Meditaciones del Mes de Octubre, Mes del Santo Rosario
ABANDONARSE EN DIOS
2 de octubre
Yo me abandono ¡oh Dios! en tus manos.
Toma este barro y trabájalo como arcilla
entre las manos del alfarero
dale una forma y después, rómpela,
si quieres como es despedazada la vida de tantos hermanos.
Pide, ordena ¿Qué quieres que haga?
¿Qué quieres que no haga?
Ensalzado o humillado, perseguido,
incomprendido, calumniado,
alegre o triste, o inútil para todo,
sólo diré, a ejemplo de tu Madre:
“Hágase en mí según tu palabra”.
Dame el amor por excelencia,
el amor de la cruz.
Pero no de las cruces heroicas
que podrían nutrir mi vanidad,
sino de las cruces vulgares que, sin embargo,
llevo con repugnancia.
De esas que se encuentran cada día en la contradicción,
en el olvido, en los juicios falsos,
en la frialdad del alma,
en los desaires y desprecios de los demás;
en el malestar y defectos del cuerpo,
en la oscuridad de la mente y en el silencio y aridez del corazón.
Entonces sólo Tú sabrás que te amo,
aunque ni yo lo sepa, con eso me basta.
¿En qué me resisto a Dios?
Un Ave María para que nos dejemos conducir por el Señor
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