Esta es la verdadera historia de la Rosa de Guadalupe
Por Diego López Marina
(ACI/EWTN Noticias).- La “Rosa de Guadalupe” es el nombre de una conocida serie de la televisión mexicana transmitida en diferentes países de América Latina donde cuenta con altos niveles de sintonía. Sin embargo la verdadera historia de esta rosa de oro se remonta a siglos pasados y contiene una profundo sentido espiritual.
La fecha exacta de la institución de la rosa es desconocida. Según algunos historiadores la entrega de una rosa de oro se originó antes del reinado de Carlomagno (742-814 DC); otros afirman que la rosa tiene sus orígenes en el siglo XII (doce), pero fue en el año 1049 cuando el Papa León IX empezó la tradición de conceder una rosa de oro a iglesias y santuarios, personalidades católicas de la realeza, gobiernos y a la jerarquía militar.
La rosa de oro consiste en un rosal con flores, botones y hojas bellamente tallado, colocado en un vaso de plata renacentista con el escudo papal.
La costumbre de entregar la rosa suplantó a la antigua práctica de enviar a los gobernantes católicos llaves de oro del confesional de San Pedro, una práctica introducida en el siglo VIII.
En 1966 el Papa Pablo VI envió por primera vez una rosa de oro a la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe (México).
Por su parte el Papa Juan Pablo II durante su pontificado de 27 años entregó ocho rosas de oro a diferentes santuarios marianos incluyendo la Basílica de Guadalupe en México. Además el Papa Benedicto XVI entregó 12 rosas de oro.
En el mes de noviembre de 2013 el Papa Francisco envió la rosa de oro a la Virgen de Guadalupe, que fue entregada al Arzobispo Primado de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera con ocasión del congreso mariano "Nuestra Señora de Guadalupe, estrella de la nueva evangelización en el Continente Americano". En la base del florero se encuentra la inscripción “Obsequio del Santo Padre Francisco”.
Actualmente la rosa de oro es un sacramental (signo sagrado) bendecido el cuarto domingo de Cuaresma y ungido con el santo crisma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario