Papa Francisco exhorta a que la libertad de conciencia sea respetada siempre
POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI Prensa
Foto: Vatican Media
El Papa Francisco realizó un llamado a la libertad de conciencia para que “pueda ser respetada siempre y en todas partes” por lo que exhortó “a dar ejemplo de coherencia con una conciencia recta e iluminada por la Palabra de Dios”.
Así lo indicó el Santo Padre este miércoles 17 de junio al concluir la Audiencia General que se llevó a cabo en la Biblioteca del Palacio Apostólico y transmitida en directa por el Vaticano.
“Que la libertad de conciencia pueda ser respetada siempre y en todas partes; y que todo cristiano pueda dar ejemplo de coherencia con una conciencia recta e iluminada por la Palabra de Dios”, animó el Papa.
En esta línea, el Santo Padre señaló que este 17 de junio se celebra la “Jornada de la Conciencia”, que está “inspirada en el testimonio del diplomático portugués Aristides de Sousa Mendes, el cual, hace ochenta años, decidió seguir la voz de la conciencia y salvó la vida a miles de judíos y otros perseguidos”.
Previamente, el Pontífice continuó con su serie de catequesis sobre la oración, que en esta ocasión, se centró en el profeta Moisés y en el relato bíblico del libro del Éxodo: “cuando Dios lo llama, Moisés es humanamente ‘un fracasado’. El libro del Éxodo nos lo representa en la tierra de Madián como un fugitivo. De joven había sentido piedad por su gente y había tomado partido en defensa de los oprimidos. Pero pronto descubre que, a pesar de sus buenos propósitos, de sus manos no brota justicia, si acaso, violencia. He aquí los sueños de gloria que se hacen trizas: Moisés ya no es un funcionario prometedor, destinado a una carrera rápida, sino alguien que se ha jugado las oportunidades, y ahora pastorea un rebaño que ni siquiera es suyo”.
En esta línea, el Pontífice invitó a rezar a Dios para que interceda por las personas y las bendiga y explicó que “el mundo vive y prospera gracias a la bendición del justo, a la oración de piedad, a esta oración de piedad, el santo, el justo, el intercesor, el sacerdote, el obispo, el Papa, el laico, cualquier bautizado eleva incesantemente por los hombres, en todo lugar y en todo tiempo de la historia”.
“Pensemos en Moisés, el intercesor. Y cuando nos entren las ganas de condenar a alguien y nos enfademos por dentro -enfadarse hace bien, pero condenar no hace bien- intercedamos por él: esto nos ayudará mucho”, concluyó el Papa.
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