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martes, 12 de mayo de 2020
lunes, 11 de mayo de 2020
CONOCE LA HISTORIA DE CONVERSIÓN TRAS ESTA CANCIÓN A LA VIRGEN CANTADA POR ELVIS PRESLEY
Conoce la historia de conversión tras esta canción a la Virgen cantada por Elvis Presley
Redacción ACI Prensa
Crédito: Santuario de Fátima y Wikimedia Commons
Aunque pocos lo sepan, Elvis Presley, uno de los cantantes más populares del siglo XX y considerado un ícono cultural, interpretó una canción dedicada a la Virgen de Fátima y el Rosario, que además tiene una bonita historia de conversión detrás.
Aunque fue criado en la Iglesia Evangélica de la Asamblea de Dios, Elvis Presley grabó “El milagro del Rosario” el 15 de mayo de 1971. Sin embargo, no es su canción, sino de su amigo Lee Denson, quien perteneció a la Iglesia Bautista, pero se convirtió al catolicismo después de casarse con una católica.
La familia de Lee Denson ayudó a los padres de Elvis cuando se mudaron de Tupelo a Memphis en 1947. Lee fue el primer maestro de guitarra de Presley.
La historia de la canción “El milagro del Rosario” fue escrita en 1960 cuando Lee se acercó al catolicismo. Su esposa Mary era católica y devota de la Virgen de Fátima. Todos los días rezaba el Rosario como la Madre de Dios había pedido a los tres pastores en Cova da Iria.
Sin embargo, debido agitada carrera de músico profesional de su esposo, ella comenzó a descuidar su fe. Un día, el Rosario que un amigo le había traído de Fátima desapareció. Ella buscó en toda su casa, pero no la encontró.
Fue en la noche del 13 de octubre de 1960 que, tras llegar a su hogar, encontró el Rosario en su estuche, sobre una almohada en la cama. Mary y su esposo estaban sorprendidos. Más tarde, mientras dormían, se despertaron de repente: Ella después de sentir un suave toque en sus labios y él por haber escuchado un sonido similar a una campana.
A la mañana siguiente, decidieron ir a Misa y luego revelaron haber escuchado al sacerdote decir que Nuestra Señora de Fátima hace milagros en la vida todos los días y que pocas personas le agradecen o se detienen a pensar en lo que les sucedió.
Lee y su esposa dijeron que fueron los únicos en escuchar esas palabras. Perplejo, el músico no volvió a dormir bien, hasta que decidió componer una canción para Nuestra Señora de Fátima.
Pensando en un artista que pudiera grabarlo para dar una gran proyección a los milagros de Fátima, pronto recordó a su amigo Elvis Presley. Sin embargo, decidió esperar hasta 1967, cuando se celebró el 50 aniversario de las apariciones de la Virgen en Cova da Iria. Sin embargo, Elvis no pudo grabar ese año, pero se hizo realidad en 1971.
Lee Denson abandonó su carrera artística para dedicarse a la iglesia en Memphis. En una ocasión, en 1978, cantó “El milagro del Rosario” en la Misa y, según los informes, la Iglesia estaba llena del aroma de las rosas. Entre los fieles, estaba el arzobispo panameño mOTomás Clavel, quien lo consideró un signo “milagroso”.
Más tarde, el Papa Pablo VI bendijo la canción “El milagro del Rosario". En la década de 1980, Lee Denson la cantó en el Santuario de Fátima y en Carmelo de Coimbra, en presencia de la hermana Lúcia, una de las visionarias de Fátima.
Mira la traducción de esta canción a continuación:
Oh, Bendita Madre, te rogamos
Gracias por el milagro de Tu Rosario
Solo Tú puedes sostener
la bendita mano de Tu Hijo el
tiempo suficiente para que el mundo entienda
Dios te salve María, llena eres de gracia
Que el Señor esté contigo
Bendita seas entre las mujeres
Y bendito sea el fruto de Tu vientre, Jesús
Oh, Santa María, querida Madre de Dios
Por favor ruega por nosotros pecadores
Ahora y en la hora de nuestra muerte
Y te agradezco nuevamente
por el milagro de tu Rosario.
PAPA FRANCISCO: EL ESPÍRITU SANTO EVITA QUE LA DOCTRINA SE EQUIVOQUE
Papa Francisco: “El Espíritu Santo evita que la doctrina se equivoque”
Redacción ACI Prensa
Foto: Vatican Media
El Papa Francisco explicó, durante la Misa celebrada este lunes 11 de mayo en Casa Santa Marta, que “el Espíritu Santo evita que la doctrina se equivoque, y evita que permanezca parada allí sin crecer en nosotros”.
En su homilía, el Santo Padre reflexionó sobre la promesa de Jesús, realizada en la Última Cena, de mandar a los apóstoles el Espíritu Santo: “Os he dicho estas cosas estando entre vosotros. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho”.
“Es la promesa del Espíritu Santo”, subrayó Francisco. “El Espíritu Santo que habita con nosotros y que el Padre y el Hijo envían. ‘El Pare lo enviará en mi nombre’, dice Jesús, para acompañarnos en la vida. Y lo llaman ‘Paráclito’, ese es el oficio del Espíritu Santo”.
El Papa recordó que “en griego, el ‘Paráclito’ es el que sostiene, el que te acompaña para no caer, el que te mantiene firme, el que es cercano a ti para sostenerte, y el Señor nos ha prometido este apoyo”.
Por lo tanto, “el oficio del Espíritu Santo es enseñar y recordar. Nos enseña el misterio de la fe. Nos enseña a entrar en el misterio, a comprender un poco mejor el misterio. Nos enseña la doctrina de Jesús, y nos enseña cómo desarrollar nuestra fe sin equivocarnos. Porque la doctrina crece, pero siempre en la misma dirección. Crece en la comprensión, y el Espíritu nos ayuda a crecer en la comprensión de la fe, a comprenderla más”.
“La fe no es una cosa estática. La doctrina no es una cosa estática. Crece. Crece como crecen los árboles. Siempre es el mismo, pero cada vez más grande, con más fruto. Pero siempre es el mismo y crece en la misma dirección”.
El Espíritu Santo “nos enseñará las cosas que Jesús nos ha enseñado. Desarrollará en nosotros la comprensión de aquello que Jesús nos ha enseñado. Hará crecer en nosotros, hasta la madurez, la doctrina del Señor”.
“Y otra cosa que dice Jesús que hace el Espíritu Santo es recordar: ‘Os recordará todo lo que yo os he dicho’. El Espíritu Santo es como la memoria. Nos despierta: ‘Acuérdate de aquello, acuérdate de lo otro’. Nos mantiene despiertos, siempre despiertos en las cosas del Señor, y también nos hace recordar la propia vida: ‘Piensa en aquel momento, piensa cuando has encontrado al Señor, piensa cuando dejaste al Señor’”.
El Pontífice señaló que un buen modo de rezar al Espíritu Santo es mirar al Señor y decir: “Soy el mismo. He caminado mucho, me he equivocado mucho, pero soy el mismo. Y tú me amas”. “La memoria del camino de la vida”.
“En esta memoria, el Espíritu Santo te guía. Te guía para discernir qué debo hacer ahora. Cuál es el camino bueno y cuál el equivocado. También en las pequeñas decisiones. Si nosotros pedimos la luz al Espíritu Santo, Él nos ayudará a discernir para tomar las buenas decisiones. Las pequeñas de cada día y las más grandes. Es quien nos acompaña, nos sostiene en el discernimiento”.
“Los Evangelios le dan otro nombre al Espíritu Santo. Sí, ‘Paráclito’ porque nos sostiene, pero les da otro nombre más bello: El don de Dios. El Espíritu es el don: ‘No os dejaré solos. Os enviaré un Paráclito que os sostendrá, y os ayudará a ir adelante, a recordar, a discernir y a crecer”.
El Papa finalizó la homilía invitando a “que el Señor nos ayude a custodiar este don que Él nos dio en el bautismo y que todos tenemos dentro”.
Evangelio comentado por el Papa Francisco:
Juan 14:21-26
21 El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ame, será amado de mi Padre; y yo le amaré y me manifestaré a él.»
22 Le dice Judas - no el Iscariote -: «Señor, ¿qué pasa para que te vayas a manifestar a nosotros y no al mundo?»
23 Jesús le respondió: «Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él.
24 El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que escucháis no es mía, sino del Padre que me ha enviado.
25 Os he dicho estas cosas estando entre vosotros.
26 Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho.
LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA,11 DE MAYO
Mayo 11
Todos los actos de la vida de la Virgen estuvieron orientados hacia Dios. Todo lo hacía por su Hijo y para su Hijo; pero como su Hijo era Dios, todo en su vida empezaba y terminaba en Dios.
¿Podemos decir nosotros que Dios es el móvil de nuestros actos? ¿Nuestros actos se dirigen a Dios?
Cuanto hagamos en esta vida debe tener su proyección en la vida eterna, ya que esta vida terrena no tiene sentido en sí misma sino en cuanto es preparación para la vida definitiva. Por tanto, sepamos que todo cuanto no hagamos por Dios, se pierde y no tiene mérito para la vida eterna.
Madre, cuyo ruego poderoso es gracia y bendición, ruega por nosotros.
* P. Alfonso Milagro
EL EVANGELIO DE HOY LUNES 11 DE MAYO DE 2020
Lecturas de hoy Lunes de la 5ª semana de Pascua
Hoy, lunes, 11 de mayo de 2020
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (14,5-18):
EN aquellos días, cuando en Iconio se produjeron conatos de violencia de parte de los gentiles y de los judíos, con sus autoridades, para maltratar a Pablo y a Bernabé y apedrearlos; al darse cuenta de la situación, huyeron a las ciudades de Licaonia, a Listra y Derbe y alrededores, donde se pusieron a predicar el Evangelio.
Había en Listra, sentado, un hombre impedido de pies; cojo desde el seno de su madre, nunca había podido andar. Estaba escuchando las palabras de Pablo, y este, fijando en él la vista y viendo que tenía una fe capaz de obtener la salud, le dijo en voz alta:
«Levántate, ponte derecho sobre tus pies».
El hombre dio un salto y echó a andar. Al ver lo que Pablo había hecho, el gentío exclamó en la lengua de Licaonia:
«Los dioses en figura de hombres han bajado a visitarnos».
A Bernabé lo llamaban Zeus, y a Pablo, Hermes, porque se encargaba de hablar. El sacerdote del templo de Zeus que estaba a la entrada de la ciudad trajo a las puertas toros y guirnaldas y, con la gente, quería ofrecerles un sacrificio.
Al oírlo los apóstoles Bernabé y Pablo, se rasgaron el manto e irrumpieron por medio del gentío, gritando y diciendo:
«Hombres, ¿qué hacéis? También nosotros somos humanos de vuestra misma condición; os anunciamos esta Buena Noticia: que dejéis los ídolos vanos y os convirtáis al Dios vivo “que hizo el cielo, la tierra y el mar y todo lo que contienen”. En las generaciones pasadas, permitió que cada pueblo anduviera su camino; aunque no ha dejado de dar testimonio de sí mismo con sus beneficios, mandándoos desde el cielo la lluvia y las cosechas a sus tiempos, dándoos comida y alegría en abundancia».
Con estas palabras, a dura penas disuadieron al gentío de que les ofrecieran un sacrificio.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 113B,1-2.3-4.15-16
R/. No a nosotros, Señor, no a nosotros,
sino a tu nombre da la gloria
No a nosotros, Señor, no a nosotros,
sino a tu nombre da la gloria,
por tu bondad, por tu lealtad.
¿Por qué han de decir las naciones:
«Dónde está su Dios»? R/.
Nuestro Dios está en el cielo,
lo que quiere lo hace.
Sus ídolos, en cambio, son plata y oro,
hechura de manos humanas. R/.
Benditos seáis del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.
El cielo pertenece al Señor,
la tierra se la ha dado a los hombres. R/.
Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (14,21-26):
EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; al que me ama será amado mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él».
Le dijo Judas, no el Iscariote:
«Señor, ¿qué ha sucedido para que te reveles a nosotros y no al mundo?»
Respondió Jesús y le dijo:
«El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él.
El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió.
Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho».
Palabra del Señor
Comentario al Evangelio de hoy lunes, 11 de mayo de 2020
Juan Carlos Martos, cmf
En el evangelio de hoy, Jesús nos ofrece dos enseñanzas provechosas y prácticas para nuestra vida cristiana: Unas precisiones sobre el amor y una promesa.
Precisiones sobre el amor: Jesús declara que le ama verdaderamente solo quien conoce sus mandamientos y los cumple. El tipo de amor que promueve Jesús no se confunde con otros tipos de amores. Se centra en conocer y cumplir. Él no era pelagiano. Por eso, el amor no es mero activismo. No hay amor sin empatizar con Jesús y comprenderle, hasta descubrir que Él es la Verdad. Aunque a veces parezca misterioso, nunca es absurdo. Sin experiencia de encuentro, sin trato y contacto, sin escucha y acogida de su palabra… no hay amor. Pero Jesús no era tampoco gnóstico. No se rodeó de amigos movidos por mera admiración o por curiosidad; les exigió también el “hacer”. No basta estar informados. Hay que poner en práctica sus palabras y realizar lo que Él propone. A quien le conoce y le obedece, queda unido a él, en comunión, como el sarmiento “injertado” en la vid, pero no como el sarmiento simplemente “atado” a ella, yuxtapuesto.
Una promesa: Enviará al Espíritu Santo que “enseñará” y “recordará” todo lo que Él había dicho. Quien abre su corazón al Espíritu Santo no se convierte en Dios, sino en “templo de Dios”. Pero, atención, ser “templos” no es lo mismo que ser “sacristías” que no contienen la presencia viva del Señor, sino que solo almacenan objetos sacros. El Espíritu Santo mora en nuestro corazón en la medida en que su acción es visible en la vida. Su actividad es muy rica. Aparece descrita por los títulos que le dan las Escrituras. Hoy Jesús le llama “Defensor” porque nos defiende del mal -que además de mentiroso y dañino, siempre es más fuerte que nosotros- y también “Maestro interior” que nos hace inteligible lo que no podemos comprender y nos recuerda las palabras de Jesús que olvidamos tan frecuentemente o las cambiamos por otras.
domingo, 10 de mayo de 2020
ELLA QUISO QUEDARSE EN LUJÁN - HISTORIA BREVE DE LA VIRGEN DE LUJÁN
Ella quiso quedarse en Luján
Esta es la breve historia de la Virgen que se quiso quedar en Luján.
Hacia el año 1630, un cierto portugués, de nombre Antonio Faría de Sá, hacendado de Sumampa, jurisdicción de Córdoba del Tucumán (hoy provincia de Santiago del Estero), pidió a un amigo suyo, Juan Andrea, marino, que le trajese del Brasil una imagen de la Concepción de María Santísima con el propósito de venerarla en la Capilla que estaba fabricando en su estancia.
Juan Andrea cumplió el encargo y le trajo no una, sino dos imágenes de Nuestra Señora, que llegaron al puerto de Buenos Aires. Una, según el pedido, era de la Purísima Concepción; la otra, del título de la Madre de Dios con el niño Jesús dormido entre los brazos.
Ambas imágenes fueron colocadas en dos cajoncillos y subidas a una carreta. Al llegar a las orillas del Río Luján, en la estancia de Rosendo, los troperos se detuvieron allí para pasar la noche. Al día siguiente, una clara mañana de Mayo, queriendo proseguir el camino no pudieron mover la carreta. Admirados de la novedad pasaron a individualizar la causa y declaró el conductor del convoy: “Aquí vienen dos cajones con dos bultos de la Virgen, que traigo recomendados para una capilla de Sumampa”.
Cuando abrieron el cajón, hallaron una bella imagen de Nuestra Señora de la Concepción, de media vara de alto y con las manos juntas ante el pecho. Luego de venerar la Santa Imagen la llevaron en procesión a la casa de Rosendo y sus dueños le levantaron un humilde altar. Fue entonces cuando un joven negro llamado Manuel dijo: “Sáquese de la carreta uno de los cajones y observemos si camina”.
Así se hizo, pero en vano. “Truéquense los cajones”, replicó él mismo. Entonces ocurrió que al cambiar los cajones y al tirar los bueyes la carreta se movió sin dificultad.
Desde luego entendieron los arrieros tal disposición del Cielo de que la imagen de la Virgen encerrada en tal cajón debía quedarse en aquel paraje y así siguieron con la otra a su destino.
Desde entonces se la venera en Luján, y es la Patrona de la República Argentina. Con el correr de los años se levantó un templo que es hoy la Basílica de Luján.
Para leer más detalles de esta hermosa historia
LECTURAS BÍBLICAS DE HOY DOMINGO 5° DE PASCUA, 10 DE MAYO DE 2020
Lecturas de hoy Domingo 5º de Pascua - Ciclo A
Hoy, domingo, 10 de mayo de 2020
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (6,1-7):
EN aquellos días, al crecer el número de los discípulos, los de lengua griega se quejaron contra los de lengua hebrea, porque en el servicio diario no se atendía a sus viudas. Los Doce, convocando a la asamblea de los discípulos, dijeron:
«No nos parece bien descuidar la palabra de Dios para ocuparnos del servicio de las mesas. Por tanto, hermanos, escoged a siete de vosotros, hombres de buena fama, llenos de espíritu y de sabiduría, y los encargaremos de esta tarea; nosotros nos dedicaremos a la oración y al servicio de la palabra».
La propuesta les pareció bien a todos y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo; a Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Parmenas y Nicolás, prosélito de Antioquía. Se los presentaron a los apóstoles y ellos les impusieron las manos orando.
La palabra de Dios iba creciendo y en Jerusalén se multiplicaba el número de discípulos; incluso muchos sacerdotes aceptaban la fe.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 32,1-2.4-5.18-19
R/. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti
Aclamad, justos, al Señor,
que merece la alabanza de los buenos.
Dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas. R/.
La palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra. R/.
Los ojos del Señor están puestos en quien lo teme,
en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre. R/. R/.
Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro (2,4-9):
QUERIDOS hermanos:
Acercándoos al Señor, piedra viva rechazada por los hombres, pero elegida y preciosa para Dios, también vosotros, como piedras vivas, entráis en la construcción de una casa espiritual para un sacerdocio santo, a fin de ofrecer sacrificios espirituales agradables a Dios por medio de Jesucristo.
Por eso se dice en la Escritura:
«Mira, pongo en Sion una piedra angular, elegida y preciosa;
quien cree en ella no queda defraudado».
Para vosotros, pues, los creyentes, ella es el honor, pero para los incrédulos «la piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular», y también «piedra de choque y roca de estrellarse»; y ellos chocan al despreciar la palabra. A eso precisamente estaban expuestos.
Vosotros, en cambio, sois un linaje elegido, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo adquirido por Dios para que anunciéis las proezas del que os llamó de las tinieblas a su luz maravillosa.
Palabra de Dios
Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (14,1-12):
EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino».
Tomás le dice:
«Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?».
Jesús le responde:
«Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto».
Felipe le dice:
«Señor, muéstranos al Padre y nos basta».
Jesús le replica:
«Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no, creed a las obras.
En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aun mayores, porque yo me voy al Padre».
Palabra del Señor
Comentario al Evangelio de hoy domingo, 10 de mayo de 2020
Fernando Torres cmf
Somos linaje elegido, nación consagrada, pueblo de Dios
Está avanzado ya el tiempo de Pascua y conviene que los cristianos tengamos una idea clara de nuestra identidad más profunda. A veces, de tanto caminar por los días de diario y los trabajos de cada cual, se nos olvida que hemos sido elegidos como portaestandartes de una bandera que no es sólo para nosotros sino para toda la humanidad. En Cristo Jesús resucitado somos todos sacerdotes que celebramos la acción de gracias por la salvación que Dios ha regalado al mundo. Así es como construimos el reino de Dios. Porque los sacrificios que ofrecemos no son como los de la Antigua Alianza –holocaustos de carneros y toros– sino la entrega de nuestras vidas al servicio del Reino de Dios, comprometidos en formar ya aquí la familia de Dios, donde reina la verdad, el amor y la justicia.
Eso es lo que los cristianos somos por nuestro Bautismo. El desafío está en llegar a ser en la vida real lo que ya somos en la presencia de Dios. Nuestra llamada consiste en llevar a la práctica de cada día ese amor con el que Dios nos amó en Jesús y que nos transformó en “pueblo elegido y nación consagrada”. Para llegar a nuestra meta, el evangelio de hoy nos muestra el camino: el mismo Jesús que dice de sí mismo que es “el Camino, la Verdad y la Vida”. A los apóstoles les costó comprender que mucho más importante que aprender unas verdades era seguir a Jesús. Les costó comprender que no se trataba de aprender teología sino de encontrarse con Jesús y dejarle que fuese el guía que les llevase hasta el Reino del Padre. No había más camino que seguir sus huellas. Hoy nos tenemos que decir lo mismo: ser cristiano es seguir las huellas de Jesús, comportarnos como él lo haría, amar a nuestros hermanos y hermanas hasta darlo todo, como él hizo.
Hacer eso en la vida cotidiana no siempre es fácil. Hoy enfrentamos problemas y situaciones que no tienen nada que ver con las que enfrentaron Jesús o los apóstoles. Pero ése es precisamente nuestro desafío: encontrar soluciones creativas, en línea con el Reino, a los problemas que nos encontremos. Como hicieron los apóstoles en la primitiva iglesia, al ver que un grupo de la comunidad, las viudas de los “griegos”, no recibían la atención que debían. Inmediatamente solucionaron el problema creando un grupo que las atendiese: los diáconos. Así tenemos que ejercer nuestro seguimiento de Jesús: tratando de ofrecer soluciones a los problemas que nos encontramos, preguntándonos siempre: ¿qué haría Jesús en una situación como ésta? Y dejándonos llevar por el Espíritu. Hasta encontrar las formas y los modos concretos que nos lleven a expresar de la forma más eficaz posible el amor por los hermanos y hermanas, especialmente por los más necesitados.
Para la reflexión
¿Hay personas en nuestra parroquia, comunidad o familia que se quedan sin atender, que sufren sin que nadie les haga caso ni ayude? ¿Qué podemos hacer para estar cerca de ellos y aliviar sus sufrimientos? ¿No es ésa la mejor forma de seguir a Jesús, camino, verdad y vida?
EL REZO DEL SANTO ROSARIO, ORACIÓN QUE ALEGRA EL CORAZÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN
Ella También
El rezo del rosario, oración que alegra el corazón de la Santísima Virgen.
Por: Nabor Herrera, L.C. | Fuente: Equipo Gama-Virtudes y Valores
Doña Paquita y Doña Soledad vivían en la misma vecindad. Doña Paquita siempre criticaba a Doña Soledad porque rezaba todos los días el rosario. "¡Qué tontería! ¡Qué perdida de tiempo! ¡Cincuenta veces lo mismo!" Aunque Doña Soledad conocía el tamaño de la lengua de Doña Paquita no decía nada.
Por fin un día Doña Paquita se acercó entusiasta a Doña Soledad.
"¡Señora Soledad, no me va a creer!"
"¿Qué?"
"¡Mi hijo ya sabe decir mamá! ¡Me lo ha dicho como treinta o cuarenta veces por lo menos!"
"¡Ah... entonces debe estar usted cansada y aburrida de oír lo mismo tantas veces!"
"¡Claro que no! ¿Pero Doña Soledad, cómo se le ocurre semejante disparate!"
Desde aquel día Doña Paquita comprendió por qué Doña Soledad rezaba todos los días el rosario. Pues claro, Doña Soledad repetía cincuenta veces las palabras que más gustan a Nuestra Madre del Cielo.
Como el niño que apenas sabe balbucear arranca una sonrisa del corazón de la madre cuando dice "mamá", así nosotros con el Ave María alegramos a nuestra Madre. El niño dice "mamá", estira sus tiernos brazos y la madre sin dilación lo coge entre los suyos. Así María. El niño fija los ojos en los de su madre y ella lo acerca a su rostro hasta rozar con la nariz la ternura de su piel. Así María nos acerca a su rostro y roza con su belleza nuestra alma.
Como la mamá estrecha al niño entre sus brazos, lo oprime contra su pecho, porque lo ama, así María, apenas escucha el susurro de nuestra oración, corre, nos abraza, nos acerca hasta su pecho porque nos ama.
¿De que sirve el amor de una madre? No es moneda de cambio, no produce, no consigues nada con él, tampoco con el de María. El amor de una madre da seguridad, orienta tu vida; también el amor de María.
El niño dice mamá, espera la respuesta y siempre la halla. María responde cuando elevamos los ojos del alma y esperamos su respuesta. La madre goza cuando el niño le sonríe y susurra al oído "Te quiero" ¿Acaso María no? La madre ve crecer con santo orgullo a su hijo ¿Acaso María no? La madre ha engendrado con dolores ¿Acaso María no?
Una madre no se cansa de amar, de abrazar, de besar a sus hijos. Tampoco María. Una Madre derrama lágrimas de dolor cuando percibe, aún de lejos, que sus hijos andan tomando decisiones erróneas que los alejan de Dios. ¿Acaso María no? No hay peor dolor para María que el constatar que sus hijos viven distanciados de Dios. Ella les espera pacientemente e intercede día y noche por ellos hasta que como ovejitas descarriadas vuelven al redil en hombros de su Pastor. ¿Y si se olvidan de ella? Ciertamente sufre pero como buena Madre sabe perdonar el olvido.
El corazón de María ama por encima de cualquier olvido. Ama aunque el hijo duerma, cubre su cuerpecito, y acaricia la frente del hijo perdido en sueños.
Así nos ama María. ¿Por qué no repetir una y cien veces su Ave María? Para que así surja una sonrisa en su corazón, nos abrace, acaricie y cubra nuestra alma del frío mientras dormimos.
JOVEN CATÓLICA PINTA A LA VIRGEN MARÍA EN ACERA PARA DAR ESPERANZA EN CUARENTEN
Joven católica pinta a la Virgen María en acera para dar esperanza en cuarentena
Redacción ACI Prensa
María Loh y su pintura de la Virgen María Crédito: Diócesis de Fargo, Dakota del Norte, Estados Unidos
Una adolescente católica artista dibujó y pintó una imagen de la Virgen de Lourdes en la acera de entrada a la casa de sus padres durante la cuarentena, para dar fe y esperanza a sus vecinos ante la emergencia sanitaria por el coronavirus COVID-19.
El 4 de mayo la Diócesis de Fargo, ubicada en Dakota del Norte (Estados Unidos), publicó en Facebook una fotografía donde se aprecia un dibujo de la Virgen de Lourdes hecho con tizas en la acera y a su creadora de 17 años, María Loh.
En declaraciones a CNA del 7 de mayo, la joven artista católica dijo que disfrutó mucho la experiencia de poder compartir su fe y arte con los vecinos de Fargo, el lugar donde creció.
“Tener la posibilidad de interactuar con personas cuando pasaban fue muy conmovedor, porque mucha gente nunca había visto el arte de la acera en la localidad. Por ello, poder compartir este tipo de experiencia fue muy, muy bueno”, dijo Loh a CNA.
Loh también contó que recientemente se ha inspirado en el arte de la tiza y la pintura al pastel, pues tienen colores hermosos y vibrantes. La joven también contó que ha dibujado en las aceras otras pocas veces, en las que dibujó dos imágenes de la Virgen de los Lirios y de La Piedad, de William Adolphe-Bouguereau.
Su más reciente dibujo hecho con tiza es la de la Virgen de Lourdes de Héctor Garrido, una imagen que vio en un imán del refrigerador de sus abuelos desde niña. Loh confesó que la imagen siempre ha sido una inspiración y que se decidió a reproducirla después de que el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes de Francia cerró temporalmente debido a la pandemia del COVID-19.
“Escuché que el santuario había sido cerrado temporalmente al público, y recuerdo… pensar que era muy triste porque especialmente en este momento, realmente estamos buscando curarnos en más de una manera: física, mental y espiritualmente”, señaló Loh.
“Verdaderamente sentí como si la gente no fuera capaz de experimentar eso. Así que sentí que dibujar a Nuestra Señora de Lourdes sería una buena forma de recordarle a la gente que la Virgen de Lourdes está con nosotros, incluso si no podemos ir a su santuario”, añadió.
La joven artista señaló que creció en una familia católica y es la mayor de cinco hermanos. Además, que ha estado involucrada en proyectos de arte y dibujo durante toda su vida y que ha sido inspirada en su fe y el arte religioso en las iglesias.
“Veo nuestra fe tan preciosa… especialmente en la forma de la Eucaristía, el cuerpo y la sangre reales de Cristo. Creo que somos muy bendecidos de tener esto en nuestra fe. Esto ha impactado mucho en mi vida mientras crecía”, dijo Loh.
Loh reveló que mientras trabajaba en la pieza, la mayoría de los transeúntes no sabían quién era la dama de la imagen y dijo que tiene esperanza en que esta ayudará a recordar a la gente sobre María y la belleza de la Iglesia, que para ella es una poderosa atracción para la fe.
“Una cosa que espero que evoque este tipo de arte e imagen es el deseo de saber quién es María y cuán rica es nuestra fe… Todo el bello arte que se puede ver en las iglesias católicas, especialmente en Roma, tiene una belleza casi trascendental que atrae a la gente a la fe y los acerca a conocer cosas que nunca antes habían soñado”, señaló.
Indicó que cuando termine su tercer año de secundaria, verá la posibilidad de estudiar en la Escuela de Arte después de graduarse, y aunque todavía no está segura sobre su futuro, dijo que no abandonará el arte pronto.
“Definitivamente puedo ver [la escuela de arte] como una posibilidad. Tendré que pasar un tiempo, especialmente con Dios, tratando de descubrir qué quiere que haga; pero no creo que el arte se aleje de mi vida pronto”, concluyó.
Traducido y adaptado por Cynthia Pérez. Publicado originalmente en CNA.
ORACIÓN POR LAS MAMÁS QUE PARTIERON AL CIELO
Día de la madre: una oración para las mamás que partieron al cielo
Redacción ACI Prensa
Muchos países del mundo celebran el segundo domingo de mayo el día de la madre; sin embargo, son muchos quienes ya no la tienen a su lado, pues ya partieron a la Casa del Padre. Para ellas, las mamás que se encuentran en el cielo gozando de la Gloria de Dios, les compartimos la siguiente oración:
Continuamente te rezamos, Señor, por nuestra madre.
La recordamos con paz y con amor ante Ti,
seguros de que ella vive,
como estamos seguros de que vives Tú
y de que tu amor dura para siempre.
La recordamos cuando estaba entre nosotros...
A veces, nos parece sentir el calor y el sosiego
de su presencia protectora
como cuando vivía aquí,
mucho más para nosotros que para sí misma.
Dale, Señor, tu amor, dale tu vida. Dale tu paz.
Tenla muy cerca de Ti.
Sea feliz y ruegue ante Ti por nosotros.
Ayúdanos a vivir lo que ella nos enseño,
más con amor que con palabras.
A rezarte como ella, a quererte como ella,
a hacer de Ti y de los demás, igual que ella,
el sentido de nuestra vida.
Y si por descuido o por debilidad en algo te faltó,
perdónala, Tú que sabes lo que es ser Padre y Madre
y conoces como nadie el amor y el perdón
sin medida ni límites...
Perdónale sus faltas por lo mucho que amó a todos.
Gracias, Señor, por esta oración que nos llena de paz
en el recuerdo de nuestra madre.
Amén.
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