lunes, 20 de julio de 2020

10 IDEAS PARA MEJORAR TU RELACIÓN CON EL ESPÍRITU SANTO


10 ideas para mejorar tu relación con el Espíritu Santo
Permitámosle impregnarnos con Su Presencia y que tome total posesión de nuestras vidas


Por: Fr. Ed Broom, OMV | Fuente: FatherBroom.com // PildoradeFe.net




El Santificador, el Paráclito, el Dedo de Dios, el Maestro Interior, el Don de Dones, la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, el lazo de Amor unificando el Padre y el Hijo, el Abogado, el Amigo Secreto, el Dulce Huésped del Alma – todos estos títulos se le dan a la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, el Espíritu Santo.

Cuando San Pablo llegó a Éfeso en un viaje misionario, él le preguntó a alguna de las personas allí si habían recibido el Espíritu Santo. Su respuesta pudo ser vista incluso a la luz de nuestra situación presente como una falta de conocimiento de la fe en general y una falta de conocimiento del Espíritu Santo en particular:

"Ni siquiera hemos oído decir que se reciba el Espíritu Santo". (Hechos 19,1-7)

Nunca hemos vivido en un mundo con tanta información. Sin embargo, al mismo tiempo, nunca hemos vivido en un mundo con una confusión tan esparcida – ¡los efectos del pecado y de la Torre de Babel!

Por lo tanto, queremos ofrecer un pequeño ensayo acerca de cómo podemos hacer que nuestro conocimiento, amor y amistad con el Espíritu Santo crezcan, tal a como dice el Catecismo de la Iglesia Católica acerca de Él – “¡El Don de Dones!”


Recibamos libremente este Don en lo profundo de nuestros corazones, mentes, almas y entendimientos y permitámosle impregnarnos con Su Presencia y que tome total posesión de nuestras vidas. Un don o un regalo pueden ser recibidos o rechazados libremente.

Abramos nuestros seres totalmente para recibir el más grande de los Regalos, ¡a Dios mismo!

Esperamos que estas pequeñas sugerencias sean de gran ayuda para unirnos más con el Espíritu Santo. Estemos preparados y dispuestos a compartir el conocimiento que recibamos libremente. Si hemos recibido libremente, ¡demos libremente!

A continuación encontrarán 10 puntos o ideas para mejorar su conocimiento, amor y docilidad al Espíritu Santo.

1.- Cada día una Oración al Espíritu Santo.
Aquí les dejo una que puede ser memorizada fácilmente: "Ven Espíritu Santo, ven a través del Corazón de María".

Digan esta oración a menudo con gran fe y amor. Consecuentemente, el Espíritu Santo se manifestará más activamente en sus vidas.

2.- Leer Hechos de los Apóstoles.
Lean el libro de la Biblia que le sigue al Evangelio de San Juan y que le es atribuido a San Lucas, los Hechos de los Apóstoles.

Este libro ha sido llamado “El Evangelio del Espíritu Santo”. Sean especialmente observadores de cuántas veces es mencionado el Espíritu Santo en esta obra maestra espiritual. Vean además las diferentes maneras en las que el Espíritu Santo trabaja en la Iglesia primitiva.

Pueden incluso subrayar con un lápiz cada vez que el Espíritu Santo sea mencionado en el libro de los Hechos de los Apóstoles.

Permítanle al Espíritu Santo entrar más de lleno en sus vidas al meditar la Palabra de Dios.

3.- Tener el hábito de rezar Novenas.
Una de las novenas más poderosas en la historia del mundo es precisamente la novena de la preparación para la venida del Espíritu Santo, el primer Pentecostés.

Los Apóstoles oraron y ayunaron durante 9 días y noches en unión con la Santísima Virgen María. Luego ocurrió un extraordinario fenómeno: viento y fuego descendieron sobre las cabezas de los Apóstoles, transformándolos en fervientes amantes de Jesús, ¡listos para derramar su sangre por el bien de Su nombre! (Lee el capítulo 2 del libro de los Hechos).

4.- Conocer los SÍMBOLOS del Espíritu Santo.
Hay que conocer todos los símbolos que nos ha dado la iglesia para conocer mejor al Espíritu Santo.

El Catecismo de la Iglesia Católica nos da varios de ellos: Fuego, Viento, Paloma. Viento, Agua y Aceite. También el Sello, un Dedo, una Lámpara.

Los símbolos son realidades físicas que apuntan a una realidad espiritual más profunda (CCC 694 – 701)

5.- Lean sobre el Espíritu Santo.
Uno de los libros que recomiendo es "En la Escuela del Espíritu Santo" escrito por Jacques Philippe.

Una obra de arte corta pero magnífica sobre el tema del Espíritu Santo, Philippe nos invita a buscar el camino de la santidad por medio del sencillo camino de la docilidad a las inspiraciones del Espíritu Santo.

El Espíritu Santo, Santificador, nos quiere hacer santos, si le permitimos operar libremente en nuestras vidas.

6.- Los Dones del Espíritu Santo
Al momento del Bautismo recibimos los siete Dones del Espíritu Santo; luego el Sacramento de la Confirmación fortifica estos maravillosos dones.

Conózcanlos; oren para que se actúen más vigorosamente en sus vidas. Su santificación y salvación depende de esta profunda unión con el Espíritu Santo y Sus Dones.

7.- Los 7 Dones del Espíritu Santo
Si sienten que deambulan en “Tierra de Nadie” con respecto a lo que son los Dones del Espíritu Santo, entonces esto les será de mucha ayuda.

Traten de memorizarlos: Sabiduría, Conocimiento, Entendimiento, Consejo, Fortaleza, Piedad y Temor de Dios.

De acuerdo a Santo Tomás de Aquino, el Doctor Angelical, la Sabiduría es el más grande de los dones del Espíritu Santo, que puede ser definido como deleitarse en las cosas de Dios.

Si quieren, el Salmista resume el don de la Sabiduría con estas palabras concisas:

"Gusten y vean cuán bueno es el Señor" (Salmo 34,9)

8.- Los frutos del Espíritu Santo
Tradicionalmente los frutos del Espíritu Santo son doce, aunque Santo Tomás de Aquino dice que estos no incluyen todo.

Los siguientes son los doce frutos conocidos tradicionalmente: caridad (o amor), alegría, paz, paciencia, benignidad (o amabilidad), bondad, longanimidad (o gran coraje), fidelidad, mansedumbre, modestia, continencia (o auto-control), y castidad.

Santo Tomás dice que cuando correspondemos a los Dones del Espíritu Santo y llevamos a cabo la voluntad de Dios en nuestras vidas, entonces experimentamos esta dulzura interior en nuestra alma, éstos son los frutos del Espíritu Santo.

9.- Recuperar al Espíritu Santo.
Una tragedia moral podría ocurrir en nuestras vidas: ¡caer en pecado mortal! Si se cae en el lodo del pecado mortal en nuestras vidas, nunca caigan en desesperación sino que confíen en Dios completamente.

Al cometer pecado mortal, estamos expulsando conscientemente a la persona del Espíritu Santo de nuestras almas.

Sin embargo, la Buena Nueva es ésta: ¡CONFESIÓN! Al realizar una buena confesión con un sacerdote, entonces no sólo regresa la gracia de Dios a nuestra alma sino que ¡regresa el Espíritu Santo como Dulce Huésped de nuestra alma!

10.- La Virgen María y el Espíritu Santo
María tiene la relación más profunda y cercana con el Espíritu Santo después del mismo Jesús.

La Inmaculada Concepción, en la cual Nuestra Señora fue preservada libre de toda Culpa Original desde el momento de su concepción en el vientre de su madre, fue obra del Espíritu Santo.

La Concepción Virginal de Jesús en el vientre de María fue por obra y gracia del Espíritu Santo.

El nacimiento de la Iglesia en el primer Pentecostés cuando el Espíritu Santo descendió sobre los Apóstoles en lenguas de fuego, sucedió en presencia de Nuestra Señora.

Sus poderosas oraciones facilitaron la venida del Espíritu Santo y el advenimiento de la Iglesia Misionera.

Nuestra Señora tiene una relación íntima y profunda con la Santísima Trinidad. Ella es la Hija de Dios Padre, la Madre de Dios Hijo y la Esposa Mística del Espíritu Santo.

Por esta razón San Luis de Montfort expresó en estas palabras de gran entusiasmo:

"Aquellos que aman a María, el Espíritu Santo se lanza a Sí mismo en estas almas",

Que Nuestra Señora nos obtenga un Pentecostés renovado y una poderosa infusión del Espíritu Santo.

"Ven Espíritu Santo, ven a través del Corazón de María".

IMÁGENES CON ESTAMPAS DE ORACIONES AL DIVINO NIÑO JESÚS




EL EVANGELIO DE HOY LUNES 20 DE JULIO DE 2020


Decimosexta Semana del Tiempo Ordinario - Año Par
Lunes 20 de julio de 2020

“ Maestro, queremos ver un milagro tuyo ”


Primera lectura
Lectura de la profecía de Miqueas 6, 1-4. 6-8

Escuchad lo que dice el Señor,
el pleito del Señor con su pueblo.
«En pie, pleitea con las montañas,
que escuchen tu voz las colinas».
Escuchad, montañas, el pleito del Señor,
vosotros, inalterables cimientos de la tierra:
el Señor pleitea con su pueblo,
con Israel se querella.
«¿Pueblo mío, ¿qué te he hecho?,
¿en qué te he molestado?
¡Respóndeme!
Yo te saqué de Egipto
y te libré de la servidumbre.
Yo te envié a Moisés,
Aarón y María».
¿Con qué me presentaré al Señor
y me inclinaré ante el Dios excelso?
¿Me presentaré con holocaustos,
con terneros de un año?
¿Le agradarán al Señor mil bueyes,
miríadas de ríos de aceite?
¿Le ofreceré mi primogénito por mi falta,
el fruto de mis entrañas por mi pecado?
Hombre, se te ha hecho saber lo que es bueno,
lo que el Señor quiere de ti:
tan solo practicar el derecho,
amar la bondad,
y caminar humildemente con tu Dios.


Salmo
Sal 49, 5-6. 8-9. 16bc-17. 21 y 23 
R/. Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios


«Congregadme a mis fieles,
que sellaron mi pacto con un sacrificio».
Proclame el cielo su justicia;
Dios en persona va a juzgar. R/.

«No te reprocho tus sacrificios,
pues siempre están tus holocaustos ante mi.
Pero no aceptaré un becerro de tu casa,
ni un cabrito de tus rebaños». R/.

«¿Por qué recitas mis preceptos
y tienes siempre en la boca mi alianza,
tú que detestas mi enseñanza
y te echas a la espalda mis mandatos?» R/.

«Esto haces, ¿y me voy a callar?
¿Crees que soy como tú?
Te acusaré, te lo echaré en cara.
El que me ofrece acción de gracias,
ese me honra;
al que sigue buen camino
le haré ver la salvación de Dios». R/.


Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 12, 38-42

En aquel tiempo, algunos escribas y fariseos dijeron a Jesús:
«Maestro, queremos ver un milagro tuyo».
Él les contestó:
«Esta generación perversa y adúltera exige una señal; pues no se le dará más signo que el del profeta Jonás. Tres días y tres noches estuvo Jonás en el vientre del cetáceo: pues tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra.
Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás.
Cuando juzguen a esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que la condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra, para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón».





Reflexión del Evangelio de hoy

 Te he explicado, hombre, lo que Dios desea de ti
El profeta Miqueas nos plantea, en esta lectura, un tema importante: la necesidad de hacer memoria. Su voz profética, rotunda y clara, invita al pueblo a recordar cómo la  presencia amorosa de  Dios ha ido conduciendo y acompañando su camino hacia una tierra de libertad y dignidad. Tener memoria supone tomar en cuenta que no partimos de cero, que tenemos raíces, origen, un fundamento sólido con el que contar, que no somos un punto a la deriva en el universo. Se nos brindan las coordenadas necesarias para conducirnos con sentido.

 El pueblo reacciona ante las palabras del profeta y quiere resarcirse ante Dios, pero desde sus propias categorías. No comprende que sólo desde una escucha verdadera es posible una respuesta lúcida, acertada. La escucha del deseo de Dios nos libra de concepciones erróneas en nuestra relación con Él. Poner el centro de interés de nuestra mirada en su modo de actuar, ilumina el culto adecuado con el que hemos de responder a su iniciativa y abrazar sus expectativas, que  nos abren el camino  seguro, confiable, para el desarrollo humano responsable y libre. De este modo, los criterios que configuran la existencia  se fraguan en referencia  a esta experiencia personal y colectiva del actuar de Dios,  descubierto en la verdad del corazón, en las circunstancias de la historia y en el propio itinerario vital. El profeta especifica en  diferentes niveles cuál es el culto que Dios desea recibir: respeto e integridad de vida, misericordia y sencilla humildad. Los sacrificios que surgen de trabajar por la justicia, la alabanza que brota de un corazón reconciliado.

Maestro, queremos ver un milagro tuyo
Jesús, en continuidad con la línea profética del Antiguo Testamento, no desaprovecha ninguna ocasión para indicar con total claridad las señales que revelan la presencia de Dios y del Reino. Nada parecido a los  sensacionalismos,  gestos grandilocuentes que parecen tener tanto poder de persuasión. Nada que ver con llamar la atención sobre sí mismo; bien al contrario, el único interés de Jesús se centra en  manifestar el verdadero rostro de Dios diluido entre tanto rito y culto, llenos de inercia y superficialidad.

Jesús apunta a la experiencia interior profunda, honesta, responsable, en múltiples ocasiones a lo largo de su vida pública. Esta fidelidad a la verdad del misterio de amor del Padre, ese amor gratuito, generoso, siempre anterior y primero, se convierte en la paradoja que sella al testigo con la contradicción. Rompe con los moldes que mantienen a Dios en un ámbito que no toca la realidad de la vida. La sintonía con la voluntad de Dios, término de un libre asentimiento, fruto de una seducción irrenunciable, se resuelve en acogida y confianza que nos transforma y transforma la realidad.

La predicación de Jonás restituyó la sensatez entre los habitantes de Nínive. La predicación de Jesús sana de raíz los deseos equivocados del ser humano, dándoles fundamento, sentido y finalidad. Y todo nace de la escucha que acoge y la gratitud que asiente en orden a la recreación de la persona y del mundo.

En los pasados meses, hemos vivido una situación inédita de confinamiento, alarma sanitaria que ha trastocado todos nuestros ritmos, también a nivel eclesial. Hemos intentado generar alternativas que cuidaran y mantuvieran los vínculos de hermandad, solidaridad y oración. La creatividad ha sido increíble y sus frutos muy positivos. Es un buen momento para valorar qué hemos echado de menos de nuestras celebraciones comunitarias. Es una oportunidad para revisar cómo hemos aprovechado este tiempo para afirmar la oración personal y familiar, para tomar el pulso de nuestra realidad eclesial con lucidez y esperanza, sin miedos ni justificaciones.

¿Soy consciente de la responsabilidad de ejercer la voz profética que no admite medianías con los criterios del Reino?
¿Vivo en lo sencillo una actitud agradecida, que acentúa lo positivo en los demás y lo convierte en bien- decir de los otros?




Sor Miria de Jesús Gómez O.P.
Monasterio Santísima Trinidad Orihuela

¡FELIZ SEMANA!





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