domingo, 6 de febrero de 2022

EL MUNDO SE UNIRÁ EN REZO DEL ROSARIO POR LOS ENFERMOS EN LA FIESTA DE LA VIRGEN DE LOURDES - 11 DE FEBRERO

 



El mundo se unirá en rezo del Rosario por los enfermos en la Fiesta de la Virgen de Lourdes

POR DAVID RAMOS | ACI Prensa




En una jornada de oración que unirá a diversos santuarios católicos del mundo, con ocasión de la Fiesta de la Virgen de Lourdes, se rezará especialmente por la salud de los enfermos.

La jornada de oración será dirigida por Ana Paula Morales, directora de Terra Sancta México, y Estrella Baz, miembro de Regnum Christi, el 11 de febrero a la 1:00 p.m. (hora del centro de México).

Desde el Santuario de Lourdes (Francia) participará el P. Mauricio Elías, mientras que el P. Gilberto Valdovinos lo hará desde el Santuario de la Quinta Aparición Guadalupana, en México.

El P. Juan María Solana rezará desde la Piscina de Betsaida en Tierra Santa, y Mons. Salvador Martínez Ávila, rector de la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en Ciudad de México, lo hará desde el santuario mariano.

Desde el Santuario de María Desatadora de Nudos, en Cancún (México), se sumará a la jornada de oración el P. Luis Pablo Garza.

Además, Mons. Roberto Yenny García, responsable de la Dimensión de Pastoral de la Salud de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), realizará una reflexión teológica y pastoral sobre los enfermos.

El evento es organizado por Terra Santa México junto a Magdala, Catholic.net, Desde la fe, Zenit, Regnum Christi y Unión de Voluntades.

Para sumarse a través de Catholic.net, puede ingresar a https://www.youtube.com/watch?v=6oQeJjn5s1s 

JESÚS, SIGNO DE CONTRADICCIÓN



 Jesús, signo de contradicción

Unos lo aceptarán gozosos, otros lo rechazarán. Pero seguir a Cristo es tener la luz en el alma, oponerse a El es vivir en tinieblas.

Por: P. Enrique Cases | Fuente: Catholic.net



Cristo predica la conversión y el arrepentimiento de los pecados, pero muchos se han quedado en prácticas externas y rutinarias de religiosidad.

Durante la Presentación de Jesús en el Templo, José y María escucharon unas sorprendentes palabras proféticas del anciano Simeón referidas a Jesús: «Puesto está para caída y levantamiento de muchos en Israel y para signo de contradicción; y una espada atravesará tu alma para que se descubran los pensamientos de muchos corazones» (Lc. 2, 34-35)

Estas palabras proféticas se cumplieron ampliamente a lo largo de la vida del Señor. Unos lo aceptarán gozosos, otros lo rechazarán. Cristo se convertirá en signo de contradicción en Israel, es decir, en ocasión de que se formen dos grupos bien diferenciados: los que le siguen y los que se oponen a él. Cristo hablará a las conciencias de los israelitas para que cumplan la ley de Dios con plenitud, y después les revelará su mensaje de salvación, que incluye la formación de un nuevo Pueblo de Dios más perfecto y espiritual.

Simeón después de decir que Cristo sería «signo de contradicción» añade que sería también «luz para iluminación de las gentes» Jesús afirmará de sí mismo: «Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no anda en tinieblas, sino que tendrá luz de vida» (Jn. 8, 12) Seguir a Cristo es poseer la luz en el alma; oponerse a El es vivir en tinieblas.

Al éxito del Señor al principio, ya que es aceptado por muchos como Mesías, sucede un enfrentamiento cada vez mayor con algunos israelitas, especialmente con los que detentan los poderes en Israel. La causa está en que Cristo predica la conversión y el arrepentimiento de los pecados y muchos de los poderosos se han quedado en prácticas externas y rutinarias de religiosidad, sin una auténtica fe que lleve a una vida de renuncia. Al ser recriminados por Jesús, no quieren rectificar.

Este enfrentamiento con el Señor tendrá muchos grados. Algunos se oponen a él fuertemente y con odio: es el caso de muchos fariseos, sacerdotes y escribas de Israel, que constituyen los estamentos más importantes. Otros, en un principio, le siguen, pero le abandonan cuando ven que los que detentan el poder se oponen a El. Los hay que le siguen en momentos difíciles, pero que también le abandonarán en el momento de la Pasión y Crucifixión.

San Juan, en el prólogo de su evangelio, explica con una imagen el rechazo de Jesús por el pueblo elegido: Jesús es la luz, pero las tinieblas no la recibieron (1, 4) Más claramente aún, dice: «Vino a los suyos, y los suyos no le recibieron» (1, 11)

Jesucristo es el Hijo de Dios, que visita un pueblo preparado durante siglos de revelación progresiva y lo que le debía resultar familiar, la presencia de Dios, no lo acepta.

En esto consiste el gran pecado de Israel, que representa a todos los hombres pecadores: el pueblo de la propiedad de Yavé, en vez de acoger la luz, intenta sofocarla.

El enfrentamiento de los fariseos y escribas con Jesús fue creciendo a medida que Jesús desarrollaba su predicación pública.

San Juan Bautista les había recriminado en diversas ocasiones su mala conducta diciéndoles: «Raza de víboras, ¿quién os ha enseñado a huir de la cólera que os espera? Haced, pues, frutos dignos de penitencia: y no comencéis a decir a vosotros mismos: tenemos por Padre a Abrahán; pues yo os digo que Dios puede hacer salir de estas piedras hijos de Abrahán. Ya está el hacha aplicada a la raíz de los árboles. Todo árbol que no produzca buen fruto va a ser cortado y arrojado al fuego» (Lc. 3, 7-8) Jesús aplicará estas mismas acusaciones a los fariseos cuando les dice: «Si tenéis un árbol bueno, su fruto será bueno. Si tenéis un árbol malo, su fruto será malo, porque el árbol se conoce por su fruto. Raza de víboras, ¿cómo podéis decir cosas buenas, si sois malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca» (Mt. 12, 33-34)

La mayoría de los que ejercían la autoridad en Israel no quisieron convertirse ni con Juan Bautista ni con Jesús, por eso: «Aunque había hecho tan grandes milagros en medio de ellos, no creían en El (...) Sin embargo, aun muchos de, los jefes creyeron en El, pero por causa de los fariseos no le confesaban, temiendo ser excluidos de la sinagoga, porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios» (Jn. 12, 37-43)

La razón última por la que los escribas y fariseos no reciben a Jesús como Mesías está en que han desfigurado la religión de Israel. La Palabra de Dios no ha entrado en su corazón transformándolo y convirtiéndolo. Por eso, se refugian en el mero cumplimiento externo de preceptos que han inventado los hombres y descuidan la justicia, la comprensión y la sinceridad de vida, resultando que dicen y no hacen, como les reprochará Jesús.

Y lo que es más grave, no sólo no entran en el Reino de los Cielos, sino que no dejan entrar a quienes verdaderamente quieren hacerlo, "porque ellos son los representantes oficiales de Dios (cfr. Mt. 23)

Se puede decir que ocultan y desfiguran el verdadero «rostro» de Dios, en vez de darlo a conocer. 

CONMOVEDORA PELÍCULA SOBRE LA PROMESAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS LLEGA A MÉXICO - ESTRENO 10 DE FEBRERO DE 2022

 



Conmovedora película sobre las promesas del Sagrado Corazón de Jesús llega a México

POR DAVID RAMOS | ACI Prensa



La película “Corazón ardiente”, sobre las promesas del Sagrado Corazón de Jesús, se estrenará en México el 10 de febrero.

“Corazón ardiente” llega a México de la mano del Festival Internacional de Cine Católico, a través de la cadena Cinemex.

En un comunicado, los productores señalaron que “la película, al mostrar la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, va guiando a los espectadores a conocer las apariciones y las promesas del Señor”.

“Además, se contempla cómo actualmente sigue vigente la acción milagrosa y de gracia del Sagrado Corazón de Jesús”.

En diálogo con ACI Prensa, Gaby Jácoba, directora del Festival Internacional de Cine Católico, destacó que “Corazón ardiente” se estrenará “en la mayoría de las ciudades de México”, por lo que alentó a llenar las salas “el primer fin de semana”.

“Es muy importante asistir el primer fin de semana para que la película se mantenga en cartelera, así que los invitamos a que sean embajadores del Sagrado Corazón de Jesús en su ciudad, en su familia, en su parroquia, en su comunidad, en su grupo de oración”, dijo.

Jácoba destacó que uno de los puntos claves de la película sobre el Sagrado Corazón de Jesús es “darlo a conocer, conocer su historia, conocer sus promesas, conocer la acción de hoy”.

El segundo punto, dijo, es “darlo a amar a los demás y salir nosotros mismos con el corazón inflamado, lleno del amor inmenso que Jesús tiene por cada uno de nosotros. Y que ese amor nos lleve a una transformación personal, y después ese amor llevarlo a los demás”.

La preventa de entradas para “Corazón ardiente” estará disponible en los próximos días a través del sitio web https://cinemex.com/proximamente/2606/corazon-ardiente. 

PAPA FRANCISCO: CON JESÚS SE NAVEGA POR EL MAR DE LA VIDA SIN MIEDO

 



 Papa Francisco: Con Jesús se navega por el mar de la vida sin miedo

POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI Prensa

 Foto: Vatican Media



Durante el rezo del Ángelus dominical este 6 de febrero, el Papa Francisco alentó a imitar al apóstol Pedro para abrir con generosidad las puertas de nuestra vida al Señor y anunciar el Evangelio al mundo.

Al comentar el pasaje del Evangelio de San Lucas en el que Jesús sube a la barca de San Pedro en las orillas del Mar de Galilea después de una mala noche de pesca, el Papa alentó a responder con confianza a Dios y a no dejarnos llevar por el desánimo.

“Lo mismo ocurre con nosotros: si acogemos al Señor en nuestra barca, podemos ir mar adentro. Con Jesús se navega por el mar de la vida sin miedo, sin ceder a la decepción cuando no se pesca nada, y sin ceder al ‘no hay nada más que hacer’”, advirtió.

En esta línea, el Santo Padre invitó a recordar que “Dios no quiere un crucero, le basta con una pobre barca ‘destartalada’, siempre que lo acojamos…” y añadió “eso sí, acogerlo, no interesa cuál barca, pero sí el acogerlo”.  

“Esto es lo que le gusta hacer al Señor, el Señor de las sorpresas, de los milagros en las sorpresas: subir a la barca de nuestra vida cuando no tenemos nada que ofrecerle; entrar en nuestros vacíos y llenarlos con su presencia; servirse de nuestra pobreza para proclamar su riqueza, de nuestras miserias para proclamar su misericordia”, explicó el Papa.

De este modo, el Santo Padre animó a cuestionarnos: “¿Lo dejamos entrar en la barca de nuestras vidas? ¿Ponemos a su disposición lo poco que tenemos?” y señaló que “a veces nos sentimos indignos de Él porque somos pecadores. Pero esta es una excusa que no le gusta al Señor, porque lo aleja de nosotros”.

Luego, el Papa recordó que el Señor “es el Dios de la cercanía, de la compasión, de la ternura y no busca el perfeccionismo, sino que busca la acogida” y agregó: “También a ti te dice: ‘Déjame subir a la barca de tu vida, tal como es’”.

“Siempre, tanto en la vida personal como en la vida de la Iglesia y de la sociedad, se puede hacer algo que sea hermoso y valiente. Siempre. Siempre podemos volver a empezar, el Señor siempre nos invita a volver a ponernos en juego porque Él abre nuevas posibilidades”, dijo el Papa.

Además, el Santo Padre subrayó que el hecho de que “Jesús sube a la barca de Simón para enseñar” es una invitación para nosotros también porque “cada día la barca de nuestra vida abandona la orilla de nuestro hogar para adentrarse en el mar de las actividades cotidianas; cada día intentamos ‘pescar mar adentro’, cultivar sueños, llevar adelante proyectos, vivir el amor en nuestras relaciones”.

Sin embargo, el Papa reconoció que “a menudo, como Pedro, experimentamos la ‘noche de las redes vacías’, la decepción de esforzarse tanto y no ver los resultados deseados” y exclamó: “¡Cuántas veces también nosotros nos quedamos con una sensación de derrota, mientras la decepción y la amargura surgen en nuestros corazones!”.

“¿Qué hace entonces el Señor? Elige subirse a nuestra barca. Desde allí quiere anunciar el Evangelio al mundo. Precisamente esa barca vacía, símbolo de nuestra incapacidad, se convierte en la ‘cátedra’ de Jesús, en el ‘púlpito’ desde el que proclama la Palabra”, señaló.

En este sentido, el Santo Padre destacó la generosidad y la confianza en Jesús de Pedro que “no se apoya en las estrategias de los pescadores, que conocía bien, sino en la novedad de Jesús. Ese asombro que lo movía a hacer lo que Jesús quería”.

“Aceptemos, pues, la invitación: ahuyentemos el pesimismo y la desconfianza y entremos mar adentro con Jesús. Incluso nuestra pequeña barca vacía será testigo de una pesca milagrosa”, concluyó el Papa.


A continuación, el Evangelio comentado por el Papa Francisco:

San Lucas 5, 1-11

1Estaba él a la orilla del lago Genesaret y la gente se agolpaba sobre él para oír la Palabra de Dios,2cuando vio dos barcas que estaban a la orilla del lago. Los pescadores habían bajado de ellas, y lavaban las redes.3Subiendo a una de las barcas, que era de Simón, le rogó que se alejara un poco de tierra; y, sentándose, enseñaba desde la barca a la muchedumbre.4Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: «Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar.»5Simón le respondió: «Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos pescado nada; pero, en tu palabra, echaré las redes.»6Y, haciéndolo así, pescaron gran cantidad de peces, de modo que las redes amenazaban romperse.7Hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que vinieran en su ayuda. Vinieron, pues, y llenaron tanto las dos barcas que casi se hundían.8Al verlo Simón Pedro, cayó a las rodillas de Jesús, diciendo: «Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre pecador.»9Pues el asombro se había apoderado de él y de cuantos con él estaban, a causa de los peces que habían pescado.10Y lo mismo de Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: «No temas. Desde ahora serás pescador de hombres.»11Llevaron a tierra las barcas y, dejándolo todo, le siguieron.

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 6 DE FEBRERO DE 2022



Domingo 5 (C) del tiempo ordinario

Domingo 6 de febrero de 2022



1ª Lectura (Is 6,1-2a.3-8): El año de la muerte del rey Ozías, vi al Señor sentado sobre un trono alto y excelso: la orla de su manto llenaba el templo. Junto a él estaban los serafines, y se gritaban uno a otro diciendo: «¡Santo, santo, santo es el Señor del universo, llena está la tierra de su gloria!». Temblaban las jambas y los umbrales al clamor de su voz, y el templo estaba lleno de humo. Yo dije: «Ay de mí, estoy perdido! Yo, hombre de labios impuros, que habito en medio de gente de labios impuros, he visto con mis ojos al Rey, Señor del universo». Uno de los seres de fuego voló hacia mí con un ascua en la mano, que había tomado de! altar con unas tenazas; la aplicó a mi boca y me dijo: «Al tocar esto tus labios, ha desaparecido tu culpa, está perdonado tu pecado». Entonces escuché la voz del Señor, que decía: «A quién enviaré? ¿Y quién irá por nosotros?». Contesté: «Aquí estoy, mándame».




Salmo responsorial: 137

R/. Delante de los ángeles tañeré para ti, Señor.

Te doy gracias, Señor, de todo corazón, porque escuchaste las palabras de mi boca; delante de los ángeles tañeré para ti; me postraré hacia tu santuario.


Daré gracias a tu nombre: por tu misericordia y tu lealtad, porque tu promesa supera tu fama. Cuando te invoqué, me escuchaste, acreciste el valor en mi alma.


Que te den gracias, Señor, los reyes de la tierra, al escuchar el oráculo de tu boca; canten los caminos del Señor, porque la gloria del Señor es grande.


Tu derecha me salva. El Señor completará sus favores conmigo. Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos.


2ª Lectura (1Cor 15,1-11): Os recuerdo, hermanos, el Evangelio que os anuncié y que vosotros aceptasteis, en el que además estáis fundados, y que os está salvando, si os mantenéis en la palabra que os anunciamos; de lo contrario, creísteis en vano.

Porque yo os transmití en primer lugar, lo que también yo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras; y que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; y que se apareció a Cefas y más tarde a los Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos juntos, la mayoría de los cuales vive todavía, otros han muerto; después se apareció a Santiago, más tarde a todos los apóstoles; por último, como a un aborto, se me apareció también a mí.

Porque yo soy el menor de los apóstoles y no soy digno de ser llamado apóstol, porque he perseguido a la Iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia para conmigo no se ha frustrado en mí. Antes bien, he trabajado más que todos ellos. Aunque no he sido yo, sino la gracia de Dios conmigo. Pues bien; tanto yo como ellos predicamos así, y así lo creísteis vosotros.



Versículo antes del Evangelio (Mt 4,19): Aleluya. Seguidme y os haré pescadores de hombres. Aleluya.


Texto del Evangelio (Lc 5,1-11): En una ocasión, Jesús estaba a la orilla del lago Genesaret y la gente se agolpaba sobre Él para oír la Palabra de Dios, cuando vio dos barcas que estaban a la orilla del lago. Los pescadores habían bajado de ellas, y lavaban las redes. Subiendo a una de las barcas, que era de Simón, le rogó que se alejara un poco de tierra; y, sentándose, enseñaba desde la barca a la muchedumbre. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: «Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar». Simón le respondió: «Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos pescado nada; pero, en tu palabra, echaré las redes». Y, haciéndolo así, pescaron gran cantidad de peces, de modo que las redes amenazaban romperse. Hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que vinieran en su ayuda. Vinieron, pues, y llenaron tanto las dos barcas que casi se hundían.

Al verlo Simón Pedro, cayó a las rodillas de Jesús, diciendo: «Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre pecador». Pues el asombro se había apoderado de él y de cuantos con él estaban, a causa de los peces que habían pescado. Y lo mismo de Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: «No temas. Desde ahora serás pescador de hombres». Llevaron a tierra las barcas y, dejándolo todo, le siguieron.



«En tu palabra, echaré las redes»

Rev. D. Blas RUIZ i López

(Ascó, Tarragona, España)



Hoy, el Evangelio nos ofrece el diálogo, sencillo y profundo a la vez, entre Jesús y Simón Pedro, diálogo que podríamos hacer nuestro: en medio de las aguas tempestuosas de este mundo, nos esforzamos por nadar contra corriente, buscando la buena pesca de un anuncio del Evangelio que obtenga una respuesta fructuosa...

Y es entonces cuando nos cae encima, indefectiblemente, la dura realidad; nuestras fuerzas no son suficientes. Necesitamos alguna cosa más: la confianza en la Palabra de aquel que nos ha prometido que nunca nos dejará solos. «Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos pescado nada; pero, en tu palabra, echaré las redes» (Lc 5,5). Esta respuesta de Pedro la podemos entender en relación con las palabras de María en las bodas de Caná: «Haced lo que Él os diga» (Jn 2,5). Y es en el cumplimiento confiado de la voluntad del Señor cuando nuestro trabajo resulta provechoso.

Y todo, a pesar de nuestra limitación de pecadores: «Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre pecador» (Lc 5,8). San Ireneo de Lyón descubre un aspecto pedagógico en el pecado: quien es consciente de su naturaleza pecadora es capaz de reconocer su condición de criatura, y este reconocimiento nos pone ante la evidencia de un Creador que nos supera.

Solamente quien, como Pedro, ha sabido aceptar su limitación, está en condiciones de aceptar que los frutos de su trabajo apostólico no son suyos, sino de Aquel de quien se ha servido como de un instrumento. El Señor llama a los Apóstoles a ser pescadores de hombres, pero el verdadero pescador es Él: el buen discípulo no es más que la red que recoge la pesca, y esta red solamente es efectiva si actúa como lo hicieron los Apóstoles: dejándolo todo y siguiendo al Señor (cf. Lc 5,11).  

FELIZ DOMINGO!!!





  

viernes, 4 de febrero de 2022

EXPLICACIÓN DE LA DEVOCIÓN DE LOS 5 PRIMEROS SÁBADOS DE MES



La devoción de los 5 primeros sábados: Un pedido de la Virgen de Fátima y el mismo Cristo

Redacción ACI Prensa

Daniel Ibañez (ACI Prensa)



Si bien puede considerarse como una devoción poco conocida, la Virgen de Fátima, y posteriormente el mismo Jesús, pidieron a Sor Lucía difundir la devoción de los cinco primeros sábados de mes en honor del Inmaculado Corazón de María.

Precisamente, contando desde esta semana, hay cinco primeros sábados hasta que se cumplan 103 años de la última de las apariciones de Fátima el 13 de octubre.

Esta devoción consiste en que cada primer sábado de mes, durante cinco meses seguidos, se realicen diversos actos de piedad con la intención de reparar los pecados contra el Inmaculado Corazón de María.

Aquí todo lo que debe saber sobre esta tradición.


¿Cómo practicar la devoción?

Los actos de piedad cada primer sábado de mes son: confesarse (de preferencia ese mismo día o unos días antes), comulgar, rezar el Rosario completo y hacerle compañía a María al menos quince minutos, meditando los misterios del Rosario.

¿Qué obtiene quien practique esta devoción?

La Virgen María promete a su hijo “asistirle en la hora de su muerte con las gracias necesarias para que pueda salvarse”, es decir, tener la posibilidad de no morir en pecado mortal. Esta devoción no es un “pase gratuito” para librarse del infierno a los que mueran sin arrepentirse.


¿Por qué en sábado?

Santo Tomás de Aquino decía que el sábado siguiente al Viernes Santo, la única que permaneció firme en su fe fue María, y por eso la Iglesia, para honrarla, le dedica ese día.


¿Por qué cinco sábados?

Jesús se le apareció a sor Lucía en la noche del 29 al 30 de mayo de 1930 y le explicó que “hay cinco tipos de ofensas y blasfemias pronunciadas contra el Inmaculado Corazón de María”.

La primera es en contra de su Inmaculada Concepción; segundo, contra su virginidad perpetua; tercero contra su maternidad divina, rehusando recibirla como Madre de la humanidad; en cuarto lugar, los que procuran infundir en los corazones de los niños, la indiferencia, el desprecio y hasta el odio hacia la Madre Inmaculada; y finalmente, los que la insultan directamente en sus sagradas imágenes.  

COLABORAR EN PROYECTO DIVINO

 



 Colaborar en proyecto divino


1)  Para saber

El gran inventor y científico Thomas Alba Edison, no fue muy buen estudiante, pero sus ganas de trabajar, su curiosidad bien orientada y su talento, lo llevaron al éxito. Inventó el telégrafo, mejoró el teléfono, creó el fonógrafo y la lámpara eléctrica, y muchos otros artefactos. Cuando le preguntaban cómo llevó a cabo todo ello, decía que la genialidad consiste en uno por ciento de inspiración y de 99 por ciento de trabajo. Hay que trabajar mucho, y eso es lo que hecho durante mi vida, concluía.

 

En sus acostumbradas Audiencias del miércoles, el Papa Francisco ha querido dedicar varias a reflexionar sobre San José. Comentaba que los evangelistas se refieren a él como el “carpintero” u “obrero de la madera”, quienes en los tiempos de Jesús también fabricaban arados y ayudaban en la construcción de las casas. Oficio duro y no bien remunerado. Jesús, que aprendió y ejerció el oficio de su padre, elevó y dignificó el trabajo humano.

 

2)  Para pensar

Louis Kahn, llamado el “Arquitecto de la luz”, de origen estonio, es uno de los arquitectos que más influyó en el siglo XX. Dedicó parte de su vida a la enseñanza. En sus clases, teniendo a su espalda imágenes de grandes construcciones, sostenía en su mano un ladrillo mientras preguntaba a sus alumnos: “¿Qué es esto?” Ante la respuesta de sus alumnos, les decía: “Incluso un ladrillo quiere ser algo más. Tiene ambiciones. Un simple y ordinario ladrillo quiere ser algo mejor que esto. Así debemos ser todos”. Grandes y hermosas construcciones son gracias a humildes y comunes ladrillos. Bastaría admirar los ladrillos maravillosamente dispuestos en el bosque de columnas de la Sala Hipóstila de la Gran Mezquita de Córdoba.

 

Nuestro trabajo o actividad, sea cual fuere, por humilde y común que sea, tiene una gran dignidad, pues como afirma San Josemaría Escrivá: “el trabajo es un don de Dios… es testimonio de la dignidad del hombre… es ocasión de desarrollo de la propia personalidad. Es vínculo de unión con los demás. Fuente de recursos para sostener a la propia familia; medio de contribuir a la mejora de la sociedad, en la que se vive, y el progreso de toda la Humanidad” (Es Cristo que pasa, n. 47).

 

3)  Para vivir

El trabajo es un componente esencial en la vida humana, y también camino de santificación. No se debe permitir que se convierta en motivo de injusticia social. El Papa Francisco mencionó que es hermoso pensar que Jesús mismo trabajó y aprendió este arte propio de san José. Nos invita a preguntarnos con qué espíritu lo hacemos, qué sentido le damos, cómo afrontamos el esfuerzo, si sabemos verlo como un servicio y ayuda a los demás.

 

Siempre será necesario recuperar el valor del trabajo, para que sea un derecho y deber fundamental de la persona, que expresa e incrementa su dignidad. El Papa quiso manifestar su solidaridad rezando por quienes sufren a causa del trabajo, personas explotadas o que no encuentran un trabajo digno. Invitó a recuperar el sentido del trabajo, como elemento esencial que dignifica al hombre y coopera a su santificación. Trabajar como lo hicieron José y Jesús, para que nos permita colaborar en un proyecto que, a fin de cuentas, es el proyecto de Dios.



(Pbro. José Martínez Colín)

PAPA FRANCISCO: LA MISERICORDIA DE DIOS ES MÁS GRANDE QUE NUESTROS LÍMITES Y PECADOS



Papa Francisco: La misericordia de Dios es más grande que nuestros límites y pecados

POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI Prensa

 Foto: Vatican Media




El Papa Francisco afirmó este viernes 4, en un encuentro con una fundación que atiende a personas marginadas, que “la misericordia de Dios es más grande” que los límites, errores y pecados que puede tener cada ser humano.

El Pontífice participó en el Vaticano este 4 de febrero en un conmovedor encuentro con un grupo de personas de la fundación “Casa del Espíritu y de las Artes” que impulsa proyectos a favor de las personas marginadas, entre ellas, en el mundo de la prisión, los migrantes y los jóvenes artistas.

“Gracias por ser una semilla de esperanza. Ustedes dan señales que se oponen a la cultura del descarte, que por desgracia está muy extendida. Por el contrario, están tratando de ‘construir, con las piedras descartadas’, una casa donde se respire un clima de amistad y fraternidad social”, dijo el Santo Padre.

En concreto, el Pontífice saludó y agradeció en particular a los refugiados que realizan trabajos de sastrería; a las personas con discapacidad que ayudan a preparar las hostias y construir violines; a las madres con sus hijos; a los músicos de una orquesta multiétnica y a un grupo de detenidos acompañados por el personal de la prisión.

“Los felicito por su trabajo. Son actividades artesanales y también tienen un valor simbólico cristiano: la preparación de las hostias para la celebración eucarística; la construcción de instrumentos musicales con maderas rescatadas de las barcas de los emigrantes; la carpintería, como San José y Jesús; la producción de vino, que es el símbolo de la fiesta, ¡recordemos las bodas de Caná!”, señaló el Papa.

Sin embargo, el Santo Padre reconoció que “no todo es fácil” porque “cada uno de nosotros tiene sus límites, sus errores y sus pecados. Todos nosotros”, pero recordó que “la misericordia de Dios es más grande, y si nos acogemos como hermanos y hermanas, Él nos perdona y nos ayuda a seguir adelante”.

“Gracias de nuevo y los animo a seguir su camino. Que la Virgen y San José los acompañen. Que siempre tengan entre ustedes y sus talleres el espíritu de la casa de Nazaret. Los bendigo con afecto. Y ustedes, por favor, no se olviden de rezar por mí. Gracias”, concluyó el Papa.

En enero de 2018, el Santo Padre bendijo las actividades de esta fundación que definió como “un único proyecto de misericordia”.

Según describe su web oficial, entre los proyectos que esta fundación promueve se encuentran talleres de producción de hostias en varios países del mundo, comedores para familias pobres, la construcción de instrumentos musicales con restos de barcas y una red de pequeñas orquestas.  

ORACIONES PARA EL PRIMER VIERNES DE FEBRERO 2022, SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS




 PRIMER VIERNES DEL MES DE FEBRERO 
DEDICADO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS




BREVE CONSIDERACIÓN.- Jesús habla a su sierva Margarita María de Alacoque: "Es tanta mi satisfacción al contemplar tu corazón, hija mía, que quisiera ponerme en su lugar y servirte Yo mismo de corazón.... Te irás, pues, sin corazón; el tuyo no saldrá jamás de aquí. Lo he de llenar con un bálsamo precioso, que alimentará el fuego del amor. Y todo cuanto sufras por mi causa, ponlo en mi Sagrado Corazón, a fin de que, por mi gracia, sirva de aceite de esa lámpara, y seas eternamente consumida, de esta suerte, por mi amor"





ORACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS 

Yo te suplico, Jesús mío, que no  me hagas conforme a la vida (la cual, según nuestros sentidos, es vida de muerte) que llevas en el Santísimo Sacramento, donde te haces obediente hasta el aniquilamiento a la sola voz del Sacerdote. Haz, Salvador mío, que en honra de tu obediencia y anonadamiento, sea yo también humilde y obediente por amor y para gloria de tu Sagrado Corazón.

Por Ti, Jesús, sacrifico mi libertad y mi propia voluntad a la tuya, y esto sin reservas. Detesto de todo corazón y renuncio  los respetos, repugnancias y desabrimientos que me sugiera  el amor prohibido, en cuanto me sea mandado o prohibido.

Este es el contrato que mi corazón hace con el tuyo,  !Oh Divino Jesús!, de obrar en todo por amor y con humildad, pues quiero vivir y morir en este ejercicio de amor perfecto. Suplícote que te hagas dueño de mi corazón y de cuanto pueda darte gloria en mí, en el tiempo y en la eternidad. Amén.

(Santa Margarita María de Alacoque.)


SEGUNDA PROMESA:
"Les daré mucha paz en sus familias"


(Recitemos las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús en gratitud a la promesa y para que se cumpla en nosotros...)

Bendigamos a Jesús por esta preciosa promesa, y  pidámosle la cumpla con todos sus apóstoles, recitando las Letanías del Sagrado Corazón de Jesús.
V: Señor, ten piedad de nosotros.
R: Señor, ten piedad de nosotros.
V: Cristo, ten piedad de nosotros.
R: Cristo, ten piedad de nosotros.
V: Señor, ten piedad de nosotros.
R: Señor, ten piedad de nosotros.
V: Cristo, óyenos.
R: Cristo, óyenos.
V: Cristo, escúchanos.
R: Cristo, escúchanos.

V: Dios, Padre celestial,
R: ten piedad de nosotros.
V: Dios Hijo, Redentor del mundo,
R: ten piedad de nosotros.
V: Dios Espíritu Santo,
R: ten piedad de nosotros.
V: Trinidad Santa, un solo Dios,

R: ten piedad de nosotros.

V: Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre.
R: Ten piedad de nosotros.
V: Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el
seno de la Virgen María, R/.
Corazón de Jesús, unido substancialmente al
Verbo de Dios, R/.
Corazón de Jesús, de majestad infinita, R/.
Corazón de Jesús, templo santo de Dios, R/.
Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo, R/.
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo, R/.
Corazón de Jesús, lleno de bondad y amor, R/.
Corazón de Jesús, hoguera ardiente de caridad, R/.
Corazón de Jesús, asilo de justicia y de amor, R/.
Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor, R/.
Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes, R/.
Corazón de Jesús, digno de toda alabanza, R/.
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones, R/.
Corazón de Jesús, en quien están todos los tesoros
de la sabiduría y la ciencia, R/.
Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud
de la divinidad, R/.
Corazón de Jesús, en quién el Padre halló sus
complacencias, R/.
Corazón de Jesús, en cuya plenitud todos hemos recibido, R/.
Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados, R/.
Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia, R/.
Corazón de Jesús, rico para todos los que te invocan, R/.
Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad, R/.
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados, R/.
Corazón de Jesús, despedazado por nuestros delitos, R/.
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte, R/.
Corazón de Jesús, traspasado por una lanza, R/.
Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra, R/.
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra, R/.
Corazón de Jesús, víctima de los pecadores, R/.
Corazón de Jesús, salvación de los que en Ti esperan, R/.
Corazón de Jesús, esperanza de los que en Ti mueren
y esperan, R/.
Corazón de Jesús, delicia de todos los santos, R/.

V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R: perdónanos, Señor.

V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R: óyenos, Señor.
V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R: ten piedad y misericordia de nosotros.
V: Jesús, manso y humilde de corazón,
R: haz nuestro corazón semejante al Tuyo.
V: Sagrado Corazón de Jesús,
R: en Vos confío.

V: Sagrado Corazón de María,
R: salvad el alma mía.

V: Jesús y María os quiero con toda mi alma,
R: salvad almas y salvad el alma mía.


UNA PALABRA DE MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE A SUS HERMANOS ASOCIADOS: "Así como Jesús está celoso de vuestro corazón, estadlo también vosotros del suyo ternísimo, amándole, como a nadie, en la tierra; y para probárselo, no perdaís jamás una sola Comunión, lo que regocijará grandemente al Amado, entristeciendo y confundiendo mucho al enemigo"

(UN PADRE NUESTRO Y AVEMARÍA POR LOS AGONIZANTES Y PECADORES)




ACTO DE CONSAGRACIÓN
SE SOR MARÍA DEL DIVINO CORAZÓN

Amabilísimo Jesús, yo me consagro de nuevo y sin reserva a tu Divino Corazón. Te consagro mi cuerpo con todos sus sentidos, mi alma con todas sus potencias y mi ser todo entero. Te consagro mis pensamientos, palabras, obras, todos mis sufrimientos y trabajos, todas mis esperanzas, consuelos y alegrías. Especialmente te consagro mi pobre corazón para que no ame sino a Ti y se consuma como víctima en las llamas de tu amor. Acepta, !oh Corazón divino!, el deseo que tengo de consolarte y de pertenecerte para simpre. Toma de tal manera posesión de mí, que yo no tenga otra libertad que la de amarte, ni otra vida que sufrir y morir por Ti. Pongo en Ti toda mi confianza, una confianza sin límites, y espero de tu misericordia infinita perdón de todos mis pecados. Deposito en tus manos todos mis intereses, principalmente el de mi salvación eterna.

Prometo amarte y honrarte hasta el último momento de mi vida, y ayudado de tu divina gracia, prometo propagar con celo ardiente el culto de tu Sacratísimo Corazón. !Oh divino Corazón de Jesús!, dispón de mí como te agrade, no quiero más recompensa que tu mayor gloria y tu santo amor. Concédeme la gracia de hacer mi morada en tu Sacratísimo Corazón; allí es donde quiero pasar los días de mi vida y exhalar mi último suspiro.

Haz también de mi  corazón tu morada y el lugar de tu reposo, para quedarnos así íntimamente unidos, hasta que un día pueda yo alabarte, amarte y poseerte por toda la eternidad y cantar para siempre las misericordias de tu dulcísimo Corazón. Amén


Corazón Divino de Jesús, ten misericordia de nosotros (Tres veces)

Corazón Inmaculado de María, ruega por nosotros.

San José, Ruega por nosotros.

Santa Margarita María de Alacoque, ruega por nosotros.  

BIENVENIDOS!!!





  

jueves, 3 de febrero de 2022

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 3 DE FEBRERO DE 2022

 



Jueves 4 del tiempo ordinario

Jueves 3 de febrero de 2022



1ª Lectura (1Re 2,1-4.10-12): Estando ya próximo a morir, David hizo estas recomendaciones a su hijo Salomón: «Yo emprendo el viaje de todos. ¡Ánimo, sé un hombre! Guarda las consignas del Señor, tu Dios, caminando por sus sendas, guardando sus preceptos, mandatos, decretos y normas, como están escritos en la ley de Moisés, para que tengas éxito en todas tus empresas, dondequiera que vayas; para que el Señor cumpla la promesa que me hizo: ‘Si tus hijos saben comportarse, caminando sinceramente en mi presencia, con todo el corazón y con toda el alma, no te faltará un descendiente en el trono de Israel’».

David fue a reunirse con sus antepasados y lo enterraron en la Ciudad de David. Reinó en Israel cuarenta años: siete en Hebrón y treinta y tres en Jerusalén. Salomón le sucedió en el trono, y su reino se consolidó.



Salmo responsorial: 1Cron

R/. Tú eres Señor del universo.

Bendito eres, Señor, Dios de nuestro padre Israel, por los siglos de los siglos.

Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder, la gloria, el esplendor, la majestad, porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra.

Tú eres rey y soberano de todo. De ti viene la riqueza y la gloria.

Tú eres Señor del universo, en tu mano está el poder y la fuerza, tú engrandeces y confortas a todos.


Versículo antes del Evangelio (Mc 1,15): Aleluya. Se ha acercado el Reino de Dios; creed al Evangelio. Aleluya.


Texto del Evangelio (Mc 6,7-13): En aquel tiempo, Jesús llamó a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus inmundos. Les ordenó que nada tomasen para el camino, fuera de un bastón: ni pan, ni alforja, ni calderilla en la faja; sino: «Calzados con sandalias y no vistáis dos túnicas». Y les dijo: «Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta marchar de allí. Si algún lugar no os recibe y no os escuchan, marchaos de allí sacudiendo el polvo de la planta de vuestros pies, en testimonio contra ellos». Y, yéndose de allí, predicaron que se convirtieran; expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.





«Jesús llamó a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos (...) Y, yéndose de allí, predicaron que se convirtieran»

+ Rev. D. Josep VALL i Mundó

(Barcelona, España)



Hoy, el Evangelio relata la primera de las misiones apostólicas. Cristo envía a los Doce a predicar, a curar todo tipo de enfermos y a preparar los caminos de la salvación definitiva. Ésta es la misión de la Iglesia, y también la de cada cristiano. El Concilio Vaticano II afirmó que «la vocación cristiana implica como tal la vocación al apostolado. Ningún miembro tiene una función pasiva. Por tanto, quien no se esforzara por el crecimiento del cuerpo sería, por ello mismo, inútil para toda la Iglesia como también para sí mismo»

El mundo actual necesita —como decía Gustave Thibon— un “suplemento de alma” para poderlo regenerar. Sólo Cristo con su doctrina es medicina para las enfermedades de todo el mundo. Éste tiene sus crisis. No se trata solamente de una parcial crisis moral, o de valores humanos: es una crisis de todo el conjunto. Y el término más preciso para definirla es el de una “crisis de alma”.

Los cristianos con la gracia y la doctrina de Jesús, nos encontramos en medio de las estructuras temporales para vivificarlas y ordenarlas hacia el Creador: «Que el mundo, por la predicación de la Iglesia, escuchando pueda creer, creyendo pueda esperar, y esperando pueda amar» (san Agustín). El cristiano no puede huir de este mundo. Tal como escribía Bernanos: «Nos has lanzado en medio de la masa, en medio de la multitud como levadura; reconquistaremos, palmo a palmo, el universo que el pecado nos ha arrebatado; Señor, te lo devolveremos tal como lo recibimos aquella primera mañana de los días, en todo su orden y en toda su santidad».

Uno de los secretos está en amar al mundo con toda el alma y vivir con amor la misión encomendada por Cristo a los Apóstoles y a todos nosotros. Con palabras de san Josemaría, «el apostolado es amor de Dios, que se desborda, con entrega de uno mismo a los otros (...). Y el afán de apostolado es la manifestación exacta, adecuada, necesaria, de la vida interior». Éste ha de ser nuestro testimonio cotidiano en medio de los hombres y a lo largo de todas las épocas. 

IMÁGENES DE JESÚS EUCARISTÍA














 

ORACIONES PARA LA NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE LOURDES, DEL 2 AL 10 DE FEBRERO

 



Novena a Nuestra Señora de Lourdes

Oraciones para cada día de la novena, la puedes hacer tantas veces desees, de manera especial los días previos a la festividad 

(2 al 10 de febrero)


Por: Devocionario católico | Fuente: www.devocionario.com



Tiempo atrás apenas era conocida en el mundo una población situada en la falda de los Pirineos; nadie la nombraba, permaneciendo en la oscuridad del olvido y entre las nieves que coronan sus montañas.

Pero ¡qué cambio más asombroso se ha verificado! Hoy su nombre corre de boca en boca, ha traspasado los montes, ha salvado las distancias, y es pronunciado con entusiasmo y amor en América como en Europa, en África como en Asia, y en la dilatada Oceanía, y singularmente en Filipinas. ¿Qué prodigio se ha obrado?

Era el once de febrero de mil ochocientos cincuenta y ocho, cuando una sencilla y humilde niña, por nombre Bernardita, al intentar pasar el Gave que corre al oeste de Lourdes para recoger, como su hermana María y otra amiga de ésta, un poco de leña, entre las sinuosidades de las rocas de Massabielle, oyó un ruido como de suave brisa, que lentamente agitaba las ramas de los árboles. Levanta su vista, y sus ojos no distinguen objeto alguno; se reproduce la agitación en las ramas y vuelve a mirar; a sus ojos aparece entonces una visión celestial. Una Señora rodeada de una claridad que brilla más que el sol, pero que ni daña ni ofusca como éste, sino que por el contrario atrae y admira; una Señora de incomparable hermosura, cubierta con un velo blanquísimo, mas que la nieve que se halla en la cima de las próximas colinas, y ceñida con un cinturón azul. Los pies de tan admirable hermosura descansan en la roca, rozando ligeramente el ramaje de un rosal silvestre, dejando ver sobre cada uno de ellos una rosa de oro. Sus manos cruzadas tenían un rosario, cuyas cuentas de alabastro, engarzadas con cadena de oro, se deslizaban entre sus dedos, guardando, sin embargo, un silencio misterioso. Los ojos de la excelsa Señora se habían fijado llenos de benignidad en la niña, que se hallaba asombrada, extasiada y como fuera de sí. Aquella hizo la señal de la cruz, y la niña entonces tomando su rosario, empezó a rezarlo, durando la visión celestial hasta que lo terminó; y concluido, la celestial Aparición volvió a la eterna morada, de donde había venido, dejando en pos de sí un rayo luminoso, que al poco tiempo también se desvaneció.




ORACIÓN INICIAL PARA CADA DÍA

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, creador y redentor mío, por ser Vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, a mí me pesa de todo corazón haberos ofendido, y propongo firmemente nunca más pecar, confesarme, cumplir la penitencia que me fuere impuesta y apartarme de todas las ocasiones de ofenderos. Os ofrezco mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y confío en vuestra bondad y misericordia infinita me los perdonaréis por los méritos de vuestra preciosísima sangre, pasión y muerte, y me daréis gracia para enmendarme y para perseverar en vuestro santo servicio hasta el fin de mi vida. Amén.

Rezar la oración del día correspondiente 

DÍA PRIMERO

Por la señal… Señor mío Jesucristo…


ORACIÓN. Reina Inmaculada que, apareciendo personalmente cual majestuosa Señora en la gruta de Lourdes, honrasteis con vuestra benigna mirada y con la comunicación de vuestros secretos a la pobre y enfermiza Bernardita, tanto menos estimada de los hombres por la falta de toda cultura, cuanto más acepta a Vos por el candor de su inocencia y el fervor de su devoción; obtened para nosotros la gracia de que, poniendo siempre nuestra gloria en hacernos gratos al Señor con una vida enteramente conforme a nuestros deberes, nos hagamos al mismo tiempo merecedores siempre de vuestras especiales bendiciones. Amén

Tres Avemarías y un Gloria. Pedir la gracia que se desea obtener con esta novena. Terminar con la oración final para todos los días.


ORACIÓN FINAL PARA CADA DÍA

Bajo vuestro amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no despreciáis nuestras súplicas en las necesidades, sino libradnos de todos los peligros, ¡oh siempre Virgen gloriosa y bendita!

V. Ruega por nosotros, ¡oh Virgen de Lourdes!

R. Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.

 ¡Oh Dios eterno y compasivo! Concédenos la gracia de vivir santa y cristianamente, venerando a la Virgen Santísima de Lourdes, para que seamos dignos de su intercesión en la vida y en la hora de la muerte Por Cristo Nuestro Señor. Amén.    


DÍA SEGUNDO

Por la señal… Señor mío Jesucristo…


ORACIÓN. ¡Oh Virgen de Lourdes, escogida por Dios para ser Madre de Jesús, Tesorera de las divinas gracias, refugio y abogada de los pecadores! Postrado humildemente a vuestros pies os suplico seáis mi guía y salud en este valle de lágrimas, porque nada puedo ni debo hacer sin Vos. Alcanzadme de vuestro divino hijo el perdón de mis pecados, la perseverancia en el bien y la salvación de mi alma, para ser eternamente feliz y dichoso en vuestra dulce compañía en las mansiones da la gloria. Amén.


Tres Avemarías y un Gloria. Pedir la gracia que se desea obtener con esta novena. Terminar con la oración final para todos los días.


ORACIÓN FINAL PARA CADA DÍA

Bajo vuestro amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no despreciáis nuestras súplicas en las necesidades, sino libradnos de todos los peligros, ¡oh siempre Virgen gloriosa y bendita!

V. Ruega por nosotros, ¡oh Virgen de Lourdes!

R. Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.

 ¡Oh Dios eterno y compasivo! Concédenos la gracia de vivir santa y cristianamente, venerando a la Virgen Santísima de Lourdes, para que seamos dignos de su intercesión en la vida y en la hora de la muerte Por Cristo Nuestro Señor. Amén. 


DÍA TERCERO

Por la señal… Señor mío Jesucristo…


ORACIÓN. ¡Oh Virgen de Lourdes y Madre mía, vida y esperanza de los huérfanos, áncora de los náufragos, salud de los enfermos y consuelo de los que agonizan y mueren! ¡Oh Madre mía! Después de Dios, Tú eres y serás. mi única esperanza en las tentaciones y peligros, en la vida y en la hora de mi muerte. No me dejes, ¡oh María! Amén.


Tres Avemarías y un Gloria. Pedir la gracia que se desea obtener con esta novena. Terminar con la oración final para todos los días.


ORACIÓN FINAL PARA CADA DÍA

Bajo vuestro amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no despreciáis nuestras súplicas en las necesidades, sino libradnos de todos los peligros, ¡oh siempre Virgen gloriosa y bendita!

V. Ruega por nosotros, ¡oh Virgen de Lourdes!

R. Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.

 ¡Oh Dios eterno y compasivo! Concédenos la gracia de vivir santa y cristianamente, venerando a la Virgen Santísima de Lourdes, para que seamos dignos de su intercesión en la vida y en la hora de la muerte Por Cristo Nuestro Señor. Amén. 


DÍA CUARTO

Por la señal… Señor mío Jesucristo…


ORACIÓN. ¡Oh Virgen purísima de Lourdes, vida de mi alma, alivio de mis penas, suavidad y dulzura de mis aflicciones! A las puertas de vuestro corazón, ¡oh Madre mía!, llama este pecador enfermo, cuyo dolor, en este momento, es tan grande como sus pecados; compadeceos de él, no le desechéis, miradle con ojos de compasión. Sanadle, como Jesús a los leprosos. Curadme para que alabe a Dios eternamente. Amén.


Tres Avemarías y un Gloria. Pedir la gracia que se desea obtener con esta novena. Terminar con la oración final para todos los días.


ORACIÓN FINAL PARA CADA DÍA

Bajo vuestro amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no despreciáis nuestras súplicas en las necesidades, sino libradnos de todos los peligros, ¡oh siempre Virgen gloriosa y bendita!

V. Ruega por nosotros, ¡oh Virgen de Lourdes!

R. Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.

 ¡Oh Dios eterno y compasivo! Concédenos la gracia de vivir santa y cristianamente, venerando a la Virgen Santísima de Lourdes, para que seamos dignos de su intercesión en la vida y en la hora de la muerte Por Cristo Nuestro Señor. Amén. 


DÍA QUINTO

Por la señal… Señor mío Jesucristo…


ORACIÓN. ¡Oh Virgen de Lourdes y Reina de los ángeles, en cuyos ojos centellea la fe que abrasa vuestro espíritu! Enseñadme a creer; pero a creer obrando, porque la fe sin obras es muerta; y llenos de creyentes, que no obraron conforme a sus creencias, están los calabozos del infierno. Ayudadme a creer la palabra divina y a obrar como Dios y la Iglesia me mandan creer y obrar; pues la fe es luz y antorcha que ilumina mi alma y la conduce por la senda de la eterna bienaventuranza. Amén.


Tres Avemarías y un Gloria. Pedir la gracia que se desea obtener con esta novena. Terminar con la oración final para todos los días.


ORACIÓN FINAL PARA CADA DÍA

Bajo vuestro amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no despreciáis nuestras súplicas en las necesidades, sino libradnos de todos los peligros, ¡oh siempre Virgen gloriosa y bendita!

V. Ruega por nosotros, ¡oh Virgen de Lourdes!

R. Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.

 ¡Oh Dios eterno y compasivo! Concédenos la gracia de vivir santa y cristianamente, venerando a la Virgen Santísima de Lourdes, para que seamos dignos de su intercesión en la vida y en la hora de la muerte Por Cristo Nuestro Señor. Amén. 


DÍA SEXTO

Por la señal… Señor mío Jesucristo…


ORACIÓN. ¡Oh Virgen de Lourdes y Virgen de las vírgenes, azucena candidísima, tórtola inmaculada, paloma sin hiel! Vos, que fuisteis concebida sin pecado; Vos, que tanto amáis la castidad y tanto queréis a vuestros hijos, tened compasión de mí y libradme de esta ponzoñosa concupiscencia que me sumerge en un mar de pecados. Alcanzadme de vuestro Hijo la gracia de la castidad para vivir en la tierra como los ángeles del cielo. Amén.


Tres Avemarías y un Gloria. Pedir la gracia que se desea obtener con esta novena. Terminar con la oración final para todos los días.


ORACIÓN FINAL PARA CADA DÍA

Bajo vuestro amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no despreciáis nuestras súplicas en las necesidades, sino libradnos de todos los peligros, ¡oh siempre Virgen gloriosa y bendita!

V. Ruega por nosotros, ¡oh Virgen de Lourdes!

R. Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.

 ¡Oh Dios eterno y compasivo! Concédenos la gracia de vivir santa y cristianamente, venerando a la Virgen Santísima de Lourdes, para que seamos dignos de su intercesión en la vida y en la hora de la muerte Por Cristo Nuestro Señor. Amén. 


DÍA SÉPTIMO

Por la señal… Señor mío Jesucristo…


ORACIÓN. ¡Oh Virgen de Lourdes y soberana Emperatriz de los cielos, que, por amor a la pobreza, os sujetasteis a todas las privaciones y escaseces de los pobres de espíritu!, enseñadme a despreciar las demasías y regalos, e inspiradme amor y compasión a los pobres para conseguir con la limosna el reino de los cielos. Amén.


Tres Avemarías y un Gloria. Pedir la gracia que se desea obtener con esta novena. Terminar con la oración final para todos los días.


ORACIÓN FINAL PARA CADA DÍA

Bajo vuestro amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no despreciáis nuestras súplicas en las necesidades, sino libradnos de todos los peligros, ¡oh siempre Virgen gloriosa y bendita!

V. Ruega por nosotros, ¡oh Virgen de Lourdes!

R. Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.

 ¡Oh Dios eterno y compasivo! Concédenos la gracia de vivir santa y cristianamente, venerando a la Virgen Santísima de Lourdes, para que seamos dignos de su intercesión en la vida y en la hora de la muerte Por Cristo Nuestro Señor. Amén. 


DÍA OCTAVO

Por la señal… Señor mío Jesucristo…


ORACIÓN. ¡Oh Virgen de Lourdes, ejemplar sublime de obediencia, que hacíéndoos esclava del Señor y humillándoos hasta vivir sin propia voluntad, merecisteis os llamasen bendita todas las generaciones! Enseñadme y ayudadme, como a la niña Bernardita, a ser obediente hasta la muerte, porque la obediencia es mejor que los sacrificios, y el que sigue obedeciendo a Dios conseguirá llegar hasta el cielo. Amén.


Tres Avemarías y un Gloria. Pedir la gracia que se desea obtener con esta novena. Terminar con la oración final para todos los días.


ORACIÓN FINAL PARA CADA DÍA

Bajo vuestro amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no despreciáis nuestras súplicas en las necesidades, sino libradnos de todos los peligros, ¡oh siempre Virgen gloriosa y bendita!

V. Ruega por nosotros, ¡oh Virgen de Lourdes!

R. Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.

 ¡Oh Dios eterno y compasivo! Concédenos la gracia de vivir santa y cristianamente, venerando a la Virgen Santísima de Lourdes, para que seamos dignos de su intercesión en la vida y en la hora de la muerte Por Cristo Nuestro Señor. Amén. 


DÍA NOVENO

Por la señal… Señor mío Jesucristo…


ORACIÓN. ¡Oh Virgen de Lourdes, Reina de los mártires y consuelo de los afligidos! Por la heroica paciencia que resplandeció en todos los actos de vuestra vida mortal, desde Belén al Calvario, desde la Profecía de Simeón hasta que os arrancaron de los brazos el cadáver ensangrentado de vuestro divino Hijo, tened misericordia de mí y ayudadme a sobrellevar con cristiana resignación el peso de las cruces que el Señor tenga a bien enviarme, para labrar mi eterna felicidad en la gloria y vivir en vuestra dulce compañía por todos los siglos. Amén.


Tres Avemarías y un Gloria. Pedir la gracia que se desea obtener con esta novena. Terminar con la oración final para todos los días.


ORACIÓN FINAL PARA CADA DÍA

Bajo vuestro amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no despreciáis nuestras súplicas en las necesidades, sino libradnos de todos los peligros, ¡oh siempre Virgen gloriosa y bendita!

V. Ruega por nosotros, ¡oh Virgen de Lourdes!

R. Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.

 ¡Oh Dios eterno y compasivo! Concédenos la gracia de vivir santa y cristianamente, venerando a la Virgen Santísima de Lourdes, para que seamos dignos de su intercesión en la vida y en la hora de la muerte Por Cristo Nuestro Señor. Amén. 

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