domingo, 1 de mayo de 2016

VEN ESPÍRITU SANTO!!


¡Ven Espíritu Santo!


Cuando el olvido y la indiferencia nos alejan del hermano:
¡Ven Espíritu de Amor, Bondad y Ternura!

Cuando la incomprensión nos aísla:
 ¡Ven Espíritu de Sabiduría y Unión!

Cuando la mentira nos envuelve:
 ¡Ven Espíritu de Verdad!

Cuando las tinieblas nos encubren y envuelven la realidad:
¡Ven Espíritu de claridad y transparencia!

Cuando el egoísmo nos puede:
¡Ven Espíritu de Jesús, ayúdanos a ser para los demás!

Cuando la pereza nos paraliza:
¡Ven y sacúdenos Espíritu de servicio!

Cuando la incredulidad nos ciega:
¡Ven Espíritu Santo y danos sabiduría!

Cuando el desánimo nos domina:
¡Ven con tu Esperanza, Espíritu Santo!

Cuando la debilidad nos puede:
¡Ven Espíritu de Fortaleza!

Cuando la mediocridad es nuestro pan de cada día:
¡Ven Espíritu de Jesús y empújanos a una Entrega Total!

Cuando la tristeza nos amenaza:
¡Ven Espíritu de Alegría y fiesta cristiana!

Cuando la exigencia del Reino nos llama:
¡Ven Espíritu Santo y camina con nosotros!

LA MIRADA DE MARÍA


La mirada de María



Yo también quisiera poseer, Santa María,
ojos tan lúcidos como los tuyos.

Para comprender el Misterio que te hace grande
Para entender la Palabra que te hizo  feliz.

Yo también quisiera tener tus ojos, Santa María,
para descubrir definitivamente a Jesús
y no perderlo ante tanto escaparate que la vida me ofrece.

Yo también quisiera tener tus ojos, Santa María,
y por encima de valles y de montes
saber que me espera un horizonte en Dios
con los brazos abiertos.

¿Cómo conseguir tu mirada?
¿Cómo alcanzar tu vista?
¿Cómo mantener la nitidez de tus ojos?
"Sólo con la oración", me respondes Santa María,
se limpian tanto los ojos como el alma
Sólo con la obediencia
se alcanza a ver lo que el mundo niega
Sólo con la confianza
los ojos llegan donde el hombre no atina
Sólo con la sencillez
los ojos traspasan lo que la inteligencia nos dificultad
¡Ayúdame, Santa María!

Dame esos ojos grandes que ven a Dios
Dame esos ojos limpios que contemplan a Cristo
Dame esos ojos penetrados por los rayos del Espíritu
Y, si acaso no puedo,
sólo te pido que no dejes de mirarme.
Amén.

 Ave María


J.Leoz

GRACIAS, JESÚS, POR LAS MADRES - ORACIÓN POR LAS MAMÁS


Gracias, Jesús, por las madres



Señor Jesús:
Gracias por las madres que nos has dado.
Los más nobles sentimientos que tenemos,
los sembró en nosotros nuestra madre:
la fe, la honestidad, el amor al trabajo.

Señor Jesús:
En esta hora de retos y desafíos,
las madres necesitan de tu ayuda:
para atender a la casa y al trabajo,
para hacer de padre y madre,
para educar en los valores cristianos,
para defenderse de la tentación,
para no caer en el pecado.

Señor Jesús:
Que la Virgen Madre las llene de fortaleza.
Señor Jesús:
Que la Virgen María siga siendo
modelo de todas las madres.

Señor Jesús:
Que también ellas luchen por la justicia
y que confíen en el Dios de los pobres:
El Dios que quiere pan en todas las mesas
y paz en todos los hogares;
el Dios que destruye el poder corrompido
y protege a los indefensos y humillados.

Señor Jesús:
Ilumina la vida de nuestras madres.
Premia sus desvelos y trabajos.
Da paz a las madres ya difuntas.
Bendice a todos los hogares.
Y que los hijos sean siempre
gloria y corona de las madres.

MAYO MES DE MARÍA, MEDITACIÓN DEL PRIMER DÍA: EL MES DE MARÍA


MAYO, MES DE MARÍA
Primer día: El mes de María



El mismo sentimiento que había inspirado a los servidores de María a honrarla cada día mediante diversas prácticas, cada semana con la devoción del sábado, cada mes por la celebración de alguno de sus misterios, los ha llevado, en los últimos tiempos a consagrarle cada año un mes entero. Y para ello han elegido el más bello de los meses,  mes en el que no había ninguna fiesta particular. La Iglesia ha alentado esta devoción hacia la Santísima Virgen. Por dos rescriptos, del 21 de marzo de 1815 y del 18 de junio de 1822, Pío VII concede las indulgencias siguientes, aplicables a las almas del Purgatorio.

una indulgencia plenaria a perpetuidad, a ser ganada una vez en el mes de mayo, el mismo día de la comunión, por todos los fieles católicos, que, todos los días de este mes, honren especialmente a la Santísima Virgen, sea en público, sea en privado, mediante homenajes, ejercicios piadosos o actos d virtud.
Una indulgencia parcial de trescientos días para cada día del mes en que se haya rendido a María un homenaje público o particular.
Los Anales de la propagación de la fe, refieren del año 1846, que muchos misioneros, que se encontraban sobre un navío en pleno mar, tuvieron la feliz idea de comenzar ahí sus ejercicios del mes de Maria. Había preparado ya a tres marineros que no habían hecho su Primera Comunión, y esperaban ganar para Cristo y su religión a los otros marineros y en especial al capitán, que no tenían ni fe ni ley. Ya los marineros habían asistido atentamente a la Santa Misa, lo que causo una impresión profunda en el capitán. Permitió, en consecuencia, que se comenzara a solemnizar el mes de María. Todas las tardes, cada vez que el tiempo lo permitía, se recitaba algunas decenas del rosario y las oraciones de la tarde seguidas de cánticos. Asistieron todos, pero sólo cinco quisieron confesarse. Sin embargo, la virtud de la intercesión de la Santísima Virgen se hacía ya sentir, porque el capitán daba signos indudables que su corazón estaba vivamente impresionado y que un violento combate se libraba en su alma. Los misioneros hicieron una novena para obtener su conversión. Y de pronto, cuando se comenzó los ejercicios, el capitán pidió hacer una confesión general, que hizo con gran compunción. Pronto, todos los marineros siguieron el ejemplo de su jefe; se reconciliaron con dios y se aproximaron en grupo a Santa Mesa. Regresando, el capitán se colgó del cuello de su confesor, agradeciéndole con estas palabras: “Mi corazón no puede estar más felíz”.

Tomado del Mes de María para el uso de personas ocupadas (París 1901)

Traducido del francés por José Gálvez para ACI Prensa

HOY EMPEZAMOS MAYO, EL MES DEDICADO A LA VIRGEN MARÍA


Hoy empezamos mayo, el mes dedicado a María


 (ACI).- Mayo es el mes que la Iglesia Universal dedica a la Madre de Dios, la Bienaventurada Virgen María. Este tiempo es una oportunidad para renovar el amor de todos los bautizados hacia la Mujer que Dios desde la eternidad escogió para darlo a luz y cuidarlo.

La Santísima Virgen María es por siempre la Reina del Cielo y de la Tierra, no hay santidad sin María porque toda Ella lleva a Cristo.


María la más humilde entre las mujeres es precisamente el modelo de toda mujer, como señaló el Papa Francisco en abril de 2014 en un mensaje a más de 20 mil jóvenes reunidos en Buenos Aires, Argentina.

“Hay un solo modelo para ustedes, María: La mujer de la fidelidad, la que no entendía lo que le pasaba pero obedeció. La que en cuanto supo lo que su prima necesitaba, se fue corriendo, la Virgen de la Prontitud. La que se escapó como refugiada en un país extranjero para salvar la vida de su hijo”, afirmó el Papa.
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