viernes, 11 de octubre de 2013

PLEGARIA DE CONSAGRACIÓN DEL HOGAR A LA SAGRADA FAMILIA DE NAZARETH


PLEGARIA DE CONSAGRACIÓN DEL HOGAR 
A LA SAGRADA FAMILIA DE NAZARETH

Padre Celestial, que has preparado el hogar de José y María para la llegada de tu Hijo, Jesucristo,  nosotros (decir los nombres de todos los miembros de la familia) N..., N....., N.... queremos consagrar nuestra familia a la Sagrada Familia de Nazareth.

Queremos que en nuestro hogar nos empeñemos en realizar el plan que has trazado para nuestras vidas. 

Danos la gracia de esforzarnos en practicar en nuestra vida diaria los valores y las virtudes que son necesarios para hacer que:

- el amor venza nuestra tendencia al egoísmo;
- la cooperación y la solidaridad venzan nuestra tendencia a competir entre nosotros.

Concédenos que nos esforcemos en ser responsables en el trabajo, en el estudio, en el cumplimiento de nuestros deberes como personas y como familia.

Queremos que, según el ejemplo de Jesús, de María y de José, tengamos en cuenta lo que Tú quieres de nosotros, al tomar nuestras decisiones.

Te rogamos que tengamos siempre la lucidez del espíritu y la generosidad del corazón para emplear nuestras capacidades y nuestros bienes materiales de acuerdo con tu santa Voluntad.
Inspíranos para aprender a establecer las justas prioridades en el manejo de ese precioso don tuyo que es el tiempo. Y ante todo, que seamos más sensibles a las necesidades y a los sentimientos de las personas que queremos.

Padre Celestial, haz que nosotros vivamos siempre esta consagración esmerándonos en cultivar la paz, la confianza, la alegría y la comprensión entre nosotros los miembros de esta familia y con las demás personas, comenzando por las más cercanas.

Te rogamos que nos protejas y protejas también a las personas que amamos, de todos los males que puedan provenir de nosotros mismos, del mundo materialista que nos rodea y del espíritu maligno.

Haz que seamos más receptivos a la acción del Espíritu Santo y a la inspiración de la Santa Familia de Nazareth. Amén.

ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA


ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA

María, Madre mía,
alcánzame desde tu inmaculado
 y purísimo Corazón
la gracia de vivir
la pureza y la humildad
que el Señor Jesús
desea para mí.
Que así sea.


EL AMOR MÁS ENTRAÑABLE AHÍ ESTÁ POR TI.

Autor: P. Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net
El amor más entrañable ahí está por ti.
Meditaciónes del Rosario. Quinto Misterio de la Luz. La Institución de la Eucaristía.
 
El amor más entrañable ahí está por ti.
La persona que más te quiere descúbrela ahí. Ahí hallarás la Víctima que constantemente se ofrece por ti, en tu lugar, que paga amorosamente por tus culpas y pecados. El cuchillo que no quiso Dios que Abraham clavara en el cuello de su hijo Isaac, permitió que se clavara en las manos, en los pies y el corazón de su propio Hijo. Por amor a nosotros, La deuda enorme que nosotros ni siquiera sospechamos cuan tremenda es, la pagó Jesús completamente en el Calvario, y la siguen pagando en la Eucaristía.

Se trata de una Víctima que sufre en nuestro lugar. El soldado en cuyo lugar murió San Maximiliano Kolbe sí nos podría decir qué significa que otra persona muera en nuestro lugar, cuando vio el cadáver de su bienhechor. Parece que nosotros nos impresiona ya de tanto ver el cadáver, es decir, el crucifijo. Ahí encontrarás el Pan de la vida que sacia el hambre del alma y el agua viva que sacia la sed de eternidad y de amor. Si de hambre y de sed se trata, nunca el hombre se ha sentido más hambriento y sediento que hoy. Se mueren millares de jóvenes, de hombres y mujeres de pura hambre, de pura sed: sed de eternidad, de cariño, de sentido de vivir.

Cuando uno quiere hablar con la verdad, no tiene más remedio que decir: “Vengo cansado de buscar inútilmente por tantos caminos. No he encontrado la verdad de la vida y de las cosas. No he encontrado un amor que llene plenamente mi vida. Sí un amor pequeño, tal vez, que me llena hasta cierto punto. No he encontrado un sentido a la vida lejos de Ti. No he encontrado la felicidad. Soy un buscador cansado ya de vivir y de buscar y no encontrar... Tú has dicho que eres el Camino, la Vida y la Verdad... Por eso vengo a comer ese pan maravilloso de la Eucaristía.

Ahí hallarás al compañero de camino que no quiere que vayas solo por la vida. Quien descubre al compañero de camino es la fe. Cleofás y su compañero estuvieron caminando con Él por espacio de dos horas, hablaron con Él y escucharon sus palabras pero no lo descubrieron por su cerrazón de corazón y su falta de fe. Solo más tarde, cuando abrieron su mente y corazón e invitaron a Jesús a estar con ellos, lo reconocieron. “¿No ardía nuestro corazón...?” Así nos sucede a nosotros; Jesús camina a nuestro lado, nos interpela, pero no nos apercibimos de que es Él, por nuestra falta de fe y apertura.

Traemos los ojos ciegos de tristeza, de orgullo e impertinencia, y así, no se puede reconocer a Jesús. No quieras convertir tu vida en un purgatorio, privándote de la compañía del mejor amigo. Él te ama y quiere que lo ames. No preguntes por qué. “¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?...”Lo que interesa no es tanto saber por qué, sino saber que es un amor verdadero, personal, infinito. Si algún día quiere Dios revelar el misterio, Él sabrá; pero si no lo quiere decir, al menos a mí no me importa; me basta estar seguro de ello: Dios existe y me ama.

Amor con amor se paga: Así como es cierto que Dios te ama, también lo es que te pide una respuesta de amor, y nuevamente, no preguntes por qué. Ya san Agustín se hacía esta pregunta: “¿Quién soy yo, Señor, para que me pidas y me exijas que te ame con todo mi corazón, con toda mi alma, con toda mi mente y con todas mis fuerzas; y que te disgustas muchísimo si no lo hago...?” Ama todo lo que puedas y como mejor sepas, y habrás cumplido.

Las visitas a Jesucristo y a María, realizadas con fe y fervor, infunden no pocos ánimos. En tu ciudad viven, a unos pasos de tu calle; no cuesta trabajo visitarles un minuto, darles los buenos días, pedirles una misericordia para la jornada. Esas pequeñas visitas, esos pequeños momentos, robados a tu abultada agenda, inyectarán vigor a tu alma triste.

Ve a visitarles con más frecuencia, con más amor y menos prisa, que son los amigos de tu alma, los que ponen suavidad y eficacia en tus actividades febriles. Si el arte de vivir es amar y ser amado, ahí tienes dos amigos que siempre te han querido y a los que no has sabido amar, tal vez. Una breve visita, un corto detenerse, un pequeño gesto de cariño, un mirar y ser mirado, un alargar la mano y dar la diaria limosnita de amor.

María no necesitaba la transfiguración. Porque veía a su Hijo como Dios, cada vez menos como hijo suyo, y cada vez más como Dios, hasta el punto de que junto a un inmenso cariño sentía un gran respeto hacia Jesús. Y en cuanto a la Eucaristía, nadie ha experimentado lo que María, que tuvo al Hijo en su seno como todas las mamás, y luego lo volvía a recibir en su cuerpo a través de la comunión. Entonces era un niño pequeño con un futuro por hacerse, Ahora recibía al Hijo que había recorrido los caminos del mundo; al Hijo a quien vio muerto en la cruz y muerto en sus brazos. Volvía a recibir a aquel niño tierno, a aquel adulto, a aquel muerto en la cruz, a aquel Hijo resucitado. Por eso, las comuniones de María tenían una experiencia muy particular e impresionante: volvía a vivir la alegría extática del nacimiento, aquellos años de alegre esperanza en Nazareth, los años dramáticos de la vida pública, los momentos dolorosísimos de la pasión y muerte –de seguro que ahí se detenía largo tiempo- y las alegrías de la resurrección gloriosa.

Cada comunión era un rosario de los misterios de la vida de Jesús. María contemplaba una y otra vez los misterios del rosario, pero en vez de rezar avemarías, rezaba el Padrenuestro, el Magníficat y el Gloria. Por eso le gusta que nosotros recemos el rosario, como lo hacía Ella.


Oración:

Oh Madre, que has rezado tantas veces tu propio rosario de los misterios de tu Hijo, ayúdanos a contemplar esos misterios con tus ojos y tu corazón de Madre. Alcánzanos la gracia de recibir a Jesús en el sacramento de su amor con el fervor con que Tú lo hacías en los años de tu soledad. 

jueves, 10 de octubre de 2013

AVE MARÍA


Ave María
Padre Tomás Rodríguez Carbajo


“Ave” fue la primera palabra dirigida por Gabriel a María e indudablemente es la primera que también dirige un cristiano a su Madre María.

Este pregón del cielo ha tenido resonancia a través de toda la historia.

Es el principio de un saludo muy español, que se repetía en momentos y lugares muy distintos, se empleaba por el pobre al pedir limosna por las puertas, por el penitente al comenzar su confesión, por el forastero, vecino o conocido que pedía permiso para entrar en algún recinto.

Como pie de una imagen o como letrero recordatorio, ocupa un puesto en descansos de escaleras, en entradas o salidas de muchas casas.

La profecía que María se dijo de sí misma la vemos cumplida al ser en todas lenguas así saludada. Una muestra de esta realidad lo vemos en Rafat, cerca de Nazaret, en donde está esculpida en piedra en 150 lenguas.

Ha calado tan hondo en el alma del cristiano que ha querido inmortalizarla el arte en sus distintas ramas, en pintura, escultura y música.

¡Qué pegadiza es al oído el Ave de Lourdes y el de Fátima¡ en qué procesión mariana no se repite este saludo a María!

Un poeta del s. XV, Hernán Pérez de Guzmán, nos recomienda que asiduamente la tengamos en nuestros labios:

“De tu boca aquella prosa

que repite Ave María

no se aparte noche y día”.

     Oteando horizontes como desde la campana que hay sobre el edificio del Ayuntamiento de Cádiz, en cuyo interior hay esta inscripción “Ave María, gracia plena”, o subiendo del profundo del corazón del hombre, esta salutación gozosa es una oración, al mismo tiempo que una profesión de fe y de amor.

     Esta jaculatoria puede estar a flor de labios al encontrarnos con una imagen de la Señora. Qué pronto se dice y cuanto bien nos hace el repetir: “Ave María”.

VIRGEN MARÍA, AYÚDAME A DECIR SÍ


VIRGEN MARÍA, AYÚDAME A DECIR SÍ


MARÍA... 

la mujer fuerte 
la que inspira confianza 
la de valor probado en el SI, sin condiciones... 
la que creíste

OYEME: 

Da luz a mi inteligencia. 
Fortalece mi voluntad indecisa.
Hazme sencillo en mi actuar. 
Dame corazón humilde.

MARÍA ...

Quiero tener alma grande para que todos tengan cabida en ella.
Quiero ser de interior limpio de donde no brote lo malo. 
Quiero ser fuerte en la dificultad.
Quiero pureza en mi vida. 
Quiero capacidad de entrega sin esperar correspondencia.

MADRE... AYÚDAME A DECIR SÍ

El "SI" del trabajo. 
El "SI" de la honradez. 
El "SI" de la fidelidad.

Ayúdame a decir:

el "SI" del compromiso con Jesús 
el "SI" del amor a los semejantes 
el "SI" de la apertura al Espíritu de Cristo Resucitado

el "SI"...

TAMBIÉN YO QUIERO HACER LA VOLUNTAD DE DIOS

ORACIÓN DEL FIAT A LA VIRGEN MARÍA


ORACIÓN DEL FIAT A LA VIRGEN MARÍA 

Santa María, ayúdame a esforzarme 
según el máximo de mi capacidad
y al máximo de mis posibilidades
para así responder al Plan de Dios
en todas las circunstancias 
concretas de mi vida. Amén.

miércoles, 9 de octubre de 2013

LETANÍAS MARIANAS EN IMÁGENES






































RETORNO A LOS BRAZOS DE MARÍA


Retorno a los brazos de María.
Jaume Aymar Ragolta


Jesús en la parábola del hijo pródigo nos habla de un padre que perdona. Un padre que es capaz de salir al encuentro de su hijo y sin pedirle explicaciones, de abrazarle y de vestirlo de fiesta y de entrarle al banquete. 

Sabemos que esa es una bella imagen de Dios Padre. Podemos decir que ese padre paciente, que espera el retorno de su hijo, nos habla de la paciencia infinita de Dios. Dios nos espera porque tiene puesta su esperanza en nosotros. Espera que al fin, fruto de nuestra libertad responsable volvamos de nuevo a Él. 

Pero existe otra hermosa imagen de la esperanza divina. Esa imagen es, precisamente, María. El Sábado Santo, cuando casi todos se habían dispersado, ella fue la única que mantuvo una claraesperanza. Esperaba que Jesús volviera. Esperaba abrazarle de nuevo, tenerle junto a ella, volver a escuchar su voz. Esperaba serena la gran fiesta del re-encuentro. Jesús, libre de todo pecado, inocente, había sido arrebatado de los suyos y clavado en una cruz. Ahora volvía glorioso, trascendido, a compartir con ellos la mesa, la palabra y la alegría inmensa de dejarse ver de nuevo por los hermanos. 

Su presencia sola era capaz de colmar todas las esperanzas. La esperanza de María es pues como un destello nítido de la esperanza de Dios que nos aguarda ya libres de pecado, siendo ya unos con Cristo resucitado para llevarnos al banquete que no tendrá fin. Si nuestro retorno muchas veces se asemeja al del Hijo Pródigo, está llamado a ser tan pleno como el retorno de Cristo en brazos de María y de los suyos. 

MARÍA, LA QUE MÁS CONOCE Y MEJOR PUEDE ENSEÑAR

Autor: P. Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net
María, la que más conoce y mejor puede enseñar
Meditaciones del Rosario. Tercer Misterio de la Luz. El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión.
 
María, la que más conoce y mejor puede enseñar

Conversión: cambio, nueva vida, hombres y mujeres nuevas. El Reino de Dios está cerca. El reino del Diablo se acabó. De ahí el cerrar la puerta al pasado y abrirla a la nueva vida. Arrepentirse del pecado: dejar la enemistad con Dios, dar la espalda al pecado en todas sus formas. La nueva religión exige un rompimiento fuerte con la vida anterior, la vida que era la muerte en el pecado y en la desvergüenza. El que no nace de nuevo no puede ser cristiano, como afirmaba Jesús a Nicodemo. El hombre debe arrancarse el corazón de piedra y cambiarlo por un corazón cristiano, es decir, semejante al de Jesús y al de María. Muchos cristianos aman el barniz, la fachada, las formas externas. Son la nueva generación de los fariseos. Hay que cambiar por dentro, con el dolor y la alegría que supone ser un hombre y una mujer nueva. Todos necesitamos renovarnos y convertirnos: la rutina y el cansancio nos muerden a todos; caen polvo y telarañas sobre los más sagrados ideales; todas las cosas más bellas y sagradas, si no se renuevan, acaban por morir.

El amor muere en muchos matrimonios, la vida consagrada se marchita si no se renueva con el agua de la oración. Una buena parte de la existencia consiste en renovar, refrescar, en echar nueva leña a la hoguera. Subir, siempre subir, querer ser otro, distinto, mejor; mejor en lo humano, mejor en lo intelectual y en lo espiritual. Cuando uno se para, se enferma; cuando uno se para definitivamente, ha comenzado a morir. Con Cristo hay que volver a empezar.

Todo comienza, todo vuelve a empezar, si queremos; todo como recién estrenado. Lo viejo, lo sucio y desordenado no van con la nueva vida. Y creed en el Evangelio, la Buena Nueva: Creer en Jesús y en el mensaje de salvación que trae. Este mensaje es muy actual: convertios y creed en el Evangelio. Pero hay diferentes maneras de reaccionar frente al mismo: desde la aceptación amorosa hasta el rechazo absoluto, pasando por la aceptación a medias. Nos asusta el compromiso, porque nos falta el amor. ¡Cuánto nos cuestan las virtudes: la obediencia, la caridad, la humildad, el vencer los halagos de la pereza, porque no tenemos amor, porque andamos bajos de entusiasmo, porque no pensamos sino en cosas duras, difíciles! La vida, tu vida podría ser una aventura apasionante. A veces, la has tomado como un castigo, la has imaginado terrible y dura, y te has clavado las espinas. Pero podría convertirse en otra cosa, mil veces más bella, atractiva y fascinante, si convirtieras las punzantes espinas en rosas. Con un poquito de amor y de entusiasmo: Ésa es la receta, el elíxir divino que transforma lo duro y amargo en dulce y suave.

Reacción de María: apertura total a una renovación de su misma espiritualidad: El Antiguo Testamento lo verterá en el molde del Nuevo, en el molde de su Hijo y de su doctrina. El Espíritu Santo le inspiraba, le hacía comprender como a nadie la doctrina cristiana. María es la primera cristiana, la que mejor ha entendido y ha imitado a Jesús, la verdadera Mujer Nueva. De tal manera que podría decir con más fuerza que San Pablo: “Para Mí el vivir, el respirar el amar es Jesús”. Por eso, la que más conoce es la que mejor puede enseñar. Pero María es una maestra y madre, que por tanto enseña a sus discípulos con gran sabiduría, y a sus hijos con inmenso amor la doctrina cristiana.

La vida, que en principio es igual para todos, es tan diferente para cada uno. Porque hay vidas verdaderas, en las que vivir es amar, es realizar tareas transcendentes y ser feliz. Pero hay otras que se parecen tan poco a la vida y tanto a la muerte.

Tu vida depende de ti.


Oración: Oh Jesús, que viniste a inaugurar en el mundo una nueva forma de vivir, convierte nuestra pobre agua en dulce vino; transforma nuestro barro roto en un cantarillo nuevo hecho a tu gusto. Ayúdanos a reconocernos grandes pecadores para que no tengamos reparo en ponernos en la fila de los que necesitan ser perdonados y que aceptemos tu invitación al arrepentimiento y a la conversión total de nuestro corazón.

Ojalá que esta conversión nos sirva para desempolvar el rosario completo. Y no es solo volver a tener un rosario en las manos, sino dar a la devoción a María el puesto privilegiado que el Papa le ha querido dar, por inspiración divina. El mismo Juan Pablo II, como pocos, nos demuestra que esta devoción y amor es algo maravilloso y, además, muy eficaz. Al recuperar el rosario, se recupera a la Madre de Dios , y recuperar a su Madre, se recupera a Dios, que también anda medio perdido, y no creo que por no ser esencial.


  • Preguntas o comentarios al autor
  • P. Mariano de Blas LC 

    martes, 8 de octubre de 2013

    LAS JACULATORIAS DEL SANTO ROSARIO



    LAS JACULATORIAS DEL SANTO ROSARIO

    Habitualmente, en el rezo del Rosario, después de la doxología trinitaria sigue una jaculatoria, que varía según las costumbres. Sin quitar valor a tales invocaciones, parece oportuno señalar que la contemplación de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oración dirigida a alcanzar los frutos específicos de la meditación del misterio. De este modo, el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relación con la vida cristiana. Lo sugiere una bella oración litúrgica, que nos invita a pedir que, meditando los misterios del Rosario, lleguemos a «imitar lo que contienen y a conseguir lo que prometen».

    Como ya se hace, dicha oración final puede expresarse en varias forma legítimas. El Rosario adquiere así también una fisonomía más adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas. En esta perspectiva, es de desear que se difundan, con el debido discernimiento pastoral, las propuestas más significativas, experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que cultivan particularmente la práctica del Rosario, de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auténtica riqueza espiritual, encontrando así una ayuda para la propia contemplación. (Rosarium Virginis Mariae, 35)


    G.- María, Madre de Gracia y Madre de Misericordia,
    R.- Defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

    T.- Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados y líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de tu misericordia. Amén


    LAS PROMESAS, BENDICIONES Y BENEFICIOS DEL SANTO ROSARIO

    Las promesas, bendiciones y beneficios del Rosario
    Fuente: Catholic.net


    Las promesas del Rosario
    1. Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.
    2. Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.
    3. El Rosario es una arma poderosa para no ir al infierno, destruirá los vicios, disminuirá los pecados, y defendernos de las herejías.
    4. Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su dedeo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.
    5. El alma que se encomiende a mi en el Rosario no perecerá.
    6. Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una muerte violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.
    7. Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.
    8. Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su muerte encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la muerte participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.
    9. Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.
    10. Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.
    11. Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.
    12. Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.
    13. Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mi al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la muerte.
    14. Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesucristo.
    15. La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.


    Bendiciones del Rosario

    1. Los pecadores son perdonados.
    2. Las almas sedientas son refrescadas.
    3. Aquellos que son soberbios encuentran la sencillez.
    4. Aquellos que sufren encontrarán consuelo.
    5. Aquellos que estan intranquilos encontrarán paz.
    6. Los pobres encontrarán paz.
    7. Los religiosos son reformados.
    8. Los vivos aprenderán a sobrepasar el orgullo.
    9. Los muertos (las almas santas) aliviarán sus dolores por privilegios.



    Los beneficios del Rosario
    1. Nos otorga gradualmente un conocimiento completo de Jesucristo.
    2. Purifica nuestras almas, lavando nuestras culpas.
    3. Nos da la victoria sobre nuestros enemigos.
    4. Nos facilita practicar la virtud.
    5. Nos enciende el amor a Nuestro Señor.
    6. Nos enriquece con gracias y méritos.
    7. Nos provee con lo necesario para pagar nuestras deudas a Dios y a nuestros familiares cercanos, y finalmente, se obtiene toda clase de gracia de nuestro Dios todopoderoso.

    PRESENCIA DE JESÚS Y MARÍA EN NUESTRA VIDA

    Autor: P. Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net
    Presencia de Jesús y María en nuestra vida
    Meditaciones del Rosario. Segundo Misterio de la Luz. Jesús en las Bodas de Caná.
     
    Presencia de Jesús y María en nuestra vida

    Presencia de Jesús y María en los acontecimientos humanos: una boda. Hay que invitarlos a todas las cosas de nuestra vida, seguros de que accederán con gusto. Su presencia transforma las realidades humanas, las alegres y las tristes, en acontecimientos santificadores. Sufrir en su compañía es muy distinto que sufrir solos.

    Ellos dan la fuerza y el ejemplo para llevar la propia cruz con amor y alegría. También quieren participar en nuestras alegrías. Porque la alegría es cristiana, es fruto maduro del misterio pascual. Si, según Santa Teresa,”un santo triste es un triste santo”, quiere decir que el cristiano tiene el derecho y el deber de ser un irradiador de alegría. Si Jesús inventó la religión del amor, inventó por lo mismo la religión de los hombres y mujeres más felices. Es la paradoja del cristianismo: Los santos –los mejores cristianos- son los que más han sufrido y también los más felices. “Con la amistad de Cristo, con su presencia, he sido y soy inmensamente feliz, cargando la cruz que Él ha querido darme ...” María adelanta los milagros. Y Jesús condesciende con mucho gusto. Jesús abre el corazón de sus discípulos a la fe, obrando su primer milagro, gracias a la intervención de María.

    Todos los que quieran ser apóstoles de Jesús, deben aprender a amar a María, para ser eficaces en su labor de salvación de los hombres. En la salvación de los hijos, debe intervenir la presencia de la Madre, por voluntad del Redentor. El rosario que reza el sacerdote habla muy bien de él. Cuantas veces al Papa se le ve con el rosario entre los dedos. El sacerdote que invoca frecuentemente a María, que predica con entusiasmo sobre Ella a los fieles, tiene garantizado el éxito apostólico. No se puede decir lo mismo del ministro –quizás celoso y trabajador- que no tiene tiempo de rezar el rosario y que demuestra hacia su Madre una superficial adhesión. “Totus tuus” fue lema elegido amorosamente por Juan Pablo II. Pero, aunque no esté esculpido en un escudo, cada sacerdote debe hacerlo propio. La importancia de María para llegar a Jesús: La devoción a María es señal de predestinación.

    Dios no permitirá que un alma que ame a María no se salve. El amor a María es un elemento muy específico y gratificante de la religión cristiana. La devoción a María otorga al cristianismo una ternura, una finura y delicadeza extraordinaria. La necesidad que en el orden humano experimentan de una mamá todos los seres humanos, no es menos requerida en el orden del espíritu, Y Dios, que quiso darnos una madre de la tierra para las necesidades materiales, tuvo la buena idea de regalarnos una Madre para las necesidades del espíritu.

    El huérfano de madre lo demuestra, el huérfano de madre en el espíritu lo acusa también. María no es un estorbo para llegar a Jesús, al contrario, es el camino más corto y maravilloso para llegar al Mediador. Esta es la voluntad del mismo Mediador, Jesucristo. Jesús mismo que quiso tener una madre, no ha querido privarnos a nosotros de ella, Más aun, la misma madre suya nos la regaló a nosotros, Con ello no sólo nos ha dado una madre, sino la mejor de todas. El agua convertida en vino: Vida triste convertida en vida feliz; mediocridad en santidad; esterilidad en apostolado fecundo. “En tu nombre echaré la red”, dijo Pedro a Jesús. También podemos decir nosotros: “En tu nombre, María, echaremos la red”. Jesús no es celoso, y llenará también nuestras redes de peces. Sin duda que el vino mejor del mundo se bebió en Caná, como lo atestigua el mayordomo de la fiesta.

    Cuantas veces nuestra triste vida se nutre de vinagre, de vino de poca calidad o tiene que conformarse con simple agua. María puede pedir Jesús que convierta esa pobre agua en dulce vino que nos dé gusto y fuerzas para el camino de la vida. “Haced lo que Él os diga”. Siempre nos guía a Él, nos invita a obedecerle, a seguirle, a imitarle. Y los discípulos creyeron en Él, por María. Cuando la presencia de María en la vida de un apóstol es constante, ese apóstol tiene la bendición y el beneplácito de Dios. María nunca se cree ni se nombra Maestra, sino discípula; la mejor de todas. Es la que conoce como nadie la religión del amor y quien la ha vivido mejor que ningún cristiano. Por eso puede enseñar a sus hijos lo que Ella sabe. Jesús dijo “ Yo soy el camino, la verdad y la vida”, María podría decirnos. “Yo soy la caminante más decidida, la seguidora de la verdad, la distribuidora de la vida”. Ella nos dice:”Hagan lo que Él les diga”. Él nos dice: “Hagan lo que Ella les diga”



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  • P. Mariano de Blas LC 

    lunes, 7 de octubre de 2013

    REINA DE LA FAMILIA: VIRGEN MARÍA


    Reina de la Familia: VIRGEN MARÍA 
    Padre Tomás Rodríguez Carbajo  


    . Juan Pablo ll ha aprobado un Decreto de la Congregación para el Culto Divino, que incluye, de manera oficial y para toda la Iglesia, la invocación "Reina de la Familia" en la Letanía Lauretana después de "Reina del Santísimo Rosario" y antes de "Reina de la Paz".

    . Esta letanía mariana, indudablemente la más extendida en la devoción popular, se ha ido enriqueciendo, teniendo en cuenta necesidades del pueblo para pedir por ellas a Nuestra Madre, que además es Reina con lo que esto lleva consigo de poder de intercesión ante su Hijo, Rey del Universo.

    . Esta invocación nos interpela a todos, para que tomemos conciencia de los grandes problemas que afectan actualmente a la institución familiar, a Ella le encomendamos:
    - Las familias deshechas por las infidelidades, las separaciones y los divorcios.
    - Las familias angustiadas por el paro y el hambre.
    - Las familias abatidas por el terrorismo y secuestros.
    - Las familias infectadas por la lacra de la droga.
    - Las familias rodeadas de bienes materiales, exigencias y producto de un consumismo, que las deja insatisfechas.
    - Las familias rotas por los avatares de la violencia y la guerra.
    - Las familias de las que ha tomado posesión la enfermedad
    incurable de algún miembro, que la compone.

    . María supo de algunos problemas familiares, de aquellos que acompañan a la condición humana, como pueden ser las estrecheces económicas, las críticas o comentarios insulsos de personas poco laboriosas, las persecuciones.

    . María fue miembro de la "Sagrada Familia" de Nazaret compuesta por los miembros más santos que han pasado por la tierra: El Hijo de Dios Encarnado, la Madre de Dios y el Custodio de las grandes joyas que Dios tenía en la tierra.

    . La misma invocación de "Reina de la Familia" nos sirve para pedir su maternal protección sobre las familias que permanecen unidas en medio de las dificultades que las zarandean:
    - Las que son verdaderas "Iglesias domésticas".
    - Las que aglutinan a todos los miembros unidos por la plegaria común.
    - Las que cultivan la generosidad con los pobres y necesitados, sin olvidarla con Dios a quien le ofrecen sus hijos para que totalmente se le consagren.
    - Las que respetan las leyes morales en la trasmisión de la vida.
    - Las que se interesan por dejar a sus hijos más que bienes materiales, los espirituales.
    - Las que tienen un corazón "abierto" a las necesidades del prójimo, con quien comparten lo que Dios les ha dado.
    - Las que son verdaderos "hogares" en contraposición de los "fríos hoteles".
    - Las enriquecidas con varias generaciones, que las componen.
    - Las que en sus senos se han cuajado un amor generoso y universal, que se traduce en vocaciones consagradas puestas al servicio de Dios en misiones, en hospitales, etc.


    . Una familia se basa, se fragua, se aglutina y se crece en el amor, elemento necesario para dar sentido a la vida humana. María es la "Madre del Amor Hermoso":
    Supo unir al mismo tiempo la grandeza de ser Madre y la hermosura de ser Virgen.
    Cultivó el amor de novia, esposa, madre y viuda.

    . Al invocar a María "Reina de la Familia" es un signo que manifiesta dónde encontrar la fuerza necesaria para construir la propia familia, basada en la dignidad del ser humano, que participa de la capacidad de amar propia de Dios.

    . Los hogares cristianos tienen que dar entrada a María como Reina, para que una a los miembros, los aliente, ya que Ella supo siempre darnos lecciones de "amor hermoso": callando, sufriendo en silencio, y dándose a todo aquél que la necesitaba.

    . Santa María, Reina de la Familia!. Ruega por todas y por cada una de las familias. Que la luz de tu ejemplo brille en cada casa y cada familia goce de tu maternal protección.

    RADIOGRAFÍA INTERIOR DEL CORAZÓN DE MARÍA


    Radiografía interior del corazón de María
    Padre Tomás Rodríguez Carbajo  


    .- La Virgen es fiel imitadora de todas las virtudes de su Hijo, por eso la Liturgia nos propone a consideración ciertos momentos o facetas de la vida de María para enriquecernos espiritualmente.
    Si del culto al Corazón de Jesús se ha dicho que es: "La síntesis de toda la religión y la norma de vida más perfecta" (Pío Xl) y "la profesión más completa de la religión cristiana "(Pío Xll en la encíclica Haurietis aquas, n 66) no podríamos decir algo parecido del Corazón de María, teniendo presente la maravillosa frase de Juan Pablo ll: "La Iglesia desde el primer momento miró a María a través de Jesús, como miró a Jesús a través de María" (R.M. n26)?.

    .- La expresión "Corazón de María" se ha de interpretar en sentido bíblico: designa la persona misma de Santa María Virgen; su "ser" íntimo y único; centro y fuente de su vida interior; su actitud indivisa de entrega a Dios y a los hermanos en la obra de salvación del Hijo.

    .- Para conocer "por dentro" el Corazón de María nos podemos servir de los calificativos que se le atribuyen en el formulario n 28 de las Misas de la Virgen María:

    1.- Inmaculado. Inmune de toda mancha de pecado. Esto le hace ser desde el primer momento de su concepción "Santuario del Espíritu Santo". Siempre estuvo habitada por la Santísima Trinidad con quien mantuvo una íntima relación de familiaridad por ser la "mansión del Verbo" en su condición de Madre.

    2.- Sabio. San Lucas nos dice en dos ocasiones, c. 2, 19 y 51, que María guardaba todas las cosas, que oía de Jesús y que le oía a El, en su corazón para meditarlas. Allí relacionaba lo anunciado en el A.T. y su cumplimiento en el N.T.

    3.- Dócil. Cuando María en la Anunciación conoció la voluntad de Dios, que en aquel momento no coincidía con lo que Ella pensaba, se sometió completamente sin ningún tipo de coacción, quedando su actitud reflejada en el "Hágase en mí según tu palabra".

    4.- Nuevo. La novedad en el Corazón de María le viene dada por la gracia merecida por Cristo que hace que seamos una nueva criatura, pasando por la gracia a ser hijos de Dios.

    5.- Humilde. María fue la mejor discípula que tuvo Cristo, quien nos diría "Aprended de Mí que soy manso y humilde de Corazón" (Mt. 11, 29), ya antes Ella había confesado públicamente que Dios se había fijado "en la humildad de su esclava" (Lc. 1, 48); esta virtud no sólo no era obstáculo, sino condición necesaria para no estorbar la acción divina.

    6.- Sencillo. Sin doblez, sin trastera, lleno del Espíritu de Verdad. Toda persona grande tiene un corazón sencillo.
    Jesús daba gracias al Padre, porque "las cosas del Reino se las había revelado a la gente sencilla". Quién como María las entendió?.

    7.- Limpio. Jesús en las Bienaventuranzas había anunciado que "los limpios de corazón verán a Dios" (Mt. 5, 8). Nadie aventajará en esto a María.

    8.- Firme. María no supo decir no al Señor, siempre le dijo sí, y lo mantuvo constantemente, no sólo en los momentos agradables, sino también en las pruebas duras por las que pasó, desde la profecía de Simeón a los pocos días del nacimiento de su Hijo (Lc. 2, 35): "A ti una espada te traspasará el corazón", hasta el momento de la pasión y muerte (Jn. 19, 25): "Estaban junto a la cruz de Jesús su Madre..."

    9.- Dispuesto. María ha acoplado su voluntad a la de Dios, se ajustan perfectamente, no chirrían nada. Proclama esta total disponibilidad al llamarse "la esclava del Señor" (Lc. 1, 38).

    .- Los textos litúrgicos nos ponen unos cuantos adjetivos, que son cualidades, que nos ayudan a descubrir cómo es el Corazón de María, en él florecen todas las virtudes, porque tiene un gran amor, un gran corazón. 


    domingo, 6 de octubre de 2013

    ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO


    Oración a Nuestra Señora del Rosario

    Nuestra Señora del Rosario:
    En el silencio de este día
    vengo a pedirte la paz, la sabiduría, la fortaleza.
    Quiero mirar al mundo con ojos llenos de paz,
    para ser paciente, comprensiva, dulce y buena.
    Ver a tus hijos mas allá de las apariencias
    como tu misma los ves.

    Cierra mis oídos a toda calumnia
    guarda mi lengua de toda maledicencia;
    que solo los pensamientos que bendicen,
    moren en mi espíritu.

    Que sea tan benevolente y tan alegre,
    que todos aquellos que se me aproximen,
    sientan tu presencia.
    Revísteme Madre Mía de tu belleza,
    y que a lo largo de este día yo te revele.
    Amén
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