martes, 13 de febrero de 2018

IMÁGENES DE CUARESMA Y SEMANA SANTA 2018 PARA CADA DÍA


























































Fuente: https://www.facebook.com/Evangeliza/

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 13 DE FEBRERO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
13 de Febrero


Estaban llenos de admiración por las palabras repletas de gracia que salían de su boca. No nos extraña que aquellas gentes sencillas quedaran cautivadas con las palabras de Jesús; primeramente su doctrina, hasta entonces nunca oída, sobre todo para los pobres y los humildes; luego la santidad que trasunta toda la persona de Jesús.

Así predicaba Jesús, así evangelizaba, así te enseñó a ti la forma como debes hacerlo tú: con palabras llenas de bondad, siempre amables y respetuosas, salidas del corazón.

En el trato con los demás, procura ser siempre amable y bondadoso; no te dejes arrastrar tus ímpetus, modera tus nervios, suaviza tus palabras y tus expresiones, gradúa el tono de tu voz y todo esto con cualquier persona con la que hables, pero muy en particular con los tuyos, con los de tu hogar o comunidad, con aquellos con quienes con más frecuencia debes tratar.


* P. Alfonso Milagro

PAPA FRANCISCO: LA CAUSA PRINCIPAL DE LA TRATA ES EL EGOÍSMO SIN ESCRÚPULOS


Papa Francisco: La causa principal de la trata es el egoísmo sin escrúpulos
POR MIGUEL PÉREZ PICHEL | ACI Prensa
 Foto: Vatican Media / ACI Prensa




El Papa Francisco denunció que, además de las redes criminales, el origen de la trata de personas se encuentra en el egoísmo de una sociedad hipócrita en la que muchos hombres “están dispuestos a pagar por su placer”.

El Pontífice recibió en la Sala Clementina del Palacio Apostólico del Vaticano, este lunes 12 de febrero, a los participantes en la Jornada Mundial de Reflexión contra la Trata de Personas, y respondió a algunas preguntas que le plantearon los jóvenes.

Concienciación

En sus respuestas, el Papa señaló que “seguramente, en el tema de la trata de personas, hay mucha ignorancia. Pero en ocasiones parece que también hay poca voluntad de comprender el alcance del problema”.

Señaló que eso es debido a que “toca de cerca nuestras conciencias, porque es escabroso y porque provoca vergüenza”. Luego están los que “conociéndolo, no quieren hablar porque se encuentran en la cúspide del ‘hilo de consumo’ como consumidores de ‘servicios’ que se ofrecen en la calle o en internet”.

Por último, están los que no quieren que se habla de este tema “porque se encuentran implicados directamente en las organizaciones criminales que obtienen grandes beneficios de la trata”.

Frente a esta situación, Francisco afirmó que “el trabajo de sensibilización debe comenzar en casa, por parte de nosotros mismos, porque sólo así seremos capaces de concienciar a nuestras comunidades”.


Promover la cultura del encuentro

En la respuesta a otra pregunta, el Papa recordó que “los jóvenes ocupan una posición privilegiada para encontrarse con supervivientes de la trata de seres humanos”. “Acudid a vuestras parroquias, a una asociación cercana a casa, encontraos con las personas, escuchadlas”, sugirió.

En este sentido, les animó a no tener miedo: “El encuentro con el otro produce, naturalmente, un cambio, pero no hay que tener miedo a ese cambio. Siempre será para mejor”.

Además, afirmó que “la Iglesia debe promover y crear espacios de encuentro. Por este motivo, he pedido que se abran las parroquias a la acogida”.

“También las redes sociales representan, principalmente para los jóvenes, una oportunidad de encuentro que puede presentarse sin límites: internet puede ofrecer mayores posibilidades de encuentro y de solidaridad entre todos, y eso es algo bueno, es un don de Dios”.

Falsas promesas

Un joven migrante preguntó al Papa cómo se puede ayudar a los jóvenes que deciden emigrar para que no caigan en manos de los traficantes de personas, engañados con falsas promesas.

El Pontífice lamentó que, en ocasiones, “muchos jóvenes, víctimas de las redes criminales, han sido primero abandonados por sus familias, considerados como descartados por la sociedad. Por lo tanto, muchos fueron empujados a las redes de la trata por sus mismos parientes, por aquellos a los que consideraban amigos”.

También aquí “la educación se revela importante”, aseguró Francisco. “Es un instrumento de protección contra la trata que ayuda a identificar los peligros. Un sano ambiente educativo, como un sano ambiente parroquial, permite a los jóvenes denunciar a los traficantes sin vergüenza y a convertirse en portadores de mensajes justos a otros jóvenes, con el fin de que no terminen cayendo en las redes”.

Desarrollo humano integral

Como solución al problema de la trata, el Papa Francisco propuso “crear las condiciones necesarias para un desarrollo humano integral, comenzando con instrucciones de calidad desde la primera infancia, creando sucesivamente oportunidades de crecimiento mediante el empleo. Estas dos modalidades de crecimiento, en las diferentes fases de la vida, representan los antídotos ante la vulnerabilidad y la trata”.

“Una estrategia que comprenda un mayor conocimiento del tema de la trata a partir de una terminología clara y de unos testimonios concretos de los protagonistas, también pueden ser ciertamente de ayuda”, aseguró el Papa.

Además, recordó que las redes criminales encuentran su terreno abonado en las sociedades, donde se ha impuesto la cultura del descarte. “Dejadme decir que, si hay tantas jóvenes víctimas de la trata que terminan en las calles de nuestras ciudades es porque muchos hombres, jóvenes, de mediana edad, ancianos, reclaman esos servicios y están dispuestos a pagar por su placer”, advirtió.

“Ahora me pregunto: ¿son realmente los traficantes la causa principal de la trata? Yo creo que la causa principal de la trata es el egoísmo sin escrúpulos de tantas personas hipócritas de nuestro mundo”.

Sínodo sobre los jóvenes

En sus respuestas, el Papa también habló del próximo Sínodo sobre los jóvenes, y afirmó que “es un gran deseo mío que los jóvenes que representan a las periferias sean protagonistas de este Sínodo. Espero que puedan ver el Sínodo como un lugar para lanzar un mensaje a los gobernantes de los países de origen y llegada, para reclamar protección y ayuda”.

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 13 DE FEBRERO 2018


Lecturas de hoy Martes de la 6ª semana del Tiempo Ordinario
 Hoy, martes, 13 de febrero de 2018



Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol Santiago (1,12-18):

Dichoso el hombre que soporta la prueba, porque, una vez aquilatado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que lo aman. Cuando alguien se ve tentado, no diga que Dios lo tienta; Dios no conoce la tentación al mal y él no tienta a nadie. A cada uno le viene la tentación cuando su propio deseo lo arrastra y seduce; el deseo concibe y da a luz el pecado, y el pecado, cuando se comete, engendra muerte. Mis queridos hermanos, no os engañéis. Todo beneficio y todo don perfecto viene de arriba, del Padre de los astros, en el cual no hay fases ni periodos de sombra. Por propia iniciativa, con la palabra de la verdad, nos engendró, para que seamos como la primicia de sus criaturas.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 93,12-13a.14-15.18-19

R/. Dichoso el hombre a quien tú educas, Señor

Dichoso el hombre a quien tú educas, 
al que enseñas tu ley, 
dándole descanso tras los años duros. R/.

Porque el Señor no rechaza a su pueblo, 
ni abandona su heredad: 
el justo obtendrá su derecho, 
y un porvenir los rectos de corazón. R/.

Cuando me parece que voy a tropezar, 
tu misericordia, Señor, me sostiene; 
cuando se multiplican mis preocupaciones, 
tus consuelos son mi delicia. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (8,14-21):

En aquel tiempo, a los discípulos se les olvidó llevar pan, y no tenían mas que un pan en la barca. 
Jesús les recomendó: «Tened cuidado con la levadura de los fariseos y con la de Herodes.» 
Ellos comentaban: «Lo dice porque no tenemos pan.» 
Dándose cuenta, les dijo Jesús: «¿Por qué comentáis que no tenéis pan? ¿No acabáis de entender? ¿Tan torpes sois? ¿Para qué os sirven los ojos si no veis, y los oídos si no oís? A ver, ¿cuántos cestos de sobras recogisteis cuando repartí cinco panes entre cinco mil? ¿Os acordáis?» 
Ellos contestaron: «Doce.» 
«¿Y cuántas canastas de sobras recogisteis cuando repartí siete entre cuatro mil?» 
Le respondieron: «Siete.» 
Él les dijo: «¿Y no acabáis de entender?»

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy martes, 13 de febrero de 2018
Severiano Blanco, misionero claretiano



Queridos hermanos.

El evangelio de Marcos está montado sobre un armazón cuyos apoyos centrales son dos curaciones de ciego: una en Betsaida, que se narra a continuación del ingenuo diálogo que hemos escuchado, y otra en Jericó, que viene dos capítulos después.

Los discípulos de Jesús quedan en este evangelio muy malparados, como torpes para leer en profundidad las acciones y las palabras del Maestro. En esta composición pedagógica los únicos que hasta el presente (y vamos por la mitad del evangelio) han reconocido a Jesús como Mesías o Hijo de Dios han sido algunos demonios o endemoniados; mientras que los pobres seguidores ni siquiera han percibido que Herodes Antipas se siente incómodo con Jesús ni que algunos fariseos tienen sus reservas frente a la osadía de este original Maestro. Al parecer, los discípulos mismos, los íntimos de Jesús, podrían sucumbir a tal sensación de incomodidad y a tales reservas.

En esa situación, Jesús les pide que abran los ojos, que el evangelio tiene opositores. Pero, en su cortedad de entendederas, piensan que les habla de otra cosa (verdad es que el texto parece de acertijo, más propio de Jn que de Mc: “a ver quién sabe a qué llamo levadura…”). A ellos por el momento los preocupa más la comida material que el pensamiento del Maestro, esta vez expuesto con sutileza. La levadura les recuerda antes el pan que un cierto virus espiritual que pueda ir propagándose contra ellos.

La respuesta de Jesús es contundente. ¿Cómo pueden estar preocupados por el pan los que han sido testigos de la capacidad del Maestro para proporcionarles cuanto puedan necesitar? Jesús les reprocha su lentitud en el aprendizaje, y también su falta de profundidad en la visión, su superficialidad. Los invita a no quedarse en la corteza de las cosas, sino a mirar los acontecimientos en profundidad.

¿Nos guardamos nosotros de cierta “levadura ambiental” que pudiera entrar en colisión con nuestras convicciones evangélicas? ¿Tenemos la necesaria precaución y sentido crítico ante lo que hay a nuestro alrededor, para saber tomar y dejar? A veces nos encontramos con creyentes que se adaptan a cualquier cosa, simplemente con el pretexto de que “todo el mundo lo hace”, o, por el contrario, “eso ya no lo hace nadie”, como si el argumento sociológico-cuantitativo definiese la bondad o maldad de las cosas.

El evangelio narrará a continuación (mañana no lo leeremos por ser Miércoles de Ceniza) la curación del ciego de Betsaida. Solo la intervención de Jesús sobre nuestros ojos interiores, sobre nuestra vida, nos da el criterio certero. Si su evangelio no llega a permear nuestra mente y nuestro corazón, nos dirá también: “¿tan ciegos estáis?”

Vuestro hermano
Severiano Blanco cmf  

FELIZ MARTES




lunes, 12 de febrero de 2018

PAPA FRANCISCO ANIMA A BUSCAR LA PACIENCIA Y NIEGA QUE SEA RESIGNACIÓN O DERROTA


El Papa anima a buscar la paciencia y niega que sea resignación o derrota
Redacción ACI Prensa
 Foto: Vatican Media



A partir de la frase del Apóstol Santiago en la Primera Lectura del día, “vuestra fe, puesta a prueba, produce paciencia”, el Papa Francisco reflexionó, en la homilía de la Misa celebrada este lunes 12 de febrero en la Casa Santa Marta, sobre la paciencia, y señaló que no es resignación o derrota.

El Santo Padre hizo una clara distinción entre la paciencia cristiana y la resignación, así como la actitud de derrota. Según explicó, la paciencia cristiana es la virtud del que está en camino, no de quien está parado y cerrado.

“Cuando se está en camino se entienden muchas cosas que no siempre son buenas. A mí me dice mucho sobre la paciencia como virtud en camino la actitud de los padres cuando tienen un hijo enfermo o con discapacidad, que nace así, ‘pero gracias a Dios está vivo’”.

Destacó que los padres que se encuentran en esa situación “son pacientes y le dan toda la vida a aquel hijo con amor y hasta el final. Y no es fácil llevar adelante durante años y años a un hijo con discapacidad, a un hijo enfermo… Pero la alegría de tener ese hijo les da la fuerza necesaria para seguir adelante. Eso es paciencia, no resignación. Es decir, es la virtud que llega cuando uno está en camino”.

En otra parte de su reflexión, el Papa se detuvo en la etimología de la palabra “paciencia”. En este sentido, subrayó que la paciencia significa “llevar sobre uno mismo”, “y no confiar en que sea otro el que cargue con el problema, el que cargue con la dificultad: ‘La llevo yo, esta es mi dificultad, es mi problema. ¿Me hace sufrir? ¡Por supuesto! Pero la llevo yo’. Llevar sobre uno mismo”.

Por otro lado, “la paciencia también es la sabiduría de saber dialogar con el límite. Hay tantos límites en la vida, pero la impaciencia no los quiere, los ignora porque no sabe dialogar con los límites. Tiene alguna fantasía de omnipotencia o de pereza, no lo sabemos… Pero no sabe”.

La paciencia a la que se refiere el Apóstol Santiago “no es un consejo para los cristianos”, precisó Francisco. Es la paciencia de Dios, del Padre “que nos acompaña y espera nuestros tiempos”.

“Aquí pienso en nuestros hermanos perseguidos en Oriente Medio, expulsados por ser cristianos… Tienen paciencia como el Señor tiene paciencia”.

Por último, el Papa propuso esta oración: “Señor, da a tu pueblo paciencia para superar las pruebas”.


Lectura comentada por el Papa Francisco:

Santiago 1:1-11

1 Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, saluda a las doce tribus de la Dispersión.

2 Considerad como un gran gozo, hermanos míos, el estar rodeados por toda clase de pruebas,

3 sabiendo que la calidad probada de vuestra fe produce la paciencia en el sufrimiento;

4 pero la paciencia ha de ir acompañada de obras perfectas para que seáis perfectos e íntegros sin que dejéis nada que desear.

5 Si alguno de vosotros está a falta de sabiduría, que la pida a Dios, que da a todos generosamente y sin echarlo en cara, y se la dará.

6 Pero que la pida con fe, sin vacilar; porque el que vacila es semejante al oleaje del mar, movido por el viento y llevado de una a otra parte.

7 Que no piense recibir cosa alguna del Señor un hombre como éste,

8 un hombre irresoluto e inconstante en todos sus caminos.

9 El hermano de condición humilde gloríese en su exaltación;

10 y el rico, en su humillación, porque pasará como flor de hierba:

11 sale el sol con fuerza y seca la hierba y su flor cae y se pierde su hermosa apariencia; así también el rico se marchitará en sus caminos.

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 12 DE FEBRERO 2018


Lecturas de hoy Lunes de la 6ª semana del Tiempo Ordinario
 Hoy, lunes, 12 de febrero de 2018




Primera lectura
Comienzo de la carta del apóstol Santiago (1,1-11):

Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, saluda a las doce tribus dispersas. Hermanos míos, teneos por muy dichosos cuando os veáis asediados por toda clase de pruebas. Sabed que, al ponerse a prueba vuestra fe, os dará constancia. Y si la constancia llega hasta el final, seréis perfectos e íntegros, sin falta alguna. En caso de que alguno de vosotros se vea falto de sabiduría, que se la pida a Dios. Dios da generosamente y sin echar en cara, y él se la dará. Pero tiene que pedir con fe, sin titubear lo más mínimo, porque quien titubea se parece al oleaje del mar sacudido y agitado por el viento. Un individuo así no se piense que va a recibir nada del Señor; no sabe lo que quiere y no sigue rumbo fijo. El hermano de condición humilde esté orgulloso de su alta dignidad, y el rico, de su pobre condición, pues pasará como la flor del campo: sale el sol y con su ardor seca la hierba, cae la flor, y su bello aspecto perece; así se marchitará también el rico en sus empresas.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 118,67.68.71.72.75.76

R/. Cuando me alcance tu compasión, viviré, Señor

Antes de sufrir, yo andaba extraviado,
pero ahora me ajusto a tu promesa. R/.

Tú eres bueno y haces el bien;
instrúyeme en tus leyes. R/.

Me estuvo bien el sufrir,
así aprendí tus mandamientos. R/.

Más estimo yo los preceptos de tu boca
que miles de monedas de oro y plata. R/.

Reconozco, Señor, que tus mandamientos son justos,
que con razón me hiciste sufrir. R/.

Que tu bondad me consuele,
según la promesa hecha a tu siervo. R.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (8,11-13):

En aquel tiempo, se presentaron los fariseos y se pusieron a discutir con Jesús; para ponerlo a prueba, le pidieron un signo del cielo. 
Jesús dio un profundo suspiro y dijo: «¿Por qué esta generación reclama un signo? Os aseguro que no se le dará un signo a esta generación.»
Los dejó, se embarcó de nuevo y se fue a la otra orilla.

Palabra del Señor





Comentario al Evangelio de hoy lunes, 12 de febrero de 2018
 Severiano Blanco, misionero claretiano


Queridos hermanos:

Los fariseos han sido injustamente denostados por la tradición cristiana, debido principalmente a su protagonismo en algunos incidentes entre cristianos y judíos en la segunda mitad el siglo I. Esto se refleja sobre todo en los evangelios de Mateo y Juan, que retroproyectan a la época de Jesús situaciones muy posteriores. Hoy sabemos que eran un grupo judío cumplidor, más bien humilde y popular, y que fue su prestigio religioso y moral, su preocupación por la fidelidad a la alianza, lo que los llevó a ocupar durante largo tiempo la mitad de los puestos en el sanedrín o gran consejo.

Ese carácter popular hizo que tuviesen muchos encuentros (no siempre encontronazos) con Jesús, en el que pudieron ver a un cierto competidor, pero quizá también a un posible colaborador. En varios pasajes evangélicos se nos dice que algún fariseo invita a Jesús a comer; y, por supuesto, Jesús siempre acepta, y surgen las preguntas, el diálogo... Y es significativa la ausencia de los fariseos en las narraciones de la pasión: no figuran entre sus acusadores ni actúan contra él.

La petición a Jesús de que les ofreciese algún signo demostrativo fue quizá malinterpretada ya en su tiempo. Los fariseos eran ciertamente conservadores, tirando al inmovilismo, y ya comenzaban a dar excesiva importancia a prácticas religiosas nimias (cosa que crecería enormemente en las siguientes décadas). Y en ese sentido tuvieron que sentirse interpelados y algo desconcertados por la gran novedad de Jesús, rodeado de una innegable aureola de autoridad religiosa, pero muy libre y crítico frente a exterioridades y minucias. En relación con él hay que reconocerles una actitud religiosa responsable.

Pero esa responsabilidad religiosa no los hizo “impermeables”. No cerraron los oídos a la propuesta de Jesús, por más que a veces los desconcertase; más bien quisieron cerciorarse de si las cosas serían efectivamente como Jesús decía. Debemos ver aquí una actitud de seriedad, alejada de la frivolidad de quien acríticamente se deja llevar por “lo último” como si automáticamente fuera lo auténtico o lo mejor. En la fidelidad religiosa no cabe tal ligereza. Cierto que la sencillez de corazón es la actitud que lleva a Dios (“le encuentran los que no exigen pruebas”: Sab 1,2); pero, frente a posibles engaños, Jesús invita a ser “sagaces como serpientes” (Mt 10,16). No hay que confundir simplicidad con simpleza; lo de Dios comporta seriedad.

Pero tal vez en el fariseísmo no todo era búsqueda de la mayor fidelidad a Dios. La comodidad de caminar por las sendas de siempre pudo pesar excesivamente, y la novedad de Jesús podía remover demasiado. Las controversias de Jesús con fariseos denotan en estos algo de “instalación”, más miedo a la desviación que pasión por el aprendizaje. Y esto nos interpela a nosotros hoy. ¿Qué capacidad tenemos de apertura ante una nueva propuesta? ¿Qué docilidad para revisar lo ya sabido y avanzar en nuestro  caminar cristianos? El Señor nos llama a vivir, no a un mero durar; a estar “en activo”, “en marcha”. ¿Será realmente  imposible “la conversión de los buenos”?

Vuestro hermano: 
Severiano Blanco cmf   

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 12 DE FEBRERO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
12 de Febrero




Jesús después de la multiplicación de los panes, despidió a la gente y se apartó de sus discípulos, se retiró a la montaña para orar; claro ejemplo para ti, que quizá descuidas la oración; atareado con tantas cosas, preocupado por tantos problemas, tironeado por aquí y por allí con interminables tensiones, te preocupas de todos, menos de orar.

Jesús da el ejemplo: hay tiempo para el trabajo, para el apostolado, pero también debe haber tiempo para la oración; hay tiempo para tratar con las gentes aun con motivaciones apostólicas o de evangelización, pero también debe haber tiempo suficiente para tratar a solas con Dios.

Ya se ha dicho con verdad que el que no trata con Dios en la oración, no tiene nada que decir a los hombres; y también se nos recuerda que, antes de hablar a los hombres de Dios, es preciso hablar a Dios de los hombres.

En ciertos casos las cosas no salen bien, no tanto porque no se hace lo suficientes, sino porque a la acción no juntamos la oración.


* P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 11 DE FEBRERO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
11 de Febrero



Jesús sintió compasión de los que sufrían hambre y cansancio; su corazón sensible y tierno se sintió tocado por la necesidad y por el sufrimiento de la gente.

Dios es nuestro buen Padre y como tal, y movido por el amor que nos tiene, se preocupa de nuestras necesidades no solamente espirituales, sino también de las materiales.

Si tú extiendes tu vista por el mundo, verás que son muichos los que tienen hambre de Dios, hambre de pan de la verdad, del pan de la justicia, del pan del amor.

Ojalá tu corazón se sienta tocado ante tanta y tan urgente necesidad y salgas tú al paso, para socorrer esas necesidades materiales y espirituales, al menos en la medidad de tus posibilidades, ya que ni Dios, ni tu conciencia te exigirán más de lo que puedes realizar.

* P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 10 DE FEBRERO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
10 de Febrero



Jesús llevaba una vida ordinaria, acomodándose en su manera externa de proceder al uso de los demás hombres y atrayéndose las simpatías de todos, aun de los publicanos y pecadores, cuyo trato no rehuía, porque había venido a buscarlos para salvarlos. Sin embargo, se interpreta su vida como la de un hombre desordenado en el comer y en el beber.

A Juan, que vivía en la austeridad del desierto, lo tenían por endemoniado y a Cristo, que comía con los pecadores para salvarlos, lo tienen por glotón.

Cuando hay malicia en el corazón, se interpretan maliciosamente todas las cosas y aún a las personas más santas se las juzga mal; esto debe moverte a purificar tu propio corazón, para que no juzgues nunca las acciones de tu prójimo, porque ordinariamente cuando vemos el mal en los demás, no se porque el mal esté en ellos, sino que lo tenemos en nuestros ojos manchados y maleados por la suciedad de nuestro corazón.


* P. Alfonso Milagro
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