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sábado, 1 de octubre de 2022
ROSARIO MISIONERO: CÓMO REZARLO PASO A PASO
Rosario Misionero: cómo rezarlo paso a paso
El Rosario Misionero se reza principalmente en el mes de octubre con la finalidad de poner en manos de la Virgen María la evangelización en los cinco continentes.
Para rezar el Rosario Misionero se sigue el mismo esquema de cualquier rosario, con la particularidad de que todas las intenciones van dirigidas a pedir por las misiones en los cinco continentes, cada uno de ellos identificado con un color. También se agrega una jaculatoria especial al final de cada misterio y una oración a la Virgen María por los misioneros.
Colores del Rosario Misionero
El primero es de color verde y se reza por África.
El segundo es de color rojo y se reza por América.
El tercero es blanco y se reza por Europa.
El cuarto, de color azul y se reza por Oceanía.
El quinto es amarillo y se reza por los habitantes de Asia.
¿Cómo rezar el Santo Rosario Misionero?
Nos disponemos a rezar el Santo Rosario:
La señal de la cruz
Por la señal de la santa cruz,
de nuestros enemigos,
líbranos, Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Yo pecador
Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante ustedes hermanos que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos, que intercedan por mí ante Dios, Nuestro Señor. Amén.
Gloria
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Primer Misterio (África)
Pidamos por África, para que pueda superar el sufrimiento provocado por el hambre, la pobreza, las continuas guerras y las desigualdades raciales.
A continuación, se reza:
1 Padrenuestro
10 Avemarías
1 Gloria
Jaculatoria: María, Reina de las Misiones / Ruega por nosotros y el mundo entero.
Segundo Misterio (América)
Pedimos por la Iglesia en América, para que, obedientes al Maestro, pueda escuchar el consejo de María, que nos dice: “Hagan lo que Él les diga”.
A continuación, se reza:
1 Padrenuestro
10 Avemarías
1 Gloria
Jaculatoria: María, Reina de las Misiones / Ruega por nosotros y el mundo entero.
Tercer Misterio (Europa)
Pidamos para que la Iglesia en Europa recupere su vitalidad cristiana y misionera.
A continuación, se reza:
1 Padrenuestro
10 Avemarías
1 Gloria
Jaculatoria: María, Reina de las Misiones / Ruega por nosotros y el mundo entero.
Cuarto Misterio (Oceanía)
Pidamos por todos los hombres y mujeres de Oceanía, para que escuchando la Palabra de Dios, se dejen transformar por ella.
A continuación, se reza:
1 Padrenuestro
10 Avemarías
1 Gloria
Jaculatoria: María, Reina de las Misiones / Ruega por nosotros y el mundo entero.
Quinto Misterio (Asia)
Pidamos por los pueblos de Asia, para que permanezcan abiertos al anuncio del Evangelio proclamado por los misioneros.
A continuación, se reza:
1 Padrenuestro
10 Avemarías
1 Gloria
Jaculatoria: María, Reina de las Misiones / Ruega por nosotros y el mundo entero.
Tres Avemarías con una pequeña variación
-Dios te salve, María Santísima, Hija de Dios Padre, Virgen Purísima antes del parto, en tus manos ponemos nuestra fe para que la ilumines. Llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María…
–Dios te salve, María Santísima, Madre de Dios Hijo, Virgen Purísima en el parto, en tus manos ponemos nuestra esperanza para que la alientes. Llena eres de gracia…
Santa María…
–Dios te salve, María Santísima, esposa de Dios Espíritu Santo, Virgen Purísima después del parto, en tus manos ponemos nuestra caridad para que la inflames. Llena eres de gracia…
Santa María…
-Dios te salve, María Santísima, Templo y Sagrario de la Santísima Trinidad, Virgen concebida sin la culpa original.
Oración a María, Reina de las Misiones
María, Reina de las Misiones, soberana del mundo entero, Virgen purísima escogida entre millares, mírame con ojos piadosos postrado a tus pies para implorar tu maternal ternura tu auxilio eficaz en favor de millones de hombres y mujeres que no conocen a tu Hijo, a quienes Él nos ha enviado a proclamar la Buena Noticia. Están sumidos en la impiedad e idolatría y gimen y lloran envueltos en las garras de la cultura de la muerte. Mira como sus almas sufren por no conocer al Dios Verdadero.
¡Madre mía! No conocen a Jesús, tu Hijo divino. No saben que, por salvarlos, derramó toda su sangre redentora. No saben que, por mejor esperarlos, sigue allí clavado, extendidos sus brazos divinos, abierto el costado y sangrando el Corazón, mientras les dice: “¡Vengan a mi Corazón todos!”.
¡Reina y Madre mía! Intercede por ellos ante tu divino Hijo, y alcanza con tu inmenso poder que la luz del Evangelio se derrame por el mundo entero. Que no haya religión, ni pueblo, ni hogar, ni siquiera un corazón que no adore a Cristo, fruto bendito de tus purísimas entrañas, y que no le honre como a su Rey y Señor.
Mírame, Madre amada, Reina de las Misiones, postrado ante tus benditas plantas. Y no te olvides también de mí. Miserable soy y pequeño, y no tengo otro refugio ni otra ayuda que la tuya. Amén
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Letanía del Rosario Misionero
Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial, ten piedad de nosotros
Dios, Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros
Dios, Espíritu Santo, ten piedad de nosotros
Santísima Trinidad, un solo Dios, ten piedad de nosotros
Santa María, Reina de las misiones, ruega por nosotros
San Francisco Javier, ruega por nosotros
Santa Teresa del Niño Jesús, ruega por nosotros
San Marcos, ruega por África
Santa Josefina Bakhita, ruega por África
San Daniel Comboni, ruega por África
San Carlos Lwanga y compañeros mártires, rueguen por África
Beato Carlos de Foucauld, ruega por África
Beata Clementina Anuarite, ruega por África
Beato Isidoro Bakanja, ruega por África
Beatos y santos del continente de la esperanza, rueguen por África
San Francisco Solano, ruega por América
Santa Rosa de Lima, ruega por América
San Felipe de Jesús, ruega por América
Santo Toribio de Mogrovejo, ruega por América
San Junípero Serra, ruega por América
San Pedro Claver, ruega por América
San Pedro de Betancur, ruega por América
Beatos y santos del nuevo mundo, rueguen por América
Santos Pedro y Pablo, rueguen por Europa
San Bonifacio de Alemania, ruega por Europa
San Agustín de Canterbury, ruega por Europa
San Patricio de Irlanda, ruega por Europa
San Leandro de Sevilla, ruega por Europa
San Guido Maria Conforti, ruega por Europa
Beato Paolo Mana, ruega por Europa
Venerable Paulina Jaricot, ruega por Europa
Beatos y Santos del Viejo Mundo, rueguen por Europa
San Pedro Chanel, ruega por Oceanía
San Damián de Molokai, ruega por Oceanía
Santa Mariana de Molokai, ruega por Oceanía
Santa María de la Cruz MacKillop, ruega por Oceanía
San Pedro Calúñgsod, ruega por Oceanía
Beato Diego Luis de San Vitores, ruega por Oceanía
Beatos y Santos de las innumerables Islas, ruega por Oceanía
San Andrés, ruega por Asia
Santo Tomás, ruega por Asia
San Juan de Brito, ruega por Asia
Santo Teófano Vénard, ruega por Asia
San Valentín Berriochoa, ruega por Asia
San Pablo Miki y compañeros mártires, rueguen por Asia
San Pablo Chong Hasang y compañeros mártires, rueguen por Asia
Santa Inés Tsao Kueiying, ruega por Asia
Beatos y santos del lejano oriente, rueguen por Asia
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten misericordia de nosotros.
Oración final del Rosario Misionero
Te rogamos nos concedas,
Señor Dios nuestro,
gozar de continua salud de alma y cuerpo,
y por la gloriosa intercesión
de la bienaventurada siempre Virgen María,
vernos libres de las tristezas de la vida presente
y disfrutar de las alegrías eternas.
Por Cristo nuestro Señor.
Amén.
domingo, 4 de septiembre de 2022
EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 4 DE SEPTIEMBRE DE 2022
Domingo XXIII (C) del tiempo ordinario
Domingo 4 de septiembre de 2022
1ª Lectura (Sab 9,13-18): ¿Qué hombre conocerá el designio de Dios?, o ¿quién se imaginará lo que el Señor quiere? Los pensamientos de los mortales son frágiles e inseguros nuestros razonamientos, porque el cuerpo mortal oprime el alma y esta tienda terrena abruma la mente pensativa. Si apenas vislumbramos lo que hay sobre la tierra y con fatiga descubrimos lo que está a nuestro alcance, ¿quién rastreará lo que está en el cielo?, ¿quién conocerá tus designios, si tú no le das sabiduría y le envías tu santo espíritu desde lo alto? Así se enderezaron las sendas de los terrestres, los hombres aprendieron lo que te agrada y se salvaron por la sabiduría.
Salmo responsorial: 89
R/. Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
Tú reduces el hombre a polvo, diciendo: «Retornad, hijos de Adán». Mil años en tu presencia son un ayer que pasó; una vela nocturna.
Si tú los retiras son como un sueño, como hierba que se renueva que florece y se renueva por la mañana, y por la tarde la siegan y se seca.
Enséñanos a calcular nuestros años, para que adquiramos un corazón sensato. Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo? Ten compasión de tus siervos.
Por la mañana sácianos de tu misericordia, y toda nuestra vida será alegría y júbilo. Baje a nosotros la bondad del Señor y haga prósperas las obras de nuestras manos. Sí, haga prósperas las obras de nuestras manos.
2ª Lectura (Flm 9b-10.12-17): Querido hermano: Yo, Pablo, anciano, y ahora prisionero por Cristo Jesús, te recomiendo a Onésimo, mi hijo, a quien engendré en la prisión Te lo envío como a hijo. Me hubiera gustado retenerlo junto a mí, para que me sirviera en nombre tuyo en esta prisión que sufro por el Evangelio; pero no he querido retenerlo sin contar contigo: así me harás este favor, no a la fuerza, sino con toda libertad. Quizá se apartó de ti por breve tiempo para que lo recobres ahora para siempre; y no como esclavo, sino como algo mejor que un esclavo, como un hermano querido, que silo es mucho para mí, cuánto más para ti, humanamente y en el Señor. Si me consideras compañero tuyo, recíbelo a él como a mí.
Versículo antes del Evangelio (Sal 118,135): Aleluya. Señor, mira benignamente a tus siervos y enséñanos a cumplir tus mandamientos. Aleluya.
Texto del Evangelio (Lc 14,25-33): En aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les dijo: «Si alguno se viene conmigo y no pospone a su padre y a su madre, y a su mujer y a sus hijos, y a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío. Quien no lleve su cruz detrás de mí no puede ser discípulo mío.
»Así, ¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? No sea que, si echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que miran, diciendo: "Este hombre empezó a construir y no ha sido capaz de acabar. ¿O qué rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que le ataca con veinte mil? Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía legados para pedir condiciones de paz. Lo mismo vosotros: el que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío.»
«El que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío»
Rev. D. Joaquim MESEGUER García
(Rubí, Barcelona, España)
Hoy, Jesús nos indica el lugar que debe ocupar el prójimo en nuestra jerarquía del amor y nos habla del seguimiento a su persona que debe caracterizar la vida cristiana, un itinerario que pasa por diversas etapas en el que acompañamos a Jesucristo con nuestra cruz: «Quien no lleve su cruz detrás de mí no puede ser discípulo mío» (Lc 14,27).
¿Entra Jesús en conflicto con la Ley de Dios, que nos ordena honrar a nuestros padres y amar al prójimo, cuando dice: «Si alguno viene conmigo y no pospone a su padre y a su madre, y a su mujer y a sus hijos, y a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío» (Lc 14,26)? Naturalmente que no. Jesucristo dijo que Él no vino a derogar la Ley sino a llevarla a su plenitud; por eso Él da la interpretación justa. Al exigir un amor incondicional, propio de Dios, declara que Él es Dios, que debemos amarle sobre todas las cosas y que todo debemos ordenarlo en su amor. En el amor a Dios, que nos lleva a entregarnos confiadamente a Jesucristo, amaremos al prójimo con un amor sincero y justo. Dice san Agustín: «He aquí que te arrastra el afán por la verdad de Dios y de percibir su voluntad en las santas Escrituras».
La vida cristiana es un viaje continuo con Jesús. Hoy día, muchos se apuntan, teóricamente, a ser cristianos, pero de hecho no viajan con Jesús: se quedan en el punto de partida y no empiezan el camino, o abandonan pronto, o hacen otro viaje con otros compañeros. El equipaje para andar en esta vida con Jesús es la cruz, cada cual con la suya; pero, junto con la cuota de dolor que nos toca a los seguidores de Cristo, se incluye también el consuelo con el que Dios conforta a sus testigos en cualquier clase de prueba. Dios es nuestra esperanza y en Él está la fuente de vida.
IMÁGENES Y HOMILÍA DEL PAPA FRANCISCO SOBRE LA BEATIFICACIÓN JUAN PABLO I
FIESTA EN EL CIELO - PAPA FRANCISCO BEATIFICA A JUAN PABLO I - DOMINGO 4 DE SEPTIEMBRE DE 2022
POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI Prensa
El Papa Francisco beatificó este domingo 4 de septiembre a su predecesor Juan Pablo I conocido como “el Papa de la sonrisa”.
La ceremonia se llevó a cabo bajo la lluvia en la plaza de San Pedro del Vaticano ante miles de personas procedentes de diferentes partes del mundo.
Como es tradición, el rito de la Beatificación se llevó a cabo al inicio de la Santa Misa.
El obispo de Belluno – Feltre, Mons. Renato Marangoni, junto al postulador de la causa, el Cardenal Beniamino Stella, solicitaron al Santo Padre beatificar al Siervo de Dios Juan Pablo I.
Después, el Cardenal Stella leyó una breve biografía de Albino Luciani acompañado por la vice postuladora, Stefania Falasca.
Al terminar la lectura de los datos biográficos, el Papa Francisco declaró Beato a Juan Pablo I.
Luego, se descubrió un gran retrato del nuevo beato colocado en la fachada de la Basílica de San Pedro, mientras que se los presentes aplaudían y el coro entonaba el Aleluya.
Finalmente, el Papa Francisco recibió una reliquia de Juan Pablo I que fue colocada a un lado del Altar. Se trató de un escrito autógrafo de Albino Luciani de 1956 con “un esquema de reflexión espiritual sobre las tres virtudes teologales -la fe, la esperanza y la caridad- que recuerda el Magisterio de las Audiencias Generales del 13, 20 y 27 de septiembre de 1978”, describió la postulación de la causa.
La reliquia fue entregada al Papa por familiares de Albino Luciani, por dos religiosas que vivieron con él durante su breve Pontificado y por el sacerdote argentino José Dabusti, testigo del milagro que ocurrió en Buenos Aires por la intercesión de Juan Pablo I.
Breve biografía
Albino Luciani nació el 17 de octubre de 1912 en la localidad de Canale d’Agordo en Italia. Lo bautizó ese mismo día una señora de nombre Maria Fiocco, ante “el inminente peligro para su vida”, como señala la página web del Vaticano.
El pontificado de Juan Pablo I comenzó el 3 de septiembre de 1978, y duró tan solo 33 días, uno de los más breves en la historia de la Iglesia. Falleció el 28 de septiembre de 1978 en el Palacio Apostólico del Vaticano.
Juan Pablo I, conocido como el Papa de la sonrisa, fue elegido sucesor de San Pablo VI el 26 de agosto de 1978.
Su nombre reúne los de sus dos predecesores inmediatos. Fue Juan por San Juan XXIII, y Pablo por San Pablo VI; como una forma de homenajear a ambos pontífices que lideraron el Concilio Vaticano II, el evento más importante de la Iglesia en el siglo XX.
Ingresó al seminario menor de Feltre (Italia) en octubre de 1923 y en octubre de 1928 pasó al seminario gregoriano de Belluno.
Fue ordenado sacerdote el 7 de julio de 1935, con solo 22 años. Estudió en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, donde realizó la tesis “El origen del alma humana según Antonio Rosmini”.
El 15 de diciembre de 1958 San Juan XXIII lo designó Obispo de Vittorio Veneto, recibiendo la consagración episcopal el 27 de diciembre de manos del mismo Pontífice en la Basílica de San Pedro.
El 1 de febrero de 1970, luego de haber participado en las sesiones del Concilio Vaticano II, San Pablo VI lo designó Patriarca de Venecia. Tres años después, el 5 de marzo de 1973, fue creado cardenal.
Participó en el primer cónclave de 1978 en el que resultó elegido el 26 de agosto. 33 días después, el 28 de septiembre, falleció a causa de un infarto en el Palacio Apostólico del Vaticano.
Sus restos mortales fueron sepultados en las Grutas Vaticanas el 4 de octubre de 1978. La causa de canonización se abrió en la diócesis de Belluno-Feltre el 23 de noviembre de 2003 y se concluyó el 9 de noviembre de 2017 con el decreto de proclamación de las virtudes heroicas.
El 13 de octubre de 2021 fue publicado el decreto con el que el Papa Francisco reconoció el milagro atribuido a la intercesión de Juan Pablo I en favor de una niña de la Arquidiócesis de Buenos Aires que estaba a punto de morir por una enfermedad cerebral.