viernes, 25 de marzo de 2016

ORACIÓN A LA AVEMARÍA DOLOROSA

AVEMARÍA DOLOROSA


Dios te salve, María, llena eres de dolores; Jesús crucificado está contigo; digna eres de llorada y compadecida entre todas las mujeres, y digno es de ser llorado y compadecido Jesús, fruto bendito de tu vientre.

Santa María, Madre del Crucificado, da lágrimas a nosotros crucificadores de tu Hijo, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

LA ANUNCIACIÓN DEL ÁNGEL A LA VIRGEN MARÍA, 25 DE MARZO


La Anunciación del Ángel a la Virgen María
Solemnidad Litúrgica, 25 de marzo


Por: . | Fuente: Archidiócesis de Madrid 




Solemnidad Litúrgica

Martirologio Romano: Solemnidad de la Anunciación del Señor, cuando, en la ciudad de Nazaret, el ángel del Señor anunció a María: Concebirás y darás a luz un hijo, y se llamará Hijo del Altísimo. María contestó: He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra. Y así, llegada la plenitud de los tiempos, el que era antes de los siglos el Unigénito Hijo de Dios, por nosotros los hombres y por nuestra salvación, se encarnó por obra del Espíritu Santo de María, la Virgen, y se hizo hombre.

La última fase de toda la apoteosis salvadora comenzó en Nazaret. Hubo intervenciones angélicas y sencillez asombrosa. Era la virgen o pártenos del Isaías viejo la destinataria del mensaje. Todo acabó en consuelo esperanzador para la humanidad que seguía en sus despistes crónicos e incurables. Los anawin tuvieron razones para hacer fiesta y dejarse por un día de ayunos; se había entrado en la recta final.

La iconografía de la Anunciación es, por copiosa, innumerable: Tanto pintores del Renacimiento como el veneciano Pennacchi la ponen en silla de oro y vestida de seda y brocado, dejando al pueblo en difusa lontananza. Gabriel suele aparecer con alas extendidas y también con frecuencia está presente el búcaro con azucenas, símbolo de pureza. Devotas y finas quedaron las pinturas del Giotto y Fra Angélico, de Leonardo da Vinci, de fray Lippi, de Cosa, de Sandro Botticelli, de Ferrer Bassa, de Van Eyck, de Matthias Grünewald, y de tantos más.

Pero probablemente sólo había gallinas picoteando al sol y grito de chiquillos juguetones, estancia oscura o patio quizá con un brocal de pozo; quizá, ajenos a la escena, estaba un perro tumbado a la sombra o un gato disfrutaba con su aseo individual; sólo dice el texto bíblico que "el ángel entró donde ella estaba".

Debió narrar la escena la misma María a san Lucas, el evangelista que la refiere en momento de intimidad.

Así fue como lo dijo Gabriel: "Salve, llena de gracia, el Señor es contigo". Aquel doncel refulgente, hecho de claridad celeste, debió conmoverla; por eso intervino "No temas, María, porque has hallado gracia ante de Dios; concebirás en tu seno y darás a luz un Hijo a quien pon-drás por nombre Jesús. Éste será grande: se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará por los siglos sobre la casa de Jacob y su reino no tendrá fin". La objeción la puso María con toda claridad: "¿Cómo será esto, pues no conozco varón?" No hacía falta que se entendiera todo; sólo era precisa la disposición interior. "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso, el que nacerá será llamado santo, Hijo de Dios".

Luego vino la comunicación del milagro operado en la anciana y estéril Isabel que gesta en su sexto mes, porque "para Dios ninguna cosa es imposible".

Fiesta de Jesús que se encarnó -que no es ponerse rojo, sino que tomó carne y alma de hombre-; el Verbo eterno entró en ese momento histórico y en ese lugar geográfico determinado, ocultando su inmensidad.

Fiesta de la Virgen, que fue la que dijo "Hágase en mí según tu palabra". El "sí" de Santa María al irrepetible prodigio trascendental que depende de su aceptación, porque Dios no quiere hacerse hombre sin que su madre humana acepte libremente la maternidad.

Fiesta de los hombres por la solución del problema mayor. La humanidad, tan habituada a la larguísima serie de claudicaciones, cobardías, blasfemias, suciedad, idolatría, pecado y lodo donde se suelen revolcar los hombres, esperaba anhelante el aplastamiento de la cabeza de la serpiente.

Los retazos esperanzados de los profetas en la lenta y secular espera habían dejado de ser promesa y olían ya a cumplimiento al concebir del Espíritu Santo, justo nueve meses antes de la Navidad.

¡Cómo no! Cada uno puede poner imaginación en la escena narrada y contemplarla a su gusto; así lo hicieron los artistas que las plasmaron con arte, según les pareció.

MARÍA: OH DULCE FUENTE DE AMOR


jueves, 24 de marzo de 2016

HOY ES JUEVES SANTO - REFLEXIÓN


Hoy comienza el Triduo Sacro celebrando la Última Cena
Jueves santo. Jesús instituye el Sacramento de la Eucaristía, el Orden Sacerdotal y nos recuerda el mandamiento del amor.
Por: San Juan Pablo II 




Hoy comienza el Triduo Sacro con la celebración de la Pascua, de la Última Cena, donde Jesús instituye el Sacramento de la Eucaristía y del Orden Sacerdotal y nos recuerda el mandamiento del amor con su ejemplo en el lavatorio de los pies. Es un día para contemplar su amor infinito hecho servicio, hecho un pedazo de pan, hecho presencia continua entre nosotros.


La Última Cena

Después de la Cena se va a Getsemaní con sus discípulos. Ahí en la presencia de su Padre pasa la noche velando en oración para prepararse para la hora definitiva, para la cruz. Un momento para acompañar a Jesús y velar con él.

Texto sobre la Última Cena:

1. "Habiendo amado a los suyos, que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo" (Jn 13, 1).

Estas palabras, recogidas en el pasaje evangélico que se acaba de proclamar, subrayan muy bien el clima del Jueves Santo. Nos permiten intuir los sentimientos que experimentó Cristo "la noche en que iba a ser entregado" (1 Co 11, 23) y nos estimulan a participar con intensa e íntima gratitud en el solemne rito que estamos realizando.

Esta tarde entramos en la Pascua de Cristo, que constituye el momento dramático y conclusivo, durante mucho tiempo preparado y esperado, de la existencia terrena del Verbo de Dios. Jesús vino a nosotros no para ser servido, sino para servir, y tomó sobre sí los dramas y las esperanzas de los hombres de todos los tiempos. Anticipando místicamente el sacrificio de la cruz, en el Cenáculo quiso quedarse con nosotros bajo las especies del pan y del vino, y encomendó a los Apóstoles y a sus sucesores la misión y el poder de perpetuar la memoria viva y eficaz del rito eucarístico.
Por consiguiente, esta celebración nos implica místicamente a todos y nos introduce en el Triduo sacro, durante el cual también nosotros aprenderemos del único "Maestro y Señor" a "tender las manos" para ir a donde nos llama el cumplimiento de la voluntad del Padre celestial.

2. "Haced esto en conmemoración mía" (1 Co 11, 24-25). Con este mandato, que nos compromete a repetir su gesto, Jesús concluye la institución del Sacramento del altar. También al terminar el lavatorio de los pies, nos invita a imitarlo: "Os he dado ejemplo, para que lo que yo he hecho con vosotros, también lo hagáis vosotros" (Jn 13, 15). De este modo establece una íntima correlación entre la Eucaristía, sacramento del don de su sacrificio, y el mandamiento del amor, que nos compromete a acoger y a servir a nuestros hermanos.

No se puede separar la participación en la mesa del Señor del deber de amar al prójimo. Cada vez que participamos en la Eucaristía, también nosotros pronunciamos nuestro "Amén" ante el Cuerpo y la Sangre del Señor. Así nos comprometemos a hacer lo que Cristo hizo, "lavar los pies" de nuestros hermanos, transformándonos en imagen concreta y transparente de Aquel que "se despojó de su rango, y tomó la condición de esclavo" (Flp 2, 7).

El amor es la herencia más valiosa que él deja a los que llama a su seguimiento. Su amor, compartido por sus discípulos, es lo que esta tarde se ofrece a la humanidad entera.”

ESTAMPAS CON JACULATORIAS A LA SAGRADA FAMILIA




CAMINO AL CIELO


Camino al Cielo


La Reina de la Paz con sus mensajes quiere llevarte al Cielo. El camino es la oración. Toma la decisión de entregar a Dios un tiempo fijo en tu agenda. Cuando adquieras el hábito de hacerlo cada día, te sentirás más fuerte para vencer tentaciones de cansancio, indecisión, dejadez… El encuentro con Dios te plenificará, te dará solidez y seguridad.

“¡Queridos hijos! Hoy quisiera invitarlos a tomar con seriedad los mensajes que yo les doy y a realizarlos en sus vidas. Ustedes saben, mis queridos hijos, que estoy con ustedes y que  quisiera conducirlos a todos por ese mismo camino al Cielo, que es hermoso para aquellos que lo descubren en la oración. Por eso, mis queridos hijos, no olviden que ustedes deben hacer realidad en sus vidas estos mensajes que les doy para que entonces puedan decir: 'Yo he aceptado los mensajes y trato de vivirlos.' Queridos hijos, con mis oraciones maternales al Padre Celestial, los protejo. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Los caminantes saben que cada tanto es razonable detenerse para descansar. También hay en los trabajos cotidianos pausas para recobrar fuerzas. De la misma manera el hijo de Dios se toma un breve tiempo a media jornada para comunicarse con la fuente inagotable de fortaleza, paz y alegría.


* Enviado por el P. Natalio

IMÁGENES CON MENSAJES DE LA VIRGEN MARÍA











sábado, 19 de marzo de 2016

ESTAMPAS CON ORACIONES A LA VIRGEN MARÍA DOLOROSA




ORACIÓN A SAN JOSÉ


ORACIÓN A SAN JOSÉ 



¡Glorioso Patriarca San José!, animado de una gran confianza en vuestro gran valor, a Vos acudo para que seáis mi protector durante los días de mi destierro en este valle de lágrimas.

Vuestra altísima dignidad de Padre adoptivo de mi amante Jesús hace que nada se os niegue de cuanto pidáis en el cielo.

Sed mi abogado, especialmente en la hora de mi muerte, y alcanzadme la gracia de que mi alma, cuando se desprenda de la carne, vaya a descansar en las manos del Señor. Amén.

SEÑOR, TE ENTREGO TODO


Señor, te entrego todo



La actitud de confianza en Dios es fundamental en la Biblia: recorre casi todas sus páginas; las personas que desfilan por ellas son confrontadas con esta señal del varón justo, que busca a Dios como su único bien y poderoso refugio. La oración de entrega a Dios con todo lo que tenemos y somos, es efecto de esa confianza plena en el Señor.

Te entrego, Señor, todo lo que tengo y todo lo que estoy viviendo. Te doy gracias por lo que me estás regalando y lo disfruto con gozo. Pero desde ya lo dejo en tus manos para que acabe cuando tenga que acabar. Te proclamo a ti, Jesús, como único Señor, dueño de todas mis cosas, de todo lo que vivo, rey de todo lo que soy y de todo mi futuro. Te declaro Señor de todos mis afectos, de mis deseos, de mis relaciones. Sé que me darás la felicidad que necesito porque confío en tu amor, pero me la darás a tu modo, como sea mejor para mí. En ti deposito toda la confianza de mi corazón. Amén. (P. V. Fernández).

Quien vive abandonado en el Señor crece en una relación verdaderamente filial con Dios, su Padre; está disponible a todo lo que se presente, su corazón se vuelve simple y libre, tiene facilidad para vivir con humildad de corazón los misterios de la vida, se libera de toda ansiedad por el porvenir incierto: “Será lo que el Padre quiera”, dice con total sumisión.


* Enviado por el P. Natalio

FESTIVIDAD DE SAN JOSÉ, ESPOSO DE LA VIRGEN MARÍA, 19 DE MARZO


¡Feliz Fiesta de San José, modelo de padre y esposo!
Por Abel Camasca


 (ACI).- San José es quien tuvo el privilegio de ser esposo de María, de criar al Hijo de Dios y de ser la cabeza de la Sagrada Familia. Es patrón de la Iglesia Universal, de una infinidad de comunidades religiosas y de la buena muerte. La fiesta del santo más cercano a Jesús y María se celebra el 19 de marzo.

"José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, pues lo que en ella ha sido concebido es obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados" (Mt. 1, 20-21), le dijo el ángel  en sueños al “justo” San José.

San José es conocido como el “Santo del silencio” porque no se conoce palabra pronunciada por él, pero sí sus obras, su fe y amor que influenciaron en Jesús y en su santo matrimonio.

Cuenta la tradición que doce jóvenes pretendían casarse con María y que cada uno llevaba un bastón de madera muy seca en la mano. De pronto, cuando la Virgen debía escoger entre todos ellos, el bastón de José milagrosamente floreció. Por eso se le pinta con un bastón florecido.





Junto a María, San José también tuvo que sufrir que no los quisieran recibir en Belén, que el amor de su vida diera a la luz en un establo y el tener que huir a Egipto, como si fueran delincuentes, para que Herodes no mate al niño. Pero supo afrontar todo esto confiando en la Providencia de Dios.

Con su oficio de carpintero no pudo comprar los mejores regalos para su hijo Jesús o que recibiera la mejor educación, pero el tiempo que le dedicó para atenderlo y enseñarle su profesión fueron más que suficiente para que el Señor conociera el cariño de un papá, que también es capaz de dejarlo todo por ir en busca del hijo extraviado.

Se conoce a San José como Patrono de la buena muerte porque tuvo la dicha de morir acompañado y consolado de Jesús y María. Fue declarado Patrono de la Iglesia Universal por el Papa Pío IX en 1847.

Una de las que más propagó la devoción a San José fue Santa Teresa de Ávila, que fue curada por intercesión del papá de Jesús en la tierra de una terrible enfermedad que la tenía casi paralizada y que era considerada incurable. La Santa le rezó con fe a San José y obtuvo la curación. Luego solía repetir:

"Otros santos parece que tienen especial poder para solucionar ciertos problemas. Pero a San José le ha concedido Dios un gran poder para ayudar en todo".

Hacia el final de su vida, la Santa carmelita resaltó: “durante 40 años, cada año en la fiesta de San José le he pedido alguna gracia o favor especial, y no me ha fallado ni una sola vez. Yo les digo a los que me escuchan que hagan el ensayo de rezar con fe a este gran santo, y verán que grandes frutos van a conseguir".

IMÁGENES DE JESÚS EUCARISTÍA





jueves, 17 de marzo de 2016

PEREGRINO CON MARÍA


Peregrino con María
Rafael Ángel Marañón




Sé que estaré a tu lado de una u otra forma, 
Dejando el fatigoso bregar de peregrino,
Gozando de tu amor sin código ni norma,
Habiendo ya llegado al fin de mi camino. 

Ya he dejado mis huellas en la arena del mundo
Y en el nombre de Cristo y en tu amparo María
Caminé en confianza con talante jocundo,
Sin temer las tormentas bajo tu tierna guía.

He creído seguro a pesar de mi culpa,
Pues siempre notaba que vivía protegido 
Por el amor profundo de María que no inculpa,
Y el poder infinito del Cristo prometido. 

He resistido siempre los ataques del mal 
Con el hijo bendito, el Cristo del Creador,
Dirigiendo mis ojos al agudo puñal, 
Que María sufriera sumisa a su Señor. 

No quiero más casuísticas, ni anhelo otro destino, 
Que en Cristo y en María yo tengo mi poder;
Ande ebrio este mundo su paso mortecino,
Que a nadie más yo quiero amar o pretender. 

ORACIÓN A MARÍA ROSA MÍSTICA

Oración a María Rosa Mística



Oh María, Rosa Mística, Madre de Jesús y también Madre nuestra! Tú eres nuestra esperanza, nuestra fortaleza y nuestro consuelo. Danos desde el cielo tu maternal bendición en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. 

Rosa Mística, Inmaculada Virgen , Madre de la gracia, en honor de tu Divino Hijo, nos postramos ante Ti, para implorar la misericordia de Dios. No por nuestros méritos, sino por la bondad de tu Corazón maternal, pedimos ayuda y gracias, con la seguridad de ser escuchados. (Rezar un Avemaría)

Rosa Mística, Madre de Jesús, Reina del Santo Rosario y Madre de la Iglesia, Cuerpo Místico de Jesucristo. Te pedimos para el mundo destrozado por las discordias, el don de la unión, de la paz y de todas las gracias que pueden convertir los corazones de tantos hijos tuyos. (Rezar un Avemaría)

Rosa Mística, Madre de los apóstoles, haz florecer alrededor de los altares eucarísticos, numerosas vocaciones sacerdotales y religiosas, que con la santidad de su vida y el celo ardiente por las almas, puedan extender el Reino de tu Hijo Jesús por todo el mundo. Derrama, Oh Madre sobre nosotros tus dones celestiales. 

Salve, Oh Rosa Mística, Madre de la iglesia, ruega por nosotros.

IMÁGENES DE LAS LETANÍAS A LA VIRGEN MARÍA

























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