Prensa




El Papa Francisco afirmó que el Evangelio es el fuego del amor de Dios que enciende la llama de la fe, quema el egoísmo, ilumina la vida y consume los ídolos que esclavizan a las personas.

Así lo indicó el Santo Padre en su reflexión antes del rezo del Ángelus este domingo en la Plaza de San Pedro, al meditar sobre una frase de Jesús en el Evangelio de hoy: “He venido a arrojar un fuego sobre la tierra y ¡cuánto desearía que ya estuviera encendido! (Lc 12,49)”.

Al explicar lo que el Señor quiere decir con esta frase, el Papa Francisco resaltó que “el Evangelio es como un fuego porque es un mensaje que, cuando irrumpe en la historia, quema el viejo equilibrio de la vida".

El Evangelio también "nos desafía a salir del individualismo, nos desafía a vencer el egoísmo, nos desafía a pasar de la esclavitud del pecado y de la muerte a la vida nueva del Resucitado, de Jesús resucitado”.

“De ese modo es como el fuego: mientras nos calienta con el amor de Dios, quiere quemar nuestros egoísmos, iluminar los lados oscuros de la vida que todos tenemos, y quemar los falsos ídolos que nos hacen esclavos”, destacó el Papa Francisco.

El Evangelio, continuó el Papa, “está lleno del Espíritu Santo, que es comparado con el fuego, y con su luz y su fuerza revela el rostro misericordioso de Dios y da plenitud a los que se considera perdidos, derriba las barreras de la marginación, cura las heridas del cuerpo y del alma, renueva una religiosidad reducida a prácticas exteriores”.

“Por esto es fuego: cambia y purifica”, remarcó.

El Papa Francisco indicó que el Evangelio alienta a los fieles a abrirse a Dios y a los hermanos, e “invita a reavivar la llama de la fe, para que no se convierta en una realidad secundaria ni en un medio de bienestar individual, que nos haga escapar de los desafíos de la vida y del compromiso en la Iglesia y en la sociedad”.

“La fe, en definitiva, no es una ‘canción de cuna’ que nos adormece. ¡La verdadera fe es un fuego, un fuego encendido para mantenernos despiertos y activos incluso en la noche!”, subrayó.

El Papa Francisco cuestionó luego si cada uno lee con frecuencia el Evangelio o lo porta consigo para encender “el fuego del testimonio”.

“Esto también podemos preguntarnos como Iglesia: ¿en nuestras comunidades arde el fuego del Espíritu, la pasión por la oración y la caridad, la alegría de la fe, o nos arrastramos hacia el hastío y la costumbre, con el rostro apagado y el lamento y los chismes en los labios cada día?”.

Para concluir, el Papa Francisco animó a vivir “encendidos por el fuego del amor de Dios” para “lanzarlo al mundo, llevarlo a todos, para que cada uno descubra la ternura del Padre y experimente la alegría de Jesús, que ensancha el corazón –¡porque Jesús ensancha el corazón!– y hace la vida hermosa”.


Evangelio de hoy

Lucas 12:49-53

49 He venido a arrojar un fuego sobre la tierra y ¡cuánto desearía que ya estuviera encendido! 50 Con un bautismo tengo que ser bautizado y ¡qué angustiado estoy hasta que se cumpla! 51 ¿Creéis que estoy aquí para dar paz a la tierra? No, os lo aseguro, sino división.

52 Porque desde ahora habrá cinco en una casa y estarán divididos; tres contra dos, y dos contra tres; 53 estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre; la madre contra la hija y la hija contra la madre; la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra. 

HOY CELEBRAMOS A SAN MAXIMILIANO KOLBE, SANTO PATRÓN DE LOS PRISIONEROS, 14 DE AGOSTO

 



SAN MAXIMILIANO KOLBE

😇 14 DE AGOSTO


Maximiliano nació en un hogar sencillo, hijo de padre alemán y madre polaca. Su madre cuenta esta anécdota premonitoria sobre Maximiliano:

"Sabía yo de antemano, en base a un caso extraordinario que le sucedió en los años de la infancia, que Maximiliano moriría mártir. Solo no recuerdo si sucedió antes o después de su primera confesión. Una vez no me gusto nada una travesura, y se la reproché: Niño mío, ¡quién sabe lo que será de ti!. Después, yo no pensé más, pero observé que el muchacho había cambiado tan radicalmente, que no se podía reconocer más. Teníamos un pequeño altar escondido entre dos roperos, ante el cual él a menudo se retiraba sin hacerse notar y rezaba llorando. En general, tenía una conducta superior a su edad, siempre recogido y serio, y cuando rezaba, estallaba en lagrimas. Estuve preocupada, pensando en alguna enfermedad, y le pregunté: ¿te pasa algo? ¡Se lo tienes que contar todo a tu mamá! Temblando de emoción y con los ojos anegados en lagrimas, me contó: "Mamá, cuando me reprochaste, pedí mucho a la Virgen que me dijera lo que sería de mí. Lo mismo en la iglesia, le volví a rogar. Entonces se me apareció la Virgen, teniendo en las manos dos coronas: una blanca y otra roja. Me miró con cariño y me preguntó si quería esas dos coronas. La blanca significaba que perseveraría en la pureza y la roja que sería mártir. Contesté que las aceptaba... [las dos]. Entonces la Virgen me miró con dulzura y desapareció".

IMÁGENES DE SAN MAXIMILIANO KOLBE, 14 DE AGOSTO

















 

SAN MAXIMILIANO KOLBE Y SANTOS QUE DIERON LA VIDA PERSEGUIDOS POR SU FE

 



San Maximiliano Kolbe y santos que dieron la vida perseguidos por su fe. ¿Conocías a estos?

Escrito por: Mauricio Montoya


Celebramos hoy la memoria de san Maximiliano Kolbe, un hombre que dio su vida en medio de la persecución y el martirio. No solo fueron campos de concentración sino también en dictaduras, absolutismos y demás tendencias que han buscado subyugar la fe, y a la Iglesia. 

Sus vidas nos ayudan a comprender diariamente la necesidad de la oración, para acrecentar la fe por medio del diálogo con el Creador, pero también a permanecer fieles y firmes aun cuando la corriente arrecia. 

Comparto contigo algunos de estos hombres y mujeres de fe que se convierten hoy en luceros encendidos, faros que guían en el camino hacia el encuentro con el Señor. 

Maximiliano Kolbe

San Maximiliano Kolbe, fue un sacerdote franciscano, voluntariamente dio su vida en Auschwitz  a cambio de la vida de otro prisionero que iba a ser ejecutado. En su vida luchó por la difusión de la devoción al Corazón Inmaculado de María. 

Entendía claramente que el corazón de María era un camino seguro y directo hacia el mismo Cristo. Era un hijo devoto y fuerte. Llevaba la alegría de sentirse seguro en el amor de su Padre y Nuestra Santa Madre.

Su ejemplo de donación absoluta por otro, se asemeja a Cristo. Su muerte en santidad es un llamado para que diariamente seamos capaces de darlo todo por y en el amor.



Edith Stein

Santa Teresa Benedicta De la Cruz (Edith Stein), como cristiana fue incitada a renegar contra la fe, pero como dice el Papa Juan Pablo II, «una hija de Israel, que durante la persecución de los nazis ha permanecido, como católica, unida con fe y amor al Señor Crucificado, Jesucristo, y, como judía, a su pueblo».

Como Maximiliano Kolbe, ella parte a la casa del Padre como fruto de las cámaras de gas en Auschwitz. Su testimonio nos invita a permanecer firmes en la fe, fieles a la verdad, aún cuando la tentación de claudicar es enorme, aun frente a la persecución. Esto es vivir en unión con la Cruz de Cristo. 



Cardenal Van Thuan

El cardenal Van Thuan, fue un vietnamita lleno de fe, una persona de oración que confiando en el llamado y la misión que le fue encomendada, fue capaz de sobrellevar, con el más alto testimonio, alrededor de 13 años de prisión y tortura, como persecución a la fe, la Iglesia y sus ministros. Nos enseña con su vida, la importancia de la oración para permanecer firmes en el testimonio y vocación, comprendiendo la magnitud de la entrega diaria en el amor.



P. José Kowalski

Este sacerdote beato también estuvo presente en Auswitchz, allí fue instado a pisotear el rosario y renegar de su fe. Este hombre polaco perteneció a una familia seriamente católica, donde recibió el bautismo el día de San José. Él nos enseña que a ser hoy como san José, hombres de fe y entrega que en el silencio prudente de la oración, sepamos dar testimonio de adhesión a Cristo en absoluta libertad.



Sierva de Dios Stanislawa Leszczynska

Mujer polaca, madre de dos hijos varones y una hija. Cuando Alemania tomó a Polonia, ella y su hija, fueron separadas de los varones y llevadas al campo Nazi, Auschwitz, allí fue conocida como «Mutti» que significa Madre.

Ella ayudó a nacer y cuidar a más de 3000 bebés en el campo de concentración. Era sabido que toda mujer que estuviera en embarazo era asesinada para que no generara retrasos en las labores del campo,  los bebés eran considerados cargas «inútiles». Una mujer ferviente defensora de la vida.

Mutti, improvisa una sala de maternidad dentro de las barracas, donde luego del nacimiento, bautizaba con la señal de la cruz a los infantes, asegurando así su nacimiento a la vida de fe. Esta sierva de Dios nos enseña a hacer siempre el bien y sembrar esperanza, aun cuando todo el panorama es desesperanzador.



Sierva de Dios María Cecilia Autsch

Esta religiosa alemana fue bautizada como Ángela del Sagrado Corazón, ingreso al postulantado el mismo año en que Hitler tomó el poder.

Fue detenida por la policía Nazi, Getsapo y llevada a Ravensbrück, luego a Auschwitz, por haber comentado en el mercado que «Hitler es un azote para Europa».

Allí se le encargó del dispensario médico donde buscó la manera de ayudar a las mujeres enfermas dándoles raciones de comida y elementos de aseo. 

Murió protegiendo a los enfermos durante un bombardeo al campo, María nos enseña a cultivar el don de la entrega abnegada, la donación de sí mismo, para convertir las tinieblas más oscuras, en momentos de luz caritativa. 



San Pedro Nolasco

Español que quedó huérfano de padre a los 15 años. Se dedica junto con su madre a repartir bienes entre los pobres. Ante la situación de los cristianos esclavizados por los musulmanes, decidió dedicar su fortuna a la liberación de estos presos y esclavos.

Alcanzó a liberar alrededor de 300 cautivos. Funda la orden de la Merced para continuar con esta labor, esto le acarreo persecuciones y aunque no estuvo recluido, su labor siempre estuvo en contacto con esta realidad.

Su ejemplo nos invita a reconocer en todos los hombres, sin importar su condición, la imagen de Cristo que sufre y a quien estamos llamados a auxiliar.




Cristianos perseguidos en oriente

Los fieles cristianos que desde tiempos antiguos han sido foco de persecución, torturas, amenazas y martirio, Cristo ya nos había anunciado este destino. Ellos, mártires de nuestros tiempos, mantienen la fe, como lámparas encendidas en las más hondas oscuridades.

Ellos nos enseñan no solo sobre fidelidad, sino también la importancia de la oración, una oración de intercesión. Con sus vidas siembran la fe en los hombres de nuestros tiempos, demostrando hasta qué punto debe llegar el amor que predicamos y anunciamos. No solo se anuncia con palabras, sino con la vida. 

Que, a imagen de estos hombres de fe, seamos capaces de superar las dificultades de los tiempos rompiendo las fronteras del mal con la revolución de la caridad evangélica.

Que podamos llevar la Buena Nueva con nuestras acciones y palabras a todos los rincones del mundo, aun a los más inhóspitos. No olvidemos que aún en la noche oscura, si sobre una roca oscura hay una hormiga negra, Dios la ve y la ama.

San Maximiliano Kolbe y  todos los santos mártires, rueguen por nosotros. 

BUENOS DÍAS!!!!





 

domingo, 7 de agosto de 2022

PAPA FRANCISCO EN EL ÁNGELUS: NO TEMAN, NUESTRA HISTORIA ESTÁ FIRMENMENTE EN MANOS DE DIOS



Papa Francisco en el Ángelus: No teman, nuestra historia está firmemente en manos de Dios

POR DIEGO LÓPEZ MARINA | ACI Prensa

 Crédito: Vatican Media



El Papa Francisco recordó durante el rezo del Ángelus que Jesús alienta a no tener miedo ni a desesperarse, porque “nuestra historia está firmemente en las manos de Dios”, que siempre se preocupa por sus hijos con un “cuidado amoroso y providente”.

“Jesús anima a los discípulos y les habla del cuidado amoroso y providente del Padre, que se preocupa de los lirios del campo y de los pájaros del cielo y, por tanto, mucho más de sus hijos. Por eso no hay que afanarse y agitarse: nuestra historia está firmemente en las manos de Dios. Nos alienta esta invitación de Jesús a no temer”, dijo el Papa Francisco el 7 de agosto a los peregrinos y fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.

En su reflexión del pasaje de Lucas 12,32 reconoció que “a veces, en efecto, nos sentimos presos de un sentimiento de desconfianza y de angustia: es el miedo a no lograrlo, a no ser reconocidos y amados, el miedo a no conseguir realizar nuestros proyectos, a no ser nunca felices, etc.”.

“Y entonces nos afanamos buscando soluciones, para encontrar algún espacio en el que emerger, para acumular bienes y riquezas, para obtener seguridades; ¿y cómo terminamos? Terminamos viviendo en la ansiedad y en la preocupación constante”, lamentó el Papa Francisco.

Sin embargo, recordó que “Jesús nos tranquiliza” y dice: “¡no teman! Fíense del Padre, que desea darles todo lo que realmente necesitan”.

Dios Padre “ya ha donado a su Hijo, su Reino, y siempre los acompaña con su providencia, cuidando de cada uno de ustedes cada día”, agregó.

Por otro lado, el Papa Francisco que tener la certeza de que Dios “nos cuida con amor no nos autoriza a dormir, a dejarnos llevar por la pereza”.

“Al contrario, debemos estar despiertos, vigilantes. En efecto, amar significa estar atentos a los demás, darse cuenta de sus necesidades, estar disponibles para escuchar y acoger, estar preparados”, explicó.

En el Evangelio, continuó el Santo Padre, Jesús refuerza la idea de que “es necesario estar despiertos, no dormirse, es decir no estar distraídos, no ceder a la pereza interior, porque, también en las situaciones en las que no lo esperamos, el Señor viene”.

“Al final de nuestra vida nos pedirá cuentas de los bienes que nos ha encomendado; por esto, vigilar significa también ser responsables, es decir custodiar y administrar esos bienes con fidelidad”, explicó.

Finalmente, el Papa Francisco hizo una invitación a que “caminemos sin miedo, en la certeza de que el Señor nos acompaña siempre”.

“Y estemos despiertos, para que no nos durmamos mientras el Señor pasa. San Agustín decía: ‘Tengo miedo de que el Señor pase y no me dé cuenta’; de estar dormido y no darme cuenta de que el Señor pasa. ¡Estén despiertos! Que nos ayude la Virgen María, que ha acogido la visita del Señor”, concluyó.  

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 7 DE AGOSTO DE 2022



Domingo XIX (C) del tiempo ordinario

Domingo 7 de agosto de 2022



 Ver 1ª Lectura y Salmo

1ª Lectura (Sab 18,6-9): La noche de la liberación les fue preanunciada a nuestros antepasados, para que, sabiendo con certeza en qué promesas creían, tuvieran buen ánimo. Tu pueblo esperaba la salvación de los justos y la perdición de los enemigos, pues con lo que castigaste a los adversarios, nos glorificaste a nosotros, llamándonos a ti. Los piadosos hijos de los justos ofrecían sacrificios en secreto y establecieron unánimes esta ley divina: que los fieles compartirían los mismos bienes y peligros, después de haber cantado las alabanzas de los antepasados.


Salmo responsorial: 32

R/. Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.

Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos. Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que él se escogió como heredad.

Los ojos del Señor están puestos en quien lo teme, en los que esperan en su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre.

Nosotros aguardamos al Señor: él es nuestro auxilio y escudo. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.



2ª Lectura (Heb 11,1-2.8-19): Hermanos: La fe es fundamento de lo que se espera, y garantía de lo que no se ve. Por ella son recordados los antiguos. Por la fe obedeció Abrahán a la llamada y salió hacia la tierra que iba a recibir en heredad. Salió sin saber adónde iba. Por fe vivió como extranjero en la tierra prometida, habitando en tiendas, y lo mismo Isaac y Jacob, herederos de la misma promesa, mientras esperaba la ciudad de sólidos cimientos cuyo arquitecto y constructor iba a ser Dios. Por la fe también Sara, siendo estéril, obtuvo “vigor para concebir” cuando ya le había pasado la edad, porque consideró fiel al que se lo prometía. Y así, de un hombre, marcado ya por la muerte, nacieron hijos numerosos, como las estrellas del cielo y como la arena incontable de las playas.

Con fe murieron todos estos, sin haber recibido las promesas, sino viéndolas y saludándolas de lejos, confesando que eran huéspedes y peregrinos en la tierra. Es claro que los que así hablan están buscando una patria; pues si añoraban la patria de donde habían salido, estaban a tiempo para volver. Pero ellos ansiaban una patria mejor, la del cielo. Por eso Dios no tiene reparo en llamarse su Dios: porque les tenía preparada una ciudad. Por la fe, Abrahán, puesto a prueba, ofreció a Isaac: ofreció a su hijo único, el destinatario de la promesa, del cual le había dicho Dios: «Isaac continuará tu descendencia». Pero Abrahán pensó que Dios tiene poder hasta para resucitar de entre los muertos, de donde en cierto sentido recobró a Isaac.

Versículo antes del Evangelio (Mt 24,42.44): Aleluya. Estad preparados, porque no sabéis a qué hora va a venir el Hijo del hombre. Aleluya.

Texto del Evangelio (Lc 12,32-48): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No temas, pequeño rebaño, porque a vuestro Padre le ha parecido bien daros a vosotros el Reino. Vended vuestros bienes y dad limosna. Haceos bolsas que no se deterioran, un tesoro inagotable en los cielos, donde no llega el ladrón, ni la polilla; porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. Estén ceñidos vuestros lomos y las lámparas encendidas, y sed como hombres que esperan a que su señor vuelva de la boda, para que, en cuanto llegue y llame, al instante le abran. Dichosos los siervos, que el señor al venir encuentre despiertos: yo os aseguro que se ceñirá, los hará ponerse a la mesa y, yendo de uno a otro, les servirá. Que venga en la segunda vigilia o en la tercera, si los encuentra así, ¡dichosos de ellos! Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora iba a venir el ladrón, no dejaría que le horadasen su casa. También vosotros estad preparados, porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre».

Dijo Pedro: «Señor, ¿dices esta parábola para nosotros o para todos?». Respondió el Señor: «¿Quién es, pues, el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para darles a su tiempo su ración conveniente? Dichoso aquel siervo a quien su señor, al llegar, encuentre haciéndolo así. De verdad os digo que le pondrá al frente de toda su hacienda. Pero si aquel siervo se dice en su corazón: ‘Mi señor tarda en venir’, y se pone a golpear a los criados y a las criadas, a comer y a beber y a emborracharse, vendrá el señor de aquel siervo el día que no espera y en el momento que no sabe, le separará y le señalará su suerte entre los infieles. Aquel siervo que, conociendo la voluntad de su señor, no ha preparado nada ni ha obrado conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes; el que no la conoce y hace cosas dignas de azotes, recibirá pocos; a quien se le dio mucho, se le reclamará mucho; y a quien se confió mucho, se le pedirá más».




«También vosotros estad preparados, porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre»

Rev. D. Melcior QUEROL i Solà

(Ribes de Freser, Girona, España)


Hoy, el Evangelio nos recuerda y nos exige que estemos en actitud de vigilia «porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre» (Lc 12,40). Hay que vigilar siempre, debemos vivir en tensión, “desinstalados”, somos peregrinos en un mundo que pasa, nuestra verdadera patria la tenemos en el cielo. Hacia allí se dirige nuestra vida; queramos o no, nuestra existencia terrenal es proyecto de cara al encuentro definitivo con el Señor, y en este encuentro «a quien se le dio mucho, se le reclamará mucho; y a quien se confió mucho, se le pedirá más» (Lc 12,48). ¿No es, acaso, éste el momento culminante de nuestra vida? ¡Vivamos la vida de manera inteligente, démonos cuenta de cuál es el verdadero tesoro! No vayamos tras los tesoros de este mundo, como tanta gente hace. ¡No tengamos su mentalidad!

Según la mentalidad del mundo: ¡tanto tienes, tanto vales! Las personas son valoradas por el dinero que poseen, por su clase y categoría social, por su prestigio, por su poder. ¡Todo eso, a los ojos de Dios, no vale nada! Supón que hoy te descubren una enfermedad incurable, y que te dan como máximo un mes de vida,... ¿qué harás con tu dinero?, ¿de qué te servirán tu poder, tu prestigio, tu clase social? ¡No te servirá para nada! ¿Te das cuenta de que todo eso que el mundo tanto valora, en el momento de la verdad, no vale nada? Y, entonces, echas una mirada hacia atrás, a tu entorno, y los valores cambian totalmente: la relación con las personas que te rodean, el amor, aquella mirada de paz y de comprensión, pasan a ser verdaderos valores, auténticos tesoros que tú —tras los dioses de este mundo— siempre habías menospreciado.

¡Ten la inteligencia evangélica para discernir cuál es el verdadero tesoro! Que las riquezas de tu corazón no sean los dioses de este mundo, sino el amor, la verdadera paz, la sabiduría y todos los dones que Dios concede a sus hijos predilectos.


 

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