sábado, 3 de enero de 2015

MARÍA, ROSA MÍSTICA

   

María Rosa Mística
Rafael Ángel Marañón



Es María, perfume de las rosas,
Un ser maravilloso y delicado,
Que nunca dejará de ser amado;
Son de Dios, sus esencias candorosas. 

Y gozo madre santa haciendo glosas
Y te amo con Jesús porque a su lado 
Disfruta con tu hijo bienhadado,
En asiento de flores deleitosas. 

Es amor hacia el humano que te mueve,
Pues eres, por tu hijo vencedora,
Y ese afán y gloria me conmueve. 

Eres rosa de amor, y eres mi cielo,
Y escucho tu canción, que de tus labios,
No es endecha y dolor, sino consuelo.

MARÍA, MADRE DE LA IGLESIA


María, Madre de la Iglesia
Padre Hernán Pérez Etchepare,ssp



He escrito miles de veces tu nombre
y en cada letra siempre encontré cosas nuevas.

He escrito miles de veces tu nombre
y en cada invocación se profundiza tu presencia.

Cómo decirles a los hombres cuando lo lean
toda la inmensidad que tu nombre encierra.

Cómo decirles a los hombres que tu nombre
es la oración más bella.

María, María, María, María, María...
"Llena de gracia",.
"llena de luz",
"llena del Espíritu"
"llena de plenitud"
"puerta del cielo".
"Madre de la Iglesia".

Tú ofreciste la vida al mundo
en nuestro hermano Jesús
y oraste frete al madero
por toda la humanidad
para ser nuestra madre
y no abandonarnos jamás.

Cómo corresponder
a este amor tan fuerte
ser Madre en la cruz
de todos los delincuentes.

Madre de Dios y Madre Nuestra
auxílianos en nuestro dolor
y en la pasión que nos espera,
como ayudaste a Jesús,
hasta su última entrega.

Madre del Señor y Madre Nuestra
acompaña nuestro caminar
y haz que no desfallezca
ante tanta dificultad;
como acompañaste alegre
los pasos de la primera Iglesia,
cuando el Espíritu Santo,
nos entregó el Amor
con el fuego de su presencia.

MARÍA DE NAZARETH


María de Nazareth
Padre Enrique Cases



Estás tan alta ¡Mamá!
que casi te deshumanan.
Trasunto de lo divino
y vértice de lo humano.

Eres mujer, Virgen, Madre.
Eres criatura nueva
desde el inicio hasta el fin

Tu mente es luz sobre luz,
luz sin oscuridad,
tiniebla de triste pecado,
luz de fe, don luminoso,
luz que crece semilla,
pero fuerte y poderosa,
luz del don del Poderoso,
luz quizá única, tuya.

Pero, aún así,
el día de la Anunciación
tiemblas porque desconoces.
Cuando el Niño no aparece
no sabes donde está Jesús
y le buscas día a día,
hasta que de lo más hondo
le dices sin poder más ¿por qué?
y piensas lo que te revela.

Miras la vida diaria,
y ahí entiendes algo más,
pues en Nazareth se santifica
lo más y más esencial:
el hogar y el trabajar.

Pero cuando ves a Jesús
en la Pasión dolorosa
un velo cubre tu mente,
pues no es fácil comprender
al potente inerme y muerto
pero como mujer fuerte,
crees y quieres creer.

Tu corazón es humano
como lo fue el de Jesús.
El lloró y tú ¿por qué no?
El rió y tu sonríes,
El cantó contigo un dúo
El habla, es uno más,
cada pasión es la suya,
el pobre,
el rico
y el sabio,
el leproso
y hasta el ebrio.
Con todos se identifica
y les sube poco a poco.
Tú también quieres así,
con amor muy humanado.
Tu querer es querer querer,
quieres lo que Dios quiere,
pero también es tu querer,
desear aquella rosa,
y la sonrisa de un niño
y el saludo del rey mago,
las gracias del ciego pobre
y los ayes de las madres.

Quieres como todos quieren,
pero no un querer porque sí,
ni querer por egoísmo,
ni querer por poseer,
quieres como quiere Dios,
pero al modo femenino.

Así lo humano se conforma
y se transforma en divino;
sin dejar de ser, ni un poco,
de aquí y muy humanado.

Sufres al ver la Cruz,
sufres y amas mejor,
con un amor aún mayor
que cuando te habló Gabriel.
Así, luz, querer, dolor,
son humanos y divinos
de una mujer, la Mujer
que siempre dijo que Sí.

NAZARETH


Nazareth
Luis Girol Martínez 



La tarde,
está enviando tinieblas,
recelosa de su marcha.

El Niño Jesús
juega, juega...
jugando estaba en la plaza.

En el taller,
San José puso fin a su jornada.

La virgen
-alma de armiño-
borda y ora, borda y canta.

El Niño Jesús
ya no juega:
mirando está en lontananza.

¿Qué divisará Jesús
que su mirada se apaga?
¿Acaso ve ya la cruz?...

El Niño Jesús ha vuelto
a los juegos de la infancia;
y... juega... juega que juega en la plaza. 

ORACIÓN AL SANTÍSIMO NOMBRE DE JESÚS


Oración al Santísimo Nombre de Jesús 
(San Bernardino de Siena)


¡Oh Nombre glorioso, Nombre regalado, Nombre amoroso y santo!

Por ti las culpas se borran, los enemigos huyen vencidos, los enfermos sanan, los atribulados y tentados se robustecen, y se sienten gozosos todos.

Tú eres la honra de los creyentes, Tú el maestro de los predicadores, Tú la fuerza de los que trabajan, Tú el valor de los débiles.

Con el fuego de tu ardor y de tu celo se enardecen los ánimos, crecen los deseos, se obtienen los favores, las almas contemplativas se extasían; por ti todos los bienaventurados del cielo son glorificados.

Haz, dulcísimo Jesús, que también nosotros reinemos con ello por la fuerza de tu santísimo Nombre.

HOY ES EL DÍA DEL SANTÍSIMO NOMBRE DE JESÚS - 3 DE ENERO DEL 2015


Hoy es el día del Santísimo Nombre de Jesús
3 de Enero del 2015


ROMA, 03 Ene. 15 / 12:01 am (ACI).- Cada 3 de enero la Iglesia celebra el Día del Santísimo Nombre de Jesús. “Éste es aquel santísimo nombre anhelado por los patriarcas, esperado con ansiedad, demandado con gemidos, invocado con suspiros, requerido con lágrimas, donado al llegar la plenitud de la gracia”, decía San Bernardino de Siena.

“Ocho días después, llegó el tiempo de circuncidar al niño y se le puso el nombre de Jesús, nombre que le había sido dado por el Ángel antes de su concepción” (Lc. 2, 21).

La palabra Jesús es la forma latina del griego “Iesous”, que a su vez es la transliteración del hebreo “Jeshua” o “Joshua” o también “Jehoshua”, que significa “Yahveh es salvación”.

El Santísimo Nombre de Jesús comenzó a ser venerado en las celebraciones litúrgicas del siglo XIV. San Bernardino de Siena y sus discípulos propagaron el culto al Nombre de Jesús. En 1530 el Papa Clemente VII concedió por primera vez a la Orden Franciscana la celebración del Oficio del Santísimo Nombre de Jesús.

San Bernardino solía llevar una tablilla que mostraba la Eucaristía con rayos saliendo de ella y, en el medio, se veía el monograma “IHS”, abreviación del Nombre de Jesús en griego (ιησουσ).

Más adelante la tradición devocional le añade un significado a las siglas: "I", Iesus (Jesús), "H", Hominum (de los hombres), "S", Salvator" (Salvador). Juntos quieren decir “Jesús, Salvador de los hombres”.

San Ignacio de Loyola y los jesuitas hicieron de este monograma el emblema de la Compañía de Jesús.

El Nombre de Jesús, invocado con confianza:

-Brinda ayuda en las necesidades corporales, según la promesa de Cristo: "En mi nombre agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien" (Mc. 16,17-18). En el Nombre de Jesús los Apóstoles dieron fuerza a los lisiados (Hch. 3,6; 9,34) y vida a los muertos (Hch. 9,40).

-Da consuelo en las pruebas espirituales. El Nombre de Jesús le recuerda al pecador el padre del hijo pródigo y del buen samaritano; al justo le recuerda el sufrimiento y la muerte del inocente Cordero de Dios.

-Nos protege de Satanás y sus artimañas, ya que el diablo le teme al Nombre de Jesús, quien lo ha vencido en la Cruz.

-En el nombre de Jesús obtenemos toda bendición y gracia en el tiempo y la eternidad, pues Cristo dijo: "lo que pidan al Padre se los dará en mi nombre." (Jn. 16,23). Por lo tanto, la Iglesia concluye todas sus oraciones con las palabras: "Por Jesucristo Nuestro Señor", etc.

Así se cumple la palabra de San Pablo: "Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos." (Flp. 2,10).
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