Los cinco minutos de María
Mayo 31
Toda hermosa eres, María; por eso te bendijo Dios; pones aromas celestes en tu mano y lo adorna con oro virginal.
El Rey amó tu belleza inmaculada, por eso está contigo tu Señor.
Oye, Madre de Dios, nuestra plegaria, y presenta a Dios nuestra oración.
Madre de los buenos sentimientos, purifica nuestro corazón.
* P. Alfonso Milagro
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