domingo, 7 de octubre de 2018

POR QUÉ SE LLAMAN MISTERIOS LAS ESTACIONES DEL ROSARIO?


¿Por qué se llaman "misterios" las estaciones del Rosario?
¿Te has hecho esta pregunta? 

Por: Verónica Palacio | Fuente: pazestereo.com 




Entre las diferentes acepciones con los cuales podemos definir la palabra misterio, encontraremos múltiples opciones, sin embargo aquí presentamos la definición que mas se ajusta a la respuesta que buscamos: “Cada uno de los pasos de la vida, pasión y muerte de Jesucristo, cuando se consideran por separado”.

El termino misterio pasó a designar las imágenes de Jesucristo, y, cuando la imaginería mostraba una serie de imágenes con las diversas etapas de su vida, se designó “misterio” a cada una. De ahí pasó al rosario.

Los misterios Gozos son aquellos que “narran desde la Anunciación del Arcángel Gabriel a la Virgen y recorren la infancia de Jesús”.

Los misterios de Dolorosos “narran la Pasión y muerte de Jesús en la Cruz”.

Los misterios de Gloriosos “narran desde la Resurrección y Ascensión de Jesús, la venida del Espíritu Santo y la Asunción de la Virgen y su Coronación en los cielos”.


Por ultimo, los misterios de la Luz o luminosos que “completan el camino de la Redención contemplan el bautismo de Jesús, las Bodas de Caná (la familia), la Transfiguración y finalmente el gran misterio de la Institución de la Eucaristía”. 


Guía para rezar el Santo Rosario

Tras una oración introductoria, se enuncia el “misterio” que corresponda, por ejemplo, en el primer misterio: “La Encarnación del Hijo de Dios”.

Después de una breve pausa de reflexión o de un ofrecimiento personal, se rezan: “un Padre nuestro, diez Avemarías y un Gloria”.

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 7 OCTUBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
7 Octubre



En adelante todas las generaciones me llamarán feliz. Por esa dignidad tan grande a la que María ha sido elevada, ella será bendita por todas las generaciones. En verdad, todas las generaciones. En verdad, todas las generaciones cristianas de todos los siglos han cantado las glorias de aquella Virgen humilde que fue llamada a ser Madre de Dios.

Porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas. La Virgen de Nazaret dijo su sí al plan de Dios, y tras ese sí el Verbo de Dios se se hace hombre.


P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 7 OCTUBRE 2018


Lecturas de hoy Domingo 27º del Tiempo Ordinario - Ciclo B
Hoy, domingo, 7 de octubre de 2018


Primera lectura
Lectura del libro del Génesis (2,18-24):

El Señor Dios se dijo: «No está bien que el hombre esté solo; voy a hacerle alguien como él que le ayude.» 
Entonces el Señor Dios modeló de arcilla todas las bestias del campo y todos los pájaros del cielo y se los presentó al hombre, para ver qué nombre les ponía. Y cada ser vivo llevaría el nombre que el hombre le pusiera. Así, el hombre puso nombre a todos los animales domésticos, a los pájaros del cielo y a las bestias del campo; pero no encontraba ninguno como él que lo ayudase. Entonces el Señor Dios dejó caer sobre el hombre un letargo, y el hombre se durmió. Le sacó una costilla y le cerró el sitio con carne. Y el Señor Dios trabajó la costilla que le había sacado al hombre, haciendo una mujer, y se la presentó al hombre.
El hombre dijo: «Ésta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Su nombre será Mujer, porque ha salido del hombre. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne.»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 127,1-2.3.4-5.6

R/. Que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida

Dichoso el que teme al Señor 
y sigue sus caminos. 
Comerás del fruto de tu trabajo, 
serás dichoso, te irá bien. R/.

Tu mujer, como parra fecunda, 
en medio de tu casa; 
tus hijos, como renuevos de olivo, 
alrededor de tu mesa. R/.

Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión, 
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida. R/.

Que veas a los hijos de tus hijos. 
¡Paz a Israel! R/.


Segunda lectura
Lectura de la carta a los Hebreos (2,9-11):

Al que Dios había hecho un poco inferior a los ángeles, a Jesús, lo vemos ahora coronado de gloria y honor por su pasión y muerte. Así, por la gracia de Dios, ha padecido la muerte para bien de todos. Dios, para quien y por quien existe todo, juzgó conveniente, para llevar a una multitud de hijos a la gloria, perfeccionar y consagrar con sufrimientos al gula de su salvación. El santificador y los santificados proceden todos del mismo. Por eso no se avengüenza de llamarlos hermanos. 

Palabra de Dios


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (10,2-16):

En aquel tiempo, se acercaron unos fariseos y le preguntaron a Jesús, para ponerlo a prueba: «¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer?»
Él les replicó: «¿Qué os ha mandado Moisés?»
Contestaron: «Moisés Permitió divorciarse, dándole a la mujer un acta de repudio.»
Jesús les dijo: «Por vuestra terquedad dejó escrito Moisés este precepto. Al principio de la creación Dios "los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne." De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.»
En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo. Él les dijo: «Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio.»
Le acercaban niños para que los tocara, pero los discípulos les regañaban. Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo: «Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis; de los que son como ellos es el reino de Dios. Os aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él.»
Y los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las manos.

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy domingo, 7 de octubre de 2018
 Imprimir Fernando Torres cmf


¡Trátala como a tu propia carne!

      La primera lectura recuerda lo que fue el principio de todas las cosas. Lo cuenta de una forma romántica. Quizá no fue exactamente así, pero lo más importante está recogido en esa historia: hombre y mujer se encontraron y se reconocieron uno al otro. La mirada no se detuvo en los ojos. Llegó al corazón. Comenzó entonces una historia que dura hasta nuestros días. Ambos se sintieron llamados a formar una sola carne, no sólo en orden a la procreación, sino, más allá, a vivir unidos en el amor y convertirse así en signo del amor con que Dios nos ama.

      Pero la realidad no ha sido siempre así a lo largo de la historia. La realidad es que el hombre ha tratado mal a la mujer muchas veces. Durante siglos el hombre no ha considerado a la mujer como su igual. A lo más una compañera de cama pero no alguien digno de situarse a su mismo nivel, con quien poder dialogar. El hombre se ha sentido dominador y ha visto a la mujer como una más de sus pertenencias, uno más de los objetos a su disposición. En nuestros días hay muchos hombres todavía que tratan a las mujeres como objetos de placer o como esclavas que deben tener limpia la casa y preparada la comida pero a las que no hay que dejar decidir ni pensar ni tomar decisiones por sí mismas. Eso sucede en muchos países, pero también en el nuestro. Los malos tratos, los abusos, las violaciones, los asesinatos, son signos de esa realidad. Hay mucho sufrimiento, a veces callado y en silencio, pero siempre demasiado, en las mujeres de muchas familias.

      Jesús nos invita en su Evangelio a remontarnos hasta la misma creación. Para darnos cuenta de que al principio no fue así. Dios creó a hombres y mujeres iguales. Son carne de la misma carne. Por eso la mujer no puede ser una posesión más del hombre como quien tiene un coche o una casa. En la primera lectura, escuchamos cómo el hombre recibe el encargo de Dios de poner nombre a los animales. Y lo hace, pero se da cuenta de que no están a su nivel. Son animales, no personas. Es al encontrarse con la mujer, formada a partir de sí mismo, cuando dice: ¡Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! En la mujer el hombre se reconoce y en el hombre la mujer se reconoce. Los dos se necesitan mutuamente para engendrar hijos pero también para ser felices, para vivir en la plenitud del amor a la que Dios nos ha llamado. 

      Hoy que hay tantos divorcios, que la familia parece estar en crisis, Jesús nos invita a volver al principio, a redescubrir la voluntad original de Dios y a intentar hacerla realidad en cada una de nuestras familias. De esa manera cada matrimonio, cada familia, se convertirá en un signo del amor con que Dios nos ama a todos, núcleo donde la vida se recrea diariamente en el amor. 



Para la reflexión

      ¿Conoces casos de violencia familiar cerca de ti? ¿Qué has hecho para tratar de ayudar a esas parejas a respetarse mutuamente? En tu casa, ¿el marido y la mujer os tratáis con el respeto y el cariño debidos? ¿Sois signos del amor de Dios para los que os ven?

FELIZ DOMINGO





sábado, 6 de octubre de 2018

PAPA FRANCISCO: QUE MARÍA DEFIENDA A LA IGLESIA EN ESTE TIEMPO DE PRUEBA


Papa Francisco: Que María defienda a la Iglesia en este tiempo de prueba
POR WALTER SÁNCHEZ SILVA | ACI Prensa
Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa




Este sábado en el Aula Pablo VI en el Vaticano, el Papa Francisco manifestó su deseo de que la Virgen María defienda a la Iglesia en este momento de prueba.

“La Santa Madre de Dios, a quien miramos con esperanza y amor de hijos, defienda con su intercesión a la Iglesia en este momento de prueba y vele por la labor del Sínodo de los Jóvenes que acabamos de comenzar”, dijo el Santo Padre en su discurso a los peregrinos llegados desde Eslovaquia para celebrar los 200 años de la eparquía de Presov, jurisdicción de la Iglesia Católica Greco-Eslovaca.

El Papa hizo este pedido algunos días después de invitar a todos los fieles laicos del mundo a rezar el Rosario todos los días del mes mariano de octubre, para defender a la Iglesia de los ataques del demonio.

Francisco también les pidió que lo recuerden a él de manera especial “cuando celebren dentro de poco la Divina Liturgia en la basílica de Santa María la Mayor, un templo tan precioso para la memoria de los Santos Cirilo y Metodio y, por lo tanto, para vuestra historia”.

Tras recordar algunas palabras de San Juan Pablo II pronunciadas en Eslovaquia en 1995 sobre la hermosura de la naturaleza y la de las iglesias orientales, el Santo Padre afirmó que “la Iglesia católica griega en Eslovaquia puede considerarse una expresión de la belleza de la variedad de formas de vida eclesial, de esa variedad que ‘en la Iglesia no solo no daña a su unidad, sino que más bien la explicita’”.

El Pontífice saludó luego a los obispos presentes, como a Mons. Ján Babjak “que va al bosque a recoger hongos y me los trae”, y los alentó a seguir el “luminoso ejemplo de los beatos obispos mártires Peter Pavol Gojdič y Vasiľ Hopko” con bondad y mansedumbre “siguiendo los pasos de Cristo que no vino para ser servido sino para servir”.

El Papa también saludó a los sacerdotes, que en esta tradición oriental católica pueden estar casados, y destacó que “las familias de los sacerdotes viven una misión particular hoy, cuando el mismo ideal de familia se cuestiona, cuando no se ataca explícitamente: ofrezcan un testimonio de vida sana y ejemplar”.

“También ustedes pueden inspirarse en los ejemplos presentes en la historia de vuestra Iglesia durante las décadas de persecución de la segunda mitad del siglo pasado, en las deportaciones y privaciones de todo tipo. (…) Hoy depende de vuestra generación mostrar la misma lealtad, quizás no frente a la persecución directa y violenta, pero sí ante las dificultades y peligros de otro tipo”.

Tras afirmar que los sacerdotes se ven amenazados por el secularismo y el clericalismo, el Papa recordó que los miembros de esta Iglesia oriental son “dignos hijos de la evangelización llevada cabo, en plena fidelidad a la Sede apostólica, por los santos patrones de Europa, Cirilo y Metodio”.

“El continente europeo, en Oriente como en Occidente necesita redescubrir sus raíces y su vocación; y de las raíces cristianas solo pueden crecer árboles sólidos, que producen frutos de pleno respeto por la dignidad del hombre, en cada condición y en cada fase de la vida”, dijo el Pontifice.

Francisco resaltó asimismo que los protagonistas de la evangelización “son los padres y los abuelos, de quienes muchos han aprendido las primeras oraciones y el significado cristiano de la vida. ¡Gracias a los padres, madres, abuelos y todos los educadores presentes aquí por su testimonio indispensable!”.

SU NOMBRE... MARÍA


Su nombre: María
Padre Pedro García




María, cuyo Nombre cantan los cielos y la tierra, ¡bendita seas!...
¡Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre!...

¿Por qué tributamos alabanzas tan especiales al Nombre de María? ¿Por qué el Nombre de María nos dice tanto? ¿Por qué repetimos sin más, sola ella, la palabra ¡MARIA!... 

Hemos oído tantas veces el Evangelio de la Anunciación en las Misas de la Virgen, que nos sabemos más que de memoria estas palabras: Y la Virgen se llamaba María.

El nombre de MARÍA, junto con el Nombre adorable de Jesús, es lo más entrañable que tenemos metido en nuestras almas. ¿Será preciso desatarnos ahora en alabanzas al Nombre de María? 
Porque podríamos hacerlo con el romanticismo cariñoso de años atrás, cuando tenía éxito seguro el canto con una letra como ésta: 

- Es más dulce tu nombre, María, - que el arrullo de tierna paloma, 

- es más suave que el plácido aroma - que en su cáliz encierra la flor... 

Y muchos cantos por el estilo, hoy pasados totalmente de moda, y que casi nos excitan un poquito la hilaridad y nos arrancan una sonrisa compasiva con los soñadores de años atrás... 

Nosotros, sin dejar los encantos de una piedad mariana así de soñadora y tierna, lo miramos desde otra perspectiva, y nos preguntamos: ¿Qué significa para María su nombre? ¿Qué significa, sobre todo, para nosotros?..

Dejemos a los estudiosos de la Biblia que se entretengan desentrañando las raíces de un nombre tan hermoso. María, como ya se llamó la hermana de Moisés, era un nombre muy común de mujer en Israel cuando los tiempos de Jesús. Y nos dicen los filólogos que puede significar hermosa, señora, princesa, excelsa, encumbrada, y no sé cuántas cosas más, a cada cual más bella y sugerente...

A poco que leamos la Biblia, sabemos que cuando Dios elegía a uno para una misión especial, Dios le escogía el nombre o le cambiaba el que ya tenía. Valga por todos los casos el de Simón. Jesús lo mira de hito en hito, y le dice: 

- Tú te llamas Simón. En adelante te llamarás Pedro, piedra, roca, porque sobre esta roca yo edificaré mi Iglesia. 

María venía al mundo con la misión más alta, como era el ser La Madre de Dios, y, sin embargo, ni escoge ni le cambia el nombre. 
Se llamará, simplemente, MARÍA, el nombre que le pusieron sus padres. 

Ni tan siquiera ha triunfado el nombre --aunque haya triunfado la realidad-- con que le llamó el Angel: La Agraciada, La Llena de Gracia, la colmada con todos los dones y gracias de Dios... 

¿Pero, qué ha hecho la piedad cristiana? Le ha dado tantos nombres a la Virgen, que ya no sabemos ni con cuál llamarla. 

- Y la llamamos con el nombre de los misterios de su vida: Inmaculada, Concepción, Natividad, Purificación, Presentación, Anunciación, Encarnación, Soledad, Dolores, Asunción... 

- Y la llamamos con el nombre de sus advocaciones: Carmen, Mercedes, Rosario, Socorro, Patrocinio, Auxiliadora, Consuelo... 

- Y la llamamos con el nombre de sus santuarios y apariciones: Loreto, Lourdes, Fátima, Pilar, Guadalupe, Montserrat, Luján, Aparecida, Begoña, Nuria...

Y sigamos y sigamos contando, porque la llamamos también con nombres locales nuestros, tan queridos: Marielos, Suyapa, María Paz...Y cada una de nuestras Repúblicas nos dictaría una lista bien interesante. 

Todos ellos son el mismo Nombre de María, pero desdoblado, como la luz en el prisma, tal como lo siente y vive nuestra devoción a la Madre de Dios y Madre nuestra. 

Más importante es, sin embargo, la invocación constante que hacemos del Nombre de María. 

Las veces que la llamamos con gritos del corazón. 
Las veces que nos dirigimos a Ella, diciéndole sólo ¡MARÍA! Que unas veces es un grito de júbilo. O un grito de amor. O un grito de auxilio. 

Porque ¡María! es un grito que se acomoda a todos los sentimientos de nuestro corazón y a todas las situaciones de nuestra vida. 
¿Cómo responde María a nuestro saludo, cuando pronunciamos su Nombre? Nadie nos lo ha dicho, pero no necesitamos mucha imaginación para suponerlo... ¡Con qué ojos y con qué sonrisa que nos debe mirar! ¡Con qué cariño que se debe volcar sobre nosotros!... 

Como lo hiciera un día con San Bernardo, el monje que pasa como el mayor devoto de María. Cuando caminaba por los claustros de su monasterio, al pasar delante de una imagen de la Virgen le inclinaba la cabeza y la saludaba: ¡Salve, María!. Y así siempre. Hasta que un día ve cómo la imagen se anima, y responde muy educada al saludo: ¡Salve, Bernardo!...

Valdría la pena seguir, ¿verdad?... Pues, aquí nos vamos a quedar hoy. Dándole a Ella el gusto de recordarle su Nombre: y el nombre de la Virgen era María. 

Aquí nos quedamos, saboreando la miel que destila en nuestra boca el dulce Nombre de María. Y afinamos el oído, a ver si oímos su respuesta, y nos contesta también: ¡Salve, Chelita! ¡Salve, Javier! ¡Salve, Manolo! ¡Salve, Lineth!....



Red Informática de la Iglesia en América Latina 
(Mensaje radiado)

ORACIONES A LA VIRGEN MARÍA, PARA HOY PRIMER SÁBADO DE MES OCTUBRE


Oración por cada primer sábado del mes
Reparación Sabatina en honra del Corazón de María





¡Oh Inmaculado Corazón de María, traspasado de dolor por las injurias con que los pecadores ultrajan vuestro santísimo Nombre y vuestras excelsas prerrogativas! Aquí tenéis postrado a vuestros pies, un indigno hijo vuestro, que, agobiado por el peso de sus propias culpas, viene arrepentido y lloroso, y con ánimo de resarcir las injurias que, a modo de penetrantes flechas dirigen contra Vos hombres insolentes y malvados. Deseo reparar con este acto de amor y rendimiento, que hago delante de vuestro amantísimo Corazón, todas las blasfemias que se lanzan contra vuestro augusto Nombre, todos los agravios que se infieren a vuestras excelsas prerrogativas y todas las ingratitudes con que los hombres corresponden a vuestro maternal amor e inagotable misericordia. Aceptad, oh Corazón Inmaculado esta pequeña demostración de mi filial cariño y justo reconocimiento, junto con el firme propósito que hago de seros fiel en adelante, de salir por vuestra honra cuando la vea ultrajada y de propagar vuestro culto y vuestras glorias. Concededme, oh Corazón amabilísimo, que viva y crezca incesantemente en vuestro santo amor, hasta verlo consumado en la gloria. Amén.




Un acto solemne de consagración al Inmaculado Corazón de María – Papa Pío XII


¡Oh Reina del Santísimo Rosario, auxilio de los cristianos, refugio del género humano, vencedora de todas las batallas de Dios! Ante vuestro Trono nos postramos suplicantes, seguros de impetrar misericordia y de alcanzar gracia y oportuno auxilio y defensa en las presentes calamidades, no por nuestros méritos, de los que no presumimos, sino únicamente por la inmensa bondad de vuestro maternal Corazón.

En esta hora trágica de la historia humana, a Vos, a vuestro Inmaculado Corazón, nos entregamos y nos consagramos, no sólo en unión con la santa Iglesia, cuerpo místico de vuestro Hijo Jesús, que sufre y sangra en tantas partes y de tantos modos atribulada, sino también con todo el Mundo dilacerado por atroces discordias, abrasado en un incendio de odio, víctima de sus propias iniquidades.
[…]

Finalmente, así como fueron consagrados al Corazón de vuestro Hijo Jesús la Iglesia y todo el género humano, para que, puestas en Él todas las esperanzas, fuese para ellos señal y prenda de victoria y de salvación; de igual manera, oh Madre nuestra y Reina del Mundo, también nos consagramos para siempre a Vos, a vuestro Inmaculado Corazón, para que vuestro amor y patrocinio aceleren el triunfo del Reino de Dios, y todas las gentes, pacificadas entre sí y con Dios, os proclamen bienaventurada y entonen con Vos, de un extremo a otro de la tierra, el eterno Magnificat de gloria, de amor, de reconocimiento al Corazón de Jesús, el único donde pueden hallar la Verdad, la Vida y la Paz.

Amén.



LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 6 OCTUBRE



LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
6 Octubre



María dijo entonces: Mi alma canta la grandeza del Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador. Este canto es la expresión más elevada del alma de María; las lágrimas, alegrías y esperanzas de Israel se encierran en el Corazón de María, la Virgen.

Porque Él miró con bondad la pequeñez de su servidora. La humildad de la Virgen es la causa de su grandeza; como ella se humilló hasta lo más ínfimo, Dios la elevó a la más alta dignidad.



P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 6 OCTUBRE 2018


Lecturas de hoy Sábado de la 26ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, sábado, 6 de octubre de 2018


Primera lectura
Lectura del libro de Job (42,1-3.5-6.12-16):

Job respondió al Señor: «Reconozco que lo puedes todo, y ningún plan es irrealizable para ti, yo, el que te empaño tus designios con palabras sin sentido; hablé de grandezas que no entendía, de maravillas que superan mi comprensión. Te conocía sólo de oídas, ahora te han visto mis ojos; por eso, me retracto y me arrepiento, echándome polvo y ceniza.»
El Señor bendijo a Job al final de su vida más aún que al principio; sus posesiones fueron catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil borricas. Tuvo siete hijos y tres hijas: la primera se llamaba Paloma, la segunda Acacia, la tercera Azabache. No había en todo el país mujeres más bellas que las hijas de Job. Su padre les repartió heredades como a sus hermanos. Después Job vivió cuarenta años, y conoció a sus hijos y a sus nietos y a sus biznietos. Y Job murió anciano y satisfecho.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 118

R/. Haz brillar, Señor, tu rostro sobre tu siervo

Enséñame a gustar y a comprender,
porque me fío de tus mandatos. R/.

Me estuvo bien el sufrir,
así aprendí tus mandamientos. R/.

Reconozco, Señor, que tus mandamientos son justos,
que con razón me hiciste sufrir. R/.

Por tu mandamiento subsisten hasta hoy,
porque todo está a tu servicio. R/.

Yo soy tu siervo: dame inteligencia,
y conoceré tus preceptos. R/.

La explicación de tus palabras ilumina,
da inteligencia a los ignorantes. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (10,17-24):

En aquel tiempo, los setenta y dos volvieron muy contentos y dijeron a Jesús: «Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre.» 
Él les contestó: «Veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad: os he dado potestad para pisotear serpientes y escorpiones y todo el ejército del enemigo. Y no os hará daño alguno. Sin embargo, no estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo.» 
En aquel momento, lleno de la alegría del Espíritu Santo, exclamó: «Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiere revelar.» 
Y volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: «¡Dichosos los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que veis vosotros, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.» 

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy sábado, 6 de octubre de 2018
 CR


Queridos hermanos:

El evangelio de hoy nos relata una escena evangélica llena de optimismo y alegría. Los 72 regresan de su misión satisfechos y sorprendidos por el poder que han experimentado al curar y expulsar demonios, signos que acompañaban al anuncio de la venida del Reino de Dios. 

Jesús comparte su alegría, pero si les advierte que la alegría no ha de provenir del éxito experimentado, sino más bien, de participar activamente de la misión del Hijo, de experimentar en vivo y en directo lo que muchas generaciones de creyentes anhelaron y que nunca pudieron vivir. El misterio de Dios se revela en Jesús de manera definitiva, convirtiendo su vida en el punto central de la historia de la humanidad.

Jesús ora al Padre porque su Palabra se revela a los sencillos de corazón, a aquellos que desde la humildad son capaces de acoger a la Palabra hecha carne, que es Él mismo. Tienen los ojos abiertos a la sorpresa de un Dios que siempre va más allá de los límites de nuestras estructuras de pensamiento, de nuestras teorías, de nuestras ideas. Los sabios y entendidos eran los que creían que conocían a Dios. Había escudriñado en la Escrituras y en la tradición los rasgos de su presencia y habían construido una imagen de Dios cerrada, expresada en multitud de leyes que rígidamente practicadas pervertían radicalmente el verdadero rostro de Dios. Jesús rompe radicalmente con esa imagen falsa de Dios, y anuncia al Dios Abba, el que ama primero, siempre abierto al perdón y a la misericordia, siempre sensible al dolor de los que sufren, siempre llamando desde el horizonte a vivir una vida desde la clave del amor hasta entregar la vida. 

Esta Buena Noticia ha llegado hasta nosotros a través de el testimonio de muchos que a través de historia han abierto su corazón al Jesucristo. Nosotros también somos dichosos  porque tenemos la posibilidad de encontrarnos con Él si estamos abiertos a la sorpresa .

FELIZ SÁBADO




viernes, 5 de octubre de 2018

ORACIÓN PARA IMPLORAR LA GRACIA DE DIOS POR INTERCESIÓN DE SANTA FAUSTINA KOWALSK


Oración para implorar la gracia de Dios por intercesión de Santa Faustina Kowalska




Oh Jesús, que hiciste de santa Faustina
una gran devota de tu infinita misericordia,
concédeme por su intercesión,
si fuese esto conforme a tu santísima voluntad.

Yo, pecador, no soy digno de tu misericordia,
pero dígnate mirar el espíritu de entrega
y sacrificio de Sor Faustina
y recompensa sus virtudes atendiendo las súplicas
que a través de ella te presento confiando en Ti

Padre nuestro..., Ave María..., Gloria al Padre...

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 5 OCTUBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
5 Octubre




La humildad de María la llevó a aceptar incondicionalmente la voluntad de Dios, aún considerándose indigna de ser la Madre de Dios: Que se cumpla en mí lo que has dicho. Cúmplase en mí tu voluntad, realícese en mí el plan que tienes para la salvación del mundo.

Este es el verdadero modelo de nuestra oración, en la que más que pedir a Dios que haga nuestra voluntad, hemos de ofrecernos para que el Señor realice en nosotros su plan de salvación.


P. Alfonso Milagro

SANTA FAUSTINA KOWALSKA, SERVIDORA DE LA DIVINA MISERICORDIA, 5 OCTUBRE


Hoy es fiesta de Santa Faustina Kowalska, servidora de la Divina Misericordia
Redacción ACI Prensa





"A las almas que propagan la devoción a mi misericordia, las protejo durante su vida como una madre cariñosa a su niño recién nacido y a la hora de la muerte no seré para ellas el juez, sino el Salvador Misericordioso”, le dijo el Señor de la Divina Misericordia a su servidora Santa Faustina Kowalska, cuya fiesta es el 5 de octubre.

Santa Faustina nació en Polonia en 1905. El día que fue a recibir la Primera Comunión, besó las manos de sus padres para demostrar su pena por haberles ofendido. Solía ayudar en casa con los quehaceres de la cocina, ordeñando vacas y cuidando de sus hermanos. Asistió a la escuela, pero sólo pudo completar tres trimestres porque se dio la orden de que los estudiantes mayores tenían que salir para dar cabida a los niños menores.

A los 15 años empezó a trabajar como empleada doméstica y sintió con más fuerza el llamado a la vocación religiosa. Le contó esta inquietud a sus padres en varias ocasiones, pero ellos se opusieron. Es así que se entrega a las vanidades de la vida, sin hacer caso del llamado que experimentaba, hasta que escuchó la voz de Jesús que le pidió dejarlo todo e ir a Varsovia para que entre en un convento.

Sin despedirse personalmente de sus padres, va a Varsovia con un solo vestido. Allá habló con un sacerdote,  quien le consigue hospedaje en casa de una feligresa. Tocaba las puertas de varios conventos, pero era rechazada.

Fue recibida en la Casa Madre de la congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia, pero antes tuvo que trabajar como doméstica un año para pagar su  ingreso. A las pocas semanas tuvo la tentación de dejar el convento y tuvo una visión en la que Jesús se le apareció con su rostro destrozado y cubierto de llagas.

Ella le preguntó: "Jesús, ¿quién te ha herido tanto?". El Señor le contestó: "Esto es el dolor que me causarías si te vas de este convento. Es aquí donde te he llamado y no a otro; y tengo preparadas para ti muchas gracias."

Más adelante fue enviada al noviciado, tomó el hábito religioso y llegó a pronunciar sus primeros votos y los perpetuos. Entre sus hermanas sirvió como cocinera, jardinera y hasta de portera.

A esta sencilla mujer, recogida y piadosa, pero a la vez alegre y caritativa, se le apareció Jesús en diversas ocasiones mostrándole la infinidad de su amor misericordioso por la humanidad. Asimismo, Dios le concedió estigmas ocultos, dones de profecía, revelaciones y la Coronilla de la Divina Misericordia.

“Ni las gracias ni las revelaciones, ni los éxtasis, ni ningún otro don concedido al alma la hacen perfecta, sino la comunión interior del alma con Dios... Mi santidad y perfección consisten en una estrecha unión de mi voluntad con la voluntad de Dios”, escribió una vez.

El 5 de octubre de 1938, después de largos sufrimientos soportados con gran paciencia, partió a la Casa del Padre. En el 2000 fue canonizada  por su compatriota San Juan Pablo II, quien estableció el segundo domingo de Pascua como el “Domingo de la Misericordia Divina”.



EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 5 OCTUBRE 2018


Lecturas de hoy Témporas de petición y acción de gracias
Hoy, viernes, 5 de octubre de 2018


Primera lectura
Lectura del libro del Deuteronomio (8,7-18):

Habló Moisés al pueblo, diciendo: «Cuando el Señor, tu Dios, te introduzca en la tierra buena, tierra de torrentes, de fuentes y veneros que manan en el monte y la llanura, tierra de trigo y cebada, de viñas, higueras y granados, tierra de olivares y de miel, tierra en que no comerás tasado el pan, en que no carecerás de nada, tierra que lleva hierro en sus rocas, y de cuyos montes sacarás cobre, entonces comerás hasta hartarte, y bendecirás al Señor, tu Dios, por la tierra buena que te ha dado. Pero cuidado, no te olvides del Señor, tu Dios, siendo infiel a los preceptos, mandatos y decretos que yo te mando hoy. No sea que, cuando comas hasta hartarte, cuando te edifiques casas hermosas y las habites, cuando críen tus reses y ovejas, aumenten tu plata y tu oro, y abundes de todo, te vuelvas engreído y te olvides del Señor, tu Dios, que te sacó de Egipto, de la esclavitud, que te hizo recorrer aquel desierto inmenso y terrible, con dragones y alacranes, un sequedal sin una gota de agua, que sacó agua para ti de una roca de pedernal; que te alimentó en el desierto con un maná que no conocían tus padres, para afligirte y probarte, y para hacerte el bien al final. Y no digas: "Por mi fuerza y el poder de mi brazo me he creado estas riquezas." Acuérdate del Señor, tu Dios: que es él quien te da la fuerza para crearte estas riquezas, y así mantiene la promesa que hizo a tus padres, como lo hace hoy.»

Palabra de Dios


Salmo
1Cro 29,10.11abc.11d-12a.12bcd

R/. Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder

Bendito eres, Señor, 
Dios de nuestro padre Israel, 
por los siglos de los siglos. R/.

Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder, 
la gloria, el esplendor, la majestad, 
porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra. R/.

Tú eres rey y soberano de todo. 
De ti viene la riqueza y la gloria. R/.

Tú eres Señor del universo, 
en tu mano está el poder y la fuerza, 
tú engrandeces y confortas a todos. R/.


Segunda lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios (5,17-21):

El que es de Cristo es una criatura nueva. Lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha comenzado. Todo esto viene de Dios, que por medio de Cristo nos reconcilió consigo y nos encargó el ministerio de la reconciliación. Es decir, Dios mismo estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo, sin pedirle cuentas de sus pecados, y a nosotros nos ha confiado la palabra de la reconciliación. Por eso, nosotros actuamos como enviados de Cristo, y es corno si Dios mismo os exhortara por nuestro medio. En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios. Al que no había pecado Dios lo hizo expiación por nuestro pecado, para que nosotros, unidos a él, recibamos la justificación de Dios.

Palabra de Dios


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (7,7-11):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre. Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le va a dar una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Pues si vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre del cielo dará cosas buenas a los que le piden!»

Palabra del Señor





Comentario al Evangelio de hoy viernes, 5 de octubre de 2018
CR


Queridos hermanos:

A pesar de que, globalmente, nuestra sociedad está marcada por la industrialización y la técnica, y no tanto por la cultura agrícola, es bueno celebrar hoy esta fiesta. Leemos en el Misal que pueden dedicarse hasta 3 días de la semana, para recoger los tres aspectos fundamentales de esta celebración: la acción de gracias, la petición y la conversión. Son días que la comunidad cristiana ofrece a Dios, terminadas las vacaciones y la recolección de las cosechas, al reemprender la actividad habitual.

Sea cual sea nuestro trabajo, vivamos más o menos de la tierra, hoy es un momento oportuno para reconocer, como dice el Deuteronomio en la primera lectura, que es el Señor quien nos conduce año tras año a una tierra buena; es Él quien nos saca de la esclavitud de la vida, atravesando desiertos de alacranes, y nos da la fuerza para cultivar nuestras riquezas. Es momento para reconocer la inmensa dignidad de nuestra pequeñez, pues estando todo en manos de Dios, en las nuestras confía cuanto ha creado.

Las sequías que agostan los sembrados, las tormentas tropicales y el agua que se impone con violencia llenado todo de muerte y destrucción, el calentamiento de la atmósfera, la sobrecarga de edificaciones o de talas de árboles en algunas zonas... Todos estos son signos de lo poco conscientes que somos de pertenecer a la Creación, como el agua, el aire o los pájaros. Nos recuerdan que no somos los dueños del mundo, por mucha potencia económica o armamentística que tengamos, sino simples administradores de Dios.

Y al leer el Evangelio de hoy desde esta perspectiva, desechamos anuncios apocalípticos de un Dios que castiga no sé qué pecados con muertes indiscriminadas, fenómenos naturales descontrolados o falta de cosechas que producen enormes hambrunas. Parece ser que el Dios de Jesús es el Padre respetuoso que da sobradamente cuanto le pedimos, y está esperando, justamente eso, que sus hijos se dirijan a Él, le busquen y le llamen.

Aunque en algunos lugares del mundo no es época de cosecha ni de recomenzar la actividad habitual, unámonos todos hoy en la oración y en una asombrada acción de gracias por tanto bien recibido. Que en la escasez  se acreciente nuestra esperanza activa para seguir adelante y en la abundancia aumente nuestra humildad para repartir lo que gratuitamente se nos ha dado.

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