domingo, 23 de febrero de 2014

CREO EN TI


CREO EN TI 
Cuando llega la dificultad y las pruebas, en los momentos de angustia, de duda o enfermedad, es bueno decir al Señor que seguimos creyendo en El. 

1. Señor, Tu siempre me has dado 
La fuerza necesaria, 
y, aunque débil, 
Creo en Ti. 

2. Señor, Tu siempre me has dado 
La paz de cada día, 
y, aunque angustiado, 
Creo en Ti. 

3. Señor, Tu siempre me has guardado 
En la prueba, 
Y, aunque estoy en ella, 
Creo en Ti. 

4. Señor, Tu siempre has alumbrado 
Mis tinieblas, 
Y, aunque no tengo luz, 
Creo en Ti.

LAS PERLAS QUE LE DAMOS A DIOS

Autor: P. Dennis Doren LC | Fuente: Catholic.net
Las perlas que le damos a Dios
Sembrando Esperanza II. Vivimos en un mundo de apariencias, en donde no importa lo que sea, lo importante es que brille.
 
Las perlas que le damos a Dios
No todo lo que brilla es oro. Vivimos en un mundo de apariencias, en donde no importa lo que sea, lo importante es que brille; sea cantante, actor, cosa, marca de ropa o de tenis. Por fuera muy "nice", pero por dentro quién sabe. No importa que no sea Nike, lo importante es que diga nike, así hacemos la finta que llevamos unos tenis de marca, de renombre mundial. En el fondo sabemos que es una marca "patito", pero no importa, aquí lo que vale es que todos crean que es de marca, incluso, hasta yo me la creo.

Todos conocemos a la urraca, ella tiene la manía de agarrar todo lo que brilla y llevárselo a su nido. En poco tiempo tiene muchas cosas que brillan pero sin ningún valor, así nos puede pasar a nosotros. Basta ver nuestras habitaciones y nos daremos cuenta que nos parecemos a esta ave, vamos guardando cosas sin necesidad y sin valor, tenemos muchas cosas que sobran, tenemos que cuidarnos, pues no todo lo que brilla es oro...

Qué peligro es el vivir de apariencias, aparentar que somos perlas de verdad y que las poseemos y, en el fondo, no ser y no tener mas que una perla falsa.

Tu peso y tu valor son tus convicciones, principios y metas. Dios nos ha prometido la VIDA ETERNA, la meta última de nuestra vida, esa es la verdadera vida, la que vale...

Daniela era una linda niña de cinco años, de ojos relucientes. Un día, mientras visitaba una tienda con su mamá, Daniela vio un collar de perlas de plástico que costaba 100 pesos. "¡Cuánto deseo poseerlo!" –dijo Daniela-. Preguntó a su mamá si se lo compraría, su mamá le dijo: "Hagamos un trato, yo te compraré el collar y cuando lleguemos a casa haremos una lista de tareas que podrás realizar para pagar el collar, y no te olvides que para tu cumpleaños es muy posible que tu abuelita te regale unos 50 pesos, ¿está bien?" Daniela estuvo de acuerdo y su mamá compró el collar de perlas.

Daniela trabajó con tesón todos los días para cumplir con sus tareas, y tal como su mamá le mencionara, su abuelita le regaló un dólar para su cumpleaños. En poco tiempo, Daniela canceló su deuda.

Daniela amaba sus perlas, las llevaba puestas a todas partes. El único momento que no las usaba era cuando se bañaba, su mamá le había dicho que las perlas con el agua ¡le pintarían el cuello de verde!

Daniela tenía un padre que la quería muchísimo. Cuando Daniela iba a su cama, él se levantaba de su sillón para leerle su cuento preferido. Una noche, cuando terminó el cuento, le dijo: "Daniela, ¿tú me quieres?", "¡Oh si papá, tú sabes que te quiero!" –respondió Daniela-. "Entonces, regálame tus perlas". "¡Oh papá, no mis perlas!" -dijo Daniela- "pero te doy a Rosita, mi muñeca favorita, ¿la recuerdas? tú me la regalaste el año pasado para mi cumpleaños y te doy su ajuar también, ¿está bien papá? ". "Oh no hijita, no importa" –dijo su padre-.

Una semana después, nuevamente su papá le preguntó al terminar el cuento: "Daniela, ¿tú me quieres?", "¡Oh si papá, tú sabes que te quiero!", "regálame tus perlas" –dijo su padre-. "¡Oh, papá, no mis perlas!, pero te doy a Lazos, mi caballo de juguete, ¿lo recuerdas? es mi favorito, su pelo es tan suave y tú puedes jugar con él y hacerle trencitas.

"Tú puedes tenerlo si quieres papá". "Oh no hijita", le dijo su papá dándole un beso en la mejilla, "Dios te bendiga, felices sueños".

Algunos días después, cuando el papá de Daniela entró a su dormitorio para leerle un cuento, Daniela estaba sentada en su cama y le temblaban los labios, "toma papá" -dijo-, y estiró su mano. La abrió, y en su interior estaba su querido collar, el cual entregó a su padre. Con una mano él tomo las perlas de plástico y, con la otra, extrajo de su bolsillo una cajita de terciopelo azul. Dentro de la cajita había unas hermosas perlas genuinas. Él las había tenido todo este tiempo esperando que Daniela renunciara a la baratija para poder darle la pieza de valor.

Aprovecha para hacer un pequeño inventario no solo de las cosas falsas que tienes en el cuarto sino, sobre todo, de tus actitudes y comportamientos que muchas veces son artificiales y que Dios espera que los dejes, para que Él te pueda dar lo que es verdaderamente valioso.

Vivimos en un mundo con mucha superficialidad que nos ofrece gato por liebre; no seamos ingenuos, vayamos a las perlas auténticas, a los tesoros que sí valen, estos están dentro de tu corazón y es Dios quien te los da, ¿de qué le vale al hombre ganar el mundo si pierde su alma?... El cielo es la gran perla...




  • Preguntas o comentarios al autor
  • P. Dennis Doren LC 

    SUPLICAS A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA


    SUPLICAS A LA SANTÍSIMA VIRGEN

    Dame tus ojos, Madre, para saber mirar;
    si miro con tus ojos jamás podré pecar.


    Dame tus labios, Madre para poder rezar,
    si rezo con tus labios Jesús me escuchara.


    Dame tu lengua, Madre, para ir a comulgar,
    es tu lengua, paterna de gracia y santidad.


    Dame tus labios, Madre, que quiero trabajar,
    entonces mi trabajo valdrá una eternidad.


    Dame tu manto, Madre, que cubra mi maldad,
    cubriendo con tu manto al cielo he de llegar.


    Dame tu cielo, Oh Madre, para poder gozar,
    si tu me das Cielo, que mas puedo anhelar?.


    Dame Jesús, Oh Madre, para poder amar,
    esta será mi dicha por una eternidad. 

    ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA MADRE DE LA EUCARISTÍA


    Oración a María Madre de la Eucaristía

    Ave María, dulce Madre de la Eucaristía.
    Con dolor y mucho amor, nos has dado
    a tu Hijo Jesús mientras pendía de la Cruz.
    Nosotros, débiles creaturas, nos aferramos a Ti
    para ser hijos dignos de este
    gran AMOR y DOLOR.
    Ayúdanos a ser humildes y sencillos,
    ayúdanos a amar a todos los hombres,
    ayúdanos a vivir en la gracia
    estando siempre listos para recibir
    a Jesús en nuestro corazón.
    Oh María, Madre de la Eucaristía,
    nosotros, por cuenta propia, no podremos comprender
    este gran misterio de amor.
    Que obtengamos la luz del Espíritu Santo,
    para que así podamos comprender
    aunque sea por un solo instante,
    todo el infinito amor de tu Jesús
    que se entrega a Sí mismo por nosotros.
    AMEN.

    ORACIÓN AL BEATO JUAN PABLO II


    BEATO JUAN PABLO II

    ¡Hermanos y hermanas! ¡No tengáis miedo de acoger a Cristo y de aceptar su potestad! ¡No temáis! ¡Abrid, más todavía, abrid de par en par las puertas a Cristo! ... ¡No tengáis miedo! Cristo conoce «lo que hay dentro del hombre». ¡Sólo El lo conoce! (22-10-1978)

    ORACIÓN PARA IMPLORAR FAVORES
    POR INTERCESIÓN DEL BEATO JUAN PABLO II

    Oh Dios Padre Misericordioso, que por mediación de Jesucristo, nuestro Redentor, y de su Madre, la Bienaventurada Virgen María, y la acción del Espíritu Santo, concediste al Beato Juan Pablo II, la gracia de ser Pastor ejemplar en el servicio de la Iglesia peregrina, de los hijos e hijas de la Iglesia y de todos los hombres y mujeres de buena voluntad, haz que yo sepa también responder con fidelidad a las exigencias de la vocación cristiana, convirtiendo todos los momentos y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte y de servir al Reino de Jesucristo. Te ruego que te dignes glorificar al Beato Juan Pablo II y que me concedas por su intercesión el favor que te pido... (pídase)

    A Ti, Padre Omnipotente, origen del cosmos y del hombre, por Cristo, el que vive, Señor del tiempo y de la historia, en el Espíritu Santo que santifica el universo, alabanza, honor y gloria ahora y por los siglos de los siglos. Amén

    Padrenuestro,Avemaría,Gloria.
    Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...