lunes, 27 de mayo de 2013

IMAGENES ROSTROS DE LA VIRGEN MARÍA












IMAGENES DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA











IMÁGENES DE LA VIRGEN DE MEDJUGORJE - REINA DE LA PAZ






























MARÍA, UNA MUJER DE FE


María, una mujer de fe


“El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra...” (Lc 1,35).

“En todos los nacimientos milagrosos del Antiguo Testamento, en los momentos decisivos de la historia de salvación... el sentido del acontecimiento es siempre el mismo: la salvación del mundo no viene del hombre, ni de su propia fuerza. Es necesario que el hombre la acoja como don ofrecido, sólo lo puede recibir como don gratuito” (Introducción al cristianismo, Card. Joseph Ratzinger).
El nacimiento virginal de Cristo es, ante todo, un mensaje sobre la manera de la llegada de la salvación hasta nosotros: en la simplicidad de la acogida, como don absolutamente gratuito del amor que rescata al mundo. “Canta de alegría, estéril, tú que no dabas a luz, rompe a cantar de júbilo, tú que no conocías los dolores de parto, porque serán más los hijos de la abandonada que los hijos de la casada, dice el Señor” (Is 54,1).

Considerando, que cada persona humana constituye ya una novedad inefable, siendo una criatura de Dios, única en la historia, Jesús es la novedad verdadera. No procede del “humus” de la humanidad sino del Espíritu de Dios. Por esto es llamado el “nuevo Adán” (1Cor 15,47); en él da comienzo una nueva humanidad... La fe cristiana confiesa que Dios no es prisionero de su eternidad, limitado a la esfera puramente espiritual. Al contrario, él puede actuar aquí, hoy, en medio de mi universo. En efecto, él ha actuado en Jesús, el nuevo Adán, nacido de María Virgen por el poder creador de Dios, cuyo Espíritu, en el comienzo, “aleteaba sobre las aguas” (Gn 1,1), creando el ser de la nada. 

Cuando pensamos en el “Sí” de María a la propuesta de Dios, lo podemos imaginar en un ambiente casi de novela “romántica”, y olvidar que con ese “Sí”, toda su vida quedó comprometida. La respuesta que ella dio no era algo espontáneo o “lógico”. María dirá que sí, más por confianza y fe, que por conocimiento. Ella apenas podía entender lo que le había sido explicado... y, sin embargo, dice que “Sí”. 

Además, la fe de María será puesta a prueba cada día. Ella quedará embarazada. No sabe bien cómo, pero lo cierto es que su corazón está inundado por una luz especial. Aunque su querido José dude, ella vive inmersa en el misterio sin pedir pruebas, vive unida al misterio más radical que existe: Dios. El sabrá encontrar las soluciones a todos los problemas, pero hacía falta fe, hacía falta abandono total a su voluntad. 

María se dejó guiar por la fe. Esta la llevó a creer a pesar de que parecía imposible lo anunciado. El Misterio se encarnó en ella de la manera más radical que se podía imaginar. 

Sin certezas humanas, ella supo acoger confiadamente la palabra de Dios. María también supo esperar. Sólo por medio de la oración y de la unión con Dios podemos hacernos una pálida idea de lo que ella vivió en su interior. María vivió con intensidad ese acontecimiento que transformó toda su existencia de manera radical. Ella dijo “Sí” y engendró físicamente al Hijo de Dios, al que ya había concebido desde la fe. 

Estas son experiencias que contrastan con nuestro mundo materialista, especialmente en la cercanía de la fiesta de la Pascua. Por ello, como cristianos, ¿cómo no centrar más nuestra vida al contemplar este Misterio inefable? ¿Cómo no dar el anuncio de la alegría de la Pascua a todos los que no han experimentado ese Dios-Amor? 

No olvidemos que un día ese Dios creció en el seno de María, y también puede crecer hoy en nuestros corazones, si por la fe creemos, y si en la espera sabemos dar sentido a toda nuestra vida mirando con valor al futuro.

Fuente: sanantoniodepadua.org

¿Por qué el sábado es el día de la Virgen?




¿Por qué el sábado es el día de la Virgen?

Cristiandad.org 


Conozca el origen de esta costumbre instituida por el Papa Beato Urbano Segundo...

¿Por qué la Iglesia consagró el sábado al culto de Nuestra Señora? Desde el principio de los tiempos, la Santa Madre del Creador ha sido amada y venerada al modo que Cristo deseó para Ella. A lo largo de su historia, la Esposa del Señor buscó formas de honrarla y servirla adecuadamente. Conozca, pues, el origen de esta costumbre instituida por el Papa Beato Urbano Segundo...


El Papa Beato Urbano Segundo, habiendo huido a Francia por causa del emperador Enrique Tercero, que le perseguía, celebró Concilio en Claramonte, y ordenando diversas cosas para la gobernación del clero, mandó que se rezase cada día el Oficio de Nuestra Señora, y los sábados, si no hubiese Doble o Semidoble, fuese rezado el de Ella. Fue el primer Pontífice que concedió Cruzada contra infieles. Lo dice San Antonio de Florencia en su Segunda Parte Historial.

¿Por qué se dio el día del sábado a la Virgen? Hay algunas razones y congruencias. Una es porque el día que padeció algún santo suele celebrarse su fiesta, y la Virgen, si padeció martirio, fue el Viernes y el Sábado Santo. El Viernes fue dedicado al martirio del Hijo, y vino bien que el Sábado siguiente se dedicase al martirio de la Madre.

Es otra razón que, así como en el día del sábado cesó Dios las obras de la Creación y descansó, en ninguna alma descansó así el Espíritu Santo, como en la de Cristo y en la de su Soberana Madre. En las otras almas hubo alguna repugnancia, a lo menos de Pecado Original, y algún venial, mas en la de Cristo y en la de la Virgen no hubo tal repugnancia, pues ni hubo pecado venial ni Original.

Es la tercera razón que Dios bendijo el día del Sábado; así la bienaventurada Virgen María fue bendita por las tres Personas: el Padre la bendijo escogiéndola por Hija, el Hijo la bendijo escogiéndola por madre y el Espíritu Santo la bendijo escogiéndola por esposa. El ángel la bendijo cuando la saludó, y todo el mundo la bendice, porque la reverencia y loa.

La quinta razón es porque el Sábado es medio entre el día del gozo, que es el Domingo, y el día penoso, que es el Viernes; así la Virgen es medianera entre Dios y los hombres.



Flor del 27 de mayo:
María Rosa Mística


Meditación: ¡Quien puede dejar de admirar la perfección de la Rosa que el Señor nos dio!. De pequeña un capullo tierno bajado del Cielo que guardaba silencio y era la alegría de los que con Ella vivían. Al Templo la entregaron no sabiendo que Ella era un Templo Sagrado. Llena de pureza crecía, y aquella Virgen Bendita a Dios le consagraba su vida, sin advertir que el Señor su alma inmaculada miraba, haciéndola Su Esposa amada. La Rosa más hermosa se abría y en su corola escondido estaría el Mesías. Nueve meses los perfumes de aquella Flor abrigarían al Redentor, para darle permanentemente su amor como eterna oblación. Aquella pequeña Rosa excelsa nos guía como Rosa Mística, pues es María Madre de la Iglesia.

Oración: ¡Oh María Rosa Mística, preciosísima!. Muéstranos la pureza de corazón para agradar a Dios como lo hiciste vos, y haznos templos perfectos del Espíritu Santo para que seamos por El guiados. Amén.

Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Colocar en cada hogar un pequeño altar consagrado a María, como regalo a Su Hijo que busca que la amemos como El la ama.

sábado, 25 de mayo de 2013

FLORECILLAS A MARÍA - 25 DE MAYO


FLOR DEL 25 DE MAYO
María, refugio de los pecadores

Meditación: Yo pecador, yo que me olvido de Dios, yo que no llevo Su Voz y no doy amor, ¿por qué reclamo obtendré los favores del Señor?. Les puedo responder que por los de la Madre del Juez, ya que la Santa Palabra nos señala “si alguno peca, tenemos un intercesor, ante el Padre: Jesucristo” (Primera carta de Juan 2,1), y El nos dejó Su Madre Santa como Abogada para defender a sus hijos del enemigo y evitar el martirio eterno de no ver el Cielo. Toda alma esforzada que busca este Santo Refugio será protegida y enriquecida conservando la verdadera Vida.

Oración: María refugio de los pecadores, Madre de los confesores, llena de misericordia, escóndenos en tu Corazón para que sólo seamos fieles a vos y al Señor. Amén.

Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Realizar una buena confesión con el firme propósito de llegar a la pureza y humildad de María, para fortalecerme en Ella y no volver a caer.

NUESTRA MADRE DEL CIELO


Nuestra Madre del cielo
Padre Jorge Loring S.J.


María es nuestra madre, pues es madre de Jesucristo , que es cabeza del Cuerpo Místico de Cristo . La madre de la cabeza, es también madre de todos los miembros del mismo cuerpo. Y nosotros somos los miembros del Cuerpo Místico de Cristo . Por eso María es Madre de la Iglesia.

Así lo proclamó Pablo VI el año 1964 en el discurso de clausura de la 3 Sesión del Concilio Vaticano II.

Que Jesús encargue a Juan que se ocupe de su Madre es perfectamente normal; lo que no es normal es el encargo paralelo a María diciéndole que cuide con cariño de Juan . Esto parece innecesario. Si Juan se va a encargar de María la correspondencia de ella era evidente. Insistir en ello parece superfluo y poco delicado. Toda mujer normal no necesita que se lo digan. Lo hace espontáneamente. El encargo de Jesús supone un contenido teológico trascendental. En Juan estamos todos representados. Además, allí presente estaba la madre de Juan .

Encargar Juan a María sería ofensivo para su madre María Salomé. No hay duda de que en las palabras de Jesús hay un sentido más profundo de lo que parecen indicar: Jesús entrega una MADRE a la HUMANIDAD...

María es madre física de Jesús y madre espiritual de los hombres .

Debemos amar a María y honrarla de todo corazón. Así daremos gusto al Señor que, como todo hijo bien nacido, se alegra de ver a su Madre Santísima honrada y amada.

Para valorar las cualidades de María , bastaría caer en la cuenta de que Cristo pudo hacer a su Madre a su gusto. ¡Cómo hubieras tú dotado a tu madre si esto hubiera estado en tu mano! Cristo pudo hacerlo y era omnipotente.

La Santísima Virgen es la mujer más grande que ha existido en el mundo María Santísima es la criatura más excelsa que ha salido de las manos de Dios.

Debemos acudir a la Santísima Virgen en todas nuestras penas y tentaciones. Ella lo puede todo, pues Dios todo se lo concede , porque es la Madre de Cristo , y porque nunca tuvo pecado, ni siquiera el original.

Por eso San Lucas la llama «llena de gracia» (Evangelio de SAN LUCAS, 1:28).

P. Jorge Loring, S.I.
Extracto del libro PARA SALVARTE

¿NOS SALVARÁ LA DEVOCIÓN A MARÍA?


¿Nos salvará la devoción a María?
Padre Tomás Rodríguez Carbajo 


Dicen los Santos Padres y muchísimos Santos con actividad pastoral: La devoción a la Santísima Virgen María es señal de predestinación.

. Alguien que haya oído esto tendrá que valorar cada una de las palabras para que no lleve una desilusión.

. Sería muy duro que una sola persona se condenase por haber interpretado mal lo anteriormente dicho, como sería el caso de quien peca precisamente con intención de perseverar en pecado, confiando presuntuosamente que su "devoción" a la Virgen le salvará.

. Distinto es el caso de quien cae en pecado y a pesar de ello mantiene una devoción a María, invocándola con la voluntad y deseo de salir del pecado; acude a Ella como "Refugio de pecadores".
. Un pecador nunca será desechado por Dios, si le busca sinceramente, aunque tenga sus fallos y recaídas, pues, El nunca nos manda hacer más de lo que hizo, a Pedro le dijo que tenía que perdonar 70 veces siete.
. El pecador que sinceramente se acerca a María, a la larga tendrá que salir del pecado y por lo tanto ya está en camino de salvación.

. El Concilio Vaticano II dice a los predicadores que se abstengan de toda falsa exageración (L.G. 67). Hay que precisar los conceptos y entenderlos en su recto sentido, por eso podemos decir: Ningún verdadero devoto de la Virgen María se condenará". La razón está en que la verdadera devoción tiene que ser santa, es decir, nos tiene que ayudar a amar más a Dios, pues, María nunca será el fin último de nuestra devoción, sino que tiene condición de medio y por lo tanto nos lleva siempre a Jesús.

. Nadie se salva por ser devoto de María, sino que esa devoción nos ayuda a amar más a Dios, y esta es la razón por la que nos salvamos. Se entiende por devoción en la teología "la prontitud con que uno está dispuesto a hacer la voluntad de Dios".

. A María le llamamos Puerta del cielo, no es una gatera, que de manera oculta y subrepticia nos quiere meter en el cielo, Ella no actúa de espaldas a su Hijo, es la Medianera de todas las gracias. Por Ella nos vino Cristo y por Ella vamos a Cristo.

. Si una persona se llama devoto de María y toda su devoción la hace consistir en algo externo como prácticas devocionales, sin que éstas influyan en su mejora espiritual, se ha quedado en lo sensible de la devoción, le falta lo sólido, que es un amor sincero, tierno y filial a María, que le hace no sólo invocarla con sencillez y confianza en cualquier situación de su vida, sino también imitarla en aquello, que le hace asequible como es en el amor a su Hijo y Hermano nuestro.

. Lo que tiene valor es lo que se suele falsificar, por eso hemos de estar muy sobre nosotros mismos y analizar nuestra devoción a María, que si es auténtica me tiene que ayudar a conocer y amar más a María, que es el mejor espejo que tenemos en la tierra de las virtudes de Jesús, por lo tanto tengo que vivir en mi vida la única recomendación, que nos ha dejado en el Evangelio:
"Haced lo que El os diga". (Jn. 2, 5)

. La contraseña que nos delata la autenticidad de una verdadera devoción a María son las siguientes cualidades:

- Interior. Ante todo que nazca del corazón, después tendrá manifestaciones externas distintas según la manera de ser de cada uno, pues, "de la abundancia del corazón habla la boca."

- - Constante. El amor (base de toda devoción) no tiene treguas, ni plazos, no es de temporada.

- Filial, tierna como la del niño con su madre, a cuyo regazo puede siempre ir a buscar refugio, sabiendo que siempre tendrá acogida y nunca será inoportuno, pues, Ella, que es la Medianera de todas las gracias, está deseosa de proporcionar a sus hijos de esta tierra todo tipo de bienes y gracias, que su Hijo nos ha conseguido y generosamente nos quiere conceder.

- Santa. Hace que el alma evite el pecado e imite las virtudes de María. La santidad es algo inherente a la verdadera devoción.

-Desinteresada. El auténtico amor busca hacer la voluntad del que ama, sin esperar directamente ninguna contrapartida en recompensa.

. A la pregunta inicial:Nos salvará la devoción a María? podemos responder que como la salvación no es fruto de nuestro esfuerzo, sino gracia de Dios, nosotros siendo auténticos devotos de María indefectiblemente amamos a Dios y por lo tanto estamos en camino de salvación. Sigue en vigencia el aserto del principio: "La devoción a la Santísima Virgen es señal de predestinación".
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