San Juan Bosco decía a los jóvenes: “Amad, honrad, servid a María. Procurad hacerla conocer, amar y honrar por los demás. No sólo no perecerá un hijo que haya honrado a esta Madre, sino que podrá aspirar también a una gran corona en el cielo”. Aquí tienes la cariñosa letra de una canción mariana.
¡Oh Señora y Madre mía!, con filial cariño vengo
a ofrecerte, en este día, cuanto soy y cuanto tengo:
mis ojos para mirarte, mi voz para bendecirte,
mi vida para servirte, mi corazón para amarte.
Acepta, Madre, este don que te ofrenda mi cariño,
y guárdame como a un niño cerca de tu corazón.
Aunque el dolor me taladre y haga de mí un crucifijo,
que yo sepa ser tu hijo, que sienta que eres mi Madre.
En la dicha, en la aflicción, en mi vida, en mi agonía,
mírame con compasión, no me dejes, Madre mía. Amén.
“María nos asegura –dice Don Bosco– que si somos devotos suyos, nos tendrá como hijos suyos, nos cubrirá con su manto, nos colmará de bendiciones en este mundo para obtenernos después el Paraíso. Si la amamos como hijos, ella nos defenderá como Madre potente y llena de misericordia”. Que vivas este día con filial afecto.
* Enviado por el P. Natalio