domingo, 14 de julio de 2013

SALUDO A LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA


SALUDO A LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA
(S. Francisco)

Salve, Señora, santa Reina, 
santa Madre de Dios, María, 
que eres virgen hecha iglesia 
y elegida por el santísimo Padre del cielo, 
a la cual consagró Él 
con su santísimo amado Hijo 
y el Espíritu Santo Paráclito, 
en la cual estuvo y está 
toda la plenitud de la gracia y todo bien.

Salve, palacio suyo; 
salve, tabernáculo suyo; 
salve, casa suya.

Salve, vestidura suya; 
salve, esclava suya; 
salve, Madre suya 
y todas vosotras, santas virtudes, 
que sois infundidas por la gracia 
e iluminación del Espíritu Santo 
en los corazones de los fieles, 
para que de infieles hagáis fieles a Dios.

PENSAMIENTO MARIANO 2


LA FAMILIA

La familia nunca es tan familia como el día de la Madre; la Iglesia nunca es tan Iglesia como el día de la Madre, de la Madre de Cristo y Madre nuestra también... así lo sentimos todos: los indiferentes no menos que los fervientes... El mes de María en todas las Iglesias... esas colas interminables de fieles, de hombres, de gente alejada que siente en su corazón tal día como hoy la nostalgia del hogar. Es la Madre y aquí viene María también como cuando pequeños a descansar en su regazo, ¡qué día de tantas emociones para los hijos; de tantas alegrías en el cielo..., porque en el cielo hay alegrías suplementarias... En verdad os digo que más alegría en el cielo por un pecador... que por tantos... 

San  Alberto Hurtado Cruchaga, S.J







PENSAMIENTO MARIANO 1


Pensamiento Mariano


María es la humanidad ascendiendo por la humildad y la obediencia, a Dios. Por esto Dios descendió a ella, y en ella, en la humanidad que sube a lo divino, se encarnó Jesús, que es la Divinidad que desciende a lo humano.


Miguel de Unamuno




sábado, 13 de julio de 2013

CON FLORES A MARÍA


Con flores a María
Carmelo Borobia, Obispo de Tarazona, España


El culto del Pueblo de Dios hacia María ha crecido admirablemente en veneración y amor, en oración e imitación, según sus palabras proféticas: Me llamarán bienaventurada todas las generaciones porque el poderoso ha hecho obras grandes por mí (Lc1, 48). (LG 66)

En el mes de mayo, sumergidos por la primavera en un ambiente espiritual y humano, los cristianos, de manera especial, hemos dado culto a la Virgen María en “su mes”.

Mes de esperanzas que nos presentan las flores y los frutos a punto de madurar e ilusiones por ver colmados tantos deseos presentados a la Virgen. Todo ello nos invita a alabar y proclamar con gozo la alegría de toda la Naturaleza, y a presentar los cristianos nuestra actitud de devoción a María, la Madre del Señor y Madre nuestra. Los templos de nuestros pueblos y ciudades se ven concurridos en este derroche de amor que ofrecemos a la Virgen llevando en nuestras manos ramos de flores; “Con flores a María, que Madre nuestra es”. Indica nuestro deseo de protección “bajo su amparo”, de ofrecerle lo mejor, el ramo de la alegría, la sencillez, la fe, el Amor... para que Ella meditándolo en su interior lo haga fructificar en el seguimiento a su Hijo Jesucristo.

Nos dice Juan Pablo II; “La afirmación de la centralidad de Cristo, no puede ser separada por su Santísima Madre. Su culto, aunque valioso, de ninguna manera debe menoscabar la dignidad y eficacia de Cristo, único Mediador” (T.M.A.43). Cristo es el centro, objeto y fundamento de nuestra fe, es el Camino para volver a Dios, la Verdad que nos revela el misterio de Dios, y la Vida en plenitud que Dios nos regala en su cuerpo muerto y resucitado. Pero María es siempre camino que conduce y nos muestra a Jesús, fruto bendito de su vientre. María, la Madre de Cristo no deja de decirnos: “Haced lo que Él os diga” (Jn. 2,5)

Como su prima Isabel nosotros también le decimos: “Dichosa tú que has creído” (Lc. 1,45). Se lo hemos dicho y le hemos pedido esa fe en nuestras Iglesias rezando el Santo Rosario las tardes de este mes, en el ejercicio de las flores, en romerías, festividades marianas. Todo esto nos ha acercado a la oración constante, personal y comunitaria para pedir por las necesidades de la Iglesia y del mundo. En este mes de mayo han estado presentes momentos especiales de nuestra sociedad, como la consecución de la paz, la necesidad de un mundo más justo y solidario, la difusión de la caridad entre los hombres. Y también las necesidades de nuestra comunidad eclesial; la unidad, los deseos de fraternidad y solidaridad, la humildad de sus miembros, la fidelidad al don recibido y el entusiasmo por proclamar el evangelio de Jesucristo, la búsqueda incesante del testimonio cristiano y buscar los caminos para alcanzar la santidad.

Conviene caminar todos juntos hacia el altar de la Virgen María, familias, jóvenes y mayores, enfermos, que en el mes de mayo ofrecemos unas flores a la Virgen María, Madre del Redentor y Madre de todos los hombres.

Con la Virgen María, que junto a los apóstoles recibió el día de Pentecostés, festividad que hoy celebramos, la fuerza del Espíritu Santo, caminemos siempre al encuentro de Jesucristo y sepamos llevar el aroma del Amor de Dios a todos los hombres.


Con mi afecto y mi bendición
+ Carmelo Borobia
Obispo de Tarazona  





ORACIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN




ORACIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN

¡Oh Virgen Santísima Inmaculada, belleza y esplendor del Carmen! Vos, que miráis con ojos de particular bondad al que viste vuestro bendito Escapulario, miradme benignamente y cubridme con el manto de vuestra maternal protección. Fortaleced mi flaqueza con vuestro poder, iluminad las tinieblas de mi entendimiento con vuestra sabiduría, aumentad en mí la fe, la esperanza y la caridad. Adornad mi alma con tales gracias y virtudes que sea siempre amada de vuestro divino Hijo y de Vos. Asistidme en vida, consoladme cuando muera con vuestra amabilísima presencia, y presentadme a la augustísima Trinidad como hijo y siervo devoto vuestro, para alabaros eternamente y bendeciros en el Paraíso. Amén.









LA VIRGEN DEL CARMEN Y EL ESCAPULARIO

Autor: Archidiócesis de Madrid | Fuente: Corazones.org
La Virgen del Carmen ...y el escapulario
El escapulario no salva por sí solo como si fuera algo mágico o de buena suerte, ni es una excusa para evadir las exigencias de la vida cristiana.
 
La Virgen del Carmen ...y el escapulario

El próximo 16 de Julio recordaremos a Nuestra Señora del Carmen. Reflexionemos hoy un poco sobre esta advocación y las grandes promesas de su escapulario.

Los carmelitas tienen, entre otros, el mérito de haber llevado esta advocación mariana a todos los estratos del pueblo cristiano.

En el siglo XII algunos eremitas se retiraron al Monte Carmelo, con San Simón Stock.

La Virgen Santísima prometió a este santo un auxilio especial en la hora de la muerte a los miembros de la orden carmelitana y a cuantos participaran de su patrocinio llevando su santo escapulario.

Los Carmelitas han sido conocidos por su profunda devoción a la Santísima Virgen. Ellos interpretaron la nube de la visión de Elías (1 Reyes 18, 44) como un símbolo de la Virgen María Inmaculada. Ya en el siglo XIII, cinco siglos antes de la proclamación del dogma, el misal Carmelita contenía una Misa para la Inmaculada Concepción.


La estrella del Mar y los Carmelitas.

Los marineros, antes de la edad de la electrónica, dependían de las estrellas para marcar su rumbo en el inmenso océano. De aquí la analogía con La Virgen María quien como, estrella del mar, nos guía por las aguas difíciles de la vida hacia el puerto seguro que es Cristo.

Por la invasión de los sarracenos, los Carmelitas se vieron obligados a abandonar el Monte Carmelo. Una antigua tradición nos dice que antes de partir se les apareció la Virgen mientras cantaban el Salve Regina y ella prometió ser para ellos su Estrella del Mar. Por ese bello nombre conocían también a la Virgen porque el Monte Carmelo se alza como una estrella junto al mar.


Los Carmelitas y la Virgen del Carmen se difunden por Europa.

La Virgen Inmaculada, Estrella del Mar, es la Virgen del Carmen, es decir a la que desde tiempos remotos allí se venera. Ella acompañó a los Carmelitas a medida que la orden se propagó por el mundo. A los Carmelitas se les conoce por su devoción a la Madre de Dios, ya que en ella ven el cumplimiento del ideal de Elías. Incluso se le llamó: "Los hermanos de Nuestra Señora del Monte Carmelo". En su profesión religiosa se consagraban a Dios y a María, y tomaban el hábito en honor ella, como un recordatorio de que sus vidas le pertenecían a ella, y por ella, a Cristo.


¿Qué es el Escapulario carmelita?

Los seres humanos nos comunicamos por símbolos. Así como tenemos banderas, escudos y también uniformes que nos identifican. Las comunidades religiosas llevan su hábito como signo de su consagración a Dios.

Los laicos no pueden llevar hábito, pero los que desean asociarse a los religiosos en su búsqueda de la santidad pueden usar el escapulario. La Virgen dio a los Carmelitas el escapulario como un hábito miniatura que todos los devotos pueden llevar para significar su consagración a ella. Consiste en un cordón que se lleva al cuello con dos piezas pequeñas de tela color café, una sobre el pecho y la otra sobre la espalda. Se usa bajo la ropa. Junto con el rosario y la medalla milagrosa, el escapulario es uno de los mas importantes sacramentales marianos.

Dice San Alfonso Ligorio, doctor de la Iglesia: "Así como los hombres se enorgullecen de que otros usen su uniforme, así Nuestra Señora Madre María está satisfecha cuando sus servidores usan su escapulario como prueba de que se han dedicado a su servicio, y son miembros de la familia de la Madre de Dios."


El escapulario es un sacramental.

Un sacramental es un objeto religioso que la Iglesia haya aprobado como signo que nos ayuda a vivir santamente y a aumentar nuestra devoción. Los sacramentales deben mover nuestros corazones a renunciar a todo pecado, incluso al venial.

El escapulario, al ser un sacramental, no nos comunica gracias como hacen los sacramentos. Las gracias nos vienen por nuestra respuesta de amor a Dios y de verdadera contrición del pecado, lo cual el sacramental debe motivar.


¿Cómo surgió el escapulario?

La palabra escapulario viene del Latín "scapulae" que significa "hombros". Originalmente era un vestido superpuesto que cae de los hombros y lo llevaban los monjes durante su trabajo. Con el tiempo se le dio el sentido de ser la cruz de cada día que, como discípulos de Cristo llevamos sobre nuestros hombros. Para los Carmelitas particularmente, pasó a expresar la dedicación especial a la Virgen Santísima y el deseo de imitar su vida de entrega a Cristo y a los demás.


La Virgen María entrega el escapulario el 16 de julio de 1251.

En el año 1246 nombraron a San Simón Stock general de la Orden Carmelita. Este comprendió que, sin una intervención de la Virgen, a la orden le quedaba poco tiempo. Simón recurrió a María poniendo la orden bajo su amparo, ya que ellos le pertenecían. En su oración la llamó "La flor del Carmelo" y la "Estrella del Mar" y le suplicó la protección para toda la comunidad.

En respuesta a esta ferviente oración, el 16 de julio de 1251 se le aparece la Virgen a San Simón Stock y le da el escapulario para la orden con la siguiente promesa:

"Este debe ser un signo y privilegio para ti y para todos los Carmelitas: quien muera usando el escapulario no sufrirá el fuego eterno"

Aunque el escapulario fue dado a los Carmelitas, muchos laicos con el tiempo fueron sintiendo el llamado de vivir una vida mas comprometida con la espiritualidad carmelita y así se comenzó la cofradía del escapulario, donde se agregaban muchos laicos por medio de la devoción a la Virgen y al uso del escapulario. La Iglesia ha extendido el privilegio del escapulario a los laicos.


Explicación de la Promesa:

Muchos Papas, santos como San Alfonso Ligorio, San Juan Bosco, San Claudio de la Colombiere, y San Pedro Poveda, tenían una especial devoción a la Virgen del Carmen y llevaban el escapulario. Santos y teólogos católicos han explicado que, según esta promesa, quien tenga la devoción al escapulario y lo use, recibirá de María Santísima a la hora de la muerte, la gracia de la perseverancia en el estado de gracia (sin pecado mortal) o la gracia de la contrición (arrepentimiento). Por parte del devoto, el escapulario es una señal de su compromiso a vivir la vida cristiana siguiendo el ejemplo perfecto de la Virgen Santísima.


El escapulario tiene 3 significados:

  • El amor y la protección maternal de María: El signo es una tela o manto pequeño. Vemos como María cuando nace Jesús lo envuelve en un manto. La Madre siempre trata de cobijar a sus hijos.

    Envolver en su manto es una señal muy maternal de protección y cuidado. Señal de que nos envuelve en su amor maternal. Nos hace suyos. Nos cubre de la ignominia de nuestra desnudes espiritual.

    Vemos en la Biblia:

    -Dios cubrió con un manto a Adán y Eva después de que pecaron. (manto - signo de perdón)

    -Jonás le dio su manto a David: símbolo de amistad -Elías dio su manto a Eliseo y lo llenó de su espíritu en su partida.

    -S. Pablo: revístanse de Cristo: vestirnos con el manto de sus virtudes.
  • Pertenencia a María: Llevamos una marca que nos distingue como sus hijos escogidos. El escapulario se convierte en el símbolo de nuestra consagración a María.

    Consagración: ´pertenecer a María´ es reconocer su misión maternal sobre nosotros y entregarnos a ella para dejarnos guiar, enseñar, moldear por Ella y en su corazón. Así podremos ser usados por Ella para la extensión del Reino de su Hijo.

    -En 1950 Papa Pío XII escribió acerca del escapulario: "que el escapulario sea tu signo de consagración al Inmaculado Corazón de María, lo cual estamos particularmente necesitando en estos tiempos tan peligrosos". Quien usa el escapulario debe ser consciente de su consagración a Dios y a la Virgen y ser consecuente en sus pensamientos, palabras y obras. Dice Jesús: "Cargad con mi yugo y aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera". (Mt 11:29). El escapulario simboliza ese yugo que Jesús nos invita a cargar, pero que María nos ayuda a llevar. El escapulario es un signo de nuestra identidad como cristianos, vinculados íntimamente a la Virgen María con el propósito de vivir plenamente nuestro bautismo. Representa nuestra decisión de seguir a Jesús por María en el espíritu de los religiosos pero adaptado a la propia vocación, lo que exige que seamos pobres, castos y obedientes por amor.

    Al usar el escapulario constantemente estamos haciendo silenciosa petición de asistencia a la Madre, y ella nos enseña e intercede para conseguirnos las gracias para vivir como ella, abiertos de corazón al Señor, escuchando su Palabra, orando, descubriendo a Dios en la vida diaria y cercanos a las necesidades de nuestros hermanos, y nos está recordando que nuestra meta es el cielo y que todo lo de este mundo pasa. En la tentación, tomamos el escapulario en nuestras manos e invocamos la asistencia de la Madre. Kilian Lynch, antiguo general de la Orden dice: "No lleguemos a la conclusión de que el escapulario está dotado de alguna clase de poder sobrenatural que nos salvará a pesar a pesar de lo que hagamos o de cuanto pequemos...Una voluntad pecadora y perversa puede derrotar la omnipotencia suplicante de la Madre de la Misericordia."

  • El suave yugo de Cristo: "Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mi, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana". (Mt 11:29-30)

    -El escapulario simboliza ese yugo que Jesús nos invita a cargar pero que María nos ayuda a llevar.

    Quién lleva el escapulario debe identificarse como católico sin temor a los rechazos y dificultades que ese yugo le traiga.

    Se debe vivir lo que significa

    El escapulario es un signo de nuestra identidad como católicos, vinculados de íntimamente a la Virgen María con el propósito de vivir plenamente según nuestro bautismo. Representa nuestra decisión de seguir a Jesús por María en el espíritu de los religiosos pero adaptado a la propia vocación. Esto requiere que seamos pobres (un estilo de vida sencillo sin apegos materiales), castos y obedientes por amor a Dios.

    En momentos de tentación, tomamos el escapulario en nuestras manos e invocamos la asistencia de la Madre, resueltos a ser fieles al Señor.

    Ella nos dirige hacia el Sagrado Corazón de su Hijo Divino y el demonio es forzado a retroceder vencido.

    Imposición del Escapulario:

    El primer escapulario debe ser bendecido por un sacerdote e impuesto por él mientras dice:

    "Recibe este escapulario bendito y pide a la Virgen Santísima que por sus méritos, lo lleves sin ninguna mancha de pecado y que te proteja de todo mal y te lleve a la vida eterna"


    ¿Puede darse el escapulario a quien no es católico?

    Sí. El escapulario es signo de la Maternidad Espiritual de María y debemos recordar que ella es madre de todos. Muchos milagros de conversión se han realizado en favor de buenos no-católicos que se han decidido a practicar la devoción al escapulario.


    Conversiones.

    Un anciano fue llevado al Hospital de San Simón Stock en la ciudad de Nueva York, inconsciente y moribundo. La enfermera al ver al paciente con el Escapulario Carmelita llamó a un sacerdote. Mientras rezada las oraciones por el moribundo, éste recobró el conocimiento y dijo: "Padre, yo no soy católico". "¿Entonces, ¿por qué está usando el Escapulario Carmelita?", preguntó el sacerdote. "He prometido a mis amigos usarlo", explicó el paciente. "Además rezo un Ave María diariamente." "Usted se está muriendo" replicó el sacerdote. "¿Quiere hacerse católico?" ´Toda mi vida lo he deseado", contestó el moribundo. Fue bautizado, recibió la Unción de los Enfermos antes de fallecer en paz.


    Alerta contra abusos:

    El escapulario NO salva por sí solo como si fuera algo mágico o de buena suerte, ni es una excusa para evadir las exigencias de la vida cristiana. Mons. Kilian Lynch, antiguo general de la Orden Carmelita nos dice: "No lleguemos a la conclusión que el escapulario está dotado de alguna clase de poder sobrenatural que nos salvará a pesar a pesar de lo que hagamos o de cuanto pequemos... Una voluntad pecadora y perversa puede derrotar la ´omnipotencia suplicante´ de la madre de la misericordia."

    Los Papas y Santos han muchas veces alertado acerca de no abusar de la promesa de nuestra madre como si nos pudiéramos salvar llevando el escapulario sin conversión. El Papa Pío XI nos advierte: "aunque es cierto que la Virgen María ama de manera especial a quienes son devotos de ella, aquellos que desean tenerla como auxilio a la hora de la muerte, deben en vida ganarse dicho privilegio con una vida de rechazo al pecado y viviendo para darle honor."

    Vivir en pecado y usar el escapulario como ancla de salvación es cometer pecado de presunción ya que la fe y la fidelidad a los mandamientos es necesaria para todos los que buscan el amor y la protección de Nuestra Señora.

    San Claude de la Colombiere advierte: "Tu preguntas: ¿y si yo quisiera morir con mis pecados?, yo te respondo, entonces morirás en pecado, pero no morirás con tu escapulario." 
  • jueves, 11 de julio de 2013

    SIEMPRE MARÍA PRESENTE


    Siempre María presente
    Padre Tomás Rodríguez Carbajo


    Recordamos la frase de Pablo VI: “El cristianismo no es la religión de María, pero tampoco es la religión sin María”.

              Por eso se huele inmediatamente donde hay un cristiano auténtico, porque se respira un olor mariano, será que en su cartera lleva una estampa de María, una medalla al cuello, o en su casa hay un cuadro de una advocación mariana. Como lo bueno no podemos ocultarlo, rezuma el amor a María y se nota en las calles y ciudades, en los caminos y montañas. Sí, veamos para confirmar esto algunos ejemplos:

              La Virgen es patrona de 117 pueblos de Ávila.

    Roma tiene 137 imágenes coronadas.

    En Sevilla hay 200 calles y 15 barriadas dedicadas a María.

    Zamora cuenta con 18 calles dedicadas a Nuestra Señora.

    En la gran Autopista del Sol, en Italia, existe un único paso para peatones y es precisamente para dirigirse al Santuario de Nuestra Señora del Frassino, la Virgen de la Autopista.

    Grandes catedrales y humildes ermitas detectan el amor tierno de los cristianos a la Señora en todos los países. Holanda cuenta con 80 santuarios de la Virgen y de las 1.480 Iglesias, tiene 235 dedicadas a María.

    Corona grandes alturas como en el Aspe (Sector de Canfranc), a 2,707 metros fue entronizada una imagen del Pilar.

    También se sumerge bajos las aguas, y así tenemos a 14 metros de profundidad en las aguas de Niza colocada una imagen de la Virgen hecha de cemento blanco llamada Nuestra señora de las Honduras, así quieren tener un templo natural los buceadores.

    María bate el récord de advocaciones, sus imágenes salpican los lugares mas diversos y nos recuerdan continuamente nuestra condición de hijos desterrados en este valle de lágrimas.

    REINA Y MADRE DE SUS QUERIDOS HIJOS


    Reina y Madre de sus queridos hijos
    Padre Mariano de Blas, L.C.

    Voy a escribir una carta destinada a la Virgen María en el cielo. Una forma muy sencilla y profunda de manifestar el aprecio y cariño a una persona es a través de una carta. Lo importante no es mi carta sino la que tú escribas a María desde el fondo de tu corazón.

    Querida y respetable señora, queridísima madre:

    Sé que estoy escribiendo a la mujer más maravillosa del mundo.
    Y esto me hace temblar de regocijo, de amor y de respeto.

    Cuántas mujeres en el mundo, queriendo parecerse a ti, llevan con orgullo santo el dulce nombre de María. Cuantas iglesias dedicadas a tu nombre.

    Tú eres toda amor, amor total a Dios y amor misericordiosísimo a los hombres, tus pobres hijos. Eres el lado misericordioso y tierno del amor de Dios a los hombres, como si tu fueses la especie sacramental a través de la cual Dios se revela y se da como ternura, amor y misericordia.

    Estoy escribiendo una carta a la Madre de Dios: Esa es tu grandeza incomparable. Eres la gota de rocío que engendra a la nube de la que Tú procedes.

    Me mereces un respeto total, al considerar que la sangre que tu hijo derramó en el Calvario es la sangre de una mártir, es tu propia sangre; porque Dios, tu hijo, lleva en sus venas tu sangre, María.

    Pero el respeto que me mereces como Madre de Dios se transforma en ímpetu de amor, al saber que eres mi madre desde Belén, desde el Calvario, y para siempre.

    Y por eso, después de Dios me quieres como nadie. Yo sé que todos los amores juntos de la tierra no igualan al que Tú tienes por mí. Si esto es verdad, no puedo resistir la alegría tremenda que siento dentro de mi corazón.

    Pero ese amor es algo muy especial, porque soy otro Jesús en el mundo, alter Christus.
    Tú lo supiste esto antes que ningún teólogo, desde el principio de la redención. No puedo creer que me mires con mucho respeto.

    Para ti un sacerdote es algo sagrado. Agradezco a tu Hijo, al Niño aquél, maravilla del mundo, que todavía contemplo reclinado en tus brazos, su sonrisa, su caricia y su abrazo que quedaron impresos a fuego en mi corazón para siempre.


    Oh bendito Niño que nos vino a salvar.
    Oh bendita Madre que nos lo trajiste.

    Contigo nos han venido todas las gracias, por voluntad de ese Niño. Todo lo bueno y hermoso que me ha hecho, me hace y me hará feliz, tendrá que ver contigo. Por eso te llamamos con uno de los nombres más entrañables: Causa de nuestra alegría.

    He sabido que tu Hijo dijo un día: "Alegraos más bien de que vuestos nombres estén escritos en el cielo" Sí. Escritos en el cielo por tu mano, Madre amorosísima. Cuando dijiste sí a Dios, escribiste nuestos nombres en la lista de los redimidos. Y esta alegría nos acompaña siempre, porque Tú tambien como Jesús estás y estarás con nosotros todos los días de nuestra vida.

    ¡Qué hermosa es la vida contigo, junto a ti, escuchándote, contemplando tus ojos dulcísimos y tu sonrisa infinita! También como a Dios, yo te quiero con todo mi corazón, con toda mi alma y con todas mis fuerzas.

    Sigo escribiendo mi carta a la que es puerta del cielo. ¡Cómo he soñado desde aquel día, 
    en que experimenté el cielo en aquella cueva, en vivir eternamente en ese paraíso! Junto a Dios y junto a ti, porque eso es el cielo. La puerta de la felicidad eterna, sin fin, tiene una llave que se llama María.

    Cuanto anhelo ese momento en que tu mano purísima me abra esa puerta del cielo eterno y feliz.

    Oh Madre amantísima, eres digna de todo mi amor, por lo buena que eres, por lo santa, santísima que eres, la Inmaculada, la llena de gracia, por ser mi Madre, por lo que te debo: una deuda infinita, porque, después de Dios, nadie me quiere tanto, por tu encantadora sencillez.

    Yo sé, Madre mía, que, después de ver a Dios, el éxtasis más sublime del cielo será mirarte a los ojos y escuchar que me dices: Hijo mío, Y sorprenderme a mí mismo diciendo: Madre bendita, te quiero por toda la eternidad.

    Oh Virgen clementísima, Madre del hijo pródigo -Yo soy el hijo pródigo de la parábola de tu hijo- que aprendiste de Jesús el inefable oficio de curar heridas, consolar las penas, enjugar las lágrimas, suavizar todo, perdonar todo. Perdóname todo y para siempre, oh Madre.

    Bellísima reina, Madre del amor hermoso, toda hermosa eres,María. Eres la delicia de Dios, eres la flor más bella que ha producido la tierra. Tu nombre es dulzura, es miel de colmena. Dios te hizo en molde de diamantes y rubíes. Y después de crearte, rompió el molde. Le saliste hermosísima, adornada de todas las virtudes, con sonrisa celestial...

    Y cuando Él moría en la cruz, nos la regaló.
    Por eso, Tú eres toda de Jesús por derecho.
    y toda de nosotros por regalo.

    Todo tuyo y para siempre.


    CONCLUSIÓN:

    Asistimos hoy al desamparo de muchas madres que sufren antes de crear hijos, que siguen sufriendo al engendrarlos, y sufren mucho más al tener que educarlos, por no mencionar a las madres que suprimen a algún hijo. Todas tienen una Abogada en el cielo, que les ayuda misericordiosamente por ser Ella también mujer y madre. Todas las que deseen saber cómo es, cómo ama y cómo se realiza una mujer deben mirar al cielo y contemplar a su celestial patrona e intercesora, la redentora de la mujer, de su maternidad, de su amor y de su felicidad en la tierra y en el cielo. 

    Oración:


    El cielo es tu sitio, Virgen María. Y el cielo es también el sitio para tus hijos. No permitas que los hijos de una madre que vivió y murió de amor, vivan y mueran de hastío. Llévanos al cielo. Haznos vivir en la tierra como quienes están de paso hacia la felicidad eterna. Que dejemos pasar lo pasajero y nos aferremos a lo eterno. Amén.

    martes, 9 de julio de 2013

    ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE CHIQUINQUIRÁ


    ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE CHIQUINQUIRÁ

    Oh incomparable Señora del Rosario de Chiquinquirá! Madre de Dios, Reina de los ángeles, abogada de los pecadores, refugio y consuelo de los afligidos y atribulados. Virgen Santísima, llena de poder y de bondad, lanzad sobre nosotros una mi ...rada favorable para que seamos socorridos por Vos en todas las necesidades en que nos encontramos. Acordaos, ¡Oh clementísima Señora del Rosario!, que nunca se oyó decir que alguien que haya recurrido a Vos, invocado vuestro Santísimo nombre, e implorado vuestra singular protección, fuese por Vos abandonado. 

    Animados con esta confianza, a Vos recurrimos. Os tomamos desde hoy y para siempre por Madre nuestra, nuestra protectora, consuelo y guía, esperanza y luz en la hora de la muerte. Libranos de todo aquello que pueda ofenderos y a vuestro Santísimo Hijo, Jesús. Preservanos de todos los peligros del alma y del cuerpo; dirigenos en todos los negocios espirituales y temporales; libranos de la tentación del demonio, para que andando por el camino de la virtud, podamos un día veros y amaros en la eterna gloria, por todos los siglos de los siglos. Amén.

    NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE CHIQUINQUIRÁ, 9 DE JULIO


    Autor: P. Sergio Rosiles | Fuente: Catholic.net
    Rosario Chiquinquirá, Nuestra Señora del


    Ella es la patrona de Colombia, pero también es venerada con mucho cariño en otros países de América Latina, principalmente en Ecuador, Perú y Venezuela.





    En 1986 se celebró el cuarto centenario de la renovación del cuadro de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá. Como bien sabemos, Ella es la patrona de Colombia. Pero también es venerada con mucho cariño en otros países de América Latina, principalmente en Ecuador, Perú y Venezuela, y también al otro lado del Atlántico, en España. A este santuario iremos hoy de peregrinación.

    En 1560 don Antonio de Santana, un cristiano piadoso mandó construir en Sutamarchán una capilla pequeña. Y pidió al pintor Alonso de Álvarez que le hiciera un cuadro de la Virgen. El cuadro fue hecho con tela de algodón, elaborada por los indígenas del lugar, y con arcilla de colores recogida en los alrededores de Tunja.


    Una vez terminado colocaron el cuadro en la capilla sobre un bastidor. La capilla era de varas y techo de paja. Lentamente el sol, las lluvias y el viento fueron dañando la imagen: el cuadro comenzó a perder sus colores y la tela a rasgarse.

    En 1578 el P. Juan Leguizamón debido al mal estado del cuadro decidió cambiarlo y puso en su lugar un Cristo crucificado. El cuadro de la Virgen fue llevado a un pequeño oratorio en Chiquinquirá y ahí terminó de deteriorarse. Poco tiempo después yacía arrumbado en el suelo.

    En 1585 la señora María Ramos llegó a vivir a Chiquinquirá, para acompañar a su tía Catalina, y comenzó a ir al oratorio. Estaba muy abandonado. Sólo había un pequeño altarcito, una cruz de madera y una imagen de papel. Arreglando un poco, la señora María encontró el cuadro en el piso. En ese momento no pudo distinguir de quien era. Las figuras casi no se veían y tenía varios rasgones. Cuando se enteró de que esa había sido una imagen de la Santísima Virgen del Rosario se apenó mucho. Tomó el cuadro y, después de limpiarlo, lo colocó encima del altar, amarrado fuertemente.

    Todas las mañanas la señora María iba a visitar a la Virgen y pasaba en el oratorio unas dos horas, de las siete a las nueve. Miraba el cuadro una y otra vez. Las lágrimas rodaban por sus mejillas y le decía con gran ternura: "¿Hasta cuándo, Rosa del Cielo, habéis de estar tan escondida? ¿Cuándo será el día en que os manifiestéis y os dejéis ver al descubierto?"

    Un día, el viernes 26 de diciembre de 1586, María salía del oratorio, después de haber terminado su oración. Por la puerta estaban pasando Isabel, una indígena del lugar, y su hijito Miguel. El niño, viendo hacia dentro, exclamó: "¡miren, miren!". Isabel miro hacia el altar y asombrada dio voces a María Ramos que aún estaba en la puerta:

    "¡Mire, mire, señora, que la Madre de Dios está en vuestro asiento y parece que se está quemando!"

    María se dio la vuelta y, al ver el cuadro en la forma en que le decían, corrió hacia él. Se postró a los pies de la imagen, llena de asombro, y vio que sus anhelos se habían cumplido: "la imagen de la Madre de Dios estaba patente, con una hermosura tan especial y unos colores tan vivos, y despidiendo grandísimos resplandores, que bañaba de luz a los santos que tenía al lado e iluminaba la humilde capilla."

    La noticia se corrió rápidamente por toda la comarca. Muchos peregrinos comenzaron a venir para ver el cuadro renovado de la Virgen y llevarse tierra del lugar donde fue la renovación, como reliquia.

    El 19 de marzo de 1588 se fundó la parroquia de Chiquinquirá para atender a los numerosos peregrinos. El arzobispo de Bogotá, Mons. Zapata de Cárdenas mandó realizar muchas investigaciones y, finalmente, él mismo fue a Chiquinquirá para interrogar a María Ramos. Reunió información sobre la curación de un paralítico llamado Juan de La Peña. Y antes de partir bendijo la primera piedra para la construcción del santuario.

    Desde entonces muchísimos peregrinos visitan este santuario. Contemplan con devoción el cuadro renovado de la Virgen y escuchan su mensaje: "Déjate renovar por Dios". Un mensaje sencillo en el que está el secreto de la auténtica felicidad. Así como Dios renovó ese cuadro desgastado puede renovarnos a nosotros. "Dios quiere renovarte, déjate renovar por Dios". Esta es la invitación que la Santísima Virgen nos hace. Una renovación que se realiza principalmente en la oración y la recepción de los sacramentos y a la que también ayuda mucho el rezo del Santo Rosario.

    NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE CHIQUINQUIRÁ, 9 de Julio , Patrona de Colombia

    Autor: . | Fuente: Archidiócesis de Madrid
    Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá
    Patrona de Colombia, 9 de julio


    Durante siglos, el pueblo colombiano da gloria a Dios por medio de su Madre la Santísima Virgen María bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario de Chinquinquirá.





    Patrona de Colombia


    Es este uno de los más importantes y frecuentados santuarios de Colombia. La Virgen está representada en un lienzo, con el Niño en brazos y, como parece lógico, con el Santo Rosario en la mano.

    La tradición nos cuenta que hace cuatro siglos don Antonio de Santana, encomendero de los pueblos de Suta y Chiquinquirá, solicitó al español Alonso de Narváez (h. 1560) que pintara una imagen de la Virgen del Rosario, para colocarla en una pequeña capilla.

    La pintura fue realizada sobre una tela de algodón de procedencia indígena, media 44 pulgadas de alto por 49 de ancho, Alonso de Narváez usó colores al temple, realizó una imagen de la Virgen del Rosario con el Niño Jesús, y a los lados puso al Apóstol San Andrés y a San Antonio de Padua.

    El cuadro fue ubicado en la capilla que poseía don Antonio en sus aposentos de Suta, estuvo allí durante más de una década, pero la capilla tenía el techo de paja, lo que provoco que la humedad deteriorara la pintura hasta dejarla completamente borrosa.

    Tras la muerte de Santana, su viuda, se trasladó a Chiquinquirá, hacia el año 1577-78. La imagen fue llevada a ese lugar, pero se encontraba en tan mal estado que fue abandonada en un cuarto, habitación que tiempo atrás había sido usada como oratorio.

    Al comenzar el año 1586, se estableció en Chiquinquirá, una piadosa mujer, María Ramos, nacida en Sevilla (España), la señora reparó el viejo oratorio y colgó en el mejor lugar de la capilla, la deteriorada pintura de la Virgen del Rosario.

    El día 26 de diciembre de 1586, María salía de la capilla, cuando pasó frente a ella una mujer indígena llamada Isabel y su pequeño hijo. En ese momento Isabel grito a María "mire, mire Señora..." Ella dirigió la mirada hacia la pintura, la imagen aparecía rodeada de vivos resplandores, prodigiosamente los colores y su brillo original habían reaparecido, los rasguños y agujeros de la tela habían desaparecido. Con tan maravilloso suceso se inició la devoción a Nuestra Señora de Chiquinquirá.
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