Siembra con generosidad
Hoy te regalo unos renglones que mecerán tu día en las alturas, porque te ayudarán a vivir con pensamientos generosos y magníficos. Es siempre bueno cultivar en tu corazón elevados ideales que entusiasmen y dinamicen tu vida. Alguien escribió: “Si mirásemos siempre hacia el cielo, terminaríamos por tener alas”.
Esboza una sincera sonrisa... y regálala a quien nunca la ha tenido. Recoge un rayo de sol en tu corazón... y hazlo volar allá en donde reina la noche. Descubre una fuente... y permite bañarse en ella a quien vive en el barro. Vierte una lágrima... y ponla en el rostro de quien nunca ha llorado. Enciende el valor en tu pecho... y ponlo en el ánimo de quien no sabe luchar. Descubre la vida... y alienta a quien se arrastra por ella. Cultiva la esperanza... e irradia su luz a tu alrededor. Imprégnate de bondad... y dónala a quien la desconoce. Descubre el amor... y comunica su fuego al mundo.
Debajo de estas líneas aletea un vivo deseo de sembrar todo lo que es bueno, noble y justo a nuestro alrededor. Aportar lo mejor de nosotros mismos a nuestros semejantes es una tarea misionera que te beneficiará en primer lugar a ti, porque evidentemente nadie puede dar lo que no tiene. Que esta lectura te inspire a sembrar hoy con generosidad.
* Enviado por el P. Natalio