La miel en el fuego
Para conservar a un amigo se necesitan tres cosas: honrarlo cuando está presente, valorarlo cuando está ausente y ayudarlo cuando lo necesita. A veces, por irreflexión, los perdemos, porque fallamos en algunos de estos tres requisitos, como en la graciosa anécdota que te presento:
Nasrudín calentaba miel en el fuego, cuando un amigo llegó de improviso. La miel comenzó a hervir y Nasrudin convidó a su visitante. Estaba tan caliente, que el otro se quemó. - ¡Haz algo! - exclamó el amigo. Entonces Nasrudín tomó un gran abanico y lo agitó por encima de la olla... con el propósito de enfriar la miel.
“La amistad es una puerta que se abre, una sonrisa que te alienta, una mirada que te comprende, una lágrima que se une a tu dolor, una palabra que te anima, y una crítica que te mejora. Es un encuentro que te regocija, un favor sin recompensa, y un esperar... sin cansancio”. Valora a tus amigos y acéptalos como son.
* Enviado por el P. Natalio
No hay comentarios:
Publicar un comentario