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domingo, 6 de octubre de 2013

ENSÉÑANOS, MARÍA A ACEPTAR SIN PREGUNTAR

Autor: P Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net
Enséñanos, María a aceptar sin preguntar
Meditaciones del Rosario. Quinto Misterio de Gozo. Jesús perdido y hallado en el templo.
 
Enséñanos, María a aceptar sin preguntar

¡Qué prueba tan dolorosa! Prepárate, Madre, para la hora del Calvario. Ahí lo perdiste por tres días terribles; pero lo recuperaste entero. Allí te lo matarán a mordiscos todos los pecados de los hombres, como rabiosos lobos. Al final, cuando pudiste recoger lo que quedaba de tu Hijo; era un muerto y un cadáver destruido desde la cabeza a los pies; la cabeza rota por las hondas espinas; la cara desfigurada por las bofetadas; el pecho y la espalada aradas por los latigazos; las manos y pies horadados por los clavos: el corazón partido por una lanza.

Perdido y hallado. Perdido y no encontrado en el callejón lóbrego de la muerte. Perdido y hallado vivo. Perdido y hallado muerto, destinado solo para el sepulcro. Y ahí terminó la muerte; en un sepulcro pétreo que impedirá acercarse a los restos del amado hijo,

Prepararnos a las separaciones. Vivir un cierto tiempo es separarse de algunas personas. Vivir un trecho más es separarse de más seres. Durar más tiempo es separarse uno de los que me sobreviven. Cada separación es un desgarrón. Uno muere al final desgarrado y desgarrando a alguien más.

¿Por qué me buscabais? La pregunta que toca la herida abierta, haciéndola sangrar. María sangraba por aquella herida de su corazón. El doloroso por qué de María quedó acallado con el misterioso por qué del Hijo. María sabía que aquel hijo sería cada vez menos de Ella y más del Padre y de todos. María aceptó del desgarrón del hijo que se va de la casa, por ley de la vida, en este caso por ley divina. Pero aceptó sangrando.

María conservaba todas estas cosas en su corazón.
Su corazón sangraba. Con oración y obediencia la curaba pero al mismo tiempo la abría,, porque esa herida nunca se cerró. Y de pronto un día, en el Calvario se abrió completamente y sangró a torrentes. Sólo en el cielo se ha cerrado del todo aquella herida, María ya no pregunta más; ha recibido todas las respuestas y una corona eterna por no haber preguntado indiscretamente sobre los misterios que le rodeaban.

Enséñanos, María a aceptar sin preguntar, hasta que Dios quiera ofrecernos su respuesta. Al final, todos diremos que Dios tuvo la razón, para que nuestra fe fuera meritoria.



  • Preguntas o comentarios al autor
  • P. Mariano de Blas LC 

    jueves, 3 de octubre de 2013

    AMA A LOS HOMBRES - MEDITACIÓN 03 DE OCTUBRE



    MEDITACIÓN 03 DE OCTUBRE
    AMA A LOS HOMBRES
    3 de octubre  


    Autor: Phil Bosmans

    A las cosas puedes tratarlas sin amor. Puedes derribar un árbol, arrancar una mata. Puedes romper un vaso, tumbar una silla...
    A las cosas puedes tratarlas de cualquier forma, aunque no te sea del todo indiferente ver pisotear una flor.
    A los hombres puedes "manejarlos" solamente con amor.
    Si no eres capaz de amar a los hombres, quédate sentado en tu rincón y ocúpate de ti mismo o de cosas fútiles y sin vida.
    Pero deja en paz a la gente.
    Quizás trabajas en la administración, ves únicamente papeles, formularios o números y nunca se te ocurre pensar en el ser humano que tienes delante. Trabajas en una oficina, en una escuela, en una fábrica o en una tienda y en todo el día no encuentras hombres, sólo máquinas parlantes.
    Detrás de cada rostro busca al hombre.
    Ama al hombre, sea alto o bajo, guapo o feo, alegre o serio, amable o antipático, feliz o desgraciado.
    Tu amor le hará bien.
    Tú también sabes reconocer si alguien se interesa en ti 
    por amor o por otras razones.
    Si uno te aprecia, es atento y afectuoso.
    Te hace pasar un momento agradable.
    Lo mismo sucede con las personas con las que tú tienes que tratar.

    ¿Quién necesita de nuestro afecto y de nuestra simpatía?
    ¿Quién es maltratado desde nuestras actitudes?

    Un Ave María para que seamos más comprensivos los unos con los otros

    NO HE VENIDO A SER SERVIDA SINO A SERVIR

    Autor: P. Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net
    No he venido a ser servida sino a servir
    Meditaciones del Rosario. Segundo Misterio de Gozo. La Visita de la Virgen a su prima Isabel.
     
    No he venido a ser servida sino a servir
    Estamos en Octubre, mes dedicado al Rosario, una hermosa oración que, acompañados de la Virgen, recorremos el camino de Jesús.
    Durante este mes, como cada año, publicaremos estas sencillas meditaciones de cada misterio del rosario, para profundizar y rezarlo con más alegría.


    ____________________________

    De tal palo tal astilla, o de tal astilla tal palo. El hijo y la madre tan parecidos, no sólo en la cara sino en la vida. Dos vidas paralelas.

    Dos personas que vinieron a inaugurar una nueva forma de vivir: No la del egoísmo, sino la de la generosidad y la entrega. El que no vive para servir, no sirve para vivir.

    María es un sí a Dios, un sí a Jesús y un sí a los hombres.

    Un sí a Dios: Hágase en mí según tu palabra. Pero no una vez o por un rato, sino en todas las oportunidades y siempre. María el encanto de Dios. Mirarla es sonreír. La única criatura que ha agradado a en todo y siempre a Dios. Hermana nuestra, intercesora, pararrayos. Nuestra raza ha producido monstruos horrendos. Pero la figura de María le cura a Dios de todas las heridas que le provocan los hombres.

    Un sí a Jesús: Soy tu madre, tu compañera, tu sostén hasta la muerte. Lo tuvo en brazos cuando era un bebé desvalido, lo defendió de la espada de Herodes, lo acompañó en su vida pública con su oración y fortaleza: Jesús hombre, el Siervo de Yahvé incomprendido se cobijó a la sombra reconfortante de María, encontrando el único alivio en la tierra, porque su padre lo “abandonó en la tierra”. “Dios mío, Dios Mío, ¿por qué me has abandonado?”

    María cuidó de un hijo de Dios “abandonado” por el Padre y perseguido por los hombres. Es difícil imaginar hasta qué punto María ayudó a Jesús hombre en su dura travesía por la tierra. Le acompañó en la cuesta más dura, en el último trecho hacia el Calvario. María supo sostener con su oración y su presencia y con todo el amor de una madre a un dios semiagonizante que sudaba sangre en Gethsemaní. Y dio aliento a su hijo Dios crucificado para que terminara de entregar su vida por os hombres. En el templo lo entregó de niño en sus brazos. En el Calvario lo entrego de hombre en sus mismos brazos. “Padre, te ofrezco lo que queda de mi hijo en altar destruido de mi corazón de madre”.

    Jesús murió en el lecho duro de la cruz. Pero cobijado por el amor y el abrazo heroico de María. Retuvo en sus ojos un mar de llanto con la compuerta de su fortaleza, para no herir más al herido de muerte.

    Cuando Jesús expiró, se rompieron los diques y María se convirtió en un mar de lágrimas. Jesús da gracias a María por haberlo ayudado a subir al Gólgota, por haberlo ayudado a morir como un crucificado. En la cruz no quedaba nada de la omnipotencia de Dios y nada de la dignidad del hombre. Era la aniquilación total. Jesús no hubiera podido sólo. Quiso necesitar la ayuda de María no sólo para nacer, sino para morir. Fue corredentora porque ayudo al Redentor a redimirnos.

    Un sí a los hombres: No sabemos lo que le debemos a Dios. Ni sabemos lo que le debemos a María. Somos muy desagradecidos por ser muy ignorantes de tanto amor. “Ahí tienes a tu hijo, a tus hijos. No te dé pena de cómo son. Ámalos y cuídalos, como si fuera yo mismos”. María ha tomado en serio como al mismo Dios el cuidar de ti y de mí. No cabe duda que uno de los momentos en que Dios me ha amado más es cuando me dijo: Ahí tienes a tu madre. Desde entonces hay un amor en mi vida, el más puro, el menos merecido el de la madre más maravillosa. El corazón que amó a Dios me a mí como madre. ¡Bendito el momento en que esto empezó a suceder!. La madre de Dios es mi madre.

    Ella me sostiene con su oración y amor a lo largo de mi vida, en mis problemas y sufrimientos y en la hora de mi muerte
    Si servir hace felices, María fue la mujer más feliz, porque fue la mejor servidora. El método ha funcionado siempre, igual que el del egoísmo jamás ha funcionado ni funcionará. El de servir al prójimo crea hombres y mujeres felices. Se sirve rezando por los infelices; se sirve sufriendo por los pecadores; se sirve dedicando tiempo, mi tiempo, al apostolado; se sirve dando algo mío, y se sirve, sobre todo, dándose a sí mismo con amor al prójimo.

    Donde está María las personas y las cosas cambian

    Nazareth es un pueblo bendito por Ella y por Jesús y José. ¡Qué trilogía! Nunca tan pocos han hecho tanto por toda la humanidad. La casa de Zacarías no fue la misma desde que en ella se hospedó María. El nivel de gozo y serenidad subió al máximo. La boda de Caná, que hubiera acabado en un naufragio por escasez de vino, terminó siendo la boda más feliz, donde se sirvió el vino mejor del mundo. Por Ella. La vida de Jesús en este mundo hubiera sido insoportable sin Ella. Pero la vida de Jesús, la dura vida terrena del Hijo de Dios fue maravillosamente soportable por aquella flor de Nazareth.

    La vida de un cristiano, la tuya, la mía es muy diferente: amable, dulce, llevadera, cuando María convierte nuestra pobre agua en dulce vino. María es la alegría de vivir para quien la toma simplemente en serio. Invito desde aquí a todos los tristes, pesimistas, amargados a que toquen a la puerta de María. Verán renacer la esperanza.

    Y amar a María es la cosa más sencilla, más dulce, más inefable. El primer mandamiento de “amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón...” podríamos adaptarlo así:”Amarás a María, tu Madre, una milésima menos de la que amas a Dios”.

    Bendita tú que has creído...

    Tu fe gigantesca borra la incredulidad aterradora de millones de ateos e incrédulos. Y Dios lo sabe, lo mide. Bendita por ti y bendita por nosotros, que tanto tenemos la cerrazón de Tomás. Tú dijiste, antes que él, sin pedir tocar ni ver:”Señor mío y Dios mío”, cuando aquel Dios era sólo un puñadito de células en tu seno.

    Jesús diría a Tomás y a todos los incrédulos: “Dichosos los que sin ver creyeron”. En aquel momento la alabanza era para ti y para Juan. Después sería para todos los creyentes. Dichoso el que sigue creyendo en la Eucaristía, en la Iglesia, en Jesús, en María.

    Creer es un acto de amor y confianza en el amado; no en lo que yo veo o palpo o discurro, sino en su palabra. Creer es fiarse, es amar, es entregarse sin agarraderas. La fe fue toda tu vida la estrella polar. La fe te salvó de la desesperanza y del orgullo; de la rutina y del cansancio. La fe es la victoria que vence al mundo. Tú eres la mujer vencedora por excelencia.


    Mi alma glorifica al Señor...

    Debías cantar muy bellamente. Me gustaría oírte cantar uno de tus canciones favoritas, el Magnificat con el alma encendida de amor y gratitud a tu Creador. Sabías agradecer: Te nacía del alma como fuente a flor de corazón. Sabías ser humilde: Eras la humildad encarnada y transparente. Conocías tu grandeza, pero sabías que era regalo, y así lo proclamas: “Soy grande, andaré boca de todas las generaciones, porque Él es bueno y grande”. Yo sé que das las gracias a quien te reza un avemaría.

    Te llamas esclava, palabra sublime de amor. Ser esclavo del amado representa la plena disponibilidad, el sí total; por eso al llamarte esclava te declarabas totalmente a las órdenes de tu amado, Dios.

    Del amor hiciste tu identidad. Te podemos llamar Amor como san Juan llamaba a Dios. De amor llenaste la vida, y, así, esa vida se tornó maravillosa como todo lo que toca el amor. De amor viviste , y de amor moriste. Y de amor vivirás eternamente en el cielo; enamorada para siempre de tu Dios y enamorada de tus pequeños. Enséñanos a amar, a vivir de amor como tú.



  • Preguntas o comentarios al autor
  • P. Mariano de Blas LC 

    miércoles, 2 de octubre de 2013

    ABANDONARSE EN DIOS, MEDITACIÓN 2 DE OCTUBRE


    Meditaciones del Mes de Octubre, Mes del Santo Rosario
    ABANDONARSE EN DIOS
    2 de octubre  



    Yo me abandono ¡oh Dios! en tus manos.
    Toma este barro y trabájalo como arcilla
    entre las manos del alfarero
    dale una forma y después, rómpela,
    si quieres como es despedazada la vida de tantos hermanos.
    Pide, ordena ¿Qué quieres que haga?
    ¿Qué quieres que no haga?
    Ensalzado o humillado, perseguido,
    incomprendido, calumniado,
    alegre o triste, o inútil para todo,
    sólo diré, a ejemplo de tu Madre:
    “Hágase en mí según tu palabra”.
    Dame el amor por excelencia,
    el amor de la cruz.
    Pero no de las cruces heroicas
    que podrían nutrir mi vanidad,
    sino de las cruces vulgares que, sin embargo,
    llevo con repugnancia.
    De esas que se encuentran cada día en la contradicción,
    en el olvido, en los juicios falsos,
    en la frialdad del alma,
    en los desaires y desprecios de los demás;
    en el malestar y defectos del cuerpo,
    en la oscuridad de la mente y en el silencio y aridez del corazón.
    Entonces sólo Tú sabrás que te amo,
    aunque ni yo lo sepa, con eso me basta.

    ¿En qué me resisto a Dios?
    Un Ave María para que nos dejemos conducir por el Señor

    martes, 1 de octubre de 2013

    ABECEDARIO CRISTIANO - MEDITACIÓN 1 DE OCTUBRE


    Meditaciones del Mes de Octubre, Mes del Santo Rosario
    ABECEDARIO CRISTIANO
    1 De octubre  


    A-laba a Dios en cada circunstancia de la vida 
    B-usca la excelencia, no la perfección. 
    C-uenta tus bendiciones en vez de sumar tus penas. 
    D-evuelve todo lo que tomes prestado. 
    E-ncomienda a tres personas cada día 
    F-iate de Dios de todo corazón y no confíes en tu propia inteligencia 
    G-ózate con los que se gozan y llora con los que lloran. 
    H-az nuevos amigos pero aprecia a los que ya tienes. 
    I-nvita a Cristo a ser tu Señor y Salvador. 
    J-amas pierdas una oportunidad de expresar amor. 
    L-ee tu Biblia y ora cada día. 
    M-antente alerta a las necesidades de tu prójimo. 
    N-o culpes a los demás por tus infortunios. 
    O-lvida las ofensas y perdona así como Dios te perdona . 
    P-romete todo lo que quieras; pero cumple todo lo que prometes. 
    Q-ue se te conozca como una persona en quien se puede confiar. 
    R-econoce que no eres infalible y discúlpate por tus errores. 
    S-é la persona más amable y entusiasta que conoces. 
    T-rata a todos como quisieras que te traten. 
    U-nete al ejército de los agradecidos. 
    V-ístete de misericordia, humildad y paciencia. 
    Y- no te olvides de soportar a los demás como a ti te soportan. 
    Z-áfate de las garras seductoras de Satanás.

    ¿Qué letra del abecedario cristiano, me sobra o me hace falta?

    Un Ave María a la Virgen por los que han olvidado que, como todo ser humano, son limitados y débiles.

    viernes, 27 de septiembre de 2013

    EXCELENCIA DEL SANTO ROSARIO


    Excelencia del Santo Rosario

    A lo largo de los siglos los Papas han fomentado la pía devoción del rezo del rosario y le han otorgado indulgencias.

    Dijo Nuestro Señor: "Donde dos o tres estén reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt 18:20). El rosario en familia es algo maravilloso. Es un modo práctico de fortalecer la unidad de la vida familiar. Es una oración al alcance de todos. Los Papas, especialmente los más recientes, han hecho gran énfasis sobre la importancia del rosario en familia.

    El Papa dominico, San Pío V (1566 - 1572) dio el encargo a su congregación de propagar el santo rosario.  Muchos Papas han sido grandes devotos del rosario y lo han propagado con profunda convicción y confianza.

    Su Santidad León XIII escribió doce encíclicas referentes al rosario.  Insistió en el rezo del rosario en familia, consagró el mes de octubre al rosario e insertó el título de "Reina del Santísimo Rosario" en la Letanía de la Virgen. Por todo esto mereció el título de "El Papa del Rosario"

    Todos los Papas del siglo XX han sido muy devotos del Santo Rosario.

    Su Santidad Juan Pablo II nos insiste en el rezo del Santo Rosario. Recen en familia, en grupos. Recen en privado. Inviten a todos a rezar. No tengan miedo de compartir la fe. Nada mas importante. El mundo está en crisis. Nuestras fuerzas humanas no son suficientes. La victoria vendrá una vez mas por la Virgen María. Es la victoria de su Hijo, el Señor Rey del Universo: Jesucristo.

    Un gran apóstol del rosario en familia es el Padre Patrick Peyton, quién llevó a cabo los primeros planes para que se hiciera una cruzada a nivel mundial del rosario en familia en el Holy Cross College, Washington D.C., en enero de 1942. Hizo esta cruzada en acción de gracias a María Santísima por la restauración de su salud. De una forma maravillosa la cruzada se propagó por todo el mundo con el lema: "La familia que reza unida, permanece unida".

    Recomendado por la Virgen en diversas apariciones
    A la Virgen María le encanta el rosario. Es la oración de los sencillos y de los grandes. Es tan simple, que está al alcance de todos; se puede rezar en cualquier parte y a cualquier hora. El rosario honra a Dios y a la Santísima Virgen de un modo especial. La Virgen llevaba un rosario en la mano cuando se le apareció a Bernardita en Lourdes. Cuando se les apareció a los tres pastorcitos en Fátima, también tenía un rosario. Fue en Fátima donde ella misma se identificó con el título de "La Señora del Rosario".

    LAS PROMESAS DE LA VIRGEN MARÍA A LOS QUE RECEN EL SANTO ROSARIO


    Las promesas de la Virgen María  a los que 
    recen el Santo Rosario

    Un creciente número de hombres se unió a la obra apostólica de Domingo y, con la aprobación del Santo Padre, Domingo formó la Orden de Predicadores (mas conocidos como Dominicos). Con gran celo predicaban, enseñaban y los frutos de conversión crecían. A medida que la orden crecía, se extendieron a diferentes países como misioneros para la gloria de Dios y de la Virgen.

    El rosario se mantuvo como la oración predilecta durante casi dos siglos. Cuando la devoción empezó a disminuir, la Virgen se apareció a Alano de la Rupe y le dijo que reviviera dicha devoción. La Virgen le dijo también que se necesitarían volúmenes inmensos para registrar todos los milagros logrados por medio del rosario y reiteró las promesas dadas a Sto. Domingo referentes al rosario.

    Promesas de Nuestra Señora, Reina del Rosario, tomadas de los escritos del Beato Alano:

    1. Quien rece constantemente mi Rosario, recibirá cualquier gracia que me pida.
    2. Prometo mi especialísima protección y grandes beneficios a los que devotamente recen mi Rosario. 
    3. El Rosario es el escudo contra el infierno, destruye el vicio, libra de los pecados y abate las herejías.
    4. El Rosario hace germinar las virtudes para que las almas consigan la misericordia divina. Sustituye en el corazón de los hombres el amor del mundo con el amor de Dios y los eleva a desear las cosas celestiales y eternas.
    5. El alma que se me encomiende por el Rosario no perecerá.
    6. El que con devoción rece mi Rosario, considerando sus sagrados misterios, no se verá oprimido por la desgracia, ni morirá de muerte desgraciada, se convertirá si es pecador, perseverará en gracia si es justo y, en todo caso será admitido a la vida eterna.
    7. Los verdaderos devotos de mi Rosario no morirán sin los Sacramentos.
    8. Todos los que rezan mi Rosario tendrán en vida y en muerte la luz y la plenitud de la gracia y serán partícipes de los méritos bienaventurados.
    9. Libraré bien pronto del Purgatorio a las almas devotas a mi Rosario.
    10. Los hijos de mi Rosario gozarán en el cielo de una gloria singular.
    11. Todo cuanto se pida por medio del Rosario se alcanzará prontamente.
    12. Socorreré en sus necesidades a los que propaguen mi Rosario.
    13. He solicitado a mi Hijo la gracia de que todos los cofrades y devotos tengan en vida y en muerte como hermanos a todos los bienaventurados de la corte celestial.
    14. Los que rezan Rosario son todos hijos míos muy amados y hermanos de mi Unigénito Jesús. 
    15. La devoción al Santo rosario es una señal manifiesta de predestinación de gloria.

    jueves, 26 de septiembre de 2013

    OCTUBRE: MES DEL SANTO ROSARIO

     
    Autor: Tere Fernández | Fuente: Catholic.net
    Octubre: Mes del Rosario
    La Iglesia ha dedicado un mes, el de Octubre, para honrar a María con el rezo del Santo Rosario

    Octubre: Mes del Rosario
    Octubre: Mes del Rosario

    Origen e historia de esta devoción: 

    En la antigüedad, los romanos y los griegos solían coronar con rosas a las estatuas que representaban a sus dioses, como símbolo del ofrecimiento de sus corazones. La palabra “rosario” significa "corona de rosas". 

    Siguiendo esta tradición, las mujeres cristianas que eran llevadas al martirio por los romanos, marchaban por el Coliseo vestidas con sus ropas más vistosas y con sus cabezas adornadas de coronas de rosas, como símbolo de alegría y de la entrega de sus corazones al ir al encuentro de Dios. Por la noche, los cristianos recogían sus coronas y por cada rosa, recitaban una oración o un salmo por el eterno descanso del alma de las mártires.

    La Iglesia recomendó entonces rezar el rosario, el cual consistía en recitar los 150 salmos de David, pues era considerada una oración sumamente agradable a Dios y fuente de innumerables gracias para aquellos que la rezaran. Sin embargo, esta recomendación sólo la seguían las personas cultas y letradas pero no la mayoría de los cristianos. Por esto, la Iglesia sugirió que aquellos que no supieran leer, suplantaran los 150 salmos por 150 Avemarías, divididas en quince decenas. A este “rosario corto” se le llamó “el salterio de la Virgen”.

    Cuenta la Historia que un día, a finales del siglo XII,Santo Domingo de Guzmán quien sufría mucho al ver que la gravedad de los pecados de la gente estaba impidiendo la conversión de los albigenses, decidió ir al bosque a rezar. Estuvo en oración tres días y tres noches haciendo penitencia y flagelándose hasta perder el sentido. En este momento, se le apareció la Virgen con tres ángeles y le dijo que la mejor arma para convertir a las almas duras no era la flagelación, sino el rezo de su salterio.
    Santo Domingo se dirigió en ese mismo momento a la catedral de Toulouse, sonaron las campanas y la gente se reunió para escucharlo. Cuando iba a empezar a hablar, se soltó una tormenta con rayos y viento muy fuerte que hizo que la gente se asustara. Todos los presentes pudieron ver que la imagen de la Virgen que estaba en la catedral alzaba tres veces los brazos hacia el Cielo. Santo Domingo empezó a rezar el salterio de la Virgen y la tormenta se terminó.

    En otra ocasión, Santo Domingo tenía que dar un sermón en la Iglesia de Notre Dame en París con motivo de la fiesta de San Juan y, antes de hacerlo, rezó el Rosario. La Virgen se le apareció y le dijo que su sermón estaba bien, pero que mejor lo cambiara y le entregó un libro con imágenes, en el cual le explicaba lo mucho que gustaba a Dios el rosario de Avemarías porque le recordaba ciento cincuenta veces el momento en que la humanidad, representada por María, había aceptado a su Hijo como Salvador.
    Santo Domingo cambió su homilía y habló de la devoción del Rosario y la gente comenzó a rezarlo con devoción, a vivir cristianamente y a dejar atrás sus malos hábitos.
    Santo Domingo murió en 1221, después de una vida en la que se dedicó a predicar y hacer popular la devoción del Rosario entre las gentes de todas las clases sociales para el sufragio de las almas del Purgatorio, para el triunfo sobre el mal y prosperidad de la Santa Madre de la Iglesia.

    El rezo del Rosario mantuvo su fervor por cien años después de la muerte de Santo Domingo y empezó a ser olvidado.

    En 1349, hubo en Europa una terrible epidemia de peste a la que se le llamó ¨la muerte negra” en la que murieron muchísimas personas.
    Fue entonces cuando el fraile Alan de la Roche, superior de los dominicos en la misma provincia de Francia donde había comenzado la devoción al Rosario, tuvo una aparición, en la cual Jesús, la Virgen y Santo Domingo le pidieron que reviviera la antigua costumbre del rezo del Santo Rosario. El Padre Alan comenzó esta labor de propagación junto con todos los frailes dominicos en 1460. Ellos le dieron la forma que tiene actualmente, con la aprobación eclesiástica. A partir de entonces, esta devoción se extendió en toda la Iglesia.

    ¿Cuándo se instituyó formalmente esta fiesta?

    El 7 de octubre de 1571 se llevó a cabo la batalla naval de Lepanto en la cual los cristianos vencieron a los turcos. Los cristianos sabían que si perdían esta batalla su religión podía peligrar y por esta razón confiaron en la ayuda de Dios, a través de la intercesión de la Santísima Virgen. El Papa San Pío V pidió a los cristianos rezar el rosario por la flota. En Roma estaba el Papa despachando asuntos cuando de pronto se levantó y anunció que sabía que la flota cristiana había sido victoriosa. Ordenó el toque de campanas y una procesión. Días más tarde llegaron los mensajeros con la noticia oficial del triunfo cristiano. Posteriormente, instituyó la fiesta de Nuestra Señora de las Victorias el 7 de octubre.

    Un año más tarde, Gregorio XIII cambió el nombre de la fiesta por el de Nuestra Señora del Rosario y determinó que se celebrase el primer domingo de Octubre (día en que se había ganado la batalla). Actualmente se celebra la fiesta del Rosario el 7 de Octubre y algunos dominicos siguen celebrándola el primer domingo del mes.

    La fuerza del Rosario
    A lo largo de la historia se ha visto como el rezo del Santo Rosario pone al demonio fuera de la ruta del hombre y de la Iglesia. Llena de bendiciones a quienes lo rezan con devoción. Nuestra Madre del Cielo ha seguido promoviéndolo, principalmente en sus apariciones a los pastorcillos de Fátima.

    El Rosario es una verdadera fuente de gracias. María es medianera de las gracias de Dios. Dios ha querido que muchas gracias nos lleguen por su conducto, ya que fue por ella que nos llegó la salvación.

    Todo cristiano puede rezar el Rosario. Es una oración muy completa, ya que requiere del empleo simultáneo de tres potencias de la persona: física, vocal y espiritual. Las cuentas favorecen la concentración de la mente.

    Rezar el Rosario es como llevar diez flores a María en cada misterio. Es una manera de repetirle muchas veces lo mucho que la queremos. El amor y la piedad no se cansan nunca de repetir con frecuencia las mismas palabras, porque siempre contienen algo nuevo. Si lo rezamos todos los días, la Virgen nos llenará de gracias y nos ayudará a llegar al Cielo. María intercede por nosotros sus hijos y no nos deja de premiar con su ayuda. Al rezarlo, recordamos con la mente y el corazón los misterios de la vida de Jesús y los misterios de la conducta admirable de María: los gozosos, los dolorosos, los luminosos y los gloriosos. Nos metemos en las escenas evangélicas: Belén, Nazaret, Jerusalén, el huerto de los Olivos, el Calvario, María al pie de la cruz, Cristo resucitado, el Cielo, todo esto pasa por nuestra mente mientras nuestros labios oran.

    Las Letanías
    El Rosario no es una oración litúrgica, sino sólo un ejercicio piadoso. Las Letanías forman una parte oficial de la liturgia en cuanto que las invocaciones reciben permiso de la Santa Sede. Se cree que su origen fue, probablemente, antes del siglo XII.

    La forma actual en la que las rezamos se adoptó en el santuario mariano de Loreto, en Italia y por eso se llama Letanía lauretana. En 1587, el Papa Sixto V la aprobó para que la rezaran todos los cristianos. Todos los cristianos hemos recurrido a la Virgen en momentos de alegría llamándola “Causa de nuestra alegría”, en momentos de dolor diciéndole “Consoladora de los afligidos”, etc.
    Podemos rezar las Letanías con devoción, con amor filial, con gozo de tener una Madre con tantos títulos y perfecciones, recibidos de Dios por su Maternidad divina y por su absoluta fidelidad. Al rezarlas, tendremos la dicha de alabar a María, de invocar su protección y de ser ayudados siempre ya que la Virgen no nos deja desamparados.

    Cómo rezar el Rosario
    Como se trata de una oración, lo primero que hay que hacer es saludar, persignarnos y ponernos en presencia de Dios y de la Santísima Virgen.
    Luego, se enuncian los misterios del día que se van a rezar y comenzamos a meditar en el primero de estos cinco misterios. Durante la oración de cada misterio, trataremos de acompañar a Jesús y a María en aquellos momentos importantes de sus vidas. Aprovechamos de pedirles ayuda para imitar las virtudes y cualidades que ellos tuvieron en esos momentos. Al meditarlos frecuentemente, estas guías pasan a formar parte de nuestra conciencia, de nuestra vida. Podemos ofrecer cada misterio del rosario por una intención en particular y se puede leer una parte del Evangelio que nos hable acerca del misterio que estamos rezando.
    Cada misterio consta de un Padrenuestro seguido de diez Avemarías y un Gloria. Usamos nuestro rosario pasando una cuenta en cada Avemaría. Así seguimos hasta terminar con los cinco misterios.
    Al terminar de rezar los cinco misterios, se reza la Salve y se termina con las Letanías.

    Los Misterios
    Los veinte misterios que se rezan nos recuerdan la vida de Jesús y, dependiendo del día, se rezan de la siguiente forma:
    LUNES Y SÁBADO
    MISTERIOS GOZOSOS 
    VIRTUD (sugerida)
    1. La Anunciación del ángel a la Virgen. La obediencia.
    2. La Visita de la Virgen a su prima Isabel. Amor al prójimo.
    3. El Nacimiento del Hijo de Dios. Desprendimiento
    4. La Presentación del niño Jesús en el templo. Pureza de intención.
    5. El Niño Jesús perdido y hallado en el templo Sabiduría en cosas de Dios.
    MARTES Y VIERNES
    MISTERIOS DOLOROSOS 
    VIRTUD (sugerida)
    1. La Oración de Jesús en el huerto. Verdadero arrepentimiento de los pecados.
    2. La flagelación de nuestro Señor Jesucristo. Espíritu de sacrificio
    3. La coronación de espinas. Desapego a lo material
    4. Jesucristo es cargado con la Cruz. Paciencia por mi cruz.
    5. La crucifixión de nuestro Señor Jesucristo. Generosidad
    MIERCOLES Y DOMINGOS.
    MISTERIOS GLORIOSOS 
    VIRTUD (sugerida)
    1. La Resurrección de Jesucristo. Fe, Esperanza y Caridad
    2. La Ascensión del Señor a los Cielos. Deseo de ir al Cielo
    3. La venida del Espíritu Santo. Deseo de vivir en Gracia
    4. La Asunción de la Virgen a los Cielos. Amor a María
    5. La Coronación de la Virgen en los Cielos. Perseverancia
    JUEVES.
    MISTERIOS LUMINOSOS

    1. El Bautismo de Jesús en el Jordán 2 Co 5, 21; . Mt 3, 17.
    2. Las bodas de Caná; Jn 2, 1-12.
    3. El anuncio del Reino de Dios Mc 1, 15; Mc 2. 3-13; Lc 47-48.
    4. La Transfiguración; Lc 9, 35.
    5. La Institución de la Eucaristía, expresión sacramental del misterio pascual. Jn13, 1.







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