miércoles, 26 de marzo de 2014

NO TIRES LA PRIMERA PIEDRA


No tires la primera piedra


Si de tu padre siempre encontraste la mano,
si a tu madre nunca buscaste en vano;
si nunca padeciste hambre,
ni la miseria fue tu compañera..
No tires la primera piedra.

Si nunca sufriste la injusticia
de insultos, condenas y malicias;
si nunca fuiste humillado,
ni en soledad mil veces has llorado..
No tires la primera piedra.

Si nunca has conocida la locura,
ni estuviste sediento de ternura,
ni buscado en el fondo de un vaso
la forma de olvidarte de un fracaso...
No tires la primera piedra.

Si nunca has contenido un sollozo
tumbado en el rincón de un calabozo;
si nunca te tuviste que bajar
sin tan siquiera tener derecho a hablar...
No tires la primera piedra. 

MAMÁ, LA MEJOR CATEQUISTA


Mamá la mejor catequista


En una aldea cercana a Turín (Italia), una joven llamada María tuvo la desgracia de perder totalmente la vista. Deseando recobrarla, visitó a San Juan Bosco, que estaba construyendo con limosnas de la gente, la magnífica iglesia de María Auxiliadora.

Después de haber rezado ante la Virgen, la muchacha habló con San Juan Bosco. El le preguntó:
-¿Hace mucho tiempo que estás enferma?
-Sí, mucho, y llevo ya un año sin ver.
-¿Has consultado a los médicos?
-Ya no saben qué recetarme.
-¿Distingues los objetos grandes de los pequeños?
-No. Ya le he dicho que no veo ni poco ni mucho.
-¿Ves la luz que entra por esa ventana?
-No, nada.
-¿Quieres recobrar la vista?
-¡Claro Señor! Soy pobre y la necesito para ganarme la vida.
-¿Te servirás de la vista en provecho de tu alma y no en ofender a Dios?
-Lo prometo sinceramente.
-Confía pues en la Virgen.
Y con un tono solemne, exclamó Don Bosco.
-A gloria de Dios y de la Virgen María, di, ¿qué tengo ahora en la mano?
-Una medalla de la Santísima Virgen.
-¿Y al otro lado?
-Una estampa de un santo con la vara florida: es San José.
¡María Stardero había recobrado la vista! Ya puedes imaginarte la alegría de la joven y de sus padres.

HACIA LA PERFECCIÓN


Hacia la perfección


· Sólo podemos dar a los demás lo que tenemos dentro de nosotros.

· Asume el compromiso personal de hacer lo que quieras y de querer lo que hagas. ¡Hoy! 

· En cada uno de nosotros hay sitio para el amor. Sólo debemos dejarlo entrar.

· Nada es de tu propiedad, y cuanto antes te des cuenta de ello, más estarás en condiciones de conectar con el portentoso principio de la abundancia.

· Contempla cada obstáculo como si éste constituyera una oportunidad.

· Cuando aparezca un problema, abórdalo con serenidad y úsalo para aprender algo.

· El conocimiento es la aceptación silenciosa de lo que es.

· Perdonar es ejercer la facultad de dar amor en las circunstancias más difíciles.

· El acto de dar es la clave del perdón.

· Sólo recibimos aquello que permitimos que entre.

¡EMPUJA!


¡EMPUJA!

Cuentan que un muy buen hombre vivía en el campo pero tenía problemas físicos, cuando un día se le apareció Jesús y le dijo: "Necesito que vayas hacia aquella gran roca de la montaña, y te pido que la empujes día y noche durante 1 año". El hombre quedó perplejo cuando escuchó esas palabras, pero obedeció y se dirigió hacia la enorme roca de varias toneladas que Jesús le mostró.


Empezó a empujarla con todas sus fuerzas, día tras día, pero no conseguía moverla ni un milímetro. A las pocas semana llegó el diablo y le puso pensamientos en su mente: "¿Por qué sigues obedeciendo a Jesús? Yo no seguiría a alguien que me haga trabajar tanto y sin sentido. Debes alejarte, ya que es estúpido que sigas empujando esa roca, nunca la vas a mover". El hombre trataba de pedirle a Jesús que le ayudara para no dudar de su voluntad, y aunque no entendía se mantuvo en pie con su decisión de empujar.

Con los meses, desde que se ponía el sol hasta que se ocultaba aquel hombre empujaba la enorme roca sin poder moverla, mientras tanto su cuerpo se fortalecía, sus brazos y piernas se hicieron fuertes por el esfuerzo de todos los días. Cuando se cumplió el tiempo el hombre elevó una oración a Jesús y le dijo: "Ya he hecho lo que me pediste, pero he fracasado, no pude mover la piedra ni un centímetro" . Y se sentó a llorar amargamente pensando en su muy evidente fracaso. Jesús apareció en ese momento y le dijo: "¿Por qué lloras? ¿Acaso no te pedí que empujaras la roca? Yo nunca te pedí que la movieras, en cambio mírate, tu problema físico ha desaparecido. NO has fracasado, yo he conseguido mi meta, y tú fuiste parte de mi plan".

Muchas veces al igual que este hombre, vemos como ilógicas las situaciones, problemas y adversidades de la vida, y empezamos a buscarle lógica, nuestra lógica, a la voluntad de Dios y viene el enemigo y nos dice que no servimos, que somos inútiles o que no podemos seguir. El día de hoy es un llamado a "empujar" sin importar los múltiples pensamientos de duda que ponga el enemigo en nuestras mentes. Pongamos pues todo en las manos de Jesús, y Él por medio de su voluntad nunca nos hará perder el tiempo, más bien, nos hará ser mas fuertes!

NO AL ABORTO


martes, 25 de marzo de 2014

IMÁGENES DE LA ANUNCIACIÓN A LA VIRGEN MARÍA






ORACIÓN A LA VIDA



ORACIÓN POR LA VIDA

Padre, tú eres la fuente de toda vida. Por Jesucristo, tu Hijo, ofreces la vida eterna a todo el que la desea. Nosotros creemos en esa vida, Padre. Te damos gracias por ella y esperamos con gozo el día en que podamos compartirla contigo.

Pero hoy te pedimos por la vida humana creada a tu imagen; la vida de todas las personas del mundo entero. Por tu amor y tu misericordia, santifica y fortalece nuestros esfuerzos por lograr que se respete y dignifique el fundamento de toda vida humana, especialmente por los jóvenes de nuestro mundo. Que tu rostro brille sobre nosotros y que en ti, la humanidad entera encuentre la felicidad y el valor de vivir en ayuda mutua, haciendo de esta vida un anticipo de la vida futura que gozaremos eternamente. Amén.

LA ANUNCIACIÓN DE JESÚS - 25 DE MARZO

Autor: Andrés Pérez | Fuente: Catholic.net
La Anunciación de Jesús
Lucas 1, 26-38. Solemnidad de la Anunciación. La voluntad de María coincide con la voluntad del Hijo en el único proyecto de amor del Padre.
 
La Anunciación de Jesús
Del santo Evangelio según san Lucas 1, 26-38 

Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y entrando, le dijo: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin. María respondió al ángel: ¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón? El ángel le respondió: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios. Dijo María: He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra. Y el ángel dejándola se fue. 

Oración introductoria

Oh María, qué gran regalo nos ha hecho Jesús desde su cruz: en Ti tenemos una verdadera Madre que nos acompaña en este peregrinar por el mundo y guía nuestros pasos hasta el cielo. Por eso celebramos con júbilo la Pascua y, en este momento, pido tu intercesión para que esta oración aumente mi fe y sepa decir siempre «sí» al Señor.

Petición

Señor, dame tu gracia para que se haga tu voluntad en mi vida con la perfección, delicadeza y amor de María.

Meditación del Papa Francisco

La Virgen Inmaculada intercede por nosotros en el Cielo como una buena madre que cuida de sus hijos. Que María nos enseñe con su vida qué significa ser discípulo misionero. Cada vez que rezamos el Angelus, recordamos el evento que ha cambiado para siempre la historia de los hombres. Cuando el ángel Gabriel anunció a María que iba a ser la Madre de Jesús, del Salvador, ella, aun sin comprender del todo el significado de aquella llamada, se fio de Dios y respondió: "Aquí la esclava del Señor, que se haga en mí según tu palabra".
Pero, ¿qué hizo inmediatamente después? Después de recibir la gracia de ser la Madre del Verbo encarnado, no se quedó con aquel regalo; se sintió responsable, y marchó, salió de su casa y se fue rápidamente a ayudar a su pariente Isabel, que tenía necesidad de ayuda; realizó un gesto de amor, de caridad y de servicio concreto, llevando a Jesús en su seno. Y este gesto lo hizo diligentemente. Queridos amigos, éste es nuestro modelo. La que ha recibido el don más precioso de parte de Dios, como primer gesto de respuesta se pone en camino para servir y llevar a Jesús. (S.S. Francisco, 28 de julio de 2013). .

Reflexión

Ante esta escena uno no sabría qué pensar, ¿cuál de los dos personajes se habrá maravillado más? Penetremos atrevidamente en los pensamientos del arcángel Gabriel para comprender desde otro punto de vista la enorme gracia concedida a la humanidad entera en este grandioso momento.

En efecto, estamos situados, -y es preciso decirlo despacio y como midiendo cada palabra -, en la plenitud de los tiempos. Parece que toda la creación dependía de este punto culminante. Y así es, sin ninguna exageración. En ese momento se encarna Dios Hombre en las entrañas de María. Y ante este misterio, ¿qué puede hacerse sino contemplar con nuestro corazón y sin palabras este misterio?

El arcángel, debía comunicar el sublime mensaje de la Encarnación del Verbo. Quizás habrá dicho: Voy a encontrar otra creatura de Dios, quiera o no, esclava del pecado de Adán y Eva. Era lógico. Todos los hombres nacían pecadores, nacían con el pecado original. Nada de común habría de encontrar en ella, salvo que habría de ser afortunadísima. Y hasta podríamos pensar que no conocía a fondo, con ser ángel, el misterio que comunicaría.

Y he aquí que cuando llega ante ella, ¡magnífico prodigio de la Mano Providente de Dios! Ni en el cielo había criatura tan brillante, tan pura, tan sublime como esa dulce mujer sencilla de pueblo. ¿Ella? Sí, Ella sería la Madre del Verbo. Qué bien ha hecho Dios todo se habrá dicho para sí, estremecido de su hermosura y pureza. Era la mejor Madre.

Probemos un poco también nosotros de este sobrecogimiento, de este estremecimiento ante el misterio, de verla tan pura y bendita, Ella, Nuestra Madre; y que sea Ella quien nos enseñe a amar a su Hijo, como la mejor de las madres.

Diálogo con Cristo

Señor, conocer lo que quieres y seguir tu voluntad es la alegría y el camino para dar plenitud a mi vida. Como María, no debo apegarme ciegamente a las propias ideas, sino que debo abrir el corazón para saber escucharte. Por el amor a tu santísima Madre, te suplico la gracia para serte fiel y perseverar en el cumplimiento de tu voluntad hasta el día de mi muerte.

Propósito

Rezar un rosario pidiendo a María su intercesión para crecer en mi fe y mi esperanza, a fin de aceptar con docilidad la voluntad de Dios.



La Anunciación del Ángel a la Virgen Máría. Fiesta de Jesús que se encarnó y fiesta de la Virgen, que fue la que dijo "Hágase en mí según tu palabra"
 

Y DIOS PIDIÓ PERMISO PARA ENTRAR



Autor: P. Fernando Pascual | Fuente: Catholic.net
Y Dios pidió permiso para entrar
Dios, cada día, vuelve a pedir permiso para entrar. En tu vida, en la mía, en la de cada historia humana.

La libertad humana es un don grande, muy grande. Tan grande que nos da algo de miedo. Tan grande que permite a Francisco de Asís el llegar a ser santo, y a Judas el traicionar al Maestro. Tan grande que Dios se detiene ante nuestra puerta, con respeto, cuando pide amor, cuando nos invita a la justicia, cuando nos enseña las bienaventuranzas, cuando nos recuerda los mandamientos. 

Desde la libertad se construye la historia humana. Si le dejamos, si damos un sí generoso, Dios entra. Empieza entonces a caminar a nuestro lado, nos abre a horizontes de esperanza, nos salva. Sobre todo, nos enseña a amar, a trabajar por un mundo sin pecado, liberado de egoísmos y de injusticias. Pero sólo si le dejamos... 

Hubo un sí grande, sublime, único, que marcó la historia humana, que encendió esperanzas, que permitió que la Vida se hiciese Camino y Verdad para los hombres. Un ángel, de parte de Dios, pidió permiso a una joven nazarena. Dios esperaba, sin amenazas, sin temblores, sin gritos, una respuesta. María, la doncella, abrió su corazón antes de abrir sus labios. Dijo, simplemente, humildemente, "hágase". 

Ese "hágase" de la Virgen hizo que el mundo diese un vuelco. Los hombres, sin saberlo, comenzaron a vivir con un Dios humano. La Redención se hizo carne, llanto, pasos y palabra. La oveja perdida fue encontrada. El publicano y la prostituta encontraron a Alguien que les tendía una mano de consuelo. El enfermo, el ciego, el sordo, el mudo, tocaron el milagro. 

Todo fue posible gracias a un sí libre, gracias a la Virgen nazarena. En su libertad, en su corazón, pronunció el "sí" más grande de la historia humana. En su sencillez, en su pobreza, permitió que el mundo tuviese el cielo muy a la mano. En su generosidad, en su grandeza, empezó a ser "bendita entre las mujeres". 

Jesús, desde ese instante, puede ser nuestro. Gracias a Ella, a la Virgen, a María. Puede ser nuestro... si aprendemos a dar un sí, a decir "hágase". En la libertad, porque nadie nos obliga. Con amor, con confianza, con anhelos de justicia y de paz. Como lo hizo Ella, Virgen humilde, hermana nuestra, judía universal, Mujer que ha llegado a ser Madre de todos. 

Dios, cada día, vuelve a pedir permiso para entrar. En tu vida, en la mía, en la de cada historia humana. Nos ofrece perdón y misericordia, esperanza y alegría. Nos invita a amar. Basta repetir, sencillamente, humildemente, atrevidamente, las mismas palabras de María: "He aquí un simple esclavo del Señor. Que se haga en mí lo que Dios quiera...". 

IMÁGENES DE LA ANUNCIACIÓN A MARÍA






LA ANUNCIACIÓN DEL ÁNGEL A LA VIRGEN MARÍA, SOLEMNIDAD, 25 DE MARZO DEL 2014


Autor: . | Fuente: Archidiócesis de Madrid 
La Anunciación del Ángel a la Virgen María
Solemnidad, 25 de marzo de 2014



Martirologio Romano: Solemnidad de la Anunciación del Señor, cuando, en la ciudad de Nazaret, el ángel del Señor anunció a María: Concebirás y darás a luz un hijo, y se llamará Hijo del Altísimo. María contestó: He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra. Y así, llegada la plenitud de los tiempos, el que era antes de los siglos el Unigénito Hijo de Dios, por nosotros los hombres y por nuestra salvación, se encarnó por obra del Espíritu Santo de María, la Virgen, y se hizo hombre.

La última fase de toda la apoteosis salvadora comenzó en Nazaret. Hubo intervenciones angélicas y sencillez asombrosa. Era la virgen o pártenos del Isaías viejo la destinataria del mensaje. Todo acabó en consuelo esperanzador para la humanidad que seguía en sus despistes crónicos e incurables. Los anawin tuvieron razones para hacer fiesta y dejarse por un día de ayunos; se había entrado en la recta final.

La iconografía de la Anunciación es, por copiosa, innumerable: Tanto pintores del Renacimiento como el veneciano Pennacchi la ponen en silla de oro y vestida de seda y brocado, dejando al pueblo en difusa lontananza. Gabriel suele aparecer con alas extendidas y también con frecuencia está presente el búcaro con azucenas, símbolo de pureza. Devotas y finas quedaron las pinturas del Giotto y Fra Angélico, de Leonardo da Vinci, de fray Lippi, de Cosa, de Sandro Botticelli, de Ferrer Bassa, de Van Eyck, de Matthias Grünewald, y de tantos más.

Pero probablemente sólo había gallinas picoteando al sol y grito de chiquillos juguetones, estancia oscura o patio quizá con un brocal de pozo; quizá, ajenos a la escena, estaba un perro tumbado a la sombra o un gato disfrutaba con su aseo individual; sólo dice el texto bíblico que "el ángel entró donde ella estaba".

Debió narrar la escena la misma María a san Lucas, el evangelista que la refiere en momento de intimidad.

Así fue como lo dijo Gabriel: "Salve, llena de gracia, el Señor es contigo". Aquel doncel refulgente, hecho de claridad celeste, debió conmoverla; por eso intervino "No temas, María, porque has hallado gracia ante de Dios; concebirás en tu seno y darás a luz un Hijo a quien pon-drás por nombre Jesús. Éste será grande: se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará 
La Anunciación del Ángel a la Virgen María
La Anunciación del Ángel a la Virgen María
por los siglos sobre la casa de Jacob y su reino no tendrá fin". La objeción la puso María con toda claridad: "¿Cómo será esto, pues no conozco varón?" No hacía falta que se entendiera todo; sólo era precisa la disposición interior. "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso, el que nacerá será llamado santo, Hijo de Dios". 

Luego vino la comunicación del milagro operado en la anciana y estéril Isabel que gesta en su sexto mes, porque "para Dios ninguna cosa es imposible".

Fiesta de Jesús que se encarnó -que no es ponerse rojo, sino que tomó carne y alma de hombre-; el Verbo eterno entró en ese momento histórico y en ese lugar geográfico determinado, ocultando su inmensidad.

Fiesta de la Virgen, que fue la que dijo "Hágase en mí según tu palabra". El "sí" de Santa María al irrepetible prodigio trascendental que depende de su aceptación, porque Dios no quiere hacerse hombre sin que su madre humana acepte libremente la maternidad. 

Fiesta de los hombres por la solución del problema mayor. La humanidad, tan habituada a la larguísima serie de claudicaciones, cobardías, blasfemias, suciedad, idolatría, pecado y lodo donde se suelen revolcar los hombres, esperaba anhelante el aplastamiento de la cabeza de la serpiente.

Los retazos esperanzados de los profetas en la lenta y secular espera habían dejado de ser promesa y olían ya a cumplimiento al concebir del Espíritu Santo, justo nueve meses antes de la Navidad.

¡Cómo no! Cada uno puede poner imaginación en la escena narrada y contemplarla a su gusto; así lo hicieron los artistas que las plasmaron con arte, según les pareció.

domingo, 23 de marzo de 2014

EL AVE MARÍA EN ESTAMPA PARA IMPRIMIR


MUJER


Mujer

¿Qué tipo de mujer eres?

¿Una mujer fuerte, o una mujer de fortaleza?

Una mujer fuerte hace ejercicios todos los días para mantener su cuerpo en forma... mientras que una mujer de fortaleza se arrodilla a orar, para mantener su alma en forma...

Una mujer fuerte no le teme a nada, ni a nadie... mientras que una mujer de fortaleza demuestra su valor a pesar de su temor o de su pánico...

Una mujer fuerte a nadie permite que le quite lo mejor de ella... mientras que una mujer de fortaleza da lo mejor de sí misma a todos, cada uno de los días de su vida...

Una mujer fuerte comete pocos errores y los evita en el futuro... mientras que una mujer de fortaleza se da cuenta de que los errores en la vida también pueden ser bendiciones de Dios, y aprende de ellos...

Una mujer fuerte camina confiada con pasos seguros y firmes... mientras que una mujer de fortaleza sabe que Dios la ayudará a levantarse cada vez que caiga...

Una mujer fuerte muestra en su rostro una expresión de seguridad y confianza en sí misma... mientras que una mujer de fortaleza muestra una expresión de gracia y serenidad...

Una mujer fuerte tiene fe en que tiene fuerza suficiente para su viaje por la vida... mientras que una mujer de fortaleza tiene fe en que el viaje la irá haciendo cada vez más fuerte...

Una mujer fuerte obtiene un compañero fuerte que incremente su fuerza... mientras que una mujer de fortaleza se convierte en la fuerza que hará invencible a su compañero...

Una mujer fuerte enseña a sus hijos a perseguir el éxito en la vida... mientras que una mujer de fortaleza les enseña a perseguir el amor y la virtud...

PUNTOS IMPORTANTES



Puntos importantes


1. Ten en cuenta que el gran amor y los grandes logros requieren grandes riesgos.

2. Cuando pierdes, no pierdes la lección.

3. Sigue las tres R:

Respeto a ti mismo
Respeto para los otros
Responsabilidad sobre todas tus acciones

4. Recuerda que no conseguir lo que quieres, a veces significa un
maravilloso golpe de suerte.

5. Aprende las reglas, así sabrás como romperlas apropiadamente.

6. No permitas que una pequeña disputa destroce una GRAN AMISTAD.

7.Cuando creas que has cometido un error, haz algo inmediatamente para corregirlo.

8. Ocupa algo de tiempo cada día en estar solo.

9. Abre tus brazos al cambio, pero no te olvides de tus valores.

10. Recuerda que a veces el silencio es la mejor respuesta.

11. Vive una buena y honorable vida, así cuando seas mayor y mires atrás podrás disfrutarla por segunda vez.

12. Una atmósfera amorosa en tu casa es el cimiento para tu vida.

13. En discusiones con alguien querido ocúpate sólo de la situación actual, no saques a relucir el pasado.

14. Comparte tu conocimiento, es una manera de conseguir la inmortalidad.

15. Se considerado con la Tierra.

16. Una vez al año ve a algún lugar en el que nunca hayas estado antes.

17. Recuerda que la mejor relación es aquella en la que el amor por cada uno excede la necesidad por el otro.

18. Juzga tu éxito según lo que has sacrificado para conseguirlo.

19. Acércate al amor y a la cocina con osada entrega.

MANIFESTACIÓN DEL PERDÓN


Manifestación del perdon
Autor: David Brandt Berg


Cuando los aliados liberaron el campo de concentración de Ravensbrûck al término de la segunda guerra mundial, se encontró un pedazo de papel de envoltorio en el que un prisionero había garabateado las siguientes líneas:
«Oh Señor, no te acuerdes solamente de los hombres y mujeres de buena voluntad, sino también de los de mala voluntad. Pero no te acuerdes de todo el sufrimiento que nos han infligido; acuérdate de los frutos producidos en nosotros gracias a ese sufrimiento: nuestra confraternidad, nuestra lealtad, nuestra humildad, nuestro valor, nuestra generosidad, la magnanimidad que brotó de nuestro corazón a raíz de todo esto. Y cuando les llegue la hora del juicio, que todos los frutos que dimos sean su perdón».

El amor cubrirá multitud de pecados (1 Pedro 4:8) y te dará la gracia y las fuerzas para no hacer caso de una ofensa o un desaire y perdonar a otros tal como tú necesitas que te perdonen.Basta con que te olvides de ti mismo y pienses más en el prójimo. Esfuérzate por ayudar a tus semejantes, ora por ellos, demuéstrales cariño, y verás que así se resuelven casi todos los problemas. Si dejas de pensar en ti mismo y te preocupas más por tus semejantes, descubrirás que en ello reside la clave de la felicidad. He ahí la fórmula para vivir contento: Primero Jesús; segundo, los demás, y tercero tú.En primera medida, pon la mente en Jesús. De ahí, Él te ayudará a pensar en el prójimo y a amarlo como a ti mismo.

Las faltas ajenas son como las luces delanteras de un auto que viene en dirección contraria: sólo en apariencia son más encandiladoras que las tuyas.

Los pecadores perdonados conocen y manifiestan con obras el amor.

RISAS EN EL JARDÍN



Risas en el jardín
Autor: Padre Eusebio Gómez Navarro OCD


  Un hombre era dueño de un hermoso jardín donde los niños se encontraban a sus anchas para correr y saltar. Pero éste era un hombre de corazón duro. Le dolía que los niños disfrutasen de la belleza de su jardín. Esto fue lo que hizo: lo rodeó de una pared muy alta para que los niños no pudiesen entrar. Pero sucedió que cuando las plantas dejaron de escuchar las risas de los niños dejaron también de florecer. Se secó el follaje de los árboles. El invierno se prolongó como nunca antes lo recordaba y parecía que la primavera no volvería jamás. El hombre se sentía muy triste, como si una gran pena anegase su corazón. Las noticias de lo sucedido llegaron a un hombre muy sabio de la comarca. Vino donde él y le dijo: Tengo un solo consejo que darte y si lo sigues tu jardín volverá a lucir como antes. El hombre repuso: Escucho tu consejo y lo seguiré de inmediato. Este fue el consejo: Derriba las paredes y deja que los niños jueguen.

Miguel Limardo

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Necesitamos de la risa, de la sonrisa, de la alegría para poder florecer, para poder dar fruto. Ortega y Gasset habla de esos hombres “que cuando pierden la alegría, el alma se retira a un rincón del cuerpo y allí hace su cubil”.

Todo lo que va matando la inocencia: odios, egoísmos, envidias, va carcomiendo y endureciendo el corazón. Entonces muerte la ilusión, el deseo de vivir y se va adueñando del alma una gran pena que enturbia el cielo más despejado.

Será necesario, pues derribar todas las paredes que se han levantado a nuestro derredor sin darnos cuenta o a sabiendas, pues toda muralla nos impide acercarnos al mundo.

Necesitamos de la sonrisa de un niño, porque a través de ella se nos asoma la inocencia y el optimismo de Dios. Dios disipará el duro invierno y hará que reine la eterna primavera en aquellos que tienen la suerte de adobar cada día con una sonrisa.

“Quitando el gozo y la alegría del campo fértil; en las viñas no cantarán ni se regocijarán” (Is. 16.10)

IMÁGENES DEL VÍA CRUCIS
















IMÁGENES DEL VÍA CRUCIS















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