sábado, 15 de septiembre de 2018

NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES, 15 SEPTIEMBRE, HISTORIA Y ORACIONES


Hoy la Iglesia celebra a Nuestra Señora de los Dolores
Redacción ACI Prensa




 Hoy la Iglesia celebra a Nuestra Señora de los Dolores
Un día después de la Fiesta de la Exaltación de la Cruz, la Iglesia conmemora a Nuestra Señora de los Dolores. Esta devoción viene desde muy antiguo y fue en 1814 que el Papa Pío VII estableció esta celebración para el 15 de septiembre.

En una ocasión la Virgen María le comunicó a Santa Brígida de Suecia (1303-1373) lo siguiente: “miro a todos los que viven en el mundo para ver si hay quien se compadezca de Mí y medite mi dolor, mas hallo poquísimos que piensen en mi tribulación y padecimientos”.


“Por eso tú, hija mía, no te olvides de Mí que soy olvidada y menospreciada por muchos. Mira mi dolor e imítame en lo que pudieres. Considera mis angustias y mis lágrimas y duélete de que sean tan pocos los amigos de Dios”.

La Madre de Dios prometió que concedería siete gracias a aquellas almas que la honren y acompañen diariamente, rezando siete Ave Marías mientras meditan en sus lágrimas y dolores.

Asimismo, según San Alfonso María de Ligorio (1696-1787), Jesucristo reveló a Santa Isabel de Hungría que Él concedería cuatro gracias a los devotos de los dolores de su Santísima Madre.





Historia de la Fiesta de Nuestra Señora de los Dolores




La devoción a Nuestra señora de los dolores viene desde muy antiguo. Ya en el siglo VIII los escritores eclesiásticos hablaban de la “Compasión de la Virgen” en referencia a la participación de la Madre de Dios en los dolores del Crucificado.

Pronto empezaron a surgir las devociones a los 7 dolores de María y se compusieron himnos con los que los fieles manifestaban su solidaridad con la Virgen dolorosa.

La fiesta empezó a celebrarse en occidente durante la Edad Media y por ese entonces se hablaba de la “Transfixión de María”, de la “Recomendación de María en el Calvario”, y se conmemoraba en el tiempo de Pascua.

En el siglo XII los religiosos servitas celebraban la memoria de María bajo la Cruz con oficio y Misa especial. Más adelante, por el siglo XVII se celebraba el domingo tercero de septiembre.

El viernes anterior al Domingo de Ramos también se hacía una conmemoración a la Virgen Dolorosa, festividad conocida popularmente como “Viernes de los Dolores”.

Benedicto XIII extendió universalmente la celebración del “Viernes de Dolores” en 1472 y en 1814 el Papa Pío VII fijó la Fiesta de Nuestra Señora de los Dolores para el 15 de septiembre, un día después a la Exaltación de la Santa cruz.



Oración a la Virgen de los Dolores




Señora y Madre nuestra: tu estabas serena y fuerte junto a la cruz de Jesús. Ofrecías tu Hijo al Padre para la redención del mundo.

Lo perdías, en cierto sentido, porque El tenía que estar en las cosas del Padre, pero lo ganabas porque se convertía en Redentor del mundo, en el Amigo que da la vida por sus amigos.

María, ¡qué hermoso es escuchar desde la cruz las palabras de Jesús: "Ahí tienes a tu hijo", "ahí tienes a tu Madre".

¡Qué bueno si te recibimos en nuestra casa como Juan! Queremos llevarte siempre a nuestra casa. Nuestra casa es el lugar donde vivimos. Pero nuestra casa es sobre todo el corazón, donde mora la Trinidad Santísima. Amén.



Los siete Dolores de la Virgen María



Primer Dolor:
La profecía de Simeón en la presentación del Niño Jesús

Virgen María: por el dolor que sentiste cuando Simeón te anunció que una espada de dolor atravesaría tu alma, por los sufrimientos de Jesús, y ya en cierto modo te manifestó que tu participación en nuestra redención sería a base de dolor; te acompañamos en este dolor... Y, por los méritos del mismo, haz que seamos dignos hijos tuyos y sepamos imitar tus virtudes.

Dios te salve María, llena eres de gracia, El Señor es contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén.


Segundo Dolor: 
La huida a Egipto con Jesús y José

Virgen María: por el dolor que sentiste cuando tuviste que huir precipitadamente tan lejos, pasando grandes penalidades, sobre todo al ser tu Hijo tan pequeño; al poco de nacer, ya era perseguido de muerte el que precisamente había venido a traernos vida eterna; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que sepamos huir siempre de las tentaciones del demonio.

Dios te salve María, llena eres de gracia, El Señor es contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén.


Tercer Dolor:
La pérdida de Jesús

Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al perder a tu Hijo; tres días buscándolo angustiada; pensarías qué le habría podido ocurrir en una edad en que todavía dependía de tu cuidado y de San José; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que los jóvenes no se pierdan por malos caminos.

Dios te salve María, llena eres de gracia, El Señor es contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén.


Cuarto Dolor: 
El encuentro de Jesús con la cruz a cuestas camino del calvario

Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver a tu Hijo cargado con la cruz, como cargado con nuestras culpas, llevando el instrumento de su propio suplicio de muerte; Él, que era creador de la vida, aceptó por nosotros sufrir este desprecio tan grande de ser condenado a muerte y precisamente muerte de cruz, después de haber sido azotado como si fuera un malhechor y, siendo verdadero Rey de reyes, coronado de espinas; ni la mejor corona del mundo hubiera sido suficiente para honrarle y ceñírsela en su frente; en cambio, le dieron lo peor del mundo clavándole las espinas en la frente y, aunque le ocasionarían un gran dolor físico, aún mayor sería el dolor espiritual por ser una burla y una humillación tan grande; sufrió y se humilló hasta lo indecible, para levantarnos a nosotros del pecado; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que seamos dignos vasallos de tan gran Rey y sepamos ser humildes como Él lo fue.

Dios te salve María, llena eres de gracia, El Señor es contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén.


Quinto Dolor:
La crucifixión y la agonía de Jesús

Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la crueldad de clavar los clavos en las manos y pies de tu amadísimo Hijo, y luego al verle agonizando en la cruz; para darnos vida a nosotros, llevó su pasión hasta la muerte, y éste era el momento cumbre de su pasión; Tú misma también te sentirías morir de dolor en aquel momento; te acompañamos en este dolor. Y, por los méritos del mismo, no permitas que jamás muramos por el pecado y haz que podamos recibir los frutos de la redención.

Dios te salve María, llena eres de gracia, El Señor es contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén.


Sexto Dolor:
La lanzada y el recibir en brazos a Jesús ya muerto

Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la lanzada que dieron en el corazón de tu Hijo; sentirías como si la hubieran dado en tu propio corazón; el Corazón Divino, símbolo del gran amor que Jesús tuvo ya no solamente a Ti como Madre, sino también a nosotros por quienes dio la vida; y Tú, que habías tenido en tus brazos a tu Hijo sonriente y lleno de bondad, ahora te lo devolvían muerto, víctima de la maldad de algunos hombres y también víctima de nuestros pecados; te acompañamos en este dolor... Y, por los méritos del mismo, haz que sepamos amar a Jesús como El nos amo.

Dios te salve María, llena eres de gracia, El Señor es contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén.


Séptimo Dolor:
El entierro de Jesús y la soledad de María

Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al enterrar a tu Hijo; El, que era creador, dueño y señor de todo el universo, era enterrado en tierra; llevó su humillación hasta el último momento; y aunque Tú supieras que al tercer día resucitaría, el trance de la muerte era real; te quitaron a Jesús por la muerte más injusta que se haya podido dar en todo el mundo en todos los siglos; siendo la suprema inocencia y la bondad infinita, fue torturado y muerto con la muerte más ignominiosa; tan caro pagó nuestro rescate por nuestros pecados; y Tú, Madre nuestra adoptiva le acompañaste en todos sus sufrimientos: y ahora te quedaste sola, llena de aflicción; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, concédenos a cada uno de nosotros la gracia particular que te pedimos… 

Dios te salve María, llena eres de gracia, El Señor es contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén.




Poema a los siete Dolores de la Virgen María
Recopilado por José Gálvez Krüger para ACI Prensa



Suplico Reina Gloriosa
Hija del eterno Padre
del Divino Verbo Madre
y del Espíritu esposa,
que me concedáis piadosa
amparo de pecadores
devoción, llanto y fervores
compasión y gran ternura
de vuestros siete dolores.


Primer dolor
Duéleme cuando supisteis
lo de aquella profecía
de Simeón cuando decía
que una espada os traspasaba
de dolor. ¡Oh! Madre mía
y qué riguroso día
para nos, aquél sería.



Segundo dolor
Duélome que Jesús tierno
dijo en repetido aviso
que huir era preciso
a Egipto en el invierno
¡Oh!, qué sentimiento eterno
ansia, temor y agonía
vuestro pecho, sentiría.



Tercer dolor
Duelome qué traspasado
tuvisteis el corazón
en aquella perdición
del Niño, hasta ser hallado.
¡Oh!, con qué pena y cuidado
a tal Hijo perdería
tal Madre le buscaría.


Cuarto dolor
Duelome que al ver en tierra
con la cruz a vuestro Hijo
fuiste a ayudarle con mimo
y aquella cuadrilla fiera
os impidió que así fuera,
tan sangrienta a vos sería
tal crueldad y grosería.



Quinto dolor
Duélome que vuestro llanto
al pie de la cruz sentisteis
la crueldades que allí visteis
ejecutar en quebranto
cantara :"Santo, Santo, Santo"
¡Oh!, cuánta angustia sería
lo que allí os afligiría.



Sexto dolor
Duélome que en vuestros brazos
al buen Jesús nos le disteis
herido y hecho pedazos.
¡Oh!, qué tremenda agonía
vida triste Madre mía
vuestro pecho sentiría



Séptimo dolor
Duélome que con ternura
al costado lo ha criado
lo dejasteis enterrado
en helada sepultura.
¡Oh!, qué tremenda amargura
vuestro pecho sentiría
cuando sin Él se veía.

---------

Espero como os lo digo
por estos siete dolores
lograr los grandes favores
de  devoto condolido:
qué delito ha cometido
el Soberano Maestro
a Jesús, el Hijos vuestro,
diciendo fiel cada día
a Vos, Madre, un Avemaría.



EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 15 SEPTIEMBRE 2018, NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES


Lecturas de hoy Sábado de la 23ª semana del Tiempo Ordinario
 Hoy, sábado, 15 de septiembre de 2018



Primera lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (10,14-22):

Amigos míos, no tengáis que ver con la idolatría. Os hablo como a gente sensata, formaos vuestro juicio sobre lo que digo. El cáliz de la bendición que bendecimos, ¿no es comunión con la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunión con el cuerpo de Cristo? El pan es uno, y así nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque comemos todos del mismo pan. Considerad a Israel según la carne: los que comen de las víctimas se unen al altar. ¿Qué quiero decir? ¿Que las víctimas son algo o que los ídolos son algo? No, sino que los gentiles ofrecen sus sacrificios a los demonios, no a Dios, y no quiero que os unáis a los demonios. No podéis beber de los dos cálices, del del Señor y del de los demonios. No podéis participar de las dos mesas, de la del Señor y de la de los demonios. ¿Vamos a provocar al Señor? ¿Es que somos más fuertes que él?

Palabra de Dios


Salmo
Sal 115,12-13.17-18

R/. Te ofreceré, Señor, un sacrificio de alabanza

¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación,
invocando su nombre. R/.

Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando tu nombre, Señor.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (6,43-49):

En aquel tiempo, decía Jesús a sus discípulos: «No hay árbol sano que dé fruto dañado, ni árbol dañado que dé fruto sano. Cada árbol se conoce por su fruto; porque no se cosechan higos de las zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos. El que es bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque lo que rebosa del corazón, lo habla la boca. ¿Por qué me llamáis "Señor, Señor" y no hacéis lo que digo? El que se acerca a mí, escucha mis palabras y las pone por obra, os voy a decir a quién se parece: se parece a uno que edificaba una casa: cavó, ahondó y puso los cimientos sobre roca; vino una crecida, arremetió el río contra aquella casa, y no pudo tambalearla, porque estaba sólidamente construida. El que escucha y no pone por obra se parece a uno que edificó una casa sobre tierra, sin cimiento; arremetió contra ella el río, y en seguida se derrumbó desplomándose.»

Palabra del Señor





Comentario al Evangelio de hoy sábado, 15 de septiembre de 2018
 CR


Nuestra Señora de los Dolores

Antes de subir al Calvario –somos frágiles y pequeños- vamos a verla en la calle, una tarde del Viernes Santo. ¡Cómo la retrata la piedad popular! Virgen de los Dolores, de la Soledad, de la Piedad; siete puñales le atraviesan el corazón o, al menos la espada de la que le habló el anciano Simeón. Casi siempre un manto negro la cubre.  Su rostro, aun lleno de llanto y dolor, logra un tono sereno, como penetrado por la fe.

María es la Madre del Crucificado. Está asociada, por sus dolores, a la muerte del Redentor. La mujer, esclava del Señor por su fe, está junto a su hijo que se hizo obediente hasta la muerte y muerte de cruz. La que había estado alejada en los momentos de la gloria de los milagros  y la seducción de la palabra, acude ahora, presurosa, en la hora del supremo dolor y de la muerte. Está aquí, como estuvo en todos los momentos difíciles, a lo largo de la vida de Jesús; en la pobreza del pesebre al nacer, en la persecución y exilio con Herodes, cuando abandonaba su familia para predicar el Reino, cuando sufre el rechazo de los jefes políticos y religiosos.

Es que María va a ser, otra vez, Madre. Las palabras de Cristo en la cruz cobran una eficacia casi sacramental. “Mujer, he ahí a tu hijo”. En el discípulo amado hemos sido constituidos hijos de María. Algunos hacen constar que no se lo dice a Pedro sino a otro discípulo. ¿A Juan? Aquí, la maternidad no va en el plano jerárquico sino en el de la intimidad, en el de las relaciones individuales y filiales. Sólo nos queda,  como apunta el evangelio, recibirla en nuestra casa. La Iglesia es la casa de María; la Iglesia tiene una Madre.

Como Jesús, hemos de sentir cerca a María en los momentos de dolor. Ella es la madre querida de tantos hijos crucificados por la injusticia, la opresión y el desamor. Es más, no solamente nos beneficiamos de su cercanía cuando nos aguijonea un padecimiento. Con ella, queremos ir al encuentro de los que sufren. El cristiano ha de combatir el dolor, luchar contra las causas del dolor. Más aún, los creyentes tenemos muchos resortes para transformar y trasfigurar el dolor; el saber escuchar, el llevar consuelo, el infundir esperanza, el rezar con oportunidad, el estimular desde nuestra fe y tantos recursos, ayudan a hacer más buenas, más esperanzadas a las personas sufrientes.

Ya que nos entra por los ojos la presencia de María junto al dolor de su hijo, ella puede ser un modo de sacramento que nos haga visible y nos diga más claro que Dios sufre siempre al lado de sus hijos. Cosa que ya sabíamos.

FELIZ FIN DE SEMANA




viernes, 14 de septiembre de 2018

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 14 SEPTIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
14 septiembre


Es verdad que Jesús es verdaderamente Hijos de Dios; pero también es verdaderamente Hijo del hombre, es decir: verdadero y perfecto hombre, en todo igual a nosotros, menos en el pecado
 (cf Heb 4,15).

Como hombre, Jesús emanaba una atracción irresistible:

- comúnmente era muy respetado (cf Lc 2,52); 

- a menudo, la gente, al oírlo, quedaba fuera de sí, asombrada de la extraordinaria gracia que emanaba de sus palabras (cf Lc 4, 22);

- los policías, enviados por los fariseos para tomar preso a Jesús, volvían cautivados ellos mismos, por uno que hablaba como jamás nadie habló (cf Jn 7,32);

- las mujeres y los niños se acercaban confiadamente a él, rompiendo las barreras de los severos ojos y palabras intimidatorias de los discípulos (cf Mc 10, 13-15).


P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 14 SEPTIEMBRE 2018 - EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ



Lecturas de hoy Exaltación de la Santa Cruz
 Hoy, viernes, 14 de septiembre de 2018



Primera lectura
Lectura del libro de los Números (21,4b-9):

En aquellos días, el pueblo estaba extenuado del camino, y habló contra Dios y contra Moisés: «¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos da náusea ese pan sin cuerpo.»
El Señor envió contra el pueblo serpientes venenosas, que los mordían, y murieron muchos israelitas. Entonces el pueblo acudió a Moisés, diciendo: «Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes.»
Moisés rezó al Señor por el pueblo, y el Señor le respondió: «Haz una serpiente venenosa y colócala en un estandarte: los mordidos de serpientes quedarán sanos al mirarla.»
Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte. Cuando una serpiente mordía a uno, él miraba a la serpiente de bronce y quedaba curado.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 77,1-2.34-35.36-37.38

R/. No olvidéis las acciones del Señor

Escucha, pueblo mío, mi enseñanza,
inclina el oído a las palabras de mi boca:
que voy a abrir mi boca a las sentencias,
para que broten los enigmas del pasado. R/.

Cuando los hacía morir, lo buscaban,
y madrugaban para volverse hacia Dios;
se acordaban de que Dios era su roca,
el Dios Altísimo su redentor. R/.

Lo adulaban con sus bocas,
pero sus lenguas mentían:
su corazón no era sincero con él,
ni eran fieles a su alianza. R/.

Él, en cambio, sentía lástima,
perdonaba la culpa y no los destruía:
una y otra vez reprimió su cólera,
y no despertaba todo su furor. R/.

Puede sustituirse por la siguiente lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (2,6-11):

Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.

Palabra de Dios


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (3,13-17):

En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: «Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.»

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy viernes, 14 de septiembre de 2018
 CR


Exaltación de la Santa Cruz

“La señal del cristiano es la santa cruz”, repetíamos en el viejo catecismo. Por eso vemos esta señal, al bautizar a los niños, en los “cruces” de los caminos, en la cabecera de la cama, en la delantera de los coches, en el recuerdo de los muertos, al salir de casa, y en mil momentos. También abusamos de ella. Cuando hacemos la cruz de una manera mágica u ostentosa; cuando la llevamos –cruz de pasión e infamia- como adorno precioso o señal de dignidades. 

La cruz es la cruz de nuestro Señor. Es el instrumento de nuestra redención. La muerte en cruz era el suplicio reservado sólo para los esclavos, tan cruel como lleno de ignominia. ¿Cómo se podía pensar que la redención podía venir de la impureza de un cadáver?  Sin embargo ahí está la paradoja. Un hombre inocente carga con todos los pecados de la humanidad. Condenado, no condena. En el mayor dolor brilla el mayor amor.  La cruz de Jesús, dando muerte al pecado, es causa de reconciliación. Reconciliación de los hombres con Dios. Pero también de gentiles y judíos, de la economía de la ley y de la economía de la fe. 

Pero aún sorprendemos otra paradoja que da nombre a la fiesta de hoy. Este condenado, sometido a la máxima humillación, envilecido, desnudo, es exaltado, elevado como la serpiente en el desierto, en signo de salvación para cuantos le contemplan. Es la exaltación del amor: “Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo”. La Pasión de San Juan que leemos el Viernes Santo contempla a Cristo en la Cruz, lleno de majestad.

Que bien estaría que en este día nos parásemos a contemplar la santa cruz. Y, después de un silencio de asombro, podríamos recitar textos tan bellos, y al alcance de todos, sobre Cristo crucificado. Por ejemplo: “Delante de la Cruz los ojos míos” (Sánchez Mazas). “Pastor que tus silbos amorosos” (Lope de Vega). “El Cristo de Velázquez” (Unamuno).

Luego vendrían los buenos propósitos de no abusar o frivolizar con el signo de la cruz. Nada de adornos con crucifijos lujosos, no hacer la señal de la cruz repetidamente de manera que se banalice, etc. Por supuesto, y en un orden muy distinto, no he visto a ningún maestro espiritual que enseñe el victimismo, el dolorismo y todos espiritualismos que busquen el dolor por sí mismo para parecerse más a Jesús. Jesús nos dice que tomemos “nuestra” cruz y le sigamos. Pues, venga, tomemos nuestra cruz, amemos como Jesús nos mandó, perdonemos y bendigamos a los que nos maldicen, estemos dispuestos a ser perseguidos por la justicia. Si amamos, siempre encontraremos la cruz. Entonces, sí que podremos repetir con San Pablo: “Lejos de mí gloriarme sino en la cruz de Cristo”.

AMPLIARÁN DENUNCIA POR INCITACIÓN AL ODIO A ACTOR QUE BLASFEMÓ CONTRA LA VIRGEN MARÍA


Ampliarán denuncia por incitación al odio a actor que blasfemó contra la Virgen
Redacción ACI Prensa




La Asociación Española de Abogados Cristianos (AEAC) ampliará su denuncia contra el actor Willy Toledo no solo por ofensa a los sentimientos religiosos sino también por incitación al odio, al gritarles en los juzgados de Madrid que los “ultracatólicos deberían desaparecer de la faz de la tierra”.

Toledo, que había sido detenido el pasado miércoles 12 de septiembre para asegurar su comparecencia ante el juez por un presunto delito de ofensa a los sentimientos religiosos, ha sido puesto en libertad después de negarse a declarar.


El 5 de julio de 2017, el actor escribió en su perfil de Facebook un mensaje en relación a la detención de tres activistas de Femen que iban a ser juzgadas por “presuntamente organizar la Procesión del Coño Insumiso de Sevilla. Según la energúmena de la jueza, dicha procesión constituye un escarnio al dogma de la santidad y virginidad de la Virgen María’. Se les imputa un delito ‘contra los sentimientos religiosos’”.

Toledo proseguía blasfemando contra Dios y el dogma de la perpetua virginidad de Santa María.


En marzo de 2018, la Asociación Española de Abogados Cristianos (AEAC) presentó una denuncia contra el actor ante la Fiscalía, al considerar que sus declaraciones podrían constituir un delito contra los sentimientos religiosos.

Toledo declaró que no ha acudido a las citaciones anteriores del juez porque considera que no ha cometido “ningún delito”.

A las puertas de los juzgados, Toledo gritó que los “ultracatólicos deberían desaparecer de la faz de la tierra”, haciendo referencia a la Asociación Española de Abogados Cristianos (AEAC).

Ante esta situación, la AEAC ha asegurado que amplía la denuncia contra Toledo por una presunta incitación al odio y la discriminación.

En un comunicado, la presidenta de Abogados Cristianos, Polonia Castellanos, aseguró que “el respeto a la Ley es fundamental” y señaló que le llama la atención que “siempre que ha tenido la oportunidad, ha atacado a los cristianos en diferentes medios de comunicación. Pero no tiene valor para contestar a las preguntas ni del juez, ni del fiscal ni de la acusación”.


Toledo fue citado a declarar por primera vez en el mes de mayo, pero en vez de acudir a los juzgados dio una rueda de prensa en el centro pastoral San Carlos Borromeo de Vallecas, Madrid, en donde aseguró que no había “cometido ningún delito” y que no “veía la necesidad de comparecer” ante el juez.

En esa ocasión, el Arzobispado de Madrid, al que pertenece el centro pastoral San Carlos Borromeo, rechazó el uso de este lugar y precisó que su función no es “albergar actos de tipo político en los que se confunde fe con ideología”, además remarcó que “no se autorizó la utilización de dependencias de la Iglesia para este acto”.

El 28 de junio de este año Toledo fue citado a declarar por segunda vez. En esa ocasión tampoco acudió, pero sí participó en una manifestación anticristiana y blasfema contra la Virgen María realizada por las calles de Madrid.

Desde la AEAC calificaron estos actos como "obstrucción a la justicia".

PAPA FRANCISCO ADVIERTE: SE CORRE EL RIESGO DE QUE EL CRISTIANISMO DESAPAREZCA DE ORIENTE MEDIO


El Papa advierte: Se corre el riesgo de que el cristianismo desaparezca de Oriente Medio
Redacción ACI Prensa
 El Papa habla ante los participantes en el encuentro sobre Siria e Irak. Foto: Vatican Media




El Papa Francisco aseguró que el cristianismo en Oriente Medio se encuentra en grave peligro: “Se corre el riesgo de que la presencia cristiana desaparezca precisamente en la tierra desde la cual se propagó la luz del Evangelio a todo el mundo”.

En un discurso pronunciado en el Vaticano ante los participantes del encuentro de los organismos de caridad católicos que operan en Irak, en Siria y en los países limítrofes, el Santo padre lamentó que “desde hace demasiados años, los conflictos ensangrientan a esa región y la situación de la población en Siria y en Irak y en los países limítrofes sigue causando gran preocupación”.

Para evitar que la tragedia de la desaparición del cristianismo en Oriente Medio se convierta en una realidad, el Pontífice remarcó el importante trabajo conjunto que realizan las diferentes Iglesias implantadas en la región: “En colaboración con las Iglesias hermanas, la Santa Iglesia trabaja arduamente para garantizar un futuro a estas comunidades cristianas”.


Entre las muchas iniciativas encomiables que se han llevado a cabo “me gustaría citar este año la gran tarea para apoyar el retorno de las comunidades cristianas en la llanura de Nínive, Irak, y la atención sanitaria otorgada a muchos pacientes pobres en Siria, en particular a través del proyecto ‘Hospitales abiertos’”.

Asimismo, Francisco instó “encarecidamente a la comunidad internacional a que no olvide las numerosas necesidades de las víctimas de esta crisis, pero, sobre todo, a que supere la lógica de los intereses y se ponga al servicio de la paz poniendo fin a la guerra”.

“No podemos cerrar los ojos frente a las causas que han obligado a millones de personas a abandonar, con dolor, su propia tierra”.

Al mismo tiempo, “aliento a todos los actores involucrados y a la comunidad internacional a renovar sus esfuerzos para el retorno seguro de las personas desplazadas a sus hogares. Garantizarles protección y futuro es un deber de civilización. Sólo secando las lágrimas de los niños, que no han visto nada más que escombros, muerte y destrucción, el mundo recuperará la dignidad”.

En este sentido, finalizó, “reitero mi aprecio por los grandes esfuerzos en favor de los refugiados realizados por diversos países de la región y por diversas organizaciones, incluidas algunas representadas aquí”.

NO ENCUENTRAN CAUSAS NATURALES PARA LÁGRIMAS DE AL VIRGEN DE GUADALUPE EN ESTADOS UNIDOS


No encuentran “causas naturales” para lágrimas de la Virgen de Guadalupe en Estados Unidos
Redacción ACI Prensa
 Foto: Facebook de parroquia Nuestra 
Señora de Guadalupe en Hobbs.



El Obispo de Las Cruces en Estados Unidos, Mons. Oscar Cantú, dijo que no se han encontrado “casusas naturales” para las lágrimas que aparecieron en una estatua de bronce de la Virgen de Guadalupe en una parroquia de su diócesis.

En un reciente comunicado, Mons. Cantú señaló que “la primera etapa de la investigación es determinar si el fenómeno puede ser explicado por causas naturales. Hasta ahora, no hemos detectado causas naturales para la emisión de líquidos de la estatua”.

En mayo de este año, en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en Hobbs, estado de Nuevo México, la imagen de la Virgen de Guadalupe habría “llorado”. El fenómeno se repitió dos veces más, y fue atestiguado tanto por un sacerdote de la parroquia como por diversos asistentes.

La Diócesis de Las Cruces aseguró en julio que, después de un examen, descubrieron que la sustancia que brotó de la imagen de la Virgen era aceite de oliva perfumado. El obispado estadounidense señaló además que no se encontró nada en el interior hueco de la imagen que pudiera generar el líquido.

Mons. Cantú señaló que “si la causa del fenómeno es sobrenatural, debemos discernir si es de Dios o del demonio. Les recuerdo que la Iglesia cree en la existencia de ángeles caídos, que a veces intentan engañarnos”.

El proceso de investigación diocesano ha incluido entrevistas al fabricante mexicano de la estatua. De acuerdo a Mons. Cantú, los dueños de la empresa señalaron que el proceso de producción incluye calor elevado, que derrite completamente los moldes de cera alrededor de la que se forma la estatua, sin dejar residuos que pudieran haber ayudado al fenómeno de las lágrimas.

El prelado precisó que tomará más tiempo determinar el origen sobrenatural de las lágrimas.


Mons. Oscar Cantú reza ante la imagen de la Virgen de Guadalupe que habría llorado, durante una visita pastoral en septiembre de este año. Foto: Facebook / Diócesis de Las Cruces.


“El discernimiento de si es un fenómeno de Dios o del diablo es un proceso más largo. El demonio puede a veces imitar cosas santas para confundirnos. Así que debemos ser prudentes y vigilantes”, explicó.

Este proceso de discernimiento, añadió Mons. Cantú, estará basado en los frutos espirituales de las lágrimas de la imagen, y recordó que los Frutos del Espíritu Santo mencionados en la carta de San Pablo a los Gálatas son: caridad, alegría, paz, amabilidad, bondad, generosidad, mansedumbre, fidelidad, modestia, autocontrol y castidad.


El obispo recordó a los fieles que la Iglesia distingue entre revelaciones públicas y privadas. La revelación pública, dijo, quedó cerrada tras la muerte del último apóstol, lo que la diferencia de la privada, en la que no se provee ningún conocimiento nuevo sobre la salvación.

“Ninguna nueva información respecto a nuestra salvación será obtenida por revelaciones privadas. Los mensajes de las revelaciones privadas solo reafirman y resaltan lo que Cristo ya ha revelado en la Escritura y la Tradición”, señaló.

“Por tanto, María y los santos siempre nos llevan hacia Jesús y la Iglesia. Por esto María instruyó a San Juan Diego ‘ve al obispo’ y que se ‘construya un templo’”.

BUENOS DÍAS




jueves, 13 de septiembre de 2018

HISTORIA DE LA JOVEN QUE SE LIBRÓ DEL DEMONIO GRACIAS AL NOMBRE DE MARÍA


La historia de la joven que se libró del diablo gracias al nombre de María
Redacción ACI Prensa





Cuenta San Alfonso María de Ligorio en su libro “Las Glorias de María” (Cap. X) que, siguiendo las referencias de otros dos autores católicos, alrededor del año 1465 vivía en Güeldres (Holanda) una joven llamada María que fue a hacer unos recados a Nimega (Países Bajos) y allí fue tratada groseramente por su tía.

En el camino de vuelta, la muchacha desconsolada y encolerizada invocó la ayuda del diablo y este se le apareció en forma de hombre, prometiéndole ayudarla con algunas condiciones.

“No te pido otra cosa –le dijo el enemigo– sino que de hoy en adelante no vuelvas a hacer la señal de la cruz y que cambies de nombre’. ‘En cuanto a lo primero, no haré más la señal de la cruz –le respondió–, pero mi nombre de María, no lo cambiaré. Lo quiero demasiado’. ‘Y yo no te ayudaré’, le replicó el diablo”.


Después de discutir un rato, los dos acordaron que ella se llamaría con la primera letra del nombre de María, es decir, Eme. Una vez cerrado el pacto, ambos se fueron a Amberes, donde la joven vivió seis años con esa perversa compañía y llevando una mala vida.

Cierto día la chica le dijo al diablo que deseaba ir a su tierra. Al demonio le repugnaba la idea pero finalmente consintió. Al llegar a la ciudad de Nimega, se dieron con la sorpresa de que se estaba representando en la plaza la vida de Santa María.

“Al ver semejante representación, la pobre Eme, por aquel poco de devoción hacia la Madre de Dios que había conservado, rompió a llorar. ‘¿Qué hacemos aquí? –le dijo el compañero–. ¿Quieres que representemos otra comedia?’ La agarró para sacarla de aquel lugar, pero ella se resistía, por lo que él, viendo que la perdía, enfurecido la levantó en el aire y la lanzó al medio del teatro”.


Es así que la joven contó su triste historia, fue a confesarse con el párroco, quien la remitió al obispo local y este al Papa. El Pontífice, después de oír su confesión, le impuso como penitencia llevar siempre tres argollas de hierro: una en el cuello y una en cada brazo.

María obedeció y se retiró a Maestricht (Países Bajos), donde se encerró en un monasterio para penitentes.

“Allí vivió catorce años haciendo ásperas penitencias. Una mañana, al levantarse vio que se habían roto las tres argollas. Dos años después murió con fama de santidad; y pidió ser enterrada con aquellas tres argollas que, de esclava del infierno, la habían cambiado en feliz esclava de su libertadora”.

DIÓCESIS DE CAROLINA DEL SUR DIFUNDE ORACIÓN ANTE AMENAZA DE HURACÁN FLORENCE


Diócesis de Carolina del Sur difunde oración ante amenaza del huracán Florence
Redacción ACI Prensa
 Foto: NASA



La Diócesis de Charleston en Carolina del Sur (Estados Unidos), difundió una oración para pedir la protección de Dios ante la llegada del huracán Florence.

El Centro Nacional de Huracanes pronosticó este miércoles 12 de septiembre que Florence “será un huracán intenso extremadamente peligroso cuando se acerque a la costa de Estados Unidos en la tarde del jueves o el viernes”.

Con vientos de hasta 225 kilómetros por hora, se estima que pueda convertirse en un huracán de categoría 5 dentro de las próximas 24 o 36 horas.

Ante la amenaza, se ha declarado en emergencia a los estados de Carolina del Norte, Carolina del Sur, Virginia, Georgia y Maryland y se ha ordenado la evacuación de más de un millón de personas.

La Diócesis de Charleston, a través de su periódico The Catholic Miscellany, compartió una serie de recomendaciones de seguridad para los fieles y difundió la siguiente oración:



Oración por el huracán

Oh Padre Celestial, 
todos los elementos de la naturaleza obedecen tus mandamientos, 
incluyendo los huracanes. 
Calma las tormentas que nos amenazan 
y transforma nuestro miedo a tu poder en alabanza por tu bondad. 
Concédenos esto a través de nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, 
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, 
un solo Dios, por los siglos de los siglos. 
Amén.




LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 13 SEPTIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
13 septiembre




Cristo es el primer profeta del Padre; nosotros debemos ser los profetas de Cristo a través de él, los profetas del Padre.

El mundo de hoy, el mundo nuestro en que vivimos, está esperando que le transmitamos la palabra y el mensaje de Cristo; y Cristo nos urge internamente a que cumplamos la misión profética que él nos ha encomendado.

Si estamos consagrados a él, no vivir esa consagración sería destruirla, borrarla y, en consecuencia, frustrarla.


P. Alfonso Milagro
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