martes, 3 de septiembre de 2019

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY MIÉRCOLES 4 DE SEPTIEMBRE DE 2019


Lecturas de hoy Miércoles de la 22ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, miércoles, 4 de septiembre de 2019



Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses (1,1-8):

Pablo, apóstol de Cristo Jesús por designio de Dios, y el hermano Timoteo, a los santos que viven en Colosas, hermanos fieles en Cristo. Os deseamos la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre. En nuestras oraciones damos siempre gracias por vosotros a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, desde que nos enteramos de vuestra fe en Cristo Jesús y del amor que tenéis a todos los santos. Os anima a esto la esperanza de lo que Dios os tiene reservado en los cielos, que ya conocisteis cuando llegó hasta vosotros por primera vez el Evangelio, la palabra, el mensaje de la verdad. Éste se sigue propagando y va dando fruto en el mundo entero, como ha ocurrido entre vosotros desde el día en que lo escuchasteis y comprendisteis de verdad la gracia de Dios. Fue Epafras quien os lo enseñó, nuestro querido compañero de servicio, fiel ministro de Cristo para con vosotros, el cual nos ha informado de vuestro amor en el Espíritu.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 51,10.11 

R/. Confío en tu misericordia, Señor, por siempre jamás

Pero yo, como verde olivo, 
en la casa de Dios, 
confío en la misericordia de Dios 
por siempre jamás. R/.

Te daré siempre gracias 
porque has actuado;
proclamaré delante de tus fieles: 
«Tu nombre es bueno.» R/.



Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (4,38-44):

En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, entró en casa de Simón. La suegra de Simón estaba con fiebre muy alta y le pidieron que hiciera algo por ella. Él, de pie a su lado, increpó a la fiebre, y se le pasó; ella, levantándose en seguida, se puso a servirles. Al ponerse el sol, los que tenían enfermos con el mal que fuera se los llevaban; y él, poniendo las manos sobre cada uno, los iba curando.
De muchos de ellos salían también demonios, que gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios.»
Los increpaba y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Mesías. Al hacerse de día, salió a un lugar solitario. La gente lo andaba buscando; dieron con él e intentaban retenerlo para que no se les fuese.
Pero él les dijo: «También a los otros pueblos tengo que anunciarles el reino de Dios, para eso me han enviado.»
Y predicaba en las sinagogas de Judea.

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy miércoles, 
4 de septiembre de 2019
CR


Somos comunidad, no masa.

Se cita mil veces al Papa Pablo VI en la Evangelii Nuntiandi: La misión primera de la Iglesia es evangelizar, anunciar el Evangelio. Nada nuevo, lo dice Jesús hoy: “Tengo que anunciar el Reino de Dios, para eso he venido”. Evangelizar es hacer lo que hizo Jesús: palabra y gesto de imponer las manos, anunciar y sanar, parábolas y milagros; “alma y cuerpo”, que dice el pueblo con menos precisión. La presencia de estos dos momentos en nuestra vida es la señal única de que entre nosotros está ya el Reino de Dios.

Al salir de la sinagoga, a Jesús le ha entrado la fiebre de curar, empezando por la fiebre de la suegra de Pedro. Luego se extenderá a todos los enfermos que le presentaban, al ponerse el sol. Por fin, da remate curando a un endemoniado que acaba confesando: “Tú eres el Santo de Dios”. Un pormenor les gusta resaltar a los que leen este texto; Jesús, al curar, no olvida el detalle de imponer las manos “sobre cada uno”: cada uno era importante. Tal abundancia de sanaciones,  por parte de Jesús, ocasiona que la gente quede embriagada con tanta felicidad. Por eso, pretenden retenerle, que no se vaya, que solo lo acaparen ellos mismos.

Hoy está de moda la “política de gestos”. Gritan más los gestos que las palabras. Bien sería que nos preguntemos: ¿Qué gestos, qué acciones nuestras se convierten más fácilmente en señales del Reino? ¿Qué es lo que más le dice, más le toca al hombre moderno, para abrirse al Evangelio, para llegar a Jesús?  No basta con anunciar y confesar; eso, lo acabamos de ver, lo hace también el endemoniado. Hay maneras de actuar que han de acompañar al anuncio del mensaje; por ejemplo, gestos que evoquen cercanía, sencillez, interés por el otro y abandono de sí, dolor por el sufrimiento humano, actitudes samaritanas, pasión por la paz y la justicia. Así no caeremos en la tentación de los paisanos de Cafarnaún: querer retener a Jesús. Acaparar a Jesús es convertirlo en ídolo, instrumentalizarlo para nuestros intereses mezquinos, pensar que solo es correcto mirarlo y estudiarlo desde nuestras ideas y convicciones cortas y chatas. Jesús es universal, ha venido también “para otros pueblos”. Y en esta expresión, caben otras culturas, otras visiones de la realidad y de la Iglesia, otras costumbres. No achiquemos a nuestro Dios, que traspasa el tiempo y el espacio.  En fin, hagamos todo, “mirando a cada uno”, deteniéndonos en cada persona, llamando a cada uno por su nombre. Es señal de amor. Somos comunidad; no, masa. “Me has mirado a los ojos, sonriendo, has dicho mi nombre”. Así cantamos.

POR QUÉ SEPTIEMBRE ES EL MES DEDICADO A LA SANTA BIBLIA?


¿Por qué septiembre es el mes dedicado a la Santa Biblia?
En este mes, la Iglesia Católica llama a la población a reavivar su compromiso con la Palabra de Dios.


Por: n/a | Fuente: PildorasdeFe.net 




Durante todo el mes de septiembre, la Iglesia celebra el mes de la Santa Biblia y presta especial atención a la Palabra de Dios contenida en las Sagradas Escrituras.

La primera exhortación apostólica del Papa Francisco: "La alegría del Evangelio" contiene material valioso para celebrar encuentro de oración alrededor de la Palabra de Dios.

¿Por qué celebramos la Biblia en septiembre?
Para nosotros, los Cristianos Católicos, septiembre es el mes de la Biblia porque el día 30 de septiembre es el día de San Jerónimo, el hombre que dedicó su vida al estudio y a la traducción de la Biblia al latín.

San Jerónico nació en Dalmacia, cerca del año 340 y murió en Belén el 30 de septiembre de 420. San Jerónimo tradujo la Biblia del griego y el hebreo al latín.

La traducción al latín de la Bibliahecha por San Jerónimo, llamada la Vulgata (de vulgata editio, "edición para el pueblo"), ha sido hasta la promulgación de la Neovulgata en 1979, el texto bíblico oficial de la Iglesia católica romana.

En este mes, la Iglesia Católica llama a la población a reavivar su compromiso con la Palabra de Dios.

La Nueva Evangelización nos exige este conocimiento de la Palabra para afrontar los nuevos desafíos. En una realidad que cambia constantemente y es necesario sembrar en ella la semilla del Evangelio, para que el mensaje de Jesús llegue a ser una interpretación válida, comprensible, esperanzadora y relevante para la vida del hombre y de la mujer de hoy

La intención, es que, durante este mes, en todas las comunidades cristianas o grupos familiares, se desarrollen algunas actividades que nos permitan acercarnos mejor y con más provecho a la Palabra de Dios

La palabra de Dios se configura como alimento espiritual para la vida de todo Cristiano. Los mensajes, parábolas y vivencias contenidas en la Biblia nos permiten entender y comprender la gran obra de salvación de Jesucristo.

¿Qué dijo el Papa Francisco sobre la Biblia?
"Nosotros los cristianos tenemos que tener un único objetivo en nuestra vida de fe y es poner la Biblia en el centro de nuestra vida cristiana para que ella sea una brújula, pero también para que ella sea como la primavera de nuestra vida espiritual, para que ella sea la que nos indique el camino a seguir, pero sobre todo porque como decía San Jerónimo: quien desconoce la escritura desconoce la persona de Jesús".


¿Qué dice el Catecismo?
La Biblia es alimento de la vida espiritual, y todos los cristianos deben tener un fácil acceso a la Sagrada Escritura (Cat. 131). Es el alma de la teología, la predicación y la catequesis (Cat. 132)

La Iglesia recomienda la lectura “asidua” (frecuente, cotidiana) de la Sagrada Escritura. Desconocerla, es desconocer a Jesús. En cambio, quienes la disfrutan, adquieren la mente de Cristo (Cat. 133. Comp. 24)

Esperemos que el Espíritu Santo haga que algunos de estos elementos nos toquen la mente y el corazón, y nos ayuden a acercarnos al libro más leído en la historia de la humanidad, en el cual el Padre Celestial sale a dialogar con sus hijos (Cat. 103), y del que se conservan los manuscritos más cercanos al original. Y a través de él conocer, amar y seguir a Jesús, que es lo propio del cristiano.

San Juan Pablo II, nos dejó además unas palabras hermosas sobre esta celebración de la Biblia en Septiembre:

"Los católicos durante el mes de septiembre debemos dedicarlo a impulsar el conocimiento y divulgación de los textos bíblicos con mayor énfasis, ya que quien se llame cristiano tendría que conocer la historia de la salvación y la Palabra de Dios, interpretadas auténtica y fielmente por el Magisterio de la Iglesia."

Métodos para leer la Biblia y sacarle el mejor provecho
Lectio Divina

Es una celebración de la Palabra que se remonta a tiempos antiquísimos y su método se atribuye al monje Orígenes. Se puede celebrar en comunidad, en familia o de modo individual.

La Lectio Divina o lectura orante de la Biblia consiste en el estudio de la Palabra en un dialogo íntimo con Dios.

Lectura del texto Bíblico

Relectura, búsqueda de términos complicados y reconstrucción imaginaria de los hechos tal y como son descritos letra a letra.

Meditación

Consiste en el análisis del mensaje de Salvación que el texto ofrece y la enseñanza para la vida que contiene.

Oración

Es la respuesta que das a Dios después de haber escuchado su Palabra, el ofrecimiento de tu vida y la solicitud de su misericordia siempre en sintonía con el mensaje leído

Contemplación

Es la cuestión de interiorizar el mensaje, es preguntarse que quiere Dios de mi con este mensaje de Salvación, ¿a qué voy a comprometerme?.

Si la Lectio Divina se hace en casa, se recomienda estar libre de distracciones y crear un clima de santidad; realizarlo frente a un crucifijo, con una vela encendida y comenzando con un acto penitencial y la invocación al Espíritu Santo.

Recomendaciones para leer la Biblia

Orar al Espíritu Santo para recibir su luz y entendimiento.
Leer con humildad, no pretendiendo tenerlo ya todo entendido.
Interpretar según la Iglesia. La humildad exige que se pregunte y estudie.
Leer la Biblia con frecuencia para beber mas de la fuente.
Leer con el fin de amar y obedecer mas a Dios y amar mas al prójimo
No buscar en la Biblia ciencia natural sino un mensaje espiritual.
Pregunta en tu parroquia que actividades se desarrollarán durante este mes e intégrate a las celebraciones, retiros espirituales, sesiones de estudio, etc. que te ofrezcan, no desperdicies nada de la riqueza que puedes llegar a poseer en el estudio de la Biblia en el seno de la Iglesia que la escribió.

Es tan grande el poder y la fuerza de la palabra de Dios, que constituye sustento y vigor de la Iglesia, firmeza de fe para sus hijos, alimento del alma, fuente límpida y perenne de vida espiritual.

FALLECIÓ EL CARDENAL MÁS ANCIANO DEL MUNDO


Falleció el cardenal más anciano del mundo
Redacción ACI Prensa
 Crédito: CEC



Esta tarde falleció el Cardenal José de Jesús Pimiento Rodríguez, Arzobispo Emérito de Manizales (Colombia), quien con 100 años de edad era el purpurado más anciano de la Iglesia Católica.

Según informó la Conferencia Episcopal Colombiana, su deceso “sucedió este martes 3 de septiembre, en horas de la tarde”.

“En su debido momento se darán a conocer detalles relacionados con sus honras fúnebres. Oremos por él y demos gracias a Dios por su testimonio vocacional y larga vida. Fraterno saludo de condolencias a la familia del señor Cardenal y al clero de la Arquidiócesis de Manizales”, publicaron los obispos en la página oficial del Episcopado en Facebook.

José de Jesús Pimiento Rodríguez nació en Zapatoca (Santander) el 18 de febrero de 1919. A los 17 años de edad ingresó al seminario de San Gil y luego pasó al Seminario Mayor de Bogotá donde terminó sus estudios.


Fue ordenado sacerdote a los 22 años de edad, el 14 de diciembre de 1941.

A la edad de 36 años fue nombrado Obispo Auxiliar de Pasto por el Papa Pío XII. En 1964, San Pablo VI lo nombró Obispo de Garzón.

El entonces Obispo Pimiento participó en las cuatro sesiones del Concilio Vaticano II como padre conciliar, y posteriormente asistió a Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano de Medellín (Colombia, 1968), Puebla (México, 1979) y Santo Domingo (República Dominicana, 1992).

En julio de 1972 fue elegido presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia.

En 1975, San Pablo VI lo nombró Arzobispo de Manizales, donde ejerció su ministerio pastoral por 21 años.


En 1996, San Juan Pablo II aceptó su renuncia y se mudó al Urabá antioqueño para ejercer su servicio pastoral como misionero en la Diócesis de Apartadó.

Fue creado cardenal por el Papa Francisco en 2015 a los 95 años de edad. Por motivos de salud no pudo viajar al Vaticano para asistir al consistorio y por ello el Cardenal Rubén Salazar, Arzobispo de Bogotá, le entregó el birrete, el anillo cardenalicio y el pergamino con el título otorgado por el Papa, en una ceremonia especial.

En una entrevista con el diario colombiano El Tiempo, el Cardenal Pimiento relató que su decisión de ingresar al sacerdocio “no fue improvisado”. “Mi mamá me llevaba todos los días a misa a las 5 de la mañana, yo me lo pasaba dormido allá. Pero eso me aficionó a la Eucaristía, sin saberlo. A los 8 años tal vez, fui acólito y eso me acercó más al Santísimo”, afirmó.

“Ahí fue como creciendo la vocación. Eso prueba que Dios lo va llevando, sin darse uno cuenta, a comprender que ahí está Él”, aseguró el Cardenal.

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