lunes, 8 de enero de 2018

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 8 DE ENERO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
8 de enero



La caridad es la epifanía de la divinidad. Cristo mismo nos lo dijo al advertirnos que por el amor que nos tuviéramos los cristianos, nos reconocerían los que no lo son. ¿ Estuvo acertado Cristo, o se equivocó?



* P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 7 DE ENERO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
7 de enero



Debemos ir delante de la gente, iluminándola con nuestras antorchas y no detrás, quemándolas.

Todos debemos ser luz del mundo;  nos lo dice el Maestro Jesús, Si no puedes ser estrella, sé al menos lámpara sencilla; pero que sé luz.



* P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 6 DE ENERO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
6 de enero



Dios se vale de muchos medios, para llamar a los hombres; a unos los llama directamente, para otros se vale de alguna circunstancia de la vida; a otros los llama por medio de terceras personas. No importa el medio con tal que sepamos nosotros escuchar y seguir su voz.

Los discípulos que siguen a Jesús se convierten enseguida en comunicadores.

La mejor prueba de gratitud por la vocación que hemos recibido es la generosidad para participar a los demás los beneficios que se nos ha dado. Si nosotros hemos encontrado el camino de la verdad, hemos de procurar que sean muchos los que vaya por ese camino.



* P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 5 DE ENERO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
5 de enero



Son muy pocas las ocasiones en las que deberemos vivir al Señor de un modo llamativo; si tuviéramos que esperar a que se presentaran esas ocasiones raras o extraordinarias, difíciles y llamativas, pocas veces viviríamos al Señor.
Pero al Señor lo debemos vivir a diario, en todas las cosas, en todas las ocasiones y circunstancias; y esto, porque el Señor está precisamentes en eas cosas:  en las más ordinarias y comunes, en las que todos los días vivimos, en las que se suceden unas a otras, impulsadas por la inercia, por las costumbres, por las obligaciones del propio estado.


Ahí está el Señor, hay que saberlo descubrir, hay que aprender a sentirlo, hay que llegar a verlo.



* Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 4 DE ENERO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
4 de enero



! Cuento contigo ¡
Cuento con todas las veces
que Tú prometiste seguir
mis preceptos.
! Cuento contigo ¡
Son muchos los hombres
que no me conocen
y algunos, que me odian
porque no saben amar;
y cuento contigo,
a fin de que lleves a esos hermanos
la luz y el amor de mi santo Evangelio, 
que cambie su vida y les haga
elevar su mirada,
a la altura del cielo, donde yo los
espero con inmensa bondad.

! Y yo con tu gracia ¡
Con tu gracia, Señor, que da fuerza;
esa fuerza, que vence
y destruye la inerte pereza...
Yo cuento, Señor, con tu gracia, 
con tu gracia, que es fuerza.
Luz y fuerza, energía y vigor, 
entusiasmo y empuje.
Tú cuentas conmigo, Señor, 
y yo cuento contigo, mi Dios.

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 8 ENERO 2018


Lecturas de hoy Lunes de la 1ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, lunes, 8 de enero de 2018




Primera lectura
Comienzo del primer libro de Samuel (1,1-8):

Había un hombre sufita, oriundo de Ramá, en la serranía de Efraín, llamado Elcaná, hijo de Yeroján, hijo de Elihú, hijo de Toju, hijo de Suf, efraimita. Tenía dos mujeres: una se llamaba Ana y la otra Fenina; Fenina tenía hijos, y Ana no los tenía. Aquel hombre solía subir todos los años desde su pueblo, para adorar y ofrecer sacrificios al Señor de los ejércitos en Siló, donde estaban de sacerdotes del Señor los dos hijos de Elí, Jofní y Fineés. Llegado el día de ofrecer el sacrificio, repartía raciones a su mujer Fenina para sus hijos e hijas, mientras que a Ana le daba sólo una ración; y eso que la quería, pero el Señor la había hecho estéril. Su rival la insultaba, ensañándose con ella para mortificarla, porque el Señor la había hecho estéril. Así hacía año tras año; siempre que subían al templo del Señor, solía insultarla así. 
Una vez Ana lloraba y no comía. Y Elcaná, su marido, le dijo: «Ana, ¿por qué lloras y no comes? ¿Por qué te afliges? ¿No te valgo yo más que diez hijos?»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 115,12.13.14.17.18.19

R/. Te ofreceré, Señor, un sacrificio de alabanza

¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación,
invocando su nombre. R/.

Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando tu nombre, Señor. R/.

Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo,
en el atrio de la casa del Señor,
en medio de ti, Jerusalén. R/.



Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,14-20):

Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. 
Decía: «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.»
Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago.
Jesús les dijo: «Venid conmigo y os haré pescadores de hombres.»
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él.

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy lunes, 8 de enero de 2018
Luis Manuel Suárez CMF



Queridos amigos:

Terminó el ciclo de Adviento-Navidad. Comienza otra cosa: el Tiempo Ordinario. Como su nombre indica, en él no hay nada “especial”: no es el tiempo de las grandes fiestas, no es el momento de las grandes celebraciones… es el tiempo de “la hora que no brilla” en la que se construye la vida. Así, calladamente. Por eso el Tiempo Ordinario es también un tiempo importante, desde su discreción. Si la Navidad es el tiempo de Belén y la Pascua es el momento de Jerusalén, el Tiempo Ordinario es el tiempo de Nazaret…
Para comenzar este tiempo, el Evangelio nos presenta un pasaje precioso. Es aquél en el que Jesús, saliendo de su pueblo, comienza su tarea: anunciar la Buena Noticia del Reino.“Se ha cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio”.

Y para comenzar esta empresa, Jesús empieza “contratando obreros”. Parecería más prudente quizá haber madurado más el proyecto, o las estrategias… o haber hecho una selección de personal más cuidada… Y sin embargo, Jesús se lanza a llamar personalmente a los que ve: a Pedro, a Andrés, a Santiago, a Juan… Ya habrá tiempo de madurar, ha habrá ocasión de ir orientando la tarea. Ahora es tiempo de comenzar. Y para ello asocia a algunos para que, con Él, puedan llevar adelante el querer de Dios.

Hoy en nuestra Iglesia, Jesús sigue llamando. Porque la obra que Él comenzó aún no se ha completado. Ya está la semilla sembrada, pero aún no ha llegado su efecto a todo ni a todos. Por eso Jesús hoy sigue llamando. A unos, para que vivan como Él, en pobreza, castidad y obediencia, en comunidad de vida, sirviendo a otros. A otros para que presidan la eucaristía y la comunidad, con la palabra y con la vida. A otros más para que salgan a todos los rincones del mundo y evangelicen con su presencia, con su trabajo, desde la familia y desde la presencia en la sociedad.

La pastoral vocacional es una urgencia en nuestra Iglesia de hoy. Porque Jesús sigue necesitando corazones y manos para que el Reino de Dios llegue a más corazones y a más rincones de nuestro mundo. A cada uno nos llamará a un camino propio, según nuestras cualidades, nuestra historia… y según su voluntad. Y esa llamada continúa a lo largo de la vida en un diálogo continuo, para ir respondiendo a lo que la vida va planteando. El Sínodo de los Obispos de este año sobre “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional” puede ayudar a buscar su vocación a los más jóvenes, y a todos a recordar la nuestra.

Y tú, ¿ya sabes lo que Jesús quiere de ti? Y si lo sabes, ¿cómo lo vives?

Vuestro hermano en la fe:
Luis Manuel Suárez CMF (@luismanuel_cmf)

FELIZ SEMANA!!!




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