El ayuno y la importancia de practicarlo en el Viernes Santo
POR DIEGO LÓPEZ MARINA | ACI Prensa
El sacerdote Jorge Obregón LC, que hace 14 años forma a jóvenes en liderazgo, fe y valores, explicó a ACI Prensa cuál es la importancia de practicar el ayuno, especialmente en el Viernes Santo.
“El ayuno es bueno practicarlo siempre, pero de modo especial en el día en que Jesús muere. Su sentido es penitencial, es de imitación de Cristo, quien también ayunó para prepararse para su acto de amor más importante y trascendente”, explicó el sacerdote fundador de la plataforma católica New Fire.
El presbítero resaltó que el ayuno también “nos recuerda que hay un hambre mucho más profundo: el espiritual”.
“Nos muestra que hay una sed más honda, que es la del amor a Dios y al prójimo. En Viernes Santo y durante toda nuestra vida, el ayuno fortalece para el combate contra un mundo cuyas atracciones nos hacen desviarnos y perdernos por el camino”, explicó el presbítero, que cuenta con una maestría en Teología Bíblica en John Paul the Great Catholic University, en San Diego.
Para el P. Obregón, el ayuno “cambia la calidad de la oración”, porque “el cuerpo se siente al servicio del alma, del espíritu”.
El presbítero contó que suele hacer ayuno los miércoles y viernes, días en los que toma solo una taza de café hasta la comida fuerte del día. “Pero hay otros modos, como algo muy ligero en el desayuno, una comida suficiente y poco o nada en la cena. Otros no comen sino solo pan y agua durante todo el día”, dijo.
Finalmente, recordó a los católicos que “sentir un poco ese dolor físico, que muchos sienten sin buscarlo, por falta de medios y alimentos, ayuda mucho al espíritu”.
¿Quién debe ayunar?
Según indica el Código de Derecho Canónico, en su numeral 1252, el ayuno deben practicarlo "todos los mayores de edad (18 años), hasta que hayan cumplido cincuenta y nueve años".
Sin embargo, el documento de la Iglesia exhorta a los pastores de almas y a los padres a que "también se formen en un auténtico espíritu de penitencia quienes, por no haber alcanzado la edad, no están obligados al ayuno o a la abstinencia".
¿Quiénes no ayunan?
Además de los excluidos por la edad, no deben guardar ayuno aquellas personas con problemas mentales, enfermas, mujeres en gestación o que dan de lactar, obreros de acuerdo a su necesidad, invitados a comidas que no pueden excusarse sin ofender gravemente u otras situaciones morales o imposibilidad física de mantener el ayuno.
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