miércoles, 3 de enero de 2018

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 3 ENERO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
3 de enero



Si Cristo es la Vida y nosotros queremos vivir, es preciso que nosotros nos acerquemos a Cristo y vivamos a Cristo.

Vivir a Cristo es vivir su presencia en todo momento y en toda actividad; y vivir la presencia de Jesús es vivirlo actuando en nosotros, dejando que actúe en nosotros, actuando nosotros como  Él actuaría en cada una de esas circunstancias, eso es desprenderse de sí mismo y dejarse imbuir de Cristo.


* P. Alfonso Milagro

SE PUEDE SER CRISTIANO SIN MARÍA?


¿Se puede ser cristiano sin María?
Un cristiano sin María no es cristiano porque ella nos ha dado a Cristo. 


Por: Fátima Moreno y Pedro Mira | Fuente: https://catolicosconaccion.com 




“Dichosa por haber creído” (Lc 1, 45)

El término cristiano es bíblico, el libro de los Hechos de los Apóstoles nos narra que fue en Antioquía en donde los Apóstoles recibieron el nombre de “cristianos” (Hch 11, 26), ahora bien, definido de donde proviene término cristiano, nos podemos preguntar ¿Qué significa ser cristiano? En la más simple de las definiciones cristiano es aquel que cree en Cristo, pero en realidad ser cristiano es aquel que cree en Cristo bajo la Fe de los Apóstoles, ya que no se puede creer en Cristo sino es por aquellos quienes contaron su historia y la han hecho trascender hasta nuestros días, por medio de la Sagrada Tradición en un primer momento, y luego por la Sagrada Escritura.

En nuestra querida América Latina, se ha acuñado el término cristiano para referirse a los hermanos separados que viven su fe, iglesias o sectas de diferentes denominaciones, una equivocación que nosotros como católicos cometemos muy frecuentemente. No se debe caer en el error de reducir el término cristiano únicamente para refiriéndose a hermanos separados, es decir, quienes nacieron de la protesta contra Iglesia Católica (luteranos, calvinistas, anglicanos, presbiterianos, bautistas, pentecostales, etc.) y sectas fundamentalistas que existen en nuestro entorno. Los católicos somos cristianos, siempre lo hemos sido, porque nuestra fe proviene directamente de la Fe de los Apóstoles. La palabra “católico” viene del griego “katholikos”, que significa universal y en los primeros siglos de la Iglesia los términos cristiano o católico se utilizaban indistintamente. Somos cristianos universales, católicos, porque Jesús antes de ascender al cielo nos dejó el siguiente mandato que expone la universalidad de su mensaje: “Vayan y prediquen el Evangelio a toda criatura.” (Mc 16, 15)

San Juan Crisóstomo en su homilía sobre el Evangelio de San Juan 19,2- 3 en el año 390 decía:

“Entonces recibían diversos nombres. Mas ahora tenemos todos un único nombre, mayor que todos aquéllos; nos llamamos cristianos, hijos de Dios, amigos, un solo cuerpo. Esta apelación nos obliga más que cualquier otra y nos hace más diligentes en la práctica de la virtud. No hagamos nada que sea indigno de tan gran nombre, pensando en la gran dignidad con la que llevamos el nombre de Cristo. Meditemos y veneremos la grandeza de este nombre.”

Somos cristianos y bajo la universalidad del mandato que Cristo nos encomendó nos llamamos católicos, por ende somos cristianos católicos; comprometidos en la vivencia del misterio de Cristo a la luz de la Fe Apostólica. Dentro de la Fe Apostólica, María es celebrada tanto en la Tradición como en las Sagradas Escrituras como “Dichosa por haber creído” (Lc 1, 45). No se puede separar a María de la Apostolicidad, ya que desde la comunidad primitiva (compuesta por discípulos, amigos y familiares de Jesús) tenía especial estima entre todos los miembros, el cual se fue extendiendo entre los que se agregaban. Cabe destacar que antes de ser escritos los evangelios, hubo un período de aproximadamente 20 años en que los relatos de la vida de Jesús fueron de boca en boca; pero al ir falleciendo quienes contaban estos relatos, los cristianos empezaron a poner por escrito todo cuanto escuchaban de quienes habían sido testigos de primera mano de la vida y obra de Jesús (La Sagrada Tradición Apostólica).

En este contexto, podemos tomar como referencia el trabajo de San Lucas, discípulo de Pablo, en el cual es palpable que antes de escribir su evangelio, recopiló la mayor cantidad información sobre Jesús mediante una especie de investigación que tuvo que documentar, para escribir su obra y en la que podemos apreciar la importancia de María en la comunidad cristiana; él la llama “llena de gracia” (Lc 1, 28). A partir de este punto podemos empezar a esbozar que la figura de María está estrechamente ligada a la herencia cristiana que hemos recibido de los Apóstoles, no solo por tener el privilegio de haber sido la madre del Cristo, sino por méritos que ella reflejaba en su diario vivir. María fue la primera cristiana, ya que ella creyó en Cristo antes que cualquier otro ser humano, María fue la primera discípula, debido a que ella siguió atentamente los pasos y las enseñanzas de su hijo, siempre fue consciente que el fruto de su vientre era el Mesías, el Hijo de Dios; María fue la primera Apóstol, ya que el día de Pentecostés ella estaba presente en el cenáculo y fue testigo de la obra maravillosa del Espíritu Santo de la cual ella ya era partícipe desde la anunciación años atrás (Lc 1, 35).

Muchas de las sectas “cristianas” que están en el entorno Latinoamericano y con el que a diario nos encontramos, negando la Tradición Apostólica e interpretando a conveniencia la Sagrada Escritura manifiestan un odio tal, que en ocasiones hasta se percibe como diabólico hacia la Madre de Dios, María Santísima; a lo que tomando como base la definición del término cristiano genera los siguientes cuestionamientos: ¿Será digno de un cristiano no amar a la Madre de Cristo? ¿Se honra el nombre de Cristo al ofender a su Madre?

Tratando de obviar la Sagrada Tradición y tomando básicamente lo narrado en los Evangelios, nos podemos preguntar: ¿Cristo negó a su Madre? ¿Les enseñó Cristo a los apóstoles a no querer a su Madre? ¿Por qué entonces la encomendó al apóstol San Juan? ¿Se puede ser Cristiano sin María? ¿Por qué los hermanos separados nos atacan tanto en el tema de María?

Parece un poco extraño que los propios reformadores tenían una concepción de María diametralmente opuesta a lo que predican nuestros hermanos de las sectas cristianas. Veamos que dicen algunos de sus fundadores acerca de la Santísima Virgen María, la madre de Jesús.


Martín Lutero – fundador de los luteranos.

Sermón Navidad 1531: “[Ella es] la mujer más encumbrada y la joya más noble de la cristiandad después de Cristo… Ella es la nobleza, sabiduría y santidad personificadas. Nunca podremos honrarla lo suficiente. Aun cuando ese honor y alabanza debe serle dado en un modo que no falte a Cristo ni a las Escrituras.”

Juan Calvino- fundador de los calvinistas.

“Helvidius mostró demasiada ignorancia al concluir que María debió haber tenido muchos hijos, por la razón de que son mencionados algunas veces los hermanos de Cristo”

Ulrico Zuinglio – reformador protestante.

Publicó en 1524 uno de sus sermones que trató sobre María, siempre virgen, madre de Dios: “Nunca he pensado, ni mucho menos enseñado o declarado públicamente, nada concerniente al tema de la siempre Virgen María, Madre de nuestra salvación, que pudiera ser considerado deshonroso, impío, sin valor o malvado… Creo con todo mi corazón, de acuerdo con el santo Evangelio, que su pureza virginal nos conduce hacia el Hijo de Dios y que ella permaneció, durante y después del parto, pura y sin mancha, virgen por la eternidad>.

Heinrich Bullinger – reformador protestante.

“La Virgen María… completamente santificada por la gracia y la sangre de su único Hijo, abundantemente dotada del don del Espíritu Santo y distinguida entre todos… ahora vive felizmente con Cristo en el cielo, es llamada y permanece siempre Virgen y es la Madre de Dios.”

Es interesante analizar como los fundadores de las iglesias provenientes de la reforma también amaban y veneraban profundamente a la Virgen María, pero aún más interesante como la Iglesia Católica ha logrado custodiar el agradecimiento a ella. Con este artículo no se pretende atacar a las Iglesias protestantes nacidas de la reforma, mucho menos las sectas cristianas que están presente en nuestro entorno, lo que se pretende con este artículo es crear conciencia que no es cristiano apartar a María de nuestra Fe, mucho menos menospreciarla o insultarla, porque dentro del corazón del cristiano lo mínimo que debe de existir es un infinito agradecimiento por haber colaborado con el plan de Salvación que Dios tenía preparado para cada uno de nosotros.

Cristiano sin María no es cristiano. ¿Virgen María que me has dado? con tu sí me has dado a Cristo, por tu sí, yo soy cristiano. ¡Gracias Señora!

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 2 ENERO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
2 de enero



Los hombres tienen sentido si se encuentran en la vida con su Señor y Creador. Entonces la vida es Vida para él, porque en el encuentro la criatura vive en su Señor y su Señor en la criatura.

Yo soy la Vida, dijo Cristo, que es el Dios que vino a la tierra; y es verdad. Y es verdad, hay que sacar conclusiones para no correr el riesgo de estar haciendo de la vida un afanoso correr tras algo que nunca se podrá alcanzar.



* P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY 3 ENERO 2018


Lecturas de hoy 3 de Enero. Feria de Navidad
Hoy, miércoles, 3 de enero de 2018




Primera lectura
Lectura de la primera carta de Juan (2,29;3,1-6):

Si sabéis que él es justo, reconoced que todo el que obra la justicia ha nacido de él. Mirad que amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no le conoció a él. Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es. Todo el que tiene esperanza en él se purifica a sí mismo, como él es puro. Todo el que comete pecado quebranta también la ley, pues el pecado es quebrantamiento de la ley. Y sabéis que él se manifestó para quitar los pecados, y en él no hay pecado. Todo el que permanece en él no peca. Todo el que peca no le ha visto ni conocido.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 97,1.3cd-4.5-6

R/. Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios

Cantad al Señor un cántico nuevo, 
porque ha hecho maravillas; 
su diestra le ha dado la victoria, 
su santo brazo. R/.

Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera, 
gritad, vitoread, tocad. R/.

Tañed la cítara para el Señor
suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas
aclamad al Rey y Señor. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo Evangelio según san Juan (1,29-34):

Al día siguiente, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó: «Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: "Trás de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo." Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua para que sea manifestado a Israel.»
Y Juan dio testimonio diciendo: «He contemplado el Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: "Aquél sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ése es el que ha de bautizar con Espíritu Santo." Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.»

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy miércoles, 3 de enero de 2018
 Alejandro Carbajo, cmf



Queridos hermanos, paz y bien.

Algo hay que decir, antes de nada, sobre san Juan Bautista. No se aprovechó de la situación, aunque hubiera podido, y no dijo que era él el Mesías. Mucha gente le seguía, tenía fe en él, le habría resultado fácil. Un ejemplo de honradez.

Y en el Evangelio, hemos leído: Éste es el Cordero de Dios. Lo escuchamos en cada Eucaristía, lo repite el sacerdote antes de la comunión. Quizá por eso nos hemos acostumbrado y no nos asusta la grandeza de este Misterio. Es que nos acostumbramos muy pronto al Misterio. Como que tuviéramos derecho a ello.

Para los judíos del tiempo de Jesús, estas palabras marcaron un antes y un después. Algunos creyeron, y para ellos terminó la espera del Mesías. Otros, no. El mundo no le conoció a Él.

Quizá nosotros, desde la infancia, tenemos la suerte de escuchar esas palabras, si no cada día, sí cada domingo. Aquí, en Rusia, hay mucha gente que está abriendo ese Misterio poco a poco. Con la ayuda de muchos misioneros, sacerdotes, religiosos, hermanas de diversas Congregaciones, que cada día, de palabra y de obra, señalan a las gentes de este enorme país que el Cordero de Dios está entre nosotros.

Lo he dicho alguna vez en estas páginas, y lo repito. Me dan envidia las personas que abren la Biblia, escuchan las lecturas de la Misa y no piensan eso me lo sé yo o eso me suena. Ojalá en este nuevo año podamos escuchar las palabras, mejor, la Palabra, como si fuera la primera vez. Para poder estar cerca de Él, y sintiendo su apoyo, ir por la vida, libres de toda perturbación, mientras esperamos su segunda venida.

Porque perturbaciones, húbolas y habrálas. En el camino hay siempre dificultades, nos ronda la tentación y el pecado nos atrae, pero el que es del Señor no peca (o, si lo hace, sabe que es posible arrepentirse y comenzar de nuevo, como Pedro). Eso tendría que darnos paz y alegría.

Vuestro hermano en la fe, 
Alejandro José Carbajo Olea, C.M.F.

IMÁGENES DE POSTALES DE FELIZ DÍA DE REYES









LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 1 ENERO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
1 de Enero


El tema de la paz es grato al corazón, por cuanto nos estamos debatiendo en odios y divisiones que no están conformes con el plan que Dios tiene sobre sus criaturas. 

Cristo ha de ser un único capaz de instaurar en la tierra y en el corazón del hombre la paz verdadera. En él y por él queda vencido el pecado, que es la causa de la guerra y de las discordias entre los hermanos. Mientras el pecado no muera en el corazón del hombre, la paz no dejará de ser un bien venidero.

* P. Alfonso Milagro

martes, 2 de enero de 2018

EN FIESTA DE MARÍA MADRE DE DIOS, PAPA FRANCISCO INVITA A EMPEZAR EL AÑO SIN FARDOS DEL PASADO


En fiesta de María Madre de Dios el Papa invita a empezar el año sin “fardos del pasado”
Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa




VATICANO, 01 Ene. 18 / 04:42 am (ACI).- En su primera homilía del año, pronunciada durante la Misa de la Solemnidad de Santa María Madre de Dios este lunes 1 de enero, el Papa Francisco invitó a los cristianos a mirar en su corazón para comenzar el nuevo año “desde el centro, dejar atrás los fardos del pasado y empezar de nuevo desde lo que importa”.

El Santo Padre planteó la siguiente cuestión: “¿Por qué decimos Madre de Dios y no Madre de Jesús?”. Recordó que, en el pasado, algunas voces dentro de la Iglesia pedían que se limitara a reconocer a Jesús únicamente como Madre de Jesús, “pero la Iglesia afirmó: María es Madre de Dios”.

“Desde que el Señor se encarnó en María, y por siempre, nuestra humanidad está indefectiblemente unida a Él. Ya no existe Dios sin el hombre: la carne que Jesús tomó de su Madre es suya también ahora y lo será para siempre. Decir Madre de Dios nos recuerda esto: Dios se ha hecho cercano con la humanidad como un niño a su madre que lo lleva en el seno”.

En su homilía, el Pontífice también subrayó que “la palabra madre (mater) hace referencia también a la palabra materia. En su Madre, el Dios del cielo, el Dios infinito se ha hecho pequeño, se ha hecho materia, para estar no solamente con nosotros, sino también para ser como nosotros”.

“He aquí el milagro, la novedad: el hombre ya no está solo; ya no es huérfano, sino que es hijo para siempre. El año se abre con esta novedad. Y nosotros la proclamamos diciendo: ¡Madre de Dios!”.

“Nuestra soledad ha sido derrotada”, continuó. Por ello, “servir a la vida humana es servir a Dios”.

El valor del silencio

El Papa Francisco también destacó una de las principales características del relato evangélico de la Navidad: el silencio.

En concreto, llamó la atención sobre esta frase del Evangelio de San Lucas: “Custodiaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón”.

“Custodiaba. Simplemente custodiaba. María no habla: el Evangelio no nos menciona ni tan siquiera una sola palabra suya en todo el relato de la Navidad. También en esto la Madre está unida al Hijo: Jesús es infante, es decir ‘sin palabra’. Él, el Verbo, la Palabra de Dios que ‘muchas veces y en diversos modos en los tiempos antiguos había hablado’, ahora, en la ‘plenitud de los tiempos’, está mudo”.

El Pontífice destacó que también esto tiene un sentido en la historia de la salvación, y pone de relieve la realeza de Jesús: “El Dios ante el cual se guarda silencio es un niño que no habla. Su majestad es sin palabras, su misterio de amor se revela en la pequeñez. Esta pequeñez silenciosa es el lenguaje de su realeza. La Madre se asocia al Hijo y custodia en el silencio”.

El misterio del silencio en el nacimiento de Jesús supone una oportunidad para la meditación del cristiano, y el Papa explicó cómo: “El silencio nos dice que también nosotros, si queremos custodiarnos, tenemos necesidad de silencio. Tenemos necesidad de permanecer en silencio mirando el pesebre. Porque delante del pesebre nos descubrimos amados, saboreamos el sentido genuino de la vida. Y contemplando en silencio, dejamos que Jesús nos hable al corazón”.

Así, invitó a dedicar unos instantes al día a contemplar a Dios en silencio: “Reservar cada día un momento de silencio con Dios es custodiar nuestra alma; es custodiar nuestra libertad frente a las banalidades corrosivas del consumo y la ruidosa confusión de la publicidad, frente a la abundancia de palabras vacías y las olas impetuosas de las murmuraciones y quejas”.

También explicó que las cosas que María custodiaba en su corazón eran los “gozos y dolores” de aquellos días: “el futuro incierto, la falta de un hogar, la desolación del rechazo, la desilusión de ver nacer a Jesús en un establo”.

María “meditaba” todas estas cosas, “es decir las repasaba con Dios en su corazón. No se guardó nada para sí misma, no ocultó nada en la soledad ni lo ahogó en la amargura, sino que todo lo llevó a Dios. Así custodió”.

“Este es el secreto de la Madre de Dios: custodiar en el silencio y llevar a Dios. Y como concluye el Evangelio, todo esto sucedía en su corazón”.

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 2 ENERO 2018


Lecturas de hoy 2 de Enero. Feria de Navidad
Hoy, martes, 2 de enero de 2018



Primera lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan (2,22-28):

¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Ése es el Anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Todo el que niega al Hijo tampoco posee al Padre. Quien confiesa al Hijo posee también al Padre. En cuanto a vosotros, lo que habéis oído desde el principio permanezca en vosotros. Si permanece en vosotros lo que habéis oído desde el principio, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre; y ésta es la promesa que él mismo nos hizo: la vida eterna. Os he escrito esto respecto a los que tratan de engañaros. Y en cuanto a vosotros, la unción que de él habéis recibido permanece en vosotros, y no necesitáis que nadie os enseñe. Pero como su unción os enseña acerca de todas las cosas –y es verdadera y no mentirosa– según os enseñó, permanecéis en él. Y ahora, hijos, permaneced en él para que, cuando se manifieste, tengamos plena confianza y no quedemos avergonzados lejos de él en su venida.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 97

R/. Los confines de la tierra han contemplado 
la victoria de nuestro Dios

Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R/.

El Señor da a conocer su victoria,
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R/.

Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (1,19-28):

Éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan a que le preguntaran: «¿Tú quién eres?» 
Él confesó sin reservas: «Yo no soy el Mesías.» 
Le preguntaron: «¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?» 
Él dijo: «No lo soy.» 
«¿Eres tú el Profeta?» 
Respondió: «No.» 
Y le dijeron: «¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?» 
Él contestó: «Yo soy la voz que grita en el desierto: "Allanad el camino del Señor", como dijo el profeta Isaías.» 
Entre los enviados había fariseos y le preguntaron: «Entonces, ¿por qué bautizas si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?» 
Juan les respondió: «Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia.» 
Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando.

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy martes, 2 de enero de 2018
Alejandro Carbajo, cmf
Queridos hermanos, paz y bien.


En estos tiempos que corren, donde parece que lo principal es destacar, cuantos más seguidores tienes, mejor (en las redes sociales, en la política), nos interpela el testimonio de Juan el Bautista. No solo no retiene a los que le siguen, sino que les invita a ir tras la verdadera luz, Es que donde el Sol está, no tienen luz las estrellas. Los verdaderos discípulos son, a su vez, presentadores de Cristo. Ojalá todos pudiéramos decir: “te presento a este estupendo amigo mío, Jesús”.

El problema de cualquier presentador es hasta dónde llega lo que se presenta, el mensaje, y hasta dónde llega la persona que da transmite ese mensaje. Es muy difícil no caer en la tentación de sentirnos un poco mesías, de dejarnos alabar por lo bien que uno habla, por lo bien que ha salido la catequesis, por lo bien que hacemos todo lo que nos piden. Y hay que recordar las palabras de Jesús: “siervos inútiles somos, hemos hecho lo que teníamos que hacer.” Todo lo hacemos por Jesús y por su Reino. Porque todos tienen derecho a disfrutar de ese gran amigo que tú y yo tenemos. Y nadie puede conocerle si no se lo anuncian. Así que… A hacer de Bautistas para muchos hermanos que aún no han oído hablar de Cristo, o, a lo mejor, piensan que no es bueno para ellos.

Termino ya. Y ahora, hijos, permaneced en Él para que, cuando se manifieste, tengamos plena confianza y no quedemos avergonzados lejos de Él en su venida. que seamos fieles a Cristo, y fieles a la tarea recibida. La que sea, pequeña o grande, de mucha responsabilidad o de poca. Lo importante es hacerlo por Él, con él y para Él. Así sea.
            
Vuestro hermano en la fe, 
Alejandro José Carbajo Olea, C.M.F.

BIENVENIDO 2018


































Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...