martes, 26 de octubre de 2021

NIÑA CON DAÑO CEREBRAL ALTA FIXSLER FALLECE TRAS SER RETIRAD SU SOPORTE VITAL

 



 Niña con daño cerebral Alta Fixsler fallece tras ser retirado su soporte vital

POR DIEGO LÓPEZ MARINA | ACI Prensa




Alta Fixsler, una niña de dos años con daño cerebral, cuyos padres lucharon por mantenerla con vida, falleció la semana pasada después de que le retiraran su soporte vital en un hospicio donde recibía cuidado.

“Tristes noticias, el soporte vital de la pequeña Alta Fixsler se desconectó esta tarde y murió en el hospicio con sus padres a su lado”, indicó un comunicado de un representante de sus padres, Chaya y Abraham Fixsler.

Según los informes, Alta falleció el 18 de octubre y vivió durante más de una hora una vez que se retiraron las máquinas.

Debido a una lesión cerebral grave sufrida al nacer, Fixsler no podía comer ni respirar sin ayuda y había pasado toda su vida en el Royal Manchester Children’s Hospital (RMCH), un centro médico gestionado por el Manchester University NHS Foundation Trust. Sus padres, judíos jasídicos, se opusieron a retirarla del soporte vital y lucharon por continuar con su cuidado.

Los médicos habían creído anteriormente que Fixsler solo viviría horas después de su nacimiento debido a la gravedad de la lesión.

La batalla legal por su vida comenzó en mayo cuando el Manchester University NHS Foundation Trust solicitó al Tribunal Superior de Londres permiso para retirarle el soporte vital. El fideicomiso argumentó que Alta no tenía calidad de vida y estaba experimentando dolor.

Otros no estuvieron de acuerdo. Varios neurólogos pediátricos dijeron que Alta no sentía dolor. Sin embargo, los tribunales no se pusieron del lado de la familia Fixsler, incluso cuando recurrieron al Tribunal Superior, el Tribunal de Apelación y la Corte Europea de Derechos Humanos.

El caso de Fixsler atrajo la atención internacional cuando sus padres intentaron trasladarla a otro país para que reciba tratamiento experimental.

Después de perder sus apelaciones, los Fixsler preguntaron si podían sacar a su hija del hospital para que muriera en su casa. Eso también fue denegado, y un juez dictaminó que debía morir en un hospicio para niños.

Los jueces dijeron que sacar a la niña del hospital no traería "ningún beneficio médico" y era riesgoso.

Un portavoz de los Fixsler expresó su decepción por las decisiones judiciales que eventualmente resultarían en la muerte de Alta, y pidió una legislación para proteger los derechos de los padres a tomar decisiones médicas por sus hijos.

En el judaísmo, cualquier niño nacido de madre judía se considera automáticamente judío.

 “A pesar de nuestros mejores esfuerzos y discusiones profundas para continuar con los cuidados críticos de Alta y brindarle la mejor calidad de vida posible, estamos consternados por la decisión tomada por la corte de poner fin a su vida”, dijo el portavoz.

“Creemos firmemente que tomar decisiones que cambian la vida en nombre de los niños debe ser un derecho de los padres y es importante que abramos el debate en torno a esto. Hacemos un llamado al gobierno para que revise la legislación actual y la cambie”, agregó.

Su padre, que es ciudadano estadounidense e israelí, obtuvo una visa para su hija en un intento de llevarla a los Estados Unidos para recibir atención médica. No se les permitió salir del hospital. Su madre también es ciudadana israelí.

Inclusive el presidente de Israel, Reuven Rivlin, apeló en junio al príncipe británico Carlos. La autoridad israelí señaló que la situación de la niña era “un asunto de importancia humanitaria grave y urgente”.

Según los informes, Alta Fixsler será enterrada en Israel.

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 26 DE OCTUBRE DE 2021

 



 Martes 30 del tiempo Ordinario

Martes 26 de octubre de 2021



1ª Lectura (Rom 8,18-25): Sostengo que los sufrimientos de ahora no pesan lo que la gloria que un día se nos descubrirá. Porque la creación, expectante, está aguardando la plena manifestación de los hijos de Dios; ella fue sometida a la frustración, no por su voluntad, sino por uno que la sometió; pero fue con la esperanza de que la creación misma se vería liberada de la esclavitud de la corrupción, para entrar en la libertad gloriosa de los hijos de Dios.

Porque sabemos que hasta hoy la creación entera está gimiendo toda ella con dolores de parto. Y no sólo eso; también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos en nuestro interior, aguardando la hora de ser hijos de Dios, la redención de nuestro cuerpo. Porque en esperanza fuimos salvados. Y una esperanza que se ve ya no es esperanza. ¿Cómo seguirá esperando uno aquello que ve? Cuando esperamos lo que no vemos, aguardamos con perseverancia.



Salmo responsorial: 125

R/. El Señor ha estado grande con nosotros.

Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, nos parecía soñar: la boca se nos llenaba de risas, la lengua de cantares.


Hasta los gentiles decían: «El Señor ha estado grande con ellos». El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.


Que el Señor cambie nuestra suerte, como los torrentes del Negueb. Los que sembraban con lágrimas cosechan entre cantares.


Al ir, iba llorando, llevando la semilla; al volver, vuelve cantando, trayendo sus gavillas.



Versículo antes del Evangelio (Cf. Mt 11,25): Aleluya. Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla. Aleluya.


Texto del Evangelio (Lc 13,18-21): En aquel tiempo, Jesús decía: «¿A qué es semejante el Reino de Dios? ¿A qué lo compararé? Es semejante a un grano de mostaza, que tomó un hombre y lo puso en su jardín, y creció hasta hacerse árbol, y las aves del cielo anidaron en sus ramas». Dijo también: «¿A qué compararé el Reino de Dios? Es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo».




«¿A qué es semejante el Reino de Dios?»

+ Rev. D. Francisco Lucas MATEO Seco

(Pamplona, Navarra, España)



Hoy, los textos de la liturgia, mediante dos parábolas, ponen ante nuestros ojos una de las características propias del Reino de Dios: es algo que crece lentamente —como un grano de mostaza— pero que llega a hacerse grande hasta el punto de ofrecer cobijo a las aves del cielo. Así lo manifestaba Tertuliano: «¡Somos de ayer y lo llenamos todo!». Con esta parábola, Nuestro Señor exhorta a la paciencia, a la fortaleza y a la esperanza. Estas virtudes son particularmente necesarias a quienes se dedican a la propagación del Reino de Dios. Es necesario saber esperar a que la semilla sembrada, con la gracia de Dios y con la cooperación humana, vaya creciendo, ahondando sus raíces en la buena tierra y elevándose poco a poco hasta convertirse en árbol. Hace falta, en primer lugar, tener fe en la virtualidad —fecundidad— contenida en la semilla del Reino de Dios. Esa semilla es la Palabra; es también la Eucaristía, que se siembra en nosotros mediante la comunión. Nuestro Señor Jesucristo se comparó a sí mismo con el «grano de trigo [que cuando] cae en tierra y muere (...) da mucho fruto» (Jn 12,24).

El Reino de Dios, prosigue Nuestro Señor, es semejante «a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo» (Lc 13,21). También aquí se habla de la capacidad que tiene la levadura de hacer fermentar toda la masa. Así sucede con “el resto de Israel” de que se habla en el Antiguo Testamento: el “resto” habrá de salvar y fermentar a todo el pueblo. Siguiendo con la parábola, sólo es necesario que el fermento esté dentro de la masa, que llegue al pueblo, que sea como la sal capaz de preservar de la corrupción y de dar buen sabor a todo el alimento (cf. Mt 5,13). También es necesario dar tiempo para que la levadura realice su labor.

Parábolas que animan a la paciencia y la segura esperanza; parábolas que se refieren al Reino de Dios y a la Iglesia, y que se aplican también al crecimiento de este mismo Reino en cada uno de nosotros.

BUENOS DÍAS!!!

 





 
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...