lunes, 18 de noviembre de 2013

LA VIDA DE LA VIRGEN MARÍA


LA VIDA DE LA VIRGEN MARÍA

- Los padres de la Virgen María se llamaban Joaquín y Ana. Eran de la Tribu de Judá y eran descendientes del Rey David.

- La Virgen era una muchacha humilde, bondadosa y sobretodo vivía muy cerca de Dios.
Dedicaba mucho tiempo a orar, y había prometido a Dios servirlo y amarlo a El durante toda su vida.

- Un día, María conoció a José, que era un hombre muy bueno y muy piadoso también. José pidió a María que se casaran.

Cuando estaban ya comprometidos, pero todavía no se casaban ni vivían juntos, un día mientras María estaba rezando, se le apareció un ángel, el Arcángel Gabriel, y le dijo :¨Dios te salve, llena de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres. No temas, María has hallado gracia delante de Dios y concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, a quién pondrás por nombre Jesús. ¨

- Y te preguntarás: ¿Qué hizo María? Pues con toda humildad dijo que SI al ángel con estas palabras:
¨He aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra. ¨

- ¡ Qué grande y qué hermoso fue este momento para la humanidad ! Imagínate, Dios que todo lo puede, respetó la libertad de María, le mandó ¨preguntar¨ si quería ser la madre de Jesucristo, el Dios que se iba a hacer hombre para salvarnos.

- Y la Virgen María no pensó si ésto iba a ser muy difícil o le iba a traer mucho sufrimiento, sólo dijo un SÍ GENEROSO a Dios.

- Así deberíamos nosotros de responder a Dios cuando sentimos que nos pide algo, en vez de darle tantas vueltas y poner excusas.

- Luego María no sabía como contarle lo sucedido a José, ¿Cómo ella embarazada antes de casarse con él? Entonces un ángel le dijo a José en sueños que no dudara en recibir a María como esposa, que el hijo concebido en ella era obra del Espíritu Santo.


- Entonces José, que como te dijimos, era un hombre bueno y justo, recibió a María, se casaron y decidió guardar ésto en secreto. Después la Vírgen y San José ofrecieron a Dios guardar CASTIDAD toda su vida. Por eso la Virgen no tuvo ningún otro hijo.
- Aquí queremos explicarte que hay algunas sectas, o personas de otras religiones, que dicen que la Virgen tuvo más hijos. Esto no es cierto por lo siguiente:

- Ellos dicen que en la Biblia está escrito ¨los hermanos¨ de Jesús y ahí se apoyan para decir ésto. Pero fíjate que en la Biblia se habla de ¨los hermanos¨ de Jesús, porque en el idioma hebreo, arameo y árabe, se les llamaba ¨hermanos¨ a los primos hermanos y a los parientes. Y claro que Jesús tenía parientes, pero no hermanos, porque María permaneció vírgen siempre. ¡No te dejes confundir!

- La Vírgen vivió en un pueblo llamado NAZARET con José y con Jesús.

¿Cómo era la vida de la Virgen María?

Ella, como cualquier madre, trabajaba en su hogar, pero de una manera especial; sería imposible decir todas las VIRTUDES , o sea las cosas buenas que tenía la Vírgen. Por mencionar algunas, María era una mujer HUMILDE, es decir sencilla; GENEROSA, que se olvidaba de si misma por los demás; CON UNA GRAN CARIDAD, amaba y ayudaba a todos por igual y una mujer que SERVÍA a José y a Jesús , su familia, con un gran AMOR y una gran ALEGRÍA. La Vírgen era PACIENTE y quizá lo más hermoso que tenía era que ACEPTABA CONTENTA TODO LO QUE DIOS LE PEDÍA EN LA VIDA.

- ¡ Cuánto podríamos aprender todos de la Virgen! Si María fue santa en el hogar, en el trabajo diario, podríamos todos tratar de imitar sus VIRTUDES para santificarnos día tras día nosotros también.

- La Vírgen María estuvo presente en la pasión y muerte de Jesús; estuvo junto a la cruz, llena de dolor pero serena.

EN ÉL ESTÁ NUESTRA ESPERANZA

Autor: P. Eusebio Gómez Navarro | Fuente: Catholic.net
En Él está nuestra esperanza
Dios ofrece y regala la salvación. La respuesta del creyente es acogerla por medio de la fe.
 
En Él está nuestra esperanza
Estamos en las manos de Dios, en Él tenemos puestos los ojos y la esperanza. No debemos temer nada: el poder del mal no triunfará.

Dios sigue hablando, revelándose. Es posible que el concepto o imagen de Dios de un adulto nos quede pequeño, no sea el mismo que el de un niño. No por ello se puede decir que una persona ha perdido la fe, sino más bien que ha evolucionado. Ha descubierto que el verdadero Dios es distinto, lo ha experimentado en su vida como Abrán, como María…

En el pasado, Dios habló de muchos modos a nuestros padres por medio de los profetas; en estos últimos tiempos nos ha hablado a través de su Hijo (Hb 1, 1-2). Todo nos lo ha dicho en Cristo, todo nos lo habló junto y de una vez en esta sola Palabra (san Juan de la Cruz). Y lo esencial de este mensaje es: Dios quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad (1 Tm 2, 4).

Cuando la Biblia habla de la fe, pone ejemplos de personas que se fían de Dios, como Abrán, como María. La fe bíblica está más próxima a una actitud de búsqueda que a una seguridad total.

Abrán debe salir de su tierra sin saber siquiera adónde va (Gn 12, 1), fiándose de la promesa de Dios. El seguidor de Jesucristo debe renunciar a todo, romper con la seguridad del dinero, de la familia, de lo conocido (Lc 9, 3: 57-62).

Dios ofrece y regala la salvación. La respuesta del creyente es acogerla por medio de la fe. La Escritura nos propone dos modelos de fe, de acoger la palabra salvadora de Dios: Abrán y María. Por la fe, Abrán obedeció y salió hacia el lugar que había de recibir en herencia, y salió sin saber adónde iba(Hb 11, 8). Gracias a esta fe poderosa, Abrán se convirtió en padre de todos los creyentes, porque supo creer esperando contra toda esperanza (Rm, 4, 18).

De la Iglesia recibe el creyente la fe y la vida nueva en Cristo por el bautismo. Quienes caminan con fe y acogen al Dios que se revela en los acontecimientos de cada día, serán felices por siempre. El ser humano ha sido creado por Dios y para Dios; sólo en Dios, que acoge por la fe, encontrará vida y descanso.
Creado por Dios por amor, es conservado siempre por amor; y no vive plenamente según la verdad si no reconoce libremente aquel amor y se entrega a su Creador (GS 19, 1).

Dios nos ha bendecido con toda clase de bienes: salud, riqueza, familia, aunque todas las bendiciones se centran en Cristo (Ef 1, 3).

Todo el que cree en él será salvo. El ser humano es capaz de Dios (Karl Rahner), puede llegar a Dios. Al hacernos conscientes de que somos hijos de Dios, se deduce lógicamente que todos somos hermanos y como tales tenemos que vivir.

Frank Borman, un astronauta del Apolo VIII, pronunció a 350.000 km de la tierra una oración llena de confianza:Señor, concédenos la posibilidad de ver tu amor en el mundo a pesar de los defectos humanos. Concédenos la fe, la confianza, la oración a pesar de nuestra ignorancia y flaqueza. Concédenos lucidez para que sepamos seguir orando con corazón comprensivo y muéstranos lo que cada uno de nosotros puede hacer para facilitar que venga a nuestro mundo la paz universal.

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  • P. Eusebio Gómez Navarro 
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