Autor: P. Paulo Dierckx y P. Miguel Jordá | Fuente: Para dar razón de nuestra Esperanza, sepa defender su Fe María ... ¿Quién eres? | |||
María era humilde y pura; que era decidida y valiente para enfrentar la vida; que era capaz de callar cuando no entendía y de reflexionar y meditar; que se preocupaba de los demás y que era servicial y caritativa; que tenía fortaleza moral; que era franca | |||
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viernes, 20 de diciembre de 2013
María ... ¿Quién eres?
LA SANTA NAVIDAD JUNTO A LA VIRGEN MARÍA
Autor: Papa Francisco | Fuente: es.radiovaticana.va
La Santa Navidad
Catequesis del Papa: El gran regalo del Niño de Belén. 18 diciembre 2013
La Santa Navidad
Queridos hermanos y hermanas, buenos días:
este encuentro tiene lugar en el clima espiritual del Adviento, aún más intenso por la Novena de la Santa Navidad, que estamos viviendo en estos días y que nos lleva a las fiestas navideñas. Por eso hoy me gustaría reflexionar con vosotros sobre la Navidad, la Navidad de Jesús, fiesta de la confianza y la esperanza, que supera la incertidumbre y el pesimismo. Y la razón de nuestra esperanza es ésta: ¡Dios está con nosotros y confía en nosotros otra vez! Pero piensen bien en esto: ¡Dios está con nosotros y Dios se fía todavía de nosotros! Es generoso este Padre Dios ¿eh? Dios viene a morar con los hombres, elige la Tierra como su casa para estar junto al hombre y encontrarlo allí donde el hombre pasa sus días en la alegría y en el dolor. Por lo tanto, la tierra ya no es sólo un "valle de lágrimas", sino es el lugar donde Dios mismo ha puesto su tienda, es el lugar de encuentro entre Dios y el hombre, de la solidaridad de Dios con los hombres.
Dios ha querido compartir nuestra condición humana hasta el punto de llegar a ser uno con nosotros en la persona de Jesús, que es verdadero Dios y verdadero hombre. Pero hay algo aún más sorprendente. La presencia de Dios en medio de la humanidad no se ha realizado en un mundo ideal, idílico, sino en este mundo real, marcado por tantas cosas, buenas y malas, marcado por divisiones, maldad, pobreza, opresiones y guerras. Él ha elegido habitar nuestra historia tal como es, con todo el peso de sus limitaciones y de sus dramas. Al hacerlo, ha demostrado de manera insuperable su inclinación misericordiosa y llena de amor por las criaturas humanas. Él es el Dios-con-nosotros; Jesús es Dios-con-nosotros, ¿creen ustedes esto? (responden sí) ¿pero hacemos juntos esta confesión? Jesús es Dios con nosotros, ¡todos!: ¡Jesús es Dios con nosotros! Otra vez: ¡Jesús es Dios con nosotros!, Muy bien, ¡Gracias! ¡Jesús es Dios con nosotros! Desde siempre y para siempre con nosotros en los sufrimientos y en los dolores de la historia. El nacimiento de Jesús es la manifestación de que Dios "toma partido" una vez por todas por el hombre, para salvarnos, para levantarnos del polvo de nuestras miserias, de nuestras dificultades, de nuestros pecados.
De aquí viene el gran "regalo" del Niño de Belén: una energía espiritual Él nos trae, una energía que nos ayuda a no hundirnos en nuestras fatigas, en nuestra desesperación, en nuestras tristezas, porque es una energía que enardece y transforma el corazón. El nacimiento de Jesús, de hecho, nos trae la buena noticia de que somos amados inmensamente e individualmente por Dios, ¡y este amor no sólo nos lo hace conocer, sino que nos lo da, lo comunica!
De la contemplación gozosa del misterio del Hijo de Dios nacido para nosotros, podemos sacar dos consideraciones:
La primera es que si en Navidad, Dios se revela no como alguien que está en lo alto y domina el universo, sino como el que se abaja, ¡Dios se abaja! Desciende a la tierra, pequeño y pobre, significa que para ser como Él, no debemos ponernos por encima de los otros, sino más bien abajarnos, ponernos al servicio, hacernos pequeños con los pequeños y pobres con los pobres. Pero es algo feo cuando se ve un cristiano que no quiere abajarse, que no quiere servir. Un cristiano que se pavonea por todos lados, ¿es feo eso, no? ¡Ese no es un cristiano! ¡Ese es un pagano! ¡El cristiano sirve, se abaja! ¡Hagamos de tal modo que estos nuestros hermanos y hermanas nunca se sientan solos!
En segundo lugar: si Dios, por medio de Jesús, se comprometió con el hombre para llegar a ser como uno de nosotros, quiere decir que cualquier cosa que hagamos a un hermano y una hermana lo hacemos a Él. Nos lo recordó el mismo Jesús: aquel que haya alimentado, recibido, visitado, amado uno de los pequeños y de los pobres entre los hombres, lo habrá hecho al Hijo de Dios.
Encomendémonos a la materna intercesión de María, Madre de Jesús y nuestra, para que nos ayude en esta Santa Navidad, ya tan cercana, a reconocer en el rostro de nuestro prójimo, especialmente de las personas más vulnerables y marginadas, la imagen del Hijo de Dios hecho hombre. Gracias.
NAVIDAD, SOBRIEDAD
Autor: Guillermo Urbizu | Fuente: Catholicnet
Navidad. Sobriedad
Seamos sobrios, amigos, y compartamos lo nuestro con los más necesitados. Sobrios sólo en los gastos, porque al tiempo debemos derrochar AMOR y ALEGRÍA
Hace días que tengo ganas de escribir sobre la Navidad. Ya la tenemos aquí, a la vuelta de la esquina, y por las calles de nuestras ciudades brillan las luces y se adornan los escaparates. Eso está bien. La Navidad es una gran fiesta, especialmente para los cristianos. Pero confieso que hay algo que me produce auténtico rechazo: este derroche económico en forma de regalos y comidas sin sentido, compras sin fin, en una época de tanta necesidad.
Los cristianos de todo el mundo celebramos el Nacimiento del Niño Dios, motivo de gozo y profunda alegría. Y yo me pregunto: ¿Por qué el Padre mandó a su Hijo a vivir entre nosotros? Lo sabemos todos, aunque con frecuencia lo olvidemos. Jesús se hizo hombre para decirnos que Dios Padre nos ama, a todos sin excepción y que hay un mandamiento supremo (amar a Dios sobre todas las cosas) y otro que le sigue muy de cerca (amar al prójimo como a ti mismo). En realidad, amar al prójimo es la mejor manera de amar a Dios, porque ya sabemos que Él se encuentra en cada uno de nosotros.
Y ahora llega la Navidad. Y el mundo desborda… ¡en gastos, compras, comilonas y regalos! No sé a ustedes, a mí incluso llega a ofenderme. En realidad, estas fiestas deberían de ser para que pusiéramos en práctica ese Mandato de Amor. Amar a los demás, muy especialmente a los pobres, marginados, enfermos, a los que se sienten solos o han perdido la esperanza, o sufren por cualquier motivo. Y en muchos casos, nos limitamos a gastarnos lo que no tenemos en regalos, en comidas pantagruélicas que dan hasta vergüenza si se miran con sentido cristiano… y nos olvidamos de tanta gente que, ahora especialmente, sufre los efectos de esta crisis horrenda, y a duras penas llega a fin de mes, cuando no vive directamente de la caridad (amor) de sus familias y amigos. Nos olvidamos de quienes nos necesitan.
¡Gran celebración ésta de la Navidad, del Nacimiento de nuestro Niño Dios! Pues qué mejor regalo que llenar nuestros corazones de su Amor y desparramarlo por todas partes. Amar de verdad, con obras concretas. Pongamos en marcha las obras de caridad. ¿No podríamos contener el gasto, y destinar parte de él a los más necesitados? ¿Compartir lo que tenemos con los más pobres? Y si no conocemos a nadie en estado de necesidad, demos parte de nuestro dinero a quienes se ocupan de los pobres, a parroquias, asociaciones… Compartamos. Amemos. Demostremos nuestra Alegría regalándole al Señor nuestro Amor por los demás.
Los que somos padres tenemos una especial responsabilidad. A veces incluso sufrimos porque no podemos comprar a nuestros hijos esa consola de última generación, esa bicicleta de moda o esa muñeca. ¡Pero qué es esto! ¿No sería mejor que enseñáramos con el ejemplo a nuestros hijos lo que de verdad es el espíritu navideño, que no es otra cosa que compartir? Recuerdo de pequeño ir con el colegio a alguna zona pobre de mi ciudad a repartir comida y juguetes entre los más pobres. No me parece mala idea. Pero hay mil formas de enseñar a nuestros niños. Y la SOBRIEDAD es una de ellas. Sobriedad en los regalos y en las comidas, que no por ser Navidad tenemos que comer lo que parece que no hemos comido en todo el año. Enseñémosles a preocuparse por los demás, por su abuelo que vive solo o está enfermo, por ese amigo triste que acaba de perder a su madre, visitando a enfermos en hospitales… ¡hay tantas maneras de dar!
Seamos sobrios, amigos, y compartamos lo nuestro con los más necesitados. Sobrios sólo en los gastos, porque al tiempo debemos derrochar AMOR y ALEGRÍA. Porque motivos tenemos para estar alegres y contentos. ¡Celebramos el Nacimiento de nuestro Niño Dios!
MARÍA LLENA DE GRACIAS ES SU NOMBRE - EL EVANGELIO DEL DIA: 20.12.2013
Autor: Alfredo Santillán, LC | Fuente: Catholic.net María llena de gracia es su nombre | |
Lucas 1, 26-38. Adviento. Ella fue colmada de gracias para recibir a Jesús y darlo a conocer. Igual a nuestro corazón para que le recibamos esta Navidad. | |
Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo». Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin». María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?». El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso, el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y éste es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios». Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». Y el ángel dejándola se fue. Oración introductoria Señor, Tú que nos amas tanto y que creaste a María para que recibiéramos de sus dulces manos a Jesús, concédenos poder acoger todas tus gracias a través de nuestra Madre, y ser capaces de formarnos en su vientre, a semejanza de tu Hijo, para que podamos imitarle en virtud y santidad en nuestras vidas. Petición Santísima Virgen María, así como llevaste al Hijo de Dios en tus entrañas, llévanos también a nosotros en tu corazón, para alcanzar la santidad y la vida eterna. Meditación del Papa Francisco Decisión. María no vive "de prisa", con preocupación, sino, como subraya san Lucas, "María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón". Y también en el momento decisivo de la anunciación del ángel, Ella pregunta: “¿Cómo sucederá esto?”. Pero no se detiene ni siquiera en el momento de la reflexión; da un paso adelante: decide. No vive de prisa, sino sólo cuando es necesario "va sin demora". María no se deja llevar por los acontecimientos, no evita la fatiga de la decisión. Y esto sucede sea en la elección fundamental que cambiará su vida: María dijo entonces: "Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho", sea en las decisiones más cotidianas, pero ricas también ellas de sentido. [...] En la vida es difícil tomar decisiones, a menudo tendemos a posponerlas, a dejar que otros decidan en nuestro lugar, a menudo preferimos dejarnos arrastrar por los acontecimientos, seguir la moda del momento; a veces sabemos lo que tenemos que hacer, pero no tenemos el coraje o nos parece demasiado difícil porque quiere decir ir contracorriente. María en la anunciación, en la Visitación, en las bodas de Caná va contracorriente.(S.S. Francisco, 1 de junio de 2013).. Reflexión El Papa Benedicto XVI, con palabras sencillas, nos enseña la forma en que debemos amar y venerar a María, Madre de Dios y Madre nuestra. La "colmada desde siempre del amor de Dios" debe ser un modelo en nuestras vidas, no sólo de forma afectiva, por ser nuestra Madre, sino también efectiva, como partícipe del plan salvador de Dios. Dios quiere preparar Ella fue colmada de gracias para recibir a Jesús y darlo a conocer al mundo. De manera semejante, nuestro corazón para que le recibamos no sólo esta navidad, sino en cada momento, persona y circunstancia de la vida; sobre todo, en su Palabra y Sacramentos, en los que encontramos las gracias necesarias para poder recibirle dignamente en la Eucaristía, para llevarle a los demás como María y ser partícipes del mensaje de paz, de amor y de vida que Jesús nos trae, y que nos anuncia María con su ejemplo de docilidad a la voluntad de Dios. Propósito Buscaré la unión con Dios a través de María rezando un misterio del rosario con fervor. Diálogo con Cristo Señor Jesús, a ti que siendo Dios quisiste venir al mundo para mostrarme cuánto me amas, quiero confesarte mi sincero deseo de conversión y el reconocimiento de mi flaqueza, para alcanzar la santidad a la que me has llamado. Sé que Tú lo puedes todo y que no estoy sólo, teniendo a María como Madre. Ella me alcanza las gracias necesarias para cumplir tu voluntad en mi vida, hasta el día que me llames a contemplarte cara a cara en la eternidad. |
jueves, 19 de diciembre de 2013
GRACIAS MARÍA, EN ESTA NAVIDAD
Gracias, María, en esta Navidad
Roberth Phoenix
En esta Navidad quisiera darte gracias, María, pequeña niña que hace casi dos mil años dijiste que sí, pues con eso cambiaste la historia de la humanidad y la historia personal de muchos de nosotros. Muchas gracias porque con tu sí, la voluntad de Dios se hizo en ti, y, por consecuencia, en la humanidad misma, al engendrar al hijo de Dios, Aquel que sería nuestro Salvador.
Gracias por nueve meses en que lo llevaste en tu vientre y lo alimentaste con amor y protección, donde tus cuidados para el Mesías le permitieron venir al mundo en una noche fría, iluminada sólo por las estrellas que Dios puso en el firmamento. Gracias por que diste a luz a un niño pequeño, un hermoso varón, que con su llanto de niño, hizo cantar a los ángeles del Cielo, el pequeño Jesús, el pequeño Dios en el hombre, el hombre llorando en Dios.
Gracias, María, por abrazarlo y acurrucarlo en tus brazos, meciéndolo con un amor y una ternura infinitas; por llenarlo de besos como tu hijo que era, besos que también nos has dado a nosotros.
Gracias, María, por compartir tu vida con san José, tu santísimo esposo, pues junto con él, el pequeño niño que estaba en tu vientre encontró un padre y un hogar amoroso que lo recibiría con los brazos abiertos.
Gracias, María, por traerlo al mundo en una cueva, donde los animales eran tus únicos compañeros, pues así nos demostrarte que el nacimiento de Jesús en nuestras vidas se puede dar hasta en las condiciones más adversas e insospechadas, y que Él se convierte en la alegría más grande que podemos experimentar.
Gracias, Mamita, linda por aceptar a los pastores y a los magos de oriente con sus regalos para tu pequeño, pues nos compartiste a tu hijo a todos: a los ricos, a los pobres, a los desdichados, a los que estamos en búsqueda de la verdad.
Gracias, María santísima, porque en Navidad siempre nos acordamos de tu Hijo, pero nos olvidamos de ti, y por eso en ésta navidad quiero invitarte a que, juntos tu y nosotros, celebremos el cumpleaños de tu Hijo, nuestro Señor, nuestro Salvador.
Gracias, María, por darnos el mejor regalo que jamás hubiéramos podido solicitar a la misericordia del Padre eterno: el regalo del amor, de la salvación, de la paz divina encarnada en un pequeño bebé, Jesús.
Y tú que estás leyendo, tómate sólo un pequeño momento para darle gracias a María, tu Madre, por compartirte a su hijo Jesús, y después celebra su cumpleaños con Él. Feliz Navidad.
A SOLAS CON MARÍA
A solas con María
Rafael Ángel Marañón
A solas he medido, en sombras, sin aliento,
Mi corazón herido que sufre su tormento
De estar aun separado en vida y sentimiento,
De ti, que eres la estrella que guías mi pensamiento.
Yo quiero estar contigo mas solo soy despojos
Y solo el bien yo puedo poner ante tus ojos,
De mi arrepentimiento las penas y congojos,
Y de mi rebeldía los áridos abrojos.
No soporto tu ausencia, ni escondo mi pecado
Sabiendo que me acoges y estás siempre a mi lado,
Siendo yo un tarambana, rebelde y porfiado
Y tú, la lumbre viva de resplandor sagrado.
Y al levantar los ojos y captar tu mirada
De clemencia repleta y dulzura anegada,
Mi alma con sentimiento palpita acelerada,
Sintiéndome a tu lado como ave liberada.
Mi corazón contrito repleto de amargura
Reniega de mi senda extraviada y dura,
Y me acerco a tu lado buscando la ventura,
Que ofreces generosa a tu loca criatura.
Te bendigo María, por tu santa pureza;
Por tu amor indecible, por tu inmensa grandeza
Que conmigo compartes sin riña o sutileza,
Y a mis indignos ojos tu santa boca besa.
A LA VIRGEN MARÍA
A la Virgen María
Teresita Vázquez
Mi alma engrandece al Señor
y mi espíritu se alegra en Dios, mi Salvador.
Porque ha mirado la humildad de su esclava.
Por eso desde ahora me llamarán bienaventurada
todas las generaciones.
Porque el Poderoso ha hecho en mí maravillas,
santo es su nombre.
Y su misericordia alcanza de generación en generación
a los que le temen.
Desplegó la fuerza de su brazo,
dispersó a los soberbios de corazón,
derribó a los potentados de sus tronos
y exaltó a los humildes.
A los hambrientos les colmó de bienes
y a los ricos les despidió vacíos.
Acogió a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como habla anunciado a nuestros padres-
en favor de Abraham y su linaje por los siglos
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